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Apuestas del feminismo: Ciencia/Técnica/Latinoamérica

Nuevas urdimbres desde el Sur

Feminism’s bets: Science/Technology/Latin America


New warps from the South

Andrea Torrano | ORCID: orcid.org/0000-0003-3996-1856


andreatorrano@yahoo.com.ar
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Argentina

Natalia Fischetti | ORCID: orcid.org/0000-0001-6030-3474


nfischetti@mendoza-conicet.gob.ar
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Argentina

Recibido: 31/10/17
Aceptado: 21/12/17

Resumen Abstract
E n este artículo nos proponemos cuestionar,
desde una perspectiva feminista, la triple en-
crucijada de filosofía de la tecnología/epistemo-
T his article aims to question, from a Femi-nist
perspective, the triple crossroads of Philoso-
phy of technology/Epistemology/Decolonial
logía/pensamiento decolonial desde donde se ha Thought, where knowledge was produced and
producido y problematizado el conocimiento. Esta problematized. This transversal gaze allows us
mirada transversal nos permite cuestionar los ses- to discuss the patriarchal/mercantile (instru-
gos patriarcales/mercantiles (instrumentales)/ mental)/colonial bias of science and technology,
coloniales de la ciencia y la tecnología que ha which was promoted by the Modern Western
promovido el pensamiento occidental moderno. Thought. We seek to inquire about the possibility
Como apuesta buscamos indagar sobre la posi- of a Philosophy of technique with a Feminist and
bilidad de una filosofía de la técnica con perspec- Latin American perspective that is in accordance
tiva feminista y latinoamericana que esté en con- with the Buen Vivir.
sonancia con el Buen Vivir.

Palabras clave: Feminismo, Filosofía de la Keywords: Feminism, Philosophy of Techno-


tec-nología, Pensamiento decolonial, Episte- logy, Decolonial Thought, Epistemology, Buen
mología, Buen Vivir. Vivir.

Torrano, A. y Fischetti, N.
“Apuestas del feminismo: Ciencia/Técnica/Latinoamérica” | pp. 267-279 [ 267 ]
Introduciéndonos

E l feminismo en Latinoamérica reclama una


perspectiva situada de la producción de cono-
cimiento, una mirada histórica y crítica del neoli-
pensamiento feminista latinoamericano (Raquel
Gutiérrez Aguilar, Silvia Rivera Cusicanqui) y
el pensamiento feminista decolonial (Yuderkis
beralismo y de la violencia que lo constituye. Espinosa Miñoso, Diana Gomez Corral, Karina
Escribimos lo que sigue desde nuestro lugar de Ochoa Muñoz, Ochy Curiel y María Lugones).
enunciación: un activismo académico que busca Partimos de la afirmación de que el capitalismo
interrumpir el logos colonial y falocéntrico de los se ha apropiado no sólo del cuerpo de las mujeres
saberes canónicos en la Argentina y nuestro Sur. sino también, y por eso mismo, de nuestros sa-
La filosofía de la ciencia/ la técnica/ la tecnología1 beres (Federici, 2016). Es a través de las más varia-
se siguen presentando en las academias del Sur das técnicas que ha logrado instalarse como un
desde múltiples exclusiones que buscamos evi- sistema hegemónico de producción, que supone
denciar con la apuesta de visibilizar otros modos toda una organización del mundo, de las cosas,
de pensar y hacer, de resistir, de transformar. de la vida, del conocimiento, de lxs sujetxs. Exis-
Apostamos a que es posible concebir una filo- te una relación estrecha entre capitalismo y colo-
sofía de la técnica con perspectiva feminista y nialismo para el cual el desarrollo de la filosofía
latinoamericana. Concebimos que es necesario (de la tecnología) ha sido funcional. Frente a esta
y hasta urgente si tenemos en cuenta que los consideración, desde el pensamiento feminista
aparatos de dominación capitalistas son comple- y el pensamiento decolonial se ha intentado no
jos tecnocientíficos/militares/industriales. Si, tal sólo denunciar esta rapiña del capitalismo, sino
como afirma Pablo González Casanova, las tecno- también producir otras epistemologías que no
ciencias juegan un papel fundamental tanto en supongan una relación apropiadora con el mun-
el sistema dominante como en la utopía de uno do. Dichas epistemologías se han ocupado de
alternativo, entonces, descentrar al sujeto de conocimiento europeo,
romper con el pensamiento dicotómico, etc. Sin
las nuevas ciencias y las tecnociencias for- embargo, no se ha tematizado, más que de ma-
marán parte del nuevo proyecto alternativo nera incipientemente, la técnica desde las pers-
emergente. Someterlas a una crítica rigu- pectivas feministas latinoamericanas.�
rosa es necesario pero insuficiente. Se re- Este trabajo pretende ser una invitación a
quiere dominar su lógica y su técnica para cuestionar la filosofía de la técnica desde una
defenderse de ellas, o para utilizarlas y perspectiva feminista y latinoamericana. Esto
adaptarlas al proyecto liberador (González supone, al menos dos gestos, el primero, fisurar
Casanova, 2004:288). las disciplinas, ampliar sus bordes, ya que en ellas
tradicionalmente se ha excluido tanto a las muje-
Al mismo tiempo, es preciso visibilizar que res como al pensamiento latinoamericano. No se
las teorías emancipatorias en Latinoamérica trata de sólo pedir una mayor incorporación de
se hallan en consonancia con el Buen vivir, en las mujeres en el ámbito científico y tecnológico,
las propuestas silenciadas en la academia del sino de modificar las propias disciplinas ya que
su misma conformación se asienta sobre la exclu-
1
Se suele utilizar la expresión filosofía de la tecnología para sión de lx otrx, lx subalternx/subalternizadx. El
hacer referencia a la tradición anglosajona y filosofía de segundo, construir una mirada propia, desde el
la técnica para la francesa. Por su parte la teoría crítica de Sur, de una filosofía de la técnica, en la cual la
tradición alemana ha visibilizado a la tecnología vinculada a
la racionalidad instrumental. Otra distinción que suele rea- técnica debe ser extrapolada de las tradiciones
lizarse es que cuando se habla de tecnología, de raigambre fáusticas o prometeicas (Sibilia, 2009), esto es, res-
moderna, se alude al conjunto de conocimientos de base pectivamente, de las miradas negativas o positivas
científica que permite describir, explicar, diseñar y aplicar sobre la técnica, y puesta en consonancia con el
soluciones técnicas a problemas prácticos, mientras que Buen vivir (en kichwa, sumak kawsay).
con el término técnica se indica el conjunto de habilidades
y conocimientos, que se pueden aprender y transmitir, que Se trata entonces de una apuesta de indagación
sirven para resolver problemas prácticos. En este trabajo nos y producción colectiva desde una perspectiva fe-
referiremos a tecnología -en su relación con la ciencia- para minista en la triple encrucijada: epistemología/
hacer hincapié en la crítica que se realiza al pensamiento filosofía de la tecnología/pensamiento latinoame-
occidental moderno. Pero utilizaremos la noción de técnica ricano. Tres campos del saber filosófico que bus-
cuando desarrollemos la posibilidad de una filosofía de la
técnica con perspectiva feminista y latinoamericana, ya que camos hacer confluir desde una mirada crítica
allí se articula tecnología moderna con técnicas ancestrales, capaz de desmontar los sesgos coloniales/patriar-
populares y comunitarias. cales/mercantiles que los rigen. Desde aquí caen

