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Manaos, ‘Vale Quam Tem’ y eso es

cada vez menos


Queridísima señora
Hardwicke-Moore, le
escribo con urgencia
para disculparme por
el retraso en el giro de
este trimestre. Se ha
producido un error
por un pequeño
desajuste contable
con respecto a los
impuestos por las
exportaciones de la
plantación del año Ofrecía más de la Gran Compañía de
pasado que ya me quince kilómetros Ópera Italiana, o
encuentro de tranvía eléctrico, el Palacio de
resolviendo. Le haré cuando Nueva York o Justicia, cuya
llegar con la mayor Boston sólo ofrecía construcción
brevedad posible la tranvías tirados por encargada por el
suma que le caballos. Las gobernador Eduardo
corresponde. Reitero avenidas fueron Ribeiro, costó dos
mis disculpas y le construidas millones de dólares.
mando un afectuoso sobre pantanos desec
saludo. Att. Sr. ados, se irguieron El apogeo fue posible
Handsome. edificios imponentes gracias al alto
Administrador y lujosos como impuesto que se
contable general. el Teatro Amazonas, cobraba por la
inaugurado el 6 de exportación del
Manaos vivió su enero de 1897 con caucho. Estas
apogeo una representación condiciones crearon
entre 1890 y 1920, de La un clima favorable
gozando de Giocondade Amilcar para banqueros y
tecnologías que otras e Ponchielli, comercian
ciudades del sur de interpretada por
Brasil no poseían.
Pero no todo era color rosa. Sus esposas, que elegantes burdeles. Las
Con la exuberancia desdeñaban las aguas prostitutas acudían en
económica también fangosas del Amazonas, tropel desde Moscú y
arribaron los peores excesos enviaban la ropa sucia a Tánger, El Cairo, París,
del capitalismo y la
industrialización. La Portugal para que la Budapest, Bagdad y Nueva
ostentación se convirtió en lavaran allá. Los banquetes York. Existían tarifas
una costumbre. Según el se servían en mesas de fijas. Cuatrocientos dólares
autor Wade Davis: mármol de Carrara, y los por vírgenes polacas de
huéspedes se sentaban en trece años...»
«Los magnates del caucho asientos de cedro
prendían sus habanos con importados desde Al iniciar su
billetes de cien dólares y Inglaterra (...) Después de decadencia el lema de
aplacaban la sed de sus cenas que costaban a veces la ciudad era 'Vale
caballos con champaña hasta cien mil dólares, los Quam Tem', o "vales lo
helado en cubetas de plata. que tienes".
hombres se retiraban a

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