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GABRIEL BRENER - GUSTAVO GALLI

(COMPILADORES)

Inclusión y calidad
como políticas educativas
MATERIAL
de Estado
DISTRIBUIDO
SÓLO CON FINES
PEDAGÓGICOS Favilli, Graciela (2016). La enseñanza como
política de inclusión en Brener, Gabriel y Galli,
Gustavo. Inclusión y calidad como
políticas educativas de Estado. Buenos Aires:
La Crujía.
Capítulo 11

La enseñanza como política de inclusión

Graciela Favilli

Dice Paulo Freire que toda educación es política y, en ese sentido, afirmamos
que toda enseñanza es política. Nos alejamos de las posiciones que conciben a
la enseñanza como una cuestión técnica o que la reducen a una situación recor-
tada que acontece en el aula. Este texto se propone abordar los desafíos que
se le plantean a la enseñanza pensada como práctica política. Nos proponemos
analizar las tensiones que las transformaciones políticas de los últimos años
en el nivel secundario le imprimen a la escuela secundaria en su cotidianeidad.
Comenzaremos haciendo una breve caracterización de los rasgos del dispositi-
vo escolar, tanto en el nivel primario como en el secundario; luego tomaremos
las notas centrales del cambio de época en que se amplían los años de la esco-
laridad obligatoria, para finalmente detenernos a analizar cómo, en el nivel de
las prácticas escolares, se plasman las políticas de ampliación de los derechos
de escolaridad. Elegimos centrarnos en la dimensión del currículum, de los for-
matos organizacionales, la enseñanza y la evaluación para pensar cómo estos
aspectos aportan o dificultan una inclusión con calidad.

1. De la ampliación de la obligatoriedad y las características del


dispositivo escolar
El sistema educativo argentino fue concebido desde inicios del siglo XX
como obligatorio en su primer tramo, la escuela primaria; la Ley 1420 sentó las
bases de la obligatoriedad para la escuela primaria y fue altamente revolucio-
naria. Esta obligatoriedad se conformaba a través de la función de la escuela de
homogeneizar las diferencias existentes en la población que asistía a ella.
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En ese sentido, la institución en su conjunto fue pensada con un modo de La concreción de las finalidades de cada uno de estos niveles contó con el
funcionamiento solidario con esta finalidad; formatos organizacionales, dis- desarrollo de un corpus teórico, modelos currículum, concepciones del aprendi-
tribución de tiempos y espacios, currículum, modos de enseñanza, recursos y zaje y de la enseñanza y de formación de los docentes funcionales a esta misión.
evaluación se desarrollaron funcionales y armónicos entre sí para ese objetivo. En este contexto, la enseñanza estuvo caracterizada básicamente por un
Guardapolvos blancos que ocultaban las diferencias de clases, culturas y cos- modelo deductivo en el que el profesor, concebido como conocedor de su dis-
tumbres. Bancos alineados con disposición misal que concentraban la atención ciplina, expone oralmente los temas de su materia, plantea luego la aplicación
y centraban la comunicación desde el docente hacia los alumnos, tiempos de de los conceptos, propone ejercicios de refuerzo para fijarlos y luego, cuando
trabajo y tiempos de descanso y recreación pautados uniformemente para to- finaliza el dictado de un tema o unidad, toma un examen para comprobar si los
dos y fijos, clasificación del alumnado en función del criterio etario, modos de alumnos han aprendido. Si hay fracaso, las causas serán atribuidas, o bien a
enseñanza basados en la transmisión oral con desarrollos básicamente exposi- características propias del alumno (la cabeza no le da, es vago, no estudia, me
tivos por parte del docente, ejercitación mecánica de aplicación por parte de los enfrenta, es un adolescente rebelde), o a situaciones contextuales o familiares
alumnos y evaluación como comprobación de los resultados, y un sistema de (los padres no acompañan a su hijo, viene de una familia sin educación, traba-
premios y castigos completaba el circuito75. ja y viene a la escuela cansado). En general, no hay interpelación a la propia
Se demoró un siglo, casi lo mismo que tomó concretar la obligatoriedad de enseñanza o a pensar en el método o a contextualizarla para tomar decisiones
la primaria, en proponerse la obligatoriedad del segundo tramo, el del nivel se- diferentes ante ciertas situaciones.
cundario, que surgió en sus orígenes con un mandato bien diferente. Desde la Esta modalidad, con sus matices76, prevaleció tanto en el nivel primario
constitución del país, han existido escuelas de nivel medio en la Argentina que como en el secundario y está basada en concepciones sobre el aprendizaje, so-
fueron creadas con el propósito central de la formación de las elites dirigen- bre el sujeto en términos individuales y también sociales, pero también sobre
tes. Los colegios nacionales con una formación humanista en primer lugar, la un modo de concebir el conocimiento y quiénes pueden y son merecedores de
aparición de las escuelas normales más adelante, son marcas indelebles del cuáles conocimientos. La idea del conocimiento como acabado, como producto
nacimiento del nivel. final, la omisión de la enseñanza de los procesos, se pone en juego también de
Promediando el siglo XX, la escuela secundaria comienza a ofrecerse como estas metodologías de enseñar.
un importante canal de ascenso social al incorporar a las clases medias y jugar
el papel de selección meritocrática que legitimaba la ocupación de un determi- 2. Algunos rasgos epocales que enmarcan las transformaciones de la
nado lugar en la sociedad situándolo como responsabilidad del propio alumno escuela secundaria hoy
o, a lo sumo, su entorno familiar. Ejemplos tales como escuelas en las que el
Ciertas condiciones de la época se presentan como un contexto para anali-
primer año de la escolaridad tiene ocho divisiones en primer año, cuatro en el
zar, interpretar y pensar líneas de acción.
segundo y dos en quinto ilustran la efectividad de esa selección darwinista que
-Los cuestionamientos de los valores de verdad, esto es, cambios en la con-
propulsó el nivel. La aceptación y naturalización de esa pirámide da cuenta del
cepción de la ciencia; vertiginoso desarrollo tecnológico y mayor conocimiento
cumplimento de su finalidad.
de diferentes culturas.
El dispositivo de la escuela secundaria ha compartido aspectos comunes con
la primaria y otros han sido bien diferentes en función de su misión original.

76 Por supuesto, el modelo es esquemático, ya que también se han desarrollado teorías y experiencias
diferentes a este modelo más que interesantes, por ejemplo, las hermanas Cossetini en Rosario; el
75 Para profundizar en cómo el dispositivo escolar es funcional a sus mandatos fundacionales, invitamos maestro rural Luis Iglesias en la Provincia de Buenos Aires; y Francisco Cabrera en la Ciudad de Bue-
a la lectura de algunos de los autores que han desarrollado estas ideas, tales como David Hamilton nos Aires –sólo tres ejemplos de innovaciones de las propuestas de enseñanza, que desarrollaron un
(1993), Philip Jackson (1992), Flavia Terigi (2006) o Pineau, Dussel y Caruso (2001). amplio abanico de experiencias que rompieron con ese enfoque–.
