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Universidad del Caribe

ASIGNATURA

Historia de las Ideas Políticas

TEMA

La Paz De Westfalia Y Su Aporte Al Nacimiento Del Estado Moderno

SUSTENTANTE

Rene I. Vargas Gautreau


ID.A00126301

Walda Canllelin Torres V.


ID:A00136675

Richard Alcántara
ID: A0014-0115

Roberto Alfonso Rosario


ID:A20200077

PROFESOR

Luis Antonio Luna Paulino

SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA


22/01/2023

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ÍNDICE
Introducción 3

La Paz De Westfalia Y Su Aporte Al Nacimiento Del Estado Moderno 4

Capítulo I

Paz De Westfalia 4

Antecedentes 4

En Qué Consistió Esta Paz 4-5

Circunstancias Precursoras De La Paz De Westfalia 5-6

Objetivos Que Se Propone Alcanzar La Paz De Westfalia 6-8

Actores Que Intervinieron 8-9

Capítulo Ii

Resultados De La Paz De Westfalia 9-10

Consecuencias: 10-11

Capítulo Iii

Aporte De La Paz De Westfalia Al Nacimiento Del Estado Moderno 12

Conclusión 13

Bibliografía 14

Anexos 15

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INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo o informe tiene la intención de abordar el tema de la Paz de


Westfalia de una manera tal que al finalizar estemos en la capacidad de reconocer e
identificar cuáles fueron las causas que dieron lugar a dicho acontecimiento así como
sus principales actores y consecuencias.

Además, pretendemos exponer en este documento la participación que tuvo la iglesia


católica como actor principal en todos los hechos que dieron lugar, primero al conflicto y
luego a las soluciones expuestas en los tratados que forman parte de la Paz de
Westfalia.

Tener la oportunidad de abordar este tema aporta desde el punto de vista profesional
una gran riqueza de conocimientos que nos permitirán entender la formación de la
noción de Estado que tenemos en la actualidad. También, veremos expuestos los
principales objetivos de esta paz y los principios que sirvieron de base para los
acuerdos posteriores.

Una vez más queda evidenciado que el análisis objetivo de los hechos que forman
parte importante de la historia, son el camino más idóneo para la búsqueda y
entendimiento de los acontecimientos que vivimos en la actualidad. Sea democracia o
tiranía, el Estado en el que vivimos tiene componentes de esos hechos relevantes que
se dieron en el pasado y que repercuten en el presente de una forma dramática.

La investigación ha sido realizada con la recopilación de datos de diferentes fuentes y


organizada de acuerdo a un orden lógico relacionado al desarrollo de los hechos.

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LA PAZ DE WESTFALIA Y SU APORTE AL NACIMIENTO DEL ESTADO
MODERNO
CAPÍTULO I

PAZ DE WESTFALIA
Antecedentes
En 1617 antes de su coronación imperial, Fernando II de Habsburgo fue designado Rey
de Bohemia, este era un monarca educado por jesuitas que mostró un especial interés
por defender la Contrarreforma Católica, lo que en un futuro hizo que tomara una serie
de disposiciones anti protestantes que terminarían en Mayo de 1618 en la
“defenestración de Praga” y en la rebelión Bohemia. Tras este acontecimiento, los
rebeldes protestantes implantaron un gobierno provisional y buscaron un ejército que
en poco tiempo tomó el control del reino.

La Guerra de los Treinta años es una de las más conocidas de la Edad Moderna en
Europa, es un conflicto bélico cuyos orígenes se encuentran en Bohemia -Sacro
Imperio Romano Germánico- en el año 1618, y que se prolongó hasta el año 1648,
finalizando con la Paz de Westfalia. En principio la guerra comienza siendo un
conflicto interno del Sacro Imperio pero luego acaba siendo una guerra internacional
participando en ella potencias europeas de ambos bandos, como España y Holanda.
Fue un conflicto que abarcaba además del tema religioso, lo económico, político y
social.

