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Los Llanos de Venezuela son un extenso sistema de praderas, bosques y sabanas inundables de

gran importancia económica y biológica que cubre gran parte o la totalidad de los estados
Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Guárico, Anzoátegui y Monagas de Venezuela. Forma
parte del sistema de sabanas sudamericano, que en total cubre unos 269 millones de
hectáreas, la mayoría de estas en Cerrados, Brasil (76%), y el resto compartida entre Los Llanos
de Venezuela (11%, 28 millones de hectáreas) y los Llanos Orientales de Colombia (6%, 16-17
millones de hectáreas)(1)(2)

La Estrategia Nacional sobre Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente y de los Recursos
Naturales y la Oficina Nacional de Diversidad Biológica definen a esta zona como la Biorregión
de los Llanos, una de las diez biorregiones ecológicas en las que se divide al país. El gobierno
nacional también ha incluido a los llanos entre las nueve Regiones político-administrativas de
Venezuela, aunque sólo comprende a los estados Guárico y Apure (menos el Municipio Páez)

Están localizados en una depresión mayormente cubierta por vegetación de sabana, y que
limita al oeste con Colombia, al sur con el Macizo Guayanés, y al norte con la Cordillera de la
Costa. A pesar de estar separados políticamente de los Llanos Orientales de Colombia, junto
con ellos forma una sola región ecológica, los llanos de Orinoquia (latitud 3° 10° N y longitud
62° a 74° W).

En total, la región de los llanos cubre 31.2% de la superficie total de Venezuela, y se extienden
en una extensa franja curva y alargada en dirección noreste desde la frontera con Colombia, a
lo largo del curso del río Orinoco y casi llega hasta el Océano Atlántico. Toda la región esta
sujeta a dos estaciones climáticas contrastantes. El invierno, en el cual caen torrenciales
aguaceros que inundan gran parte de la sabana, y el verano, el cual produce una larga sequía
que incluso causa incendios.(3)

Mapa los llanos


Características
Esta Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes, 
dos Guárico, Anzoátegui, Monagas
Limit
es Cordillera de la Costa
- Macizo Guayanés
Norte Delta del Orinoco.
- Sur Colombia
- Este
-
Oeste
Exte
nsión
28 millones ha.
%
31.2%
nacio
nal
Pobl
ación
4.025.552
%
16,6%
nacio
nal
Dens
15 hab/km²
idad

Origen y características

Geológicamente los llanos son una región joven, quizás de menos de 10.000 años. Se
desarrolló en un geosinclinal entre el Macizo Guayanés y el Altiplano de los Andes que con el
tiempo se llenó con sedimentos provenientes de la erosión de los Andes y la Cordillera de la
Costa, y los sedimentos dejados por el mar que alguna vez lo cubrió y que se retiró al elevarse
el Norte montañoso durante el Terciario. A partir de entonces, experimentó una serie de
subsidencias (movimiento de la superficie de la tierra hacia abajo), creándose un panorama
formado mayormente de planos aluviales. (4)(5)(6)(7)

Existen diversas áreas topográficas en los llanos, pero en general el perfil es plano con una
inclinación de menos de 1% hacia el Este. Sus suelos son ácidos y pobres, cubiertos de
gramíneas de escaso valor nutritivo. Sin embargo, algunas áreas con suelos más ricos poseen
pedazos relativamente extensos de bosques.
En los llanos se producen incendios naturalmente, como se evidencia de las muchas especies
de plantas que se han adaptado para resistir e inclusive depender de los incendios para su ciclo
de vida. Varias especies del género Trachypogon, Andropogon, y Axonopus pueden
regenerarse rápidamente tras un incendio y constituyen una importante fuente alimenticia
para los herbívoros. Los rancheros o llaneros, frecuentemente queman sus propiedades para
inducir el recrecimiento de estas plantas y alimentar a su ganado, aunque también lo queman
para facilitar la caza de especies locales.

La temperatura media anual de los llanos bajos es de 26.6° C, con una fluctuación media diaria
de 9.5° C y una fluctuación anual de 3° C. La precipitación varía de entre 1000 Mm. en el Este y
tanto como 2000 Mm. en el río Guaviare, con 90% de la lluvia cayendo entre abril y noviembre.
Entre enero y abriles la estación seca o verano, en la cual los cuerpos de agua se achican o
desaparecen por completo, quedando agua solo en esteros o lagunas. En esta época los ríos
más pequeños dejan de fluir, haciendo que la fauna dependa en las partes más profundas para
sobrevivir. De julio a octubre, existe una estación de lluvias que inunda la sabana. Los dos
meses entre cada estación se considera de transición.