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-La horizontalización de ciertos niveles de información. Los medios de comu- En ese sentido, la sanción de la normativa77 o el diseño de la política78 son
nicación, internet y los motores de búsqueda permiten a muchos ciudadanos (los líneas directrices, intencionalidades y responsabilidad estatal, pero no garanti-
que tienen acceso) tener disponible un importante cúmulo de información sobre zan en sí mismas su concreción en la práctica en cada una de las instituciones y
los más diversos temas. Sin embargo, cierta información aún permanece encripta- de las aulas. Es por eso que la obligatoriedad de un nivel, sea este el primario o
da, cada vez más codificada e inaccesible, disponible sólo para unos pocos. el secundario, no es inmediatamente la garantía de su concreción en términos
-La caída del efecto institución. Varios son los autores que han desarrolla- de inclusión y calidad. Sino que su efectivo cumplimiento requiere del trabajo
do esta idea, de transformación profunda en las instituciones vinculada con cotidiano de sujetos e instituciones.
lo que Francois Dubet (2002) ha denominado el “declive de la institución”; Nos interesa aquí detenernos sobre cómo en la práctica, particularmente en
Ignacio Lewkowicz (2003), la “desaparición del Estado-Nación”; y Emilio Tenti las prácticas de enseñanza, las políticas, las normativas, se ponen en tensión y
Fanfani (2004), la “caída del efecto institución”. Estos autores dan cuenta de se concretan de modos particulares, ofreciendo resistencias, adquiriendo ribe-
cómo lo que hoy prevalece es la lógica del mercado, de la inmediatez, de la tes y texturas propias de los contextos y las situaciones, de las instituciones y
imagen y la opinión. La escuela padece directamente el desacople entre estas de los sujetos.
dos lógicas. Nos interesa pensar cómo esas prácticas aportan a la concreción de la in-
La desintegración de la trama social y la valoración del individualismo, una clusión con calidad, la dificultan o reproducen la exclusión de distintos modos.
vida “líquida”, en términos de Bauman (2003), caracterizan nuestra época, las
relaciones, el amor, los valores, la familia con fecha de vencimiento; todo esto 3. Acerca de cómo las prácticas de enseñanza incluyen (o excluyen)
fluye alrededor y a través de nosotros. Estos rasgos configuran la subjetividad,
La escuela hoy, esta nueva escuela secundaria, que es la misma de antes,
constituyen las relaciones sociales, moldean nuestros modos de ser y de hacer.
pero de la que se espera otra cosa, está atravesada por una nueva propuesta
En este nuevo contexto epocal es que debemos pensar la escuela. En este
curricular dialogando con los contenidos tradicionales; un modo de organiza-
escenario, en nuestro país, se definió la ampliación del derecho a la educación
ción en el que conviven la habitual organización de los tiempos y la inmediatez
y, como parte de él, la obligatoriedad de la escuela secundaria; y esto supone
que caracteriza la época, los mismos establecimientos en los que se habitan
un gran desafío porque hablar de obligatoriedad es hablar de inclusión, y hablar
espacios diferentes, docentes con sus propias nuevas y viejas trayectorias, des-
de inclusión es hablar de calidad para todos y todas. Y esto implica repensar
empeñando tradicionales y novedosos roles, las familias con sus expectativas
el mandato fundacional de la escuela con su matriz selectiva. Implica revisar
sobre la educación en general y sobre la escuela en particular, las realidades de
la concepción meritocrática con la que este nivel se concibió, se desarrolló y
los estudiantes, jóvenes provenientes de los sectores que habitualmente cur-
permaneció en el tiempo.
saban y finalizaban la escuela secundaria, pero que hoy son diferentes de la
Cuando hablamos de inclusión en esta época, la pensamos en términos de
representación clásica del estudiante, junto con esos jóvenes provenientes de
derecho y no de privilegio, y concebimos las políticas para la inclusión como
los sectores sociales que hasta ahora no habían accedido a la secundaria y que
garantía y obligación que el Estado despliega para que todos los sujetos puedan
están allí, muchas veces, sin saber (porque nadie les ha enseñado) cómo estar,
ser titulares de ese derecho.
qué hacer, qué decir y qué no hacer, ni decir.
Pero para concretar la inclusión y la obligatoriedad es fundamental consi-
Todo esto en un contexto de una sociedad que espera, que exige, que
derar la relación entre la normativa y su concreción en la práctica. Esto es la
cuestiona, con medios de comunicación que opinan, difunden, sentencian y
tensión que existe, por un lado, entre la política, esto es el diseño y elaboración
de la normativa, de la prescripción, con alcance universal y su institucionali-
zación plena, operando como horizonte por alcanzar; y, por otro lado, las 77 Fundamentalmente, la Ley de Educación Nacional N.° 26.206/06.
78 Gran parte de esa política está expresada en las diferentes resoluciones del Consejo Federal de Educa-
prácticas concretas en cada uno de los espacios particulares en los que ellas
ción (órgano federal que define las políticas educativas de alcance nacional en la Argentina), y otras,
se concretan. en las propias normativas educativas provinciales.
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construyen posiciones definiendo qué es la escuela, qué debería ser, qué se rabilizadas del conurbano bonaerense; particularmente, tomaremos como caso
quiere de ella y qué no pasa en ella, que construyen representaciones estigma- la Escuela Técnica de la Universidad de Quilmes.
tizantes sobre los jóvenes y que todo esto se hace público permanentemente.
• El currículum y los saberes que circulan en la escuela
Para dar cuenta del modo en que entendemos la inclusión educativa, toma-
En los últimos años, las reformas curriculares en nuestro país han acompa-
remos dos aportes; por un lado, el aporte de Tony Booth y Mel Ainscow (2002),
ñado las políticas de inclusión y calidad para garantizar el derecho de todos los
quienes describen la inclusión no como un estado, sino como un proceso en el
estudiantes de acceder, transitar y egresar de la escuela secundaria con apren-
“que se defiende el derecho de todos los alumnos a participar y ser miembros
dizajes de calidad. Tanto desde los procesos de acuerdos federales como en las
activos del currículum y del aprendizaje de la comunidad escolar y del aula, res-
experiencias de las distintas jurisdicciones, se ha intentado poner en cuestión la
petando sus necesidades e intereses y reduciendo la exclusión dentro y fuera
idea de currículum único en el cual la trayectoria teórica80 e ideal es para todos
de la escuela” (citado por Krichesky, G.); por el otro, el de Flavia Terigi (2009),
los estudiantes la misma y quien se aparta de ella pierde el tren de la escolaridad.