EN QUÉ CONSISTIÓ ESTA PAZ

La Paz de Westfalia, no fue más que la firma de dos tratados de paz entre Osnabrück y
Münster, en fecha 15 de mayo y 24 de octubre de 1648. Estos tratados dieron fin a la
Guerra de los 30 años en Alemania y la Guerra de los ochenta años entre España y los
países bajos. Dichos tratados contaron con la participación del emperador del Sacro
Imperio Romano-Germánico (Fernando III de Habsburgo).

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ANEUDY PEREZ 2016-1445

Con la firma de la paz de Westfalia adquirió importancia el Congreso Diplomático


moderno, también le dio inicio a un nuevo orden en Europa Central basado en el
concepto de soberanía nacional.

La Paz de Westfalia estableció el principio de la integridad territorial, que es el


fundamento de la existencia de los estados. Además, marcó el nacimiento del Estado
nación. Hasta la instauración de la Confederación del Rin en 1806, los reglamentos de
Westfalia pasaron a formar parte de las leyes constitucionales del Sacro Imperio
Romano. Francia y Suecia, a ambos lados del Sacro Imperio, asumieron las garantías
del acuerdo. Sin su autorización no podía cambiarse ninguna disposición.

En el Sacro Imperio Romano Germánico, en 1640, después de casi treinta años, se


volvió a juntar la Dieta. Ésta fue aprovechada por los estados del Imperio para acusar a
Fernando III de Habsburgo de sobrevalorar a España, mientras Suecia y especialmente
Francia presionaban en el mismo sentido para deshacer la ayuda de las dos casas de
Habsburgo. Para debilitar al Sacro Imperio Romano Germánico, la principal autoridad
transnacional de la época, se proclamó la primacía de los estados alemanes frente a
poderes externos, como el emperador o el Papa. Para el Sacro Imperio, la Paz de
Westfalia significó la pérdida de poder real del Emperador y una mayor autonomía de
los más de trescientos Estados resultantes.

El príncipe elector de Brandeburgo, uno de los protestantes más influyentes, fue


respaldado por el apoyo de Francia. Ésta, empeñada en debilitar al Emperador,
permitió a Brandeburgo quedarse con territorios adyacentes. Paradójicamente, Prusia
nacería en el futuro a partir de la fusión de Brandeburgo y el Ducado de Prusia y
llegaría a ser uno de los peores enemigos de Francia.

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CIRCUNSTANCIAS PRECURSORAS DE LA PAZ DE WESTFALIA

Podemos destacar entre las causas más importantes que dieron lugar a los
mencionados tratados, las siguientes:

Primero, históricamente se decía que ésta era una guerra religiosa, una forma de
continuar los conflictos que generó la reforma protestante desde el primer tercio del
siglo XVI. No obstante, desde hace ya un buen tiempo los historiadores plantean el
hecho de que la Guerra de los Treinta Años es mucho más que un conflicto entre
católicos y protestantes sin restar importancia y reconociendo que si bien es cierto no
fue la única causa no menos cierto es que fue la principal. Esta afirmación se hace
basada en el hecho de que uno de los factores que desembocó en la guerra fue el
nombramiento de un católico como nuevo emperador del Sacro Imperio, Fernando II.

En el plano político, las Monarquías Europeas de la Edad Moderna estaban muy


relacionadas entre sí por vínculos familiares. Por esta razón, cuando el rey de una
dinastía de un país moría sin descendencia, había conflictos políticos en Europa por un
tema sucesorio. De tal manera que tener descendencia se convirtió en uno de los
aspectos más importantes a la hora de garantizar la supervivencia de una dinastía real.

Ya en el ámbito económico, para entender los intereses económicos que podrían tener
las potencias europeas beligerantes en esta contienda militar, hay que comprender la
importancia de la zona en conflicto: el mar del Norte y la zona del Báltico. Hay
numerosas rivalidades por el control del tráfico comercial de estas zonas, de las más
importantes durante la Edad Moderna. Suecia, Dinamarca y Holanda, que en principio
eran aliadas por ser de religión protestante, son rivales por el dominio económico de
estas zonas.

