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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

ESCUELA DE POSGRADO

Programa de Maestría
en Ingeniería
Ambiental y Seguridad
Industrial – 2014.

LEYES DE LA TERMODINÁMICA, pH Y SU
RELACIÓN CON LA ECOLOGÍA

Autores:
 Burgos Ruidías, Eduardo
Antonio.
 Castro Pacherres, Jorge
Fernando.

Curso: Ecología Ambiental

Catedrático:
Blgo. Dr. Roque Rojas
Babilonia.
Parte I
LAS LEYES DE LA
TERMODINÁMICA Y LA
ECOLOGÍA
Eduardo Burgos R.
LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA Y LA ECOLOGÍA.

Eduardo Burgos R.

I) INTRODUCCIÓN.

La Termodinámica es el estudio de las transformaciones de la materia y la


energía. A pesar del estudio clásico de la termodinámica referido a los procesos
inorgánicos, las leyes de la Termodinámica son fundamentales para la
comprensión del funcionamiento de los sistemas ambientales.

Los principios termodinámicos se han generalizado sin dificultad y ahora se


conocen como las Leyes de la Termodinámica. Estas leyes no tienen
demostración en sentido matemático; su validez estriba en la ausencia de
experiencias contradictorias(1). Es decir, la demostración de estas leyes consiste
en que en la naturaleza nunca se ha visto algo contrario a lo que estipulan.
Luego, mediante la deducción matemática, se obtienen un conjunto de
ecuaciones a partir de estas leyes (y no al revés,) las cuales se aplican en las
ramas de la ciencia e ingeniería. Véase la Figura 01.

Figura 01.- Las Leyes de la Termodinámica se demuestran a partir de la experiencia y


a partir de ellas se deducen matemáticamente ecuaciones (izquierda), y nunca al revés
(derecha).
Por ejemplo: La segunda ley de la termodinámica condiciona que el flujo
espontáneo de calor sea desde el cuerpo más caliente hacia el cuerpo más frío.
Nunca se ha visto en la naturaleza que una taza de café frío se caliente
espontáneamente en el medio ambiente, pero sí se ha visto (demostrado) que
una taza de café caliente se enfriará espontáneamente si se deja a la intemperie.

II) LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA.

Esta sección tiene por finalidad definir el sistema bajo estudio, así como brindar
nociones generales de los conceptos y leyes termodinámicas.

1) El Sistema bajo estudio: Planeta Tierra.

El análisis y aplicación de los principios termodinámicos requiere la


delimitación de un sistema o conjunto sobre el cual se concentre la atención.
Esta porción del espacio bajo estudio recibe el nombre de sistema, mientras
que todo lo demás se conoce como alrededores. Según las características
del sistema estudiado, podemos clasificarlo en:

a) Sistema Abierto: El Sistema Abierto intercambia materia y energía con su


entorno. Podemos tomar como ejemplo un organismo vivo, el cual
intercambia tanto materia como energía con su entorno por medio del
metabolismo, excreción, calor, etc.
b) Sistema Cerrado: Un Sistema Cerrado no intercambia materia con los
alrededores, sino sólo energía. Podemos tomar como ejemplo una
burbuja de aire atrapada en una formación rocosa. El aire contenido no
podrá salir del sistema – es decir, no hay intercambio de materia – pero
sí puede calentarse o enfriarse por el medio ambiente mediante
transferencia de energía en forma de calor. Tenemos luego un sistema
cerrado.
c) Sistema Aislado: Un Sistema Aislado no intercambia ni materia ni energía
con sus alrededores.

Las discusiones presentadas en adelante requieren la definición del sistema


bajo estudio. Dada la generalidad y amplitud de especies y ecosistemas
presentes en el planeta, se considera más apropiado exponer los conceptos
de las leyes termodinámicas y su relación con la ecología tomando al Planeta
Tierra en su totalidad como el sistema, y el espacio exterior como los
alrededores. Según las definiciones dadas es posible apreciar que el Planeta
Tierra constituye un Sistema Cerrado. Esto es cierto puesto que no existe
intercambio de materia entre nuestro planeta y los alrededores (salvo, por
ejemplo, algún meteorito o cuerpo espacial que impacte sobre nuestra
superficie. Aun así, su relación con la masa respecto de nuestro planeta así
como su frecuencia no justifican – para nuestros fines – un análisis más
riguroso.)

