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El Comportamiento Cristiano Frente a los Conflictos

Sociales: Temas para un Diálogo


Introducción:
Es una alegría estar acá y poder participar de ese diálogo sobre el comportamiento cristiano
frente a los conflictos sociales. Curiosamente, en ese evento creo que ya estamos encarnando
parte de la respuesta al problema que se plantea. El conflicto social es caracterizado por la
ausencia del diálogo. Entonces al estar juntos como cristianos, dialogando juntos a la luz de la
palabra de Dios sobre la situaciones actual, ya estamos en el camino correcto.
No tengo la solución para los problemas políticos y sociales del Perú. Ni tengo un manual listo
para el comportamiento cristiano en eses días. Quiero simplemente hacer tres cosas para
informar nuestro debate: 1) ubicar los conflictos sociales en el contexto más amplio de
amenazas a la democracia; 2) reflexionar un poco sobre la situación peruana para 3) exponer
cuál debe ser la postura cristiana, la actitud y los valores, en otras palabras nuestra ética
individual y colectiva delante de la coyuntura actual.

Los conflictos sociales y la amenaza global a la democracia.


Es bueno poner los conflictos sociales que hemos visto en un telón más amplio como parte de
amenazas global a la democracia en los últimos años. Esas amenazas vienen en tres formas:
1) El secuestro del estado: Eso ocurre cuando se mantienen las instituciones democráticas, pero
el grupo que está en el poder toma posesión de ellas, y las usa para mantenerse en el poder.
Hemos visto eso en gobiernos de ideologías diferentes, como la izquierda de Chaves en
Venezuela y Ortega en Nicaragua, y la derecha de Orban en Hungría y Putin en Rusia. El Perú ha
visto eso en los días de Fujimori, y un temor de muchos era que Castillo iba hacer el mismo, por
ejemplo, por el ascenso de militares fieles a él, y la formación de un gobierno paralelo en su
hogar en Breña.
2) La erosión: Eso ocurre cuando se mantienen las instituciones democráticas, pero el
verdadero poder está en las manos de una elite tecnócrata que no rinde cuentas. Eso es un
reclamo común en las democracias establecidas en Europa, y el Brexit (la salida del Reino Unido
de la Unión Europea) aunque un equívoco, fue una protesta en contra de eso. La erosión de las
instituciones democráticas nos ayuda a entender el ausentismo de electores en democracias
antiguas. El poder cada vez más grande de los gigantes tecnológicos como Meta, Google y
Amazon, también contribuye para ese proceso de erosión democrático. En parte las protestas
en el Perú son un reflejo de la sensación del ciudadano común que el estado ni si importa con
él, ni rinde cuentas a él.
3) El rechazo a los resultados democráticos: en una democracia saludable los grupos que
pierden una elección aceptan los resultados, hacen una oposición constructiva al gobierno y
buscan ganar el poder en las siguientes elecciones. Sin embargo, hemos visto, especialmente en
grupos de derecha, una tendencia a rechazar a los resultados cuando no les agradan. En los
EE.UU. eso empieza ya en 2016 con los demócratas que cuestionaran, de manera tibia, la
victoria de Trump y desde el inicio lo hostigaron y buscaron su impeachment. Se tornó aún más
dramática con Trump, que ha alegado fraudes inexistentes en las elecciones norteamericanas y
buscó cambiar los resultados, o por amenazas a las autoridades electorales, o incitando una
muchedumbre a invadir el congreso. Tal práctica fue imitada por Bolsonaro en Brasil, llevando
a las cenas lamentables que vimos en Brasilia, de una muchedumbre de insurgentes que no
aceptan su derrota en la elección. En el Perú, la táctica del fujimorismo y otros grupos ha sido
no hacer oposición democrática, sino buscar desde el primer día la vacancia del gobierno en el
poder. Así la violencia de la represión a las manifestaciones puede ser interpretada como una
falta de respecto a la democracia y del estado de derecho. ¡se mata, literalmente, la democracia,
en nombre de la democracia!
La Biblia no defiende ningún sistema de gobierno, entonces no voy al extremo de decir que la
democracia es bíblica. Sin embargo, creo que es el sistema de gobierno que más lleva a serio la
enseñanza bíblica sobre el pecado humano, con su descentralización de los poderes y cambio de
gobiernos. La democracia ha tenido más suceso en promocionar la paz y la prosperidad que los
sistemas totalitarios. La apropiación de las democracias europeas por una elite tecnócrata ha
venido mano a mano con la erosión de la libertad religiosa. Por eso como cristianos creo que
debemos mirar cualquier amenaza a la democracia con preocupación.