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OBJETIVOS QUE SE PROPONE ALCANZAR LA PAZ DE WESTFALIA

El objetivo principal de estos tratados de paz, tal y como lo hemos descrito


anteriormente, era terminar con la guerra de los 30 años sobre la base de la soberanía
nacional, la no injerencia, la no inviolabilidad de los territorios y la libertad de culto.
Sobre esa base se fijaron una serie de disposiciones que formaban parte de dichos
acuerdos y dentro de los cuales podemos destacar:

– Francia recibió los obispados loreneses de Metz, Toul y Verdún; la parte meridional
de Alsacia. Estos eran territorios imperiales y enclaves estratégicos del Rin. Con ello
adquiere también votos en la Dieta Imperial que elegía al Emperador del Sacro Imperio.

– Suecia entró en posesión de Pomerania Occidental, las islas Rügen, el Norte de


Pomerania Oriental. Suecia pasaba así a controlar las desembocaduras del Oder, Elba
y Wesser; y se convirtió en miembro del Imperio.

-Brandemburgo (el germen de la futura Prusia) obtuvo el resto de Pomerania Oriental y


los obispados secularizados de Halberstadt, Minden y Kamin, más el derecho de
sucesión de Magdeburgo.

– El duque de Baviera retuvo el Alto Palatinado y recibió la dignidad de elector dentro


de la Dieta Imperial. Así pasaba a ser el octavo elector.

– El emperador Fernando III pudo recuperar los dominios hereditarios, ocupados en su


mayor parte por potencias extranjeras, aunque sacrificando territorio en el Norte y en el
Oeste del Imperio.

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– Se limitaba el poder del Emperador del Sacro Imperio, así como de la Dieta Imperial,
que era incapaz de transformarse en un auténtico parlamento. A los Estados alemanes
(alrededor de 360) se les daba derecho de ejercer su propia política exterior, aunque no
se les permitía hacer guerra contra el emperador.

– Suiza fue reconocida como nación completamente independiente. Era el


reconocimiento oficial de una independencia que existía de facto desde hacía siglos.

– Francia y Suecia reforzaban su presencia en el Imperio Germánico al tener derecho


en la Dieta. De esta forma, Francia se aseguraría la neutralidad del Emperador en la
guerra que mantenía contra España.

– La Monarquía hispánica reconocía la independencia de las siete provincias


septentrionales de los Países Bajos. También reconoció a las Provincias Unidas el
derecho a navegar y comerciar con América, siempre y cuando no estuvieran bajo
control español.

– La Paz acordada se debía extender a los territorios coloniales.

– Los acuerdos de 1648 situaban la confesión calvinista en pie de igualdad a la


luterana y a la católica.

– Se anulaba el Edicto de Restitución de 1629 y se reconocían las secularizaciones


anteriores a este Edicto.

ACTORES QUE INTERVINIERON

Tomando en cuenta la dimensión del conflicto, la firma de los tratados de Westfalia fue
una realidad tras largos años de negociaciones. Desde 1635, Venecia, Dinamarca y
Papado protagonizaron los primeros intentos de paz, pero esas pretensiones no
recibieron el apoyo requerido y las potencias continuaron enfrentadas.

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Ya en el 1641, El imperio, Francia y Suecia, firmaron en Hamburgo un documento en
el que se establecieron las condiciones de las negociaciones de paz según las cuales
los participantes debían reunirse en dos ciudades colindantes de la región de Westfalia:
Munster donde negociarán los representantes Católicos y Onasbruck, sede de los
delegados protestantes. Dicho documento establecía que los representantes de ambos
congresos no negociarán directamente entre ellos sino a través de mediadores.

En las negociaciones de la Paz de Westfalia no participó ningún Rey, Duque o gran


señor eclesiástico. Esta Paz fue el resultado de la labor emprendida por un amplio
equipo de diplomáticos en representación de las potencias enfrentadas en la guerra de
los treinta años, actuaron elaborando propuestas y memoriales con la aprobación del
Monarca, Príncipes y el consejo de los diferentes reinos y Estados. Los diplomáticos
más destacados fueron los representantes del emperador y de los reyes de Francia y
Suecia, así como los delegados de los grandes señores del Reich, cuya participación
fue el resultado de la presión ejercida por Francia y Suecia para debilitar la posición del
emperador en estas negociaciones.

