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LEYENDA DE LOS RIOS PILCOMAYO Y BERMEJO

Matías y su abuelo Pedro vivían a orillas del rìo Pilcomayo, donde siempre iban a pescar surubíes
y dorados. Ellos no querían mudarse, a pesar del peligro de inundación, que siempre podía llegar,
porque las aguas del rio son una fuente importancia que les brinda alimentos, especialmente a
través de la pesca.
Pedro siempre acompañada a su nieto en su camino a la escuela, que eran muy polvorientos, y
sus
rostros eran golpeados por el viento norte. Para pasar el tiempo, Pedro todos los días le contaba
una historia distinta. Matías le preguntó cómo nacieron los ríos Pilcomayo y Bermejo. Entonces el
abuelo le contó:
“Cuenta la leyenda que, después de la creación, Tupa (Dios) le dio el poder a Guarán para que
cuide el Gran Chaco. Y Guarán comenzó la gran tarea. Cuidó de los animales, las plantas, la tierra
y los montes. El tuvo dos hijos: Tuvichavé, el mayor que era fuerte y decidido; y Michiveva, el
menor más tranquilo.
El padre, antes de morir, entregó a los hermanos las tierras del Gran Chaco. Ellos eran unidos,
se querían mucho y compartían todo lo que tenían. Un día apareció Añá (genio del mal) quien
estaba muy molesto y sentía mucha envidia por el gran amor de los hermanos. Como Añá no le
gustaba que las cosas estuvieran bien, decidió hacer algo para separarlos.
Añá espero que los hermanos salieran al monte como todas las mañanas. Tuvichavé quiso probar
su habilidad con el arco, tomó una flecha y apuntó a una gran fruta que colgaba de un árbol. Añá
hizo que la flecha se desvié y fuera a dar en el corazón de Michiveva. Entonces de su pecho cayó
una gota color rojo intenso.
El dios Tupá quiso premiar la unión de los dos hermanos e hizo que lloviera. La lluvia esparció la
sangre de Michiveva y entonces se formó un gran río conocido como el Bermejo. Tuvichavé
lloraba por su hermano y sus lágrimas fueron tantas que Tupá hizo que se convirtieran en otro
río: el Pilcomayo.
Fue tan grande el amor de los hermanos que siguen a la par transformados en los ríos Pilcomayo
y Bermejo. Añá al ver que su mal pudo ser vencido se escondió en las oscuridades.”
Matías estaba muy sorprendido con la historia y cuando llego a escuela se la contó a todos sus
compañeros de grado.

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