que enumera una serie de condiciones que supone la inclusión educativa: “Que
En este sentido, sostenemos que es posible y necesario superar el planteo
todos y todas quienes se encuentran en edad escolar asistan a la escuela, y
curricular clásico de división disciplinar con un amplio espectro de materias por
que asistan a instituciones donde ciertas calidades básicas estén aseguradas
estudiar, cursadas todas ellas en simultaneidad, con asistencia regular, secuen-
(edilicias, de plantel docente, de recursos pedagógicos, de selección curricular,
cias de cursado uniforme, un sistema de evaluación común, con un sistema de
de tiempo lectivo). Que se asegure a todos una formación compartida, indepen-
promoción que obliga a la repitencia de todo un año lectivo por la no aprobación
dientemente del origen de cada cual y de las condiciones en que tiene lugar su
de dos o tres materias, criterios uniformes para la aprobación de disciplinas
crianza. Que esa formación compartida no arrase con las singularidades y la cul-
muy diversas, y todo en idéntico período de tiempo para todos los alumnos.
tura local, ni codifique como única cultura autorizada la de sectores específicos
Los principios que orientaron el cambio curricular del ciclo básico de la se-
de la población; por el contrario, que promueva en todos una comprensión de la
cundaria en la Provincia del Chubut procuraron interrogar e interpelar estos
cultura y de los intereses de los otros. Que no se produzcan condicionamientos
componentes. Saida Paredes81 relata algunos de los puntos iniciales con que se
sobre lo que los niños y niñas podrán seguir estudiando una vez hayan finaliza-
inició este proceso:
do un determinado nivel educativo”79.
Para analizar y pensar las prácticas de enseñanza como política de inclusión Poner en debate la escuela secundaria obligatoria, para todos los adolescentes
y jóvenes del Chubut, era problematizar la especificidad de la secundaria, pero
con calidad, tomaremos aquí algunas dimensiones, sin pretensión de ser ex-
también la dinámica del nivel y del sistema educativo. Sabíamos que participába-
haustivos, sino tan sólo detenernos en algunas que nos permitan observar las
mos de un desafío histórico en términos de políticas para el nivel porque definir
políticas de inclusión en el cotidiano. Estas son, los modos de ser, de estar y de la escuela secundaria como nivel obligatorio, con alcance universal, significaba
hacer en las escuelas, la organización, los formatos escolares, los tiempos y los necesariamente cambiar la matriz de origen de la escuela secundaria. Enton-
espacios, el currículum y los saberes que circulan en las escuelas, los modos de ces, teníamos tres órdenes de problemas: la efectivización del acceso universal
enseñar, interactuar y aprender en las aulas y los modos de evaluar. a la escuela secundaria, la retención efectiva del nivel y la preocupación por la
Para esto nos apoyaremos, a modo de ejemplo, en dos políticas públicas significatividad de los aprendizajes. Obviamente interrogar el aprendizaje nos re-
que han puesto a la inclusión con calidad en el centro de sus decisiones. Ellas
son la reforma curricular de la educación secundaria en la Provincia del Chubut, 80 Flavia Terigi ha desarrollado la categoría de “trayectorias teóricas” para definir “aquellos itinerarios
de los sujetos dentro del sistema que siguen la progresión lineal predicha y pronosticada en tiempos
llevada a cabo en el año 2013, y la creación de las Nuevas Escuelas Secundarias
pautados por una periodización lineal tipo o modelo”. Conceptos tomados de Terigi, Flavia, videocon-
dependientes de las Universidades Nacionales, creadas en comunidades vulne- ferencia organizada por el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas, “Del aprendizaje y las
condiciones para el aprendizaje: la enseñanza como función estratégica”.
81 Saida Paredes fue Subsecretaria de Planeamiento de la Provincia del Chubut en el período 2012-2014
79 La cita está extraída de la Conferencia “Trayectorias escolares. Una mirada sociopedagógica”, dictada y condujo el proceso de elaboración e implementación del diseño curricular del Ciclo Básico de la
por Flavia Terigi en Córdoba, 2009. Escuela Secundaria de esa provincia. Agradecemos profundamente su participación en este texto.
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enviaba a intervenir sobre la enseñanza y a poner en cuestión algunas ideas muy sólo atienda al cuánto o a quiénes se distribuyen conocimientos escolares, sino
arraigadas como las excesivas oportunidades que la escuela le da al estudiante; el también al qué se distribuye, señalando el carácter indisociable entre distribu-
concepto de exigencia ligado a la idea de filtro, de selección; la idea de aprendizaje ción y contenido cuando se trata de organizar la enseñanza.
desvinculada de las características de la enseñanza y de aprendizaje fragmentado
Pero ¿cómo lograr la idea de justicia curricular, tanto en términos de la
con escasa ligazón con los problemas reales de este tiempo. Pensábamos también
selección, de distribución de contenidos, como de su organización y secuencia?
que la escuela se movía en un tiempo uniforme para aprender, en tiempos defini-
dos arbitrariamente sin atender a los diferentes ritmos de aprendizaje. ¿Cómo lograr que el diseño curricular sea una norma que garantice una educa-
ción para todos? Relata Saida Paredes:
Al pensar cómo el currículum traduce las intencionalidades de inclusión y ca-
En el caso del diseño curricular de secundaria, debía acompañar el movimiento
lidad, Saida Paredes identifica que es necesario partir de la matriz fundacional
de una escuela para todos los adolescentes y jóvenes y para todas las vidas que
de la escuela secundaria para poder deconstruirla:
entran en la escuela. El eje estaba puesto en construir una escuela donde to-
…estos eran dos conceptos puestos en tensión en el marco de una escuela secun- dos tuvieran lugar y a partir de allí imaginar un diseño curricular que asumiera
daria obligatoria. Claramente debíamos plantearnos qué significado adquiría la este desafío. ¿Cómo hacer un diseño curricular para que todos aprendan? ¿Qué
inclusión en un sistema cuya matriz de origen estaba asentada sobre la exclusión características debía asumir ese diseño? ¿Qué diálogos era posible establecer
y cómo desanudar la relación masividad-baja de calidad, idea muy presente en la entre los docentes y sus concepciones de enseñanza, aprendizaje, oportunidades
sociedad de nuestro tiempo. y sentido de la escuela secundaria para todos? Estas eran algunas de nuestras
Pensar una escuela de calidad era pensar una escuela en la que todos pudieran preguntas.
