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Sesión de Aprendizaje 1° - TV

La leyenda “La grandeza de un pequeño”.

CRITERIOS
 Identifica información explícita y relevante que se encuentra en distintas partes de
los textos que lee (narrativo) apoyándose de las palabras que conoce.
 Reconoce la secuencia de los hechos que ocurren en la leyenda que lee.

1. Lee con ayuda de un familiar, de ser necesario lean dos o tres veces:

La grandeza de un pequeño
Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los
quechuas. Todas las plantas comenzaron a sufrir por la falta de agua. Si no llovía pronto,
todas las plantas y animales morirían. En esa tristeza y soledad, solo quedaba la planta
de qantu, que puede crecer y florecer en el desierto con muy poca agua. Pero hasta la
planta de qantu comenzó a secarse.
Dicen que la planta, al sentir que moría, desprendió un último brote de flor que salió
volando, convertido en colibrí aleteó sus alas rápidamente y se dirigió a la cordillera.
Voló sobre la laguna de Wacracocha, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió
volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus pequeñas alas. Solo pensaba en
llegar a la cumbre de la montaña donde vivía el dios Waitapallana.
Cuando se acercaba el colibrí, Waitapallana olió el perfume de la flor del qantu, su flor
preferida. Pero solo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu. La pequeña
avecilla le pidió que se compadeciera de la tierra y de los quechuas. Luego, agotado de
tanto esfuerzo, el colibrí murió en las manos de Waitapallana.
Waitapallana, muy triste por la muerte del colibrí, miró hacia abajo y descubrió el
sufrimiento y el dolor en la tierra de los quechuas. Waitapallana no pudo evitar que dos
enormes lágrimas de cristal de roca salieran de sus ojos, cayeran rodando montaña
abajo hasta llegar a la laguna Wacracocha y despertaran a la gran serpiente Amaru. Ella,
de pronto, salió volando y con sus grandes alas hizo sombra sobre el mundo. Podía verse
al gran Amaru con su cola de pez y escamas de todos los colores. El brillo de sus ojos fue
más fuerte que el sol y su aliento se convirtió en una espesa niebla que cubrió los cerros.
De su cola de pez salió bastante granizo. Al sacudir las alas empapadas, hizo llover
durante días.
Del reflejo de sus escamas de muchos colores nació el arco iris, que anunciaba la calma.
Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió su cabeza brillante en el lago y volvió a
dormirse. Pero la misión del colibrí había sido cumplida.
Los quechuas, aliviados, veían renacer su imperio, en medio de la lluvia. También
descubrían ríos, allí donde las sacudidas de Amaru hundieron la tierra.
Cuentan desde entonces que los quechuas nunca olvidan cómo una pequeña flor del
desierto y su transformación en colibrí salvó al mundo de la sequía.
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2. Responde a las preguntas, hazlo con ayuda de un familiar:

 ¿Qué parte del texto te gustó más?

 ¿Qué significa la palabra sequía? Lee el fragmento del texto donde aparece la palabra y responde.

 ¿Para qué voló el colibrí a la cumbre de la montaña?

 ¿Por qué Waitapallana derramó dos enormes lágrimas de cristal de roca?

3. Escribe V si la oración es verdadera o F si es falsa:

Solo las plantas más pequeñas se salvaron de la sequía. ( )

El colibrí brotó de la flor de qantu y fue volando hasta la cumbre del dios Waitapallana. ( )

El dios Waitapallana se compadeció de los quechuas y salvó a la Tierra. ( )

4. Marca la respuesta de la pregunta: ¿Cuál es el problema en la historia?

a) La flor de qantu se había quedado sin tierras.


b) Había una gran sequía en la tierra quechua.
c) El colibrí no pudo volar tan alto.

5. Ahora, marca cuál fue la solución al problema en la historia:

a) Los quechuas encontraron nuevos ríos.


b) Amaru hizo llover sobre la tierra de los quechuas.
c) Waitapallana descubrió el dolor en la tierra de los quechuas.

6. Enumera los hechos del 1 al 4 según el orden en el que ocurrieron.

( ) La sequía terminó, y hombres, animales y plantas se salvaron.

