Está en la página 1de 12

D E R E C H O E S P A Ñ O L

Matrimonio islámico
y derecho de familia español:
algunos aspectos conflictivos
POR AURA TAZÓN CUBILLAS.
Abogada en ejercicio del Ilustre Colegio de Abogados de Cantabria.
Colaboradora del Área de Derecho Romano de la Universidad de Cantabria.

38
D E R E C H O E S P A Ñ O L

1. CARACTERÍSTICAS DEL estar incursos en ningún tipo de

E l aumento de la población de cre-


do musulmán en nuestro país está
MATRIMONIO ISLÁMICO
Es imprescindible, como sugieren
causa impeditiva.
Por lo que a la edad se refiere 4 , el
ius connubi se adquiere al alcanzar la
dando lugar a una mayor incidencia las profesoras ACUÑA y DOMÍN-
pubertad, si bien las distintas escue-
de lo que se ha denominado el “con- GUEZ 1 , tener presente una serie
las han fijado ese momento con dis-
flicto de civilizaciones”. Ese choque de cuestiones previas a la delimita-
tintos criterios: entre los sunníes el
entre la cultura occidental y la del Is- ción del conflicto del matrimonio
límite de edad mínima es de quince
lam se manifiesta muy especialmen- musulmán con el ordenamiento es-
años para el varón y doce para la
te en el Derecho de Familia y, dentro pañol, empezando por el concepto
mujer, mientras que entre los shiíes
de éste, en la institución del matri- mismo de matrimonio. Para el Is-
es de doce años para el varón y nue-
monio. lam, el matrimonio es un mandato
ve para la mujer. A esto hay que aña-
El presente trabajo tiene por objeto coránico y, por tanto, divino, aun-
dir que las diferentes legislaciones
señalar ciertos rasgos del matrimo- que se caracteriza como contrato ci-
establecen, con mayor o menor ri-
nio islámico que pueden plantear se- vil entre un hombre y una mujer,
gor civil, límites de edad superiores
rios problemas cuando entran o que abarca las relaciones personales,
(así, veinte y diecisiete años respec-
pretenden entrar en relación con el filiales y económicas; y como tal
tivamente en el Código Tunecino
ordenamiento jurídico español. Nos contrato, puede ser rescindido por
del Estatuto Personal; dieciocho pa-
referimos, fundamentalmente (aun- voluntad de las partes. A este res-
ra ambos contrayentes en el Código
que no únicamente), al consen- pecto, LABACA ZABALA 2 señala
de Familia Marroquí de 2004; o
timiento matrimonial, la poligamia que “el matrimonio tiene una natu-
diecinueve en el Código Argelino de
y el repudio. raleza contractual, requiere el mu-
2005). Esta normativa estatal se su-
tuo consentimiento, esta abierto a
perpone a la Sharia o ley islámica sin
condiciones adicionales que se pue-
invalidarla, si bien complicará el re-
den negociar, puede disolverse y sus
conocimiento de efectos civiles al
términos pueden alterarse dentro de
matrimonio que la incumple. En
1 los límites legales”. No tiene, por
cualquier caso, al igual que en nues-
ACUÑA, S. y DOMÍNGUEZ, R., “El Esta- tanto, un carácter religioso estricta-
tro ordenamiento jurídico, la falta
tuto del musulmán en el orden matrimonial mente hablando, aunque debemos
según el derecho islámico”, en VV.AA., El de edad suficiente es dispensable.
matrimonio islámico y su eficacia en el Derecho tener en cuenta que en el Islam “la
Esta dispensa es otorgada por los
español, coord. MOTILLA, A., Córdoba, distinción entre lo que es sagrado y
2003, p. 27 y ss. representantes legales, que deben
lo que no lo es nunca se ha explici-
prestar el consentimiento matrimo-
2 tado”, de modo que “toda acción o
LABACA ZABALA, M.L., “El matrimonio nial en lugar de los contrayentes. No
transacción tiene implicaciones reli-
polígamo islámico”, en vLEX, http://vlex. obstante, se trata de una regla que
com/vid/346006, 2006. URIBE, S., “La fa- giosas”.
algunas legislaciones matizan, exi-
milia islámica”, en WebIslam, www.webislam.
com/?idt= 3540, 1997. Prescindiendo de la polémica en giendo declaración judicial.
3 torno a la naturaleza de este contra- En cuanto a los impedimentos, a
ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”, to 3 , podemos considerar como ele- grandes rasgos se puede hablar de
cit., pp. 33-34, explican cómo la tendencia más
generalizada ha sido considerarlo análogo a la
mentos esenciales del mismo: impedimentos temporales y perma-
compraventa, comparando la dote con el pre- nentes 5 , si bien es más interesante,
cio que el marido ha de pagar por el uso de la a para los ojos occidentales, hacer re-
mujer. En la n. 23 señalan que esta argumen-
tación se originó en unas circunstancias socia- la prestación del consentimiento, ferencia a las peculiaridades de algu-
les muy alejadas de las actuales, y que hoy día con intervención preceptiva del wa-
no es de recibo tal interpretación: “Parece,
nos de estos impedimentos. Así, el
pues, que desde una óptica feminista podría- lí o tutor matrimonial de la mujer; impedimento de parentesco alcanza
mos decir que la dote se entrega con una fun- tanto el parentesco de sangre, como
ción indemnizatoria”. Sin embargo, no parece
la opción más conforme con la ley coránica,
b el de leche, la adopción (si bien és-
dado que, como pone de manifiesto LABACA la dote; y ta no existe como tal, sino que se
ZABALA, “El matrimonio...”, cit., “el matri-
monio se perfeccionará entre el varón si es pú-
asemeja más a figuras como el aco-
ber y tiene aptitud efectiva para consumar el c gimiento) y la afinidad colateral
matrimonio y el tutor de la mujer, con lo que
la presencia de dos testigos. (prohibición de celebrar matrimonio
ella será el objeto del contrato”.
con dos hermanas simultáneamen-
4 Para prestar el consentimiento ma- te). Dentro de los impedimentos
ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”,
cit., p. 45. trimonial, ambos contrayentes de- temporales, destacan los derivados
ben tener capacidad por razón de su de la obligación que se impone a la
5
ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”, edad o haber obtenido la oportuna mujer de guardar ciertos períodos
cit., pp. 47-51. dispensa, amén de, por supuesto, no de continencia, y el que proviene de