CAPÍTULO II
RESULTADOS DE LA PAZ DE WESTFALIA

Esta paz estaba compuesta por tres principios primordiales: la soberanía, la igualdad y
el equilibrio. El tercero de estos principios, el más importante, hacía referencia a las
intenciones de que no existiera ninguna potencia hegemónica sobre las demás, al
menos territorialmente hablando.

Estos principios sobre los cuales está compuesta la Paz de Westfalia aún son válidos
ya que la civilización fue avanzando más aún y en 1928 el Pacto Kellog proscribió la
guerra como instrumento de una política nacional, si bien preveía la contingencia de la
defensa propia. Desde luego, tales preceptos fueron violándose al amparo de
dictadores mesiánicos que provocaron diversos conflictos, entre ellos la Segunda
Guerra Mundial. No obstante, la reacción de un grupo poderoso de naciones para

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doblegar tales excesos envolvía la supremacía de las doctrinas de Westfalia y de
Kellog, en la medida en que, al oponer resistencia, se restablecen los fundamentos de
la inviolabilidad territorial.

En 1945, la Carta de San Francisco representó la confirmación de esta larga serie de


principios civilizadores a lo largo de lo que por entonces tenía una vigencia de tres
centurias. Las Naciones Unidas están regladas por una carta constitutiva que en su
artículo segundo posee siete principios, de los cuales nada menos que cuatro vuelven
a las fuentes de Westfalia, con el nada desdeñable agregado de que por primera vez
en la historia las más importantes naciones del mundo se confederaron y ponían su
firma al pie del solemne documento.

Consecuencias:

El Tratado de Westfalia o El Tratado de Münster/Osnabrück significó uno de los puntos


más importantes dentro de la Historia Europea y Mundial. De ahí, al Este del Sacro
Imperio Germánico, se firmó por primera vez un Tratado multilateral moderno. Por
primera vez en la Historia europea, se habló de Estados-Naciones, de libertad de
prédica religiosa y de límites internacionales.

La principal consecuencia de la paz de Westfalia fue el debilitamiento de las posiciones


Austria y España en Centroeuropa. Adicionalmente, salió muy fortalecida Francia, que
representada por el cardenal Mazarino ganaba numerosos territorios en su frontera
más oriental, entre otras plazas, Metz y Alsacia. Su guerra con España continuó
hasta 1659, y terminó con la anexión del Rosellón y su promoción a potencia
hegemónica del continente, en la paz de los Pirineos.

A partir de la Guerra de los Treinta Años, todos los procesos de resolución de conflictos


bélicos se harían mediante conferencias diplomáticas de paz, a través de reuniones
multilaterales donde se establecen los principios y acuerdos de la paz. Estos acuerdos,
por lo general, buscaban tres principios: la soberanía, la igualdad y el equilibrio. El
tercero de estos principios, el más importante, hacía referencia a las intenciones de que

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no existiera ninguna potencia hegemónica sobre las demás, al menos territorialmente
hablando.
Los tratados de la Paz de Westfalia repercutieron negativamente al Imperio español y
al Sacro Imperio, al menos políticamente hablando. Por un lado, el Sacro Imperio vio
cambiada su estructura política, ya que la autonomía de sus distintos Estados creció en
detrimento de la autoridad del emperador. De este modo, el título de emperador del
Sacro Imperio tenía más un valor simbólico y honorífico que un poder político real. Por
otro lado, el Imperio español veía como su dominio hegemónico sobre Europa se veía
sustituido por la Francia absolutista de Luis XIV, primera potencia europea en la
segunda mitad del siglo XVII. Además, España tuvo que reconocer la independencia de
las Provincias Unidas, con las que llevaba en conflicto más de medio siglo.

