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PROCEDIMIENTO : APLICACIÓN GENERAL.

MATERIA : Despido injustificado indebido, y cobro de prestaciones


laborales.
DEMANDANTE : FELIPE ARIEL PINCHEIRA PEREZ

CÉDULA DE IDENTIDAD : 18.319.577-8


DIRECCIÓN : Diagonal Vicuña Mackenna 2004 2108-A, RM.
ABOGADA PATROCINANTE 1 : MARÍA DE JESÚS AVILÉS MUÑOZ

CÉDULA DE IDENTIDAD : 17.829.256-0

DOMICILIO : Av. Providencia 2237, oficina 65, Providencia.


CORREO ELECTRÓNICO : juicioprotrabajador@gmail.com

ABOGADO PATROCINANTE 2 : MARIO ENRIQUE PEÑA VILLENA.

CÉDULA DE IDENTIDAD : 16.813.346-4

DOMICILIO : Av. Providencia 2237, oficina 65, Providencia.


CORREO ELECTRÓNICO : juicioprotrabajador@gmail.com

DEMANDADO : CENCOSUD S.A.


RUT : 93.834.000-5
DOMICILIO : Av. Kennedy #9001 P. 4 Las Condes, Santiago.

REPRESENTANTE LEGAL : Marcia Correa Madariaga


CÉDULA DE IDENTIDAD : 9.977.629-3
DOMICILIO : Av. Kennedy #9001 P. 4 Las Condes, Santiago.

EN LO PRINCIPAL: Interpone demanda en procedimiento de aplicación general por despido


injustificado, improcedente o carente de causal y cobro de prestaciones laborales; EN EL
PRIMER OTROSÍ: Acompaña documento; EN EL SEGUNDO OTROSÍ: Personería; EN EL
TERCER OTROSI: Patrocinio y poder. EN EL CUARTO OTROSI: forma especial de
notificación

SEÑOR JUEZ DE LETRAS DEL TRABAJO DE SANTIAGO

MARÍA DE JESÚS AVILÉS MUÑOZ, abogada, cédula nacional de identidad número


17.829.256-0 y MARIO ENRIQUE PEÑA VILLENA, abogado, cédula nacional de identidad
número 16.813.346-4, ambos con domicilio en Avenida Providencia número 2237, oficina 65,
Providencia, Región Metropolitana; en representación, según se acredita en el tercer otrosí de
esta presentación, de don FELIPE ARIEL PINCHEIRA PEREZ, chileno, soltero, estudiante,
cédula nacional de identidad número 18.319.577-8, domiciliado en Diagonal Vicuña Mackenna
2004 2018-A , Región Metropolitana, a S.S., respetuosamente decimos:

Que venimos en interponer demanda por despido injustificado, improcedente y cobro


de prestaciones laborales en contra de CENCOSUD S.A. RUT 93.834.000-5, representada
legalmente por doña Marcia Correa Madariaga cédula nacional de identidad número

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9.977.629-3 desconozco profesión u oficio, con domicilio en Av. Kennedy #9001 P.4 Las
Condes, Santiago, por los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho que pasamos a
exponer:

I) REQUISITOS PROCESALES

1.- COMPETENCIA: Conforme al artículo 420 letras a) y g) del Código del Trabajo y,
tomando en consideración que el presente libelo precisamente se enmarca en la norma
precitada, dada las acciones que interpongo, el Tribunal de US., es plenamente competente
en razón de la materia para conocer de ella. Asimismo, conforme a lo previsto en el artículo
423 del citado Código, y dado que el domicilio del empleador y lugar donde se prestaron los
servicios se ubican en la comuna de las Condes, el Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago
es competente territorialmente para conocer de la presente causa.

2.- CADUCIDAD: Que mi representado fue desvinculado con fecha 31 de enero de 2023, por
lo que, de acuerdo con lo señalado por el Art. 168 del Código del Trabajo, la acción no se
encuentra caduca.

3.- PROCEDIMIENTO: En conformidad a lo dispuesto en el artículo 446 y siguientes del


Código del Trabajo, es aplicable a esta causa el procedimiento general, pues se trata de una
demanda que pretende que SS declare que el despido de que fue víctima nuestro
representado es injustificado, indebido o improcedente, y, además que SS ordene el pago de
las indemnizaciones establecidas en el inciso cuarto del artículo 162 y del inciso primero del
artículo 163, aumentada conforme lo establece el artículo 168, y las prestaciones que se
detallan más adelante las que exceden con creces los diez ingresos mínimos remuneraciones,
por lo que es pertinente el procedimiento de aplicación general.