39
D E R E C H O E S P A Ñ O L

un triple repudio (el varón que ha re- mujer; sin embargo, es una práctica
pudiado por tres veces a su esposa, no extendida y confirmada por la tradi-
se podrá casar con ella de nuevo has- ción islámica que, si el walí es padre
ta que se haya disuelto el vínculo de o abuelo de la casadera, podrá prestar
ésta con otro hombre). También se el consentimiento matrimonial inclu-
puede considerar un impedimento so contra la voluntad de su represen-
temporal el de diferencia de cultos tada menor de edad o, si ya es púber,
que, como es sabido, resulta mucho cuando no ha perdido la virginidad
más estricto para la mujer que para el (aunque haya estado casada previa-
hombre. Pero, sobre todo, llama la mente). Esta tradición, no obstante,
atención que la formulación de los es rechazada ya por las legislaciones
impedimentos se hace refiriéndose só- más avanzadas, como son el Código
lo a los que afectan al varón; esto es de Túnez y el marroquí de 2004.
así porque en el matrimonio islámico Aquél dispone claramente que el ma-
la iniciativa parte exclusivamente del trimonio se contrae por el consen-
hombre, mientras que la mujer man- timiento de ambos esposos (art. 3), y
tiene una actitud completamente pa- que el hombre y la mujer pueden con-
siva. cluir el contrato matrimonial por ellos
mismos o por mandatario (artículo 9);
Dentro de los requisitos de capacidad
con estas disposiciones coloca a los
merece especial atención, como es ló-
cónyuges en pie de igualdad en cuan-
gico, el tratamiento del vínculo previo.
to a capacidad y convierte al walí en
La poligamia es aceptada en el Corán,
una figura potestativa. En cuanto al 6
que permite al varón casarse con hasta
Código de Familia de Marruecos, de- Sura IV, Aleya 3: “Y si teméis no ser equitativos
cuatro mujeres, siempre y cuando pue-
clara que en ningún caso el walí tiene con los huérfanos, entonces casaos con [otras] mu-
da mantenerlas y tratarlas equitativa- jeres que os sean lícitas: dos, tres o cuatro; pero si
derecho de coacción matrimonial, y teméis no ser capaces de tratarlas con equidad, en-
mente 6 ; más allá de este límite, no
lo convierte, además, en una figura tonces [sólo] una o [con] aquellas esclavas que
estaremos ante matrimonio sino ante sean de vuestra propiedad. Esto hará más proba-
potestativa cuya utilización es un de-
concubinato. Debemos tener en cuen- ble que no os desviéis de la rectitud”.
recho de la mujer mayor de edad, que
ta, no obstante, que la tendencia de
podrá prestar el consentimiento por sí 7
muchas legislaciones va encaminada a
misma o hacer que la represente su pa- Vid. núm. 3.
la supresión de la poligamia, o, cuan-
dre (artículos 24 y 25).
do menos, a su limitación. Así, Túnez 8
expresamente la prohíbe (art. 18 del ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”,
Otro elemento esencial del matrimo- cit., p. 39; como excepción, Túnez, vid. n. 18. A
Código del Estatuto Personal) y Ma- la vista de la existencia del repudio por compen-
nio musulmán es la dote, cuyo funda-
rruecos permite a la mujer que, en el sación, en el que la mujer puede pedir la disolu-
mento ha sido largamente discutido. ción del vínculo sin alegación de causa pero con
contrato matrimonial, imponga una
Se ha argumentado por los juristas is- devolución de la dote, podríamos decir que el ré-
cláusula de monogamia (art. 40 del Có- gimen de ésta se asemeja al de unas arras que es-
lámicos pretéritos que es el precio que
digo de Familia); y, aun en el caso de tuvieran garantizando la obligación de procurar
el marido ha de pagar por el uso de la la perpetuidad del vínculo: si es el varón quien
que no se haya incorporado dicha esti- incumple y disuelve el matrimonio, perderá las
mujer 7 , si bien las razones que ac-
pulación, el posterior matrimonio de “arras” entregadas, mientras que, si es la mujer,
tualmente se consideran más adecua- deberá devolver las recibidas. De todos modos,
su esposo será causa de divorcio que
das justifican la dote por su virtualidad esta argumentación no sirve para explicar la fun-
ella podrá invocar. ción de la dote en los matrimonios temporales,
como obstáculo para el ejercicio arbi- en los que más parece que estamos ante un pago
Una vez que se ha constatado la ca- trario del repudio, así como para ase- por el derecho de “uso” de la mujer.
pacidad de los contrayentes, procede gurar el mantenimiento de la esposa
manifestar el consentimiento matri- en caso de disolución del matrimonio 9
ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”,
monial. Conforme a la Sharia, es pre- (pues la mujer tras la ruptura matri- cit., p. 41.
ceptivo que el de la mujer sea emitido monial y transcurrido el período de
por un varón, el llamado tutor matri- retiro legal no tiene derecho a ser 10
“Y a aquellas con quienes deseáis disfrutar en ma-
monial o walí; se aplica esta norma a mantenida) 8 . La dote es una canti- trimonio, dadles la dote obligatoria; pero no incu-
todas las mujeres, hasta el punto de dad de dinero o bienes que el novio rriréis en falta si, después de [haber acordado] esta
que la tutora de una menor de edad debe entregar a la novia para obte- obligación legal, decidís de mutuo acuerdo algo
[distinto]”.
tendrá que delegar el otorgamiento ner su aceptación a la propuesta ma-
del consentimiento al matrimonio de trimonial. El contrato matrimonial 11
su pupila en un varón. Se entiende que debe contener necesariamente las Así, AYA, A., “¿Por qué sólo el hombre tiene de-
recho al repudio?”, en WebIslam, www.webislam.
el walí es un mero mandatario que no cláusulas que identifiquen la dote y com/?idt=5306, 2006, que trata de defender la
puede actuar contra la voluntad de la todos sus elementos: cuantía, canti- igualdad entre hombre y mujer en su derecho a

40
D E R E C H O E S P A Ñ O L

dad que se entrega a la celebración del La distinción entre estas dos institu-
matrimonio (nacd) y cantidad que se ciones no es sencilla ni pacífica; de he-
aplaza hasta la extinción del matri- cho, hay autores dentro del mundo
monio (cali), forma de pago, etc. La islámico que niegan la adecuación del
dote no puede ser irrisoria, sino que término “repudio” 11 y, por otra par-
se trata de una garantía para la espo- te, hay legislaciones que, como la ar-
sa, y se requiere que sea proporciona- gelina, sólo hablan de divorcio, aun
da, determinada, efectiva y real. incluyendo dentro de sus términos lo
que en castellano entendemos como
Finalmente, es un requisito formal repudio. Técnicamente podríamos di-
imperativo la publicidad del matri- ferenciar estas dos clases de disolución
monio a través de dos testigos, mu- en función de la existencia o no de in-
sulmanes y varones (aunque algunos tervención judicial 12 ; sin embargo,
sectores han suavizado esta exigencia consideramos más interesante para
permitiendo que también las mujeres nuestra exposición clasificarlas aten-
puedan desempeñar esta función) 9 . diendo a la exigencia o no de causa
Sin embargo, actualmente la mayoría justificada en función del sujeto que
de legislaciones civiles de los Estados tiene la iniciativa. Hablaremos, pues,
islámicos han introducido la exigen- de mecanismos que no precisan ale-
cia de que se celebre el matrimonio gación de causa específica que corres-
ante una autoridad religiosa y que, ponden al varón y a la mujer, y de
posteriormente, sea inscrito en un re- mecanismos causales 13 .
tomar la iniciativa para la disolución del vínculo,
gistro público establecido al efecto.
si bien no compartimos su argumentación ni sus Dentro de las posibilidades de ruptu-
conclusiones, dado que se advierte con claridad El vínculo que forma el matrimonio mu- ra del vínculo sin alegación de causa,
que a la mujer sólo le es posible obtener el di- sulmán, como sucede con el matrimo-
vorcio ante los tribunales (salvo que hayan pac-
el hombre tiene a su favor el repudio
tado en el contrato matrimonial la facultad de nio civil español, tiene vocación de extrajudicial clásico o unilateral. Éste,
ejercer el repudio por delegación del marido y a permanencia pero es disoluble. No obs- a su vez, puede ser revocable o irre-
cambio de una compensación).
tante, cabe la posibilidad, admitida por vocable; el primero es un repudio que
la escuela shii, de matrimonios tempo- no lleva aparejado inmediatamente el
12
ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”, rales o mut’a, fijándose un plazo y una efecto disolutorio, sino que se permi-
o.c., p. 58, nos ofrecen la siguiente distinción: “la compensación económica. La base ju- te un plazo de reflexión, transcurrido
denominación repudio designa aquellos supues- rídica para admitirlos está en la Sura IV,
tos disolutorios «impuestos» unilateralmente o
el cual sin reconciliación 14 la ruptura
provenientes de uno sólo de los cónyuges o pro- Aleya 24 10 , texto que establece como es definitiva. El repudio irrevocable
ducidos por acuerdo mutuo de los cónyuges, contenido mínimo del contrato matri- presenta dos modalidades en la tradi-
mientras que la de divorcio integra aquellas otras
formas de ruptura del vínculo que se generan
monial la regulación de la dote, admi- ción islámica:
por determinación judicial”. tiendo como válidos cualesquiera otros
pactos entre los contrayentes. Frecuen- a
13 temente este tipo de matrimonios tem- Un método largo de disolución, que
Haremos referencia a los supuestos considerados
en general, a partir de la tradición islámica, sin
porales, también denominados “de exige tres formulaciones de repudio
referirnos a las legislaciones de Estados concre- placer”, son una forma de prostitución revocable realizadas cada una tras el
tos. Sí hay que decir, no obstante, que Túnez se legal; de hecho, se justifica su existencia
coloca a la cabeza del mundo islámico en cuan-
preceptivo período de pureza. Aun-
to a la progresiva equiparación de sexos en esta como medio para que el varón pueda que de hecho la disolución del matri-
materia. mantener relaciones sexuales al margen monio se produce tras el último
del matrimonio ordinario, sin incurrir repudio, trae causa del primero 15 .
14
en falta moral. En Irán, por ejemplo, se
Aunque la palabra reconciliación no parece la
más apropiada, puesto que la reanudación de la admite el matrimonio temporal con- b
vida en común es voluntad del esposo, que no certado por un plazo no inferior a vein- Un método irregular, contrario al es-
requiere el consentimiento de la mujer. ticuatro horas y no superior a noventa píritu de la Sharia (que sólo regula el
y nueve años; el Código Jordano de Es- expuesto en el apartado anterior),
15
En realidad, más que un método de repudio, pa-
tatuto Personal, por su parte, considera consistente en la pronunciación por el
rece una norma prevista para proteger a la mujer el matrimonio temporal como mera- marido de tres fórmulas repudiatorias
de la utilización arbitraria y abusiva del repudio mente anulable (artículo 33.6º).
revocable: el esposo no podrá usar de ese dere-
en un solo acto. Es, en realidad, la
cho más de tres veces. Es más, tras el tercer re- fórmula más extendida, por el respal-
pudio, se le prohíbe CONTRAER matrimonio Fuera del supuesto antedicho del
do jurisprudencial que ha tenido.
de nuevo con la que fuera su esposa, a no ser matrimonio mut’a, el vínculo se di-
que ésta vuelva a casarse y, consumado su nuevo
vínculo, enviude o sea repudiada irrevocable-
suelve por muerte de alguno de los A la mujer, por su parte, también se
mente. cónyuges, por repudio y por divorcio. le reconoce la posibilidad de solicitar