2. Se acercando al contexto peruano


2.1 Un clamor legítimo, protestas fuera de la legitimidad.
Se acercando a nuestro contexto, ¿Cuál debe ser el comportamiento cristiano frente a las
protestas en el país, especialmente en el sur? Creo que como cristianos podemos y debemos
reconocer que hay un clamor legítimo aunque las protestas ya han caminado para fuera de la
legitimidad.
Creo que no es radical reconocer que en el Perú, hay una gran parte de la población que ha sido
históricamente excluida, económicamente, políticamente y socialmente. Aún, hoy, millones de
peruanos no tienen acceso a los servicios básicos para vivir una vida digna en el siglo 21. Esa
población se encuentra principalmente en las provincias del país, pero también en lo que
podemos denominar las provincias de la capital, Lima. Ignorada por los medios de
comunicación y por las autoridades, también han sido victimas de discriminación y desprecio.
A veces ese desprecio se manifiesta de manera física, como en las murallas que algunos distritos
de Lima han construido para cercear el acceso de personas de otros distritos. Las acciones
insurgentes de Pedro Castillo y su subsecuente vacancia y prisión fueron la chispa en la
pólvora, pero la pólvora viene acumulando a décadas.
El clamor es legítimo, pero la conducta de las protestas sale de la legitimidad. No creo que un
cristiano puede aprobar la apropiación de carreteras y aeropuertos impidiendo el libre transito
y poniendo la vida de personas en peligro. Tampoco podemos aprobar el cierre forzado de la
actividad económica, especialmente en un país adonde tantos viven en la informalidad y
necesitan ganar su plata todos los días. No podemos estar de acuerdo con el vandalismo, ni con
el hecho que muchos son obligados a participar de las protestas bajo amenazas.
Así el desafío como cristianos es escuchar al clamor legítimo de las protestas, tener empatía por
el dolor de los que han sido históricamente excluidos, sin compactar con la violencia y los
abusos en las protestas.
2.2 Instituciones del estado que pierden su legitimidad
Sin embargo eso ocurre frente a un estado que cada vez más pierde su legitimidad. Confieso que
inicialmente pensaba que Dina Boluarte debería concluir el mandato de Pedro Castillo, por una
cuestión de orden institucional. Sin embargo, el gobierno, y sus defensores en el Congreso han
insistido en militarizar su respuesta al clamor del pueblo, y 50 muertes después mi posición ha
cambiado. Cuando un gobierno pasa a matar a la población y no la proteger, su legitimidad se
queda debilitada.
El problema es que el estado peruano se ha quedado adicto del estado de emergencia. Vimos
eso en la pandemia. Globalmente el Perú tuvo uno de los más largos estados de emergencia,
aunque en el fin la ciudadanía, ejerciendo un sentido común que a las autoridades faltaba, pasó
a la ignorar. Fue un estado de emergencia inútil e ineficaz, que no impidió al Perú tener la peor
tasa de mortalidad frente al Covid-19. Lo que se necesitaba era mejor atención médica, más
celeridad en la compra de materiales esenciales, políticas sensatas para el transporte público, la
economía y la educación, y menos militares en las calles se exponiendo al virus. Pero esa
tendencia sigue, respuestas militares y agresivas a problemas sociales.
Creo que una respuesta cristiana es simplemente decir, “no más”. No más a la violencia de los
protestantes, no más a la violencia excesiva del estado. No más al abuso del estado de
emergencia, y la militarización de la respuesta a problemas sociales. Ojalá que en un momento
de lucidez, Dina Boluarte podrá leer 1 Reyes 12 y aprender de Roboán que la violencia
solamente genera más violencia.

3. La postura cristiana
3.1. La oración por tranquilidad y reposo
Fuera escuchar el clamor legítimo y condenar la violencia ¿qué debe ser la posición del
cristiano? Creo que más que un posicionamiento ideológico necesitamos un posicionamiento
espiritual.
Ante todo, exhorta a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de
gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos,
para que vivamos con tranquilidad y reposo, y en toda piedad y honestidad.