aprender y, en este sentido, entonces, la calidad era una cualidad de los disposi- Este fue el sentido de la idea de los corredores dentro del currículum. La idea
tivos de enseñanza que ponía a disposición la escuela. La calidad no dependía de inicial fue del profesor Pablo Luppi, uno de los especialistas en matemática, que
la cantidad y cualidad de los estudiantes, sino de la imaginación pedagógica que nos acompañaba a pensar estos desafíos. Los corredores fueron pensados como
se ponía a disposición del derecho que todos los adolescentes y jóvenes tienen a recorridos de aprendizaje con una duración más larga que la del año lectivo, las
transitar y a aprender en la escuela secundaria. expectativas de aprendizaje entonces fueron definidas teniendo como horizon-
te la finalización del ciclo básico (tercer año). Se trataba de poder transitar en
La alternativa entre un currículum único o propuestas curriculares que abran
tiempos más largos el aprendizaje de contenidos, por ejemplo, de Lengua o Ma-
diversidad de caminos para el logro de los conocimientos se planteó como un temática. Para ello, se definieron ejes de contenidos y núcleos de aprendizaje
interrogante en ese proceso, atendiendo al riesgo de la desigualdad, de que se que atraviesan todo el ciclo. Así, por ejemplo, el docente de Lengua de primer año
generen propuestas de primera y otras de baja calidad. Es por eso que entre debe trabajar en equipo con sus colegas de segundo y tercer año para programar
los principios que orientaron la elaboración del diseño estuvo el concepto de el trabajo en la especificidad del primer año, pero sin perder de vista el segundo y
justicia curricular. Con este concepto, Raewyn Connell (1997) se propone inter- el tercer año, es decir, lo que se propone para el ciclo básico. Cada docente debe
pelar la desigual distribución de los bienes culturales y simbólicos en nuestra tener la visión del ciclo completo cuando programa la enseñanza, teniendo en
cuenta la progresión de los aprendizajes dentro del ciclo. Así, avanzamos en la
sociedad, que responde a una lógica piramidal en la que ciertos conocimientos
idea de un currículum más integrado, procesual, progresivo, donde los aprendi-
son reservados a ciertos sectores de la sociedad. La autora nos convoca a pen-
zajes no se acumulan de un año a otro, sino que se integran y complejizan.
sar qué características tendría un currículum justo y advierte sobre el riesgo de
pensar en la diferenciación curricular que podría convertirlos en currículum de Pero no es posible el cambio curricular real si no se transforman los modos
guetos: “Los currículum separados y diferentes tienen cierto atractivo, pero de- de hacer y de estar en la escuela. Las culturas institucionales y profesorales
jan intacto el currículum hegemónico en vigor… La cuestión es cambiar el punto se constituyen, muchas veces, en resistencias y obstáculos para estas trans-
de partida, de forma que los currículum encarnen los intereses de los sectores formaciones. La práctica, aun para quienes enuncian la necesidad de cambios,
menos favorecidos, que incluyan sus perspectivas minoritarias” (1997, 65). Es puede ser un lugar que, impulsado por la tradición o por el siempre se hizo así,
por eso que la autora nos propone pensar en una construcción curricular que no obstaculice los cambios.
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Dos cuestiones centrales se plantearon en este proceso de cambio curricu- similares en el transcurso de muchos años. La cultura transmite, a sus nuevos
lar: la conformación de redes que posibilitaran el trabajo interinstitucional y un e inexpertos copartícipes, las soluciones históricamente generadas y comparti-
proceso de implementación del Diseño Curricular a través de un dispositivo de das de manera colectiva en la comunidad. Esto configura un marco de referencia
acompañamiento a las escuelas, sostenido en la idea de Stenhouse (1985) de para el aprendizaje ocupacional”82.
considerar el currículum como una hipótesis, algo así como una partitura que Entre los fundamentos de elaboración del diseño curricular del Chubut, se
escuelas, docentes y alumnos interpretarán, pondrán en juego y transformarán consideró especialmente esta cuestión, sosteniendo que no hay transformacio-
y plasmarán en la realidad. nes posibles, aun cuando la norma las prescriba, si no se cambia el entramado
Dice Saida Paredes: de modos de funcionar de las escuelas. Al respecto, Saida Paredes relata:
Otra cuestión que incorporamos a la discusión curricular fue la recuperación de Los formatos organizacionales son, de alguna manera, organizadores que nos
las experiencias pedagógicas que cada escuela realizaba, muchas veces, fuera permiten actuar sobre las prácticas de enseñanza. Así, las escuelas interpela-
del turno escolar o que llamaba también experiencias extracurriculares, pero que, das por las discusiones que circulaban sobre el sentido de la escuela secundaria
sin embargo, se encontraban en sintonía con las necesidades e intereses de los y específicamente sobre el currículum y poniendo en el eje de las preocupacio-
estudiantes, con la pertenencia al barrio, con la movilización de recursos huma- nes el aprendizaje de los adolescentes y jóvenes, tuvieron libertad para generar
nos en torno a valores solidarios, de cuidado del medio ambiente o de interés respuestas a las demandas, necesidades, intereses de los estudiantes. Siempre
ciudadano, y que movilizan fuertemente a la comunidad educativa. Todas esas conversábamos con los directores y supervisores, y les decíamos que teníamos
experiencias se integran ahora dentro del currículum en el espacio de saberes una normativa nacional83que habilitaba estos cambios, estas aperturas, y en-
integrados, que es de definición institucional y permite el trabajo entre distintos tonces ya no podíamos decir que no se mejoraban las prácticas docentes por
espacios curriculares. Estos espacios son ofrecidos por las escuelas brindando deficiencias en la normativa.
también posibilidad de elección a los estudiantes de acuerdo a sus intereses. El desafío era grande, por eso, nos pareció que había que poner en diálogo a la
escuela y al sistema. Era necesario que circulara la palabra, que el intercambio de
• Sobre cómo transformar formatos organizacionales y generar nuevos ro- ideas permitiera abordar los límites que nos dibujaban las situaciones cotidianas
les en las escuelas para hacer pensamiento. No se trataba de bajar una línea política determinada o,
en el caso que nos ocupa, un diseño pensado por especialistas con las mejores
La inclusión de importantes sectores de la población que históricamente intenciones. En este sentido, para nosotros la política no bajaba a la escuela,
miraban la escuela secundaria desde afuera, como espectadores de un mun- sino que la política se construía en situación, en terreno y al ras de las realidades
do ajeno, plantea el enorme desafío de pensar otros formatos organizacionales cotidianas de las escuelas.
que cumplan este propósito a la vez que garanticen su permanencia y su egreso Pusimos, entonces, a todas las escuelas secundarias conformando redes que
con la calidad de los aprendizajes que la sociedad actual requiere. permitían discutir problemas, realizar experiencias comunes, intercambiar re-
Esos formatos que, como dijimos, respondieron coherentemente a su fina- cursos humanos , permitir la circulación de alumnos por diferentes instituciones
lidad original, con un nuevo mandato de inclusión y obligatoriedad deberán que se ponían en comunicación a partir de propuestas pedagógicas compartidas,
etcétera.
