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Por Mar Cambrolle-. * Como mujer transexual y dada mi experiencia vital (edad,
extracto social,..), que desde luego no es nada que se pueda interpretar como que me
otorga potestad para nada, pero indudablemente me da una visión por mis años, por
haberme relacionado con muchas personas transexuales, no sólo subjetiva sino que
puedo afirmar con toda legitimidad que la transexualidad al margen de cada individu@
la viva de forma diferente, hay un denominador común que nos caracteriza a mujeres y
hombres transexuales: el desacuerdo entre el sexo biológico y el sexo sentido,
percibirse como hombre o mujer y el deseo de que los demás así te perciban.
Tod@s hemos realizado todo lo que hemos podido por adecuar nuestro físico al sexo
sentido: tratamientos hormonales (sin control y automedicándonos con el riesgo que
ello implica para la salud), cirugías de femenización del rostro, mamoplastias,etc. Todo
ello como anteriormente he dicho con el mayor y más profundo deseo de percibirse y
de que te perciban como MUJER u HOMBRE.
Sin embargo el plazo de dos años se nos antoja excesivo, más teniéndose en cuenta
que antes de cumplir un año en el proceso endocrino empiezan a ser visibles los
cambios físicos. Un año podría ser un tiempo adecuado para que se consoliden
psicológica y físicamente las expectativas personales de cada demandante para un
posterior cambio de nombre.
Por una atención sanitaria integral y desde la seguridad social, que garantice nuestra
salud y no tengamos que hacer como antaño de poner en riesgo nuestra salud.
Si bien la iniciativa del PNV puede parecer favorable al colectivo transexual, también lo
sería que ese mismo partido modificara su tradicional postura de rehusar la cobertura
sanitaria pública del tratamiento clínico integral de reasignación de sexo en el sistema
sanitario público vasco (Osakidetza). Y oportunidades ha tenido para hacerlo: ante la
petición reiterada de uno de sus socios en el gobierno tripartito vasco (EB-IU) o ante la
Proposición no de Ley presentada por el PSE-EE hace dos años en el Parlamento
Vasco. Aunque se han subvencionado los tratamientos médicos de reasignación de
sexo a través de una partida presupuestaria gestionada a través de la Consejería de
Asuntos Sociales (dirigida por un Consejero miembro de EB-IU), el PNV siempre se ha
mostrado reacio a incluir esta prestación sanitaria en el sistema público de salud
vasco.
Me parece que el que un partido de derechas como es el PNV, apoyado por otros de
ambito nacional como el PP, vean bien la iniciativa de retirar el requisito de
hormonacion nos deberia de hacer pensar en QUE es lo que quieren conseguir con
ello cuando estos partidos no se caracterizan precisamente en apoyar al colectivo
LGTB. Me parece que lo que intentan es crear confusión registral y en la OPINIÓN
PUBLICA para tener una excusa para pedir la retirada total de la ley de identidad de
género.