1 Timoteo 2:1-2

Hay bastante realismo acá, “con tranquilidad y reposo”. No debemos esperar que el gobierno va
a solucionar a todos nuestros problemas, que tengamos autoridades perfectas que nunca van a
cometer errores. Debemos orar para que nuestras autoridades permitan a los peruanos vivir
con tranquilidad y reposo, con piedad y honestidad. Que el estado permita el trabajo, la vida
digna, el acceso a los servicios esenciales. Que la ciudadanía no sea un privilegio de una
pequeña minoría, sino algo a lo cual todos los peruanos tienen acceso.
Que nuestras acciones y palabras como cristianos en el país, en eses tiempos difíciles,
contribuyen para la tranquilidad y el reposo. Que los cristianos seamos voces de moderación y
diálogo en eses tiempos de polarización. Que no tengamos a enemigos en nuestra sociedad, y a
los que nos tratan como sus enemigos, obedezcamos al mandato de Jesús de amar a nuestros
enemigos.

3.2. El Compromiso con la misericordia, la verdad, la justicia y la paz.


Finalmente, quiero destacar que la voz cristiana en el espacio público debe ser caracterizado
por el compromiso con la misericordia, la verdad, la justicia y la paz. El Salmo 85 nos narra la
restauración de Israel, la salvación divina y la venida del reino de Dios. Declara hermosamente:
Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la justicia y la paz.

Salmos 85:10

Por eso me causa asombro los defensores fanáticos de Trump en los EE. UU y de Bolsonaro en
Brasil ya que se caracterizan por la mentira, la injusticia y la violencia. Cuando un cristiano
habla sobre temas sociales y políticos, debe ser caracterizado por la misericordia, la verdad, la
justicia y la paz.
Ahora, es importante percibir que la visión del Salmista es escatológica. Solamente en el reino
de Dios habrá perfecta armonía entre la misericordia, la verdad, la justicia y la paz. Por ahora,
muchas veces ellos se encuentran en competencia. Por ejemplo, al fin de la primera guerra
mundial se decidió punir a la Alemania con vigor por su beligerancia. Se atendió a las demandas
de la justicia y la verdad, pero no a la misericordia. Tampoco la paz estuvo presente, ya que una
consecuencia de eso fue la Segunda Guerra Mundial. En Sudáfrica, en la década de 90, la
Comisión de Verdad y Reconciliación al final del régimen de Apartheid es considerado un
modelo de reconstrucción nacional. En ese modelo, fue dado un perdón a los beligerantes, bajo
la condición de confesar públicamente sus crimines. Eso permitió a muchas familias negras
encontrar a los que fueron muertos por las autoridades. Es un modelo fuerte en la verdad, en la
paz y en la misericordia, pero quizá para muchos no atendió a las demandas de la justicia.
Fuera del reino de Dios tenemos que manejar las demandas muchas veces contradictorias de la
verdad, de la justicia, de la paz y de la misericordia. Por eso, cristianos, con el mismo
compromiso con la verdad, la justicia, la paz y la misericordia van a llegar a conclusiones
diferentes sobre ciertos temas. Por ejemplo ¿Pedro Castillo debe ser libertado para atender a las
demandas de los que protestan? Ponerlo en libertad parece favorecer a la paz y la misericordia,
pero quizá sacrifica a la justicia. Mantenerlo en la cárcel, parece sacrificar la paz en nombre de
la justicia.
¿Cuál es el correcto? No lo sé, pero lo que sé es que eso significa que debemos tener más
humildad en nuestras opiniones, más respecto por las ideas de los otros y disposición al
diálogo, a escuchar a las otras personas. Creo que debemos ser menos ideológicos, menos
enamorados de sistemas políticos o modelos abstractos de cambio social. Debemos reconocer
que ninguna ideología, ningún partido político va a traer el reino de Dios. No vamos a tener la
paz, la justicia, la misericordia y la verdad en plena armonía hasta la venida en gloria de
nuestro Señor Jesucristo. Mientras eso, debemos buscar vivir en tranquilidad y reposo, en
piedad y honestidad, buscando se sal y luz del mundo y haciendo nuestra parte para que el Perú
sea un país mejor para todos los peruanos y los extranjeros que viven acá.

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