Figura 02a.- La Tierra, en su conjunto, puede considerarse como un sistema cerrado


que intercambia energía – pero no materia – con sus alrededores: El sol y el espacio
exterior.

Figura 02b.- Un sistema cerrado intercambia energía con su entorno, pero no materia.
2) Definiciones Previas.

a) Energía: Termodinámicamente la definición de energía está directamente


relacionada con la Primera Ley de la Termodinámica. Así: La energía es
una propiedad de importancia que se conserva. Esta propiedad tiene
tanto cantidad como calidad. La primera está relacionada con la Primera
Ley, mientras que la otra con la Segunda Ley – según se verá más
adelante. Esta definición difiere de la definición convencional de energía,
la cual la considera como la capacidad para realizar un trabajo (2).

La definición de energía abarca sus diferentes tipos: Energía potencial,


energía cinética, energía interna, etc.

b) Energía Interna (U): Se considera como un concepto básico en


termodinámica. No tiene una definición concisa ni valores absolutos. Esto
no constituye desventaja, puesto que la termodinámica sólo estudia
cambios de energía interna. No puede decirse, por ejemplo, cuánta
energía interna contiene un organismo vivo en un instante determinado;
pero sí puede medirse cuánta energía perdió al caminar o al correr, es
decir, el cambio en su energía interna después de desplazarse o efectuar
un trabajo.

La energía interna se considera una propiedad intrínseca de la materia


misma, puesto que está asociada al movimiento aleatorio de sus átomos
y moléculas constituyentes. La posee por el solo hecho de existir y no –
por ejemplo – por su posición o capacidad para realizar algún trabajo
particular, como es el caso de la energía potencial.

c) Entalpía (H): La definición matemática (y única) de la entalpía es, según


la termodinámica(3)(4)(5):

𝑯 = 𝑼 + 𝑷𝑽 (1)

Donde:
U : Energía interna del sistema.
P : Presión del sistema.
V : Volumen del sistema.
Al igual que la energía interna, la entalpía carece de valores absolutos.
Lo que se mide en termodinámica son los cambios de entalpía. Por
ejemplo: Para un proceso que sólo implique un trabajo de expansión
(como la expansión de un gas dentro de un pistón) a presión constante,
el cambio de entalpía es una medida del calor intercambiado entre el
sistema y los alrededores.

d) Entropía (S): La entropía es un concepto termodinámico introducido por


Clausius en 1865(6). Al igual que la energía interna, la entropía es una
propiedad intrínseca – es decir propia – del sistema(7). En 1948, John Von
Neumann dijo: “… nadie sabe lo que es la entropía en realidad, es por
eso que en el debate siempre tendrás una ventaja.” (8)

El cambio total de entropía para cualquier sistema sometido a un proceso


finito reversible es:

𝒅𝑸𝒓𝒆𝒗
∆𝑺 = ∫ (2)
𝑻

J. W. Gibbs se refiere a la entropía como la medida del “desorden” de un


sistema(9). Así, un sistema con baja entropía puede pensarse como un
sistema ordenado, en tanto que uno con alta entropía puede pensarse
como un sistema en el cual el desorden es mayor.

3) La Primera Ley de la Termodinámica.

La Primera Ley de la Termodinámica es conocida también como la ley de la


conservación de la energía. Un enunciado formal es el siguiente:

Aunque la energía adopta muchas formas, la cantidad total de energía


es constante, y cuando la energía desaparece de una forma, aparecerá
simultáneamente en otras formas.