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algunas barreras disciplinares/rias y la ciencia y ¿qué ocurre con el pensamiento latinoamerica-
la tecnología se entreveran con la experiencia, el no, de las mujeres del Sur, acerca de la ciencia y
conocimiento encarnado y situado, la dimensión la tecnología? ¿Qué ocurre con las políticas en el
afectiva del conocimiento, en clara revisión de los triedro ciencia/tecnología/género en Latinoamé-
conceptos de objetividad, neutralidad y universa- rica? ¿Qué nos dice el feminismo decolonial?
lidad. La ciencia y la tecnología adquieren una ¿Cómo resignificamos nosotrxs desde el Sur
historia política ineludible en contextos en los los feminismos de la igualdad/la diferencia/
que las mujeres somos protagónicas. Aparece el radical y el post-feminismo? El feminismo lati-
cuerpo de cadx unx enlazado al cuerpo social, noamericano sabe/enseña de producciones
transidos de nuevos embates neoliberales. comunitarias, es por ello que las mujeres hila-
Cuando nos hemos nombrado y la voz de las mos juntxs nuestras tramas de la ciencia y la
mujeres se oye en pugna con el canon filosófico/ tecnología, capaces de visibilizar territorios po-
científico, aparecen renovadas preguntas críticas líticos, en disputa.

Sobre el canon filosófico de la ciencia y la tecnología

E n el texto Reinventar la democracia, reinventar el


Estado (2006), Boaventura de Sousa Santos nos
introduce con El contrato social de la modernidad.
doméstico.� Desde un punto de vista sincrónico,
nos dice Boaventura, el contrato es a la vez abarca-
dor y rígido. Diacrónicamente, el contrato es el
Nos vamos a permitir establecer libremente una terreno de una lucha en la definición de los crite-
analogía entre su análisis del contrato social y el rios y términos de la exclusión/inclusión, lucha
canon de la filosofía en Latinoamérica. cuyos resultados van modificando los términos
Brevemente: el contrato social es la metáfora del contrato (nuevos incluidos/viejos excluidos).
fundadora de la racionalidad, el metarrelato sobre Si analogamos el contrato al canon de la filosofía
el que se asienta la moderna obligación política. en nuestras universidades, podemos comprender
La tensión dialéctica entre la regulación y la cómo los criterios de inclusión/exclusión de los
emancipación sociales que el contrato conlleva saberes que se consideran filosóficos en la acade-
remite a los criterios de inclusión y exclusión que mia tienen el carácter de ideológicos, en el senti-
lo constituyen. El contrato incluye a los individuos do de que ocultan su politicidad bajo el lema
y las asociaciones, la ciudadanía territorialmente de la neutralidad del conocimiento legitimado.
fundada y el comercio público de los intereses. ¿Qué Cambiar los criterios es una apuesta política que
deja afuera cada una de estas inclusiones? ¿qué y a involucra la historia de las luchas de los grupos
quiénes excluye? Correlativamente: la naturaleza, oprimidos, subalternizados, silenciados.
las mujeres, lxs extranjerxs, lxs migrantes y las Hemos elaborado este cuadro para presentar
etnias y la vida privada, la intimidad y el espacio esquemáticamente la analogía propuesta:

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Ampliación Inclusiones
Canon Interrupción
Apuesta
Fractura Sucesivas
política
Contrato del Logos
Filtración Abarcadoras

