Está en la página 1de 15

Acta psiquiát psicot Am !at.

2006, 52(4): 242-256

ORIGINAL

Psiconeuroinmunoendocrinologla del estrés crónico y


la depresión

GUSTAVO E. TAFET

GUSTAVO E. TAFET Se ha demostrado la relación existente entre el estrés crónico y el origen y


Departamento de Psiquiatría y desarrollo de numerosos cuadros clínicos, entre los cuales se destaca la
Neurociencias, Universidad depresión mayor. En ese sentido, la alteración de la regulación del sistema
Maimónides, Buenos Aires, limbico-hipotálamo-hipofiso-adrenal, con el consiguiente aumento de los nive-
Argentina
les de cortisol, representa una de las observaciones más consistentes y mejor
E-mail: psychiatry@maimonides.edu
estudiadas tanto en estrés crónico como en depresión. Por otra parte, se ha
descripto una relación entre el aumento de los niveles de cortisol y una altera-
ción en la neurotransmisión seroíoninérgica, característicamente observable
en la depresión. El presente trabajo está orientado a desarrollar un modelo
integrador, capaz de incorporar los aspectos neurobiológicos y psicosociales,
permitiendo así comprender la relación entre el estrés crónico y los trastornos
del ánimo. Esto puede alentar el desarrollo de nuevas estrategias para el tra-
tamiento precoz de los trastornos por estrés crónico y la prevención de los
trastornos del ánimo.

Palabras clave: Psiconeuroinmunoendocrinología - Estrés - Depresión.

Psychoneuroimmnuoendocrinology of chronic stress and depression


It has been long demonsírated the link between chronic stress and the origin
and development of differení disorders, especially ¡ncluding major depression.
Moreover, dysregulaíion of the limbic-hypothalamic-pituitary-adrenal system,
with the consequení increase in cortisol levéis, represents one of the mosí
consisten! and best studied conditions ¡n chronic stress and depression.
Furthermore, it has been described a link between increased cortisol levéis
and an alíeration of íhe serotonergic neurotransmission, characteristically
observed in depression. The goal of this report is to develop a comprehensive
model, which integrales psychosocial and neurobiological aspeéis, allowing
to better understanding íhe link between chronic stress and mood disorders.
This may encourage to develop new strategies for the early íreatmení of
chronic stress disorders as well as to prevent the development of mood
disorders.

Key Words: Psychoneuroimmunoendocrinology - Stress - Depression.


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGIA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 243

Introducción estrategias de afronta miento, la planificación e


La estabilidad en el medio interno de un implemeníación de respuestas conductuales, y
organismo es el resultado de un complejo equi- la activación de estructuras neurales y neuro-
librio entre recursos internos, propios de cada endocrinas tendientes a facilitar las funciones
organismo, y estímulos externos que pueden más adaptativas, tales como el estado de aler-
ser de naturaleza bio-ecológica o de tipo psico- ta y la atención focalizada, mientras inhibe
social, conocidos como "factores de estrés" o aquellas funciones vegetativas menos necesa-
"estresores" (stressors). Esta tendencia a la rias para una respuesta inmediata y eficaz [50].
estabilidad se denomina "homeostasis" [24], de Este proceso se supone que debe ocurrir de
manera que se puede entender al estrés como manera aguda, en respuesta a situaciones de
un estado de amenaza a la homeostasis, al demanda concreta y específica, restringiéndo-
cual el organismo reacciona con un repertorio se a dichas situaciones. De manera que la acti-
de respuestas adaptativas [6,31]. El concepto vación persistente y sostenida de dichas res-
de estrés es ampliamente conocido y aceptado puestas adaptativas puede conducir a una
como una situación natural en la vida de toda sobre-reacción del sistema de respuesta al
persona. Si bien existen numerosos aspectos estrés, una condición originalmente descripta
que determinan diferentes tipos de estrés. En como "síndrome general de adaptación", o
ese sentido, se ha demostrado que el estrés no simplemente "síndrome de estrés" [101,102].
siempre constituye una situación adversa. Se En el terreno de la investigación clínica el
denomina "eustress" al "estrés positivo", aquel concepto de "adaptación" se refiere principal-
generado por estímulos moderados, predeci- mente al ajuste a variables psicosociales, en
bles, deseables y controlables, y que se rela- especial aquellas con marcada relevancia emo-
ciona con sensaciones de placer y motivación. cional, donde resulta evidente el concepto de
Por el contrario, se denomina "distress" al "estrés psicosocial" y su importancia como fac-
"estrés negativo", aquel producido ante situacio- tor desencadenante de numerosos cuadros clí-
nes adversas o incontrolables, frecuentemente nicos, entre los cuales se destacan los trastor-
percibidas y referidas como una amenaza nos de ansiedad y la depresión mayor [51].
[104,105]. La aplicación persistente y sostenida Los componentes principales en la respues-
de respuestas adaptativas ante situaciones de ta adapíativa al estrés son el sistema adrenérgí-
estrés percibido como indeseable, impredecible co-noradrenérgico (SAN) y el sistema límbico-
o incontrolable, conduce a una situación de hipoíálamo-hipófiso-adrenal (L-HPA). El SAN
estrés crónico, que se caracteriza en ultima ins- involucra la síntesis y liberación de adrenalina
tancia por respuestas mal-adaptativas, las cua- por parte de la médula adrenal, regulada por la
les pueden llevar al desarrollo de diferentes cua- rama simpática del sistema nervioso autónomo
dros clínicos, incluyendo numerosos cuadros (SNA), y noradrenalina (NA), por parte del
psicosomáticos, diferentes trastornos de ansie- núcleo locus caeruleus (NLC) en el SNC. El sis-
dad, y muy especialmente, depresión. tema L-HPA involucra estructuras límbicas,
como la amígdala y el hipocampo, en asocia-
Estrés y adaptación ción con el eje HPA y sus respectivas intercone-
La respuesta adapíativa al estrés es un pro- xiones (Fig. 1). El SAN y el sistema L-HPA tam-
ceso dinámico, coordinado fundamentalmente bién actúan de manera sinérgica en su mutua
por el Sistema Nervioso Central (SNC), que estimulación, de manera que la activación de
involucra el procesamiento de información sen- uno de ellos conduce también a la activación del
sorial, su integración y cotejo con experiencias otro de manera recíproca [30].
previas, la adjudicación de un cierto tono emo-
cional, el procesamiento cognitivo orientado a la Estrés y Sistema Límbico
evaluación de dicha información y de posibles La información acerca de diferentes estí-