Así, la experiencia demuestra lo siguiente para el sistema y los alrededores:

∆(𝐸𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑆𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 ) + ∆(𝐸𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝐴𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠) = 0


El símbolo ∆ denota un cambio entre el estado final e inicial.

El cambio de energía total de los alrededores equivaldrá a la energía


transferida hacia o desde ellos como calor o trabajo. Así, la ecuación anterior
se puede reordenar:

∆(𝐸𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑆𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 ) = 𝑄 + 𝑊

Los sistemas cerrados a menudo se someten a procesos durante los cuales


cambia únicamente la energía interna del sistema. Así, este balance de
energía – la Primera Ley – para sistemas cerrados se resume en:

∆𝑼 = 𝑸 + 𝑾 (3)

Donde:
∆U : Cambio en la energía interna total del sistema.
Q : Calor transferido entre el sistema y alrededores.
W : Trabajo hecho por o sobre el sistema.

Las deducciones matemáticas de la primera ley arrojan ecuaciones distintas


que se ajustan a los procesos y sistemas bajo estudio. Uno de los casos más
importantes es la ecuación de balance de energía para un sistema abierto:

𝒅(𝒎𝑼)𝑪𝑽
= 𝑸̇ + 𝑾̇ − ∆(𝑯𝒎̇)𝒇𝒔 (4)
𝒅𝒕

Figura 03.- Sistema abierto en intercambio de materia y energía con sus alrededores.
Donde:
𝒅(𝒎𝑼)𝑪𝑽
𝒅𝒕
: Velocidad de cambio de la energía interna del

volumen de control (sistema.)


𝑸̇ : Velocidad de transferencia de calor entre el sistema
y alrededores.
𝑾̇ : Velocidad de realización de trabajo hecho por o
sobre el sistema.
∆(𝑯𝒎̇)𝒇𝒔: Flujo de energía hacia o desde el sistema mediante
las corrientes de flujo de materia. H: Entalpía.

La complejidad matemática no debe desviar la atención de lo fundamental,


así en la ecuación (4) la primera ley está indicando lo que ya ha establecido
la experiencia:

𝑽𝒂𝒓𝒊𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝑬𝒏𝒆𝒓𝒈í𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒔𝒕𝒆𝒎𝒂


= 𝑻𝒓𝒂𝒏𝒔𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝑬𝒏𝒆𝒓𝒈í𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒔𝒕𝒆𝒎𝒂
𝒆𝒏 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝑭𝒍𝒖𝒋𝒐, 𝑪𝒂𝒍𝒐𝒓 𝒐 𝑻𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐

Esto es, la ley de la conservación de la energía.

Para el lector que no tenga un estudio extenso en termodinámica, las


propiedades del sistema tales como la Energía Interna (U) y la Entalpía (H)
pueden pensarse como medidas de la energía y los cambios de energía de
los sistemas, del mismo modo en que la Entropía (S) se piensa como el orden
(o desorden) de un sistema. Al terminar esta (breve) descripción de la primera
ley, convendrá mantener en mente lo siguiente: La primera ley está
relacionada con el balance de energía de un sistema, la cual no se puede
crear ni destruir, sólo transformarse.

4) Segunda Ley de la Termodinámica.

Se dijo en una sección anterior que la energía tiene tanto cantidad como
calidad. Respecto a la cantidad de energía, la primera ley estipula que ésta
es constante, es decir, no varía.
La segunda ley de la termodinámica tiene que ver con la calidad de la
energía. Si bien la cantidad de energía es constante, su calidad no lo es. En
efecto: La capacidad para realizar un trabajo que tiene la energía
disminuye continuamente en todos los procesos reales. Más aún, por la
segunda ley de la termodinámica, estos procesos no pueden tomar lugar en
cualquier dirección arbitraria de manera espontánea: Así, el agua se mueve
de un nivel más alto a otro menor, el calor se transfiere del cuerpo más
caliente al cuerpo más frío y nunca en sentido inverso de manera
espontánea.