41
D E R E C H O E S P A Ñ O L

la disolución del vínculo matrimonial celebración del matrimonio. La ca- 16


sin alegación de causa. Para ello se ar- pacidad se rige, en aplicación del ar- ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatuto...”, o.c.,
p. 63, señala que “no se trata de un repudio por
bitran dos mecanismos: tículo 9.1 del Código Civil, por la mutuo acuerdo, que también puede darse, sino
ley nacional de las personas contra- que estamos ante un nuevo supuesto de disolu-
a yentes 20 . En cuanto al consentimien- ción unilateral”, explicando en n. 85 que se de-
nomina mubarat a la repudiación por mutuo
El repudio ejercido por la propia mu- to, CARRASCOSA GONZÁLEZ 21 consentimiento, en la que la renuncia al vínculo
jer, cuando el esposo le otorgó tal fa- señala que la doctrina está dividida: matrimonial es recíproca. Según AYA, o.c., este
cultad en el contrato matrimonial, a derecho a la disolución del matrimonio por vo-
luntad de la mujer y sin dar explicaciones, recogi-
cambio de una compensación 16 . a do en el contrato matrimonial, se denomina isma.
hay quienes sostienen que el consen- 17
b
timiento matrimonial es una cuestión GARCÍA-VASO PÉREZ-TEMPLADO, C., “El
Una variante del anterior, el denomi- de fondo y, que como tal, debe regir- repudio islámico: posibles soluciones ante su re-
nado repudio khol o jul’, más conoci- conocimiento”, en El derecho de familia ante el
se por la ley del foro (opción que, a siglo XXI: aspectos internacionales, dir. CALVO
do en el mundo occidental como decir del autor citado, carece de sus- CARAVACA, A.L. y CASTELLANOS RUÍZ,
“repudio por compensación”, con- tento legal); E., Madrid, 2004, pp. 411-426, sólo habla, en la
p. 413 de esta segunda modalidad. En realidad,
forme al cual la mujer acude al tri- entre este supuesto y el anterior (repudio de la
bunal para exigir la disolución del b mujer ejercido por delegación) hay una clara co-
vínculo, a cambio de la devolución de nexión, pues requieren un sacrificio patrimonial
otros entienden que, por ser una cues- de la mujer y se apoyan ambos en las palabras del
la dote 17 . Profeta, como pone de manifiesto AYA, A., o.c.:
tión que afecta al estado civil de las
“Este tipo de divorcio tiene claro reflejo en la
Fuera de estos casos, se puede acudir personas, debe regirse por la ley per- sunna del Profeta: La esposa de Zábit bin Qais
al divorcio por causa legal, que será sonal de los contrayentes. Este se- –Yasmina– fue al Mensajero de Al-lâh y dijo:
«¡Oh Mensajero de Al-lâh! Yo no reprocho a Zá-
declarado siempre por un tribunal 18 . gundo argumento es predominante bit por cualquiera de los defectos en su carácter
en la doctrina de la Dirección General o práctica religiosa, sino que no puedo soportar
2. PUNTOS CONFLICTIVOS ENTRE de los Registros y del Notariado 22 . vivir con él». A lo que el Mensajero de Al-lâh res-
pondió: «¿Le devolverías el jardín que te regaló?»
LOS MATRIMONIOS ISLÁMICOS Por lo que se refiere a la forma del Ella contestó: «Sí» y el Profeta los separó (Al-Bu-
matrimonio, la regla general es la apli- jari)”. En cualquier caso, estamos con GARCÍA-
Y EL ORDENAMIENTO JURÍDICO cación de la lex loci celebrationis o VASO en que se trata de una solución para la
ESPAÑOL bien la ley personal de cualquiera de
mujer que dispone de recursos económicos.

18
los contrayentes 23 .
A Es preciso señalar que, en el Código tunecino, el
divorcio es la única forma de disolución del
Determinación de la ley aplicable Siendo esto así, observamos que, sin vínculo, pudiéndose obtener por mutuo consen-
embargo, la mayor parte de la biblio- timiento de los esposos, o a petición de uno,
El ordenamiento jurídico español en- bien de manera causal (en razón del perjuicio su-
grafía consultada se refiere al derecho
tra en relación con matrimonios is- frido), bien sin alegación de causa. En el supues-
musulmán en general, es decir, el de- to de divorcio por petición de uno sólo de los
lámicos de dos maneras: o bien ab
rivado de la Sharia 24 . Dentro del cam- cónyuges, se impone la reparación del perjuicio
initio de los mismos, cuando las per- moral o material sufrido por uno u otro cónyu-
po dogmático parece una remisión ge como consecuencia del divorcio y, por lo que
sonas contrayentes escogen celebrar
lógica, dado que se trata de explicar a se refiere a la mujer, se dispone que el perjuicio
su matrimonio en España conforme material se repare en forma de renta mensual vi-
grandes rasgos las características co-
a lo dispuesto en el Acuerdo de Coo- talicia, salvo que deje de necesitarla o contraiga
munes del matrimonio en el mundo nuevo matrimonio. Se trata de una prestación si-
peración 19 ; o bien a través de las
islámico, pero la aplicación práctica es milar a la pensión compensatoria que se regula
normas de Derecho Internacional Pri- en el artículo 97 del Código Civil español.
más peliaguda. Acabamos de ver có-
vado, las cuales entran en juego al tra- 19
mo nuestro ordenamiento considera
tar de buscar el reconocimiento en Ley 26/1992, por la que se aprueba el Acuerdo
ley personal a la de la nacionalidad: así
España de matrimonios celebrados en de Cooperación entre el Estado Español y la
las cosas, es obvio que la ley personal Comisión Islámica de España de 10 de noviem-
países musulmanes, o los efectos de
de un tunecino será la de Túnez y la bre de 1992 (BOE 12/11/1992), en adelante,
los mismos y su disolución. En cual- simplemente Acuerdo.
de un egipcio la de Egipto; no obs-
quiera de los dos casos, lo primero 20
tante, ambos son Estados islámicos que
que llama la atención son las dificul- En cuanto a la ley nacional como rectora de la ca-
incorporan dentro de su ordenamien-
tades en determinar la ley aplicable. pacidad, vid. CARRASCOSA GONZÁLEZ, J.,
to, la Ley coránica 25 . El juez o jueza, “Celebración del matrimonio en casos internacio-
Para empezar, no hay en Derecho In- persona encargada del registro espa- nales y constitución de parejas de hecho en casos
internacionales”, en vLEX, http://vlex.com/vid/
ternacional Privado español una ley ñol, ¿hasta qué punto está obligado a 288696, 2006: “No existe en DIPr. español una
única aplicable al matrimonio inter- aplicar la Sharia 26 ? ¿Qué hacer cuan- norma específica que señale la Ley aplicable a la
nacional; por el contrario, existen do un matrimonio se alega es válido capacidad matrimonial. Sin embargo, la doctrina
mayoritaria y la jurisprudencia indican que la ca-
normas de conflicto que determinan para la ley personal de los esposos, por- pacidad matrimonial es un aspecto particular de la
separadamente la ley aplicable a la que cumple los requisitos de la Ley co- «capacidad». Por ello, el art. 9.1 CC es aplicable
y la Ley reguladora de la capacidad matrimonial
capacidad matrimonial, al consen- ránica, pero irregular civilmente por debe ser la Ley nacional de cada contrayente en el
timiento matrimonial y a la forma de no haber cumplido alguna determina- momento de la celebración del matrimonio”.