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


244 GUSTAVO E. TAFET

Figura 1. Representación esquemático de los estructuras del la, el cual la procesa y proyecta a los otros
SNC involucradas en lo respuesta al estrés. Los estímulos
ambientales ingresan al SNC a purtir de la información pro- núcleos del complejo amigdalino, incluyendo el
vista por los receptors sensoriales periféricos, v es procesada basal, el basal accesorio y el núcleo central de
por el tálamo, cortezas sensoriales primarias, cortezas senso- la amígdala [5,68,69].
riales de orden superior y cortezas asociativas, como la corte-
za prefrontal. Al mismo tiempo, información sensorio! mas pri- A diferencia de la amígdala, el hipocampo
mitiva o mas elaborada es transmitida a la amígdala desde no recibe información de cada modalidad sen-
estas estructuras, asi como desde las cortezas transicionales y
sorial sino información más elaborada y contex-
desde el hipocampo. A partir de la amígdala y el hipocampo
son reguladas los respuestas neurales y neuroendócrinas, sien- tualizada proveniente de la neocorteza. Allí la
do moduladas por dichas estructuras límbicas. información "unimodal" acerca de los distintos
estímulos es procesada en las cortezas senso-
riales primarias y de orden superior para crear
representaciones preceptúales más complejas,
que a su vez son procesadas en cortezas aso-
ciativas, como la prefrontal (PF) y parieto-tém-
poro-occipiíal (P-T-O), creando representacio-
nes de tipo "polimodal". Dichas cortezas aso-
ciativas proyectan su información a cortezas
transicionales, incluyendo las áreas perirrinal,
parahipocámpica y entorrinal, donde las dife-
rentes modalidades sensoriales son integradas
y cotejadas con información almacenada en la
mulos ambientales ingresa al organismo a par- memoria a largo plazo. A su vez, la corteza
tir de los distintos órganos sensoriales. De esta entorrinal proyecta dichas representaciones al
manera, los diferentes estímulos ambientales hipocampo, donde se procesan representacio-
son percibidos por sistemas sensoriales perifé- nes aun más complejas [43,69], y desde donde
ricos que envían su información al SNC, pro- se vuelve a proyectar a la neocorteza a través
yectando a sus respectivas regiones talámi- de las mismas vías, así como también a la
cas. Desde allí, la información sensorial amígdala y al núcleo paraventricular (PVN) del
correspondiente a cada estimulo particular es hipoíálamo, donde tendría un rol inhibitorio
enviada directamente al sistema límbico por [54,74,106], De esta manera, la amígdala reci-
medio de proyecciones tálamo-amigdalinas (T- be información sensorial más primitiva y ele-
A) o indirectamente a través de proyecciones mental a través de la vía T-A, información más
tálamo-cortico-amigdalinas (T-C-A). elaborada a través de la vía T-C-A, y finalmen-
Las primeras consisten en una vía mas te información más compleja, relacionada con
rápida, un "atajo" que permite enviar informa- el contexto general, a través de la vía prove-
ción de manera inmediata a la amígdala, pero niente del hipocampo [69]. Además, el hipo-
desde el momento en que escapa al procesa- campo y las demás áreas corticales relaciona-
miento cognitivo de la neocorteza sólo puede das, estarían involucradas en procesos de for-
proveer información relativamente primitiva, mación y recuperación de memoria explícita
como una primera representación preconcien- almacenada en áreas corticales y subcortica-
te acerca del estímulo. Esta primera vía de les. De manera que la evocación de ciertos
información actúa en conjunto con la vía nor- recuerdos, almacenados en la memoria a largo
adrenérgica, proveniente del núcleo locus cae- plazo, podrían actuar en la amígdala como fac-
ruleus (NLC) para producir la primera reacción tores endógenos de estrés, desencadenando
de activación o alarma de respuesta al estrés. respuestas propias de estrés, aun en ausencia
Tanto la vía T-A, como la vía T-C-A, proyectan de estímulos ambientales [63]. Por lo tanto, la
su información al núcleo lateral de la amígda- amígdala estaría involucrada en el análisis de

Acta psiquiát psicol Am lat 2006. 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGlA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 245

la relevancia emocional de los estímulos exter- ante una situación sostenida y prolongada de
nos, tanto como estímulos individuales o como estrés [80]. Estas hormonas esteroides se unen
situaciones complejas, así como la evaluación a dos tipos de receptores: los de tipo mineralo-
emocional de los estímulos internos [68,95]. corticoide (mineralocorticoid receptor, MR) y los
De esta manera, diferentes proyecciones de tipo glucocorticoid e (glucocorticoid receptor,
originadas en el núcleo central de la amígdala GR) [44,114], los cuales pertenecen a una fami-
regulan la expresión de diferentes respuestas lia de factores de transcripción organizados
autonómicas, neuroendocrinas y conductuales estructura I mente en diferentes dominios [25].
[35]: proyecciones al núcleo lateral del hipotála- En presencia de cortisol se constituye un
mo median la activación de la rama simpático complejo hormón a-receptor, a partir del cual
del SNA [67]; proyecciones al núcleo motor dor- estos receptores sufren un cambio conforma-
sal del vago están involucradas en la activación cional de manera que les permita interacíuar
de la rama parasimpática del SNA [60]; proyec- adecuadamente con el ADN [17,18]. De esta
ciones al NLC y al área ventro-tegmental (ven- manera, el complejo hormona-receptor resul-
tral tegmental área, VTA) están involucradas en tante, cortisol-GR, puede estimular o inhibir la
la activación del sistema noradrenérgico [116] y expresión de varios genes. En el primer caso,
dopaminérgico respectivamente [20]; y muy la estimulación se obtiene mediante la consti-
especialmente, proyecciones directas al núcleo tución de dímeros, o sea complejos formados
paraventricular (paraventricular nucleus, PVN) por dos unidades cortisol-GR, los cuales reco-
del hipotálamo [52], o proyecciones indirectas a nocen y son reconocidos por determinados
través del núcleo del lecho de la estría terminal "sitios de consenso" en el ADN, que son
(bed nucleus of íhe stria terminalis, BNST) secuencias palindrómicas conocidas como
median la activación de las respuestas neuro- "elementos de respuesta a glucocorticoid es"
endocrinas características del estrés [35,67]. (glucocorticoid response element, GRE) ubica-
dos en la región promotora de ciertos genes
B Sistema Hipotalámico-Hipofisio-Adrenal [90,100]. De esta manera, estos factores trans-
El sistema HPA recibe e integra varios estí- cripcionales permiten agrupar otros co-facto-
mulos indicativos de estrés, que convergen en res en la región promotora, constituyendo así
el PVN del hipotálamo [42,31,108]. De esta un complejo de iniciación capaz de generar el
manera, neuronas del NPV producen CRH, el proceso de transcripción genética.
cual es liberado a la sangre del sistema portal Lo contrario, es decir la inhibición del pro-
hipotálamo-hipofisiario para alcanzar la hipófi- ceso transcripcional, se logra ya sea median-
sis anterior [93,108]. Allí la CRH regula la tras- te la unión del complejo cortisol-GR a un
cripción del gen POMC, un precursor común GRE "negativo", corno en el caso de la regu-
de la ACTH y otros péptidos relacionados, y lación negativa del gen POMC [40] y del gen
estimula la liberación de ACTH al torrente san- CRH [71], o indirectamente mediante la unión
guíneo [10,11], mientras otros péptidos, como del complejo cortisol-GR con otros factores
arginina-vasopresina (AVP) son también libe- transcripcionales.
rados para reforzar el efecto de la CRH [10]. Su activación, como en el caso de ciertos
De esta manera, la ACTH estimula la sínte- genes que poseen en su región promotor un
sis y liberación de glucocorticoides, particular- sitio de consenso para factores del grupo "pro-
mente cortisol, en la corteza adrenal [12]. teína activadora 1" (activator protein 1, AP-1),
Ante una situación de estrés, los glucocorti- que son factores transcrpcionales generados a
coides producen importantes efectos metabóli- partir de la expresión de genes de respuesta
cos, particularmente relacionados con la movili- inmedíata-temprana (immediate early genes,
zación de recursos energéticos, con el propósi- IEG), como Fos y Jun 87]. En este caso, el
to de afrontar las necesidades del organismo complejo cortisol-GR interactúa como monó-