4.-ADMISIBILIDAD: La presente demanda resulta plenamente admisible, en atención a que


su interposición ha sido dentro del término legal, como asimismo se ha dado cumplimiento a
las formalidades del artículo 446 del Código del Trabajo, sin perjuicio de que se acompañan a
ella los antecedentes fundantes de rigor.

II) RELACIÓN CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS

A. Antecedentes de la relación laboral:

1.-Que, nuestro representado comenzó a prestar servicios para la parte demandada el día 1
de abril de 2020, según contrato de trabajo que se adjunta en un otrosí de esta presentación.
2.-Con respecto a las labores objeto del contrato, en el artículo 1° del contrato se señala:
El trabajador se compromete a efectuar el siguiente trabajo: PROCESS AUTOMATION
ANALYST, en las oficinas de la Compañía ubicadas en la ciudad de Santiago.
3.-En cuanto a la jornada laboral, en el ARTICULO 2° del contrato, se señala que el
trabajador es contratado conforme a lo dispuesto en el artículo 22 inciso segundo del Código

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del Trabajo, por tanto, queda excluido de toda limitación de jornada de trabajo.
4.- En cuanto a la remuneración: el empleador se compromete a remunerar al trabajador
con la suma de $1.430.150 como sueldo base fijo mensual.
Además, se señala que el trabajador tendrá derecho a percibir de la Compañía, por cada mes
efectivamente trabajado, una asignación mensual de movilización de $61.765.
Respecto a la gratificación legal, las partes acuerdan que la Compañía pagará la gratificación
legal anual a que tenga derecho, de acuerdo con el sistema que regula el artículo 50 del
Código del Trabajo (DFL N°1) del año 1994, gratificación a la que se conviene otorgar el
carácter de garantizada.
En abono o pago de la obligación indicada en el párrafo anterior, la compañía pagará
mensualmente el equivalente a 4.75 ingresos mínimos mensuales, esta se paga en forma
anticipada, en la proporción de 1/12 avo de los 4.75 ingresos mínimos mensuales, con lo que
soluciona la obligación que consagra el artículo 50 del Código del Trabajo (DFL N°1). Esta
situación se liquidará y pagará mensualmente, en las mismas condiciones y oportunidades en
que se solucionen las remuneraciones que perciba el trabajador.
Siendo el monto de su remuneración mensual: $1.714.403
5.- En cuanto a estructura empresarial nuestro representado dependía directamente de su
supervisor, Francisco Caro Medel.

III.- ANTECEDENTES DEL TÉRMINO DE LA RELACIÓN LABORAL.

Es del caso señalar que, nuestro representado ingresó a trabajar en la empresa en el año 2020,
siempre tuvo buen desempeño, en el año 2020 comienza a nivel mundial la pandemia
provocada por el virus COVID-19, producto de las restricciones sanitarias y las cuarentenas se
cambió la modalidad de trabajo pasando de la presencialidad al teletrabajo, lo cual trajo un
aumento en la carga laboral de todos los trabajadores, incluido don Felipe, que se veía
agobiado por la falta de tiempo, inclusive llegando a trabajar en las noches los fines de semana,
prácticamente no lograba desconectarse de su trabajo, generando mucho estrés.

El día 31 de enero de 2023 mientras se desempeñaba en sus labores propias de su cargo,


alrededor de las 17:00, su jefe le solicitó un momento, en la cual se encontraba Francisco, la
jefa de Francisco y una empleada encargada del área de recursos humanos, en la cual le
hicieron saber a nuestro representado que han decidido prescindir de sus servicios,
desvinculándolo de la empresa a contar de ese mismo día, sin ninguna anticipación al respecto,
producto del cual, esto generó mucho impacto en nuestro representado, en la cual llegó a
sentirse humillado por esta situación, en la que tuvo él mismo que comentarle su
desvinculación a las demás personas del equipo, inclusive ni siquiera pudo escribir un correo a
modo de despedida ya que en cualquier momento le iban a desactivar los accesos a las diversas
plataformas que utilizaba en su día a día.

Respecto a la causal invocada en dicha carta se señala, que es la establecida en el inciso


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primero del artículo 161 Código del Trabajo, esto es, “Necesidades de la Empresa”. Se
fundamenta la causal invocada, en el que “ la Empresa Cencosud S.A. de acuerdo con el
mercado y maximización de recursos monetarios, lo que se fundamenta en los últimos
resultados, está desarrollando un
proceso de reestructuración en el departamento de Diseño de Procesos – Chile”; “atendido la
disminución y racionalización de la dotación”; a la cual pertenece nuestro representado, y que,
por tanto, prescindirían de sus servicios. A continuación, se adjunta copia de dicha carta.