42
D E R E C H O E S P A Ñ O L

da exigencia? Todo ello sin entrar en los pro-


blemas que pueden plantear los distintos re-
gímenes jurídicos aplicables a las minorías
religiosas nacionales de los países islámicos 27 .
Obviamente, en el caso de la celebración en
España del matrimonio en forma religiosa
islámica conforme al Acuerdo, el problema
rara vez se plantea, dado que el artículo 7
de dicha norma obliga a los contrayentes a
21 26 reunir los requisitos de capacidad exigidos
CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c. Se podría incluso aventurar la posibilidad de por el Código Civil español y, aunque nada
considerar contrario al orden público español el se dice en el Acuerdo acerca del consen-
22 aplicar un ordenamiento claramente confesional,
Así, la resolución de la DGRN de 29 de junio de dado que nuestra Constitución proclama la timiento, debemos entender que el encar-
2005 considera que “dentro de la categoría de aconfesionalidad del Estado. gado del Registro exigirá que sea libre,
«capacidad matrimonial» se engloban, además de
la capacidad natural para prestar el consen- como cuestión de orden público (lo cual no
27
timiento matrimonial, la ausencia de impedi-
En algunos de estos Estados, como el Líbano, el
tiene por qué estar reñido, como veremos,
mentos matrimoniales”.
Código de Estatuto Personal prevé diferentes re- con la intervención del mandatario de la
23 glas en función del credo de los sujetos; la Mu- mujer). Sin embargo, la ley personal sí re-
Art. 50 Código Civil. dawwana marroquí, por su parte, excluye de la
aplicación de sus preceptos a los judíos marro- gulará los efectos del matrimonio, los dere-
24 quíes, que tienen su propio código de estatuto chos sucesorios de los cónyuges y las
Pudiera decirse que la confusión entre ley perso- personal; en la mayor parte, el código de familia
nal y ley islámica lleva a algunos autores (entre vincula a todos. La Declaración Islámica Univer-
relaciones paterno-filiales, lo cual dará lugar
ellos, ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El Estatu- sal de los Derechos del Hombre, llevada a cabo a no pocos problemas de interpretación y
to...”, cit., p. 42) a plantearse que el Acuerdo, al en Londres en 1981 por el Consejo Islámico de aplicación de las normas.
imponer la celebración del matrimonio ante una Europa (organismo integrado por eruditos y ju-
autoridad religiosa, está vulnerando el principio ristas representantes de los movimientos y co-
de libertad religiosa en aras de la seguridad jurí- rrientes del pensamiento islámico), considera, tal
En cambio, cuando nos encontramos ante
dica. No podemos estar conformes con semejan- y como pone de manifiesto JORDÁN VILLA- el reconocimiento de matrimonios celebra-
te conclusión, pues, como señala BLÁZQUEZ CAMPA, M.L., “Reflexiones en torno a la justi- dos en el extranjero, se suscita la cuestión de
RODRÍGUEZ, I., “Pluralidad de formas de ce- cia islámica y al Acuerdo de Cooperación del
lebración y matrimonio musulmán. Una pers- Estado Español con la Comisión Islámica de Es- verificar si sus elementos chocan o no con-
pectiva desde el derecho internacional privado paña”, en VV.AA., Acuerdos del Estado Español tra el orden público español. Nuestro Códi-
español”, en Boletín Mexicano de Derecho Com- con confesiones religiosas minoritarias, Barcelona,
parado, núm. 110, 2004, pp. 425-477, si bien la 1996, pp. 696-706, “que en un país musulmán
go Civil omite este supuesto, de modo que,
Sharia y la tradición islámica no requieren pre- las minorías religiosas deben poder elegir, para como expone BLANCO LÓPEZ 28 , “sólo
sencia de autoridad ninguna, “la práctica en la solucionar sus asuntos cívicos y personales, entre de manera indirecta aparece contemplado,
mayoría de los países musulmanes es que el ma- la ley islámica y sus propias leyes”. Esta inten-
trimonio se celebra por una autoridad religiosa o ción, loable desde el punto de vista de los valo- en el artículo 11.1º CC, relativo a la forma
una autoridad civil con connotaciones religio- res occidentales, que consideran un yugo la ley de los actos en general, al establecer que, «las
sas”. Siendo esto así, el Acuerdo no está exigien- islámica (especialmente para la mujer), no pare-
do nada que repugne a la mentalidad religiosa ce aceptable desde la perspectiva jurídica. En
formas y solemnidades de los contratos, tes-
islámica, puesto que la propia regulación civil de efecto, si las instituciones y Estados europeos ad- tamentos y demás actos jurídicos se regirán
los países musulmanes (impregnada, como se ha mitiesen esta postura, estarían propugnando la por la ley del país en que se otorgan»”. Así
dicho, del espíritu del Corán, cuyo contenido es creación de un derecho personalista y estatutario
para ellos vinculante) extiende la exigencia de por razones religiosas en los países islámicos; en- pues, “en base a dicho precepto habría que
emisión del consentimiento ante persona reves- tonces, ¿con qué justificación se podría rechazar concluir afirmando que estos matrimonios
tida de autoridad. Por ello, lo único que hace el la pretensión de un estatuto personal de las mi- serán válidos en España y, en general, en to-
Acuerdo es unificar (aunque con criterios que norías musulmanas en Europa? No, desde luego,
quizá no hayan sido muy afortunados) las carac- por razones de orden público, pues tan contra- dos los demás Estados, si se celebró de acuer-
terísticas que debe reunir esa autoridad religiosa rio para el orden público de un Estado islámico do con la ley del lugar de celebración”. Esto
en cuestión, para que su intervención tenga re- puede ser la igualdad de la mujer cristiana como
conocimiento en España. para el nuestro la inferioridad de la musulmana.
supone que el reconocimiento del matri-
Y lo que parece muy claro es que Occidente no monio celebrado entre extranjeros y extran-
25 se puede permitir la creación de leyes de aplica-
Ambos países son Estados miembros de la Con-
jeras y en el extranjero se realiza de forma
ción personal por razones religiosas, pues estaría
ferencia Islámica, que en 1990 aprobó la Decla- vulnerando su propia esencia como civilización automática, y sólo a posteriori, cuando se de-
ración de los Derechos Humanos en el Islam, (al menos desde la Revolución Francesa a esta ba inscribir en el Registro Civil español al-
documento que proclama constantemente el po- parte), amén de sus ordenamientos constitucio-
der normativo vinculante de la Sharia. Entre nales.
gún hecho derivado del mismo, se procederá
otras cuestiones, la Sharia regula el contenido de a analizar la compatibilidad del matrimonio
la patria potestad (artículo 7.c), la capacidad (ar-
tículo 8), la libertad ambulatoria (artículo 12), la
28 en cuestión con el orden público 29 .
ganancia económica mínima (artículo 14), la BLANCO LÓPEZ, J., “La celebración del ma-
trimonio en el derecho internacional privado es-
confiscación de bienes (artículo 17), el conteni-
pañol tras la reforma llevada a cabo por la ley
B
do y aplicación del derecho penal (artículos 19 y
20), los límites de la libertad de expresión (ar- 13/2005, de 1 de julio”, en vLEX, http://vlex. El consentimiento matrimonial:
com/vid/ 362198, 2007.
tículo 21), etc. Además, el artículo que cierra la intervención del walí
declaración establece que “la Sharia islámica es
la única fuente de referencia para la aclaración o 29
interpretación de cualquiera de los artículos del Ex artículo15 de la Ley del Registro Civil, de 8
Como veíamos al principio, una de las ca-
presente documento”. de junio de 1957. racterísticas fundamentales del matrimonio