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


246 GUSTAVO E. TAFET

mero con un dímero Fos-Jun, disminuyendo así ción de NA no disminuya o incluso pueda
la unión del dímero al sitio de conenso AP-1 en aumentar [2].
la región promotora de ciertos genes. Estos En respuesta al estrés crónico, la actividad
diferentes mecanismos explican cómo la activi- noradrenérgica central resulta afectada por
dad del sistema HPA puede regularse de dife- variables ambientales, tales como la posibilidad
rentes maneras [59]. de implementar una adecuada estrategia de
El eje HPA se regula a sí mismo median- afronta miento, de tal manera que la percepción
te varios circuitos de retroalimentación nega- de un estrés incontrolable o inescapable puede
tiva, mediados principalmente por el propio conducir a una disfunción del NLC, y conse-
cortisol [34,65]. De esta manera, el sistema cuentemente a una disminución de la síntesis y
endocrino es regulado por el SNC a través liberación de NA, lo cual fue asociado con
del eje HPA, y esta interacción recíproca situaciones de desesperanza aprendida (lear-
entre ambos sistemas provee una explica- ned helplessness) [92].
ción acerca de cómo las emociones y los La activación del sistema noradrenérgico
pensamientos pueden afectar la regulación se acompaña generalmente de la activación
de la secreción hormonal [74]. del SNA[115). De manera que conjuntamente
No obstante, en condiciones de estrés cró- con el NLC, el núcleo lateral del hipotálamo
nico el sistema HPA comienza a sufrir irregula- regula la activación de la rama simpática del
ridades, determinando cambios pato-fisiológi- SNA, el cual está involucrado en las respues-
cos que pueden generar diferentes tipos de tas adaptaíivas mediante la activación de los
trastornos [103], tales como los trastornos de nervios simpáticos y la liberación de adrenali-
ansiedad y depresión. En ese sentido, se ha na y, en menor medida NA, por parte de la
demostrado una asociación altamente significa- médula adrenal. La integración de ambos
tiva entre estrés y depresión [3,51,58,88], en la componentes, central y periférico, del SAN
cual el aumento sostenido del cortisol repre- explica el amplio espectro de síntomas cen-
senta uno de los marcadores biológicos más trales y autonómicos observados en diferen-
consistentes y mejor estudiados en ambos sín- tes situaciones de estrés.
dromes [51,78,81,82].

El Sistema Simpático-Adrenérgico- Figuro 2. Representación esquemático de tres sistemas de


neurotransmisión involucrados en la respuesta al estrés. El sis-
N ora dren erg ico tema dopamínérgico está representado a partir del VTA y sus
El sistema noradrenérgico es regulado prin- proyecciones al NAC y a corte2a prefrantal, el sistema nor-
cipalmente por neuronas del NLC, ubicadas en adrenérgico está representado o parlir del locus caeruleus, y
el sistema serotoninérgico a partir de los núcleos del rafe dor-
el tegmentum dorsal del tronco encefálico. Este sal (DRN) y medial (MRN|, con sus respectivas proyecciones.
núcleo proyecta de manera difusa a través del
paquete dorsal a diversas áreas de la neocorte-
za, y a través del paquete dorsal y ventral a
varias estructuras, incluyendo la amígdala, el
hipocampo, y el núcleo PVN del hipotálamo
[27,115] (Fig.2). La activación aguda de este
sistema conduce a la liberación de NA en una
extensa red de neuronas, produciendo un esta-
do de alerta que resulta fundamental en la res-
puesta adapíativa al estrés [9,107]. Por otra
parte, su activación prolongada conduce a un
aumento compensatorio en la síntesis y libera-
ción de NA [4,96], de manera que la concentra- 5HT

Acta psiquíát psicol Am lat 2006, 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGIA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 247

El Sistema Serotoninérgico sobre el eje HPA y el SNA, y que recíprocamen-


La serotonina ha sido involucrada en la te los glucocorticoides y las catecolaminas
regulación del eje HPA en situaciones de podrían mediar cierto tipo de alteraciones indu-
estrés. El sistema Serotoninérgico tiene sus cidas por estrés en el sistema Serotoninérgico
principales orígenes en los núcleos del rafe central [29,48].
(NR), ubicados también en el tronco encefáli-
co, los cuales también proyectan de manera El Sistema Dopaminérgico
difusa al sistema limbico y la neocorteza La dopamina (DA) también ha sido involu-
(Fig.2). Las proyecciones ascendentes se ori- crada en la regulación del eje HPA, tanto en el
ginan principalmente en el grupo superior de estrés como en la depresión [22,118]. Existen
los NR, particularmente en el NR dorsal evidencias que demuestran que el sistema
(NRD) y medial (NRM)[13J. dopaminérgico ejerce un control positivo sobre
El NRD proyecta a la amígdala, el núcleo el eje HPA y el SNS, y recíprocamente, los glu-
accumbens (NAC), y otras estructuras cerebra- cocorticoides y las catecolaminas podrían
les [14,36]. Este sistema estaría involucrado en mediar alteraciones inducidas por estrés.
el estado de ansiedad anticipatoria, el cual El sistema dopaminérgico se divide en
cumple una función adaptativa en situaciones varios sub-sistemas, tales como el meso-límbi-
de alarma, informando al sistema limbico acer- co (M-L) y el meso-cortical (M-C), involucrados
ca de la presencia de un estímulo o una situa- en procesos adaptativos [106] (Fig. 2). Ambos
ción en asociación con experiencias adversas o sub-sistemas se activan por el NLC y el SNA en
displacenteras, y estaría involucrado en el con- situaciones de estrés. El tracto M-L proyecta
trol de las posibles reacciones emocionales desde el VTA al NAC y el septum, y estaría
que pudiera generar [106]. involucrado en el procesamiento y refuerzo de
La activación disfuncional de este sistema estímulos positivos, o recompensas, y en la
se asocia con el desarrollo de fobias y ansie- motivación de respuestas conductuales positi-
dad generalizada [36]. vas [62,117]. Este sistema estaría involucrado
El NRM proyecta a estructuras complemen- en la activación de conductas dirigidas a un
tarias con aquellas inervadas desde el NRD, objetivo, de manera que su inhibición podría
entre las cuales se destaca el hipocampo conducir a la indiferencia emocional y falta de
[14,36]. Este sistema estaría involucrado en la iniciativa [106]. Este sistema es altamente sen-
tolerancia a estímulos adversos, persistentes o sible al estrés [1,21,89]. Por otra parte, el trac-
inevitables, de manera que las respuestas to M-C proyecta principalmente a la corteza
defensivas generadas en forma aguda resulten frontal, la cual esta involucrada en funciones
atenuadas con la repetición. Se asocia con el cogniíivas tales como el juicio y la planificación
control ejercido sobre las experiencias emocio- de respuestas conductuales [49], y más preci-
nales negativas, ante las cuales genera relaja- samente a la corteza prefroníal, una región
ción, satisfacción e inercia [106]. La activación involucrada en la anticipación y atención focali-
disfuncional de este sistema se asocia con el zada [106].
desarrollo de desesperanza aprendida y subse- Se ha propuesto que el estrés podría alte-
cuentemente depresión [36]. Por otra parte, se rar la síntesis y liberación de DA en el sistema
han identificado fibras serotoninérgicas prove- M-L [61], y que la exposición repetida al estrés
nientes de ambos núcleos que inervan neuro- podría conducir a diferentes tipos de respuesta
nas productoras de CRH en el núcleo PVN del ante situaciones de estrés subsecuentes,
hipotálamo, junto con neuronas serotoninérgi- según el tipo de estrés, produciendo diferentes
cas ubicadas enteramente en el hipotálamo, y cambios en el sistema M-L. La exposición a
existen evidencias que demuestran que el sis- una única experiencia adversa, de tipo inevita-
tema Serotoninérgico ejerce un control positivo ble o incontrolable, podría conducir a la inhibi-

Acta psiquiát psícol Am lat. 2006, 52(4)