Figura 04.- La segunda ley de la termodinámica condiciona, por ejemplo, la


transferencia de calor espontáneo desde un cuerpo más caliente hacia un cuerpo
más frío.

Existen diferentes afirmaciones (con significado equivalente) para la segunda


ley de la termodinámica. Podemos emplear la siguiente (10):

Todos los procesos de la naturaleza tienden a cambiar


espontáneamente en una dirección que conduzca al equilibrio.

El equilibrio se alcanza en un estado de máxima entropía. Es decir, todos


los procesos de la naturaleza tienden a incrementar la entropía. Para un
proceso de transferencia de calor, por ejemplo, el cambio de entropía total
del sistema y los alrededores viene dado por:

𝑇𝐻 − 𝑇𝐶
∆𝑆𝑇𝑂𝑇𝐴𝐿 = |𝑄| ( ) (05)
𝑇𝐻 𝑇𝐶
Donde:

∆STOTAL: Cambio total de entropía del sistema y los


alrededores.
Q : Calor transferido.
TH : Temperatura del cuerpo caliente.
TC : Temperatura del cuerpo frío.

La ecuación (05) muestra que el cambio de entropía total siempre es mayor


que cero, puesto que TH>TC y se trabaja con el valor absoluto del calor
transferido. Es posible demostrar que esta ecuación se puede generalizar a
cualquier proceso de cambio, de donde se obtiene:

∆𝑺𝑻𝑶𝑻𝑨𝑳 ≥ 𝟎 (06)

Este enunciado matemático de la segunda ley afirma que cualquier


proceso sigue su curso en una dirección tal que el cambio de entropía
total (sistema y alrededores) asociado con él es positivo. El valor límite
de cero se alcanza únicamente para el proceso reversible. No es posible
un proceso para el que la entropía total disminuya.

Decimos que un proceso es reversible cuando es posible revertirlo, dejando


al sistema y a los alrededores en condiciones idénticas a las que el proceso
se inició. En sentido estricto, ningún proceso en la naturaleza es
reversible.

5) Tercera Ley de la Termodinámica.

Presentamos el enunciado de la tercera ley de la termodinámica:

La entropía de una sustancia pura perfectamente cristalina es cero en


el cero absoluto de temperatura.

La tercera ley de la termodinámica no tiene la generalidad que caracteriza


las otras leyes, ya que sólo se aplica a una clase especial de sustancias, las
puras cristalinas.
La Tercera Ley de la Termodinámica tiene su ámbito de estudio a temperaturas
extremadamente bajas, lo que la excluye de su estudio con la ecología: En
nuestro planeta no se encuentran temperaturas tan bajas (el cero absoluto tiene
lugar a 273.15 °C bajo cero.) En lo sucesivo del trabajo, por tanto, focalizaremos
nuestro estudio en las dos primeras leyes.

III) LA PRIMERA LEY DE LA TERMODINÁMICA Y LA ECOLOGÍA: EL


FENÓMENO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL.

Iniciamos considerando el Planeta Tierra como el sistema, según se ha explicado


anteriormente. El calentamiento global, luego, puede explicarse por la primera
ley de la termodinámica. En efecto, teniendo a la tierra como un sistema cerrado
que no efectúa ni recibe trabajo con sus alrededores (el espacio exterior), la
ecuación (3) se reduce a:

∆𝑈 = 𝑄𝑠𝑎𝑙𝑒 − 𝑄𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎

Lo apropiado para nuestro planeta, a fin de que mantenga sus condiciones


(promedio) constantes, es que:

∆𝑈 = 0

Puesto que una variación en la energía interna se vería reflejada en la variación


de la temperatura de nuestro planeta. Esto es, para que la temperatura
(promedio) de nuestro planeta se mantenga constante es necesario que:

𝑄𝑠𝑎𝑙𝑒 = 𝑄𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎

No obstante, los gases del efecto invernadero ocasionan que el calor que sale
de nuestro planeta sea menor que el calor recibido. Así, 𝑄𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎 > 𝑄𝑠𝑎𝑙𝑒 y ∆𝑈 > 0,
originando un incremento en la energía de nuestro planeta, lo cual se refleja por
un incremento de temperatura. Refiérase a la Figura 06, donde se aprecia que
de los 341.3 W/m2 ingresantes sólo salen 340.4 W/m2, acumulando 0.9 W/m2
que incrementan la energía del sistema – la Tierra – y consecuentemente su
temperatura. Este balance de energía – la primera ley de la termodinámica –
explica por qué nuestra biósfera se viene calentando de manera progresiva.
Figura 05.- La tierra es un sistema cerrado que intercambia energía en forma de calor
con sus alrededores, recibiéndola del sol y transmitiéndola hacia el espacio exterior.

Las consecuencias del balance de energía resultante de la aplicación de la


primera ley de la termodinámica al planeta en su conjunto también se pueden
singularizar. En efecto, cada ser vivo mantiene su propio balance de energía:
Adquiere energía mediante su alimentación, emplea una parte como trabajo en
su entorno y disipa el resto en forma de calor o por la excreción. Puede
apreciarse que tanto a nivel individual como en la biósfera en su conjunto la
energía se conserva.

Figura 06.- Balance de energía en el sistema. Nótese una acumulación (∆U) de 0.9
W/m2.
IV) LA SEGUNDA LEY DE LA TERMODINÁMICA Y LA ECOLOGÍA.

Para introducir esta parte podemos plantearnos la siguiente pregunta:

¿Cómo puede hablarse frecuentemente del agotamiento de los recursos y de


nuevas fuentes de energía, si por la primera ley de la termodinámica sabemos
que la energía es constante, que no hay nueva energía y que esta no se agota?

Trataremos esta y otras cuestiones en los siguientes apartados.

1) La Tierra en su conjunto: La entropía de la biósfera y la Paradoja de


Schrödinger.

Hemos visto anteriormente que todos los procesos espontáneos en la


naturaleza tienden a incrementar la entropía, esto es, el “desorden” en la
naturaleza. No obstante, la evolución en el planeta tierra – nuestro sistema –
ha progresado más bien hacia formas cada vez más ordenadas y mejor
estructuradas, esto es, de menor entropía. Esto nos introduce a la Paradoja
de Schrödinger(11):

Podría parecer que la evolución biológica viola el sentido de entropía, puesto


que los organismos progresan cada vez hacia formas más ordenadas, más
organizadas, menos entrópicas.

Entonces, la entropía de los organismos vivos disminuye en nuestro planeta,


lo que constituiría una violación a la segunda ley de la termodinámica. Esta
violación es aparente. Refiérase a la ecuación (06) y a la Figura 05. Hemos
considerado a nuestro planeta como el sistema en tanto que su entorno son
los alrededores. El cambio de entropía total debe abarcar tanto al sistema
como a los alrededores. Si bien la entropía del sistema – planeta Tierra –
disminuye debido al orden de los organismos vivos, esto se hace a costa de
un incremento de la entropía del sol – fuente de la cual recibimos energía en
forma de calor – en el cual las reacciones químicas conllevan un incremento
de entropía mayor que la disminución de entropía en nuestro planeta.
Figura 07.- La vida en nuestro planeta progresa hacia formas cada vez más
organizadas y ordenadas (menos entrópicas). Esto – aparentemente – viola la
segunda ley de la termodinámica.

Esquemáticamente:
∆𝑆𝑇𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 = (−)
∆𝑆𝑆𝑜𝑙 = (+)

Pero:
|∆𝑆𝑆𝑜𝑙 | > |∆𝑆𝑇𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎 |

Entonces:
∆𝑺𝑻𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂 + ∆𝑺𝑺𝒐𝒍 = ∆𝑺𝑻𝑶𝑻𝑨𝑳 > 𝟎

Así, tomando como conjunto a la tierra y al sol (sistema y alrededores), la


entropía total aumenta y la segunda ley de la termodinámica sí se cumple.