La Paz de Augsburgo de 1555 establecía la libertad religiosa de los príncipes del Sacro
Imperio, pudiendo elegir entre la confesión católica o luterana, pero sin admitir otras
como la calvinista. Con la paz de Westfalia de 1648, la libertad establecida en este
tratado se amplió, y el calvinismo se convirtió en otra de las religiones reformadas
permitidas.

Pero las consecuencias de la paz de Westfalia fueron más allá de un simple reajuste
territorial. En primer lugar, rompió la idea defendida por España y Austria de la
universitas christiana, por la cual el Emperador y el Papa podían mediar en los asuntos
de toda la cristiandad por considerarla una gran República de distintos Estados,
sometidos en última instancia a los poderes tradicionales.

Triunfaba así la idea de Estado francesa, por la cual se rechazaba la injerencia de


poderes extraños en los asuntos internos del reino, y se afirmaba con una legalidad
independiente sobre un territorio determinado. De este modo, conflictos clave como la
religión del Estado quedaron inmediatamente solventados: cada soberano decidía su
confesión y las guerras de religión, que ensangrentar Europa desde tiempos de Lutero,
desaparecerían en adelante.

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CAPÍTULO III

APORTE DE LA PAZ DE WESTFALIA AL NACIMIENTO DEL ESTADO


MODERNO

La creación del Estado moderno está estrechamente ligada al modelo de Westfalia. El


resultado de la firma de los dos tratados de Paz fue el reconocimiento como sujetos de
derechos y obligaciones a los Estados - nación. 

El concepto de Estado había sido utilizado para otorgar status a aquellas porciones


territoriales que eran mucho más amplias que las ciudades estado (Florencia, Venecia
por ejemplo) y ciudades feudales; pero mucho menos extensos que los imperios (Sacro
Imperio Romano Germánico). El Estado se consolida en el siglo XV y XVI como un
ámbito territorial en donde se cuenta con un soberano (plural u omnímodo) que dicta
leyes y políticas que rigen en dichos territorios  y que es soberano o reina de manera
absoluta. 

Con la Paz de Westfalia el Estado se fortalece ya que dichos territorios empiezan a


tomar un rol determinante en la configuración de las relaciones internacionales porque
a los Estados se les reconoce personalidad jurídica y desde ese momento pueden
realizar tratados entre sí como si fueran particulares. Uno de esos tratados eran los
tratados de paz, pero también los tratados limítrofes y comerciales. 

La Paz de Westfalia además es un hecho importante para los internacionalistas ya que


dicho acuerdo se constituye en el origen mismo del Derecho Internacional, ya que es la
primera vez que se firma un tratado de paz entre Estados sometiendo su soberanía a
dicho acuerdo. 

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CONCLUSIÓN

Definitivamente la Paz de Westfalia constituye un elemento de gran importancia en el


nacimiento del Estado Moderno. Los pilares sobre los cuales se sentaron los cimientos
para llegar a dichos acuerdos, fueron de gran valor y fijaron un precedente para la
realidad actual en la nos encontramos.

Tal y como hemos visto, la paz de Westfalia pone fin a 30 largos años de guerra, un
cambio en las fronteras territoriales y lo más relevante es que sirve como punto de
partida para un nuevo orden de carácter internacional.

Este nuevo orden supone el desplazamiento a un segundo plano del papa y el


emperador para darle paso al Estado dotado de soberanía plena.

Le debemos a la paz de Westfalia y sus respectivos representantes la promoción de la


independencia de los estados, la no inferencia en sus asuntos internos, la no violación
de las fronteras y el respeto por la minoría.

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BIBLIOGRAFÍA

http://dehesa.unex.es

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3366/5.pdf

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/226155.pdf

http://constitucionyestado1c.blogspot.com/2015/08/modelo-de-westfalia-modelo.html

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ANEXOS

Firma del Tratado de Münster

Mapa de Europa en 1648 tras la Paz de


Westfalia.

Octavilla de la Paz de Westfalia de 1648.

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