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IV) ANTECEDENTES DEL DESPIDO Y DE LA CAUSAL INVOCADA
Respecto a los motivos indicados por el demandado es necesario realizar algunas
consideraciones:
1.-Don Felipe ingresó el año 2020 en el cargo de ANALISTA FUNCIONAL CPA, perteneciente al
departamento de Diseños y procesos – Chile, sus funciones eran de analista en la cual
trabajaba junto con desarrolladores, en el cual estos últimos programaban software y los
programas de trabajo de Cencosud, Felipe estaba en estos dos equipos, de tal modo que mi
representado “levantaba” los procesos de los equipos del negocio, diseñaba un proceso, en la
cual se lo entregaba a un desarrollador para que lo desarrollara y don Felipe le hacía el
seguimiento de lo desarrollado, para por último, ver las pruebas del software.
De igual forma participaba de otros proyectos como un proyecto de levantamiento de procesos
a nivel de toda la compañía Cencosud, donde don Felipe junto con el equipo iban a las distintas
unidades de negocio y levantaban los procesos que se encontraban, con el objetivo de analizar
cuales sistemas eran candidatos de automatizar o candidato a centralizar.
2.- Siempre tuvo buen desempeño en dicho cargo, por lo que el despido no se debe a que su
empleador pudiese criticar el desempeño laboral de don Felipe, lo cual se probará en la etapa
procesal correspondiente.
3.- En la carta de aviso se habla de REESTRUCTURACIÓN, pero al momento de saber de su
desvinculación con la empresa, se entera de otros trabajadores, en el cual le comentan que la
empresa había ofertado en páginas de internet hace dos días atrás, una oferta laboral con un
perfil igual al de don Felipe, a saber, el mismo cargo de mi representado, mismas
características, mismos conocimientos.

Cuestionamiento formal de los hechos invocados en la carta de despido.


Inexistencia de hechos sustanciales, concretos y determinados

En el caso concreto, la carta de despido no alcanza el estándar de densidad fáctica necesario


para satisfacer la exigencia del artículo 454 N°1 inciso 2° del Código del Trabajo. En otras
palabras, la redacción de la carta sencillamente recubre de retórica su ausencia de sustancia,
porque carece de correlato empírico por ser vaga, inespecífica y genérica.

En primer lugar, la carta de despido abunda en expresiones grandilocuentes , se alude


a que de acuerdo con el mercado y maximización de recursos monetarios, lo que se
fundamenta en los últimos resultados, está desarrollando un proceso de
reestructuración en el departamento de Diseño de Procesos - Chile , entonces cabe
preguntarse si la empresa llegó a ejercer el despido, que es la última ratio en materia
laboral, ello supone que tuvo la certeza empírica del mal funcionamiento del área de
departamento de diseño de procesos, no explica en qué consisten tanto la
maximización de recurso monetarios como tampoco la reestructuración del
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departamento, tampoco explica de qué manera el cargo o la eliminación del cargo de
mi representado contribuirá a aumentar la eficiencia, mejorará la competitividad o
agilizará la toma de decisiones y ayudará a crecer la empresa. Nada se dice cuánto
tiempo se proyectaba para su puesta en marcha y si el trabajador o los trabajadores
tenían conocimiento de esta reestructuración o reorganización de la empresa. En
definitiva, no es posible entender la reestructuración que indican, ni cómo el despido
de don Felipe mejora la competitividad de la Empresa por la sencilla razón de que no
aportan cálculo numérico o porcentual alguno al respecto, solo se limita a retórica
altisonante como se indicó anteriormente. Entonces, se le despidió sin tener la certeza
del efecto de este despido o bien la carta no contiene hechos concretos, que
fundamenten dicha decisión.

Por lo que esta parte controvierte expresamente los hechos invocados en la carta, por lo que
será carga de la contraria acreditarlos.

De esta manera, es claro S.S. que el despido se produjo no por situación objetiva que afecta a
la Empresa, sino por simple arbitrio del Empleador y/o por capricho de este, puesto que se
da después de dos días en que hay una publicación en un portal de empleos en el
cual se oferta el mismo cargo de mi representado, mismas características, mismos
conocimientos.
La necesidad a la que alude el legislador en dicha causal, tiene que ser grave o de
envergadura, por lo que debe tratarse de una situación de tal amplitud que ponga en peligro
la subsistencia de la empresa y no meramente una rebaja en sus ganancias y permanente,
entonces, si es transitoria o puede recurrirse a otros medios o medidas que permitan alcanzar
el mismo objetivo sin despedir trabajadores, no aplica la causal; y ha de haber relación de
causalidad entre las necesidades y el despido, porque es la situación de la empresa la que
hace necesaria la separación de uno o más trabajadores. (Gamonal, Sergio y Guidi Caterina,
Manual del contrato de trabajo, 4° edición revisada, Santiago, Chile, Thomson Reuters, 2015
(p.387-388). Del mismo modo, las necesidades de la empresa que explican el despido pueden
ser de índole económica y tecnológica, también una combinación de ambos factores,
entendidos de modo amplio, y siempre deben tener alguna gravedad; en tal sentido se ha
entendido que un pasajero mal estado económico es riesgo del empresario y no configura la
causal, y que, entre las necesidades económicas o tecnológicas, por una parte, y el despido,
por la otra, debía mediar una relación de causalidad. (Thayer, William y Novoa, Patricio,
Manual de Derecho del Trabajo, Tomo IV, 5° edición actualizada, Santiago, Chile, Editorial
Jurídica, 2010, p. 47- 48)