248 GUSTAVO E. TAFET

ción de la liberación de DA en el NAC, así como sus valles vespertinos, se altera significativa-
a la disminución de la respuesta ante estímulos mente en situaciones de estrés crónico [53]
positivos y negativos [23]. resultando en un aumento sostenido del corti-
Los efectos del estrés en la función del sis- sol circulante [84], y un aplanamiento de la
tema dopaminérgico M-L pueden ser muy curva circadiana, debido principalmente al
variables, dependiendo de la controlabilidad de aumento en los niveles vespertinos y cambios
la situación, la carga genética del organismo y discretos en los matutinos [32].
sus experiencias vitales [23]. Las respuestas adaptativas son reacciones
básicamente agudas, limitadas a una situación
Estrés, Evaluación y Afrontamiento de estrés concreta y específica, por lo cual una
Se ha demostrado que la respuesta adapta- característica esencial de este proceso es la
tiva al estrés psicosocial es mediada principal- protección del organismo contra los posibles
mente por la activación del SAN, con la conse- excesos de sus propias reacciones. Si el orga-
cuente liberación de adrenalina y NA, y el siste- nismo es incapaz de controlar y limitar sus res-
ma L-HPA, con la consecuente liberación de puestas luego de haber finalizado la situación
CRH, ACTH y coríisol [6,31]. La calidad de esta de estrés, o es expuesto crónicamente ante
respuesta adaptativa estará determinada por situaciones de estrés inevitable o incontrola-
las características propias del factor de estrés, ble, la aplicación sostenida de las respuestas
su procesamiento cognitivo con su consecuen- adaptativas puede provocar diversas alteracio-
te evaluación, los recursos disponibles, y las nes fisio-patológicas. Dichas alteraciones pue-
estrategias de afrontamiento resultantes [66]. den provocar diferentes síntomas, que se com-
Se han descripto dos tipos de respuesta binan conformando síndromes, que caracteri-
posible, ante situaciones de distress o de zan el desarrollo de diversos cuadros, inclu-
estrés negativo. Por un lado, existe un modo yendo diferentes trastornos psicosomáticos,
"activo" de respuesta, una reacción defensiva trastornos de ansiedad y depresión [111].
con esfuerzo aplicado activamente para alcan-
zar un afrontamiento eficaz, que se observa Estrés y Depresión
ante situaciones de amenaza percibida y se Se ha descripto ampliamente la relevancia
caracteriza principalmente por activación del del estrés psicosocial como un importante fac-
SAN. Por otro lado, existe un modo "pasivo", tor desencadenante en varios cuadros clíni-
una reacción de derrota o una falta de reacción, cos, en especial los trastornos de ansiedad y
que se observa ante situaciones de pérdida de del animo [51,88]. Con respecto a la depre-
control, con incapacidad percibida para afrontar sión, se trata de un síndrome caracterizado por
la situación y sensación subjetiva de desespe- síntomas psicológicos, como la disforia y la
ranza, y se caracteriza principalmente por acti- anhedonia, y ciertas alteraciones neurobiológi-
vación del sistema HPA. De manera que la acti- cas. En este sentido, varios sistemas de neu-
vación crónica de este sistema, debido a la rotransm¡sores han sido estudiados en rela-
exposición sostenida y prolongada ante situa- ción a su fisio-patología en el SNC y su posible
ciones estrés negativo, percibido como indese- rol en el origen y desarrollo de depresión,
able, impredecible e incontrolable, lleva a una generando diferentes hipótesis acerca de la
disfunción de los mecanismos de retroalimen- depresión y su posible origen aminérgico.
tación negativa del eje HPA, con la consecuen- La hipótesis serotoninérgica de la depre-
te hiper-actividad del sistema y el consiguiente sión postula que una actividad deficiente deí
aumento de los niveles circulantes de coríisol sistema de neurotransmisión mediado por
[33,55]. De esta manera, la actividad normal del serotonina a nivel del SNC podría generar una
eje HPA, caracterizada por sus amplias varia- mayor vulnerabilidad para el desarrollo de
ciones circadianas, con sus picos matutinos y depresión. De esta manera, el rol de la seroto-

Acta psiquiát psicol Am tat. 2006, 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGiA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 249

nina en la fisio-patología de la depresión ha los niveles de cortisol, termina provocando una


sido ampliamente estudiado, apoyando así disminución de los receptores GR hipocampa-
esta hipótesis [29,54,70,77,97]. A nivel molecu- les [98]. Esta respuesta potencia I mente adap-
lar, la neurotransmisión serotoninérgica es tativa observada en tejidos neurales, aparente-
regulada mediante la rápida remoción del neu- mente orientada a compensar una elevada
roíransmisor del espacio sináptico, recaptado concentración de glucocorticoides, puede con-
principalmente por el transportador de seroto- ducir a una alteración del mecanismo de retro-
nina (SERT), ubicado en la membrana celular alimentación negativa, produciendo elevados
de las terminales pre-sinápticas [7,16]. Este niveles de cortisol, que pueden permanecer
proceso ejerce control sobre las concentracio- elevados durante mucho tiempo, mas allá de
nes efectivas del neurotransmisor en el espa- haber terminado el estímulo original que lo
cio sináptico, controlando de esta manera su desencadenó [74,98], y puede incluso resultar
disponibilidad para la interacción con sus en cambios degenerativos en el hipocampo
receptores específicos [16]. Se ha demostrado [98]. Por lo tanto, las alteraciones observadas
que un aumento en los niveles de serotonina, en el hipocampo producidas como resultado
traducido en la normalización de la neuroírans- de la exposición prolongada a niveles excesi-
misión serotoninérgica a nivel del SNC, podría vos de cortisol, con el consecuente deterioro
explicar el efecto terapéutico de numerosos del mecanismo de retroalimentación negativa
antidepresivos, incluyendo los tricíclicos y los a este nivel, podría explicar la incapacidad del
inhibidores selectivos de la recaptación de cortisol para regular su propia secreción en
serotonina (ISRS), apuntando de esta manera situaciones de estrés crónico [32,76].
al transportador de seroíonina como su princi- Estas observaciones dieron lugar a la hipó-
pal objetivo [57,64]. tesis que vincula al origen y desarrollo de la
El síndrome de depresión mayor, y en depresión con una alteración del sistema L-
especial el sub-tipo melancólico, también pare- HPA, apuntando principalmente a una disminu-
ce reflejar alteraciones en la respuesta adapía- ción de receptores GR a nivel hipotalámico e
tiva al estrés [31,32], En este sentido, la híper- hipocampal [15,59], lo cual afectaría al circuito
actividad del eje HPA, con el consecuente de retroalimentación negativa del sistema,
híper-cortisolismo, que se observa en pacien- generando el consecuente híper-cortisolismo.
tes con depresión mayor, representa uno de De acuerdo con esta hipótesis, el efecto tera-
los hallazgos más consistentes en psiquiatría péutico de los antidepresivos se debería en
biológica [51]. Por lo general, los pacientes parte a su efecto beneficioso sobre la función
depresivos presentan niveles elevados de cor- de los receptores GR hipotalámicos e hipo-
tisol [51,78,81,82], de manera que un aumento campales, contribuyendo de esta manera a la
en los niveles de cortisol [26,28], así como un normalización del eje HPA. Otra hipótesis, a su
aumento en la liberación de CRH [83,97], pero vez complementaria con la anterior, es la que
con niveles normales de ACTH [45,94], han asocia al origen y desarrollo de la depresión
sido reportados en estos pacientes [6,86]. con la disminución, también a nivel hipocam-
En cuanto al efecto del cortisol, varias pal, del factor neurotrófico derivado del cerebro
áreas del SNC son afectadas por los glucocor- (brain derived neurotrophic factor, BDNF)
ticoides, en especial el hipocampo, donde se como consecuencia del estrés [41]. El gen del
han descripto receptores de tipo MR y espe- BDNF contiene en su región reguladora un
cialmente de tipo GR [72,73], los cuales han sitio de consenso, que es una secuencia espe-
sido involucrados en procesos de excitabilidad cífica para la proteína CREB, denominado pre-
neuronal y neuroplasticidad [37], Cuando la cisamente "elemento de respuesta a CREB"
secreción normal de glucocorticoides resulta (CREB response element, CRE), al cual se
alterada, y esto se traduce en un aumento en une la proteína CREB fosforilada, estimulando

Acta psiquiát psicol Am laí. 2006, 52(4)