2) Una mirada dentro del Planeta Tierra: La existencia de la vida y las


reservas de baja entropía.

Otra consecuencia de la segunda ley de la termodinámica es que la calidad


de la energía disminuye: La energía no se aprovecha al 100%, ni siquiera por
los seres vivos. Éstos aprovechan en promedio un 10% de la energía que
consumen(12), mientras que el resto la disipan. Como consecuencia, los
depredadores tienen acceso a fuentes de energía cada vez menores. Esto
explica por qué las cadenas alimenticias son piramidales: Al disminuir la
energía aprovechable, son menos los individuos capaces de subsistir con un
menor suministro. Normalmente no se exceden los cuatro o cinco niveles
(Figura 08).

Los seres vivos, entonces, se mantienen vivos manteniendo su entropía al


mínimo y alejándose del equilibrio (que, según se ha explicado antes,
corresponde al punto de máxima entropía.) Para lograr esto los organismos
vivos incrementan la entropía de su entorno, para no violar así la segunda
ley de la termodinámica. El hombre, por ejemplo, consume reservas más
ordenadas para poder subsistir, extrayendo minerales y combustibles que, al
ser consumidos, pasan a un estado de mayor desorden y de menor calidad
energética. Estas son las reservas de baja entropía existentes en nuestro
planeta.

Figura 08.- La menor cantidad de energía aprovechable condiciona la cantidad de


especies existentes, así como la longitud de las cadenas alimenticias.

Entonces: Es cierto que la cantidad de energía se mantiene invariante, pero


existe energía de “buena calidad” – fácilmente convertible en trabajo, como los
combustibles fósiles – y energía de “mala calidad” – no convertible en trabajo,
como la inmensa cantidad de calor contenida en el agua de los océanos y el
humo disipado por los procesos de combustión de las reservas de combustibles
fósiles. El punto de máxima entropía de un organismo o ecosistema equivaldría
a su muerte: El organismo se desordena (pudredumbre), sus órganos y sistemas
desaparecen, su temperatura se iguala a la del medio, etc. No existe, entonces,
la llamada “crisis energética” ni “nuevas fuentes de energía”: La energía es
constante, es cierto, pero cada vez hay menos fuentes de calidad, capaces de
ofrecernos algún tipo de trabajo útil que podamos aprovechar.

El tema de la entropía puede tener consecuencias incluso en ámbitos como la


filosofía y el pensamiento: ¿Cuándo se llegará al punto de entropía máxima? ¿El
universo llegará al equilibrio, lo que equivaldría a su muerte? ¿Puede hablarse,
entonces, del fin del mundo?
REFERENCIAS PARA LA PARTE I

(1) J.M. Smith, H.C. Van Ness, M.M. Abbott (2007). Introducción a la termodinámica
en Ingeniería Química. McGraw-Hill, Séptima Edición, p. 01.
(2) Stanford Klein, Gregory Nellis (2012). Themodynamics. Cambridge University
Press, p. 350.
(3) J.M. Smith, H.C. Van Ness, M.M. Abbott op.cit., p. 38.
(4) Muriel Gargaud [et. al.] (2011). Encyclopedia of Astrobiology. Springer, p. 498.
(5) Gilbert W. Castellan. Fisicoquímica. Addison-Wesley Iberoamericana, Segunda
Edición, p. 126.
(6) Muriel Gargaud [et. al.] Ibid.
(7) J.M. Smith, H.C. Van Ness, M.M. Abbott op.cit., p. 169.
(8) Yuri M. Svirezhev (2000). Ecological Modelling. Elsevier, p. 11.
(9) Maron & Prutton (2002). Fundamentos de Fisicoquímica. Editorial Limusa, p.
177.
(10) Maron & Prutton op.cit., p. 171.
(11) Jorge Riechmann (1996). Por qué los muertos no resucitan y el reciclado perfecto
es imposible. Ecología, economía y termodinámica. Editorial Siglo XXI, p. 11.
(12) Eugene A. Silow, Andrey V. Mokry and Sven E. Jørgensen (2011). Some
Applications of Thermodynamics for Ecological Systems. InTech, p. 320.
Parte II
APLICACIÓN DEL pH EN LA
ECOLOGÍA
Jorge Castro P.
APLICACIÓN DEL PH EN LA ECOLOGÍA

Jorge Castro P.

