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Guía para Hora Santa en SILENCIO

Tres REGLAS.
1.  Silencio. 
No recites mecánicamente las oraciones o revises en silencio el estrés de tu vida. Olvídate de todo lo
que te preocupa. Mantén un silencio y una calma en tu exterior e interior. Respira, cierra los ojos,
ábrelos mira al Rey Sacramentado, disfruta su compañía.
 
2. Atención. 
Pon tu celular en SILENCIO, sácalo solo si es muy urgente, la luz y el sonido puede interrumpir la
oración del prójimo. Presta atención todo el tiempo al Altar. Escucha los cantos, medítalos, si sientes
que Jesús te habla por medio del canto guarda silencio y escúchalo, no cantes mecánicamente,
canta con el corazón.
 
3. Buena disposición. 
Siéntate, ponte de pie o arrodíllate, pero con respeto a tus compañeros de oración, trata de no hacer
ruido para no perturbar su momento de oración.
Consejo rápido: si sientes somnolencia, ¡ponte de pie!
 
Canto: Venimos a Adorar
El Rey del universo //Nos ponemos de rodillas
Y Señor de la creación Y el corazón alzamos
Se viene a hacer presente Nos llenamos de alegría
En medio de nosotros Y venimos a adorar//

El Santo Sacramento //A Cristo, Cristo, Cristo


Jesús Eucaristía Gracias por estar aquí
Rodeado de sus ángeles Qué alegría
Ya está presente aquí El poder estar contigo//

Adoración (aprox. 10 minutos): Adora a Dios. Él sostiene el universo como una semilla en la palma de su
mano. Él es todopoderoso, todo bondad, más hermoso de lo que podemos imaginar y más real que las
pequeñas cosas que percibimos tan fácilmente. Imagina a Cristo sentado a tu lado.

Canto: Symbolum 77
Eres Tú mi vida, solo Tú, Señor, Eres tú mi fuerza, solo tú, Señor,
Eres mi Camino, eres mi Verdad; eres mi camino y mi libertad.
seguiré tus pasos, me guiará tu amor. Nada en este mundo nos separará;
Tú me has dado vida nueva y tu salvación. ya sé que tu mano fuerte no me dejará.
Ya no tengo más temor si tú estás aquí. De todos los males tú me librarás.
Te lo ruego, quédate en mí. Te lo pido, dame tu paz.

Creo en Ti, Jesucristo, hijo de María Eres pan de vida, fuente de amor
Hijo eterno y Santo, nuestro Redentor. Tú, mi fortaleza, ¡eres mi Señor!
Creo que por salvarme moriste en la cruz Tú que sabes bien quien soy dame tu perdón.
Y al resucitar me diste vida en plenitud. En tus manos yo me entrego todo entero a ti.
En el pan y el vino te nos das, Señor, Quédate en mi corazón, llena mi existir.
Llena mi alma, dame tu amor. Te lo ruego, quédate en mí.
Meditación (próximos 15 minutos): Contempla la acción de Dios. Quizás quieras rezar meditativamente y
libremente o te dejamos una lectura bíblica para entrar en el misterio del amor:
(puedes hacer lo que decidas)

Primera Carta de Juan 4, 7-18


"Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Miren cómo se
manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que
tengamos vida por medio de él. En esto está el amor; no es que nosotros hayamos amado a Dios,
sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. Queridos, si Dios
nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. A Dios no lo ha visto
nadie jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus
frutos entre nosotros. Y ¿cómo sabemos que permanecemos en Dios y él en nosotros? Porque nos
ha comunicado su Espíritu. Pero también hemos visto nosotros, y declaramos, que el Padre envió a
su Hijo como Salvador del mundo. Quien reconozca que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece
en él y él en Dios. Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en
él. Dios es amor: el que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él. Cuando el amor
alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianza al día del juicio, porque ya somos en este
mundo como es El. En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor
donde hay castigo. Quien teme, no conoce el amor perfecto. Amemos, pues, ya que él nos amó
primero."

Canto: Cantemos al Amor de los amores


1. Cantemos al Amor de los amores, 2. Unamos nuestra voz a los cantares
cantemos al Señor. del Coro Celestial,
Dios está aquí; venid adoradores, Dios está aquí, al Dios de los Altares
adoremos a Cristo Redentor. alabemos con gozo angelical.