43
D E R E C H O E S P A Ñ O L

islámico en general (negado o mitiga- mandatario resulta más garante de esa


do en algunas legislaciones, como Tú- libertad. Para explicar esta idea, dan
nez o Marruecos), es la peculiar forma por hecho que la representación se
de prestación del consentimiento de conferirá mediante poder especial, co-
la mujer, a través del walí. Es una fi- mo en el caso del artículo 55 de nues-
gura a la que no se hace ninguna re- tro Código Civil; pero, como resulta
ferencia en el Acuerdo. Dado que que se aplica la forma islámica de ce-
nuestro propio ordenamiento admite lebración, no hay mecanismo que per-
la prestación del consentimiento a tra- mita obligar al otorgamiento de una
vés de un mandatario 30 , es obvio que escritura pública, puesto que nada exi-
la exigencia islámica del tutor matri- ge al efecto el credo musulmán.
monial en principio no tiene por qué
ser contraria al orden público español. En cualquier caso, la licitud de la in-
¿Por qué el Acuerdo no lo contempla, tervención del tutor matrimonial
entonces, dentro del artículo 7? queda sujeta a un interrogante desde
que la Dirección General de los Re-
ACUÑA y DOMÍNGUEZ 31 consi-
gistros y del Notariado ha empezado
deran que en la base de tal omisión
a rechazar, alegando la excepción de
pueden estar dos cuestiones: “de una
orden público internacional, la apli-
parte, la desigualdad clara y evidente
cación de leyes extranjeras que auto- 30
en la posición de los cónyuges que se
rizan el matrimonio sin necesidad de Artículo 55 del Código Civil.
pone de manifiesto al ser sólo la mu-
la voluntad libre y real prestada por 31
jer quien requiere de un tercero para
cada uno de los contrayentes o aún ACUÑA, S. y DOMÍNGUEZ, R., “El matrimo-
ejercer su ius connubii y, de otra, la
en contra de la voluntad de los mis- nio islámico en el acuerdo con el Estado español
escasa garantía que dicho modelo nos de 1992”, en VV.AA., El matrimonio islámico y
mos 33 . Este criterio da la sensación
ofrece en orden a la constancia de que su eficacia en el Derecho español, coord. MOTI-
de que pretende salir al paso de las LLA, A., Córdoba, 2003, p. 119 y ss., p. 130.
el consentimiento haya sido emitido
dudas generadas por la intervención 32
libre y voluntariamente”. Sin embar-
del walí en los matrimonios celebra- ACUÑA y DOMÍNGUEZ, “El matrimonio...”,
go, disipan fácilmente tales dudas: en cit., p. 131.
dos en el extranjero conforme al rito
primer lugar, sostienen que el silencio
musulmán. Ahora bien, si se puede 33
respecto al walí no impide su presen- La resolución de la DGRN de 29 de junio de 2005
considerar contrario al orden público
cia en la celebración del matrimonio; dice que “se ha rechazado la aplicación de la Ley
internacional que la mujer no preste extranjera alegando excepción de orden público en
en cambio, una prohibición hubiera
el consentimiento por sí misma, ¿no los siguientes casos:
atentado contra la libertad religiosa de
habrá de operar dicho criterio tam- (a) Leyes extranjeras que admiten los matrimonios
la propia mujer, que movida por sus poligámicos, no reconociendo capacidad nup-
bién cuando se trata de aplicar el
sentimientos religiosos y su autono- cial a las personas ya ligadas por anterior ma-
Acuerdo? Dicho de otro modo: al trimonio no disuelto (cfr. Resoluciones de 14
mía, escoge esa forma de celebración. de diciembre de 2000 y 4-7ª de diciembre de
amparo de la libertad religiosa, ¿se
Este argumento no nos convence del 2002, entre otras);
debe permitir la intervención de tu-
todo, dado que presumir la igualdad (b) Leyes extranjeras que prohíben contraer ma-
tor matrimonial en los matrimonios trimonio entre personas de distintas religiones,
y autonomía plena de la mujer mu-
celebrados en España conforme al en particular respecto de las Leyes que limitan
sulmana a la hora de elegir la forma el derecho de la mujer musulmana a contraer
Acuerdo, cuando se está empezando
en que decide casarse es obviar las matrimonio con varón no musulmán (cfr. Re-
a invocar la excepción de orden pú- soluciones de 7 de junio de 1992 y 10-1ª de
inevitables circunstancias de presión junio de 1999);
blico internacional en esta cuestión a
social y familiar a que puede estar so- (c) Leyes extranjeras que impiden el matrimonio
los celebrados en el extranjero? No
metida. entre transexual con persona de su mismo se-
olvidemos que la Ley Coránica que xo biológico, pero distinto sexo legal por no
En cuanto a la posibilidad de coacción subyace en la regulación que del ma- reconocer el cambio de sexo declarado judi-
cialmente en España (vid. Resolución de 24-3ª
del consentimiento matrimonial, cier- trimonio hacen los países islámicos es de enero de 2005);
tamente estamos de acuerdo con las la misma que se aplica al rito religio- (d) Leyes extranjeras que admiten el matrimonio
autoras citadas en que “tampoco la so. De todos modos, es posible que entre niños, es decir, respecto de menores que
no hayan alcanzado la edad a partir de la cual
emisión personal y directa del con- no exista una respuesta categórica, el impedimento de edad es dispensable (vid. a
sentimiento matrimonial es garantía sino que cada situación deba ser ana- sensu contrario Resolución de 15-3ª de junio
plena de que se emite con las condi- lizada cuidadosamente, teniendo en de 2004);
ciones de libertad y conciencia que su cuenta todas las circunstancias que (e) finalmente, se ha de añadir a esta lista la cita de
la reciente Resolución de este Centro Directi-
validez requiere” 32 . Sin embargo, de permitan determinar si la interven- vo de 7-1ª de julio de 2005 relativa a las Leyes
nuevo consideramos un tanto ligera la ción del walí encubre una coacción extranjeras que autorizan el matrimonio sin ne-
cesidad de la voluntad libre y real prestada por
idea que exponen a continuación, matrimonial o es una mera fórmula cada uno de los contrayentes o aún en contra
pues sostienen que la intervención del ritual sin mayor trascendencia. de la voluntad de los mismos”.