Filosofíade Contra el sistema


Logos de las
tradición capitalista/
ciencias físico/ Teoría crítica Naturaleza
anglosajona/ mercantilización de
matemáticas
francesa la ciencia

Pensamiento
Logos Contra el
Filosofía latinoamericano/
europeo colonialismo “lxs otrxs”
euronorcentrada del Sur/
/norteamericano cultural
de(s)colonial

Feminismo/ Mujeres
Filosofía Logos Feminismos del Contra el vida privada/
masculina falocéntrico Sur/ patriarcado doméstica
de(s)coloniales intimidad

De abajo hacia arriba podemos trazar flechas de valoración de conocimientos válidos,


que van asumiendo el cuadro/momento anterior: científicos y no científicos, y de nuevas re-
los feminismos del Sur/de(s)coloniales asumen/ laciones entre diferentes tipos de conoci-
revisan/resisten los saberes de la tradición y al miento, a partir de las prácticas de las clases
mismo tiempo luchan contra el patriarcado, el y grupos sociales que han sufrido de manera
colonialismo y el capitalismo. sistemática las injustas desigualdades y
La pretensión de descoporización del conoci- las discriminaciones causadas por el capi-
miento es un esfuerzo de neutralización pero lo talismo y por el colonialismo. (p. 35)
cierto es que el canon de la filosofía se compone
de varones, blancos, burgueses, del norte (Europa, Una epistemología del Sur asume un pensa-
EEUU). Tal como afirma Alejandra Ciriza (2016): miento crítico que acompaña por detrás a los mo-
vimientos sociales. Sin embargo, el feminismo
En la historia de la filosofía no sólo no hay latinoamericano académico y activista sigue
mujeres, sino que tampoco hay personas excluido de esta epistemología. Frente al pensa-
no occidentales [...] pues desde la perspec- miento crítico latinoamericano de una tal epis-
tiva académica dominante los pueblos no temología, Breny Mendoza (2010), cuestiona:
occidentales no tienen filosofía sino con-
cepciones del mundo, vagas e imprecisas Mi reflexión sobre estos nuevos conocimien-
creencias que no pueden aspirar al lugar tos inspirados geopolíticamente en América
asignado a la filosofía en la cultura esta- Latina está guiada por tres preguntas: ¿Cuán
blecida (p. 129). lejos llega el nuevo “conocimiento otro” la-
tinoamericano en su inclusión del pensa-
Además, nos advierte, la historia de la filoso- miento feminista y la cuestión del género?
fía ha sido con frecuencia la historia de la miso- ¿Cómo se puede articular el feminismo y el
ginia (cfr. Ibíd, p. 130 y sgtes). La ausencia de género en esta nueva epistemología del Sur
las mujeres en la historia de la filosofía (o del (como le llama De Sousa Santos a las nuevas
pensamiento) latinoamericano y más aún de la teorías), de manera que el sufrimiento y los
perspectiva feminista nos convoca aquí a inquirir sueños de las mujeres se tomen en cuenta
por el canon también de la epistemología y de la y sus conocimientos no queden soterrados
filosofía de la técnica. como de costumbre? ¿Qué lugar ocupan
De Sousa Santos (2011) ha propuesto una epis- las feministas latinoamericanas en el surgi-
temología del Sur, resignificando el propio con- miento y constitución de la epistemología
cepto contrahegemónicamente: del Sur y cuál puede ser su aporte? (p. 20).

Entiendo por epistemología del Sur el recla- Tal como hemos desarrollado en otro lugar, las
mo de nuevos procesos de producción y respuestas a estas preguntas

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demuestran la ausencia de las referencias Por fuera del contrato y del canon las
a escritos feministas en la región al mismo mujeres nos vinculamos, nos afectamos, nos
tiempo que una falta de articulación de las reunimos, nos agenciamos, nos empoderamos.
ideas feministas latinoamericanas. Una Se trata ahora de fisurar, transgredir, ampliar,
tarea doble que se abre para quienes nos transformar lo establecido, normado, reglado.
ocupamos de las ciencias y de las humani-
dades en Latinoamérica (Fischetti y Alva-
rado, 2015:172).