El pH es una manera química de expresar la acidez o basicidad de todas las soluciones.


Las soluciones pueden ser gaseosas, acuosas o sólidas, o sea de los tres estados de
agregación y mezclados entre ellos.

En todos los organismos y en todo la ecología, hay moléculas que presentan acidez o
basicidad, gracias a su concentración de H u OH, entonces el pH de algo vendría hacer
la acidez o basicidad de eso a lo que haces referencia en dicho ecosistema.

EL PH

El pH es el logaritmo de la inversa de la concentración de iones de hidrógeno. Y mide


propiedad importante es que el producto de las concentraciones iónicas de H+ y OH-
varía con la temperatura siendo 10 (-14) a 24 ºC.

El logaritmo del inverso es 14 que es la suma del pH más el POH. En la neutralidad


ambas concentraciones son iguales por lo que el pH vale 7. El pH disminuye conforme
aumenta la temperatura y también conforme aumenta la profundidad, en este caso
disminuye 0,25 por cada 1000 metros.

El pH se mide comparando el color que resulta usando indicadores con el que se obtiene
con soluciones de pH conocido como bórax y ácido bórico. También se mide el potencial
del electrodo de hidrógeno que miden la actividad de los iones.

En agua dulce el pH oscila desde 6,5 hasta 8,7; en lagos alcalinos con carbonato sódico
es mayor de 9; cuando existen ácidos sulfúrico, húmicos se da hasta un pH de 3 (en
suelos ricos en SH 2 ). En el mar es donde se da la menor variación de pH de 8 a 8,3
debido a que está muy tamponada. En cubetas con fotosíntesis intensa se da un pH de
casi 9. Y en aguas profundas con un gran consumo de oxígeno y producción de dióxido
de carbono se da desde 7,6 hasta 7,9. La profundidad del
océano está saturada con dióxido de carbono respecto a la superficie por su aislamiento
y el acumulo progresivo de la respiración. Las aguas profundas están infra saturadas de
dióxido de carbono.
La alcalinidad de las aguas se valora con un ácido fuerte como el clorhídrico 0,01 N. A
pH 8,3 vira la fenolftaleína en la alcalinidad debida al OH- y al CO3-2. A pH 4,5-5 vira el
anaranjado de metilo con el que se valora el HCO3-.

Las aguas muy puras están sometidas a fuertes oscilaciones del pH porque tienen una
pequeña alcalinidad, es decir, una baja capacidad de combinación de ácidos.
Las aguas con una reserva alcalina muy fuerte o moderada mantienen su pH entre 7 y
8, y es el caso de las aguas marinas.

La actividad biológica está adaptada fundamentalmente a pH neutro. Determinados


tipos de suelo son peores para el aporte de nutrientes que otros. Por ejemplo en los
suelos calizos que tienen un pH básico, existen problemas con el hierro ya que a este
pH precipita y no se puede absorber por las raíces. Los organismos se mueven entre
rangos de pH, hay unos adaptados al ácido, otros al básico.

El equilibrio carbónico-carbonatos

El dióxido de carbono está en baja concentración en la atmósfera y es muy soluble en


agua, forma ácido carbónico que puede disociarse en carbonatos y bicarbonatos. El
equilibrio entre las formas puede escribirse como:

CO 2 + H 2 O <——–> H 2 CO 3 <———> HCO 3 – + H+ <——–> CO 3 2- + 2H+

El 99% es dióxido de carbono libre que se comporta como un gas, pero a pH 6,5 la mitad
es bicarbonato y el resto carbónico. Hacia pH 8,46 deja de haber carbónico y a pH 10,5
la mitad es carbonato y la otra mitad bicarbonato.