adecuarse a esta nueva direccionalidad. Sin embargo, no es sencilla esa trans-
formación, ya que la escuela tal como la conocemos se nos impone como forma Muchas son las iniciativas que se proponen cambiar los modos de hacer,
única, y cuando pensamos en algunas transformaciones, quienes las llevamos a de organizar, de habitar la escuela. Es un enorme desafío diseñar formatos que
cabo en el cotidiano somos los docentes que fuimos formados con esa otra ma- alberguen, ya desde sus inicios, las diferencias, que ofrezcan alternativas equi-
triz, con esa cultura, con ese modo de ser y de hacer escuela. Al respecto, Andy
Hargreaves (1999, 190) señala que “… las culturas de la enseñanza compren-
82 Andy Hardgreaves (1999) trabaja cómo las culturas profesorales inciden y, a veces, resisten las posi-
den creencias, valores, hábitos y formas de hacer las cosas asumidas por las bilidades de transformación, aun a pesar de las propias intencionalidades manifiestas de los actores.
comunidades de profesores que tienen que afrontar exigencias y limitaciones 83 Se refiere a las resoluciones del Consejo Federal de Educación n.° 84 y 93/06, que plantean las bases
para una nueva estructura, organización pedagógica y curricular para la escuela secundaria en Argentina.
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valentes en calidad, que garanticen la justicia educativa, y eviten la exclusión, La Escuela Técnica de la Universidad de Quilmes es una de las creadas en
es decir, que garanticen que los estudiantes ingresen, no abandonen, no pro- el marco de este proyecto. En esta escuela, se ha diseñado un horario escolar
longuen excesivamente su escolaridad o que logren aprendizajes de calidad. que contempla horas de cursado de materias en el aula y en el grupo habitua-
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, durante los años 2013 al les, tiempos y espacios para la profundización o revisión de contenidos, para la
2015, se desarrolló un proyecto de creación de Nuevas Escuelas Secundarias realización de las tareas y para el estudio. Los docentes generan propuestas de
dependientes de universidades públicas nacionales y ubicadas en zonas donde enseñanza variadas para las diferentes realidades, diseñando trayectos espe-
persiste la desigualdad social, con el fin de garantizar las mejores condiciones cíficos para el trabajo con materias o contenidos no aprendidos, posibilitando
pedagógicas, didácticas y materiales a los jóvenes de esas comunidades. El pro- que los estudiantes tengan, en la propia escuela y en la misma jornada escolar,
yecto de su creación se basó en principios pedagógicos tales como revisar la alternativas para trabajar aquello que no pudieron aprender y logren entonces
organización de los tiempos escolares, incorporando el tiempo de estudio, de avanzar en su recorrido escolar, apoyados a través de estrategias específicas
profundización y revisión de los contenidos dentro de la jornada escolar, flexibi- que les brinda la propia institución.
lización de los tiempos escolares tales como la duración de las jornadas y de los Esta necesidad de revisar formatos escolares, esto es tiempos, organización
módulos de cursado, revisión de los calendarios anuales fijos, propuestas más y modos de trabajo de los docentes, es uno de los núcleos duros a transformar
amplias de cursado basadas en las trayectorias diversas de los estudiantes y la en la escuela. Mónica Swarinsky85, directora de la escuela, señala que:
superación de la idea de repitencia del año escolar. La atención a trayectorias diversas implica que, en esos espacios, los docentes a
Otro de los aspectos que se tuvo en cuenta es la organización y distribución cargo atienden las particularidades de cada estudiante, no sólo para apoyar con
de los espacios de cursado, diseñando una combinación de diferentes espacios, más explicación, ejercitación o práctica para quien lo necesite, sino también para
en algunos casos las aulas están especializadas por áreas de conocimiento (por alcanzarle al estudiante una propuesta distinta para trabajar un mismo conteni-
ejemplo, aula de física y química, con espacio para el laboratorio y para el tra- do o un contenido relacionado. Incluso, se contempla aquí, muy especialmente, el
bajo teórico o en grupos), espacios específicos para el arte, para la recreación, deseo personal de un estudiante respecto de un tema visto en clase o tangencial-
mente visto, y se le da espacio, perspectiva, propuestas orientadas para que ese
para la permanencia de los estudiantes para realizar la tarea y el tiempo de
deseo aparezca en el horizonte de lo posible y se concrete. Es decir, la relación del
estudio, y también en algunos casos aulas por grupo de alumnos.
joven con el saber y el conocimiento se trabaja muy definidamente en este espacio.
Asimismo, se han repensado los roles y funciones docentes de la escue-
Estos dispositivos permiten dar cuenta de que hay muchas aulas por fuera de las
la secundaria planteando, por ejemplo, que los propios profesores cumplan aulas sin que por ello se vea afectada ni desconsiderada la cuestión social de inte-
funciones tutoriales, quienes, además del dictado de las habituales clases gru- gración a grupos de aprendizaje y de socialización en el marco de una escuela para
pales, sostienen otros espacios de enseñanza destinados al acompañamiento todos/as.
de las trayectorias de los estudiantes, profundizando o revisando contenidos,
Estas iniciativas no están exentas de dificultades y no se dan en un proceso
en algunos casos con sus propios alumnos y en otros casos con otros.
lineal de permanentes avances. Por ejemplo, en el marco de este proyecto, las
Se suma a esto el acompañamiento de un coordinador de grupo-clase, quien,
escuelas estuvieron concebidas con jornada extendida para garantizar más tiem-
a diferencia de la tradicional figura del preceptor centrada en el control de los
po de escolaridad y, por tanto, más oportunidades para flexibilizar y rediseñar los
incumplimientos (la inasistencia y la indisciplina), tiene como tarea fundamen-
tiempos en ellas. Pero en el desarrollo concreto de la experiencia se fue evaluan-
tal aportar a la constitución de la grupalidad, enseñar las dinámicas, tareas y
do que no todos los estudiantes podían sostener una permanencia de tiempo tan
organización que supone ser estudiante secundario84, tener una mirada integral
prolongada en la institución dado que algunos de ellos venían de mucho tiempo
sobre la trayectoria de los alumnos y sostener su presencia y continuidad en la
sin escolaridad y con dificultades para sostener el encuadre escolar.
escuela.
85 Nuestro agradecimiento a Mónica Swarinsky, Directora de la Escuela Técnica de la Universidad de
84 El concepto de oficio de alumno fue desarrollado por Philippe PERRENOUD (1990). Quilmes, por su generosa colaboración.
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Las transformaciones de los tiempos y espacios en las escuelas son una las culturas y tradiciones de los profesores que hacen el día a día y traccionan,
oportunidad para los alumnos y su modo de habitar la escuela, pero también lo a veces con inercia, a veces con pasión y convicción, los modos de habitar, de
son para los docentes. Otra organización habilita la posibilidad del encuentro, estar y de hacer en las escuelas. Las resistencias no son pocas, pero los intentos
de trabajo conjunto, de la mirada compartida sobre la enseñanza, la evaluación, siguen. La toma de decisiones conjunta, la revisión, la evaluación permanente
el trabajo. de la propuesta son el camino elegido.