250 GUSTAVO E. TAFET

la transcripción genética. El cortisol puede GRE) [90], ubicado en la región reguladora del
interferir indirectamente en este proceso, gen SERT. De esta manera, niveles elevados
mediante la unión del complejo que forma con de cortisol, tales como los que se observan en
el receptor GR, el complejo cortísol-GR, a la pacientes con estrés crónico o depresión,
proíeína CREB, impidiendo su fosforilación y podrían inducir una disminución significativa
de esta manera bloqueando la expresión de en las concentraciones efectivas de seroíonína
los genes regulables, como el BDNF. De a nivel sináptico, contribuyendo de esta mane-
acuerdo con esta hipótesis, el efecto terapéuti- ra al desarrollo de los síntomas característicos
co de los aníidepresivos se debería también en de la depresión. Esta hipótesis fue posterior-
parte a su efecto beneficioso sobre la expre- mente apoyada por un nuevo estudio en el
sión del gen BDNF, o impidiendo la disminu- cual se tomaron muestras de linfocitos de san-
ción del BDNF como consecuencia del estrés. gre periférica de pacientes híper-cortisolémi-
Ambas hipótesis fueron formuladas con el cos, ya sea con estrés crónico o con depresión,
propósito de explicar el mecanismo de acción los cuales se incubaron en presencia de corti-
de los antidepresivos a nivel psiconeuroinmu- sol, y se observó un patrón similar de respues-
noendocrinológico, particularmente como ta frente a la recaptación de seroíonina [110].
moduladores del sistema L-HPA [59]. Se ha demostrado que la normalización de
Por otra parte, también se ha postulado los niveles de cortisol en pacientes depresivos se
que el cortisol, particularmente en concentra- correlacionaba con un tratamiento eficaz y buen
ciones elevadas, podría estar directamente pronóstico [8], así como también, pacientes
involucrado en las alteraciones del estado de depresivos con niveles elevados de cortisol que
ánimo que caracterizan a la depresión [75,86]. fueron tratados mediante intervenciones anti-glu-
En ese sentido, existen evidencias que apun- cocorticoideas presentaron mejoría de su sinto-
tan a la relación existente entre el aumento de matología depresiva [79,81,82,91].
los niveles de cortisol y la alteración de la neu- Considerando que el SERT es exactamente
retransmisión serotoninérgica en pacientes el mismo en neuronas y linfocitos [46,47] y que
con depresión. Esto dio lugar a otra hipótesis, el híper-cortisolismo no se limita sólo al SNC,
propuesta por nuestro grupo [109], la cual no sino que es un fenómeno sistémico, la observa-
sólo es compatible y complementaria con las ción de que ambos grupos de pacientes presen-
hipótesis ya referidas, sino que se orienta a taron un mismo patrón de respuesta provee
vincular una potencial alteración del sistema L- mayor apoyo a la asociación existente entre
HPA con la hipótesis serotoninérgica de la ambos cuadros, y sugiere la posibilidad de que
depresión. Para su desarrollo se tomaron la depresión podría considerarse no sólo como
muestras de linfocitos de sangre periférica una consecuencia, sino también como un tras-
humana, los cuales expresan constitutivamen- torno por estrés crónico en sí mismo [111].
te al SERT en sus membranas, se incubaron
en presencia de cortisol, y se observó un Conclusiones
aumento significativo de la receptación de El estrés crónico puede llevar a la depre-
serotonina. Lo mismo se observo en cultivos sión a ciertas personas, dependiendo del terre-
de neuroblastoma humano. Este efecto se no psicobiológico subyacente [38,39,88] y de
asocia con la inducción de la síntesis del variables psicosociales, tales como el estilo
SERT, como consecuencia directa del comple- atribucional [3] y los recursos cognitivos, que
jo cortisol-GR a nivel transcripcional, mediante pueden hacer que un sujeto se valore a sí
la unión a su sitio de consenso, denominado mismo, su experiencia pasada y su futuro, de
precisamente "elemento de respuesta a gluco- un modo adaptativo o cognitivamente distor-
corticoides" (glucocorticoid response element, sionado [19]. De esta manera, el estrés cróni-

Acta psiquiáí psicol Am lat. 2006, 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGlA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 251

co percibido como inevitable, indeseable, cialmente preventivas basadas en intervencio-


impredecible o incontrolable suele producir un nes dirigidas a lograr la normalización del siste-
desequilibrio psiconeuroinmunoendocrinológi- ma L-HPA, previniendo de esta manera el des-
co, dentro del cual se destaca la alteración del arrollo de depresión en personas crónicamente
eje HPA. La conexión propuesta entre la dis- estresadas. Esto podría lograrse de manera
función del sistema L-HPA, con el consiguien- directa mediante estrategias psicofarmacológi-
te aumento del cortisol, y la disminución de la cas, tales como las que han sido propuestas
actividad serotoninérgica a nivel del SNC, no como terapias anti-cortisol [91,99,113], o bien
solo es coherente sino también complementa- de manera indirecta, mediante estrategias psi-
ria, tanto con el modelo psicobiológico como coterapéuticas orientadas a mejorar la evalua-
con el modelo cognitivo de la depresión [111]. ción cogniíiva y reforzar la sensación subjetiva
En ese mismo sentido, la presente hipóte- de controlabilidad en personas sometidas a
sis permite el desarrollo de estrategias poíen- situaciones de estrés crónico [112].

Referencias bibliográficas

1. ABERCROMBIE E. D., KEEFE K. A., DI FRISCHIA transporten: receñí progress. Ann Rev Neurosa.
D. F., ZIGMOND M. J. Differentiol effects of stress 1993, 16: 73-93.
on ¡n vivo dopamine reléase ¡n striatum, nucleus 8. AMSTERDAM J. D., WINOKUR A., CAROFF 5.
accumbens and medial frontal cortex. J N., CONN J. The dexamethasone suppression
Neurochem. 1989, 52: 1655-1658. test ¡n outpatients with primary affective disor-
2. ABERCROMBIE E. D., ZIGMOND M. J. ders and healthy control subjects. Am J
Modiíicatíon of central catecholaminergic sys- Psychiafry. 1982, 139:287-291.
tems by stress and injury. In BLOOM F. E., 9. ANISMAN H., ZACHARKO R. M. Múltiple neu-
KUPFER D. J. (Edlts.) Ps/chophormacofogy: The rochemical and behavioral consequences of
fourfh generaí/on of progress. New York: Raven stressors: implications for depression. Phormacoí
Press Ltd., 1995. Ther. 1990,46: 119-136.
3. ABRAMSON L. Y., SELIGMAN M., TEASDALE L. D. 10. ANTONI F. A. Hypothalamic control of
Leamed helplessness ¡n humans: critique and refor- adrenocorticotropin secretion: advances since
mulation. JAbnorm Psychol. 1978, 87: 49-78. trie discovery of 41-residue CRF. Endocr/ne
4. ADELL A., GARCIA-MARQUEZ C, ARMARIO Rev. 1986,7: 351-378.
A., GELPI E. Chronic stress increases serotonin 11. AUTELITANO D. J., BLUM M., LOPINGCO M.,
and norodrenaline in rat brain and sensitizes ALLEN R. G., ROBERTS J. L. CRF Differentially
their response to further acute stress. J regulates anterior and intermedióte pituitary
Neurochem. 1988,50: 1678-1681. lobe proopiomelanocortin gene transcription,
5. AGGLETON J. P. The Am/gdaía: neurobiologr- nuclear precursor RNA and mature mRNA in
caí ospecfs of emofr'on, memory, and menfal dys- vivo. Neuroendocnnol, 1990, 51: 123-130.
funcfion. New York: Wiley-Liss.,1992 12. AXELROD J., REISINE T. D. Stress hormones:
ó. AKIL H. A., MORANO M. I. Stress. In BLOOM, their interaction and regulation. Science.
F. E., KUPFER D. J. (Edits.) Psychopharmacologx: 1984,224: 452-459.
The fourth generaron of progress. Raven Press Ltd., 13. AZMITIA E. C. The primate serotonergíc system:
New York, 1995. progression towards a collaborative organizaron.
7. AMARA S. G., KUHAR M. J. Neurotransmitter In MELTZER H. (Edit) Psvchopharmoco/ogx: The

