Ana-Temas. Licda. Ana María Montero N. Esp/MSc. CNP-V: 4752
“Si la miseria de nuestros pobres no fuera causada por las leyes naturales sino por nuestras instituciones, grande es nuestro pecado”. Charles Darwin. Pero eso es lo que han hecho hasta ahora todas las corrientes ideológicas y hasta religiosas que han tergiversado, los planteamientos de sus iniciadores más para uso personal a los legados que grupal, en detrimento de las mayorías. No existe en ellos la ética. Señalaba en el texto anterior como en estos pueblos en general, se ha manejado la ignorancia para la perpetuación de esos grupos que solo buscan lo mejor para ellos aun cuando en su discurso para acceder al poder ofrezcan “enfrentar” la miseria de las mayorías. Por algo el científico inglés, creador de la teoría sobre la evolución de las especies al igual que Alfred Russel Wallace, deja clara su percepción sobre el tema con esa expresión citada al inicio de este texto. El problema de la pobreza no es un efecto de las leyes naturales sino por la forma como grupos humanos se han organizado como sociedad, donde unos grupos asumen el control sobre todos y de todo, así no tengan la capacidad ni la claridad para hacerlo. Por lo general, ellos nunca se han considerado del reino animal. Se han creído superiores y no como parte del sistema, tal cual la ciencia lo ha demostrado, por eso la obvian. Eso nos ha llevado a elegir al omega, al último como líder, relegando y explotando al alfa, al más capaz y mejor dotado, como pasa en el resto de las especies. Allí radica nuestro problema, Hemos excluido la lógica del conocimiento real de la naturaleza, que esos omegas usan para explotar al resto y no se detienen en eliminar o excluir a quien lo descubra: pasó con Sócrates en la antigua Grecia o Gandhi hace apenas un siglo en la India. Es algo que grandes fundadores de corrientes religiosas como Siddhartha Gautama, mejor conocido como Buda cuyo significado es “el iluminado” o Jesús de Nazaret cuyos fundamentos casi coinciden en cuanto a subrayar la esencia humana para compartir con solidaridad entre todos y cuyos pensamientos marcan las civilizaciones oriental y occidental del planeta, lo predicaron. Más, manipulados sus aportes en el tiempo para mantener sistemas de dominio de unos sobre la mayoría, pueblos enteros son sumidos en una especie de esclavitud mental signado por el miedo, tal cual ocurre actualmente en países como Corea del Norte o Cuba o mediante la persuasión y la manipulación, como pasa en estos pueblos. Por ello, el deterioro paulatino de nuestros sistemas educativos (y los otros) así pueden recurrir al engaño paulatino efecto de los “olvidos” y la desmemoria finamente cultivada a través del lenguaje. El mejor ejemplo lo hemos vivido recientemente, durante el proceso electoral promovido para elegir funcionarios locales en Venezuela. Sobre el tema, mi estimado colega y recordado amigo Jorge Olivares publicó por este medio y nos hizo recordar a unos cuantos, ante el debate de si ir o no a votar, que para ello solo se debían recordar dos cosas: 1- la cedula de identidad y 2- la memoria. Entonces, como buen periodista ejercitó la numero 2 y recordó el caso que me hizo dejar de creer entonces en el grupo que lidera Juan Guiadò: el escándalo tras la denuncia del embajador por el designado para Colombia: el expresidente de PDVSA, el doctor Humberto Calderón Berti, a las autoridades de dicho país, por un incidente que involucraba al equipo que estaba manejando la ayuda humanitaria, donde, en un evento organizado para ese fin en 1919, se apreció en la presencia de prostitutas de alto precio y consumo de drogas cuyos pagos se podían desprender de esos donativos. El caso fue de amplia divulgación en el vecino país pues en el hecho una persona, familiar del encargado de la organización para la recolección de recursos que se debían distribuir (alimentos, medicinas…) falleció por consumo de drogas y hasta el personaje en referencia fue afectado. Entonces, la decisión del Presidente Interino, en lugar de sancionar al responsable de la actividad, lo que hizo fue destituir a Calderón Berti, un señor anciano que en lugar, como lamentaba, de disfrutar de sus nietos, se encontraba ocupando dichas funciones, solo por interés de ver algo diferente en su país. Así Guaidò dejó a su amigo y compañero de partido fuera del problema. Sin embargo el desmemoriado o desesperado pueblo de donde era oriundo Hugo Chávez Frías: Barinas, lugar que básicamente por eso desean sus seguidores se mantenga fiel a quien nos ha dejado tan triste legado. El hermano del difunto no alcanzó esa amplia mayoría. Esa entidad ha sufrido los embates de la guerrilla colombiana peleándose el reparto de esas tierras con otros grupos armados que se dice son apoyados por el actual gobierno para el narcotráfico y el encarecimiento de todo. Pero lo más triste es que quien se pretendió fuera lo alterno, a nombre de la oposición, fue la persona responsable del hecho arriba narrado y que aun investiga la autoridad Colombiana: Freddy Superlano. A quien no solo no se le investigó por tan oscuro hecho, ni por la denuncia de las autoridades colombianas ante la pérdida de millones de dólares destinados a dicha ayuda humanitaria. Sino que en lugar de hacer frente a dicha denuncia, huyó de dicho país. Pobre pueblo. Obligado a elegir entre gente que no es de fiar de lado y lado, pues en la hora 0, no son las mejores cartas. En un país con ETICA, ninguno de esos personajes se podría acercar a cualquier cargo de esta naturaleza y olvidarse de ser integrantes de cualquier ente responsable de la administración pública. Lamentablemente, somos un pueblo a los que se les ha inoculado el germen de la desmemoria, gracias a estos seres que lo incorporan a las instituciones, a las cuales corrompen y vuelven deficientes. Acá esta la esencia de lo que nos pasa y nos ha pasado. Pocos se acuerdan de los desfalcos en las Fuerzas Armadas por los sobreprecios de unas tanquetas que no fueron lo mejor, salvo conducir a Chávez y su grupo en su primer intento de golpe en 1999 y destrozar la entrada de Miraflores. Ni las “fugas” de material médico de los hospitales públicos para clínicas privadas cuyos dueños también ejercían en esos centros asistenciales durante la 4ta y nunca fueron sancionados. Tampoco se acuerdan del desfalco de recursos en esos ingenios azucareros promovidos por el difunto Chávez, ni las fallas presentadas en muchas obras como en la “misión vivienda” que nunca fueron investigadas durante su gobierno y menos por sus “herederos”. Eso no se recuerda por esa desmemoria que ha sido cultivada para olvidar tales “detalles” que tanto pesan en la vida de un pueblo que repite dándose golpes con la misma piedra. Y nos llenamos la bocota diciendo ser ricos o añorar que lo fuimos. Pobre pueblo. La verdadera riqueza está en la conducta de su gente y debemos ver cuánto hemos caído. Es la ETICA de quienes nos dirijan. Ninguno de los dos aspirantes valió en verdad, un cuartillo. Como tampoco quienes nos han gobernado hasta ahora. Asumamos nuestra pobreza como país, tal vez así seamos otra cosa en el futuro.