Epistemología feminista de la ciencia y la tecnología

L a consolidación de los estudios sociales sobre


ciencia y tecnología se sitúa en la década de
los 80 -aunque pueden reconocerse significativos
de establecer diferencias entre hombres y mujeres
-bajo la clásica dicotomía razón/sensibilidad- sino
la jerarquización que se produce a partir de la
cuestionamientos durante las décadas anteriores-2, caracterización de las diferencias entre géneros,
sin embargo no habían incluido al género como colocando a las mujeres en un lugar de subordi-
una categoría central para el análisis de las prác- nación y marginación.
ticas científicas y tecnológicas. La perspectiva de Si bien el desarrollo de la epistemología femi-
género en ciencia se introduce a partir de la de- nista lleva casi 40 años, el hecho que sus críticas
nuncia que tanto la ciencia antigua como la mo- no hayan penetrado suficientemente en las co-
derna ha sido exclusivamente masculina, donde munidades científicas, como advierte Diana
las mujeres han ocupado el lugar de objeto en sus Maffía (2007) puede deberse a que la ciencia aún
investigaciones (Maffía, 2007, 2008) y donde les ha no ha considerado suficientemente dos aspectos
sido expropiado el saber sobre sus propios cuerpos fundamentales: el proceso (comunidades cientí-
(Federici, 2016). Esto se traduce en la actualidad ficas) y el producto (teorías científicas), los cuales
en el escaso número de mujeres en ciencia y el conservan una fuerte impronta sexista.
reducido número de ocupación de puestos de El asunto central para el desarrollo de una
poder en la academia,� además del limitado reco- epis-temología propiamente feminista fue el pa-
nocimiento de aquellas que han logrado ser saje del cuestionamiento en relación a la partici-
parte de esta sesgada comunidad científica3. El pación de mujeres en ciencia al modo en que la
problema del sexismo en ciencia no ha sido sólo el ciencia produce conocimiento (Haraway, 1995,
Harding, 1996). En este sentido, si bien la mayor
2
Durante los años 60 y 70 aparecen los primeros trabajos
sobre Science,Technology and Society -Ciencia, Tecnología y inclusión de las mujeres en ciencia y tecnología
Sociedad (CTS)-, en lo que se denominó la tradición ame- es necesaria, no es suficiente para la construcción
ricana, cuyo origen se ubica en la obra de la bióloga Rachel de una epistemología feminista. Para ello es ne-
Carson, La primavera silenciosa (1962). Dicha tradición reu- cesario cuestionar las bases sobre las cuales se
nía una serie de líneas de investigación diversas: historia ha erigido la ciencia, esto es, sobre una visión pa-
de la cultura tecnológica, ética de la ciencia y la tecnología,
en torno al debate determinismo/autonomía tecnológicos, triarcal, capitalista y colonial.
crítica política de la tecnología, evaluación y control social, Una pionera en el desarrollo de la epistemología
crítica religiosa a la tecnología, didáctica de las ciencias, feminista es Donna Haraway (1995), quien cues-
etc., provenientes también de muy diversas disciplinas: téc- tiona los supuestos epistémicos, ontológicos y
nicas, naturales y sociales. Por otra parte, la denominada políticos heredados de la Modernidad, caracteri-
tradición europea, los Science Studies -Estudios sobre Ciencia-
que incluye Science & Technology Studies, se centraron en la zados por un pensamiento occidental, masculi-
crítica a los procesos y contextos de producción, especial- no, blanco, heterosexual y burgués.4 Este posicio-
mente se posicionaron en contra de la concepción heredada namiento será caracterizado como falogocéntrico.
resultado del dominio del positivismo y empirismo lógico A partir de la metáfora del cyborg -organismo
en la filosofía de la ciencia, nutriéndose de reflexiones pro- cibernético- señala los límites y potencialidades de
venientes del campo de la sociología, la antropología y la
psicología (Cfr. Sanz Merino, 2011:45-50). las nuevas entidades que están emergiendo en el
3
Como advierte Diana Maffía (2007), recién en la década del campo tecnocientífico, pero también en la ciencia
70 las mujeres se afianzan en las universidades (a las que ficción. El cyborg representa no sólo una nueva
sólo se les permitió el acceso a fines del siglo XIX), y a los ontología (híbrida) del cuerpo -en su relación co-
programas de doctorado (a partir de la década del 60). En la
biografía de Bárbara McClintock, premio nobel en biología, 4
La consideración de distintos elementos entrelazados para
que realiza Evelyn Fox Keller en Reflexiones sobre género y comprender las formas de dominación desde el feminismo
ciencia, queda en evidencia que una mujer que adquiere fue denominada interseccionalidad por Kimberié Williams
el máximo reconocimiento por parte de una comunidad Crenshaw en 1989 y luego ampliamente desarrollada por
científica hegemónica al mismo tiempo es marginada del Angela Davis (2004). Para una historización de la emergencia
mundo de la biología. del paradigma interseccional (Cfr. Viveros Vigoya, 2016).