V)- DEL APORTE AL AFC

1. Cabe hacer presente que en la carta de despido se señala que se le retendrán


$994.193.- correspondiente al aporte del empleador a su cuenta individual en la
sociedad administradora de fondos de cesantía de Chile S.A
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La Ley 19.728 de Seguro de Cesantía permite al empleador descontar de la indemnización por
años de servicio su aporte a la cuenta individual de cesantía del trabajador solamente cuando
el contrato de trabajo ha terminado por aplicación efectiva y ajustada a derecho de alguna de
las causales de despido contempladas en el artículo 161 del Código del Trabajo, esto es,
desahucio y necesidades de la empresa.

En específico respecto a la causal de necesidades de la empresa, este descuento se justifica en


el carácter objetivo, ajeno e irresistible de los hechos que fundan su –correcta- aplicación: al no
ser voluntad del empleador el despido podrá descontar su aporte al seguro de cesantía, en cuyo
caso el trabajador subsistirá durante su estado de desempleo, ajeno a las partes, con las
prestaciones de dicho seguro.

Sin embargo, en este caso, tal como se ha desarrollado en el apartado anterior, no ha


existido una correcta aplicación de la causal de necesidades de la empresa. En tal
caso, se evidencia que el despido no obedece realmente a hechos externos e irresistibles, sino
que se trata de la mera voluntad de la Empresa, por lo que no procede el descuento en
comento, pues el empleador se estaría beneficiando de su dolo: aplicar una causal de despido
errada para obtener este beneficio económico.

Esta doctrina ha sido consistente y copiosamente refrendada por la jurisprudencia reciente. En


efecto, la Excelentísima Corte Suprema mediante sentencia de unificación dictada el 8 de abril
de 2021 en causa rol de ingreso N° 122.154-2020, caratulada “Guerra Duhalde con Clínica
Universidad Católica del Maule”, ha señalado expresamente lo siguiente: “Que en tal entendido,
como ya ha sido dilucidado por esta Corte, si existe una sentencia que declara injustificado el
despido por necesidades de la empresa, el inciso segundo del artículo 13 de la ley 19.728
queda desprovisto de fundamento fáctico que lo haga aplicable, y por lo tanto no se solventa la
condición legal para que opere, desde que el despido resulta, en definitiva, carente de la
justificación que exige el artículo 13 ya mencionado. Comprender dicha norma de modo
diverso, implicaría un apoyo al actuar injustificado del empleador, constituyendo un incentivo
perverso para que éste, a fin de obtener el beneficio descrito, invoque una causal errada
validando un aprovechamiento del propio dolo o torpeza, por cuanto significaría que un despido
indebido, en razón de una causal impropia, produciría efectos que benefician a quien lo
practica, a pesar de que la sentencia declare la causal improcedente e injustificada.”

Cabe señalar que al momento de firmar el finiquito nuestro representado dejó con su puño y
letra constancia que se hacía reserva expresa de derechos, esto tiene especial relevancia,

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ya que si bien es cierto se le señalaron las razones, hechos o conductas que argumentó su ex
empleador para su despido, y en específico aquello que señala el 161° el artículo del  Código del
Trabajo, señalando la causal del despido y los argumentos del mismo, lo que se espera en este
juicio es determinar, si dicha justificación del empleador para el despido se ajusta o no a
derecho.
Nuestro representado firmó indicando lo siguiente: “Me reservo el derecho a demandar por
despido injustificado, nulidad del despido, cobro de remuneraciones y prestaciones que
correspondan con esta última declaración, tutela laboral de vulneración de derechos
fundamentales con ocasión del despido, diferencias en la base de cálculo del finiquito, bono de
colación, cobro de remuneraciones o parte de ellas, cobro de cotizaciones previsionales de
salud y de seguridad social, cobro de prestaciones laborales, semana corrida si fuere
procedente, otras, indemnización por años de servicio, recargo de ésta última por aplicación
indebida de las causales del artículo 160 y 161 del Código del Trabajo, feriado legal y
proporcional, asimismo el derecho a solicitar pago de bono mensual o anual, incentivos, horas
extras pendientes de pago, devolución de seguro de cesantía, daño moral y lucro cesante”.
El Código del Trabajo en el artículo 168 declara que “El trabajador cuyo contrato termine por
aplicación de una o más de las causales establecidas en los artículos 159, 160 y 161, y que
considere que dicha aplicación es injustificada, indebida o improcedente, o que no se haya
invocado ninguna causal legal, podrá recurrir al juzgado competente, dentro del plazo de
sesenta días hábiles, contado desde la separación, a fin de que este así lo declare”.