Este sistema amortigua la concentración de hidrogeniones. La respiración aumenta la


concentración de dióxido de carbono y hace que parte del carbonato pase a bicarbonato.
Si por la actividad de los vegetales se elimina dióxido de carbono, parte del bicarbonato
pasa a carbonato y precipita carbonato cálcico.

En las medidas de producción primaria es de fundamental importancia conocer la


concentración de carbono inorgánico en un agua. En el caso del agua dulce, hasta un
pH de 8 no hay cantidad apreciable de carbonato, de manera que se puede suponer
que la alcalinidad está neutralizada totalmente por bicarbonato.
La alcalinidad para un determinado pH aumenta conforme aumenta la concentración
total de carbono inorgánico.

Efecto del pH y factores derivados sobre los organismos

- pH menores de 3 o mayores de 9 pueden considerarse tóxicos para el protoplasma


de plantas vasculares debido a las concentraciones de iones H+ y OH-
respectivamente.
- pH de 1,8 a 5 hacen perecer a los organismos acuáticos, pero son raros en la
naturaleza. Aunque algunos organismos como las algas desmidiáceas están muy
bien adaptados a medios ácidos y existen muchas especies.

Indirectamente afectan a la concentración de tóxicos sobre todo si el pH es bajo como


Al +3, Mn +2 y Fe +3.

PH EN EL SUELO

El Ph del suelo es lo que hace posible medir la alcalinidad o la acidez y es bastante


importante conocer las diferentes medidas o los diferentes ph a la hora de
realizar cultivos. Las mediciones del PH del suelo arrojan resultados numéricos. El gráfico
es bastante ilustrativo y nos permite ver las diferentes numeraciones o mediciones del
ph del suelo según su acidez o su alcalinidad así como discernir si éstas son muy fuertes,
menos fuertes, muy débiles, menos débiles o normales.

Un suelo es considerado alcalino si su ph es superior a 7.0 y es considerado ácido si el


ph es inferior. Un ph de 7.0 define un suelo neutro. Por el contrario, si el ph del suelo es
inferior a 7.0 es un suelo con acidez, cuanto menor sea el número mayor será la acidez
de ese suelo.

Conocer el ph del suelo es importante porque influye sobre la disponibilidad de los


elementos nutritivos para las plantas que cultivemos. Por ejemplo, hay plantas que
necesitan mayor cantidad de hierro que es un elemento cuya disponibilidad aumenta
con la acidez del suelo. En un suelo alcalino se espera que haya cloruro férrico.
En general, las plantas necesitan un ph que se encuentre entre 6.5 y 7.2 para tener un
crecimiento adecuado.

EL PH EN EL AGUA

El agua está disociada en iones H+ y OH-. Las sales minerales disueltas en el agua se
disocian en iones positivos y esta ionización varía de unos compuestos a otros. El pH
se expresa en la práctica como una escala que va de 1 a 14 y representa el inverso del
logaritmo 10-14. Si por ejemplo, decimos que el pH de una solución o del suelo es 7,
existe un equilibrio entre los iones; por tanto este valor constituye el punto neutro, el cual
corresponde al agua pura (agua destilada). Por debajo de este valor, el pH es ácido y lo
será tanto más, cuanto más se aproxime a 0. Así por ejemplo una solución de pH 3.5 es
más ácida que una de pH 5. Por encima del punto neutro (7), los valores expresan
alcalinidad y ésta será más alta cuanto más se aproxime a 14.

Hay organismos que viven en aguas con un pH ácido; otros viven en medios acuáticos
alcalinos. Así, la planta Elodea canadiensis vive en aguas con un pH entre 7.4 y 8.8. Typha
angustifolia (enea) vive en aguas con un pH de 8.4 a 9. Los hongos, y otros organismos,
viven en medios ácidos. Las aguas dulces tienen el pH entre 6.5 y 8.7; las aguas marinas
entre 8 y 8.5.

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