Torrano, A. y Fischetti, N.
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constitutiva con la tecnología- sino también una El carácter situado del conocimiento es crucial
nueva política, en tanto se convierte en emblema para comprender qué significa hacer ciencia si-
de la promesa de un mundo pos-binario, pos- tuada. Esto supone rechazar la pretensión de obje-
genérico (Torrano, 2009; Platzeck y Torrano, tividad y universalidad del conocimiento cientí-
2017)5. Para Haraway, El cyborg es nuestra ontología, fico y tecnológico. Como expresa Haraway (1995),
nos otorga nuestra política (Haraway, 1995:254).
Dicha consideración sienta las bases de lo que Necesitamos aprender de nuestros cuerpos,
se denominará una epistemología feminista, provistas de color primate y de visión este-
que se posiciona en contra de la neutralidad, la reoscópica, cómo ligar el objetivo a nuestros
objetividad de la ciencia y la universalidad del escáneres políticos y teóricos para nombrar
conocimiento. Las características centrales son dónde estamos y dónde no, en dimensiones
(Maffía, 2007, 2008; Sanz Merino, 2011): del espacio mental y físico que difícilmente
sabemos cómo nombrar. (p. 326)
◊ Carácter encarnado del conocimiento;
◊ Dimensión afectiva en el conocimiento; La objetividad de la epistemología feminista
◊ Carácter situado del conocimiento; es la perspectiva parcial y localizada. Se opone a
◊ Carácter transformador del conocimiento; la objetividad perversa propuesta por el truco di-
◊ Abandono del dualismo sujeto-activo/objeto- vino de ver sin límites desde ningún lugar iden-
pasivo; tificable e irresponsable (Cfr. Fischetti. 2016b).
◊ Nexo entre conocimiento y poder; Estas características advierten sobre la impor-
◊ Ruptura de las barreras disciplinarias; tancia de reconocer la clase social, la raza, el sexo
◊ Rechazo al sesgo de género en lenguaje de la y la sexualidad (una mirada desde la interseccio-
ciencia; nalidad), a la que pertenecen lxs científicxs e in-
vestigadores, y dan cuenta también de los inte-
Con respecto al carácter encarnado del conoci- reses (personales, institucionales, etc.) que guían
miento, la crítica es contra el objetivismo, pero la investigación. La perspectiva ideológica y el
también contra el relativismo por tratarse de sesgo de lxs investigadorxs (el reconocimiento de
perspectivas totalizantes. Mientras que el objeti- sus privilegios) deben ser puestos en cuestión en
vismo pretende mirar desde ningún lugar cuando la producción de conocimiento.
en realidad lo hace desde una perspectiva muy El carácter transformador del conocimiento, su-
concreta, de una supremacía de la masculinidad pone un alejamiento de la concepción moderna de
blanca (Haraway, 2015), el relativismo pretende dominación del conocimiento (de la naturaleza,
mirar desde todas partes sin estar situado en de los objetos, de lx subalternx). Por el contrario,
nin-guna (Haraway, 1995:329). Por el contrario, la se considera que el conocimiento es una práctica
mirada epistemológica (que también es política) que permite transformar la sociedad, que abre
ha de ser comprometida pero sin ser totalizante. la posibilidad a la construcción de una sociedad
Se trata de asumir las miradas parciales desde donde no haya dominación ni jerarquías.
las cuales el conocimiento es producido. El cono- El abandono del dualismo sujetx-activo/objeto-
cimiento es encarnado, no hay ninguna mirada pasivo hace referencia al modo en que tradicional-
que no esté localizada y que sea neutral. mente se comprendió el modo en que conocemos,
La dimensión afectiva en el conocimiento, sugie- es decir, la distinción entre el sujetx-conocedor y
re que lo afectivo no puede ser soslayado ni el objeto-conocido, atribuyendo actividad en el
excluido de la producción y transmisión de co- sujetx y pasividad en el objeto. Por el contrario,
nocimiento. La eliminación de la afectividad se reconoce también en el objeto (las cosas, la
(las emociones) del conocimiento científico no naturaleza, los artefactos técnicos) capacidad de
sólo niega al conocimiento de una dimensión agencia (Latour, 1999/2001). El conocimiento se
humana fundamental; sino que lo restringe a produce en una red de sujetxs y objetos donde la
un modo único de conocer (una razón objetiva) actividad se da en su propio producirse y no en el
sin permitirle explorar en su totalidad las posi- sujetx. Estx sujetx activo de conocimiento no era
bilidades humanas de conocimiento. El femini- otro que el hombre blanco, burgués, heterosexual
smo habilita otras escuchas de saberes otros, an- y norcentrado.
cestrales, comunales, expulsados de la academia El nexo entre conocimiento y poder, en comple-
tradicional (Cfr. Fischetti, 2017). mentariedad con las reflexiones de Foucault
(1992) sobre poder-saber, para quien el poder se
5
Para Haraway, el pensamiento occidental se ha sustentado
en dicotomías que deben ser derribadas. Especialmente ejerce mediante la producción de discursos que
queremos destacar que para esta autora la distinción sexo/ se autoconstituyen como “verdaderos”, exhibe
género -objeto de discusión entre las distintas corrientes las relaciones de poder en torno a la producción
del feminismo- es tan artificial como la de naturaleza/ del saber. La atención tanto en el producto como
cultura. Los aportes de Butler (1990) a esta discusión son en el proceso de producción del conocimiento
fundamentales, el sexo, la idea de sexo natural, organizado
en base a posiciones binarias opuestas y complementarias, permite advertir las formas de exclusión y domi-
es un dispositivo a través del cual el género se ha estabilizado nación sobre lo que ha sido considerado otrx, lo
en nuestras sociedades. sulbalternx/subalternizadx. Esto será señalado no

