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Seminario Bíblico Ministerial

Evangelio de Paz

ESCATOLOGÍA II
2° Estudio de las últimas cosas

Temas:

Ω 1. Libro de Daniel. Las revelaciones escatológicas.


Ω 2. La Semana Setenta. Gran Tribulación. Anticristo.
Ω 3. Esquema escatológico en el libro de Apocalipsis.
Ω 4. Los Sellos, las Trompetas, las Copas. Significado.
Ω 5. El Reino. Milenio: Cristo, su reinando de mil años.
Ω 6. Juicio Final. 2°Resurrección. El Gran Trono Blanco.
Ω 7. Estado Eterno y Final. Los Cielos y la Tierra Nueva.

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Escatología bíblica 2. Tema 1

 Introducción.

Definimos en la primera parte, y según diccionarios, que escatología trata de:


“La doctrina de las últimas cosas. Trata tanto del futuro del individuo como de
los destinos eternos de la humanidad, así como en general del desarrollo del
plan profético de Dios a través de la Historia. El foco de interés se halla en el
establecimiento del Rey en un reino de Dios (…) El desarrollo de la historia de la
Redención y del futuro y definitivo establecimiento del Reino de Dios por parte
del Hijo del hombre, el Segundo Adán, el Dios-hombre, es lo que constituye el
centro de toda la escatología”. 1
Seguidamente, después de haber examinado, los tiempos bíblicos hasta el
arrebatamiento y la primera resurrección, junto a sus debidas consecuencias,
en esta segunda parte de escatología completaremos el estudio teológico
sobre los temas del porvenir, ya detallados en el índice de la página anterior, y
llegando hasta la revelación bíblica del Fin de los tiempos y, lo que se
denomina: cielos nuevos y tierra nueva.

-BREVE ESQUEMA ESCATOLÓGICO DE ACONTECIMIENTOS FUTUROS. 2

 El libro de Daniel.
1
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Varios editores. Editorial Certeza 2° Edición. Pag. 252.
2
Biblia de Estudio de la Profecía, RV 1960, T. Lattaye, Editorial Nivel Uno.
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Investigadores y teólogos reconocen al libro de Daniel como el Apocalipsis del


Antiguo Testamento. 3
Daniel, su nombre significa Dios es mi Juez o Dios juzga, y es tanto la revelación
de profecías venideras, como la vivencia de varias profecías cumplidas, ej.:
Isaías profetizó: ‘He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que
hay en tu casa...Y algunos de tus hijos y de tus descendientes serán llevados
para servir como eunucos en el palacio del rey de Babilonia’ (Isaías 39:6-7). Y
esta profecía tiene su pleno cumplimiento, según Daniel 1:1-4.
Jeremías también profetizó: ‘Toda esta tierra será puesta en ruinas y en
espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años’ (Jeremías
25:11). Se puede observar que Daniel reconoció esta profecía y clamó a Dios
por su cumplimiento, según Daniel 9:1-7.

Bosquejo del libro de Daniel. 4


I. El trasfondo personal de Daniel (1:1–21)
A. Conquista de Jerusalén (1:1-2)
B. Conscripción de judíos para adiestramiento (1:3–7)
C. Valentía de cuatro hombres en la prueba (1:8–16)
D. Elección de cuatro hombres para posiciones reales (1:17–21)
II. La dirección profética del dominio gentil (2:1–7:28)
A. Dilemas de Nabucodonosor (2:1–4:37)
B. Desenfreno y condenación de Belsasar (5:1–31)
C. Liberación de Daniel (6:1–28)
D. Sueño de Daniel (7:1–28)
III. La dirección profética del destino de Israel (8:1–12:13)
A. Profecía del carnero y del macho cabrío (8:1–27)
B. Profecía de las setenta semanas (9:1–27)
C. Profecía de la humillación y restauración de Israel (10:1–12:13)

Este libro se descompone en doce capítulos, y nueve son revelación y profecía.

Daniel es un personaje profético, declarando tanto de los planes divinos para el


mundo gentil (capítulos 2 al 7) como para el pueblo de Israel (capítulos 8 al 12),
3
El libro de Daniel se presenta como “el Apocalipsis del Antiguo Testamento”. La palabra apocalipsis
significa quitar el velo, mostrar cosas ocultas, revelar misterios divinos. El libro de Daniel y el
Apocalipsis de Juan tienen en el Nuevo Testamento mucho en común, aunque difieren en ciertos
aspectos importantes. Las crisis dramáticas, el choque de fuerzas en escala cósmica, y la
concentración en el tiempo del fin aparecen en ambos libros. Muchas de las imágenes simbólicas de
Daniel se reflejan en el Apocalipsis. Las bestias con cuernos de Daniel, representantes de potencias
terrenas, tienen sus contrapartes en las bestias del Apocalipsis. En ambos libros tenemos una visión
del Glorioso cuya presencia anonada al espectador. En ambos vemos tronos, y el trono en que está
sentado el Anciano de Días. Ambos describen la culminación de la historia, cuando los reinos
humanos se rindan ante el reino triunfante y eterno de Dios.
- Comentario Bíblico Beacon. Tomo 4. Profetas Mayores. Editorial Casa Nazarena. Pág.438.
4
- Biblia de Estudio Mac Arthur RV1960. Editorial Grupo Nelson. Pág.1640.
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haciendo así las dos principales divisiones de contenido, además del 1°capítulo.
Fue escrito en dos idiomas: en hebreo (cap.1 y 8 al 12) y en arameo (cap.2 al 7)
Ver: en próxima Definición de diccionarios el Libro de Daniel.

- Síntesis de las principales actuaciones proféticas de Daniel.


Capítulo 2: Los cuatro reinos y reino eterno de Dios, la imagen.
Capítulo 4: Locura y restitución de Nabucodonosor, gran árbol.
Capítulo 5: Caída de Babilonia surge Imperio Persa, la escritura.
Capítulo 7: Las cuatro bestias, los diez cuernos y el otro cuerno.
Capítulo 8: El carnero y el macho cabrío en batalla, los cuernos.
Capítulo 9: Las setenta semanas, desde Daniel hasta el Mesías.
Capítulo 10: Un personaje con la semejanza al hijo del hombre.
Capítulo 11: La intervención de reyes del norte y el sur, guerra.
Capítulo 12: Las señales de los tiempos, la Gran angustia, el Fin.

El primer capítulo es una descripción histórica, se detalla del imperio babilónico


que conquistó al territorio de Judá, aproximadamente en el año 605aC. El reino
del norte, Israel, ya había caído derrotado casi un siglo antes en manos de
Asiria, aproximadamente en el 720aC., según 2°Reyes 17:1-23. Ambos pueblos
judíos son derrotados después de muchos llamados de atención profética que
fueron desoídos, según 2°Reyes capítulos 24 y 25 con Daniel 1:1-2.
Pero aún en todo esto, se sigue demostrando el poder soberano de Dios sobre
el tiempo, sobre las diferentes naciones y sobre su propio pueblo. Además, en
este libro también se manifestará del poder divino sobre lo natural y lo
circunstancial, a través de continuos hechos milagrosos y sobrenaturales.
También narra de Babilonia tratando de imponer su religión, lengua y cultura a
judíos que fueron apresados (es la primera de las tres deportaciones de judíos),
en su intento de borrar su identidad, de debilitarlos en su fe y sus convicciones,
para alinearlos al mundo babilónico. Una acción que no fue aceptada por ellos,
por lo que recibieron todo el respaldo de Dios, una Presencia divina que hasta
fue reconocido aún por sus mismos opresores. Dice: ‘A estos cuatro muchachos
Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel
tuvo entendimiento en toda visión y sueños’ Daniel 1:17.
Ver: Daniel 1:5-20.
Daniel fue contemporáneo de varios imperios y emperadores de nivel mundial:
Emperador - Imperio - Capítulos
Nabucodonosor - Babilonia - 1 al 4
Belsasar - Babilonia - 5, 7-8
Darío - Medo-Persa - 6, 9
Ciro - Medo-Persa - 10-12

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
EL LIBRO DE DANIEL.

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INTRODUCCION. DANIEL, es decir, Dios es mi juez; probablemente de sangre real


(véase cap. 1:3, con 1 Crónicas 3:1, donde un hijo de David se llama así). Jerusalén
habría podido ser el lugar de su nacimiento (aunque el cap. 9:24, “tu santa ciudad” no
da a entender esto necesariamente). Fue llevado a Babilonia entre los cautivos
hebreos llevados allá por Nabucodonosor en la primera deportación en el año cuarto
de Joacim. Como él y sus tres compañeros se llaman (cap. 1:4) “muchachos”, no
habría tenido más de doce años, cuando fue puesto en preparación, según la etiqueta
oriental, para ser un cortesano (cap. 1:3, 6). Recibió entonces un nombre nuevo, por
el cual era costumbre señalar un cambio en la condición de uno (2 Reyes 23:34;
24:17; Esdras 5:14; Ester 2:7) Beltsasar, “príncipe favorecido por Bel”. Su piedad y
sabiduría llegaron a ser proverbiales entre sus paisanos en un período muy
temprano; probablemente, debido a esta noble prueba que dio de fidelidad,
combinada con su sabiduría, en abstenerse de tomar los alimentos enviados desde la
mesa del rey, por estar contaminados con las idolatrías comunes en los banquetes de
los gentiles (cap. 1:8–16). De modo que las referencias de él por Ezequiel son
precisamente de la clase que esperaríamos: una coincidencia que tiene que ser hecha
sin intenciones ulteriores. Ezequiel se refiere a él no como a un escritor, sino como
que exhibía un carácter justo y sabio en discernir secretos, en aquellas circunstancias,
ahora halladas en su libro, las cuales son anteriores al tiempo cuando escribió
Ezequiel. Así como José en Egipto se elevó por haber interpretado los sueños del
Faraón, así Daniel, por interpretar los de Nabucodonosor, fue promovido a
gobernador de Babilonia, y presidente de la casta de sacerdotes y magos. Bajo
Evilmerodac, sucesor de Nabucodonosor, como un cambio de funcionarios
frecuentemente acompaña al advenimiento de un nuevo rey, parece que Daniel
habría pasado a ocupar un puesto inferior, lo que ocasionalmente le habría llevado
fuera de Babilonia (cap. 8:2, 27). Otra vez vino a lugar de importancia, cuando
descifró la escritura mística de la caída de Belsasar, en la pared, la noche de la fiesta
impía de aquel monarca. Beroso llama al último rey babilónico Nabonido, y dice que
no fue muerto, sino que le fue proporcionada una residencia honorable en Carmania,
después de haberse rendido voluntariamente en Borsippa.
Si Daniel hubiese escrito su libro más tarde, sin duda, habría usado el relato posterior
de Beroso. Si hubiera dado una historia que difiriera de la que era corriente en
Babilonia, los judíos de aquella región no la habrían recibido como verídica. Darío el
medo, o Ciaxaris II., subió al trono y reinó dos años. La mención del reinado de este
monarca, casi desconocido en la historia profana, como que fue eclipsado por el
esplendor de Ciro, es una prueba incidental, de que Daniel escribió como historiador
contemporáneo de acontecimientos que él conocía, y que no tomaba prestado el
material de otros. En el tercer año de Ciro, Daniel vio las visiones (caps. 10–12) acerca
de su pueblo, hasta los días finales y la futura resurrección de los muertos. Habría
tenido como ochenta y cuatro años de edad en aquel entonces. La tradición dice que
Daniel murió y fue sepultado en Susán. Aunque su edad avanzada no permitió que él
se hallara entre los judíos que regresaron a Palestina, sin embargo, nunca dejó de
tener los intereses de su pueblo muy cerca de su corazón (caps. 9 y 10:12).
-Cometario Exegético y Explicativo de la Biblia. Tomo 1. Edit. Casa Bautista. Pág.933.

CARACTERISTICAS DE DANIEL. El modo de la revelación por visiones es la excepción con


los demás profetas, pero es la regla en Daniel. En Zacarías (caps.1 a 6) quien vivió
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después de Daniel, aparece el mismo modo, pero la otra forma desde el cap. 7 hasta
el fin. El Apocalipsis de Juan solo es perfectamente paralelo con Daniel, que puede
llamarse el Apocalipsis del Antiguo Testamento(...) Lo cercano y lo lejano no son
vistos en la misma perspectiva, como por los demás profetas, quienes miraban todo
lo porvenir, desde el punto de vista escatológico; pero en Daniel se dan los detalles
históricos de aquel desarrollo de las potencias mundiales, que tienen que acontecer
antes del advenimiento del reino. CONTENIDO DEL LIBRO. La introducción histórica y
biográfica en el primer capítulo. Daniel, cautivo y desterrado, es representante de su
nación en su servidumbre y exilio; mientras que, por su percepción celestial en los
sueños, que por mucho sobrepujaba la de los magos, representa la superioridad
divina del pueblo del pacto sobre sus señores paganos. Los altos honores, aun en este
mundo, que él alcanzó por su saber, tipifican la entrega al fin del reino mundial “al
pueblo de los santos del Altísimo” (cap. 7:27). Así la historia personal de Daniel es la
base típica de su profecía. Los profetas tuvieron que experimentar en sus propias
personas, y en su edad, algo de lo que ellas predecían acerca de los tiempos futuros;
así como David sintió mucho de los sufrimientos de Cristo en su propia persona
(véase Oseas 1:2–9,10,11; 2:3). Por esto entre sus profecías están incluidas las
noticias biográficas de Daniel y sus amigos. Los caps. 2 a 12 contienen la sustancia del
libro, y constan de dos partes. La primera, caps. 2 al 7, representa el desarrollo de las
potencias mundiales, desde un punto de vista histórico. La segunda, caps. 8 a 12 su
desarrollo respecto a Israel, especialmente en lo futuro inmediatamente anterior a la
venida de Cristo, predicho en el cap. nueve. Pero la profecía mira más allá del
porvenir inmediato hasta el cumplimiento completo en los días postreros, pues las
partes individuales en la historia orgánica de la salvación no pueden entenderse sino
en conexión con la salvación entera. También Israel miraba hacia adelante a los
tiempos mesiánicos, no sólo por la salvación espiritual, sino también por la
restauración visible del reino que nosotros aun ahora esperamos. La profecía que
ellos necesitaban debe comprender, pues, ambas cosas, y tanto de la historia del
mundo cuanto transcurriría antes de la consumación final. El período de las profecías
de Daniel es, por lo tanto, el que empieza con la caída de la teocracia hasta la
restauración final de ella: el período del dominio de las potencias mundiales, no
abolidas por la primera venida de Cristo (Juan 18:36; porque el haber tomado
entonces el reino terrenal, habría sido tomarlo de las manos de Satanás, Mateo 4:8–
10), para ser sobrepujado por su reino universal y eterno en su segunda venida
(Apocalipsis 11:15). Así pues, el examen general del desarrollo y destino final de las
potencias mundiales (caps. 2 al 7) adecuadamente antecede a descubrimientos en
cuanto al porvenir inmediato (caps. 8 al 12). Daniel hace ver la división por escribir la
primera parte en caldeo, la segunda y la introducción en hebreo; la primera,
referente a las potencias del mundo, la escribió en el idioma de la potencia mundial
en aquel entonces dominante, bajo la cual él vivía; la segunda parte, referente al
pueblo de Dios, la escribió en su propia lengua.
- Cometario Exegético y Explicativo de la Biblia. Tomo 1. Edit. Casa Bautista. Pág.936.

-PERIODO PROFÉTICO DE DANIEL SOBRE LA LÍNEA DE TIEMPO. 5

5
- Estudio Bíblico, Las Profecías de Daniel. Editorial Ministerio Apoyo Bíblico. Pág.7.
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 Revelaciones Escatológicas.

 Visión de la Gran Estatua. Capítulo 2.

El capítulo dos es la ventana espiritual a las revelaciones divinas dadas a Daniel,


algunos consideran a esta narración como el ABC de la escatología bíblica.
Aunque la primera revelación fue dada a Nabucodonosor, emperador de
Babilonia, luego también fue recibida, incluso interpretada, por Daniel, quién
atribuyó a Dios como la fuente de toda esa revelación: ‘Y Daniel habló y dijo:
Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la
sabiduría. Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo
escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz’ Daniel 2:20-22.
Ver: Daniel 2:1-18.

Este emperador es perturbado por un sueño revelador y, aunque lo olvida,


queda alterado por eso. Convoca a su séquito de adivinos y sabios prometiendo
recompensas si le revelan e interpretan su sueño, o muerte si no lo hacen, pero
todos ellos son incapaces de hacerlo. Es informado Daniel de esta situación,
quién, junto con sus compañeros de encierro, interceden a Dios para buscar la
revelación en cuestión, y así sucedió.
Ver: Daniel 2:19 y 26-30.

Entonces, Daniel se presentó delante de Nabucodonosor, pero antes de dar la


resolución, le descubre que Dios está manifestando de esta manera, sucesos
hasta los postreros días: ‘Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio
que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden
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revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha
hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días.
He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama:’ Daniel 2:26-27.

-IMAGEN DEL SUEÑO. 6

Este sueño, de fuente divina, es bien detallado por Daniel en conjunto con su
completa interpretación, aunque él no haya sido el primero en verlo. Mucha de
la historia humana y el desarrollo de los poderes mundiales, se centran en esta
visión explicada por Daniel.

La cronología de la historia de humanidad, en cada libro de historia antigua, se


puede distinguir como se han cumplido cada uno de los reinos mencionados,
quedando plenamente demostrado:
La veracidad de la revelació n bíblica divina.
6
Biblia de Estudio de la Profecía, RV 1960, T. Lattaye, Editorial Nivel Uno.
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Ver: Daniel 2:36-41.