Pero también fue costosa la transformación de ciertos roles, por ejemplo, la
• Sobre la necesidad de repensar las estrategias de enseñanza, los recur-
tarea compartida entre profesores en su función tutorial junto con otros y con
sos, las formas de aprender y de participar de los estudiantes
los coordinadores de curso, y la presencia de este rol compartiendo la responsa-
bilidad pedagógica junto con una perspectiva de trabajo colaborativo. La toma Señala Kristine Black-Hawkins (2000) cómo “la oferta curricular, la gestión
de decisiones conjunta sobre los recorridos de los estudiantes fue una ardua escolar, las estrategias de aprendizaje que se utilizan en el aula y las expec-
tarea no exenta de conflictos y desafíos para los docentes. tativas de los profesores, entre otros, son factores que pueden favorecer o
Al pensar en las trayectorias de los estudiantes, estos jóvenes, que, como dificultar el desarrollo y aprendizaje de los alumnos y su participación en el pro-
ya dijimos, no son los que históricamente estuvieron en la escuela secundaria, ceso educativo”.
interpelan las trayectorias formativas y profesionales y sus habituales modos de La experiencia de la Escuela Técnica de la Universidad de Quilmes muestra
ser docente. Es común escuchar “yo no me forme para esto” y es preciso tomar cómo se van consolidando estas otras formas de enseñar, de ser docente, de
en cuenta que esta afirmación se sostiene en que la formación de los docentes, acompañar las trayectorias de los estudiantes. La directora de la escuela señala:
sobre todo para el nivel secundario, estuvo tradicionalmente centrada en una En la escuela, venimos trabajando en la reestructuración y reorganización de los
sólida formación disciplinar y en pocos aspectos vinculados a la formación pe- modos de enseñar, evaluar, asistir a clases y demás, para aquellos alumnos que
dagógica, didáctica, en la mayoría de los casos. Los docentes actúan desde sus requieren más atención, o mejor dicho, una atención más personalizada por dis-
propias trayectorias y experiencias, con sus modos de ser docente y de hacer en tintas razones (no poder permanecer en el aula, no poder asistir cotidianamente,
la escuela. Mónica Swarinsky señala los desafíos que se presentan en la escuela: etc.). Algunas de las alternativas que se pusieron en juego fueron: aceleracio-
nes y orientaciones; se impulsó, en aquellos alumnos que podían hacerlo,
Llevar adelante estos dispositivos implica un enorme trabajo conjunto de las di- que tuvieran un acompañamiento situado para que avanzaran según sus mejores
mensiones académica y socioeducativa de la escuela coordinadas por el equipo y mayores posibilidades.
directivo. En este sentido, los roles y enfoques articulados de coordinadores de
curso, profesores, psicopedagogía, dinámicas grupales y psicología institucional La relación entre propuesta curricular, modos de organización y propuestas
se combinan para favorecer y potenciar la inclusión-calidad, organizando y coor- de enseñanza quedó expuesta en el proceso curricular del Chubut. La Exsubse-
dinando la respuesta institucional más adecuada. cretaria relata cómo las transformaciones curriculares que se proponen una real
incidencia en las propuestas de enseñanza requieren, necesariamente, nuevos
La experiencia de la escuela mostró cómo, más allá de las convicciones del
modos de trabajo de los docentes, nuevos modos de organizar los horarios, los
equipo escolar, muchas veces los cambios son complejos, porque los modos de
tiempos y los espacios en las escuelas:
hacer habituales se imponen naturalizando un modo de ser escuela y de ense-
ñar obstaculizando, a veces, las aspiraciones de transformación. Pensar en términos de ciclos y de corredores necesariamente nos llevó a trabajar
Las intencionalidades se tensionan permanentemente en la práctica con esa sobre la necesidad de fortalecer el trabajo en equipo de los docentes, intentando
gramática86 que define las reglas de cómo funciona la escuela (en singular) y romper con el trabajo solitario y fragmentado. Para ello, se previeron horas de

para operar en un sentido determinado. Y allí reside la fuerza de su eficacia, cierta invisibilidad en la
86 David Tyack y Larry Cuban (2001) definen a la gramática escolar como el conjunto de normas, significa- que se van sedimentando las formas de hacer (la) escuela. Podríamos también decir estructuras de
dos y creencias que componen ciertas regularidades organizativas, que, de manera análoga a la forma la organización (histórica) cotidiana de la escuela, que, al mismo tiempo, son estructurantes de los
en que la gramática organiza la comunicación verbal, no requieren ser entendidas a plena conciencia sujetos que la conforman.
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trabajo institucional que permitieran la discusión y la generación de acuerdos ins- escuela secundaria se incluyan, permanezcan y egresen, pero, además, participen
titucionales a la vez que, también, se generó un dispositivo de acompañamiento e interactúen con los otros y con los conocimientos que la escuela se propone
a la discusión de estas ideas sobre las características que debía tener el currícu-
enseñar. De qué modos se dan las interacciones en el aula, cómo se habilita el diá-
lum de la escuela secundaria. Este dispositivo preveía, en todas las regiones de la
logo y la participación, cómo se generan situaciones de verdadero intercambio,
provincia, reuniones por disciplinas o interdisciplinares para pensar la enseñanza
con las características que venimos señalando. Estas reuniones fueron muy ricas,
preguntas y respuestas auténticas, espacios de seguridad para que el estudiante
con una fuerte implicación de la mayoría de los docentes y de las escuelas, aun- pueda equivocarse y no sentirse humillado ante el error. Espacios y estrategias
que debemos decir que para algunos docentes y equipos directivos la matriz de que habiliten que todos tengan estas posibilidades y no sólo aquellos provenien-
una escuela selectiva seguía formando parte de su visión de la secundaria. tes de ciertos sectores en los que el debate y la conversación familiar sobre ciertos
Este trabajo en equipo también estuvo sostenido desde el currículum por la temas es habitual; espacios y estrategias para que todos encuentren el modo de
definición de áreas en ciencias sociales y ciencias naturales en el primer año, expresar su palabra y tengan la posibilidad real de aprender.
avanzando gradualmente hacia el trabajo más disciplinar en el ciclo orientado. En el proceso de elaboración del diseño curricular del Chubut, Saida Paredes
Pero, además, el modo de considerar las trayectorias de los estudiantes y señala sobre esta cuestión:
los espacios y modos de participación y de oportunidades para el aprendiza- Pensamos en adolescentes y jóvenes reales transitando el diseño curricular, no
je es una clave para la inclusión. Una investigación desarrollada por Graciela en estudiantes que se debían adaptar a un recorrido sin vinculación con sus in-
Krichesky (2014) en escuelas públicas de barrios populares de la Provincia de tereses, con sus modos de relación con el saber. Asegurar una base común de
Buenos Aires da cuenta de los modos particulares en que se producen las in- saberes y experiencias educativas de calidad y comunes a todos los jóvenes y
teracciones y la participación de los estudiantes en el aula a partir del tipo de atender a las trayectorias escolares de cada uno de los estudiantes, era uno de
los objetivos al poner en discusión el diseño curricular.