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sólo por el feminismo sino también por el pensa- explosión de las mismas en la década del 90 en
miento post y de(s)colonial. el cruce de los postfeminismos y del desarrollo
La ruptura de las barreras disciplinarias supo- exponencial de las TIC, a partir sobre todo de las
ne una producción de conocimiento transdisci- repercusiones del célebre Manifiesto Cyborg (1985)
plinaria, que pone en cuestión las delimitaciones de Haraway y de la noción de género que allí apa-
disciplinarias (que con la creciente especializa- rece. De allí se pueden desprender a las Cyborg
ción del conocimiento se agudiza) y aboga por feministas, las Ciber feministas, las Post colonialistas
un conocimiento híbrido, en el cruce de fronteras y las Queer Feministas, que se acercan o se distan-
(Anzaldúa, 1987). Esto sugiere una nueva forma cian en su comprensión de la tecnología como
de administración, producción y circulación del neutral, en su optimismo o pesi-mismo sobre las
conocimiento, cuya operación fundamental es el posibilidades de la tecnología para la liberación,
atravesamiento de fronteras disciplinarias y la acerca de la relación tecnología-género, acerca del
ampliación de sus bordes. Tal como sugerimos en imaginario post-género. Todas las posiciones, sin
otro lugar se abren posibilidades críticas en las rup- embargo, se encuentran en la impronta política
turas disciplinarias y en el trabajo en las fronteras de explícita de su vínculo con la tecnología.
las ciencias y las humanidades. Esos espacios fron-
terizos requieren ciertos desplazamientos irreverentes, Así pues, la importancia de visibilizar y equi-
indisciplinados, de pasaje, de movimientos multi- librar los lazos entre las diversas aproxima-
versos, multívocos (Fischetti, 2016:63). El feminismo ciones feministas de la tecnología reside en
se corre del canon y fractura los límites entre las facilitar su potencial para el cambio y la
disciplinas. acción política feminista a partir de la mis-
Por último, el rechazo al sesgo de género en len- ma investigación feminista de la tecnología.
guaje de la ciencia, parte de la evidencia de que (p. 10)
los valores sociales predominantes que implican
relaciones opresivas entre los géneros se ponen de En Latinoamérica esta historia nos es familiar
manifiesto en las expresiones, ejemplificaciones por la habitual circulación desde el Norte hacia
y el uso de metáforas en ciencia (Maffía, 2007). No el Sur de las teorías. Es por ello que las feministas
sólo se observa que las teorías no son neutrales decoloniales opinan que
sino tampoco el lenguaje utilizado en ciencia.
Contra ello debemos construir una poderosa El feminismo blanco-burgués que aspira a la
heteroglosia (Haraway, 1995) que se oponga al dis- “desigualdad de género” o de la dominación
curso patriarcal, colonial y racista. y opresión de las mujeres se nos torna ya
La epistemología feminista, entonces, no sólo no sólo insostenible, sino un impedimento
propone una mayor inclusión de las mujeres en para una real transformación que trastoque
la ciencia, quizá esto puede considerarse como los modos de la organización social comu-
un elemento necesario, pero no suficiente, sino nitaria y el orden histórico-político-econó-
que se debe modificar de raíz las bases sobre las mico en su conjunto y que revierta la idea
cuales se ha producido el conocimiento, un cono- entre lo humano y lo no humano y la epis-
cimiento falogocéntrico. teme de diferenciación jerarquizada entre lo
Estos rasgos de la epistemología feminista de que se considera lo uno y lo otro (Espinosa
la ciencia y la tecnología, que sin pretender ser Miñoso, 2014a:31).
exhaustivos, permiten dar cuenta del entrecruce
entre el desarrollo de las tecnologías, lo que se Es preciso que seamos capaces de reescribir-
dio en llamar TIC (Tecnologías de la Información nos desde el Sur. Como señala la misma Yuder-
y las Comunicaciones) y las problematizaciones kys Espinosa Miñoso (2014b), el feminismo
que se fueron generando al interior de las teorías decolonial
feministas. En su trabajo Teorías feministas de la
tecnología: evolución y principales debates Nuria es un momento contemporáneo, que ahora
Vergés Bosch (2013) sintetiza una historia en la mismo está en plena construcción, y que
que las teorías acerca de la tecnología han esta- se articula a un tiempo más largo de pro-
do vinculadas a las Olas del feminismo. Al mis- ducción de una voz subalterna, no hegemó-
mo tiempo la tecnología es pensada desde una nica, que ha estado siempre ahí sin que lo-
mirada amplia que desborda la idea de máquina grara una atención más allá de la mirada
o artefacto. La tecnología es una forma de conoci- particularizadora que la cargaba de especifi-
miento y es también una práctica. Las aportaciones cidad y por tanto la inhabilitaba como pen-
a la investigación y teoría feminista de la tecnología samiento más general que tiene consecuen-
se caracterizan por la internacionalización del inte- cias sobre la manera de interpretar la
rés por esta cuestión, así como por una enorme mul- opresión histórica en clave de género (p. 22).
tidisciplinariedad en las aportaciones teóricas (p. 2).
Si bien es posible rastrear teorías feministas Necesitamos crear desde el Sur, desde nuestras
acerca de la tecnología ya desde los 70, nos inte- particularidades y vivencias, una epistemología
resa señalar con Vergés Bosch que se produce una de la ciencia y la tecnología que de cuenta no sólo

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de la dominación que la ciencia y la tecnología sexualidad, etc. Sin dudas, la ciencia y la tecnolo-
ha ejercido sobre la naturaleza, los objetos y las gía mirada desde el Sur debe ser abordada en
mujeres, sino también sobre lxs sujetxs que son esta triple consideración: capitalista, patriarcal y
subalternizadxs en función de la raza, la etnia, la colonial.