44
D E R E C H O E S P A Ñ O L

C Esto abre la posibilidad de recono-


cerles, por analogía, los efectos pre-
La poligamia vistos por el Código Civil, en su
El derecho islámico prohíbe el matri- artículo 79, a los matrimonios putati-
monio de la mujer con más de un va- vos. Con mayor claridad lo expresa la
rón pero, sin embargo, permite el resolución de la DGRN de fecha
matrimonio del varón con hasta cua- 10/07/1996: “El hecho de que ese
tro esposas a la vez 34 , si bien es cier- matrimonio no pueda ser inscrito en el
to que esto dependerá de la capacidad Registro Civil [...] no ha de impedir,
del varón para mantenerlas 35 y que la conforme a los artículos 61 y 79 del Có-
tendencia en la mayor parte de las le- digo Civil, que el matrimonio islámi-
gislaciones es limitarla e incluso pro- co haya de surtir al menos, los efectos
hibirla, como vimos al principio 36 . del matrimonio putativo y, por tanto,
Como bien señala LABACA ZABA- siempre el carácter de la filiación ma-
LA 37 , “el matrimonio polígamo es trimonial del menor, cuya inscripción,
una de las singularidades que derivan y mediatamente, su filiación se preten-
del Derecho islámico que más direc- de rectificar, al existir una apariencia
tamente contrasta con los principios y objetiva de celebración de matrimonio
valores de los ordenamientos occi- y demás requisitos mínimos que deben
dentales, así también, con nuestro or- exigirse para la existencia del llamado
34
Poligamia en su modalidad de poliginia. MOTI- denamiento”, pues “en la legislación matrimonio putativo”.
LLA, A., “Eficacia civil del matrimonio celebra- de los países occidentales, la mono-
do en el extranjero conforme a la ley islámica”, Este criterio es de gran importancia,
en VV.AA., El matrimonio islámico y su eficacia gamia en el ámbito matrimonial se pues los casos de matrimonios políga-
en el Derecho español, coord. MOTILLA, A., constituye en uno de los elementos mos que llegan a conocimiento de las
Córdoba, 2003, p. 145 y ss., p.156.
esenciales del mismo, cuya vulnera- autoridades no sólo son solicitudes
ción se considera contraria al orden de inscripción, de autorización para
35 público”. Así lo demuestra, por lo que contraer matrimonio en España y de
Vid. núm. 8. LABACA ZABALA, “El matrimo- se refiere a España, la reiterada apli-
nio...”, cit., pone de manifiesto que una de las
reconocimiento de sentencias extran-
críticas que se han hecho a las cláusulas de auto- cación de la cláusula de orden públi- jeras sobre disolución del vínculo. En
rización o permisivas de la poligamia es que “só- co por parte de la Dirección General efecto, destacan en los últimos tiem-
lo permite este derecho a los ricos”.
de los Registros y el Notariado para pos los siguientes supuestos, de con-
denegar eficacia directa a los matri- tenido claramente económico:
36 monios polígamos celebrados en el
Vid. capítulo 1, “Características del matrimonio extranjero (aunque, como veremos, sí a
islámico”.
pueden tener ciertos efectos atenua- solicitud de reclamación al INSS de la
dos), así como para denegar el matri- pensión de viudedad por parte de dos
37 monio civil a personas vinculadas en mujeres, legítimas esposas de un mu-
LABACA ZABALA, “El matrimonio...”, cit. un matrimonio anterior 38 . Esta ex- sulmán fallecido, según su ley perso-
cepción de orden público opera, por nal, todos de religión musulmana; y
38 tanto, para impedir la inscripción de
Aunque la existencia de vínculo previo debe pro- un matrimonio polígamo, “que aten- b
barse, no bastando la mera sospecha para aplicar
la cláusula de orden público. BLÁZQUEZ
taría contra la dignidad constitucional de pensión de orfandad para los hijos
RODRÍGUEZ, o.c., recoge una serie de casos tra- de la mujer y contra la concepción es- habidos con las dos mujeres 40 .
tados por la DGRN ilustrativos de esta afirmación. pañola del matrimonio” 39 .
En concreto, la resolución de 28/09/2001 dice Opinamos, junto a LABACA ZABA-
textualmente que la “sola sospecha no debe bas-
tar por sí sola para coartar un derecho fundamental Ahora bien, los matrimonios políga- LA 41 , que “estas uniones conviven-
de la persona como es el ius nubendi”. mos celebrados en el extranjero, si ciales son también unidades familiares
bien no son inscribibles, sí pueden y a las mismas debe concederles el or-
39 desplegar ciertos efectos. Así se des- denamiento jurídico protección, más
Vid. resoluciones de la DGRN de 03/12/1996, prende de algunas resoluciones de la aún cuando las mismas están integra-
20/02/1997, 10/06/1998. DGRN (v.gr., de 03/12/1996 y 20/ das por sujetos desprotegidos, espo-
02/1997), conforme a las cuales, a sas sucesivas e hijos e hijas habidos
40 pesar de negarse la inscripción del ma- de estas uniones”. Por tanto, en apli-
LABACA ZABALA, “El matrimonio...”, cit. trimonio, “no es cuestión de dilucidar cación de los artículos 39 y 14 de la
aquí los efectos de distinto tipo que Constitución Española, es necesario
41 ese segundo matrimonio pueda pro- admitir ciertos efectos a los matrimo-
LABACA ZABALA, “El matrimonio...”, cit. ducir para el ordenamiento español”. nios polígamos, en la medida en que

