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Caso de estudio: Conflicto entre el pueblo Awajún-Wampis y el poder político y económico del
Perú.
1. ANÁLISIS TERRITORIAL
En esta parte se expondrá la descripción del entorno en el que habitan estos pueblos
ancestrales: geografía, orografía, climatología, ecosistema, hidrografía, geomorfología,
articulación política-administrativa y social del Espacio Amazónico.
1.2. Climatología
La climatología es fundamental para poder comprender la vida en la Selva Montaña
Amazónica. Los diferentes fenómenos climatológicos presentes como la niebla, la
humedad, la lluvia o la penetración de los rayos de sol entre la vegetación conforman
la esencia vital del bosque amazónico y van a marcar los ritmos de vida de todos sus
habitantes, de especie animal o vegetal.
Las primeras características de los factores climáticos son las gran variedad geográfica
y climática, entre los bosques secos de las zonas contiguas de Bellavista y Bagua, al
gran verdor de los bosques montanos de las riberas de los ríos Santiago o Nieva. Todo
esto, a poca distancia lineal, apenas 25 km los que separan del gran Pongo de Rentema
de Chingantsa o Minará (Guallart, 1997, p. 17).
La climatología de la Selva Alta amazónica peruana es tan diversa como su orografía
y está íntimamente ligada a ésta, así como a otros elementos inseparables, como la
latitud y la altitud. La combinación de estos tres elementos geográficos:
orografía/hidrografía, latitud y altitud, nos da las diferencias variables climáticas del
territorio de referencia.
También tiene bastante incidencia en las condiciones bioclimáticas, la situación de un
determinado territorio con respecto a una cordillera o cadena montañosa, ya sea al
norte o al sur. En general, las zonas de solana son las más soledas y de más fácil uso
agrícola y las zonas de umbría son más secas y frías, con una menor probabilidad de
uso agrícola intensivo. En las zonas tropicales y subtropicales del planeta, es mucho
más complicado de definir, ya que la delimitación de la solana y umbría, depende de
algunos factores deferentes a la clásica orientación norte-sur, por ejemplo, su
orientación con respecto a la insolación en horas de la mañana –casi siempre más
intensa- o de la tarde –mucho menor por la mayor nubosidad.
1.3. Ecosistema
En la Alta Amazonía, el Ecosistema tropical entre 500 y 1900 metros sobre el nivel
del mar peruano un relieve bastante ondulado y una hidrografía de ríos torrentosos. El
clima es cálido y húmedo con fuertes precipitaciones de noviembre a abril y una
temporada seca de mayo a octubre. El gradiente altitudinal y las variantes latitudinales
proporcionan diversos climas y zonas bioclimáticas, que forman ecosistema
diferenciados a menor escala y, una gran diversidad biológica. Que es en última
instancia la que ha venido permitiendo el desarrollo y reproducción cultura de los
Pueblos Awajún-Wampis que habitan en estos territorios.
A. El río Marañon
El río Marañon, conocido como la Serpiente de Oro, nace en el suroeste de la
región de Huánuco, en la provincia de Lauricocha. En cuanto al lugar exacto hay
dos teorías, pero es la segunda la que nos interesa, la más aceptada. Desde su
origen en la cordillera, a 5800 msnm, al pequeño curso de agua se le conoce como
río Gayco hasta fundirse en las Lagunas de Santa Ana y Lauricocha (departamento
de Huánuco), de donde sale de ésta con el nombre homónimo. A partir de ese
punto, su recorrido es hacia el norte. En la localidad de Jircan, en la provincia de
Huamalies, todavía en el departamento de Ancash donde recibe las aguas del río
Mosna en su margen izquierdo. Deja el departamento de Huánuco, es frontera
política de dos provincias de La Libertad y penetra en los departamentos de
Cajamarca y Amazonas. Durante este recorrido conforma un profundo cañon que
erosiona la meseta andina con un desnivel de casi 3000 m entre las cumbres y la
línea de agua, dando lugar a un paisaje espectacular y variado del territorio
peruano (Guallart, 1997, p.23) Este recorrido accidentado, estrecho y caudaloso
termina en el Pongo de Manseriche de 12 km de longitud, el más conocido de
todos.
El gran Marañon penetra en la Amazonía Alta, conforma un gran valle
interandino, entre las cadenas occidental y central de los Andes del norte peruano.
Ya en el nororiente a la altura de la provincia de Jaén, su curso se va amansando,
el valle se amplía camino de su encuentro con el río Chamaya, luego con el rio
Utcubamba a pocos metros aguas abajo se encuentra también con el Chinchipe
formando el Pongo de Rentema, donde entra en el territorio de Yaguarzongo o la
Tierra de los Cinco ríos (Guallart, 1997). Esta parte baja es navegable. Después de
recorrer cerca de 1.280 km junta sus aguas a la del río Ucayali dando lugar al
nacimiento del gran río Amazonas, cerca de la localidad de Nauta, ya en el
departamento de Loreto.