La historia verifica la precisión de los cuatro sistemas de gobiernos imperiales:


- El Imperio Babilónico (oro) desde el 605aC hasta el 539aC.
- El Imperio Medo-Persa (plata) desde el 538aC hasta el 331aC.
- El Imperio Griego (bronce) desde el 330aC hasta el 64aC.
- El Imperio Romano (hierro) desde el 64aC (activado al presente).

En la actualidad los gobiernos del mundo son la transformación de un sistema


basado en los principios heredados de los antiguos imperios, especialmente del
último, pues su esencia de poder y control sobre los gobernados es la misma.

Daniel, después de desarrollar de los cuatro gobiernos mundiales, simbolizados


desde la cabeza a los pies de la imagen representada, describe como sería el
final, narrando sobre la contextura de los pies: ‘Así como viste el hierro
mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se
unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro’ Daniel 2:43.
En el presente, lo que más destaca en los diferentes gobiernos es: la necesidad
de alianzas internas para poder conducir sus países; y, la proliferación o el
enorme crecimiento de convenios multilaterales entre las naciones para
administrar, en forma regional y obtener mayores beneficios.
Pero al mismo tiempo, todas esas alianzas humanas y convenios nacionales e
internacionales penden de un hilo, pues las incontables diferencias existentes
(sociales, raciales, religiosa, económicas, políticas, hegemónicas, etc.) son como
bien se define en esta revelación: como el hierro que no se mezcla con el barro,
otorgándole notables fragilidades a esas alianzas.
La palabra de Dios tiene pleno cumplimiento hasta hoy.

Y el final, aquí declarado, será en la manifestación de la Segunda venida de


Cristo, quién pondría fin a esa imagen colosal de todos los imperios mundiales.
Ver: Daniel 2:44-47.
En varios pasajes bíblicos el Mesías, Jesús, es representado como una piedra
con carácter sobrenatural. Ver: Salmo 118:22-13. Isaías 28:26. Lucas 20:27-18.
Romanos 9:33. 1°Pedro 2:6-8.
Y el monte representa, en toda la biblia, el poder soberano y absoluto de Dios.
Ver: Daniel 4:17 y 25. Hebreos 12:22.
‘…pero el (Jesús) permanecerá para siempre’ Daniel 2:44.

 Visión de las 4 bestias. Paralelismo entre los capítulos 2 y 7.

Ver y comparar: Daniel 7:1-7 con Daniel 2:31-40.


En ambas revelaciones se representan a cuatro poderes de carácter mundial.
En la profecía el mar representa a la humanidad, a muchos pueblos y naciones.
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Ver: Isaías 57:20. Apocalipsis 17:15.

Las cuatro bestias de la revelación e interpretación del capítulo 7, se relacionan


con el mar, por el crecimiento demográfico poblacional, mundial y lo inestable
de la masa humana, y las cuatro, competirían, guerrearían por el dominio de
territorios, recursos y superioridad.
Ver: Daniel 7:16-17.
Además, esos gobiernos y fuerzas afectarán de manera especial al pueblo judío,
el profeta Ezequiel también lo profetizó. Ver: Ezequiel 5:17.

-IMAGEN DE LAS CUATRO BESTIAS REVELADAS.

Cada una de las imágenes son una simbiosis o conformación de varios animales
entrelazados, dando a entender así el carácter que tendrían esas autoridades,
tanto su ferocidad como su velocidad en su expansión y dominios.
Babilonia, es un león con alas, rápidamente conquistaría sobre las costas del
mediterráneo hasta Egipto, y se preocuparían en el desarrollo cultural.

Los Medo-Persa, el segundo imperio, un oso con tres costillas en su boca,


sometió a tres reinos importantes y creció con robustez en gran parte del Asia
menor, su visión era lo religioso. Eran dos naciones unidas, pero con mayor
prevalencia de los persas, por eso el oso se levantaba más de un costado.
Además, durante este gobierno es cuando Daniel creció más en su influencia.

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Ver: Daniel 6:26-28.

Además, el imperio Medo-Persa, a través de su gobernador Ciro, es el que le


concedió al pueblo judío que volvieran a su territorio, y luego reconstruyeran el
templo en Jerusalén. Pero todo fue tanto un designio como una acción de Dios.
Babilonia es el ejecutor designado divinamente, y luego sería juzgada por eso.
Ver: (la profecía) Jeremías 25:9-14 con (el cumplimiento) 2°Crónicas 36:18-23.
Esdras 1:1-4 (el año 538aC.) Esdras 6:2-3 y 15 (terminado en año 516aC.).
Isaías 44:26 a 45:7 (esta profecía fue aproximadamente 150 años antes).
‘Yo Jehová soy el que hago todo esto’ Isaías 44:7.

-GRAFICA DE LOS DOS PRIMEROS IMPERIOS.

La primera parte de esta visión tendría cumplimiento en capítulo 5, después


que el emperador babilonio Belsasar, nieto de Nabucodonosor, usó los vasos
arrebatados del templo de Jerusalén para emborracharse con sus príncipes y
venerar a sus dioses, allí le apareció una escritura milagrosa en una pared.
Daniel revelaría esa escritura sobrenatural, dónde Dios determinaba no sólo el
final de su reinado, sino también el final de todo ese imperio. Daniel 5:28 dice:
‘…Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas’.
Ver: Daniel 5:1-5 y 16-31.

El tercer imperio es el griego, un leopardo de varias cabezas con alas, esta era
una cultura más occidental, con otra filosofía e inteligencia, que, con gran
velocidad, dominaron mayores territorios, conquistando hasta África e India.
Sin duda Alejandro Magno fue su gran emperador, pero a su muerte el imperio
fue dividido en sus cuatro generales; de ellos se destacaron más: Seleuco I
(seleucidas) dominando el norte, y Ptolomeo en el sur (Egipto y Alejandría), y
entre ellos lucharon por Palestina y Siria. Daniel lo profetizó, según capítulo 11.
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También, en el capítulo 8 se describen más detalles proféticos del imperio


griego venciendo a los medo pesas.

El cuarto Imperio es el de Roma, la ‘cuarta bestia espantosa y terrible y en gran


manera fuerte’, no tiene una representación tan clara como las anteriores pero
su carácter es bien narrado. Es el que mayor territorio alcanzó y su idiosincrasia
fue sembrada en todas las civilizaciones (afectando hasta hoy). Su estructura
social, política y religiosa era piramidal, injusta y cruel.

-GRAFICA DEL IMPERIO ROMANO Y SU EXTENSIÓN TERRITORIAL.

En el 306dC Constantino estableció al cristianismo como la religión oficial, pero


era una mezcla de varios crisoles, y fue el comienzo del nexo religión-estado,
incorporando a la historia acciones como: las cruzadas, muerte a herejes, etc.
En el año 395aC, el imperio romano fue dividido entre: el oriental y occidental.
Así, todos los aspectos humanos manifestarán polarización, representada, en la
revelación bíblica, por las dos piernas y por los dos pies de la imagen (cap. 2).

En estas revelaciones de cap. 2 y 7 hay un salto cronológico, pasando desde los


imperios (pasados) a un futuro precursor de la Segunda venida del Mesías.
Los dedos de los pies, de Daniel 2:41-42, están representados por diez cuernos,
en Daniel 7:7. Revelarían sobre diez poderes o autoridades mundiales, aunque,
con la esencia y resurgimiento del imperio romano, luego esos serán destruidos
repentina y violentamente, es la manifestación de la Segunda venida de Cristo:
‘…del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzo el hierro,
el bronce, el barro, la plata y el oro' (Daniel 2:45).

También, en la profecía de Daniel 7, se describe del ascenso progresivo de una


última autoridad, figura del Anticristo, representado por ese último cuerno que
‘tenía ojos como de hombre y una boca que hablaba grandes cosas’ Daniel 7:8.
Indudablemente, esta visión lo afectó al punto de buscar la interpretación de la
cuarta bestia, de los cuernos y, en especial, del último cuerno y su crecimiento.
Ver: Daniel 7:19-25 con Apocalipsis 13:1 y 7.
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Se lo revela como un personaje que estaba presente, pero solo al final tiene
supremacía sobre los demás cuernos, es cuando manifestará abiertamente su
persecución contra los santos.

Pero todo el accionar de semejante autoridad, y su siniestra personalidad,


serían cancelados por la manifestación del Anciano de días y el Juez, o sea Dios
Padre y Jesucristo. Eso sucederá de manera parcial en la Segunda venida y
definitivamente durante el juicio final del gran Trono blanco.
Ver: Daniel 7:9-10, 13-14 y 26-27 en paralelo con Daniel 2:35 y 44-45.

En Daniel 7:11, narra de una bestia que es muerta, esta es la cuarta, es la esfera
romana de dominio de donde salían los cuernos o poderes, y las otras bestias
de 7:12, son las tres primeras que, aunque dejaron de existir, de alguna manera
permanecerían amalgamadas en los imperios posteriores.
Hasta que al final todos serían reemplazados por el trono de Cristo. En 7:14
hace referencia al reino en el milenio del Mesías, relacionado con 7:18, donde
los santos del Altísimo compartirían su reinado.

 Visión del carnero y el macho cabrío. Capítulo 8.

Daniel, aproximadamente tendría 75 años y pasó más de 55 años en cautividad.


Y ya habrían pasado dos o tres años de la revelación del cap. 7, sobre las cuatro
bestias o imperios, y ahora recibe esta descripción, ampliando esa anterior.
Pero manteniendo el mismo carácter y naturaleza de esos poderes revelados.
Ver: Daniel 8:1-5.

Primero, revela de un carnero, es el macho adulto de la oveja, con dos cuernos


y gran capacidad para posesionarse de territorios al este, norte y sur. Según la
interpretación dada en v.20, es otra representación de imperio Medo Persa. Lo
que antes se había revelado como el pecho de plata de la estatua (cap.2) y
como una bestia semejante a un oso (cap.7).
Segundo, revela a un macho cabrío, macho adulto de cabra, proveniente del
este y con un cuerno muy notable. Es figura del imperio griego y su emperador
Alejandro Magno, según el v.21, representado antes como vientre y muslos de
bronce de la estatua (cap.2) y como un leopardo de cuatro cabezas (cap.7).

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-IMAGEN Y REPRESENTACIÓN DEL MACHO CABRIO Y EL CARNERO.

Las imágenes, de la visión, pelean entre sí prevaleciendo el macho cabrío sobre


el carnero, o sea, el imperio griego sometiendo al medo-persa. Los libros de
historia describen de las cruentas batallas con miles de personas y armamentos
en esos ejércitos y, en consecuencia, con miles de muertos, en esa guerra de
poderes imperiales, donde Alejandro Magno venció a Darío, consagrándose
pleno rey en 330aC.
Aquel gran cuerno fue quebrado, Alejandro, y en su lugar salieron otros cuatro
cuernos notables, la división del imperio griego, aproximadamente en 323aC.
Ver: Daniel 8:6-8 y 22.

El imperio griego, además, impuso su modelo occidental: su cultura, filosofía y


lengua helenista, obligando a todas las naciones sometidas, incluso en Israel. Al
tiempo, año 171aC., el reino seleucida, los griegos posteriores que dominaron
la región de Palestina prohibieron la práctica de la fe judía, lo que llevó a una
revolución en contra de los griegos, resultando en la independencia judía.
Ese rey seleucida, qué gobernó tras conspiraciones políticas y militares, se
llamó Antíoco Epifanes, según Daniel 8:9 ‘cuerno pequeño, que creció mucho al
sur y al oriente, y hacia la tierra gloriosa'. Este gobernante proscribió al
judaísmo, saqueó el templo de Jerusalén e impuso allí una imagen de Zeus,
creo leyes para prohibir: el culto a Dios, los sacrificios y la circuncisión. Obligó a
los judíos a comer animales impuros y profanó el altar, haciendo sacrificar un
cerdo allí, lo que se denomina en la revelación la ‘prevaricación asoladora’.
El sacerdote judío Matatías y sus hijos, llamados los macabeos, levantaron al
pueblo en armas y lograron expulsar a Antíoco Epifanes y luego limpiar el
templo. El tiempo, desde que se impidió la adoración hasta que fue expulsado,
fue de 2300 días, coincidiendo con la revelación bíblica, desde 6 de septiembre
del año 171aC hasta el 25 de diciembre de 164aC (aproximadamente serían
unos 6 años y cuatro meses).
Esa purificación del lugar santo se celebra en el pueblo judío hasta hoy, con el
festival denominado Janucá, de las luces o luminarias.
Ver: Daniel 8:9-14.

Esta visión fue muy sorprendente para Daniel, quién recibió de una aparición
celestial para percibir su interpretación pues incluía representaciones que eran:
‘para el tiempo del fin'.
Ver: Daniel 8:15-19 y 27.

La última parte de esta revelación sucede igualmente en capítulos anteriores,


además de describir la maldad de Antíoco Epifanes, representa proféticamente
sobre el futuro tiempo de la tribulación final y del carácter que tendría el
Anticristo en esa época: ‘rey altivo de rostro y entendido en enigmas…se

14
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Evangelio de Paz

fortalecerá, más no por fuerza propia…hará prosperar el engaño en su mano…y


se levantará contra el Príncipe de los príncipes’.
Ver: Daniel 8:23-26.

 Las setenta semanas, Capítulo 9.

El inicio de ésta gran revelación, una de las más trascendentes después de la


imagen de los imperios mundiales del capítulo 2, fue el clamor en oración de
Daniel, después de haber examinado las antiguas profecías que indicarían la
finalización del juicio por el que pasaba Israel por causa de su desobediencia.
Ver: Daniel 9:1-3 con Jeremías 25:11, 29:4-19 y 30:1-4.

La oración intercesora de Daniel es un modelo de este tipo, dónde lo primero


es reconocer a la persona de Dios, después, confesar todos los pecados del
pueblo cómo si fueran suyos propios y, al fin, clamar por la divina misericordia.
Además, la oración es un recordatorio del porque estaban en esa condición.
Daniel reconoce, en v.11, lo establecido por Dios en Levítico 26:14-33 y 44.
Ver: Daniel 9:4-19.

La revelación es abarcadora hasta el final del tiempo sobre Israel, con tanta
precisión como complejidad de los eventos. Recordemos que Dios es Soberano,
sobre todo, inclusive sobre el tiempo, Dios dispone, revela y hace su voluntad:
´Porque yo Jehová hablaré, y se cumplirá la palabra que yo hable; no se tardará
más, sino que, en vuestros días, oh casa rebelde, hablaré palabra y la cumpliré,
dice Jehová el Señor´ Ezequiel 12:35.
´Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios,
y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde
el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi
consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero’ Isaías 46:9-10.

Desde el momento que Israel se apartó de Dios, que dejó de practicar las
fiestas solemnes y de ofrecer los sacrificios en los momentos precisos, más
todavía en la cautividad, perdió de vista el reloj que Dios les estaba ofreciendo.

Así, su propio pueblo, quedaron fuera del tiempo y de conocimiento, hasta que
les llegó la necesaria revelación para devolverlos al cauce de la voluntad divina.
Ver: Salmo 104:19-24. Lamentaciones 1:4-5. Jeremías 8:7. Lucas 12:54-56.

Y de un presente inmediato, sobre Israel, Dios le revela a Daniel lo que vendría


en un futuro lejano, para él, por medio del mismo enviado celestial, Gabriel,
que apareció en el capítulo anterior.
Ver: Daniel 8:16-17 con 9:20-23.

15
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Evangelio de Paz

El enviado especial le enfatiza a Daniel: ‘Entiende, pues, la orden, y entiende la


visión. Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad...’ v.23-24. No es una visión para las naciones, ni para los reyes, ni para
los gentiles, ni para la iglesia, es inclusiva para Israel, es el obrar de Dios, al
final, a su pueblo prometido. La preocupación por su pueblo trajo la revelación.
Setenta semanas son semanas de años, o sea 70 semanas de 7 años cada una,
da un total de: 490 años. El pueblo judío tenía semanas de 7 días o de 7 años.
Ver: Génesis 29:27-28, Levítico 25:8-10.

Al tratar los propósitos o eventos referidos en ellas, los para del texto bíblico,
sobresale lo escatológico en este plan de Dios: ‘para terminar la prevaricación,
y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y
sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos’ v.24.

Los tres primeros se relacionan con cancelar lo malo, propio de la humanidad


rebelde, en este caso de Israel, y los últimos tres con activar la justicia de Dios:
1) Terminar la prevaricación. (Malaquías 1:10-12. Es el delito de transgredir,
violar, quebrantar, omitir a consciencia, una norma, mandato o promesa
previamente establecido, aquí es la Palabra de Dios. Ser injusto y parcial.
Adoración falsa, fingida, superficial. Apostasía).
2) Poner fin al pecado. (1°Pedro 4:1. El pecado lleva a la muerte espiritual y
segunda, pero morir al pecado lleva a la vida espiritual y eterna. La
primera Venida venció a la muerte espiritual y la Segunda venida vencerá
a la muerte eterna).
3) Expiar la iniquidad. (Hebreos 9:23-28. Los delitos y pecados contaminan,
sólo la obra de Cristo trae completa limpieza y purificación. Iniquidad es
ofensa, obstinación, indiferencia y ataque a la persona de Dios. Todo el
ser es contaminado. Sólo Cristo pudo expiar al sufrir la culpa y condena).
4) Traer la justicia perdurable. (Romanos 3:21-26. Ésta justicia es completa
y diferente, porque Dios es su fuente y su canal. Es de naturaleza divina.
Satisface plena culpa, condena y práctica de maldad. Es la obra completa
realizada en la cruz de Cristo e impartida desde su Trono de gloria).
5) Sellar la visión y la profecía. (Es darle garantía de cumplimiento, legalizar
la revelación a través de un término establecido).
6) Ungir al Santo de los santos. (Esto sólo significa dar el reconocimiento
total y completo a Cristo Jesús, en todo, por todos y en el lugar santo o
templo. Él ya es el ungido, pero lo será a nivel universal. Isaías 61:1-3).