Esto significa, que a través de la comunicación del despido se pone en conocimiento del
trabajador el término de la relación laboral, ya sea con antelación o con posterioridad a la
efectiva separación de este de sus funciones (lo que podría suponer el pago de la
indemnización por aviso previo al trabajador); mientras que a través del finiquito este despido
se perfecciona, dejando una constancia fehaciente de la disolución del contrato y liberando a
las partes de las obligaciones contraídas con ocasión del vínculo laboral que los unió, esto a
menos, que se firme el finiquito con una reserva expresa de derechos, que como su nombre
indica, es la comunicación que realiza el trabajador que se reservará la posibilidad de acudir a
tribunales, por aquello que considera un despido injusto.

VI) DEL DAÑO MORAL


Una de las características que posee la relación laboral, la cual ha sido reconocida ampliamente,
es su estabilidad y continuidad, Con esto se da a entender el derecho que tiene el trabajador de
permanecer en su empleo, siempre que no haya una justa causa objetiva de terminación. El
sistema chileno ha impuesto la obligación de esgrimir argumentos que justifiquen el despido del
trabajador. En este caso, corresponde al empleador invocar una causa para terminar con la
relación laboral, debiendo acreditar su procedencia. Si no se expone la causa del despido no se
puede probar o no es suficiente para generar el despido, el empleador incurrirá en
responsabilidades, en estos casos, el Código del Trabajo ha establecido un régimen
indemnizatorio tarifado para aquellos casos de despido por necesidades de la empresa,
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establecimiento o servicio, o por desahucio y también para las hipótesis de despido
injustificado, en cuyo caso, se hacen aplicables ciertos recargos a la indemnización por años de
servicio considerando la gravedad de la causal invocada. Sin embargo, los despidos
injustificados y la invocación indebida de las causales de caducidad puede arrastrar perjuicios
extrapatrimoniales, los que deben ser resarcidos por el responsable de los mismos. En este
caso, se trata del daño moral experimentado por el trabajador a causa de imputaciones
deshonrosas que no poseen un motivo plausible, efectuadas por la entidad empleadora y que
provocan la inmediata cesación del contrato de trabajo, sin la posibilidad de que el dependiente
reciba indemnización alguna.
Para analizar la procedencia de este tipo de perjuicios es necesario precisar que el daño moral
ha sido entendido de diversas formas por la doctrina; sin embargo, por regla general, se alude
a los perjuicios generados en intereses que pertenecen a la persona misma, o a bienes que no
están en la categoría de patrimoniales.
El fundamento de esta indemnización radica principalmente en la consideración de la persona
en sí misma y no sólo en su ámbito patrimonial, es preciso entonces otorgarle una tutela que la
proteja íntegramente, tanto en su aspecto físico como en sus sentimientos y atributos de la
personalidad, sobre la base de estos planteamientos, la jurisprudencia chilena ha dado acogida
a la reparación del daño moral no sólo en materia extracontractual sino, también, en el ámbito
contractual, se ha entendido por éste todo perjuicio a la esfera íntima y personal que produce
secuelas en el patrimonio de la víctima, generalmente exteriorizadas en la pérdida de su trabajo
o, bien, en las posteriores y extraordinarias dificultades que el individuo debe sortear para
encontrar una nueva fuente de ingresos, se alude a las agresiones al honor y al desprestigio
profesional.
En el caso del daño moral producido por un despido en el cual se lesiona la reputación y crédito
del afectado, el perjuicio extra patrimonial se materializa en un cambio en la siquis, en un
disgusto y perturbación en el fuero interno del trabajador, y que no considera los menoscabos
económicos que dichas denuncias aparejan para otorgar las indemnizaciones correspondientes,
no es posible, sin embargo, desconocer que efectivamente el despido genera disminuciones
pecuniarias para el trabajador, el cual se ve privado de los ingresos periódicos que recibía en
razón de la prestación de sus servicios a la entidad empleadora, así también, las consecuencias
de un despido en que se han realizado acusaciones que pretenden imputar al empleado algún
tipo de conducta deshonrosa o falta a la probidad, implican graves repercusiones para su
credibilidad ante nuevos empleadores, debilitando la posibilidad de obtener una futura
contratación en otra empresa ambos tipos de perjuicios deben ser resarcidos por los
responsables.

