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Título: Las sanciones administrativas. Comentario de Mas Vélez, Carlos

Autor: Gusman, Alfredo S.
Publicado en: SJA 03/03/2023, 4 -
Cita: TR LALEY AR/DOC/268/2023
Las sanciones administrativas
Autor: Alfredo S. Gusman
Editorial: Ad Hoc, 2022, 255 ps.
Para comenzar cabe destacar que el autor cuenta con una extensa y prolífera actividad académica y
profesional, es doctor en Derecho, así como profesor regular adjunto en la Universidad de Buenos Aires, donde
también dicta cursos de posgrado. Asimismo, ha producido y escrito numerosos trabajos y libros en las materias
a las que se dedica, al derecho constitucional, administrativo y a diversos temas vinculados al funcionamiento
del sistema de justicia.
En relación con la obra, en primer lugar, cabe advertir que el Dr. Gusman exhibe una vez más una gran
claridad conceptual, como lo hace habitualmente, en base a un profundo análisis de la doctrina y jurisprudencia
nacional e internacional y a la sistematización de los principios en materia penal y su aplicación en el derecho
administrativo. Como bien destaca el texto, en su p. 17, hace algún tiempo que ha cobrado mayor fuerza la idea
de un derecho administrativo sancionador autónomo del derecho penal, aunque todavía no se encuentran
claramente delimitadas las distinciones entre ambas áreas. Es allí donde el autor se adentra en un análisis
circunstanciado y profundo sobre estas cuestiones y realiza propuestas al respecto, además de exponer el estado
de las cosas y la situación actual en lo que se refiere a las sanciones administrativas.
En este libro, nos encontramos con un pormenorizado trabajo de investigación de la situación que demuestra
con mucha claridad que en nuestro país existe una enorme dispersión legislativa, tanto en cuestiones formales
como sustantivas, lo que termina produciendo una muy poco homogénea respuesta de parte de los jueces al
intervenir en procesos de estas características. Este aporte doctrinario logra precisar cuáles de las garantías del
derecho penal se aplican al derecho administrativo sancionador y en qué medida, a la par que establece algunas
diferencias entre las diversas categorías del poder punitivo estatal. Como consecuencia de ello, propone bases
que contribuyan al diseño de un régimen jurídico homogéneo con garantías aplicables a todos los
procedimientos de imposición de sanciones administrativas y, en este sentido, incluso sugiere la necesidad de
avanzar en la codificación.
En el capítulo V formula una mención específica en relación con la duración de los procesos. En ese sentido,
el libro da cuenta de la importancia que implicaría establecer límites claros a la duración de los procesos
sumariales; toda vez que la dilación termina desnaturalizando la función sancionatoria de la administración, y da
varios ejemplos, en algunos de los cuales esa dilación lo único que provoca es permitir la continuidad de
determinadas acciones que deberían ser remediadas. Entre otros, se refiere al campo de los procedimientos
instruidos en materia de defensa de la competencia y a los procedimientos de sanciones disciplinarias a los
magistrados. Este punto tiene particular interés, sobre todo por las consecuencias negativas que se pueden
derivar para el magistrado, por el hecho de tener procesos abiertos durante tanto tiempo, planteo que considero
uno de los tantos déficits que deberían ser resueltos.
Asimismo, plantea la necesidad de independencia de quien ejerce la facultad sancionatoria. Al respecto, el
autor sostiene que el titular de la potestad sancionatoria debe ejercerla con total apego a las garantías
constitucionales, de tal manera que, si la sanción impuesta no se aplica teniendo en cuenta las garantías del
debido proceso deberá declararse su nulidad. El Dr. Gusman aclara que la nulidad que en algunos supuestos
debería declararse no necesariamente implica que deba considerarse extinguida la facultad sancionatoria, sino
que podría reabrirse y volver a tramitarse conforme a todas las garantías adecuadas, siempre y cuando no hayan
vencido los plazos aplicables para la tramitación del sumario.
El autor asimismo advierte que, en general, el sancionador administrativo carece de las condiciones de
imparcialidad necesarias —con lo cual coincido—, y de la calidad de tercero ajeno a la contienda. En este
punto, analiza la jurisprudencia de la Corte Europea de Derechos Humanos, en cuanto a que la falta de
imparcialidad objetiva del órgano administrativo solo puede ser saneada mediante el acceso a un tribunal ajeno
a las partes (entre otros, caso "Fisher c. Austria").
Por otro lado, señala que es preciso trabajar en la búsqueda de dotar de mayor preparación e independencia a
los funcionarios que poseen la facultad de aplicar sanciones, siendo este un déficit general que se nota en la
administración, por lo cual, considero que es necesario contar con políticas en ese sentido para producir
mejoras. Asimismo, ello debe ser acompañado de estructuras orgánicas funcionales que garanticen la

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distribución de roles y decisiones, ente otras medidas, que contribuirían a dotar de mayor independencia a quien
ejerce la potestad sancionatoria, tal como plantea el autor en varios pasajes del libro.
También señala el escritor que muchas voces sostienen que un criterio más amplio de revisión judicial sobre
el ejercicio de la potestad sancionatoria atenta contra su efectividad. Tal como lo sostiene el Dr. Gusman, el
espectro sancionador termina siendo bastante reticente a la revisión judicial y, por ende, esto contribuye en
cierta medida a convalidar el ejercicio de la discrecionalidad administrativa. Plantea al respecto varios ejemplos,
entre otros menciona la normativa más reciente vigente vinculada a la Unidad de Información Financiera.
Asimismo, el autor advierte que la jurisprudencia sobre decisiones de carácter técnico indica que los jueces
a veces no suelen ir más allá del análisis de la observancia del procedimiento adjetivo previo. En relación con
ello, el Dr. Gusman sostiene que durante el proceso judicial debe darse un debate abierto integral, de manera tal
que implique el escrutinio de los hechos, de la prueba y de la proporcionalidad de las sanciones dispuestas.
Por último, concluye que, si bien se ha fortalecido la tutela judicial efectiva en los últimos años, aún se
advierte en ocasiones un trato bastante deferente en favor de la autoridad de aplicación, lo que entiendo, va de la
mano con la poca homogeneidad en materia reglamentaria y, en ocasiones, también con la poca decisión del
poder judicial de ir más allá del análisis de las cuestiones meramente formales.
Para terminar, considero que la obra es un gran aporte en la materia. Expone un diagnóstico muy
consustanciado en base a investigaciones y relevamientos doctrinarios y jurisprudenciales que permiten avanzar
hacia algunas conclusiones, en virtud de las cuales el autor promueve una mayor participación y análisis integral
por parte del Poder Judicial en materia de revisión de sanciones administrativas, destacando por un lado que ello
va a requerir a su vez de ciertas transformaciones tanto en el ámbito de la administración como también así en el
propio desempeño o eficiencia del poder judicial al analizar estos casos.
En definitiva, recomiendo enfáticamente la lectura de este libro para todos aquellos que operen en el sistema
judicial argentino.
Carlos Mas Vélez (*)
(A) El presente texto transcribe la exposición del autor en la presentación del libro Las sanciones
administrativas, llevada a cabo el 1º de setiembre de 2022 en el Auditorio de la Biblioteca del Congreso de la
Nación.

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