Concluyendo, se puede decir que los primeros tres están cumplidos desde la
primera Venida de Cristo y los otros tres se cumplirán en su Segunda venida,
aunque, en su plenitud, todo será al regreso de Cristo. Es un cumplimiento a
través del Mesías Cristo para Israel, por medio de sus dos Venidas.

16
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En la misma revelación las setenta semanas se parten en tres grupos diferentes


que son: 7 semanas o 49 años, 62 semanas o 434 años, y 1 semana o 7 años.
Y las setenta semanas darían comienzo con ‘la orden para restaurar y edificar a
Jerusalén’, tanto ciudad como templo.
Ver: Daniel 9:25-27. Nehemías 2:1-8. Nota: del v.6: ‘...yo le señalé el tiempo’.

Los primeros 49 años son determinados para la reconstrucción de Jerusalén.


Después, pasarían 434 años hasta la manifestación del Mesías, y luego le darían
muerte. Y aparecería un gobernante que destruiría la ciudad de Jerusalén y el
santuario o templo. Y faltarían cumplirse 7 años más: la última semana, v.27.

Pero, durante el período medio, después de la reconstrucción, reaparecen de


manera cíclica: prevaricación, pecado, iniquidad, injusticia, cohecho (coimas),
excesos, robos, etc., según lo narrado minuciosamente en las profecías.
Ver: Malaquías 1:6-9, 2:11, 3:8 y 13-15.

Después de Malaquías, Dios no enviaría más revelación ni mensajes proféticos,


su pueblo seguía manifestando maldad: tradición sobre la ley (Mateo 15:3-9),
manipulación religiosa (Lucas 11:38-48), falsos líderes (Juan 10:8), etc. Fueron
unos 400 años sin mensajes ni mensajeros divinos, tiempo ínter-testamentario,
hasta que llegaría la revelación del reino de Dios y su justicia, declarado por
Juan el bautista y el mismo Mesías Cristo (Marcos 1:14-15) en cumplimiento a
Malaquías 3:1 y a este periodo de las setenta semanas.

Aún, el quitar la vida al Mesías (v.26) es para cumplir lo desarrollado en el v.24.


Y aunque estaba profetizado, aún sorprende que sea una muerte sin aparente
causa, injusta e incomprensible para Daniel.
La historia confirma que desde el decreto de la reconstrucción hasta la entrada
triunfal y muerte de Cristo pasaron 483 años (49 años + 434 años), cumpliendo
así hasta la semana sesenta y nueve. Luego este reloj profético se interrumpió.

 Varón con cinto de oro y ojos de fuego, Capítulo 10.

En esta visión de Daniel aparece un mensajero, no era Miguel y quizás tampoco


Gabriel, pero todo es muy similar a la descripción de Juan en Apocalipsis, y la
reacción aquí de Daniel también es muy similar a la de Juan.
Ver: Daniel 10:5-11 con Apocalipsis 1:12-15 y 17-19.

Entonces, una de las posiciones es que Jesús, antes de nacer (teofanía), se le


manifiesta a Daniel diciendo: ‘He venido para hacerte saber lo que ha de venir a

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tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días’ v.14. Significa
que los últimos tres capítulos de Daniel se encadenan por la misma revelación.
Además, aunque de manera indirecta, revela sobre oposiciones espirituales de
maldad que se manifiestan en diferentes reinos, naciones o reyes, impidiendo
el obrar y la voluntad divina. Esos poderes están comandados por autoridades,
aquí denominados príncipe de Persia y de Grecia, que a su vez son enfrentados
por los mensajeros celestiales en guerra espiritual, estando Miguel al mando.
Ver: Daniel 10:13, 20-21 y Daniel 12:1 con Apocalipsis 12:7 y Efesios 6:12.

 Reyes del norte y el sur, Capítulos 11.

En este capítulo se vuelve a referir a los imperios de Persia y Grecia, haciendo


minuciosas y muy exactas descripciones: ‘habrá tres reyes en Persia’ (v.2) que
serían Ciro, Cambises y Darío I, en la primera guerra Medica de Maratón; ‘y el
cuarto...levantará a todos contra en reino de Grecia’ sería Asuero o Jerjes I
según la historia, la segunda guerra Medica de Termopilas, Salamina y Platea.
Luego: ‘un rey valiente...’ (v.3), que es Alejandro Magno, después la división de
su imperio en cuatro, dos de ellos que prevalecieron más, son llamados los
reyes del ‘norte y del sur’ (v.3-7). Luego la descripción de sus conspiraciones,
alianzas entre naciones y conflictos, y todo fácilmente se puede comprobar en
la historia de casi 200 años de guerras médicas (griegas) y guerras sirias.
El v.16 describe sobre la ocupación de Palestina: ‘y estará en la tierra gloriosa’,
por Antíoco 3°, quien después daría a su hija, Cleopatra, para hacer alianza con
Egipto (v.17). Y aparece un príncipe que lo derrotaría (v.18) sería un general
romano que lo hizo retroceder y debilitarse en poder.

En v.21 describe a su sucesor: ‘le sucederá en su lugar un hombre despreciable’,


que es Antíoco 4° Epífanes, luego narrará sus conquistas y describe su corazón
en contra de Israel (masacró a 80 mil judíos, esclavizó y vendió a otros 40 mil,
además de profanar el templo y los sacrificios) (v.28-32).
Se profetiza un ‘tiempo determinado...plazo’ (v.35), establecido por Dios para
que su pueblo soportara esta prueba. Y en la narración, la profecía pasará de
un futuro inmediato a uno más lejano.
Antíoco Epífanes se transforma en figura profética del Anticristo, y esas
pruebas o Tribulación sobre el pueblo de Dios serían similares a las que
tendrían en los últimos días.
Ver. Daniel 11:36-45.

 El tiempo del Fin, Capítulo 12.

Varios eventos sobre ‘el tiempo del fin’ (v.4 y9) son mencionados en esta última
parte del libro de Daniel, que lo haría de profecía comparativa a varios pasajes
del libro del Apocalipsis.

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Describe sobre la Tribulación (v.1), las dos resurrecciones (v.2), la ciencia de la


humanidad aumentada en los últimos tiempos (v.4).

Otra gran revelación profética se sucede en respuesta a: ¿Cuándo será el fin de


estas maravillas? (v.6) ‘será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo’ (v.7),
tiempo es un año, tiempos son dos años y mitad es medio año: lo que sumaría
tres años y medio, que es la mitad de la semana setenta de siete años, cuando
actúa el Anticristo. Luego se puede leer: ‘desde el tiempo que sea quitado el
continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos
noventa días’ (v.11).

Los primeros tres años y medio de Tribulación son en un pacto de judíos con el
Anticristo, que le permitiría realizar los sacrificios antiguos en el templo en
Jerusalén, pero después se prohibirían desatando lo peor de la Tribulación,
‘abominación desoladora’ (v.11) o ‘tiempo de angustia’ (v.1). Aquí suma tres
años y medio, 1260 días, más 30 días, que podrían ser del juicio del Gran trono
blanco antes del Milenio, o que el rompimiento del pacto sea 30 días antes.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
70 Semanas.
La profecía de las 70 semanas trata asimismo de los sufrimientos inherentes al
establecimiento del reino de Dios (Dn. 9:24-27). El profeta había pedido el perdón y la
salvación de su pueblo, así como la restauración de la ciudad y del santuario del
Señor (Dn. 9:17-19). Dios le dio como respuesta que había un periodo de tiempo
determinado para expiar la iniquidad, terminar la prevaricación, poner fin al pecado,
traer la justicia perdurable, finalizar y consumar todas las profecías, y ungir al Mesías
ejecutor de estas cosas (Dn. 9:24). Para todo esto tienen que transcurrir 70
«semanas» (en hebreo «setenas», o grupos de 7). La «mitad de la semana» de Dn.
9:27 se corresponde con la duración de la gran tribulación, durante la que el
Anticristo hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Según Daniel y Apocalipsis, esta
tribulación durará 42 meses, 1.260 días, esto es, 3 1/2 años (Ap. 11:2, 3; 12:6, 14;
13:5; Dn. 7:25; 12:7); se puede llegar a la conclusión de que una «semana» entera se
corresponde con 7 años, y que 70 semanas son 490 años.
¿Cuál es el punto de partida de las 70 semanas? Según Dn. 9:25, tienen su inicio
«desde la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén». Se mencionan otros
decretos con respecto al retorno de la cautividad:
(I) 1 de Ciro (Esd. 1:1-3). (II) 1 de Darío (Esd. 6:3-8).
(III) 2 de Artajerjes (Esd. 7:7; Neh. 2:1-8).
Los comentaristas han diferido a este respecto, pero parece más lógico tomar como
punto de partida el último, el único que menciona la reconstrucción, no sólo del
templo, sino de la ciudad. Este decreto se promulgó en el año 445 a.C.
Los 3 períodos indicados se sitúan a partir de esta fecha de la siguiente manera:
(I) Habrá 7 semanas durante las que la ciudad y sus murallas serán reconstruidas,
tiempos de angustia de 49 años (7 x 7), lo cual se corresponde con las épocas difíciles

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de Esdras y Nehemías; (II) después hay 62 semanas entre esta época y la


manifestación del Mesías, seguida de su muerte. Ello suma, para los dos primeros
períodos, un total de 69 semanas, o 483 años (69 x 7), que transcurrieron sin
interrupción. Ello nos lleva exactamente al período de la manifestación pública y
triunfal de Jesús del Domingo de Ramos, su entrada en Jerusalén, cuando fue
aclamado con «hosannas al hijo de David». Recuérdese que, en esta ocasión, a
diferencia de las precedentes en que el pueblo quería proclamarle rey, aceptó las
aclamaciones, y reprendió a los que querían acallarlas. Para evidenciar la cronología
exacta del cumplimiento de la profecía hasta el Mesías Príncipe, se tiene que contar
el año como los profetas, un año de 360 días (42 meses = 1.260 días) para restablecer
la correspondencia entre el calendario judío y el calendario juliano (cp. Sir R.
Anderson «El Príncipe que ha de venir», Portavoz Evangélico, Barcelona, P.138-144).
(III) Después de las sesenta y dos semanas se quita la vida al Mesías (Dn. 9:26).
Nótese la clara implicación de este versículo de que el inicio de la semana 70 no es
consecutivo al final de la semana 69, porque tienen lugar una serie de hechos
después del final de las primeras 62 semanas, y antes del inicio de la última. Esta
última semana se relaciona claramente con la carrera del Anticristo, y conduce
directamente al final de los tiempos de las naciones, esto es, hacia el milenio, y al
cumplimiento de todas las promesas relacionadas con Israel, y dadas en el v. 24. La
profecía divide en dos partes iguales los 7 años de esta «semana», un período de paz,
que quizá siga a la guerra del bloque del norte (cp. Ez. 38-39), y un período de gran
tribulación correspondiente a los 3 1/2 años indicados expresamente por los textos
citados; esto es lo que sigue de la indicación de la ruptura de la alianza (con Israel)
por parte del Anticristo «a la mitad de la semana» (Dn. 9:27).
Si la profecía con respecto a la primera venida de Cristo se cumplió de una manera
tan admirable, ¿cómo se puede dudar de la exactitud de los sucesos y del tiempo
anunciado para la última etapa (la septuagésima semana)?
Es también entre la semana 69, que se cierra con la manifestación del Mesías Príncipe
en la entrada triunfal en Jerusalén (cp. Mt. 21:1-9; Mr. 11:1-11; Lc. 19:28-40,
especialmente Lc. 19:38, 40; Jn. 12:12-16) y la semana 70, que inaugura la carrera del
Anticristo, que se tiene que situar necesariamente dentro de este intervalo, la era de
la Iglesia, durante la que Israel no es reconocido por Dios (cp. André Lamorte, «La
Vocation d'Israël et la Vocation de l'Église, Librarie Protestante, París 1957, P. 53-57).
(d) Alusiones al libro de Daniel. Las alusiones al libro por parte de los escritores de
otros libros de la Biblia muestran la amplitud de su perspectiva profética.
(A) Nuestro Señor eligió el título «Hijo del hombre» en preferencia a cualquier otro, y
es también una cita de Dn. 7:13, 14. Jesús puso también en evidencia el aspecto de
Su ministerio y de Su reino que revela este título de «Hijo del hombre».
(B) Cristo advirtió a Sus oyentes que la abominación de la desolación, de la que había
hablado el profeta Daniel, sería puesta en el lugar santo (Mt. 24:15; Mr. 13:14; cp.
Dn. 11:31; 12:11, y nótese el texto gr. de Dn. 9:27; cp. 2 Ts. 2:1-12). Según las
palabras de Cristo, es evidente que estas profecías no hallaron su pleno
cumplimiento cuando Antíoco Epifanes (1 Mac. 1:54) erigió un altar idólatra en el
templo de Jehová. La profecía comporta frecuentemente cumplimientos sucesivos en
ciclos históricos, más y más inclusivos, y el concepto de la «abominación de la
desolación» parece materializarse cada vez que aparece en la historia como principio
de violencia. Para los apóstoles el pequeño cuerno del cuarto animal (Dn. 7:24) y el
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rey que profiere palabras inicuas contra Dios (Dn. 11:36) pertenecen al futuro, y
tienen que revelarse todavía (2 Ts. 2:4; Ap. 13:5, 6). Ciertas características del
conflicto entre el mundo y el reino de Dios se relacionan indudablemente con la lucha
encarnizada de la época de Antíoco Epifanes, pero no únicamente a aquella época.
Cristo y Sus apóstoles veían en las profecías de Daniel una revelación del provenir.
Tienen, indudablemente, una gran importancia en cuanto a la irrupción definitiva del
reino mesiánico.
En Apocalipsis, Juan no vio a los 4 imperios de Daniel de forma aislada, sino que
percibió de forma colectiva todos los reinos del mundo a la vez. Los considera como
un solo imperio, a pesar de sus diferencias externas. Los poderes mundiales no les
son presentados ni a Daniel ni a Juan bajo su aspecto político, sino solamente como la
expresión de la hostilidad del mundo hacia el reino de Dios. El principal objetivo de la
profecía no es precisamente el destino de las naciones, sino su relación con el reino
de Dios. Este hecho importante permite descubrir el sentido de la revelación de los
capítulos 11 y 12 del libro de Daniel. En efecto, el objeto de estos capítulos no es el
de exponer la historia política de los hombres, sino especialmente el de bosquejar, en
estilo apocalíptico, los grandes movimientos de este mundo en relación con el reino
de Dios. Los enemigos de Sión vinieron y siempre vienen o del norte o del sur.
Desarrollando en estilo apocalíptico esta constante histórica, la visión describe un
conflicto entre los poderes en lucha por la hegemonía: Una guerra llena de
vicisitudes, la derrota gradual del rey del sur, el triunfo final del rey del norte, y
finalmente su enfrentamiento a ultranza contra el reino de Dios. Este cuadro se
corresponde con Ez. 38 y Ez. 39.
Daniel habla de los tiempos del fin, el de la consumación. Es el tiempo final de la
cólera divina (Dn. 8:19; cp. Dn. 11:36); el juicio de los poderes mundiales tiene
entonces lugar, y se instaura el reino eterno de Dios (cp. Dn. 10:14) a lo que sigue la
consumación final (Dn. 12:1-3). Es el último tiempo de enfrentamiento entre los
poderes de este mundo y el reino de Dios, con una victoria total por parte de este
último (Dn. 11:40-12:4). Los apóstoles hablan asimismo de este período, que ellos
denominan la hora final, los últimos tiempos, o los días postreros. Dicen que ya había
empezado en tiempo de ellos, que no ha escapado, y que llegará a una manifestación
del Anticristo (2 Ts. 2:2-4; 2 Ti. 3:11; 1 Jn. 2:18; Jud. 18). Los hombres del NT vieron
con claridad la envergadura y el significado de las profecías de Daniel con respecto al
tiempo del fin. Incluso, la consciencia de que ellos inauguraban el período predicho.
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. 2° edición amplificada. Ed. Certeza. Pág.183-185.

Escatología bíblica 2. Tema 2.

 Semana 70.

Ver: Daniel 9:24-27.


La oración de Daniel, previa, intercediendo a Dios fue por: tu ciudad, tu pueblo,
tu santuario y tu monte santo, la respuesta profética fue la revelación soberana
de lo que Dios haría en ellos en un periodo de 70 semanas de años.

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El v.25 dice: ‘habrá siete semanas’, semanas de años, en primera instancia se


establecía la restauración en Jerusalén (los primeros 49 años). Después dice: ‘y
sesenta y dos semanas’ y lo vuelve a enunciar en el v.26, marcando un segundo
momento, que es la Primera venida del Mesías (serían los siguientes 434 años).
Y en el v.26 se determina que: ‘después de las sesenta y dos semanas se quitará
la vida al Mesías…un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario'
la historia determinó todos esos eventos ya cumplidos, ya se produjo la muerte
del Mesías (30dC.) y la destrucción de Jerusalén (70dC.).

El v.27 narra: ‘y por otra semana’, o sea que todavía falta el cumplimiento de la
última semana de 7 años, sería la semana setenta. Y la semana setenta es la
Tribulación. Y aquí se establece que, según el propósito divino, el último evento
incumbe principalmente a Israel, aunque otros sean afectados, describe sobre:
‘el pacto…el sacrificio y la ofrenda…las abominaciones…el desolador’.