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


252 GUSTAVO E. TAFET

thrirc/ generofíon of progress. New York: Roven A., JÓRNVALL H. Domain structure of the gluco-
Press Ltd., 1987. corticoid receptor protein. Proc Nati Arad Sci
14. AZMITIA E. C., WHITAKER-AZMITIA P M. Anotomy, USA. 1987,84: 4437-4440.
cell bíology, and plasticily of trie serotonergic sys- 26. CARROLL B. J., CURTÍS G. C., MENDELS J.
tem. Neuropsycho pharmacologícal ímplicationsfor Cerebrospinal fluid and plasma free cortísol
the actions of psychotropic drugs. In BLOOM E E., concentrations ¡n depression. Psychol Med.
KUPFER D. J. (Edite.) Psychopharmaco/ogy: The 1976,6: 235-244.
fouríh generof/on of progress. New York: Raven 27. CHARNEY D. S., BREMMER J. D., REDMOND D. E.
Press Ltd., 1995. Noradrenergic neural substrates for anxiety and fear. In
15. BARDEN N., REUL J. M. H. M., HOLSBOER F. BLOOM F. E., KUPFER D. J. (Edite.) fVchopharmacoíogy:
Do antidepressants stobilize mood fhrough The fouríh genero/ion of progress. New York: Raven Press
actions on the hypothalamic-pituitary-adreno- Üd, 1995.
cortical axis. Tins. 1 995, 18 (1): ó-11. 28. CHARLES G, ANSSEAU M., SULON J., DEMEY-
1 ó. BARKER E. L, BLAKELY R. D. Norepinephrine and sero- PONSART L E., MEUNIER J. C., WILMOTTE 1,
fonin transporfers: molecular targefs of aníidepressant LEGROS J. J. Free cortisol and íhe dexamethasone sup-
drugs. In BLOOM E E., KUPRER D. J. (Edite.) pression test. Biol Psychiat. 1986, 21: 549-552.
Psychopriarmaco/ogy: The fourth generafíon of progress. 29. CHAULOFF F. Physiopharmacological interac-
New York.: Raven Press Ltd., 1995. tions between stress hormones and central sero-
17. BEATO M. Gene regulation by steroid hor- tonergic systerns. Brain Res Rev. 1993, 18: 1-32.
mones. Cell. 1989, 56: 335-344. 30. CHROUSOS G. P, LORIAUX D. L., GOLD P W.
18. BEATO M., CHALEPAKIS G., SCHAUER M., Mechanisms of physica/ and emofiona/ stress.
SLATER E. P. DNA regulatory elements for New York: Plenum Press, 1988.
steroid hormones. J Steroid 8/ochem. 1989, 31. CHROUSOS G. P, GOLD P W. The concepís of
32 (5): 737-47. stress and stress systern disorders. JAMA. 1992,,
19. BECK A. T, RUSH A. J., SHAW B. R, EMERY G. 267: 1244-1252.
Cognitive therapy of depression. New York: 32. CHROUSOS G. P, GOLD P W. A healthy body in
Guilford Press, 1979. a healty mind- and vice versa-The damagíng
20. BECKSTEAD R. M., DOMESICKV. B., NAUTA W. power of uncontrollable stress. J Clin Endocrino/
J. Efferent connecíions of the substontia nigra Mefabol. 1998, 83 (6): 1842-1845.
and ventral tegmental área in the raí. Brain Res. 33. CROES S., MERZ P, NETTER P. Cortisol reaction
1979, 175 (2): 191-217. in success and íaílure condition ¡n endogenous
21. CABIB S., KEMPR S., SCHLEEF C., OLIVERIO A., depressed patients and controls. Ps/choneuro-
PUGLISI-ALLEGRA S. Effects of ¡mmobilization endocrinol. 1993, 18(1): 23-35.
stress on dopamine and its meíabolites in differenf 34. DALLMAN M. R, MAKARA G. B., ROBERTS J. L.,
brain áreas of the mouse: role of gentype and LEVIN N., BLUM M. Corticotropin response to
stress duration. Brain Res. 1988, 441: 153-160. removal of releasing factors and corticosteroids in
22. CABIB S., PUGLISI-ALLEGRA S. Different effects vivo. Endocrino/. 1985, 11 7: 2190-2197.
of repeated stressful experiences on mesocorti- 35. DAVIS M. The role of the amygdala in fear-
cal and mesolimbic dopamine metabolism. potentiated staríle: ímplicaíions for animal mod-
Neuroscience. 1996, 73: 375-380. els of anxiety. Tips. 1992, 13: 35-41.
23. CABIB S., PUGLISI-ALLEGRA S. Stress, depres- 36. DEAKIN J. F. W. Distinct roles oí 5HT subsystems
sion and the mesolimbic dopamine system. in panic, anxiety and depression. In G.
Psxchopharmoco/. 1996, 128: 331-342. RACAGNI, N. BRUNELLO, T. FUKUDA (Ediís),
24. CANNON W. The wísdom of íhe body. New Biol Psych. Amsterdam: Elsevier Science, 1 991.
York: Norton, 1932. 37. DEKLOET E. R., VREUGDENHIL E., OITZL M.
25. CARLSTED-DUKE J., STRÓMSTEDT P E., S., JOELS M. Brain corticosteroid receptor
WRANGE Ó., BERGMAN T, GUSTAFSSON J. balance in health and disease. Endocr Rev,

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGiA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 253

1998, 19: 269-301. 50. GOLD P W., GOODWIN F. K., CHROUSOS G.