//GLORIA A CRISTO JESÚS; 3. Por nuestro amor oculta en el sagrario


CIELOS Y TIERRA, BENDECID AL SEÑOR; su gloria y esplendor;
HONOR Y GLORIA A TI, REY DE LA GLORIA, para nuestro bien se queda en el santuario
AMOR POR SIEMPRE A TI, esperando al justo y pecador.
DIOS DEL AMOR.//
4. ¡Jesús potente, Rey de las victorias!
¡A ti loor sin fin!
¡Canten tu poder, autor de nuestras glorias,
cielo y tierra hasta el último confín!
Acción de gracias (aprox. 10 minutos) Expresa gratitud por todos los dones de Dios. No te creó
solamente a ti, sino que sostiene tu existencia por amor en cada momento. Agradezcamos.

Canto: Cuando estas en el altar


Cuando estás en el altar En el pan angelical
El cielo baja a la tierra
Los ángeles y santos Cuando estás en el altar
Te adoran sin cesar. Dios y hombre, todo entero
Aquí están tu Cuerpo y Sangre,
Por la fe, sé que es verdad Tu Alma y tu Divinidad.
Aunque fallen los sentidos Con dulzura y suavidad
Eres Tú en el Pan y el Vino En la paz y en el silencio
Cuando estás en el altar Nos transforma tu presencia
Cuando estás en el altar
Bendito y alabado coro
Sea Jesús en el altar
Admirable sacramento Bendito, bendito, bendito sea Dios
Alimento celestial //Los ángeles cantan y alaban a Dios//

Bendito y alabado Yo creo, Jesús mío, que estás en el altar


Dios eterno e inmortal //Oculto en la hostia te vengo a adorar//
Aquí estás, mi Dios, mi todo coro

Petición a Dios (aprox. 5 minutos): Pide a Dios por tus necesidades y las de otros. Él es el rey del
universo. Él lo controla todo, incluso cuando no resulta tan obvio. Reza por la Iglesia, por las
intenciones del Papa, por aquellos que sufren, por los sacerdotes y obispos, por los religiosos y
religiosas, por las vocaciones, por tu país, por tu familia, por lo que más necesites en tu vida
espiritual. Reza por la paz y la protección de la institución de la familia. Reza por quienes te han
pedido oraciones.

Canto: Te necesito
Te necesito Es que no hay nadie [Te necesito Dios, Te necesito Dios
Quien pueda secar mis lágrimas Ahora mismo] 4v
En la tormenta Oh Señor tú eres mi calma
Y cuando todos ya se han ido nunca me faltas //Pues levanto mis manos,
Y doblare mis rodillas
Te necesito porque en mi alma Yo clamare hacia el cielo
Hoy Señor esta sedienta Te necesito Dios //
Y tú eres ese manantial de agua fresca
Y eres Jesús el pan de vida que me sustenta Te necesito Dios, Te necesito Dios
Te necesito Dios…
Te necesito Dios, Te necesito Dios
Te necesito Dios, Te necesito //Te necesito mas que el aire pa´ respirar, te
necesito mas que el agua para vivir.
yo te necesito, y es que no hay .... Eres mi todo//

Yo te necesito…
Bendición (de rodillas)
 
HIMNO EUCARÍSTICO:
Tantum ergo sacraméntum Traducción:
venerémur cernui, Veneremos pues, postrados
et antíquum documéntum a tan grande Sacramento;
novo cedat rítui; Y la antigua imagen ceda el lugar
praestet fides supleméntum al nuevo rito;
sensuum deféctui. ¡La fe remplace la incapacidad de los sentidos!

Genitóri Genitóque Al Padre y al Hijo sean dadas


laus et iubilátio, alabanza y gloria, fortaleza, honor
salus, honor, virtus quoque poder, bendición; una gloria
sit et benedictio; igual sea dada a
procedénti ab utróque aquel que de uno y de otro procede. Amen.
comparsit laudátio. Amen.
 
V. Les diste pan del cielo.
R. Que contiene en sí todo deleite.
 
El sacerdote nos da la bendición.
 
Canto: Me levantare
Cuando me falte tu paz, cuando todo parezca fallar
Si llego a dudar en lugar de creer,
si al caminar volviera a caer, yo sé que me levantaré
 
Cuando me pese la cruz que debo cargar
Cuando me agobie el dolor y la enfermedad
SI pierdo la esperanza, a tus pies me postraré
Y yo sé que me levantaré.
Con tu poder y de tu mano yo lo haré
 
Yo sé que me levantaré, Señor, yo me levantaré
Jesús, yo me levantaré, con tu poder
 
Si al orar no escuchara tu voz, si alguna vez no sintiera tu amor, si el temor cierra mi corazón,
esperaré en ti,
mi Señor, y yo sé que me levantaré
Con tu poder y de tu mano yo lo haré
 

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