-ESQUEMA DE LAS SETENTA SEMANAS EN LA LÍNEA DE TIEMPO.

Aunque los eventos de los últimos siete años son bien definidos bíblicamente,
podría haber un proceso previo de gestión para el desarrollo de esos eventos,
por ejemplo: el ascenso del Anticristo, la unificación de los poderes mundiales,
el desarrollo del pacto con Israel, las guerras y conflictos e inestabilidad social.

Otro tema sumamente importante, en la escatología de la semana setenta, es


el partimiento de esa semana en dos partes, Daniel 9:27 dice: ‘a la mitad de la
semana…', revelando un cambio rotundo para la segunda mitad distinto a la
primera etapa. Además, en Daniel 7:25, leemos: ‘y serán entregados en su
mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo’, describiendo los últimos tres
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Evangelio de Paz

años y medio de la semana setenta y, agregando en los versos v.26-27, que el


final de ese terrible periodo está determinado proféticamente, y finalizará
cuando Dios mismo lo concluya haciendo sus juicios: a favor de su pueblo y en
contra del Anticristo y demás oposiciones.
Apocalipsis, capítulo 12, también menciona esa división en dos del periodo de
siete años, en el v.14 hace referencia a una mujer, que representa a Israel, que
sería protegida de la serpiente durante ‘un tiempo y tiempos y la mitad de un
tiempo’, lo que serían tres años y medio; y en v.6 se declara que esa misma
mujer sería sustentada en el desierto ‘por mil doscientos sesenta días’, que son
tres años y medio, usando meses de treinta días según el calendario profético.
Y en Apocalipsis 13:5 se hace referencia a: ‘y se le dio autoridad para actuar
cuarenta y dos meses…', tiempo donde el enemigo blasfemara en contra de
Dios, y ese tiempo son: 1260 días o 42 meses o tres años y medio.

Podríamos considerar el por qué, de los siete años que se cortan a la mitad:
La revelación bíblica explica que los segundos tres años y medio son lo que
denomina: la Gran Tribulación, o sea, que es allí cuando se manifestará lo peor
de ese tiempo. El principio de la semana setenta sería cuando el Anticristo
confirma un pacto con Israel, y el rompimiento de ese pacto sería a la mitad,
iniciando los últimos tres años y medio. Hubo un antiguo pacto de muerte entre
Israel y las naciones extranjeras y es profético del pacto con el Anticristo.
Ver: Isaías 28:14-16 y 18.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
En particular la profecía de las: setentas semanas es sin duda una “Predicción de
Tiempos” que obviamente para comprenderla hay que conocer muy bien la historia
del pueblo judío y algunos métodos de medición de tiempos, los cuales describiremos
resumidamente a continuación.
Medición de Tiempo en la antigüedad y determinación del “Año Profético”.
Los judíos al igual que la mayoría de las antiguas civilizaciones, midieron los tiempos
usando elementos astronómicos que tuvieran periodos de ciclos bien determinados y
de fácil visualización y comprensión, de allí que nacieron los calendarios lunares (Sal
104:19), consistente en doce meses de un doble ciclo o novilunios de 29,53 días cada
mes, es decir un año lunar de 12 x 29,53 = 354,37 días (354 días, 8 horas, 49 minutos.
Pero la dificultad del calendario lunar primario se presenta con las estaciones del año
ya que estas no tienen una correspondencia con el año lunar, puesto que las
estaciones del año se ajustan y dependen del año solar (años de 365d 5h 48’ 45,25’’ =
365,242190402 días) y los judíos por tratarse de un pueblo agricultor además del
calendario lunar tenían la necesidad de medir paralelamente las épocas del año por
la estación correspondiente.
Fue así que con el tiempo perfeccionaron el calendario mediante complejos
algoritmos matemáticos difícil de sobrellevar para obtener un calendario luni-solar.
En tiempos del profeta Daniel el calendario luni-solar babilónico consistía en un ciclo
lunar estelar de 19 años con 7 años embolismales (años con meses añadidos) para
equilibrar las estaciones con los ciclos lunares.
23
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Evangelio de Paz

Sin embargos algunas mediciones sencillas nacida de los promedios matemáticos


dieron lugar a patrones auxiliares tales como las semanas de 7 días y los meses de 30
días que utilizaron para contabilizar impuestos, periodos y eventos históricos y
edades. De allí que el año promedio consistía de doce meses de 30 días, es decir un
año de 360 días y esta era la manera de establecer términos de tiempo a modo
futuro sin tener que discrepar con los ciclos, alternancias y variantes. Un ejemplo de
este método se registra en las edades de los personajes bíblicos y en eventos tales
como el diluvio en Gn 7, 8, y también en Ap 11:2-3 haciendo la equivalencia de 42
meses en 1260 días (42 x 30 = 1260)
Jehová también manifestó a los profetas tiempos futuros medidos con el método
promedio al cual ahora renombraron “año profético” (Ej: Dn 9).
Los judíos medían semanas de días y semanas de años (Gn 29:27-28; Lv 25:8)
El año de jubileo consistía en el año posterior a una semana de semanas, es decir 7
veces 7 años (7 x 7 años = 49 años) así el año 50 era el año de jubileo (Lv 25:8-16).
En algunas oportunidades Dios estableció proféticamente la equivalencia día por año
(Ez 4:5).
El Año 1. Es evidente que el uso calendario de las escrituras difiere de nuestro
calendario solar (calendario gregoriano que entró en vigencia en el siglo XVI). En
nuestro calendario se han reajustado todas las fechas históricas para una mejor
interpretación de los tiempos. Entre ellos el mismo nacimiento del Señor Jesucristo
que después de largos concilios y dada las evidencias históricas se ajustó su año de
nacimiento al año 4 aC. Otro detalle importante en la comprensión de la profecía
consiste en confirmar que no existe el “año cero” ni el calendario gregoriano ni en el
calendario juliano. El año 1 aC. inmediatamente precede al año 1dC, para ser
ilustrativo diremos que después del 31 de diciembre del año 1 aC comienza el 1 de
enero del año 1 dC. (…)
Las Setentas semanas son semanas de “años proféticos”, es decir 70 (setenta)
semanas de 7 (siete) años de 360 (trescientos sesenta días). Lo que corresponde a un
periodo de (70 semanas x 7 años =) 490 (cuatrocientos noventa) años proféticos, lo
que implica (490 x 360) 176.400 días. 70 (setenta) semanas o 490 (cuatrocientos
noventa) años proféticos o 176.400 (ciento setenta y seis mil cuatrocientos) días o
482,96 años gregorianos es el lapso de tiempo que Dios ha establecido para finalizar
el acuerdo o pacto que tenía con los judíos.
- Estudios bíblicos Las Profecías del Libro de Daniel. Ministerio Apoyo Bíblico. Pág.37.
Año gregoriano son 365 días con meses de 30, 31 y 28 días, cada 4 años agrega 1 día.

 La Tribulación.

 ¿Qué es?
La Tribulación 7, aunque sea difícil de comprender, es para propósitos divinos,
en síntesis, será un tiempo de juicios divinos, juicio a los que se oponen a Él,
incluido Satanás, juicio a los que se apartaron de la fe, los apóstatas, y juicio a

7
. Tribulación Del lat. tribulatio, -ōnis.
1. f. Congoja, pena, tormento o aflicción moral.
2. f. Persecución o adversidad que padece una persona.
-Diccionario de la Real Academia Española. Actualización 2022.
24
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Evangelio de Paz

su pueblo, Israel. También será cumplimiento de profecías y de promesas, de


manifestación de la plenitud de Cristo como Señor y Salvador, de hacer que su
pueblo reconozca a Cristo cómo el Mesías y que, al hacerlo, puedan participar
de su reinado milenial mesiánico.

En todo esto, el tiempo de la Tribulación, primordialmente, es un evento divino


y sobrenatural que involucra al pueblo de Israel.
Ver: Jeremías 30:7-14. Daniel 9:27 y 12:1.

La Tribulación será un tiempo único sobre la humanidad, nunca antes visto, por
lo que no se podría comparar con sucesos previos. Daniel dijo: ‘y será tiempo
de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces…' (12:1).
Aunque, en la simbología profética, se usan elementos históricos para que se
tengan referencias sobre lo por venir. Joel describe: 'viene el día de Jehová...día
de tinieblas y oscuridad, y un enemigo grande y fuerte; semejante a él no hubo
jamás, ni después de él lo habrá (v.1-2), estudiosos comparan esa oscuridad
con plagas de langostas, bien conocidas para la época, simbolizando:
hambruna, miedo, desesperación, miseria, enfermedad, muerte. Y, cuando se
da la revelación de ‘aspecto de caballos’ (v.4), por entonces no se usaban para
la agricultura, sino como armas de guerra y carros de asalto, y simbolizan:
guerras, armas y destrucción innumerable.
Ver: Joel 2:1-6.

La iglesia ya entró en el nuevo pacto al reconocer a Jesús como el Cristo, el


Ungido, el Salvador y Señor, el Unigénito del Padre. La redención de Cristo en la
cruz los libera de toda clase de ira y condena. Si la iglesia ya reconoció a Cristo:
no es necesario que pase por la Tribulación y el propósito que esto conlleva.
La iglesia no esperaría Tribulación, sino el cumplimiento de la promesa de su
inminente regreso para su levantamiento y arrebatamiento, y cada vez que la
biblia se refiere a “inminencia” está relacionado con esta promesa.
Ver: 1°Tesalonicenses 5:9-11. Filipenses 3:20-21.
1°Tesalonisenses 4:15-18 y 1:10.

En cambio, Israel rechazó a Jesús en su Primer venida como el Mesías, y el plan


divino es que ellos lo reconozcan por medio de ésa Gran prueba y que Él mismo
al volver en su Segunda venida, los libere y salve por pacto.
Ver: Juan 1:10-11. Mateo 24:15-22 y 29-31. Daniel 7:13-14.

Algo muy importante de ese período es la llegada de la promesa al pueblo de


Israel, sería una salvación como por fuego, pues ellos rechazaron la gracia.
Como nación, Israel nunca se ha colocado bajo el nuevo pacto de salvación, es
absolutamente esencial para Israel llegar a ser partícipes del nuevo pacto antes

25
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de que pueda haber un cumplimiento final y completo de todas las promesas


del antiguo pacto del Antiguo Testamento.
Ver: Ezequiel 36:25-36 y 39:25-29. Jeremías 31:31-34. Romanos 11:25-29.

La Tribulación es el suceso previo, o preámbulo, a la Segunda venida de Cristo.


Y sería la principal señal de la Segunda venida de Jesucristo como Rey y Señor.
Ver: Marcos 13:24-26. Lucas 21:26-27.

Recordemos que: Arrebatamiento y Segunda venida son dos diferentes eventos


que no deben ser confundidos. Además, en medio, entre ambos, es cuando
sucedería la Tribulación, según la noción pre- tribulación y pre- milenio.
Aunque hay otras ideas, todas sostienen la veracidad de una Gran Tribulación,
pero ubican al arrebatamiento en diferentes momentos (en medio o después).
Ver: Tribulación (Gran) en Definición de Diccionarios.

Aunque la promesa divina de protección a la iglesia no significa que la exime de


obstáculos, pruebas o persecuciones, todo lo contrario, también están
profetizados tiempos difíciles para ella, pero nada será comparable con la final
Tribulación, la ira de Dios que habrá de manifestarse, Jesús dijo que: ‘habrá
entonces gran tribulación’ (Mateo 24:21). Se deberá evitar confundir a ambas
revelaciones proféticas.
Ver: 1°Tesalonisenses 3:3-7. 2°Timoteo 3:10-14. 1°Pedro 4:12-16.

Entonces, no debemos confundir Arrebatamiento con Segunda venida, y


tampoco las tribulaciones sobre la iglesia con la Gran tribulación. El hecho de
ver a dos acontecimientos proféticos como si fueran solo uno, fue uno de los
principales obstáculos en el pueblo judío que les impidió reconocer al Mesías.
Ver: Lucas 4:17-21 con Isaías 61:1-2.

Mantengamos la buena mirada escatológica por medio de la revelación


bíblica.

-ESQUEMA DE LA TRIBULACIÓN SEGÚN LOS EVANGELIOS.


Nota: Las flechas no indicarían la fecha exacta sino el momento de los eventos.

26
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Este esquema no solo muestra cronológicamente eventos previos y posteriores


de la Tribulación, sino que, por medio de la revelación dada por Jesús,
confirmaría que la iglesia no estaría presente durante este evento. Jesús reveló
que: ‘por causa de los escogidos (Israel) aquellos días serán acortados…’
Ver: Mateo 24:22 y 31 con Isaías 45:4.

Cuando se describe a la Tribulación como el día de la “ira de Dios”, no hay que


percibirlo desde el aspecto humano, de una emoción incontrolable o repentina,
sino todo lo opuesto; es algo divinamente controlado, intenso pero medido, es
la indignación centrada y planeada con anticipación, e inflexible, para que
cumpla un muy específico plan. La santidad divina requiere de un juicio divino.
Uno de los aspectos que lo haría único, en relevancia y notoriedad, es que la
Tribulación será un evento de orden mundial, aunque Israel sea prioritario,
todos serán afectados por ello. Además, habrá manifestaciones sobrenaturales
cómo nunca antes, también afectando en forma universal, sumando a todos los
eventos de orden cósmico diseñados divinamente para esa era.

Recordemos que la profecía, especialmente las del A.T., suelen ser la revelación
de dos eventos futuros, uno más cercano y otro que describiría el tiempo final,
en este caso, el de la Tribulación.
Ver: Sofonías 1:15-18.

El término tribulación, ya sea en el hebreo o en el griego, está relacionado con:


I. Dolores de parto. 2°Reyes 19:3. Jeremías 6:24.
27
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II. Pestes. Hambre. 2°Crónicas 20:9. Job 15:20-23. Hechos 7:11.


III. Sin paz. Guerra entre naciones. 2°Crónicas 15:5-6. Mateo 24:6-7.
IV. Persecución, en especial durante la segunda etapa. Mateo 24:9.
V. Engaños. Persecución. Dolor. Mateo 24:4-8.
VI. Día grande y temible de manifestación de la ira de Dios. Isaías 13:6 y 9-11.
VII. Otros nombres descriptivos son:
Tiempo de angustia para Jacob. Jeremías 30:7.
El día del Señor. 2°Pedro 3:10.
La hora de la prueba. Apocalipsis 3:10.

Pero la Tribulación no es un hecho ajeno o aislado entre los planes divinos,


pues es Jesús, desde su trono y su gloria celestial, quien activará el tiempo de la
ira de Dios sobrenaturalmente en el momento indicado. La naturaleza, cosmos,
mundo, incluso Satanás son agentes que Dios usará para activar ese evento.
Ver: Apocalipsis 5:5 con 6:1-8.

Vemos que el propósito primero de la Tribulación es Israel, pero también sería


el de juzgar a los cristianos apóstatas, que en su momento creyeron, pero luego
negaron la obra de Cristo y, además, de juzgar a las naciones por su continua
rebelión, oposición y su rechazo a Cristo, incluso, de juzgar al gran opositor.
Todos los juicios divinos y sobrenaturales sobre la tierra están bien descriptos a
través de: los sellos, las trompetas y las copas, en la revelación de Apocalipsis,
capítulos 6 al 19.
Ver: Isaías 34:1-8. Zacarías 14:1-3. Sofonías 3:8. Apocalipsis 6:15-17 y 8:12-13.
Efesios 5:6-7. Apocalipsis 14:9-10 y 12.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
TRIBULACIÓN
Heb. tsar, ‫צָר‬, lit. «estrecho, angostura, aflicción, tribulación»; 2347 thlipsis, lit.
«apretura, opresión, aflicción, persecución, tribulación, angustia» (Mt. 24:9, 21, 29;
Mc. 4:17 thlipsis 24; Hch. 7:10, 11; 14:22; 20:23; Ro. 2:9; 5:3; 8:35; 12:12; 2 Cor. 1:4;
2:4; 4:17; 6:4; 7:4; 8:2; Ef. 3:13; 4:14; 1 Tes. 1:6; 3:3; 2 Tes. 1:4, 6; Heb. 10:33; Stg.
1:27; Ap. 1:9; 2:9, 10, 22; 7:14).
El nombre heb. tsar describe un espacio angosto que fácilmente puede obstruirse con
una sola persona (cf. Nm. 22:25). Hace referencia al «aprieto» que uno siente cuando
se halla sometido a situaciones de injusticia y opresión, lo cual deriva en angustia
espiritual y psicológica. La espiritualidad hebrea gira en torno al Dios que libra de la
tribulación (2 Cro. 15:4; 20:9; Neh. 9:27). Para el verdadero israelita esto significa que
Yahvé es un Dios vivo, frente a los ídolos o falsos dioses, que tienen que ser llevados
«sobre los hombros», y aunque alguien los invoque, no responden ni libran de la
tribulación (Is. 46:7).
Por su parte, la espiritualidad cristiana, que nace de la experiencia de la angustia,
aflicción y dolor de su Maestro, gira en torno a la asunción de la tribulación como un

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paso que es necesario atravesar por amor de Cristo y su palabra (Mt 24:9; Jn. 16:33;
Ro. 5:3).
La tribulación es la experiencia general de los que quieran vivir piadosamente en
Cristo Jesús (2 Tm. 3:12). Los primeros cristianos fueron esparcidos a causa de «la
tribulación [thlipsis] que sobrevino en tiempos de Esteban» (Hch. 11:19). De esta
manera, la tribulación no es simplemente considerada como una molestia o
entorpecimiento del avance del mensaje evangélico, sino todo lo contrario, una
ocasión para su esparcimiento, al tiempo que, en manos de Dios, produce en el
creyente un más excelente peso de gloria (2 Cor. 4:17). Por la fe y el poder divino, la
tribulación se transforma en un medio de comunión con Cristo (Col. 1:24), de tal
manera que los autores apostólicos pueden presentarse a sí mismos como
«copartícipe en la tribulación y en el reino y en la perseverancia en Jesús» (Ap. 1:9).
Jesús anunció para antes de su segundo advenimiento, como una señal precursora,
una «gran tribulación como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora,
ni habrá jamás» (Mt. 24:21, 29; Mc. 13:19, 24), de la cual las persecuciones sufridas
por la Iglesia han sido como anticipaciones (cf. Ap. 7:14).
-Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia. Alfonso Ropero Berzosa. Ed. Clie. Pág.4226.