actividades, consignas y tareas que la escuela y el docente les proponen. La au-
Partiendo del reconocimiento de las trayectorias reales de los adolescentes y
tora, siguiendo las conceptualizaciones de Booth y Ainscow (2000), señala que
jóvenes y de su inclusión, se comenzó a trabajar sobre recorridos o trayectos
“la preocupación de los docentes por asumir la responsabilidad de que todos
pedagógicos en los que el aprendizaje se propiciara en tiempos más extendidos
los estudiantes aprendan, por comprobar el progreso de todo el alumnado, por replanteando un nuevo sentido para su abordaje, atendiendo así, a los diversos
prestar atención a todos los alumnos de forma equitativa –independientemente ritmos de aprendizaje.
del género, el origen social y cultural o de las características individuales– por
Transformar la acción en el aula, adecuar la propuesta de enseñanza a las
tratar a todos los estudiantes de manera justa, por incorporar en su enseñanza
exigencias de la época, de nuestros jóvenes supone revisar las estrategias y los
el punto de vista de los estudiantes y por tener como uno de sus objetivos que
recursos para enseñar. Los aportes realizados en el marco del Proyecto Zero87
los estudiantes sean lo más independientes posible en su apoyo directo” y enfa-
han demostrado que el acceso a recursos materiales y simbólicos es una fuente
tiza que la inclusión no se remite al “estar en el aula”, sino a las oportunidades
imprescindible de aprendizaje, pero, además, si partimos de las situaciones de
reales de participar en la vida del aula y la escuela, a que se abran posibilidades
desigualdad, pensar la inclusión como derecho exige que la escuela ponga a
de que todos los alumnos participen de forma activa en procesos de aprendizaje
disposición aquellos bienes culturales que los estudiantes no siempre tienen
significativos que respeten su diversidad.
disponibles en sus casas y en su vida fuera de la escuela.
Elsie Rockwell (1995) ha desarrollado, en varios de sus trabajos, que la for-
La Escuela Técnica de Quilmes explora este camino buscando y ampliando
ma de participación de los alumnos durante sus clases supone “la capacidad de
estrategias e incluyendo recursos:
seguir la lógica de la interacción y de entender qué quiere el docente en cada
momento, es decir, de reconstruir las reglas de la interacción”.
En ese sentido, el desafío es analizar los modos en que se concreta la inclusión
efectiva en el espacio cotidiano de las aulas, cómo los modos de enseñanza favo- 87 Por ejemplo, el concepto de inteligencia repartida que desarrolla David Perkins en su libro La escuela
recen que aquellos estudiantes de los sectores que nunca antes estuvieron en la inteligente, Barcelona, Gedisa, 2001.
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La introducción de material audiovisual, la utilización de nuevas tecnologías han las diferencias de intereses, capacidades, condiciones iniciales de los sujetos.
resultado muy buenos disparadores e instrumentos muy valiosos para las clases, Tampoco la ha tenido con la diversidad de abordajes de los objetos de conoci-
el acceso a tecnologías como las netbooks de Conectar Igualdad, los cañones, el miento, todas las disciplinas se rigen por criterios uniformes de evaluación con
archivo fílmico, junto con el material impreso (libros, libros de texto, colecciones,
una escala numérica única y con un piso de aprobación definido en términos
etc.). También son generadoras de mucho interés las salidas educativas: en su
numéricos y comunes para todos los casos.
antes, durante y después.
Para cerrar este circuito de exclusión la definición de promoción de un año
Entre las estrategias privilegiadas de enseñanza, la escuela ha trabajado las
jornadas especiales de medio día o día completo sobre algún tema específico, a otro se basa en que quien no logra la aprobación de una cantidad de ma-
por ejemplo, Golpe de Estado, con invitados especiales en entrevistas públicas terias (dos o tres según la normativa) debe volver a cursar todas, aun las ya
(economista de UNQ sobre Fondos Buitres; Pablo Díaz por el 24 de marzo, entre aprobadas, es decir, las ya aprendidas. Los instrumentos de evaluación han
otros). Resultan muy productivos los proyectos interdisciplinarios combinados y acompañado estas concepciones convirtiéndose en pruebas que el profesor
en distintos espacios, los espacios de arte. Parte de la carga horaria de la tarde obtiene con la ilusión de comprobar el aprendizaje de los alumnos y de las que
contempla los espacios de convivencia, donde se reflexiona sobre lo vincular, sólo emite como valoración un número o alguna sintética expresión, que muy
la discriminación, la violencia de género, tanto en su dimensión más amplia
rara vez se convierte en un aporte para que el alumno identifique su dificultad,
(normas, leyes, etc.) como en el cotidiano escolar (uso de armarios, elección de
su logro, la necesidad de revisar lo que hizo.
escoltas y abanderados).
Es por eso que es necesario abordar la evaluación desde una perspectiva
Así vemos cómo recursos tales como el cine, la literatura, las salidas a lu- integral que reconozca el ineludible vínculo entre evaluación y enseñanza, y que
gares que las familias y los chicos habitualmente no visitan, la presencia en se la piense como un momento y al servicio de la mejora de la enseñanza y del
la escuela de referentes de diversos campos del conocimiento o de temas de aprendizaje.
interés general se convierten, al decir de Graciela Montes, en “grandes ocasio- Uno de los aspectos por considerar es la dimensión ética de la evaluación y
nes”88 que la escuela pone a disposición de los estudiantes para enriquecer sus sus consecuencias sociales y personales. El sujeto se constituye como tal a par-
conocimientos, su experiencia de vida, abren puertas a temas o lenguajes que, tir de la mirada de los otros. El sujeto, y sobre todo en espacios de formación,
si no fuera en la escuela, probablemente no tendrían oportunidad de conocer. está fuertemente condicionado por las valoraciones que los otros hagan de él.