45
D E R E C H O E S P A Ñ O L

se trata de situaciones de hecho cuyos reagrupación familiar de familias po- 42


miembros no pueden quedar desam- ligámicas”. Esta afirmación lo que ha- LABACA ZABALA, L., “La prohibición del re-
agrupamiento familiar polígamo en la legislación
parados. ce es sentar las bases legales de una de extranjería: limitación legítima o ilegítima del
discriminación entre los descendien- legislador ordinario en el ámbito familiar”, en
Ahora bien, este principio de igualdad vLEX, http://vlex.com/vid/235580.
tes de distintos matrimonios y sus co-
parece quebrar en el caso del reagru-
rrespondientes madres, imponiendo 43
pamiento familiar. Es un derecho de
que sólo la primera esposa y su des- MOTILLA, o.c.
todo extranjero que resida legalmen-
cendencia tienen derecho a ser respe- 44
te en España, consistente en la posi-
tados. Las siguientes esposas (no lo LABACA ZABALA, “La prohibición...”, cit.
bilidad de que se reúnan con él los
olvidemos, perfectamente legítimas en 45
miembros más próximos de su familia,
sus países de origen) y sus respectivas Esta doctrina es tajante cuando considera que la
residentes en el extranjero, en condi-
proles, sorprendentemente, no son relación de padres e hijos se constituye en un ele-
ciones más favorables que las aplica- mento fundamental de la vida familiar, de ma-
consideradas dignas de recibir la pro-
das al resto de extranjeros 42 . La Ley nera que cualquier medida que impida dicha
tección y el trato no discriminatorio relación se constituye en una injerencia en el de-
Orgánica 4/2000, de 11 de enero, recho protegido en el artículo 8 del Convenio de
que las instituciones europeas predi-
sobre Derechos y Libertades de los Roma (derecho al respeto a la vida privada y fa-
can para la mujer y para la infancia en miliar). Por esta razón, LABACA ZABALA, “La
Extranjeros en España y su Integra-
general. prohibición...”, cit., considera preponderante es-
ción Social limita el ejercicio de este te derecho sobre la potestad de los poderes pú-
derecho a una sola esposa y a las hijas blicos para controlar la entrada y residencia de
En esta línea, LABACA ZABALA 44 es- los extranjeros.
e hijos habidos con ella; con esto, se-
tima que “el reagrupamiento familiar
gún MOTILLA 43 , se reconoce implí- 46
sólo tiene sentido en cuanto que pro- Vid. capítulo 1, “Características del matrimonio
citamente al varón el derecho de
cede de un deber de protección de la islámico”.
elegir la esposa que podrá solicitar la
vida familiar del extranjero, derivado de 47
residencia por reagrupamiento; según
un derecho fundamental, cuyo conte- MOTILLA, o.c., p. 176.
este autor, es una “situación paradó-
nido esencial no puede desvirtuarse a 48
jica la de nuestro Derecho y la de
raíz de su configuración legal”. Confi- Según CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c., hay
otros Derechos europeos que siguen
guración que, según esta autora, en- que distinguir varias situaciones:
el Reglamento sobre extranjería de la
globa las relaciones afectivas (cónyuge, (a) los divorcios acordados por autoridades
Unión Europea de 1996, por cuanto públicas no judiciales (notarios, alcaldes, go-
pareja de hecho) y las propiamente fa-
se rechaza la institución de la poliga- bernadores civiles...), que, por ser resolucio-
miliares (filiación, parentesco y depen- nes similares a sentencias, deben superar el
mia por vulnerar la igualdad entre los exequatur;
dencia), de modo que, “si bien resulta
sexos pero consolidan la situación dis-
prudente y lógico, en aras a la seguri- (b) los divorcios meramente visados por autori-
criminatoria frente a la mujer, al otor- dades públicas, con respecto a los cuales el
dad jurídica, que se determinen en las
gar al varón la potestad, con efectos Tribunal Supremo considera que deben
legislaciones promulgadas por los dis- superar el exequatur (aunque el autor con-
jurídicos, de elegir entre las espo- sidera que esto es erróneo, puesto que no
tintos Estados las personas reagrupa-
sas”. No estamos del todo conformes son resoluciones equivalentes a sentencias y
bles, esto no significa que se imponga deberían tramitarse por el procedimiento de
con esta afirmación, pues una inter-
al titular del derecho los parámetros de reconocimiento de documentos públicos
pretación lógica con el resto del or- extranjeros); si bien rara vez lo obtienen,
su vida afectiva y familiar”. Además de
denamiento jurídico debe llevar, puesto que la autoridad no interviene con
estar en franca contradicción con la doc- funciones constitutivas sino como fedataria,
necesariamente, a permitir la reagru- lo cual es considerado contrario al orden pú-
trina del Tribunal Europeo de Dere-
pación sólo con la primera esposa, ya blico español por el TS.
chos Humanos 45 , vulnera lo dispuesto
que el suyo es el único matrimonio (c) Por último, el divorcio privado puro, pacta-
en el artículo 39 de nuestra Constitu-
válido para el ordenamiento español. do sin intervención de ninguna autoridad.
ción, que impone a los poderes públi- Estos divorcios no se contienen en decisiones
Lo antedicho no obsta para que con- cos la protección de la familia: “(...) extranjeras y, por tanto, no plantean proble-
mas de validez extraterritorial de decisiones
sideremos deficiente la regulación teniendo en consideración que este pre- sino de derecho aplicable.
europea de esta figura. En efecto, la cepto extiende dicha protección a las En consecuencia, “estos divorcios serán válidos
Directiva 2003/86, de 22 de sep- madres y su descendencia, sea cual sea si se acomodan a la Ley que rige el fondo del
tiembre de 2003, sobre el derecho a su origen y estado civil (...) la limitación divorcio (art. 107.2 CC) y la forma de los actos
(art. 11 CC), si bien el autor reconoce que “es
la reagrupación familiar, declara en su establecida por la persona que legisla una «victoria sin alas», porque al no constar en
Considerando 11 que el mismo “de- ordinariamente en el desarrollo legal al documentos públicos, estos divorcios no pue-
den acceder al Registro civil español, y no sur-
be ejercerse en el debido respeto a los prohibir el reagrupamiento familiar po- tirán efectos constitutivos en España (art. 81
valores y principios reconocidos por lígamo se constituye en una injerencia RRC)”.
los Estados miembros, especialmente en la privacidad familiar protegida por 49
en lo que se refiere a los derechos de el artículo 8 del Convenio de Roma, y GARCÍA-VASO, o.c., p. 413.
las mujeres y de los niños y niñas, res- no cumple con la protección que de-
50
peto que justifica que se opongan me- ben dirigir los poderes públicos a la fa- Así, MOTILLA, o.c., p. 177; GARCÍA-VASO, o.c.,
didas restrictivas a las solicitudes de milia”. pp. 414 y 424; CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c.

46
D E R E C H O E S P A Ñ O L

D Los principios de igualdad y de no un repudio pronunciado en el ex-


discriminación por razón de sexo lle- tranjero? ¿Basta con que la institu-
El repudio van a aplicar la cláusula de orden ción sea contraria al principio de
Las especiales características del re- público internacional para rechazar igualdad entre el hombre y la mujer
pudio islámico, antes analizadas 46 , la eficacia del repudio, por tratarse para rechazar su eficacia o se re-
llevan a que, inevitablemente, los tri- de un acto unilateral desvinculante quiere comprobar que el repudio
bunales occidentales mantengan en- del marido, del cual no puede hacer produce un resultado inadmisible
cendida una permanente voz de uso la mujer. Sin embargo, en torno para nosotros? ¿Cabe rechazar de
alarma ante las solicitudes de reco- a esta institución hay muchas in- plano todo repudio en favor de una
nocimiento de divorcios operados cógnitas o “conflictos ocultos”, es- función pedagógica del derecho
en el extranjero; o ante la pretensión pecialmente relacionados con la aunque tuviera el efecto perverso de
de obtener la disolución del vínculo situación de la mujer repudiada. que la mujer repudiada viera limita-
en Europa, pero aplicando la ley GARCÍA-VASO 49 define el proble- da su capacidad nupcial?”. Por todo
personal de los cónyuges ciudadanos ma con mucha claridad: “A la vista ello, buena parte de la doctrina 50
de un país islámico. Como pone de de las circunstancias descritas, algu- considera que la inadmisión del re-
manifiesto MOTILLA 47 , el proble- nas de las cuestiones que inmediata- pudio islámico no debe atender tan-
ma de admisión del repudio islámi- mente se plantean son las siguientes: to a razones de orden público en
co no reside sólo en el hecho de ser ¿Cómo puede un país que no cono- abstracto, como del resultado de la
un privilegio del varón casado, sino ce la institución del repudio atender aplicación de la norma extranjera:
también en aspectos como su revo- a los problemas planteados por el sólo cuando tal efecto concreto sea
cabilidad en ciertos casos, o su ca- cambio que opera en el estado civil contrario al orden público español,
rácter de “divorcio privado”, sin de los extranjeros residentes en el te- debe éste intervenir para negar efi-
intervención judicial 48 . rritorio? ¿Cabe reconocer efectos a cacia al repudio.

47
D E R E C H O E S P A Ñ O L

Así, con CARRASCOSA GONZÁ- Cuestión distinta es ver qué sucede 51


LEZ 51 debemos distinguir varias si- cuando se pretende aplicar la ley ex- CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c.
tuaciones: tranjera que admite el repudio, como
52
ley personal, a una ruptura de víncu- Así lo reconoce el TS en auto de 18/05/2004,
a lo operada en España. Esta materia que cita CARRASCOSA GONZÁLEZ: “Para
viene regulada en el artículo 107.2 que intervenga el orden público internacional es-
En primer lugar, el repudio revoca- pañol contra el reconocimiento de una resolu-
ble, que vulnera el principio funda- del Código Civil español, en su re- ción extranjera de repudio revocable, es preciso
mental de la “estabilidad del estado dacción dada por la Ley Orgánica que el repudio siga siendo revocable en el mo-
11/2003, de 29 de septiembre. Esta- mento de instar el reconocimiento: si ha trans-
civil” y por ello es contrario al orden currido el tiempo durante el cual el varón podía
público internacional español. Esta es blece este precepto tres normas de revocar el repudio y no lo ha hecho, el repudio

la postura de la DGRN (resoluciones conflicto en cascada: ley nacional co- se transforma en definitivo y no debe intervenir
el orden público internacional español”.
de 23/09/2000, 12/09/2002) y mún; en su defecto, ley de la residen-
del TS (auto de 21/04/1998). Sin cia habitual común; a falta de ésta, ley 53
embargo, habría que analizar si pue- de la última residencia habitual co- ATS 21/04/1998.

de ser una figura equivalente a la mún si uno de los dos aún vive en di-
54
separación, al menos cuando la posi- cho Estado. Pero lo más llamativo es
ATS 27/01/1998.
bilidad de retomar la convivencia re- que establece una cláusula de exclu-
quiera el acuerdo de ambas partes. sión de la ley aplicable, en favor de la 55