38. DIÑAN T. G. Glucocorticoids and íhe génesis of P. Clinical and bíochemical manifestations of
depressive illness. A psychobiologícal model. Br depression. Relation to neurobiology of stress
JPsxchrafry. 1994, 164: 365-371. (part I). N Eng J Med. 1988a, 319 (6): 348-
39. DOLAN R. I, CALLOWAY S. P, FONAGY P, 353. .
DE SOUZA F. V. A., WAKELING A. Life 51. GOLD P W., GOODWIN F. K., CHROUSOS G.
events, depression and hypothalamic-pitu- P. Clinical and biochemical manifestations of
itary-adrenal axis functíon. 6r J Psychiatry. depression. Relation to neurobiology of stress
1985, 147: 429-433. (part II). N Eng J Med.l 988b, 319 (6): 413-420.
40. DROUIN J., SUN Y., CHAMBERLAND M., 52. GRAY T. S., CARNEY M. E., MAGNUSON D. J.
GAUTHIER Y., DE LEAN A., NEMER M., Direct projections from the central amygdaloid
SCHMIDT T. Novel glucocorticoid receptor com- nucleus to the hypothalamic paraventricular nucleus:
plex with DNA element of the hormón e -repressed possible role ¡n stress-induced adrenocorticotropin
POMC gene. Embo J. 1993, 1: 145-156. reléase. Neuroendocríno/. 1989, 50 (4): 433-446.
41. DUMAN R. S., HENINGER G. R., NESTLER E. J. 53. HALBRF.ICH U., ASNIS G. M.,
A molecular and cellular theory of depression. SCHINDLEDECKER R., ZUMOFF B., SWAMI
Aren Gen Ps/chíafry. 1997, 54: 597-606. NATHAN R. Cortisol secretion in endogenus
42. DUNN A. J., BERRIDGE C. W. Physiological and depression. I. basal plasma levéis. Arch Gen
behaviorol responses to corticotropin-releasing fac- Psxch/afry. 1985,42:904-908.
tor administration: ¡s CRF a mediator of anxiety or 54. HENNINGER G. R. The role of serotonin in clin-
stress response? Bra/n Res Rev. 1990, 15: 71-100. ical disorders. In BLOOM E E., KUPFER D. J.
43. EICHENBAUM H., OTTO L. The hippocampus: (Edits) Psxchopharmaco/ogv: The fouríh genera-
what does it do?. Behav Neural Biol. 1992, f/on of progress. New York: Raven Press, 1995.
57: 2-36. 55. HENRY J. P. biológica! basis of the stress
44. EVANS R. The steroid and íhyroid hormone recep- response. Integrotive Physiohgy and Behov/oraí
tor superfamily. Science. 1988, 240: 889-895. Science. 1992,27:66-83.
45. FANG V. S., TRICOU B. J., ROBERTSONE A., 56. HERMÁN J. P, SCHAFFER M. K.-H., YOUNG E.
MELTZER H. Y. Plasma ACTH and cortisol A., THOMPSON R., DOUGLASS J., AKIL H.,
levéis in depressed patients: relation to dex- WATSON S. J. Evidence of hippocampal regula-
amethasone suppression test. Life Sci. 1981, tion of neuroendocrine neurons of the hippota-
29: 931-938. larno-pituitary-adrenocortical axis. J Neurosa.
46. FARAJ B. A., OLKOWSKY Z. L., JACKSON R. T. 1989,9: 3072-3082.
Expression of a high-affinity seroíonin trans- 57. HOFFMAN B. J., MEZEY E., BROWNSTEIN M. J.
porter in human lymphocytes. Inf J Cloning of a serotonin transporter affected by anti-
/mmunopharmaco/. 1994, 16 (7): 561-567. depressants. Science. 1991, 254 (5031): 579-80.
47. FARAJ B. A., OLKOWSKY J. L., JACKSON R. T. 58. HOLSBOER F. Neuroendocrinology of mood disor-
Prevalence of high serotonin uptake in lympho- ders. In BLOOM F. E., KUPFER D. J. (Edits)
cytes of abstinení alcoholics. B/ochem Psychopharmaco/ogy: The fourth generafion of
Pharmacol. 1997, 53-57. progress. New York: Raven Press Ltd.,1995.
48. FULLER R. W. Serotonergic stimulation of pitu- 59. HOLSBOER F. The corticosteroid hypothesis of
itary-adrenocortical functíon ¡n rats. depression. Neuropsychopharmocol. 2000, 23
Neuroendocnno/. 1982,32: 118-127. (5): 477-501.
49. GLOWINSKI1, TASSIN J. P, BLANC G., THIERRY A. 60. HOPKINS D. A., HOLSTEGE G. Amygdala
M. The mesocotrtical dopaminergic Systems. In projections to the mesencephalon, pons and
MASÓN G. (Edit) Rhfnencépha/e, rnedulla oblongata in the cat. Ex Bra/n Res.
Neurofransmíffeurs ef ps/choses. París: Elsevier, 1978,32: 529-547.
1977. 61. IMPERATO A., ANGELUCCI L., CASSOLINI P,

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


254 GUSTAVO E. TAFET

ZOCCHI A., PUGLISI-ALLEGRA S. Repeoíed (4): 1 1 2 1 - 1 1 8 8 .


stressful experiences differently affect limbic 74. MCEWEN B. S., BRINTON R. E. Neuro-
dopamine reléase during and following stress. endocrine aspects of adaptation. Prog in Brain
Brain Res. 1992,577: 194-199. Res. 1987,72: 11-26.
62. IVER5EN S. D. Brain dopamine sysíems and 75. MCEWEN B. S., SAPOLSKY R. M. Stress and
behavior. In IVERSEN L. L, IVERSEN S. D., cognitive function. Curr Op in Neurobio/.
SNYDERS. H. (Edíts) Handbook oípsychophar- 1995, 5: 205-216.
macology. Vo¡ 8. New York: Plenum Press. 76. MCEWEN B. S. Protective and damaging
1977. effects of stress rnediators. N Eng J of Mea1.
63. JACOBS W. J., NADEL L. Stress-induced recov- 1998, 338: 1 7 1 - 1 7 9 .
ery of fears and phobias. Psychol Rev. 1985, 77. MELTZER H. Y, LOWY M. T. The seroíonin
92: 512-531. hypothesis of depression. In MELTZER H.
64. KANNER B. I., SCHULDINER S. Mechanism of (Edií) Psychopharmaco/ogy: The third genera-
transport and storage of neurotransmitfers. CRC fion of progress. New York: Raven Press.
Crit. Rev. Biochem. 1987, 22: 1-38. 1987.
65. KELLER-WOOD M. E., DALLMAM M. F. 78. MOKRANI M. C, DUVAL F., CROCQ M. A.,
Cortí costero id inhibttion of ACTH secretion. BAILEY P, MACHER J. P. HPA axis dysfuncíion in
EndocrRev. 1984, 5: 1-24. depression: correlation with monoamine system
06. LAZARUS R. S., FOLKMAN S. Síress, approisaí abnormalities. Psychoneuroendocrino/ogy. 1997,
and copíng. New York: Springer, 1984. 22(1001 ):S63-S68.
67. LEDOUX J. E., IWATA I, CICCHEni P, REÍS D. 79. MOLKOWITZ O. M., REUS V L, MANFREDI E,
J. Different projections of íhe central amygdaloid INGBAR i, BRIZENDINE L., WEINGARTNER H.
nucleus medíate autonomic and behavioral cor- Ketoconazole administration in hypercortisolemic
relates of condítioned fear. J Neurosa". 1988, 8: depression. Am J Psychiat. 1 993, 150: 810-812.
2517-2529. 80. MUNCK A., GUYRE R M., HOLBROOK N. J.
68. LEDOUX J. Brain mechanisrns of emotion and Physiological functions of glucocorticoids in
emotional learning. Curr Op ín Neurob/o/. stress and íheir relation to pharmacological
1992,2: 191-197. actions. Endocnne Rev. 1984, 5: 25-55.
69. LEDOUX J. The emotional brain: The misferious 81. MURPHY B. E. P, DHAR V, GHARDIRIAN A. M.,
underpinnings of emotional //fe. New York: CHOUINARD D., KELLER R. Response to steroid
Simón &-Schuster, 1996. suppression ¡n major depression resistan! to anti-
70. MAES M., MELTZER H. Y. The serotonin hypoth- depressant therapy. J Clin Psychopharmac.
esis of major depression. In BLOOM F. E., 1991, 11: 121-126.
KUPFER D. J. (Edits) Psychopharmaco/ogy: The 82. MURPHY B. E. P. Antiglucocorticoid íherapies ¡n
fourfh generaron of progress. New York: Raven major depression: a review. Psychoneuro-
Press Ltd, 1995. endocríno/ogy. 1997, 22 (1001): S125-S132.
71. MALKOSKI S., DORIN R. Composiíe glucocorti- 83. NEMEROFF C. B., WIDERLOV E., BISSETTE G.,
coid regulation at a functionally defined nega- WALLEUS H., KARLSSON L, EKLUND K., KLITS
tive glucocorticoid response element of the C. D., LOOSEN P T., VALE W. Elevated concen-
human corticoíropin-releasíng hormone gene. trations of corticotropin releasing factor-like
Mol Endocrino/. 1999, 19: 1629-16-44. immunoreactivity ¡n depressed paíients. Science.
72. MCEWEN B. S., DAVIS P G., PARSONS B. The 1984,226: 1342-1344.
brain as a farget for sferoid hormone actíon. 84. OTTENWELLER J. E., NATELSON B. H., RITMAN D.
Ann Rev of Neurosa. 1979, 2: 65-1 12. L., DRASTAL 5. D. Adrenocortical and behavioral
73. MCEWEN B. S., DE KLOET E. R., ROSTENE responses to repeated stressors: toward an animal
W. Adrenal steroid receptors and actions in model of chronic stressand stress-relaíed menta I ¡II-
the nervous system. Physiol Rev. 1986, 66 ness. 8io/Psychiafry. 1989, 26: 829-841.