TRIBULACIÓN (Gran).
Breve período de terribles juicios, y que precederá inmediatamente a la gloriosa
venida del Señor y coincidirá con el reinado del Anticristo. La expresión «gran
tribulación» proviene de Ap. 7:14, pero las profecías hablan frecuentemente de la
época de inusitada angustia por la que pasará el mundo al final de los tiempos (Dn.
12:1; Is. 26:20), el día terrible de Jehová (Is. 2:12, 17-19; 13:6, 9-13; Ez. 30:2-3; Jl.
1:15; 2:1-2, 11; Am. 5:18, 20; Sof. 1:14-18).
Jesús, hablando no sólo de los sufrimientos de Jerusalén en el año 70, sino
especialmente en el tiempo que precederá a Su retomo, dijo: «Porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá» (Mt. 24:21).
Daniel y el Señor Jesús relacionan el Anticristo y la abominación desoladora con la
gran tribulación (Dn. 7:25; 9:27; 12:1, 7; Mt. 24:15, 21). El Apocalipsis precisa que el
reinado de este personaje estará caracterizado por terribles persecuciones (Ap. 13:7,
15-17) y por castigos de una terrible gravedad.
La Gran Tribulación será, por una parte, «tiempo de angustia para Jacob» (Jer. 30:7);
por otra, tribulación para la cristiandad apóstata (Ap. 2:22) y sobre toda la tierra (Ap.
16, etc.). La tribulación provendrá de la ira de Dios contra una humanidad rebelde y
apóstata (Ef. 5:6; Ap. 6:15-17; 8:6-13; 9; 15; 16, etc.), y de la gran ira del diablo,
arrojado del cielo, perseguidor de los testigos de Dios (Ap. 12:12-17) y enemigo y
destructor de la humanidad.
En su carácter de dragón, Satanás se hará adorar de los hombres (Ap. 13:4) y, junto
con la Bestia y el falso profeta, ejercerá dominio sobre toda la humanidad (Ap. 13:7),
dando muerte a los fieles testigos de Dios (Ap. 13:7; cfr. 7:14). Ocho veces, y usando
cuatro expresiones diferentes, Daniel (Dn. 7:25; 9:27; 12:7) y Juan (Ap. 11:2, 3; 12:6,
14; 13:5) anuncian que este sombrío período durará tres años y medio.
Dios no quedará sin testimonio; en medio de esta turbulencia se reservará un
número señalado de israelitas (Ap. 7:3-8; cfr. Ez. 9:4-6) y salvará a través de ellos a
una multitud que sufrirá el martirio por la fe (Ap. 7:9-14); suscitará, además a dos
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Evangelio de Paz

testigos poderosos, con cuyo ministerio azotará a los habitantes de Jerusalén, donde
el Señor fue crucificado (Ap. 11:1-12). La Gran Tribulación alcanzará su clímax de
violencia en la batalla de Armagedón, que tendrá su fin con la gloriosa aparición del
mismo Señor Jesucristo (VENIDA SEGUNDA).
La iglesia y la tribulación.
Entre los expositores de convicción premilenial, esto es, los que sostienen que la
Segunda Venida del Señor será anterior al Milenio, hay cuatro posturas principales:
(1) Postribulacionismo.
En este punto de vista, la Iglesia pasa a través de la tribulación. Sus defensores
proclaman que es la fe histórica de la Iglesia cristiana. Se afirma además que el mismo
hecho de que a la Iglesia le fue prometida tribulación sostiene esta postura. Por otra
parte, identifican la resurrección de los justos de Israel, evidentemente al final de la
Gran Tribulación, y seguramente coincidente con la de los santos muertos durante
ella (cfr. Dn. 12:1-3, 13; Ap. 20:4) con el arrebatamiento de la Iglesia (1 Ts. 4:13-18).
Es evidente que esta postura destruye la doctrina de la inminencia de la venida de
Cristo en relación con los creyentes y que aparece en pasajes como Jn. 14:2-3; 1 Co.
1:7; Fil. 3:20-21; 1 Ts. 1:9-10; 4:16-17; 5:5-9; Tit. 2:13; Stg. 5:8-9; Ap. 3:10; 22:17-22).
Además, a pesar de la pretensión de «historicidad» de los postribulacionistas, en la
iglesia primitiva sí se sostenía la inminencia de la vuelta del Señor a recoger a Su
iglesia. Entre los que la sustentan se hallan Clemente de Roma, Cipriano, y la misma
Didaché.
(2) Mid-tribulacionismo.
En esta postura, la Iglesia es arrebatada a la mitad de la tribulación. Se asumen varios
de los supuestos del postribulacionismo, pero se considera que el arrebatamiento
está marcado en Ap. 11:12, 15, identificando a los dos testigos como un símbolo de
los dos grupos de cristianos, los vivos y los muertos. Se asume también que la «última
trompeta» de 1 Co. 15:52 es la misma que la séptima trompeta de Ap. 11:15, que
suena en medio de la tribulación.
(3) Arrebatamiento parcial.
Los proponentes de esta postura defienden que sólo los creyentes que estén velando
serán arrebatados antes de la tribulación, mientras que los creyentes tibios serán
dejados para pasar por la tribulación. Sin embargo, la promesa del arrebatamiento es
para todos los creyentes, con independencia de su estado (1 Co. 15:51-54; 1 Ts. 1:9-
10; 2:19; 4:13-18; 5:4-11; Ap. 22:12). El estado del cristiano sí que tendrá que ver con
las recompensas ante el tribunal de Cristo.
(4) Pretribulacionismo.
La postura de que la Iglesia será arrebatada antes de la Gran Tribulación se basa en
los siguientes puntos:
(A) La doctrina de la inminencia. Antes de la venida del Señor en gloria a la tierra se
darán muchas señales; sin embargo, la Iglesia es llamada a vivir en la espera del
inminente retomo de Cristo a recogerla a Sí mismo (Jn. 14:2-3; 1 Co. 15:51-52; Fil.
3:20; Col. 3:4; 1 Ts. 1:10; 1Ti. 6:14; Tit. 2:13; Stg. 5:8; 1P. 3:3-4; Ap. 3:3).
(B) Las promesas dadas a la Iglesia. En Ap. 3:10 se afirma: «Yo te guardaré de la hora
de la prueba» No se dice «durante» o «en medio de», sino que se usa la preposición
gr. «ek», «fuera de»; por otra parte, en 1 Ts. 1:9-10 se afirma que estamos para
«esperar de los cielos a su Hijo, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera»; en 1 Ts.
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Seminario Bíblico Ministerial
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5:9 se insiste: «Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación
por medio de nuestro Señor Jesucristo». En 1 Ts. 5:10 se da una intimación de que la
realidad de esta salvación de la ira no es condicional al estado de vela del creyente;
reposa enteramente en los méritos de Cristo.
Siendo la Gran Tribulación el desencadenamiento de la ira de Dios sobre un mundo
culpable, y para los «moradores de la tierra» (Ap. 11:10; 12:12, etc.), y siendo que la
Iglesia no es moradora, sino peregrina y extranjera en este mundo (cfr. Fil. 2:10), es
evidente que todas estas indicaciones acumulativas pueden dar seguridad al creyente
de que la Iglesia no estará en la tierra durante la Gran Tribulación. Cierto es que le
han sido prometidas tribulaciones, pero no las que se desprenden de los juicios que
el Dios vengador arrojará sobre la tierra antes del establecimiento del reinado
milenial, sino las que resultan de vivir en un medio hostil, blanco de las persecuciones
del Enemigo. Por otra parte, es evidente que los 144.000 señalados son el remanente
israelita, que Dios suscitará previamente al establecimiento del reinado mesiánico
sobre la tierra (Ap. 7). La multitud procedente de la Gran Tribulación es un fruto
evidente de las labores del testimonio de los 144.000 (Ap. 7:9-17). Éste será el núcleo
del remanente de Israel que recibirá la gracia del arrepentimiento nacional ante la
manifestación de Aquel «a quien traspasaron» (Zac. 12:10 ss.).
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. 2°Edición Ampliada. Autores var. Ed. Certeza. Pág.961.

 Señales de la Tribulación.

La Tribulación podría ser progresiva en varias áreas. Ej.: aspectos naturales,


políticos, económicos o sociales. Pero lo que sí la definiría es la manifestación
del Anticristo como líder mundial y con el respaldo de varias alianzas globales.
Además, algunas señales enunciadas serían previas a la Tribulación y otras, o
las mismas, pero con mayor intensidad, serían para el tiempo de la Tribulación.
Y, cómo ya vimos, será un tiempo que constará de dos etapas diferentes, una
primera con apariencia de favorable para Israel, hasta que concluya en lo que la
profecía bíblica lo define como la Gran tribulación. Las señales son para tener
confianza en la soberanía de ese período y certeza de su activación divina.

- Señales sobre Israel.


Éste pueblo fue elegido por Dios, un honor y responsabilidad, por tres motivos:
1°-Para revelar a un solo y verdadero Dios, fue la única nación monoteísta de la
historia antigua.
2°-Para revelar la única Palabra del único Dios, a través de ellos Dios manifestó
leyes morales como los 10 mandamientos en Éxodo, leyes ceremoniales para
mostrar la única manera de acercarse a Dios, con sacrificio y ofrenda según
Levítico, y leyes civiles y de gobierno, dadas en Deuteronomio.
3°-Para revelar al único Salvador.

Una gran señal escatológica, ya cumplida, fue la consumación profética de que


todos los judíos volverían a su tierra. Eso ocurrió el 14 de mayo de 1948,
cuando se denominaron como la Nación de Israel.
31
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Evangelio de Paz

Ver: Jeremías 23:7-8. Amos 9:14-15.

Después de eso, siendo una pequeña y nueva nación, y con un pequeño


territorio, nunca más fueron vencidos, aunque todas las naciones a su
alrededor, hasta hoy, los acechan. Ej.: la guerra de los seis días, y otros eventos
históricos. Sin contar que, desde su independencia, fue la nación de mayor
crecimiento para estar hoy posicionada entre las grandes potencias mundiales.
Después del arrebatamiento de la iglesia, Israel seguiría siendo el eje principal
de lo venidero, pues será por ellos todo el mover profético revelado.

Todas las batallas previas e históricas sobre Israel, de muchas maneras, serían
proféticas de la gran batalla de Armagedón 8 , la que traería al Mesías Rey.
Ver: Ezequiel 38:1-9.

Primero, tenemos que tener en cuenta que el profeta Ezequiel parece narrar
una gran guerra, pero la misma profecía revela sobre dos: una es Armagedón,
al final de la Tribulación, y la otra, similar, que tendría lugar al final del Milenio.
Segundo, algunos pueblos antiguos hoy se corresponderían con otros nombres:
Persia hoy sería Irán, Togarma sería Turquía, Siria sería Damasco, Cus sería
Etiopía, Fut sería Libia, etc., y Magog podría ser Rusia o una coalición similar.
Todas formarían las tropas reunidas en una confederación de naciones dirigidas
por el Anticristo con la única intención de destruir a Israel. El termino Gog
significa supremo o alto, príncipe de la tierra, que sería este personaje.
Una guerra de tal magnitud tendría un trasfondo de tiempo de formación. Este
conflicto, en contra de Israel, sería el final de una cruenta persecución en la
última mitad de la tribulación al anularse el pacto con el Anticristo, empezaría
una gran persecución individual hasta finalizar en esta guerra de nivel global.
Ver: Mateo 24:9 y 15-21.

Y en medio de semejante conflicto Dios actuará de manera sobrenatural para


proteger y salvar al pueblo de Israel, cumpliendo sus promesas a ellos.
Ver: Joel 2:26-27 y 32.

- Señales sobre el mundo.


Los tratados de: ‘paz y seguridad' entre naciones, especialmente entre Israel y
Palestina, nunca serán permanentes ni estables, y quizás creer en ellos podría
causar adormecimiento espiritual de lo profético, pues lo que sucederá en
verdad sería: ‘destrucción repentina'.

8
ARMAGEDÓN tip, EJER ESCA LUGA = «montaña del degüello» (heb.).
Es el nombre hebreo del lugar donde los reyes de la tierra y todas las naciones se reunirán para hacer
guerra contra el Señor Jesús en el gran día del Dios Todopoderoso (Ap. 16:16).
Parece ser una mención al gran campo de batalla de Palestina en el Esdraelón y a Meguido
mencionados en diversos pasajes de las Escrituras (Jue. 5:19; 1 R. 4:12; 2 R. 23:29, 30).
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Segunda edición. Editorial Certeza. Pág.71.
32
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Ver: 1°Tesalonicenses 5:1-6.

No sólo que a la humanidad le sería imposible lograr una verdadera paz global,
sino que, por el contrario, se desarrollará un crecimiento de rebeliones,
sublevaciones, alzamientos y revoluciones, sea por la causa que sea. La
revelación describe: ‘alborotos; y principios de dolores…’. También se describe:
‘oiréis de guerras y rumores de guerras...se levantará nación contra nación, y
reino contra…principio de dolores’.
Ver: Marcos 13:7-8. Mateo 24:6-8.

En la tribulación moriría el 25% de la población mundial por guerras, escasez y


epidemias: ‘la cuarta parte…matar con espada, con hambre, con mortandad...’
Ver: Apocalipsis 6:7-8.
Otro elemento es: ‘en los postreros días vendrán tiempos peligrosos’ y describe
que lo peor de la naturaleza y maldad humana se acrecentaría en ese tiempo.
Ver: 2°Timoteo 3:1-4.

-Señales sobre la naturaleza.


La actividad volcánica aumentaría, inundaciones, tempestades, granizo y un
gran terremoto de orden mundial que podría cambiar la geografía actual.
Ver: Mateo 24:7. Joel 2:30-31. Amos 8:9. Isaías 13:13, 24:1-6 y 18-20.
Zacarías 14:4-5. Apocalipsis 6:14-17, 16:18-21.

-Señales sobre el cosmos.


Cambios drásticos en el sol, en la luna y las estrellas, caída de meteoritos, etc.
Ver: Joel 3:15-16. Mateo 24:29. Isaías 13:10. Lucas 21:25-26. Apocalipsis 6:13.

-Señales sobre la religión.


Engaños y falsedad religiosa se activarían como nunca antes, Jesús dijo: ‘Mirad
que nadie os engañe…vendrán muchos…diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos
engañarán…Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos'.
Ver: Mateo 24:4-5 y 11.

Falsas enseñanzas, que no serían totalmente falsas sino la mezcla de lo bueno y


malo, lo espiritual con lo racional y filosófico. La religión sería la manifestación
de toda forma de mentira, engaño, ocultamiento, como parte de la tribulación.
Sería inicio de la aceptación pública de falsos profetas, de brujos y satanistas.

Muchos traicionaran, aún a personas muy allegadas, en nombre de la religión,


de la fe o usando falsamente el nombre de Cristo. Habrá gran manifestación de
conspiraciones religiosas; manipulación en masa ejercida por líderes religiosos.
Ver: Gálatas 2:4. Mateo 24:10.

33
Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

De manera compulsiva, se generará persecución religiosa cómo nunca antes,


toda persecución anterior por causa de la fe sólo es simbólica de lo que vendrá
Ver: 2°Corintios 11:23-26 con Mateo 24:9, 10:17-18. Juan 16:2.
La persecución no sólo sería a los judíos (por ser judíos), sino a toda persona
que, honestamente, quiera creer en Dios. Esto se acrecentaría en gran escala.
Activación plena del “ecumenismo religioso” (Nota: el 26 de junio de 2000 se
oficializó el: URI, organización global de unidad religiosa, 65 países y 64
religiones ya le dieron su apoyo, cincuenta años antes la ONU se promulgó en
el mismo sentido. Esta organización rechaza todo dogma único y condena el
proselitismo). El ecumenismo trató de unir a todas las religiones cristianas, hoy
trata de unir toda religión, escondiéndose en términos como: “un movimiento
que promueve unidad mundial entre todas las religiones a través de una mayor
cooperación" 9. El precio de esta unidad es la renuncia a principios doctrinales.
Ver: 2°Corintios 6:14-16. Gálatas 1:6-10.

Apostasía.
También habrá una gran apostasía, serían los falsos creyentes o que, después
de ver, negarán el nombre y la obra de Cristo.
Ver: 2°Tesalonicenses 2:1-3. 1°Timoteo 4:1. 2°Timoteo 3:1-5 y 13, 4:2-4.
2°Pedro 3:3-4. Judas 17-18.