Sus afluentes más importantes en el nororiente son los ríos: Chinchipe,
Utcubamba, Crisnejas, Chamaya, Cenepa, Santiago, Nieva, Chiriaco, Morona,
Pastaza, Huallaga (1300 km) y el Tigre (600 km). Es en su cuenca que habitan
diferentes pueblos nativos amazónicos, en su mayoría pertenecientes al grupo
lingüístico Jíbaro.
B. Los otros cuatro ríos
El río Cenepa: Nace en la cordillera del Cóndor, casi en la frontera entre el Perú y
Ecuador, y tiene una longitud de 185 km. Discurre íntegramente por la provincia
de Condorcanqui (distrito de El Cenepa), siempre en dirección sur, bañando las
localidades de Huampani y Orellana, donde desemboca en el río Marañon por su
ribera izquierda. La subcuenca del río Cenepa está al oeste de la del Santiago, otro
tributario del Marañon. Las aguas de este río son cristalinas y en ellas, abundan
gran variedad de peces; alimento privilegiado de las comunidades nativas que se
asientan en sus riberas. Es el único de los grandes afluentes del Marañon que
realiza todo su recorrido por nuestra zona de investigación. (Guallart, 1997).
Sus principales afluentes son los ríos Comaina y Numpartkaim -90y 60 km. Toda
su cuenca, fue desconocida e inaccesible durante siglos para exploradores y
aventureros. Cuenta con un bajo nivel de ocupación humana, en su mayoría
población nativa del grupo lingüístico Jibaro, Awajún principalmente.
El rio Chiriaco, nace en las zonas altoandinas de Alto Imaza de la provincia de
Chachapoyas, atraviesa la provincia de Bongará, y de Bagua y desemboca en el
Marañón. Tiene 90 km de longitud.
El Chiriaco tiene gran fuerza, es caudaloso y peligroso en la mayor parte de su
recorrido. Su cauce trascurre entre cañones de piedra y correntadas espumosas
(Guallart, 1997) A ambas márgenes de este río, se encuentran asentadas varias
comunidades nativas awajún pertenecientes al distrito de Chiriaco, provincia de
Bagua. Dicho río ha sido escenario de numerosos derrames de petróleo sobre sus
aguas, producto de las constantes rupturas de las envejecidas tuberías del
oleoducto Norperuano.
El río Nieva discurre íntegramente por el distrito de Nieva en la provincia de
Condorcanqui, departamento de Amazonas, donde nace; casi en el límite con el
departamento de Loreto. Tiene una longitud de unos 150 km, sus aguas son
mansas y es quizás el único en toda la llanura amazónica. El río Nieva fluye en
dirección norte por la vertiente occidental de la Cordillera de Campanquiz.
Desemboca en el río Marañón por su ribera derecha, en la localidad de Santa
María de Nieva, la capital del distrito.
En la subcuenca del río Nieva existen 69 centros poblados, lo que indica un grado
de dispersión de los asentamientos nativos bastante alto. La población nativa es en
su totalidad Awajún.
El río Santiago, es un río de una longitud de 285 km que recorre los territorios
amazónicos de Ecuador y de Perú. Es uno de los principales afluentes del río
Marañón y por tanto de la cuenca alta del río Amazonas. Nace con la unión de los
ríos Namangoza y Zamora en Ecuador, en la provincia de Morona Santiago, en la
parte norte de la cordillera del Cóndor, casi en la frontera entre ambos países en
donde tiene un recorrido de 55 km. Al llegar a la frontera el río gira en dirección
sur. En territorio peruano entra por la región Amazonas y discurre íntegramente
por la provincia de Condorcanquiz. Desemboca en el río Marañón por su margen
izquierda, a pocos kilómetros de Borja.
En río es navegable. Embarcaciones de motor, peque peques, deslizadores,
chalupas, y botes viajan por el río. En épocas secas, la parte alta es complicada de
acceso. En su curso, encontramos 51 comunidades nativas de la familia lingüística
Jibara, de las que 36 son Wampis en la parte alta y media del río y 15 Awajún en
la parte media y baja del río. Las más importantes son Porvenir y Puerto Galilea,
capital del distrito río Santiago con 12.163 habitantes en 2.005; La mayoría vive a
orillas del río.
1.5. Geomorfología
Los Cinco ríos del territorio Awajún-Wampis señalan las grandes divisiones zonales;
las quebradas delimitarán el territorio de los clanes y de las comunidades nativas.
Las quebradas son hendiduras entre cerros originadas por el correr de las aguas. En la
montaña amazónica, se denomina también quebrada a la corriente de riachuelos
pequeños que corren por el monte. Estos son el lugar de nacimiento de los ríos que
van creciendo con el aporte de agua de las demás quebradas.
La subcuenca del río Santiago es de bosque tropical con temperaturas que pueden
llegar a los 35 °C y con un promedio de precipitaciones pluviales de 3.000 mm. Las
mayores temperaturas se dan en los meses de julio de noviembre, conocida como
estación seca porque es la época en que llueve menos.