Hidrografia

a red hidrográfica de los llanos es extensa debido a la cantidad de ríos que drenan hacia el río
Apure u Orinoco desde los Andes y la Cordillera de la Costa. El más importante de todos ellos
es el río Apure, que se alimenta de los ríos Meta, Cinaruco, Capanaparo, Arauca y Arichuna.

También drenan al Apure los ríos Uribante, Sarare, Caparo, Suripa, Ticoporo, Canaguá,
Masparro , Santo Domingo, Portuguesa y Guárico. En el este, donde los ríos se hacen menos
caudalosos como en el caso del Guariquito, Manapire, Zuata, Pao y Caris, y en los casos del
Unare, Neverí, Manzanares y Aragua, desembocan hacia el mar Caribe.

En el caso de los ríos Morichal Largo, Uracóa, San Juan y Guanipa, en ves de alimentar al río
Orinoco, su curso los lleva a desembocar directamente en el Delta.

Divisiones

Los llanos se dividen en tres sub-regiones naturales principales:

Los llanos occidentales (estados Apure, Barinas y Portuguesa).

Los llanos centrales (estados Cojedes y Guárico).

Los llanos orientales (estados Anzoátegui y Monagas).

Estos a su vez de subdividen en bajos o altos dependiendo de sus características.


Los llanos occidentales son los que más se inundan durante el invierno. Esto es por estar más
cerca de los Andes y la cantidad de tributarios del río Orinoco que lo cruzan de Oeste a Este.
Los llanos occidentales altos se encuentran al pie de los Andes y poseen un suelo propicio para
el cultivo. Los llanos bajos, por debajo de los 100 metros sobre el nivel del mar, se caracterizan
por formaciones fisiográficas como bancos, bajíos y esteros, producto de las inundaciones que
suceden durante el invierno.

Los llanos centrales cubren los estados Cojedes y Guárico, y se caracterizan por la presencia de
valles, mesetas y planicies aluviales. Esta área es la más fértil de todos los llanos y como tal
posee una gran actividad agrícola. Se divide a su vez en las sub-regiones naturales de los llanos
centrales intermedios y los llanos centrales bajos, dependiendo de sus características
naturales. Hacia el centro, estos llanos presentan unos accidentes geográficos denominados
Galeras.

Los llanos orientales en Anzoátegui y Monagas esta definido por grandes extensiones de
terreno plano con presencia de extensas mesetas de hasta 400 metros sobre el nivel del mar.
Estos terrenos son utilizados para la actividad agropecuaria y son lo que menos sufren los
efectos de las inundaciones causadas por las lluvias anuales. En los últimos cien años, han sido
de gran actividad minera debido al descubrimiento de grandes depósitos de petróleo en el
subsuelo.

Los llanos se pueden dividir en cuatro subregiones naturales principales: las planicies aluviales,
las planicies eólicas, los llanos altos y la región de piedemonte adyacente a los Andes(8).

Planicies aluviales

Las planicies aluviales son las zonas pantanosas situadas en la depresión tectónica en el
occidente de los llanos y que debido a su dramático régimen climático no es propicio para el
desarrollo humano. Es bastante plano con las mayores elevaciones de menos de 80 metros
sobre el nivel del mar. La vegetación predomínante es de sabana con pocos árboles y palmas.
La vegetación esta mayormente al lado de los ríos y esta es la zona más duramente golpeada
por las estaciones.

Existen cuatro formaciones fisiográficas importantes en las planicies aluviales: los bancos, los
bajíos, y los esteros.

Bancos
Bancos en los llanos de Apure.

Los bancos, que cubren aproximadamente un tercio de la región de los llanos, se encuentran a
los lados de los ríos y constituyen el área más elevada de las zonas ribereñas. Tienen entre uno
y dos metros, y consisten de arena y tierra pobre en sustancias orgánicas(9). En los bancos la
vegetación predominante es la palma (Copernicia tectorum), el samán (Pithecellobium saman),
el masaguaros (Pithecellobium guachapele), higuera (Ficus spp.), la caruta (Genipa americana),
el palo de agua (Cordia collococa) y el camoruco (Sterculia apetala)(10)(11). Ocasionalmente
tiene árboles más grandes como el pardillo amarillo (Terminalia amazonica) y la Ceiba (Ceiba
pentandra), que pueden alcanzar hasta 50 metros(12), y pueden incluso encontrarse caobas
(Swietenia macrophylla)(13).