( ) El dios Waitapallana dejó caer dos grandes lágrimas de cristal de roca.

( ) Las lágrimas de Waitapallana despertaron al Amaru.

( ) El colibrí pidió al dios Waitapallana que ayudara a las tierras de los quechuas.

7. Elabora un dibujo que representa la leyenda que has leído. Elabora tu dibujo en una hoja santa rosa,
usa colores, o tempera, u otros materiales que tuvieras. Luego, presenta tu dibujo en un video corto.
¡Sé creativo!
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8. Lee la siguiente leyenda con ayuda de un familiar, de ser necesario lean el texto dos o tres veces:

La leyenda del padrecito que oró por agua


En una de las cuencas del río Tambo, cerca de los poblados que corresponde al anexo de
Camata y Exchaje, de nuestra región Moquegua, encontramos una hermosa y enorme piedra
con la forma de un sacerdote franciscano, que ilumina todo el recorrido que realiza el afluente
del río por esas zonas.

Cuenta la historia que la gente de esos lugares se encontraba muy triste porque cada año se
dedicaban a la siembra de papas, maíz, manzanas y otros productos que nunca crecían ni
producían porque no llovía; la gente se sentía desfallecer, iban abandonando estos pueblos y
los que quedaban iban muriendo poco a poco, no existía ya consuelo para ellos, hasta que
llegó por allí un padrecito que vestía un hábito de color café.

Pronto el padre vio la desolación en estos pueblitos y comenzó a preguntar el por qué de la
tristeza y abandono; los pobladores le contaron lo que ocurría por aquellos lugares. La tierra,
decían, “ya no produce porque no hay lluvias ni agua y las personas que aún quedamos
estamos muriendo de a poco”.

El padrecito, al verlos, sintió gran compasión de ellos, y les dijo:

— No se desesperen, hermanos míos, Dios nos ayudará.

Desde ese día, a partir de las seis de la tarde, el padre iba río abajo a orar todos los días; luego
de unas horas regresaba al pueblo de Camata y descansaba.

Los días transcurrían y las plantas no crecían, hasta que una tarde cuando ya se había perdido
la imagen del padrecito dirigiéndose a su lugar de oración, el cielo se nubló y comenzó a caer
enormes gotas de lluvia; la gente saltaba de alegría, no lo podía creer; fueron a agradecer por
sus oraciones al padre, pero no lo encontraron. La gente se preocupó, pero como la noche
estaba demasiado oscura no fueron a buscarlo.

En la amanecida, los comuneros fueron a ver al padre en el lugar donde siempre se retiraba a
orar y no lo encontraron, cuando miraron hacia al frente vieron a una enorme roca con la
forma del sacerdote.

Desde ese entonces las lluvias en esta parte de Moquegua no faltan y los pobladores pueden
sembrar sin preocupación.

A pesar de las enormes crecidas del río Tambo, la imagen que se encuentra en la ribera del río
no se ve dañada por el caudal, al contrario, cada vez que va a llover se ve como si una luz
reflejara la imagen del buen curita.

La gente del lugar guarda con gran cariño esta leyenda y siempre recuerda al buen curita que
oró por el agua.

Fuente oral: Narcisa Ventura de Pilco; Camata, Ubinas, General Sánchez Cerro, Moquegua.

Escolar: Gabriela Carina Chávez Ramos; 9 años; Samegua, Mariscal Nieto, Moquegua.

Asesor: Carina Amelia Ramos Velásquez.


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9. Elabora un dibujo que representa “La leyenda del padrecito que oró por agua”, hazlo en una hoja
santa rosa, al terminar, presentalo junto al otro dibujo en un video corto.

10. Completa la siguiente tabla con información de la leyenda 1 y leyenda 2:

LEYENDA 1 LEYENDA 2

TÍTULO

CONTENIDO
¿DE QUÉ TRATA CADA
VIDEO?

SEMEJANZAS
¿EN QUÉ SE PARECEN?

DIFERENCIA
¿EN QUÉ SON DISTINTAS?

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