Las lagunas más importantes en la Selva Alta y la Montaña Amazónica, son la Laguna
de los Cóndores (Chachapoyas-Leymebamba), del Porvenir (Bagua-Aramango).
Laguna de Chonza (Bagua-Copallín) y la de Pomacochas (Bongará) a más de 2.000
msnm.
1.5.1. Comunidades que habitaban la Amazonía en los años previos al conflicto
El Ministerio de Educación, reconoce la existencia de 55 pueblo en el Perú,
además de la existencia de 48 lenguas pertenecientes a 19 familias
etnolingüísticas (44 lenguas originarias amazónica y 4 andinas). De las etnias
existentes en el Perú, otras están en situación de aislamiento voluntario
(Ministerio de Educación, 2013).
En el año 2007, la población indígena peruana sumaba aproximadamente unas
332.000 personas, que representaban apenas el 1,18% del total de la población
peruana de 28 millones de habitantes que da el censo del INEI de 2007, censo
que hay que tomar en cuenta en nuestra investigación. La población originaria
masculina representa el 52,5% de la población censada, es decir 173.758 son
hombres, en tanto que la población femenina, representa el 47,8% lo que
significa que 159.217 son mujeres.
Asimismo, definimos a los pueblos o grupos étnicos, como conjunto de
personas que comparten un idioma y una misma cultura, habitan en una misma
zona geográfica y reconocen una historia y antepasados comunes, mitos, ritos
etc.
Los departamentos que concentran mayor población indígena amazónica
(datos de 2007) son: Loreto con 105.900 habitantes, constituye cerca de la
tercera parte de la población total indígena (31,8%); seguidamente el
departamento de Junín con 73.637 habitantes, Amazonas con 15.230, Madre
de Dios con 4.005, Huánuco con 2.594 y Cajamarca con 988; mientras que
Ayacucho que concentra menor población indígena con 231 habitantes (0,1%).
Para completar el diagnóstico de este estudio de caso es necesario abordar dos aspectos
sustanciales relacionados con la valorización del territorio, de su singularidad y de los
vínculos que con él se tienen, y con la propiedad del territorio asociada al derecho estable
de acceso, de control y de uso de los recursos.
En un ensayo sobre las concepciones indígenas de la Amazonía respecto a su entorno,
realizado sobre la base de su conocimiento de las comunidades indígenas de los achuar
(Ecuador) y los makuna (Colombia), Descola (1998) afirma que el dualismo occidental
naturaleza y cultura no es reconocido para los indígenas, toda vez que la naturaleza es
parte integrante de un continuo en el que humanos y no humanos se integran y relacionan
en los distintos ámbitos. De esta forma, este autor mantiene que las cosmologías
amazónicas despliegan una escala de seres cuyas diferencias son de grado y no de
naturaleza.
Antes que una dualidad entre mundo natural y mundo social, la dualidad de la interioridad
y la materialidad está presente en todos los pueblos, con diversas y múltiples maneras de
conexión e interacción entre ellas, menciona Descola (2003), quien identifica cuatro
grandes ontologías, es decir grandes maneras de distribuir las propiedades entre los seres
existenciales: animismo, totemismo, analogismo, y naturalismo.
El hecho de que la cosmología de los pueblos amazónicos sea el animismo y la del
gobierno peruano el naturalismo explica en gran medida el fuerte desencuentro y la actual
ruptura entre ambas posiciones y visiones. El naturalismo invierte la construcción
ontológica del animismo ya que, en lugar de una identidad de las almas y una diferencia
de los cuerpos, presupone una discontinuidad de las interioridades y una continuidad
material (Descola, 2003).
El término territorio, al igual que el de desarrollo, es utilizado por los indígenas
amazónicos traduciéndolo a los conceptos de sus propias lenguas. Así, en un texto ya
clásico sobre el territorio y las comunidades indígenas peruanas, publicado en 1991,
titulado El indígena y su territorio son uno solo, se expone que “los pueblos indígenas y
sus territorios se pertenecen. Son inseparables” (Chirif, García y Chase, 1991: 7). En esta
obra, los autores explayan la unión del pueblo indígena a la riqueza natural heredada, así
como su carácter sagrado, y la obligación de legarla a sus descendientes.
No menos importante es la relación que establecen entre la defensa o reivindicación de su
territorio y la disposición al derramamiento de sangre, llegado el caso.
Además, Chirif, García y Chase precisan que el acceso a los recursos naturales del
territorio no depende de privilegios heredados o logros personales, sino de tres factores: la
disponibilidad, determinada por el hecho que otra persona no se haya apropiado de ellos;
no encontrarse en zonas que pertenezcan a otra población indígena; y, la capacidad
individual de aprovechar los recursos, a través de su trabajo.
Si bien la posición de los autores resulta en la actualidad un tanto idealista, pues mucho de
los pueblos indígenas tienen ya diferentes visiones, producto de su incorporación al
mercado y de sus relaciones con diferentes actores y organizaciones, no ha dejado de
tener vigencia en su esencia.
4. POSIBLES OPORTUNIDADES