Por otro lado, hay que tener en lex fori, cuando uno de los cónyuges CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c., plantea,
por ejemplo, que “el art. 107.2 CC no señala
cuenta que, superado el plazo de re- sea español o resida habitualmente en la Ley aplicable al caso de un divorcio instado
tiro legal de la mujer, el repudio de- España en tres situaciones: ante juez español entre un andorrano casado
con marroquí que residen habitualmente cada
viene irrevocable, con lo cual, si se uno en su país y cuya última residencia habitual
a
solicita el reconocimiento una vez estuvo en España, donde poseen bienes in-
transcurrido dicho término, no se si no resultara aplicable ninguna de muebles”.

podrá aplicar esta consideración de las leyes anteriormente mencionadas;


56
orden público 52 . Así lo consideran CARRASCOSA GONZÁLEZ,
b o.c. y DIAGO DIAGO, M.P., “La nueva regula-
ción española de las crisis matrimoniales”, en El
b si en la demanda presentada ante tri- Derecho de Familia ante el siglo XXI: aspectos in-
bunal español la separación o el di- ternacionales, dir. CALVO CARAVACA, A.L. y
En segundo lugar, el repudio marital CASTELLANOS RUIZ, E., Madrid, 2004,
vorcio se pide por ambos cónyuges o
clásico, que será contrario al orden pp. 271-294.
por uno con el consentimiento del
público español cuando haya supues-
otro; y 57
to una vulneración de los derechos de
CARRASCOSA GONZÁLEZ, o.c., sostiene
defensa de la mujer a quien, habien- c que “los más modernos sistemas de DIPr. de
do querido defenderse en el proceso otros países sí admiten esta solución (art. 55
seguido en el país de origen, se le ha- si las leyes indicadas en el párrafo pri- Código Belga DIPr. 2004)”, pues “la «elección
de Ley» es una solución idónea: evita senten-
ya negado tal posibilidad. Sin embar- mero de este apartado no reconocie- cias claudicantes, ahorra costes de prueba, po-
go, cuando la mujer haya renunciado ran la separación o el divorcio o lo tencia la multiculturalidad jurídica, fomenta el
a sus derechos de defensa, haya soli- hicieran de forma discriminatoria o arreglo interpartes de las crisis matrimoniales y
es una solución «económicamente neutral» que
citado ella misma ser repudiada y, contraria al orden público. evita el recurso a «paraísos divorcistas»”. En
cambio, GARCÍA-VASO, o.c., p. 416 conside-
además, sea ella la que inste el reco- La doctrina considera mayoritaria- ra que no es la solución más adecuada por va-
nocimiento del repudio, no habrá in- mente que la redacción de este ar- rias razones:
fracción concreta del orden público tículo es torpe e incluso perniciosa, (a) Cuando topamos con un ordenamiento jurí-
español y será posible el exequatur 53 . por excesivamente legeforista, por dico de corte confesional, que no permite a
Lo mismo sucede con la resolución fomentar las situaciones claudicantes, sus nacionales renunciar a la ley aplicable en
extranjera que acuerda un repudio favor de un derecho distinto del islámico, se
porque presenta lagunas de difícil so- corre el riesgo de una opción en masa por la
por compensación incoado por la lución 55 y, por último, porque intro- ley nacional, auspiciada por los imames.
propia mujer 54 . duce una precisión de la cláusula de (b) No es útil para resolver el problema que más
orden público completamente inne- frecuentemente se plantea ante los tribuna-
c cesaria 56 . Como soluciones a este les europeos, que es la falta de acuerdo entre
los esposos.
Y, por último, opina el autor segui- problema, se apunta por la doctrina
do en esta materia que, cuando el la posibilidad de acudir al criterio (c) Se encuentran grandes dificultades para esta-
repudio comporta una situación de de la autonomía de la voluntad para blecer los límites a esa autonomía de la vo-
luntad, ya que ésta debe ceder ante valores
desprotección económica total de la elegir la norma de conflicto 57 y a la superiores, y no puede servir para “inmuni-
esposa, la resolución que contiene aplicación de la excepción de orden zar la esfera familiar contra toda intervención
estatal cuando el derecho extranjero discri-
dicho repudio es contraria al orden público internacional en atención al mina a las personas en función del sexo y de
público internacional español. resultado 58 . la religión”.

48
D E R E C H O E S P A Ñ O L

sica de toda sociedad. El concepto que


una sociedad tenga de la familia y de
la posición de cada uno de sus miem-
bros, será determinante no sólo del
modo en que se van a llevar a cabo las
relaciones privadas, sino también de
importantes facetas del derecho pú-
blico. Como muestra, baste aludir aquí
al modelo jurídico de familia patriar-
cal que existió en España hasta 1978:
el reconocimiento de la igualdad de
derechos entre el hombre y la mujer
ha propiciado lo que probablemente
sea la mayor y más rápida transforma-
ción ocurrida a la sociedad española
en su historia.
El reto al que nos enfrentamos es
lograr cohonestar los principios de
igualdad y libertad de nuestro orde-
namiento jurídico, con aquellos valo-
res culturales extranjeros que pueden
vulnerarlos. No es una cuestión sen-
cilla. La libertad religiosa e ideoló-
gica, uno de los pilares de nuestro
Estado, obliga a respetar las culturas
diferentes, aun cuando ellas no se
rijan por los mismos principios. Sin
embargo, no se puede permitir que,
al amparo de tales valores superiores,
nos veamos obligados a aceptar la
introducción de instituciones que
puedan poner en peligro el orden pú-
blico.
No obstante, la determinación de los
límites de ese orden público que de-
be ser mantenido, ese núcleo esencial
invulnerable de las instituciones de
3. CONCLUSIONES derecho privado, es harto difícil. Así
lo hemos podido comprobar al ha-
Nuestra sociedad está marcada por el
blar de los efectos de la poligamia, o
impacto de la inmigración y, como se
del reconocimiento del repudio, o en
suele decir, de la “multiculturalidad”.
relación con los problemas plantea-
Ello provoca una serie de encuentros
dos por la peculiar forma islámica de
58 más o menos conflictivos entre las si-
emisión del consentimiento matri-
GARCÍA-VASO, o.c., p. 424 sugiere que “debe tuaciones jurídicas de los extranjeros
tratarse de un método en el que se aprecie «ca- monial. Incluso la determinación de
que residen en nuestro país y nuestra
so por caso» el resultado al que conduce en el la ley aplicable plantea la duda acerca
foro la aplicación de una ley extranjera o el re- propia organización social. Este cho-
de hasta qué punto es admisible ale-
conocimiento de una decisión extranjera, de que se hace especialmente difícil cuan-
manera que el juez o jueza pueda “adaptar las gar ante nuestros tribunales un orde-
do nos encontramos, además, ante un
instituciones jurídicas extranjeras a los destina- namiento jurídico que incorpora un
tarios de las mismas y al contexto en el que pre- “conflicto de civilizaciones”, como su-
tenden surtir efectos”. No obstante, la autora
libro religioso como norma vinculan-
cede con el mundo islámico.
reconoce que con un sistema de estas carac- te. Lo cierto es que se trata de una
terísticas “se corre el riesgo de incurrir en una En el campo del matrimonio y del realidad conflictiva en creciente ex-
excesiva flexibilidad, lo que hará peligrar la uni-
formidad y la «previsibilidad» del derecho”. derecho de familia, como hemos po- pansión, y que genera situaciones
Mas, si bienuna solución como la propuesta “no dido ver someramente, esta confron- que el derecho debe tratar de solven-
es sencilla a la hora de su aplicación práctica
(...), la idea de justicia a la que obedece exige un
tación es particularmente peliaguda; tar de la manera más justa y ecuáni-
esfuerzo que posibilite su consecución”. no en vano la familia es la unidad bá- me posible.

49

También podría gustarte