Hacia una filosofía de la técnica con perspectiva feminista y latinoamericana

P ara la colombiana Tania Pérez Bustos (2016) las


epistemologías feministas del norte se pueden
poner en correlación con las olas. Los feminismos
va construyendo una crítica a esa manera en que
el feminismo ha planteado una emancipación
de las mujeres o las sexualidades y géneros no
empíricos se vinculan a la 1ra Ola o feminismos binarios (Espinosa Miñoso, 2014b), prestando
de la igualdad. Para estos feminismos pioneros especial atención a la crítica del orden colonial.
se trata de identificar sesgos androcéntricos Como señalan Lilian Celiberti y Virginia Var-
y de explicar la exclusión de las mujeres de la gas Valente (2017) el reto que se le presenta a una
producción de conocimiento. Sin embargo, dejan epistemología feminista del Sur
intocado los principios de la investigación cientí-
fica. Aquí se refiere a Helen Longino pero también no es solo visibilizar las nuevas catego-
a las epistemólogas latinoamericanas Blazquez rías que van surgiendo desde los múltiples
Graff y Maffía, ya que en Latinoamérica en algún posicionamientos políticos y teóricos femi-
sentido estamos dando ese primer paso que bus- nistas sino también y fundamentalmente,
ca incluir la producción de las mujeres en el ca- de-construirlos y construirlos en clave inter-
non científico-académico. Los feminismos del cultural, buscando evidenciar desde dónde
punto de vista (Harding, Hill Collins, Smith) nos se construyen, en qué cosmovisión se sus-
remiten a la 2da Ola o feminismos de la diferencia tentan, qué dimensiones de poder conlleva
que otorgan cierto privilegio epistémico a las mu- o desarticula. Ello abre un sistema de crítica
jeres, buscando identificar el aporte particular permanente, produciendo cambios de len-
de las mujeres a la ciencia. Comprenden al cono- guaje y de categorías, a medida que vamos
cimiento como un constructo inserto en un siste- enunciando las nuevas formas de opresión,
ma patriarcal/capitalista. Una tercera mirada subordinación y resistencia (párrafo 14).
sería la del conocimiento situado de Haraway que
indaga por los sesgos de género (como categoría Si bien esta consideración de una epistemolo-
heterogénea, no-esencial) en el conocimiento y gía feminista desde Latinoamérica está en cons-
que dialoga con los feminismos decoloniales y trucción, queda aún pendiente indagar sobre la
de frontera (Anzaldúa por ejemplo), con la teoría tecnología.� Se trata sin dudas de una recuperación
queer y los feminismos poshumanistas. Para de la epistemología de cuño feminista pero an-
Tania Pérez nuestros feminismos, los del Sur glo- clada/pensada en el Sur, que nos convoque como
bal, dice ella, son incipientes, impuros y desinstitu- sujetxs productorxs (y no como merxs reproduc-
cionalizados, y allí reside quizá su posibilidad torxs, lugar al que hemos sido relegadas doble-
epistemológica y política, que se resiste a esta mente, por mujeres y por latinoamericanas) de
clasificación anglosajona. un conocimiento situado, encarnado y transfor-
El feminismo decolonial, como advierte Yuder- mador, que integre los saberes de las mujeres,
kis Espinosa, hace suya la tarea de reinterpretación pero también los saberes populares, comunitarios,
de la historia en clave crítica a la modernidad, ya no ancestrales, indígenas, afros, urbanos, de una
solo por su androcentrismo y misoginia -como lo ha relación entre conocimiento poder que busque
hecho la epistemología feminista clásica-, sino desde la emancipación (no rivalidad entre cultura y na-
su carácter intrínsecamente racista y eurocéntrico” turaleza), que solamente podrá alcanzarse desde
(Espinosa Miñoso y otras, 2013:31). Así, no sólo una investigación transdisciplinaria y a partir de
se nutre de los feminismos del norte global, que un nuevo lenguaje.
sentaron las bases de la epistemología feminista Esto supondrá redefinir no sólo la ciencia -tal
de la ciencia y la tecnología, sino también de los como se propuso desde la epistemología del Sur y
saberes que fueron descalificados y marginados la epistemología feminista- sino también y, espe-
por la ciencia, esto es, de los saberes populares, cialmente, la tecnología. Lo cual presenta un
comunitarios memorias de largo aliento, y de allí enorme desafío para una filosofía de la técnica

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con perspectiva feminista y latinoamericana, birlos en una forma de vida que no responda a
ya que la tecnología ha sido identificada -por su la competencia, la destrucción, la segregación y
propio origen y desarrollo- con el capitalismo, la desigualdad del capitalismo. En este sentido,
el pensamiento occidental y la dominación. Tal retomando a Silvia Rivera Cusicanqui (2015), el
filosofía de la técnica debe estar centrada en la Buen Vivir es una oportunidad para pensar otro
crítica a las relaciones coloniales y de género mundo a partir de principios diferentes al pen-
(pero también de clase, de sexualidad, de etnia). samiento moderno, es una visión que se aleja de
Este es el punto de partida para comenzar a la explotación del ser humano y de la naturaleza
cuestionar a la tecnología, cuyo desarrollo se en la lógica de la acumulación del capital; que
nos muestra irreversible, pero también puede ser sitúa al ser humano en armonía consigo mismx
irreverente. y con lxs otrxs, como con la naturaleza, a lo
Sin pretender en este texto fundar una filoso- que podríamos agregar, y los objetos y aparatos
fía de la técnica con perspectiva feminista y técnicos.
latinoamericana -campo fértil pero aún inexplo- Debemos también reconocer el carácter híbri-
rado- quisiéramos sugerir que ésta debe estar en do o mixto de una filosofía de la técnica feminis-
consonancia con el Buen Vivir o Vivir Bien recu- ta y latinoamericana. Esto es, una mirada donde
perado por el pensamiento decolonial como alter- se entretejan los saberes que provienen de la
nativa a la modernización occidental -donde la crítica a la tecnología moderna, generados por
tecnología es un bastión central.� El Buen Vivir la epistemología feminista de la ciencia y la
no debe ser confundido con el bienestar occidental tecnología, con los saberes indígenas, afros, po-
ni con el consumo de bienes materiales, por el pulares, comunitarios, de la tecnología y de la
contrario, supone apoyar la cosmovisión de los técnica -aquí quisiéramos enfatizar la noción de
pueblos indígenas, que enseñan una forma de técnica que es característica de estos saberes y
vida en armonía con la naturaleza y la sociedad. que podemos encontrar, por ejemplo, en el tejido-�
Como bien expresa Alberto Acosta (2010), que han sido marginalizados y subordinados.
Esto también supone -y de manera fundamen-
El Buen Vivir, en definitiva, es la búsqueda tal- un alejamiento de las dos miradas que se han
de la vida en armonía del ser humano con- impuesto en relación a la tecnología, nos referimos
sigo mismo, con sus congéneres y con la a la tecnofilia y tecnofobia, o la prometeica y
Naturaleza. Buscar esas armonías no impli- faústica. Creemos que una consideración de la
ca desconocer los conflictos sociales, las tecnología y la técnica desde el Buen Vivir, supone
diferencias sociales y económicas, tampoco una mirada relacional de la tecnología. Es decir,
negar que estamos en un sistema que es de una relación co-constitutiva entre lo humano,
ante todo depredador, como el capitalista. lo técnico y lo tecnológico y la naturaleza (Cfr.,
Por lo tanto, a diferencia del mundo del Blanco y Torrano, 2012).
consumismo y de la competencia extrema, La tecnología no nos amedrenta pero despre-
lo que se pretende es construir sociedades ciamos su afán de dominio. Abogamos por una
en donde lo individual y lo colectivo coexis- tecnología que nos permita crear, como expresa
tan en armonía con la Naturaleza, donde la Raquel Gutierrez Aguilar (2016, 2017), una común-
racionalidad económica se reconcilie con unidad, que valore los diversos modos en que nos
la ética y el sentido común. La economía organizamos y vivimos en común, donde se reco-
tiene que reencontrarse con la Naturaleza. nozcan las tramas que son heredadas, pero que
(párrafo 2) se actualizan, y también tramas novedosas, pero
que no salen de la nada. Una tecnología que nos
Esto no significa desconocer los valiosos avan- ayude a tejer las prácticas comunes, los afectos
ces tecnológicos de la humanidad, sino reinscri- y los saberes que conforman una común-unidad.