Acta psiquiát psicol Am tat. 2006, 52(4)


PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGIA DEL ESTRÉS CRÓNICO Y LA DEPRESIÓN 255

85. OWENS M. 1, NEMEROFF C. B. The role of CHROUSOS G. R, GOLD R W. CSF corti-


serotonin in the pathophysíology oí depression: coíropin-releasing hormone in depressed
focus on the serotonin transporter. Cí/n Chem. patients and normal control subjects. Am J
1994, 40: 288-295. Psychiaffy. 1987, 144: 641-645.
86. PEETERS B. W. M. M., BROEKKAMP C. L. E. 98. SAPOLSKY R., MCEWEN B. S. Down-regula-
Involvement of corticosteroids in the processing tion of neural corticosterone receptors by
of stressful life-events. A possible ímplication for corticosterone and dexamethasone. Brain
the development of depression. J Sferoid Res. 1985, 339: 1 6 1 - 1 6 5 .
Biochem Mo/ec 8/of. 1994, 49 (4-6): 41 7-427. 99. SAPSE A. Cortisol, high cortisol diseases and anti-
87. PFAHL M. Nuclear receptor/AP-1 interaction. cortisol therapy. Ps/choneuroendocrino/. 1997, 22
Endocrino/. Rev. 1993, 14: 651-658. (I):S3-S10.
88. POST J. M. Transduction of psychosoáal stress 100. SCHEIDEREIT C., KRAUTER R, VON DER AHE
into the neurobiology of recurrení affective dis- D., JANICH S., RABENAU O., CATO A. C.,
orders. Am J Psychiofry. 1992, 149: 999-1010. SUSKE G., W ESTPHAL H. M., BEATO M..
89. PUGLISI-ALLEGRA S. CABIB S. Effects of defeat on Mechanisrn of gene regulation by steroid hor-
dopamine metabolism in different brain áreas of the mones. J Steroid Biochem. 1986,2-4 (1): 19-24.
mouse. Aggress Behav. 1990, 16: 271-284. 101.SELYE H. A syndrome produced by diverse
90. REICHEL R. R., JACOB S. T. Control of gene nocuous agents. Nafure. 1936, 138, 32.
expression by lipophilic hormones. FASEB J. 1 02.SELYE H. The general adaptation syndrome and
1993, 7: 427-436. the diseases of adaptation. j Clin Endocrino/.
91. REUS V I., WOLKOWITZ O. W, FREDERICK S. 1946,6: 117-230.
Antiglucocorticoid treatments ¡n psychiatry. 103.SELYE H. The physio/og/ana1 pa/hology of expo-
/^ychoneuroendocrinof. 1997,22 (1001): SI 21 -5124. sure fo sfress. Montreal: Acta, 1950.
92. ROBBINS T. W., EVERITT B. J. Central norepi- 104.SELYE H. Sfress rn hea/fh and disease. Boston,
nephrine neurons and behovior. In BLOOM F. MA: Butterworths, 1976.
E., KUPFER D. J. (Edits) Ps/chopharmacofogy: 105. SELYE H. The sfress of Ufe. New York:
The fouríh generaf/on of progress. New York: McGraw-Hill, 1978.
Raven Press Ltd., 1995. 106.SMELIK PG. Adaptation and brain function.
93. ROCKJ. R, OLDFIELD E. H., SCHULTE H. M., Prog in Brain Res. 1987, 72: 3-9.
GOLD P W., KORBLITH P L., LORIAUX L., 107.STONE E. A. Stress and catecholamines. In
CHROUSOS G. P. Corticotropin releasing fac- FRIEDHOF A. J. (Edits) Ca fecho/a mines and
tor administered into the ventricular CSF stírn- behavior. Vo/. 2. New York: Plenum Press, 1975.
ulates the pituitary-adrenal axis. Brain Res. 108.SWANSON L. W., SAWCHENKO P E.
1984,332 (2): 365-368. Hypothalamic integration: organization of the
94. ROD A., GOLD R W., PICKAR D,, WOLKOWITZ paraveníricular and supraoptic nuclei. Ann Rev
O. M., CHROUSOS G. P, PAUL S. M. Pre- and Neuroso. 1983,6:269-324.
post-dexamethasone plasma ACTH levéis in 109.TAFET G. E., TOISTER-ACHITUV M., SHINITZKY
depressed paíients ond normo! controls. J Affecf M. Enhancement of serotonin uptake by cortisol: a
Disord. 1986, 10: 95-99. possible link between stress and depression.
95. ROGAN M. T, LEDOUX J. Ernotion: systems, Cognitive, Affective, and Behaviora,!
cells, synapíic plasticity. Ce/í. 1996, 85: 469-475. Neuroscience. 2001,1(1): 96-104.
96. ROTH K. A., MEFFORD I. M., BARCHAS J. D. 110.TAFET G. E., IDOYAGA-VARGAS V. R,
Epinephrine, norepinhrine, dopamine and sero- ABULAFIA D. R, CALANDRIA J. M., ROFFMAN
tonin: dirferential effects on acute and chronic S. S., CHIOVETTA A., SHINITZKY M. Correlotion
stress on regional brain omines. Brain Res. between cortisol level and serotonin uptake in
1982,239:417-424. patients with chronic stress and depression.
97. ROY A., PICKAR D., PAUL S., DORAN A., Cognifive, Affecfive, and Behavioroí

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)


256 GUSTAVO E. TAFET

Neurosc/ence. 2001, 1(4): 388-393. and transcripíion factors. Endocr Rev. 1993,
111.TAFET G. E., BERNARDINI R. Psychoneuro- 14(4) : 459-79.
endocrinologícal links between chronic stress 115.VALENTINO R. 1, FOOTE S. L, PAGE M. E.
and depression. Progress in Neurops/cnophar- The locus coeruleus as a site for integrating cor-
moco/og/ and Biológica/ Psychiatry. 2003, 27: ticotropin-releasing factor and noradrenergic
893-903. mediation of stress response. Ann N YAcad Se/.
112.TAFET G. E., PEDER D. 1, ABULAFIA D. R, 1993,097: 171-187.
ROFFMAN S. S. Regulation of Hypothalamic- 11Ó.WALIACE D. M., MAGNUSON D. J., GRAY T.
Pituitary-Adrenal Activity ¡n Response to Cognitive S. The amygdalo-brainstem pathway: selective
Therapy ¡n Patient with Generolized Anxiety innervation of dopaminergic, noradrenergic and
Disorder. Cognitive, Affecfive & Behavíoro/ adrenergic cells ¡n the rat. Neurosa Lett. 1989,
Neurosc/ence. 2005, 5 (1):37-40. 97(3): 252-258.
113.THAKORE J. H., DIÑAN T. Cortisol synthesis 1 17.WILLNER P. Dopamine and depression: a
inhibitíon: a new treatment strotegy for the climi- review of recent evidence. II. Theoretical
cal and endocrina manifestations of depression. approaches. Brain Res Rev. 1983, ó: 225-236.
Bio/og/ca/ Psychiatry. 1995, 37: 364-368. 118.ZACHARCO R. M., ANISMAN H. Stressor-
114.TRUSS M., BEATO M. Steroid hormone recep- induced anhedonia and the rnesolimbic systern.
tors: interaction with deoxyribonucleic acid Neuroso. Biobehav. Rev. 1991, 15: 391-405.

Acta psiquiát psicol Am lat. 2006, 52(4)

También podría gustarte