(2°Tesalonicenses 2:3) ‘Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá


sin que antes venga la apostasía’ 10
Los inicios de la apostasía, que irían en gran progreso hasta la Tribulación,
podrían ser simples, con apariencia de buena intención, pero tratarían de crear
grietas en los fundamentos de la fe, promoviendo prohibiciones y abstenciones
de la religión. Son rechazos y oposición a la verdad revelada en la Escritura.
Ver: 1°Timoteo 4:1-5.
La apostasía como una señal, alcanzará su apogeo en los últimos tiempos. Sería
un hecho de mucha mayor intensidad y bien definida, además de la profética
que hubo en distintos momentos de Israel y en la iglesia cristiana.
Ver. Jeremías 3:6-10. Isaías 1:21. Etc. 2°Timoteo 2:16-18. 1°Timoteo 1:18.

9
https://www.gotquestions.org/Espanol/ecumenismo.html.
10
El significado básico de apostasía es “revuelta” o “rebelión”. Su único otro uso en el Nuevo
Testamento se refiere a abandonar la ley de Moisés (Hch. 21:21). La Septuaginta, la traducción griega
del Antiguo Testamento, usa tres veces la palabra para expresar la rebelión contra Dios (Jos. 22:22; 2
Cr. 29:19; Jer. 2:19). Así, pues, la palabra señala el abandono deliberado de una posición religiosa que
tenían antes. Pablo no se refería aquí a la apostasía en sentido general (abandono de la verdad del
evangelio). Siempre ha habido iglesias apóstatas, como Laodicea (Ap. 3:14-22), e individuos apóstatas
(He. 10:25-31; 2 P. 2:20-22). Como esta apostasía generalizada siempre está presente, no puede
significar un período de tiempo particular. Por lo tanto, no puede ser el evento específico que Pablo
tenía en mente.
- Comentario MacArthur del Nuevo Testamento. 2°Tesalonisences. Editorial Portavoz. Pág.37.
34
Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

Religiosidad y falsedad diabólica, propias de los últimos tiempos, que: cauteriza


la conciencia de fe, naturaliza la promiscuidad, libertinaje sexual e inmoralidad.
Lo que Dios determinó como malo o reprobable no puede verse como bueno.
Ver: Isaías 5:20-21.
Además, de manera maliciosa se buscará que se anulen los principios divinos
creacionales, afectando aún al libre razonamiento que llevaría a Dios.
Ver: Romanos 2:14-16.

El alto nivel en la apostasía sería gestionado (como dice: 2°Tesalonicenses 2:3)


por ‘el hombre de pecado, el hijo de perdición’. El termino de pecado, significa,
literalmente, sin ley, fuera de la ley o que crea su propia ley. No es un ente
espiritual, como Satanás lo es, sino que sería un hombre: una persona, o sea, el
Anticristo, quién desde sus inicios, todavía no globales, podría ser su precursor.
Apocalipsis 17 habla de: ‘la gran ramera’.

La apostasía durante la tribulación, a la que se refirió el mismo Jesús, en la


narración de Mateo 24:11-12 y 24, con la proliferación de ´falsos cristos’ que
serían falsos Mesías para el pueblo judío, y de ´falsos profetas´ para el mundo
que realizarían milagros y señales extraordinarias de fuente diabólica, y que
sería propia de ese gran y terrible evento. Aquí hay manifestación demoníaca
detrás de esas señales, ‘algunos apostataran de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios’, describe 1°Timoteo 4:1. La historia de
la humanidad seducida por medio de espíritus engañadores podría remontarse
a la serpiente que indujo a Eva (Génesis 3), aunque aquí sería superlativo.
Entonces, la apostasía en el tiempo de la Tribulación estaría relacionada con el
Anticristo, en su intento de tener posicionamiento divino, y su acción blasfema
en burla a Dios, además de profanación del templo. Entonces, este gran evento
sin precedentes sería lo que antecedería al día del Señor, a la Segunda venida
de Cristo, propio de la Gran Tribulación.

 Fin o Armagedón.

Ya establecimos que la duración del periodo de la Tribulación es de siete años,


la semana setenta, seccionado en dos etapas, según el relato en la visión de
Daniel 9. Además, que este evento sería posterior al arrebatamiento, pero no
significa que sea un evento inmediato. Es indudable que, si repentinamente
mucha cantidad de personas desaparecen por el arrebatamiento, podría ser un
importante detonante, pero no el principal.
La activación del Anticristo, especialmente como representante mundial, sería
la señal más importante. Según la Escritura, el comienzo de la Tribulación
estaría determinado por el pacto con Israel, lo que incluiría permitirles realizar
los sacrificios antiguos en el lugar santo, o sea, el templo. Entonces tendría que
construirse un tercer templo en Jerusalén, pero en ese lugar se encuentra

35
Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

edificada la Mezquita de la Roca, llamada de Omar, un templo de la religión


musulmana. Es un tema de difícil respuesta en el presente, pero que se verá en
Tribulación como otra de las señales.
Ver: Daniel 9:27.

También determinamos que el pacto con Israel se romperá e iniciará la Gran


Tribulación, manifestado desde la mitad de los siete años, donde la situación
sería tan terrible y dolorosa que Dios tiene que intervenir para librar a Israel.
Ver: Isaías 28:14-18 y 22. Mateo 24:21-22.
A su vez, todo el período de la Tribulación, los siete años, terminaran de
manera abrupta por la Segunda venida de Cristo. Primero se manifestaría como
El gran libertador de Israel, ellos estarían rodeados por un gran ejército
mundial comandado por el Anticristo, entonces, los derrotaría en la batalla
denominada de Armagedón, en el valle de Josafat, poniendo cautivo a Satanás
por mil años, e iniciaría el reino del milenio sobre la tierra.
Es el cumplimiento de la revelación en Daniel, de la piedra que golpea los pies
de la imagen, la derriba y la desmenuza por completo: ‘Mas la piedra que hirió
a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra’ (Daniel 2:35).
Ver: Joel 3:1-15. Apocalipsis 16:16, 19:19. Apocalipsis 19:11 y 15-16, 20:1-3.
Ver: Armagedón en Definición de Diccionarios.
Todos los juicios por medio de la Tribulación, en forma de proceso, concluyen
con el juicio por la Segunda venida de Cristo. Dice la palabra: ‘Fiel y Verdadero,
y con justicia juzga’. Se cambiará el pollino de su Primera venida por el caballo
blanco de su victoria.

Leemos en Lucas 21:34-36 ‘Mirad también por vosotros mismos, que vuestros
corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta
vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá
sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo
tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas
que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre’.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
ARMAGEDÓN.
Gr. 717 Armageddón, Ἀρμαγεδδ = «montaña de Meguido»; heb. ‫ַ גִמ ְהר‬har Megiddó;
transliteración al griego del nombre «Meguido» en hebreo, al que el autor del
Apocalipsis antepuso el prefijo har («montaña»). Ya que no existía tal montaña, pues
Meguido era una ciudad en el valle de Esdraelón (cf. «llanura de Meguido», Zac.
12:11), es evidente que no es una referencia geográfica sino simbólica.
La ciudad de > Meguido, al norte del Monte Carmelo, estaba cerca del camino entre
Egipto y Siria y controlaba así el acceso a Jerusalén desde el norte. Por eso era lugar
de muchas batallas estratégicas (Jue. 5:19; 1 R. 4:12; 2 R. 23:29, 30; 2 Cro. 35:22; Zac.
12:11).

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Evangelio de Paz

En toda la literatura bíblica, este vocablo aparece sólo en Ap 16:16 como lugar donde
la troika satánica moviliza sus tropas, aunque lo que sigue no es una batalla sino un
terremoto y enormes granizos (16:18-21). En el Apocalipsis aparecen otros relatos de
combate final, todos muy distintos y difíciles de armonizar. La primera es la sexta
trompeta, cuando una caballería de 200 millones de jinetes, montados en caballos
que soplan fuego, cruzan el Éufrates y matan la tercera parte de la humanidad. En
14:18-20 el juicio se describe como una batalla de caballería en la que «la sangre
llegó hasta los frenos de los caballos». En las batallas de 17:14-17, descritas con
pocos detalles, la bestia y los diez cuernos pelean contra el Cordero, pero después
desvían su ataque contra la ramera (ciudad de Roma, 17:18). De nuevo, el pasaje no
describe ninguna batalla, pero sí el saqueo y la quema de la ciudad. En 19:11-21, la
batalla es de caballerías, reunidas para guerrear. No figuran armas excepto una
espada que Cristo trae en su boca, y aquí tampoco se describe el combate sino sólo
sus consecuencias (19:20-21). Aunque menciona muchos muertos, es por la espada
que sale de su boca, sin mención alguna de conflicto armado. Entre tantas
descripciones tan diversas, es probable que ninguna sea literal en todos sus detalles.
-Diccionario Gran Enciclopédico de la Biblia. Alfonso Ropero Berzosa. Editorial Clie. Pág. 384.

TEMPLO.
(Nota agregada a la definición de diccionario: el 1°templo fue construido por Salomón
el 2° fue reconstruido por Zorobabel, el mismo fue remodelado llamado de Herodes).
Templo de Zorobabel.
Ciro permitió a los israelitas que construyeran un templo de sesenta codos de
anchura y sesenta codos de altura (Esd. 6:3). No se hace mención de la longitud.
Comenzado en el año 537 a.C., el segundo año después del retorno del exilio, fue
acabado en el año 515, en el año sexto de Darío, a pesar de la oposición de los
samaritanos (Esd. 3:8; 6:15). Las dimensiones de los panes del templo no se indican.
El nuevo edificio seguía las líneas básicas del Templo de Salomón, pero sin su
esplendor (Esd. 3:12). Sin embargo, tendría un destino aún más glorioso, a causa de la
venida, ya más cercana entonces, de Jesucristo (Hag. 2:3, 9). Se usaron cedros del
Líbano (Esd. 3:7) y metales preciosos ofrecidos voluntariamente como durante la
peregrinación por el desierto (Esd. 1:6; 2:68, 69). Se habían recuperado numerosos
utensilios del Templo de Salomón (Esd. 1:7-11). Las paredes interiores se recubrieron
de oro. El Templo, como en el pasado, se dividía en Lugar Santísimo y lugar santo,
indudablemente separados por un velo (...). Sin embargo, el Lugar Santísimo estaba
vacío, por cuanto el arca había desaparecido (Cicerón, pro Flac. 28; Tácito, Historias
5:9). En el lugar santo se hallaba el altar del incienso y, al igual que en la época del
Tabernáculo, sólo un candelero de oro y una sola mesa para los panes de la
proposición (...). Las cámaras exteriores eran contiguas al edificio (Neh. 10:37-39;
12:44; 13:4), que rodeaban los atrios (Neh. 8:16; 13:7); había también un mar de
bronce y un altar para los holocaustos (Esd. 7:17), hecho de piedra (...).
Una balaustrada de madera separaba el atrio de los sacerdotes del atrio exterior ( )
Había unas puertas para cerrar el templo y sus atrios (Neh. 6:10).
El Templo de Herodes.
El Templo de Herodes sobrepasó la belleza del anterior. Josefo, que lo conocía bien,
lo describe detalladamente (Ant. 15:11; Guerras 5:5); también se dan datos en la

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Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

Misná (Middoth). Antes de derribar el santuario antiguo, Herodes hizo preparar los
materiales necesarios. Los trabajos comenzaron el año decimoctavo del reinado de
Herodes, en el año 20-19 a.C. Herodes asignó a los sacerdotes la tarea de construir la
parte en la que sólo ellos tenían el derecho a entrar. Un año y medio más tarde
habían finalizado la tarea. Otros obreros tardaron ocho años para construir los
pórticos. El edificio no fue acabado hasta la época del procurador Albino (62-64 d.C.;
cfr. Jn. 2:20). El conjunto ocupaba dos veces más espacio que el templo anterior. La
parte principal, hecha de bloques de piedra blanca, tenía la misma longitud y anchura
que, en la época de Salomón, pero la altura era de cuarenta codos, en lugar de
treinta, sin contar una sala superior. El edificio contenía un Lugar Santísimo y un
Lugar santo, análogo a las etapas anteriores. Un velo separaba el Lugar santo del
Santísimo, que estaba vacío (Guerras 5:5, 5). Cuando Cristo expiró, este velo se rasgó
por medio, de arriba abajo, significando que toda alma redimida puede, desde
entonces, entrar en la misma presencia de Dios (Mt. 27:51; He. 6:19; 10:20). En el
Lugar santo había un altar de oro para el incienso, una mesa de oro para los panes de
la proposición, y un candelero de oro. Un gran pórtico al este llevaba a la puerta del
Lugar santo. Esta puerta era de madera dorada y tenía cuatro hojas; delante de ella
había un velo de lino fino, mezclado de azul, púrpura y carmesí. Una enorme vid con
grandes uvas decoraba el interior del pórtico. La parte trasera del templo y los dos
laterales estaban rodeados de un edificio suplementario de una altura de cuarenta
codos, albergando cuarenta y ocho cámaras (Guerras 6:4, 7). Este anexo tenía
asimismo dos alas. Una de ellas tenía una escalera de caracol. La longitud exterior de
este anexo era de cien codos, y su anchura de cincuenta y cuatro. Con las dos alas
laterales, la anchura llegaba a los setenta codos. Encima del Lugar santo y del
Santísimo había estancias. Delante de la fachada había un pórtico de cien codos de
largo y veinte de ancho. Herodes hizo poner encima de él un águila de oro (Ant. 17:6,
2-3; Guerras 1:33, 23). Una escalera de doce peldaños descendía del pórtico del Lugar
santo al atrio de los sacerdotes, que rodeaba al edificio sagrado. En este patio se
hallaba el altar para los holocaustos, con una altura de quince codos; su base era un
cuadrado de cincuenta codos de lado. Este altar estaba provisto de una rampa de
acceso. Había una fuente en lugar del mar de bronce. Un muro de alrededor de un
codo de espesor cerraba el atrio de los sacerdotes. Había un gran atrio que rodeaba a
éste, dos veces más grande que el del antiguo templo, y rodeado por un muro de
veinticinco codos. Contra este muro se alineaban las cámaras de almacenamiento
(Guerras 6:5, 2). Delante de estas cámaras se levantaba un pórtico cubierto que
miraba a los lados del templo. La parte occidental de este gran atrio, que estaba
separado por un muro de la parte oriental, constituía el atrio de Israel, donde sólo
podían entrar los varones. La parte oriental, el atrio de las mujeres, ocupaba un plano
inferior. Del atrio de los hombres se abría una gran puerta en el centro del muro, y
quince escalones llevaban al atrio de las mujeres, totalmente prohibido a los
extranjeros.
Unas murallas separaban este atrio del atrio exterior, llamado también atrio de los
gentiles, que estaba rodeado de magníficos pórticos. La Torre Antonia ocupaba el
ángulo noroeste del atrio exterior, cortando sus pórticos. Desde lo alto de sus torres
se podían vigilar los edificios sagrados. Había inscripciones mediante las que se
prohibía a los gentiles, bajo pena de muerte, entrar en los otros atrios. El triple muro
de separación (cfr. Ef. 2:14) estaba atravesado por nueve puertas, recubiertas de oro
38
Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

y plata, y semejantes a torres (Hch. 3:2, 10). La diferencia de niveles era de quince
codos entre el vestíbulo del Lugar santo y el atrio de los gentiles. De aquel vestíbulo
se descendían doce peldaños al atrio de los sacerdotes, quince peldaños más llevaban
del atrio de Israel al de las mujeres; de allí, cinco peldaños más llevaban a la
explanada, donde catorce gradas más llevaban al atrio de los gentiles. Este atrio de
los gentiles rodeaba totalmente el recinto sagrado y tenía la forma de un cuadrado
(Guerras 6:5, 4). El pórtico que iba a lo largo del muro oriental era considerado un
resto del primer templo, y llevaba el nombre de pórtico de Salomón (Jn. 10:23; Hch.
3:11; Guerras 5:5,1). Es en el atrio de los gentiles que había cambistas y vendedores
con permiso de comerciar (Mt. 21:12; Jn. 2:14). Durante el asedio de Jerusalén por
parte de los romanos, en el año 70 d.C., los judíos incendiaron una parte del pórtico
que comunicaba con la Torre Antonia. A pesar de la prohibición de Tito, que quería
salvar el Templo, un soldado romano le prendió fuego entonces (Guerras 6:3,1; 4:5...)
Los romanos derribaron las murallas. En el año 136 d.C., o algo antes, el emperador
Adriano erigió un santuario a Júpiter Capitolino sobre la explanada del Templo.
Juliano el Apóstata intentó, el año 363, reconstruir el Templo, a fin de refutar la
profecía de Cristo (Mt. 24:1,2). Los obreros, sin embargo, afirmaron después que
llamaradas que surgían repetidas veces del suelo les impidieron echar los cimientos.
En el año 691, 'Abdal-Malik construyó, sobre la explanada del Templo, la «Cúpula de
la Roca», que recibe erróneamente el nombre de «Mezquita de Omar».
El Templo mesiánico futuro. El profeta Ezequiel describe en su libro el Templo
mesiánico (Ez. 40-48), que se hará realidad durante el Milenio.
Situación del Templo.
De manera general se acepta que el edificio principal del Templo se levantaba donde
en la actualidad se levanta la «Cúpula de la Roca», en la explanada del Templo. Asher
S. Kaufman, en un prolijo estudio de campo y de fuentes históricas, documenta sin
embargo que el cuerpo del santuario, orientado de oeste a este, tenía el Lugar
Santísimo centrado en la pequeña cúpula Qubbat el-Arwah (ár.: «Cúpula de los
Espíritus»), también llamada Qubbat el-Alouah (ár.: «Cúpula de las Tablas»). Según
M. de Vogüé, este último nombre se debía a que esta cúpula estaba dedicada a la
memoria de las Tablas de la Ley. Esto coincide con el hecho de que en el Santísimo
estaba el arca, conteniendo las Tablas de la Ley (Vogüé, «Le Temple de Jerusalem»,
París, 1864, p. 105). Kaufman da en su artículo una interesante reconstrucción doble
del Templo de Salomón y de Zorobabel superpuestos a la explanada del monte del
Templo. El resultado es que en ambos casos el Templo, con el santuario, el atrio de
los sacerdotes y altar del holocausto, así como el atrio exterior, ocupa el espacio libre
de la explanada al norte, quedando su muro meridional a unos veintidós metros de la
Cúpula de la Roca (véase Kaufman: «Where the Ancient Temple of Jerusalem Stood»,
en Biblical Archaeology Review, vol. IX, n.0 2, marzo/abril 1983, PP. 40-59).
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Segunda edición. Editorial Certeza. Pág.925.