• ¿Es posible que la evaluación sea un instrumento para garantizar apren- Miradas de aprobación o de desaprobación por parte de los docentes habilitan
dizajes de calidad y no de sanción y exclusión? o clausuran mucho de lo porvenir. Por ejemplo, la determinación de vocaciones,
intereses y gustos, saber que uno es bueno para algo o bueno para nada son
La evaluación ha sido tradicionalmente una herramienta privilegiada para
imágenes que se construyen a partir de la mirada de los otros. En la escuela, los
la exclusión; la reprobación, la repitencia, las notas bajas, la comparación con
docentes, los compañeros y las familias construyen estas imágenes a partir de
los otros que sí pueden van conformando en los sujetos que las padecen una
la evaluación: “No sos/soy bueno para la matemática”, “sólo te/me va bien en
imagen de imposibilidad, impotencia, sanción, que, lejos de favorecer el apren-
educación física”, “mejor me busco un trabajo, no me da para estudiar” son fra-
dizaje o la mejora, condena, sanciona, expulsa.
ses que aparecen vinculadas a los resultados de las evaluaciones. El concepto
Al mirar casi exclusivamente el resultado y los logros finales, la evaluación
de profecía autocumplida nos permite comprender cómo las valoraciones esco-
no considera que aquellos que no tienen las mismas condiciones en el punto de
lares se convierten en autovaloraciones de los sujetos y cómo esto incide en las
partida, ante el mismo esfuerzo, ante la misma dedicación están lejos de alcan-
decisiones futuras. Para la evaluación es necesario asumir estas consecuencias
zar el mismo punto de llegada. Poca consideración ha tenido la escuela sobre
y saber que, de esa valoración, de ese simple acto de poner una nota, de un
desaprobado, se derivan consecuencias a futuro de diverso orden.
88 Graciela Montes, en una conferencia denominada “La gran ocasión”, desarrolla la figura del maestro y
“Aunque la finalidad de la enseñanza es que los alumnos aprendan, la diná-
la escuela como repartidores de ocasiones. Ocasiones para la literatura, pero también para la historia,
las matemáticas, la convivencia con otros, el arte, el deporte, el aprendizaje. mica de las instituciones hace que la evaluación se convierta en una estrategia
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para que los alumnos aprueben”, afirma Miguel Ángel Santos Guerra (1999), y directivo, etcétera, quienes conjuntamente toman las decisiones sobre la pro-
ese es uno de los grandes riesgos de nuestras prácticas evaluativas. Y enton- moción y los trayectos que los estudiantes continuarán cursando.
ces, si se trata de aprobar más que de aprender, estamos seguros de que el Evaluar colegiadamente y en contexto supone la necesidad de construir cri-
desaprobar es necesariamente no aprender. “La hora de la verdad es la de los terios institucionales compartidos, conocidos, explícitos, visibles y legibles89
exámenes, la hora de la verdad es la de los resultados”, continúa el autor para para que docentes, estudiantes y familias tengan acceso a saber qué se espera
señalar las paradojas de la evaluación. que aprendan y cuándo se considera que han alcanzado esos aprendizajes y
En el diseño curricular de la Provincia del Chubut, el tema de la evaluación fue qué les falta por saber. Estos criterios no tienen que ser uniformes, ya que de-
uno de los puntos sometidos a debate. Sobre todo pensando en una propuesta ben respetar las particularidades de las áreas de conocimiento y la singularidad
ciclada de enseñanza que requirió pensar en la evaluación del alumno más allá y situación de los sujetos por evaluar.
de una materia o de un curso, y situarla como una decisión y responsabilidad Esto implica entender la evaluación como responsabilidad institucional y
institucional conjunta de todos los profesores que comparten la enseñanza del revisar las concepciones que se centran en la evaluación únicamente de resul-
ciclo. Señala Saida Paredes: tados. Los resultados adquieren en este caso otra dimensión, son evidencias de
lo que falta por hacer, son datos para la institución, para la enseñanza y para
Más allá de modalidades y peculiaridades que puedan definirse en las distintas
la toma de decisiones y no sólo una sanción individual para el estudiante. Esto
instituciones, evaluar en el contexto siempre convoca a la articulación entre los
distintos docentes y también involucra a otros actores institucionales, tales como posibilita también interpelar la representación de que los métodos justos en
directivos y coordinadores de área, por ejemplo. evaluación son aquellos que garantizan medir a todo y a todos con la misma
Este tipo de prácticas promueve, además, procesos de apropiación para hacer de vara.
la evaluación algo que ocurre en las escuelas, como parte de su función habitual Pero esta tarea requiere también la revisión metodológica; es decir que, si
y permite a todos conocer qué sucede con los aprendizajes en las aulas. queremos que la evaluación aporte información valiosa sobre puntos de parti-
En el proyecto de las Escuelas Secundarias dependientes de Universidades da, procesos y logros, es necesario revisar los instrumentos con que evaluamos
Nacionales, también se sometieron a revisión los modos de evaluar, partiendo y el modo en que emitimos los juicios de valor sobre sus resultados. Evaluar a
de que la concepción pedagógica de la repitencia refuerza la idea de que la mera través de una variedad de producciones de diversa índole que puedan informar
exposición a los contenidos permite mejores aprendizajes. En este marco, la sobre el proceso personal y grupal seguido por el alumno y por el grupo puede
evaluación de los aprendizajes se propuso como una instancia de información ser una de las claves.
para definir y redefinir los recorridos de cursada de los estudiantes, diseñando Por último, se hace necesario detenerse a pensar los modos de devolución
los espacios de acompañamiento de las trayectorias de cada estudiante. Señala de las evaluaciones. Una devolución que supere el simple número en la escala
la directora que: numérica y se convierta en un verdadero momento de encuentro y diálogo entre
docente y alumno en el que se produzca y comparta información acerca de los
Al cierre de cada período, cada estudiante recibe una calificación para cada mate- procesos y resultados de los aprendizajes, y se revisen las formas de enseñanza.
ria, pero estas son definidas a partir del análisis conjunto de todos los docentes.
Por eso, y para cerrar este recorrido, sostenemos que evaluar los aprendiza-
Esta instancia de evaluación colegiada se realiza periódicamente y da cuenta del
jes remite directamente a la necesidad de evaluar la enseñanza y nos involucra,
estado de avance de los estudiantes y a partir de ella se propone un trabajo de
profundización o el trabajo de tutoría que acompañe a cada estudiante en las nos interpela, nos obliga a reflexionar y repensar la tarea desplegada en el aula
áreas o contenidos en los que presente dificultades. y en las instituciones. La evaluación, tomada desde esta perspectiva, es, de al-

Así, la evaluación se sostiene como una práctica colegiada de la cual forman 89 Tomamos aquí las categorías desarrolladas por Richard Sennet (1982), quien señala que una autori-
parte todos los diversos docentes que tienen responsabilidades sobre cada dad democrática debe ser visible, esto es, clara acerca de lo que se puede y de lo que no se puede,
explícita acerca de sí misma, y confiable y legible, es decir, que pueda dar cuenta de las decisiones que
estudiante: profesores, tutores académicos, coordinadores de curso, equipo
toma, de los criterios que las fundamentan y hacerse cargo de sus consecuencias.
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gún modo, la que nos permite volver sobre las prácticas y analizar su distancia
con las intencionalidades para identificar los problemas y los pendientes. En
síntesis, agudizar la mirada sobre nuestra práctica cotidiana para que la inclu-
sión sea una realidad y no sólo una expresión de deseo.

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