En el caso de nuestro representado, este daño se ve incrementado en primer lugar en la forma


que se produce el despido, puesto que se realizó de forma intempestiva, en la cual le informan
de su despido casi al finalizar su jornada ordinaria de trabajo, en donde le entregan una carta
de despido, sin entender el porqué de esta situación y que ahora debía despedirse de sus
compañeros antes que le cerraran todos los accesos para siempre.
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En segundo lugar, es menester señalar que don Felipe nunca tuvo problemas disciplinarios
dentro de su trabajo, en el cual, él junto con su equipo de trabajo, se abocaban netamente al
trabajo, sin tener algún rendimiento bajo en lo que respecta a lo laboral, esto llevado a que le
gustaba donde estaba trabajando, donde podía desempeñarse gratamente y realizar lo que le
apasionaba, por tanto, tenía altas expectativas tanto de crecimiento económico como en su
proyección laboral en dicha empresa, pues llegado el momento y don Felipe sabiendo del buen
desempeño que tenía en su trabajo, iba a tener la posibilidad de ascender y mejorar sus
condiciones laborales, todo lo cual se ve truncado por este despido injustificado y que no se
ajusta a la normativa laboral, produciendo un gran daño moral y un eventual lucro cesante.

VII) Bono por rendimiento anual 2022. Como parte del proceso de Gestión de Desempeño
de las Empresas del grupo Cencosud, en la cual este modelo se enfoca en una visión
negocio/compañía, en que considera las siguientes variables: Factor de resultado de negocio
(FRN) correspondiente a un 85% en el que considera el cumplimiento de las variables de la
unidad de negocio para el cual trabaja cada persona y un 15% a una evaluación de desempeño
laboral en la cual el cumplimiento de esta variable, corresponde a la evaluación realizada por el
supervisor directo con un tope máximo de 120% en la que depende la evaluación del
desempeño individual.

A don Felipe le correspondería este bono por rendimiento anual 2022, sin perjuicio de que es
un bono que se devengue por rendimiento anual, este también se puede devengar de forma
mensual, ya que la empresa o grupo CENCOSUD han realizado el pago de este bono anual, de
manera fraccionada, llegando incluso a pagar a trabajadores que no cumplen el año de trabajo,
a mayor abundamiento, a don Felipe se le devengó el pago de este bono anual de manera
fraccionada en diciembre de 2020, no habiendo cumplido el año de prestaciones laborales,
como consta en esta demanda en el que entró a desempeñar sus funciones el 1 de abril de
2020, consecuentemente así consta en la liquidación respectiva del mes de diciembre de 2020,
ítem “bono desempeño”, correspondiente a ese momento, la suma de $985.567. Ahora bien, a
don Felipe le incumbe a efectos de bono por rendimiento anual 2022, correspondiente a una
remuneración mensual, esto es $1.714.403. A mayor abundamiento, las reglas que regulan este
bono deben ser interpretadas conforme al principio indubio pro-operario, ya que según la
doctrina cuando hay varias interpretaciones posibles, se debe optar por la más favorable al
trabajador.

VIII) DEL COBRO DE PRESTACIONES LABORALES

El artículo 168 del código del trabajo establece que, en caso de que el trabajador estime que
la aplicación de alguna de las causales del artículo 160 del cuerpo ya citado, podrá recurrir al
juzgado competente a fin de reclamar las siguientes prestaciones:

1. La indemnización total por años de servicio y el recargo de un 30% por


aplicación indebida de las causales del artículo 160, establecido en el artículo 168 que
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corresponde al trabajador por 3 años más el 30% de aquello,
Monto de su remuneración mensual $1.714.403
Indemnización por 3 años de servicios $5.143.209
Recargo del 30%** $1.542.963**

**Esto es lo que se adeuda lo cual corresponde SOLO al recargo, no se incluyen


los otros valores que ya fueron pagados

2. Devolución de lo descontado para el pago de la AFC por mal aplicación de la causal


$994.193.

3. Bono por rendimiento anual 2022. Se considera para este apartado, la suma de
$1.714.403.

4. DAÑO MORAL: Se estima en este ítem la cantidad de $3.000.000.-

5. En subsidio, que la demandada sea condenada a pagar la mayor o menor suma que
S.S., determine conforme al mérito del proceso.

6. Todas las sumas adeudadas sean pagadas con recargos, reajustes e intereses de
acuerdo a lo ordenado en los artículos 63 y 173 del Código del trabajo.

