Ante el cruel e inadmisible incremento de la violencia feminicida y machista, expresada en los
últimos asesinatos en nuestro país, y el atentado del Congreso en contra de nuestros derechos reproductivos, las integrantes de la Asamblea de Mujeres y Diversidades de Huancayo, manifestamos lo siguiente: En el Perú, y en Latinoamérica es predominante la cultura patriarcal y machista, junto al predominio de posturas conservadoras que conciben el cuerpo y la sexualidad de la mujer como objeto de posesión del hombre, convirtiéndose esta violencia en un problema de orden estructural, que se manifiestan diariamente en el país; el retroceso de avances en materia normativa, la ineficaz e ineficiente atención de las causales del problema, desde todos los niveles. Crece la ola de feminicidios y tentativas en el Perú, sólo el primer trimestre del 2023 se han registrado 51 feminicidios. A nivel nacional 16 mujeres desaparecen de manera diaria, y 13 han sido asesinadas hasta la fecha. A la muerte de las mujeres a manos de sus feminicidas, se suman formas de crueldad y alevosía inauditas, como el quemar viva a mujeres, según lo demuestran los casos de Eiby Agreda y Khaterin Gómez; las violaciones grupales como los reportados últimamente en Puno con la consecuente muerte de una enfermera en Ayaviri, y los crímenes de odio perpetuada contra las mujeres trans. Frente a estos hechos demandamos: 1. Eficiencia y celeridad en los procesos desde el Poder Judicial, Fiscalía y MIMP para lograr justicia para los casos de Violencia y feminicidio. 2. Derogatoria del PL 785 de “protección del concebido”, que pone en riesgo el aborto terapéutico y atenta contra los derechos reproductivos de las mujeres peruanas, especialmente de las niñas y adolescentes que son obligadas a ser madres, pese a ser víctimas de violencia sexual. 3. Derogatoria de la ley 314098, que permite la selección de los padres de familia de los materiales educativos de sexualidad en concordancia con la moral, normas que vulneran el ejercicio libre e informado de la sexualidad. 4. Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, con contenidos de equidad e igualdad de género. 5. Una reforma educativa que confronte firmemente las posturas conservadoras y fundamentalistas, que no permiten el ejercicio pleno de nuestros derechos sexuales y reproductivos. De forma unitaria y contundente rechazamos: Todo tipo violencia contra las niñas, niños, adolescentes, mujeres, y mujeres trans. Las lamentables declaraciones de la Ministra de la Mujer, Nancy Tolentino, que pretenden culpabilizar a las víctimas. A la prensa basura, que re-victimiza y hace morbo de los casos de violencia. La lentitud e ineficiencia de la actuación del Poder Judicial y el Ministerio Público. La impunidad frente al asesino, al agresor. La injusticia, la indiferencia del Estado, y el silencio cómplice de la ciudadanía.
Denunciamos la complicidad del Estado patriarcal, misógino y machista, como responsable de
la violencia ejercida en contra de la vida y el cuerpo de mujeres, niñas e integrantes de la diversidad sexual. Convocamos a la articulación con otros sectores y organizaciones de mujeres, para continuar la lucha contra las violencias machistas, la construcción de redes entre nosotras, desde todos los espacios locales e institucionales: barrios, comunidades, colegios, institutos y universidades, en los centros de trabajo para prevenir, cuidarnos y protegernos.