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Evangelio de Paz

 El Anticristo.

‘Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene,


así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último
tiempo’ 1°Juan 2:18.
No será un movimiento, una filosofía o una moda, el Anticristo es una persona.
Y, aunque siempre hubo personas, anticristos, que se opusieron al Señor Jesús,
ahora se trata de una persona definida que se manifestará en el último tiempo
como parte esencial y agente de la Tribulación.
El término aparece de manera muy específica en las cartas del apóstol Juan.
Ver: 1°Juan 2:22, 4:3. 2°Juan 7.
También recibe los nombres de: el adversario, el cuerno, el hombre de pecado,
el hijo de perdición, el inicuo, la bestia.

La manifestación del Anticristo es otro acontecimiento con carácter doctrinal.


Es parte de las señales que Jesús estableció al describir la Tribulación, Él enseñó
que una de sus principales acciones sería la de profanar el lugar santo, templo,
y aunque ya hubo un personaje profético anterior, el rey de Siria llamado
Antíoco Epifanes aproximadamente en 168aC que sacrificó cerdos en el altar
del templo, Jesús está describiendo algo que sucedería más adelante como
parte de la Tribulación. Tampoco se refería a Tito, el que destruyó y quemó el
templo en el 70dC, pues el Anticristo sería parte de otros sucesos.

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Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

Las profecías de Daniel tenían un doble acontecer, primero sobre Antíoco ya


cumplido, pero el mismo Señor afirmó que todavía faltaba su cumplimiento.
Algunos señalaron a personajes más contemporáneos, como Hitler, el Papa o la
iglesia católica, Nostradamus, etc., podrían ser anticristos, pero no serían el
Anticristo profetizado.
Ver: Mateo 24:3 y 15-16 con Daniel 9:26-27.

En la revelación, de Daniel, también asocia a este personaje con los poderes del
mundo, que le darían respaldo en su accionar. Describe que le preceden diez
cuernos o autoridades mundiales, o una gran unificación de poderes que dan
posicionamiento al Anticristo. Revelando, además, de su sobresaliente
capacidad en sabiduría, ciencia y verborragia, ‘ojos como de hombre y una boca
que habla grandes cosas...y parecía más grande que sus compañeros’.
Y su surgimiento se relaciona con el imperio, poder e idiosincrasia 11 romana.
Ver: Daniel 7:7-8, 20-21 y 24-25. Apocalipsis 17:12-13.

El Anticristo tendría como principal accionar el perseguir, maltratar y matar al


pueblo judío. Y aunque hubo personajes pasados que le causaron holocaustos y
males, nada será comparado a los que les sucedería en la Gran tribulación.
Además, este personaje opositor, busca enfrentar y suplantar a Dios queriendo
usurpar el lugar divino, pues, él sería adorado y reconocido como un dios.
Ver: Apocalipsis 13:8. 2°Tesalonicenses 2:3-4.
El final del Anticristo es causado sobrenatural y divinamente por Dios y Cristo.
Ver: Apocalipsis 13:5-7. Daniel 7:25-26.

Otros atributos, además de su inteligencia, sabiduría y conocimientos en lo


militar en política y economía, sobresaldría su gran orgullo y soberbia, también,
su rechazo al Dios de sus padres (podrían ser judíos, musulmanes o cristianos),
él no tendría atracción hacia el sexo femenino, y junto a su capacidad como
estadista, tendría una ambición sin límites.
Ver: Daniel 11:36-38.

Uno de los pensamientos es que primero se manifestaría su esencia o espíritu


del Anticristo, pero al poco tiempo será en persona, y aunque en un primer
término no se le reconozca, sí, en un momento recibirá todo el poder, no sólo
de este mundo sino también el poder de Satanás. Pablo, apóstol, bien lo narra.
Ver: 1°Juan 4:3. 2°Tesalonicenses 2:7-9.

Al abrirse el primer sello, al inicio de la Tribulación, se reconoce al Anticristo


que simula a Cristo, y que está siendo empoderado y triunfando en el mundo.
11
idiosincrasia Del gr. ἰδιοσυγκρασία idiosynkrasía
'temperamento particular'. f. Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un
individuo o de una colectividad.
- Diccionario de la Real Academia Española. Actualización 2022.
41
Seminario Bíblico Ministerial
Evangelio de Paz

Ver: Apocalipsis 6:2.


Dios, el único soberano de los tiempos, es quién determinará el momento
exacto de la Tribulación, y también, el momento del desarrollo y manifestación
del Anticristo. La Escritura es la que revela que al presente hay un freno para su
aparición, pero es Dios a través de ese medio quien determinará su momento.
Ver: El Poder Secreto de la Maldad en Definición de Diccionarios.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
ANTICRISTO.
Heb. Gr. 500 antíkhristos, 􀀀ντ􀀀χριστος = «contra Cristo», más bien que «en lugar de
Cristo». Lit. se refiere a un antagonista o rival de Cristo, no a un usurpador de su
lugar. En la Escritura no hay una enseñanza formal sobre su persona, solo
ocasionalmente aparecen algunos rasgos de este extraño personaje.
El término «anticristo» únicamente se halla en las epístolas de Juan (1 Jn. 2:18, 22;
4:3; 2 Jn. 7) para indicar a los maestros de falsas doctrinas, pero el trasfondo se
encuentra indudablemente en el pensamiento último del AT y concretamente en la >
apocalíptica judía, donde se había desarrollado la idea de un dirigente político que se
declararía a sí mismo de naturaleza divina e incitaría a las naciones paganas a un
asalto definitivo contra el pueblo de Dios. Ezequiel habla de un príncipe poderoso y
violento a quien da el nombre enigmático de Gog (Ez. 38:2, 14, 16, 18; 39:1, 11, 15).
Daniel menciona la > «abominación desoladora» en el Templo de Jerusalén,
conectada con el cuerno pequeño que blasfema contra Dios y oprime al pueblo
elegido, referencia indudable a la persecución de > Antíoco IV Epífanes (175-163
a.C.) ...Jesús mismo habla de «falsos cristos y falsos profetas» que tratarán de
obnubilar a los creyentes y hacer milagros (Mc. 13:21-22; Mt. 24:24). Estos
pseudocristos (pseudókhristoi, ψευδ􀀀χριστοι) pueden engañar, de ser posible, a los
escogidos, pero no son específicamente el Antricristo (hoantíkhristos, 􀀀ντ􀀀χριστος),
sino pseudoprofetas (pseudoprophetai, ψευδοπροφ􀀀ται), meras prefiguraciones del
falso profeta final (ho pseudoprophetes, ψευδοπροφ􀀀της) al que se refiere Ap. 16:14.
Pablo habla de «el hombre de pecado», «el inicuo», «el adversario» que usurpa el
lugar de Dios en el Templo de Dios (2 Ts. 2:3-12). Surge por obra de Satanás, aliado
con él, y obrará señales y maravillas mentirosas con todo engaño de iniquidad para
los que se pierden. Los que han rehusado la verdad serán entregados a la mentira de
este inicuo, que será eliminado finalmente en el retorno de Cristo.
Juan afirma que lo propio de la «última hora» es la aparición del Anticristo, al que
solo él designa por este nombre (1 Jn. 2:18). Pero a la vez que apunta a una figura
individual señala también a los herejes que enseñan falsas doctrinas, destruyendo así
la obra de Cristo y su Iglesia (1 Jn. 2:18, 22; 2 Jn. 7; cf. 1 Jn. 4:3). De este modo los
herejes se convierten en precursores del impostor final, «el hijo de perdición»
mencionado por Pablo (2 Ts. 2:1-12). En Ap. 13:1, junto al dragón (Satanás) aparecen
dos bestias; la primera, la «Bestia» por excelencia, es el Anticristo, cuyo número es el
666; la segunda aparece con la designación de «el falso profeta». Los tres vuelven a
ser mencionados en Ap. 16:13. De todos ellos solo se menciona en Ap. 17:3 ss a la
Bestia.
En Ap. 19:20 son derrotados la Bestia y el falso profeta, quedando exclusivamente el
dragón, «lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso

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Evangelio de Paz

profeta» mil años más tarde. La figura de la primera bestia, símbolo de un tirano
poderoso y malvado de los últimos tiempos que se endiosa a sí mismo y persigue a
los cristianos que le niegan culto, enlaza claramente con Daniel 7. La segunda bestia,
«el pseudo profeta», es la figura simbólica representante de la falsa religión que
fomenta o cultiva el culto divino del tirano, cuyas imágenes históricas corresponden a
los emperadores romanos, el culto a los dioses de su imperio y el sistema político-
religioso que los sostenía.
En resumen, el Anticristo es el gran impostor que se opone a Cristo con la intención
de arrebatarle sus seguidores; es el perseguidor de los cristianos e instrumento del
diablo, no el diablo mismo. Se trata de una figura individual de los últimos tiempos,
cuyos precursores son los distintos herejes a lo largo de la historia. El tema del
Anticristo fue habitual en los escritos de los Padres de la Iglesia, que lo mencionan en
ocasiones como una figura individual y otras como una figura colectiva. Han sido
numerosas desde siempre las identificaciones del Anticristo, comenzando con Nerón.
La Iglesia antigua lo asimiló al Imperio romano perseguidor; la Reforma protestante lo
identificó generalmente con el papado.
- Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia. Alfonso Ropero Berzosa. Editorial Clie. Pág.263

ANTICRISTO.
Sorprendentemente, dados los retratos altamente desarrollados de la figura del
anticristo a lo largo de la historia cristiana, el término en sí aparece únicamente
cuatro veces en la Biblia, solo en 1 y 2 Juan, nunca en Apocalipsis. Sin embargo,
encontramos figuras comparables en Marcos 13.22 y relatos paralelos («falsos
cristos»), 2 Tesalonicenses 2.3 («el hombre de pecado»), y Apocalipsis 13, 17 (la
bestia marina). Todos estos tienen relación con los falsos profetas: engañadores que
alejan a las personas de los caminos del Señor (p.ej., Dt 13). 132 2 Juan 7-11 advierte
de la llegada de engañadores/anticristos, mientras que 1 Juan 2.18- 22; 4.1-6 indica
que ya están activos. Esas personas sobrepasan los límites de las enseñanzas de
Cristo. Su comportamiento es indiferente e inmoral. Niegan la encarnación y la
mesianidad de Jesús. La presencia de estos «enemigos de Cristo» sugiere la llegada
de «los últimos días». Apocalipsis 13 pinta un cuadro parecido, más alarmante.
Empoderado por el dragón (Satanás, cp. Ap 12.9), la bestia marina (ver Monstruo) es
la imagen negativa de Cristo: imita las coronas de Jesús (Ap 13.1; 19.12), sus
honorables títulos (Ap 13.1; 19.11-16), su ejercicio del poder divino (Ap 13.2; 12.5,
10), su promoción de la *adoración divina (Ap 13.4; 1.6), así como su muerte y
resurrección (Ap 13.3; 1.18; 5.6). La bestia es un cristo falso, que con sus llamativas
señales compite con Cristo por la lealtad y la adoración (cp. Mr 13.22; 2 Ts 2.3-4; Ap
13.13-14). Es importante destacar que su poder es limitado y que Cristo lo derrotará
(2 Ts 2.3; 1 Jn 4.4; Ap 19.20). Juan, que escribió para advertir a los cristianos contra el
poder blasfemo ejercido por el imperio, identifica esta bestia con Roma («la ciudad
de las siete colinas», cp. Ap 17.9). Sin embargo, sus imágenes revelan que el poder
del anticristo que reside en la bestia es mucho mayor que Roma. Perdura más allá del
primer siglo, hasta el presente y el escatón, allí donde la naturaleza y el mensaje de
Cristo se refuten en el servicio de demandas fraudulentas de lealtad absoluta.
- Gran Diccionario Enciclopédico de Imágenes y Símbolos de la Biblia. Editorial Clie. Pág.133.

EL PODER SECRETO DE LA MALDAD

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El «misterio de la maldad» (2 Tesalonicenses 2:7) ciertamente se refiere a la


«actividad detrás de bastidores de los poderes del mal en todo el curso de la historia
humana». El Anticristo es retenido por algo («algo que» en 2 Tesalonicenses 2:6 es
neutro), mientras que el poder secreto de la maldad es retenido por alguien («el
que» en el versículo 7 es masculino). Una interpretación promovida por Tertuliano
(ca. 160–230), y común en tiempos antiguos y modernos, es que el versículo 6 se
refiere al Imperio Romano y el versículo 7 al emperador. Aunque Pablo en efecto
aprovechó su ciudadanía romana y tenía una actitud positiva hacia el gobierno
(Romanos 13:1-7; 1Timoteo 2:1-2), difícilmente habría pensado del Imperio Romano,
con toda su idolatría e inmoralidad, como una fuerza para el verdadero Dios, una
fuerza que restringiera el mal. Tampoco el emperador romano, que aducía ser un
dios, sería un freno para la aparición del Anticristo.
Oscar Cullmann favorece la idea de Teodoro de Mopsuestia (ca. 350–428) de que el
versículo 6 se refiere a la predicación de los apóstoles que debía hacerse antes de
que Cristo regresara, y el versículo 7 al apóstol Pablo mismo. Sin embargo, nada del
contexto de 2 Tesalonicenses 2 favorece esto. Tampoco es probable que Pablo
pensara de sí mismo como reteniendo el poder secreto de la maldad hasta que fuera
quitado del medio por la muerte. ¿Cómo podía su muerte dejar el camino abierto
para que el Anticristo subiera al poder? La misma dificultad se aplica a los que, como
Lutero, consideran al papa o el sistema papal como el que lo retiene o el poder que lo
retiene. La frase «manifestarse el hombre de maldad [el Anticristo]» se refiere al
principio del día del Señor (2:3), en efecto después del rapto de los verdaderos
creyentes. Dale Moody, siguiendo una sugerencia de Ferdinand Prat, destaca que el
ángel principal Miguel es «el comandante de los ejércitos celestiales y protector del
pueblo de Dios» (Daniel 10:13,21; 12:1; Apocalipsis 12:7-9). De este modo, él y los
ángeles bajo su mando pudieran ser los que retendrían el poder secreto de la maldad
y la revelación del Anticristo. Herman Ridderbos sugiere que no debemos tratar de
ser específicos y que tal vez un poder o persona sobrenatural, o incluso Dios mismo,
pudiera ser lo que se quiere decir. Sin embargo, es difícil entender cómo ellos
pudieran ser «quitados de en medio», puesto que tanto Dios como los ángeles están
activos durante todo el período de la tribulación.
Entre los premilenialistas es común otra interpretación de este difícil pasaje. Algunos,
incluso en la iglesia primitiva, enseñaban que el que detiene la revelación del
Anticristo es el Espíritu Santo. Él es una persona con todo poder y por cierto más que
capaz para detener las fuerzas de Satanás. La palabra «espíritu» (gr. pneuma) es
neutral, y el griego normalmente usa pronombres neutros para referirse a sustantivos
neutros, incluso cuando se refiere al Espíritu Santo. El Evangelio de Juan es una
excepción, usando el masculino para hacer énfasis en que el Espíritu Santo es una
persona (Juan 16:7-8,13-14). Pablo, sin embargo, por lo general usa el neutro
gramaticalmente correcto (como en Romanos 8:16). En consecuencia, muchos
entienden que el que detiene la revelación del Anticristo es el Espíritu Santo. Pero no
es el Espíritu Santo el que es quitado de en medio (salir de escena, o ser barrido de en
medio). Durante la edad de la iglesia el Espíritu Santo obra por medio de los
creyentes. Pablo llama a nuestros cuerpos templos del Espíritu Santo (1 Corintios
6:19).
Cuando los creyentes se reúnen como asamblea también son templo del Espíritu (1
Corintios 3:16). Por tanto, no hay razón por la que la palabra masculina de Juan 16:7
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no se pueda referir a los verdaderos creyentes que serán quitados de en medio,


arrebatados en el rapto. Esto encaja con los hechos que indican que el rapto
tendrá lugar antes de que se revele el Anticristo. Como creyentes esperamos a
Jesucristo, no al Anticristo; Apocalipsis 11 deja esto bien claro; las visiones que Juan
vio fueron primordialmente una revelación de Jesús, antes que del Anticristo.
- Nuestro Destino. últimos tiempos. Stanley M. Horton. Editorial Vida. Pág.131.

 Predicación y Martirio.

Establecimos que, la manifestación del Anticristo, especialmente teniendo el


respaldo mundial y confirmando un pacto religioso con Israel, sería la principal
señal del inicio de la Tribulación. Y Cristo viniendo a salvar a Israel, su Segunda
venida, sería el final de la Tribulación. Pero falta un elemento más, una tercera
señal para el segundo advenimiento: sería la predicación global del evangelio.
Esto se estaría realizando, pero habría una intensificación y avivamiento
espiritual, antes que Cristo vuelva, para que todos tengan la oportunidad de
conocerlo. La predicación no sería conversión masiva, pero si un avivamiento.
Ver: Apocalipsis 7:9-10 y 13-14.