7. Que se condene a la demanda a pagar las costas que en este juicio puedan
devengarse.

IX. CONSIDERACIONES DE DERECHO

En cuanto al despido indebido e injustificado:

La segunda parte del artículo 168 del Código del Trabajo señala que una vez que el juez declare
injustificado, indebido o improcedente el despido, ordenará el pago de la indemnización a que
se refiere el inciso cuarto del artículo 162 del mismo Código, esto es, la sustitutiva del aviso
previo, y además será obligado a pagar la indemnización del inciso segundo del artículo 163,
esto es, la indemnización por años de servicio, aumentada esta última, con el respectivo
recargo por aplicación indebida de la causal.

El artículo 454 N°1 inciso 2° del Código del Trabajo invierte la carga de la prueba en los juicios
de despido, disponiendo que “en los juicios sobre despido corresponderá en primer lugar al
demandado la rendición de la prueba, debiendo acreditar la veracidad de los hechos imputados
en las comunicaciones a que se refieren los incisos primero y cuarto del artículo 162, sin que
pueda alegar en el juicio hechos distintos como justificativos del despido”.

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Ello no puede ser de otro modo, dado que una manifestación del derecho a un real y justo
procedimiento se traduce, en el caso concreto –trabajador desvinculado por la decisión
unilateral del empleador -, en que se proporcione de manera eficaz todos los antecedentes que
motivaron el despido para poder preparar la defensa y convencer al juzgador de que la causal
esgrimida es injustificada. Dicha oportunidad no puede ser otra que la carta de despido misma.

Esta doctrina ha sido consistente y copiosamente refrendada por la jurisprudencia reciente. En


efecto, la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago mediante sentencia de unificación
dictada el 7 de octubre de 2013 en causa rol de ingreso N° 957-2013, caratulada “San Martín
con BAT Chile”, ha señalado expresamente lo siguiente: “Cuarto: Que, en efecto, una simple
lectura de la carta aviso remitida al demandante, evidencia un flagrante incumplimiento de la
obligación que pesa sobre el empleador, en cuanto a describir pormenorizadamente la
ocurrencia fáctica del evento que motiva la decisión de dar término al contrato de trabajo,
contrariando abiertamente lo dispuesto en el artículo 162 inciso 1° del Código del Trabajo. La
redacción de esa misiva está lejos de fijar un hecho, esto es un evento que acaece en la
realidad, que puede ser captado por medio del conocimiento sensible”, y que trasunta una
dimensión tempo–espacial con determinación de personas y conductas, ya que se desconoce
cuándo ocurrió, dónde, en qué circunstancias, y sobre todo cuál es la intervención concreta que
habría tenido el actor en esa situación. Por otro lado, como también lo subraya apunta al
sentenciador, no se advierte en ese párrafo un reproche disciplinario, pues no se indica cual es
la conducta concreta que desencadena la falta de probidad. Quinto: En consecuencia, si del
texto de la mentada carta que ocasionó la demanda del actor no se puede advertir la
descripción fáctica que le da sustento a la causal de despido invocada por la demandada, no
cabe sino concluir que el juez a quo procedió correctamente al omitir recibir a prueba la causa,
ya que actuó dentro de la órbita de sus facultades, que le concede el artículo 453 N° 1, pues el
magistrado estaba impedido de fijar un hecho susceptible de ser probado en esas condiciones,
sobre todo si esa descripción es tan vaga, incompleta e imprecisa, la que incluso podía sufrir
alteraciones en su desarrollo, en el curso de la audiencia, contraviniendo con ello lo previsto en
el artículo 454 N° 1 del citado código”.

La ley no ha definido el concepto de necesidades de la empresa, por lo que la doctrina y la


jurisprudencia han delimitado la aplicación de dicha causal de despido. Los requisitos que han
identificado, casi unánimemente, para que los hechos invocados en la carta de despido
configuren la causal en comento son que ellos deben ser: a) objetivos; b) actuales; c) ajenos a
las partes; d) irresistibles; e) permanentes y f) deben conducir causalmente al despido y g)
inexistencia de otras medidas menos gravosas que el despido para paliar la situación y h) la
situación de necesidades de la empresa debe ser de magnitud considerable.

El alto estándar exigido por la jurisprudencia y la doctrina no es arbitrario, obedece a la


necesidad de dotar de un contorno jurídico determinado a la causal en comento que la distinga
claramente de la mera voluntad de la Empresa. De lo que se trata es de que la situación
externa debe ser de tal naturaleza y de tal magnitud que se impone por sobre las partes y
conduce como única respuesta posible a la necesidad de prescindir de una gran cantidad de
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trabajadores.