Torrano, A. y Fischetti, N.
“Apuestas del feminismo: Ciencia/Técnica/Latinoamérica” | pp. 267-279 [ 275 ]
Concluyendo

E n esta palabras finales, que son más bien el


comienzo para construir juntxs una filosofía
de la técnica feminista y latinoamericana, qui-
Pensar otro mundo, cuyo punto de partida
pero también horizonte sea el Buen Vivir, no sólo
debe cuestionar la tecnología como ha sido com-
siéramos retomar la introducción de Palabras prendida y desarrollada por el logos europeo/
para tejernos, resistir, y transformar, de Raquel norteamericano sino también crear un modo
Gutiérrez Aguilar y otrxs (2011) de vivir con la tecnología que no responda a la
competencia, la dominación, el consumismo
Nosotros nos asumimos, también, como ni la devastación. Una tecnología que ya no sea
paridos y tejidos por la Madre Tierra y funcional al capitalismo y colonialismo, por el
nos esforzamos por aprender a vivir bajo contrario, que sea una apertura a nuevas formas
su mandato. Por eso, sentimos asco del de común-unidad, que genere nuevas tramas
patriarcado machista inseparable de la comunitarias y saberes comunes.
modernidad agotada y de la codicia del ca- Tal como propone Lorena Cabnal (2010) desde
pital que nos sigue robando procesos, dis- el feminismo comunitario:
cursos, muertas y muertos, años de lucha,
compañeras y compañeros. Creemos en un Este hilo del pensamiento, de la palabra y
Mundo-Mujer-Pacha, que no ha llegado a de la acción feminista comunitaria me ha
develarse todavía, pero que existe, nos nu- llevado a ver la importancia de tejer pensa-
tre y nos conforta; que ha perdido y san- mientos con otras mujeres, sean indígenas
grado mucho aunque es imprescindible, de los diversos pueblos originarios, o sean
y que ahora puede quedar aplastado por “occidentales”, porque creo que nos convie-
mafias autoritarias, fascismos renacidos y ne a todas, propiciar espacios y encuentros
mentiras de todos los colores. (p. 7) para reflexionarnos, para atrevernos a ha-
cer desmontajes y para construir en colec-
En un contexto signado por el desarrollo tec- tividad transgresiones y propuestas para
nológico, la intensificación del capitalismo con una nueva vida (p. 25).
su afán militarista, colonizador y patriarcal,
consideramos que es urgente, desde un activis- Sin desconocer a los gigantes que nos acechan
mo académico que busca resistir al pensamiento desde una tecnología funcional al capitalismo y
falogocéntrico, indagar sobre una filosofía de la la globalización hegemónicos, buscamos resistir
técnica con perspectiva feminista y latinoame- (y crear), incluso desde el lenguaje. Se trata de
ricana. Esta invitación no quiere partir de un tejer juntxs desde la urdimbre, elegir y ceñir los
punto cero sino del reconocimiento de los valio- hilos del lenguaje que nos permitan entramarnos
sos aportes que se han realizado tanto desde la de nuevo desde los saberes de las mujeres, del
epistemología del Sur y decolonial como la epis- feminismo, del Sur, decolonial y comunitario,
temología feminista y de los activismos, que son para que las ciencias y las técnicas entre nosotrxs
centrales para cuestionar al pensamiento mo- desanuden la lógica de la dominación moderna
derno occidental. colonial y patriarcal que nos ata.

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