Algunos de los predicadores profetizados para ese tiempo serían:


Los 2 testigos, según Apocalipsis 11:3.
Un ángel, según Apocalipsis 14:6-7.
Los mártires antes de morir, según Apocalipsis 6:9.
Y podría incluir alguno de los 144.000 sellados, Apocalipsis 7:2-4, 14:1 y 4-5.

Jesús enseñó sobre prevalecer en la fe, y no está refiriéndose a los salvos ya


que serían arrebatados antes, sino a los que crean después, o sea, durante la
Tribulación, entonces, la predicación en todo el mundo continuaría, aunque los
que crean en ese tiempo tendrán grandes pruebas a su fe.
Ver: Mateo 24:13-14 con Apocalipsis 14:6-7.
Y aunque la predicación es gracia, la salvación en el periodo de la Tribulación
requerirá pruebas personales de fe. No sólo irán al cielo por creer en el poder
de la sangre de Cristo, además, deberán dar su propia sangre cono acto de fe.
Ver: Apocalipsis 6:9-11, 7:14, 12:11.
Al abrirse el quinto sello, en la Tribulación, la consecuencia es la aparición de
mártires, con la declaración del Señor de que otros más se les iban a sumar
después de ser muertos. El tiempo aproximado del quinto sello es a la mitad, o
sea, antes de la Gran tribulación, y ya hay una cantidad de creyentes sin vida,
no judíos, que fueron perseguidos y muertos por causa de su fe. Esa prueba
sería muy difícil, pero a su vez comprobaría al verdadero creyente en Cristo.
Jesús lo profetizó, para Israel, pero también cabe la revelación para este grupo.
Ver: Mateo 24:9.

Escatología bíblica 2. Tema 3


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 El libro de Apocalipsis.

Apocalipsis 12, correr el velo, su otra nominación es Revelación, pues este libro
revela todos los acontecimientos en el cielo y en la tierra hasta el fin de todo.
Su escritor es el apóstol Juan, en momentos que estaba sentenciado por Roma
a estar aislado en la isla rocosa de Patmos, cerca de Éfeso, por causa de su fe y
su testimonio del evangelio. Juan 13 ya era anciano, y era el último de los doce.
La fecha estimativa del libro es entre 94 a 96 dC., cuando Domiciano gobernaba
en el imperio romano, y causaba gran opresión a Israel y otros bajo su dominio.
Ver: Apocalipsis 1:4 y 9, 22:8.

En el tiempo de esta carta la iglesia cristiana estaba sufriendo gran persecución


Juan estaba exiliado y otros estaban sido martirizados. Domiciano reprimía y
perseguía a los cristianos con más intensidad que sus antecesores Nerón o Tito.
Ver: Apocalipsis 2:13 y 10.
La intención del Apocalipsis es dar aliento, no crear mayor desilusión y miedos.

-Bosquejo del libro de Apocalipsis. 14


I. Las cosas que has visto (1:1–20)
12
Nombre. «Apocalipsis» es una palabra griega («apokálupsis»), con la que comienza precisamente el
libro. Significa «revelación» o, mejor, «desvelación» en el sentido de «descorrer un velo», para dejar
a la vista de todos algo que estaba cubierto, oculto tras de ese «velo». Aunque en la Biblia hay
muchos pasajes apocalípticos, el último libro de las Escrituras lo es en su totalidad, como lo muestra
ya el primer versículo, que comienza titulándolo «Revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
mostrar (gr. deíxai, en aoristo de infinitivo) a sus siervos las cosas que deben suceder pronto» (lit.).
- Comentario Bíblico Matthew Henry. Obra completa trad. Francisco Lacueva. Pág. 5026.
...Todo creyente en tensa expectativa de la Venida del Señor halla en este libro, no sólo consuelo,
sino también enseñanza y alimento, especialmente en esta época que parece cercana al fin. Si
Hechos es la Historia de la Iglesia primitiva, en la que hemos de mirarnos, el Apocalipsis es la profecía
de la postrera Iglesia, con la que hemos de identificarnos.
- Comentario Bíblico Matthew Henry. Obra completa trad. Francisco Lacueva. Pág. 5027.
13
Autor. El autor sagrado se llama a sí mismo «Juan» cuatro veces (1:1, 4, 9; 22:8). Justino Mártir, a
mitad del siglo II, dice: «Y con nosotros, un hombre llamado Juan, uno de los apóstoles de Cristo,
quien en la revelación (latín, apocalypsi) recibida…». Lo confirma el examen interno: (A) Llama a
Cristo «el Verbo» (19:13), expresión exclusiva de Juan (Jn. 1:1, 14; 1 Jn. 1:1). (B) También le llama «el
Cordero», expresión igualmente exclusiva de Juan (Jn. 1:29, 36), aunque en el Evangelio lo llama
ámnos = cordero, sin más, mientras que en el Apocalipsis lo llama arníon = corderito, más como
expresión de ternura que de tamaño. (C) El vocablo griego alethinós = verdadero (en sentido de
genuino) sale diez veces en Apocalipsis, nueve en el cuarto evangelio y cuatro en 1 Juan, frente a una
sola vez en las Epístolas de Pablo. (D) Níkos = el que vence, es otra expresión favorita de Juan, tanto
en 1 Juan como en el Apocalipsis. (E) El verbo griego skenóo = habitar en tienda de campaña, sólo se
halla en Juan (Jn. 1:14; Ap. 7:15; 12:12; 13:6; 21:3). Fecha. Juan fue exiliado durante el reinado del
emperador romano Domiciano (81-96 d.C). La opinión más probable es que el libro fue escrito entre
los años 92 y 96; quizás, el 95. Tema. Podría resumirse en una sola frase: «El triunfo total y definitivo
del Bien sobre el Mal».
- Comentario Bíblico Matthew Henry. Obra completa trad. Francisco Lacueva. Pág.5027.
14
- Biblia de Estudio Mac Arthur RV1960. Editorial Grupo Nelson. Pág.3397.
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A. El prólogo (1:1–8)
B. La visión del Cristo glorificado (1:9–18)
C. La comisión del apóstol a escribir (1:19, 20)
II. Las cosas que son (2:1–3:22)
A. La carta a la iglesia en Éfeso (2:1–7)
B. La carta a la iglesia en Esmirna (2:8–11)
C. La carta a la iglesia en Pérgamo (2:12–17)
D. La carta a la iglesia en Tiatira (2:18–29)
E. La carta a la iglesia en Sardis (3:1–6)
F. La carta a la iglesia en Filadelfia (3:7–13)
G. La carta a la iglesia en Laodicea (3:14–22)
III. Las cosas que han de ser después de estas (4:1–22:21)
A. Adoración en el cielo (4:1–5:14)
B. La gran tribulación (6:1–18:24)
C. El regreso del Rey (19:1–21)
D. El milenio (20:1–10)
E. El juicio del gran trono blanco (20:11–15)
F. El estado eterno (21:1–22:21)

El libro entero es de revelaciones, pero la principal es sobre: Jesucristo, pues


Dios Padre le daría todas estas revelaciones a Juan, por medio de un ángel,
pues, los ángeles tienen gran implicancia en los eventos apocalípticos.
Ver: Apocalipsis 1:1 con 22:16.

- Algunos nombres y descripciones que se dan en el Apocalipsis a Cristo son:


‘el testigo fiel’ ‘el primogénito de los muertos’ ‘el soberano de los reyes de la
tierra’ (1:5), ‘el Alfa y la Omega’ ‘principio y fin’ ‘que es y que era y que ha de
venir’ ‘el Todopoderoso’ (1:8), ‘el primero y el último’ (1:17), ‘el que vivo, y
estuve muerto’ ‘vivo por los siglos de los siglos’ (1:18), ‘el que tiene las siete
estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro’
(2:1), ‘el que tiene la espada aguda de dos filos’ (2:12), ‘el Hijo de Dios’ ‘el que
tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido’ (2:18), el
‘que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas’ (3:1), ‘el Santo, el
Verdadero’ ‘el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra
y ninguno abre’ (3:7), ‘el Amén, el testigo fiel y verdadero’ ‘el principio de la
creación de Dios’ (3:14), ‘el León de la tribu de Judá’ ‘la raíz de David’ (5:5), el
‘Cordero como inmolado’ (5:6, 13:8), ‘el Cordero’ (6:1, 7:9-10, 14:1, 17:14, 19:7,
21:9, 22:1), el ‘Cristo’ (12:11, 22:6), el ‘Señor, santo y verdadero’ (6:10), el
‘Señor de señores y Rey de reyes' (17:14), se llamaba: ‘Fiel y Verdadero’ (19:11),
‘el Verbo de Dios’ (19:13), ‘Rey de reyes y Señor de señores’ (19:16), ‘Jesús’ ‘la
raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana’ (22:16),
‘Señor Jesús’ (22:20), ‘Señor Jesucristo’ (22:21).

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La representación de Cristo victorioso es crucial para la interpretación del libro,


Juan describe: ‘del que es y que era y que ha de venir...el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de
nuestros pecados con su sangre...a él sea gloria e imperio’ en 1:4-6.
La imagen que algunos creyentes tienen sobre Jesucristo es parcial: naciendo
en un pesebre, sobre un burrito, haciendo un milagro, enseñando a la gente,
flagelado y herido, agonizando en la cruz. Otros pueden ver un poco más allá:
resucitado en gloria o ascendiendo al cielo. Pero pocos pueden ver al que
regresará otra vez, y Juan, como primera revelación del cielo, ve a ese Jesús.
Ver: Apocalipsis 1:7-8 con 12-18.

Todos necesitamos una correcta revelación de Jesucristo.

Juan, sobrenaturalmente, es llevado para ver y ser testigo en primera persona.


Este libro se transforma en la revelación de Cristo, y en las revelaciones de la
justicia divina que el Cordero merece. Más que castigar al pecado o la maldad,
los juicios son para dar al Cordero todo el honor y la magnificencia. La última
imagen que el mundo tuvo de Cristo fue su tratamiento como delincuente y
martirio en la cruz, la profecía apocalíptica lo revela: en su Trono lleno de la
adoración celestial, en su regreso en gloria y victoria, en su reino de mil años,
en su último y gran triunfo sobre toda la maldad, en su gran Trono Blanco
siendo el perfecto Juez antes de iluminar con resplandor de sol en la eternidad.

El lenguaje de “cercanía” es contundente en esta Escritura, desde el comienzo


hasta el final. En 1:1 leemos ‘Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto’. En 11:14 el concepto se reitera: ‘el tercer ay viene
pronto’, y al finalizar el libro se describe casi lo mismo que al inicio, en 22:16 se
lee: ‘para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto’.
A dos de las siete iglesias Cristo les dice, en 2:16, ‘vendré a ti pronto’, y 3:11,
‘He aquí, yo vengo pronto’. Y tres veces Jesús sentencia al cerrar la revelación:
¡He aquí, vengo pronto! en 22:7, 12 y 20. Este es uno de los temas principales.
Se lee en 1:3 ‘porque el tiempo está cerca’ y el término griego que se usa es
“kairos” que traduce estaciones, épocas o eras en relación a Dios. La otra
palabra griega para tiempo, que aquí no se usa, es “chronos” y que traduciría
calendario o reloj, de donde viene el término cronómetro.
Ver: Lucas 12:35-40.
El mensaje central es que debemos estar preparados.

Este libro se divide tres partes bien diferenciadas, anunciadas en el mimo texto:
‘Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de
estas’ (Apocalipsis 1:19), o sea, Juan recibiría revelación de lo pasado, presente
y lo futuro. Solo Dios es el que conoce, revela y hace cumplir los tiempos.
Ver: Apocalipsis 1:1 con Isaías 44:7, 45:21, 46:9-10.
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ESQUEMA SINTETIZADO DEL APOCALIPSIS.

Apocalipsis no es un libro que esconde por medio de simbologías e imágenes lo


que está por venir, todo lo contario, es el escrito que intenta quitar las dudas o
confusiones, y enseña a ver el tiempo con los ojos y el poder de Dios.
El propósito principal del texto es dar a conocer, a Juan se la indica: escribe...
Ver: Apocalipsis 1:1, 3, 11 y 19.

 DEFINICIÓN EN DICCIONARIOS.
nom, APOCALIPSIS.
Título del único libro profético del Nuevo Testamento, y que se toma de la primera
palabra griega, que significa «revelación». En este libro, se desvela el futuro en una
serie de visiones panorámicas contempladas por el Vidente apocalíptico. La luz y las
tinieblas, el bien y el mal, son las fuerzas morales en oposición. Dios, Cristo y Satanás;
hombres, salvos y perdidos, y ángeles, santos e impíos, son los actores en este
maravilloso libro acerca de los planes y propósitos de Dios. Las escenas varían y
cambian; ahora el tiempo, después la eternidad. El cielo, la tierra, el abismo y el lago
de fuego constituyen su escenario. El cántico de los redimidos y el llanto de los
vencidos regocijan y apenan. El resultado es el triunfo de Dios, y las glorias mileniales
y eternas de Cristo resplandecen de una manera brillante e imperecedera.
«Entonces» se cumplirá lo dicho por el antiguo profeta hebreo; «Verá el fruto de la
aflicción de su alma y quedará satisfecho» (Is. 53:11). Los cielos y la tierra creados
(Ap. 22:1) vienen a ser las moradas eternas de todo lo que es santo y bueno, en tanto
que el lago de ruego (Ap. 21:8) recogerá todo aquello que es inicuo y contrario a Dios.
Así como la gracia es el tema central de las Epístolas, el tema característico de este
libro es el gobierno público de Dios en sus tratos frente al mal y la exaltación del bien
1. División: -(a) Dos partes. Este libro se divide en dos partes principales: (A) Desde el
capítulo 1 al 11:18, donde se delinean proféticamente el estado de cosas y los
acontecimientos desde el final del primer siglo del cristianismo hasta la introducción
del estado eterno. (B) Desde el capítulo 11:19 hasta 22:21, en el que se dan detalles
relacionados con Israel y la Cristiandad en la terrible futura crisis de su historia.
-(b) Tres divisiones. La clave de las tres divisiones del libro nos es dada en Ap. 1:19.
Aquí tenemos la clave a la comprensión de este libro. Contiene un pasado, un
presente y un futuro: (A) «Escribe las cosas que has visto.» Se trata de la visión de los
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versículos 10-18, en la que Cristo, en medio de los siete candeleros de oro es el


objeto central. «Pasado». (B) «Escribe las cosas... que son.» Éstas quedan expuestas
en los capítulos 2 y 3, donde se traza el camino de la iglesia profesante a través de
etapas contemporáneas y sucesivas de su historia, desde su decadencia (Ap. 2:4)
hasta su rechazamiento (Ap. 3:16). «Presente». (C) «Escribe las cosas... que han de
ser después de éstas.» Esta división comienza con el capítulo 4 y sigue hasta 22:5.
Ésta es esencialmente la parte profética del libro. «Futuro». Los sellos, las trompetas
y las copas; Babilonia, las bodas, el reinado, etc., son todas cosas que esperan su
cumplimiento.
-(c) Doce secciones. Todo el contenido del Apocalipsis se distribuye en doce secciones
y si se consideran cuidadosamente, serán de gran ayuda para el estudio del libro.
(A) Introducción general (Ap. 1:1-9).
(B) Cristo en gloria judicial en medio de las siete iglesias de Asia (Ap. 1:10-18).
(C) La iglesia en su profesión de testimonio de Dios sobre la tierra. Su creciente
apartamiento del amor y de la verdad (Ap. 2, 3).
(D) Los santos celestiales entronizados y glorificados, incluyendo a todos los
mencionados en 1 Tesalonicenses (1 Ts. 4:5-17), (Ap. 4, 5).
(E) Los siete sellos sucesivamente abiertos por el Cordero (Ap. 6-8:1). El capítulo 7 es
un pasaje parentético de sumo interés.
(F) Las siete trompetas, tocadas sucesivamente por los ángeles (Ap. 8:2-11:18). Aquí
tenemos al imperio romano reavivado como protagonista de estas profecías de juicio.
(G) Tres fuentes (Ap. 12), dos actores (Ap. 13) y siete resultados (Ap. 14).
(H) Las siete copas de la ira de Dios sucesivamente derramadas (Ap. 15-16). Los
últimos actos de Dios en sus juicios sobre el imperio, Israel, y la tierra.
(I) La Babilonia mística en sus asociaciones políticas y eclesiásticas y su total
destrucción (Ap. 17, 18).
(J) Secuencia cronológica desde la caída de Babilonia hasta el estado eterno, que se
abre con regocijo en el cielo, y cerrándose con una imagen del eterno infortunio en el
lago de fuego (Ap. 19- 21:8).
(K) La esposa del Cordero en esplendor gubernamental y milenial. Amor, vida y
hermosura para siempre (Ap. 21:9-22:5).
(L) Advertencias, amenazas y alientos (Ap. 22:6- 21).
2. Propósito. El propósito del libro de Apocalipsis es mantener vivos el amor y la
esperanza al centrar la atención de sus lectores en la promesa de la venida del Señor
y al preanunciar la victoria final del Rey de reyes y Señor de señores, del Verbo de
Dios, sobre un mundo que le rechazó en Su primera venida y que doblará ante Él la
rodilla en Su segunda venida. El efecto de todo ello en los creyentes debe ser el de
mantenerlos en una verdadera apreciación de la gracia de Dios y de Sus consejos,
para que «vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la
esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo» (Tit. 2:12, 13).
- Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Segunda edición ampliada. Editorial Certeza. Pág.56-61.

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