Esta doctrina ha sido consistente y copiosamente refrendada por la jurisprudencia reciente. En


efecto, la Excelentísima Corte Suprema mediante sentencia de unificación dictada el 20 de
marzo de 2019 en causa rol de ingreso N° 1073-2018, caratulada “Guerra con Inmobiliaria
Hipocampus”, ha señalado expresamente lo siguiente: “Asimismo, que debe tratarse de una
situación objetiva que afecta a la empresa establecimiento o servicio, por ende, no puede
invocarse por simple arbitrio del empleador o por capricho, caso en el que operaría como un
mero despido libre o desahucio; la necesidad tiene que ser grave o de envergadura, por lo que
debe tratarse de una situación de tal amplitud que ponga en peligro la subsistencia de la
empresa y no meramente una rebaja en sus ganancias, y permanente, entonces, si es
transitoria o puede recurrirse a otros medios o medidas que permitan alcanzar el mismo
objetivo sin despedir trabajadores, no aplica la causal; y ha de haber relación de causalidad
entre las necesidades y el despido, porque es la situación de la empresa la que hace necesaria
la separación de uno o más trabajadores.”

POR TANTO, en mérito de los argumentos de hecho y fundamentos de derecho


expuestos anteriormente, y demás normas legales pertinentes y aplicables en la especie;

SOLICITAMOS A S.S., se sirva tener por interpuesta demanda por despido


injustificado , improcedente o carente de causal y cobro de prestaciones laborales en contra
de CENCOSUD S.A. RUT 93.834.000-5, representada legalmente por doña Marcia Correa
Madariaga, Cédula Nacional de Identidad N° 9.977.629-3, desconozco profesión u oficio, con
domicilio en Av. Kennedy #9001 P. 4 Las Condes, Santiago, acogerla íntegramente, dando
lugar a las declaraciones formuladas, declarando que el despido fue indebido e injustificado,
y, en definitiva, condenar a la demandada al pago de las prestaciones y diferencias
demandadas por la vía del cobro de las prestaciones en razón de la siguiente exposición:
1. La indemnización total por años de servicio y el recargo de un 30% por
aplicación indebida de las causales del artículo 160, establecido en el artículo 168:
que corresponde al trabajador por 3 años más el 30% de aquello,
Monto de su remuneración mensual $1.714.403
Indemnización por 3 años de servicios $5.143.209
Recargo del 30%** $1.542.963**

**Esto es lo que se adeuda lo cual corresponde SOLO al recargo, no se incluyen


los otros valores que ya fueron pagados

2. Devolución de lo descontado para el pago de la AFC por mal aplicación de la causal


$994.193.

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3. Bono por rendimiento anual 2022. Se considera para este apartado, la suma de
$1.714.403.

4. DAÑO MORAL: Se estima en este ítem la cantidad de $3.000.000.-

5. Bono por rendimiento anual 2022: En este apartado, se estima la cantidad de


$1.714.403.-

6. En subsidio, que la demandada sea condenada a pagar la mayor o menor suma que
S.S., determine conforme al mérito del proceso.

7. Todas las sumas adeudadas sean pagadas con recargos, reajustes e intereses de
acuerdo con lo ordenado en los artículos 63 y 173 del Código del trabajo.

8. Que se condene a la demanda a pagar las costas que en este juicio puedan
devengarse.

PRIMER OTROSÍ: Solicitamos a S.S., se sirva tener por acompañados, con citación, los
siguientes documentos:

1. Contrato de trabajo a nombre de Felipe Ariel Pincheira Pérez.


2. Carta de aviso de despido.
3. Finiquito de contrato de trabajo
4. Liquidaciones de remuneraciones.
5. Mandato judicial con firma electrónica.
6. Pantallazo aviso de oferta laboral.
7. Testigos.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicitamos a S.S., se sirva tener presente que nuestra personería
para actuar en estos autos consta en mandato judicial con firma electrónica avanzada, que
debidamente acompañamos en el segundo otrosí de esta presentación.

TERCERO OTROSÍ: Solicitamos a S.S., se sirva tener presente que, en nuestra calidad de
abogados habilitados para el ejercicio de la profesión, venimos en asumir personalmente el
patrocinio y poder en estos autos, con todas las facultades de los incisos primero y segundo
del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil, las cuales damos por reproducidas una a
una, muy especialmente las facultades de transigir, avenir, conciliar y percibir.

CUARTO OTROSÍ: SOLICITO A S.S., se sirva tener presente que venimos en designar
como forma especial de notificación el correo electrónico juicioprotrabajador@gmail.com,
solicitando desde ya se proceda a notificar a dicho medio todas las resoluciones que se
generen en estos autos.

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