Bajíos

Estas son regiones bajas alejadas de los ríos, con drenaje pobre, suelos ácidos y ricos en
materia orgánica(14). Durante el invierno, e bajío es parcialmente cubierto de agua, pero se
seca completamente en noviembre o diciembre. Pocos árboles pueden vivir bajo estas
condiciones, entre ellos la palma (Copernicia tectorum) y el caujaro (Cordia sp.).

Una característica de los bajíos son los bosques de palma (Mauritia flexuosa) conocidos
popularmente como morichales, los cuales alcanzan más de 18 m de altura a lo largo de los
ríos en las zonas de mayor inundación. Los morichales son importantes medios de sustento
tanto para animales y plantas, así como fibras para la fabricación de sombreros, hamacas. En
los bajíos también se encuentran los surales, que consisten de miles de montículos de tierra
cubiertos por gramíneas, (predominantemente Trachypogon spp.). En el resto es común
encontrar arbustos espinosos, incluyendo barinas (Cassia aculeata), guaica (Randia armatta),
(Mimosa pigra), (Mimosa dormiens), y (Hydrolea spinosa), y gramineas como (Paspalum spp.),
(Paratheria próstata), (Eleocharis spp.), (Leersia hexandra), y (Hymenachne amplexicaulis)(15).

Esteros

Esteros en el Hato Piñero.

Los esteros son las zonas más bajas de los llanos. Se caracterizan por sus suelos finos y mal
drenados en los que la principal forma de perdida de agua es la evaporación. A medida que
progresa el verano, los esteros conservan el agua mejor que otras áreas y solo se secan al final
de la estación (marzo o abril). Debido a que los esteros están inundados la mayor parte del
año, sus suelos arcillosos y duros inhiben el crecimiento de la mayoría de plantas, excepto la
ocasional palma. Por esto los esteros son dominados por vegetación flotante donde
predominan el jacinto de agua (Eichhornia crassipes) y el camalote (Eichhornia azurea). Otras
plantas flotantes son la Salvinia spp., Pistia stratiotes, y Ludwigia spp., mientras que entre las
plantas con raíces en el suelo se encuentran Thalia geniculata, Ipomoea crassicaulis, Ipomoea
fistulosa, Eleocharis spp. y Cyperus spp.(16).

Planicies eólicas

Están localizadas al sur de las planicies aluviales y son grandes extensiones de dunas indicativas
de condiciones áridas durante los periodos glaciares. Esta subregión esta cubierta mayormente
de gramíneas improductivas como el Paspalum, Trachypogon(17). Bosques al lado de los ríos
tienen la única vegetación del área. Los morichales también ocurren al lado de los ríos, y en
conjunto proveen agua y comida para la fauna, siendo los lugares de mayor concentración de
especies en la subregión.

Los llanos altos

Se encuentran al este de las planicies aluviales. El relieve contiene más colinas y se encuentran
mesetas con suelos duros que inhiben el crecimiento de árboles. Los suelos son ricos en hierro
y aluminio, y la vegetación esta compuesto de mayormente de gramíneas de bajo valor
nutritivo como la Trachypogon spp.)(18). Alrededor de los ríos o lagunas aparecen sabanas
boscosa con árboles como el saladillo (Caraipa llanorum). Esas sabanas se inundan
estacionalmente y su característica más prominente es su habilidad para inhibir el desarrollo
de arbustos, permitiendo solo gramíneas. Aquí también se encuentran surales en las áreas
susceptibles a inundación.

Piedemonte

Las sabanas de piedemonte son la parte más alta de los llanos y se localizan cerca de los
Andes. Sus suelos son más profundos y ricos debido a los depósitos aluviales de los Andes por
lo que son las zonas con más vegetación en los Llanos. El bosque tropical seco es el más común
y tiene una población vegetal similar ala de los bancos. Debido a la mayor fertilidad y mayor
área, la agricultura y la explotación maderera se produce en la región, donde la industria
pecuaria también es ligeramente más intensa que en otras partes.

Biodiversidad

Vegetación
Sabanas inundadas)

La diversidad vegetal es medianamente alta, son unas 3,424 especies de plantas vasculares,
pero el endemismo con menos de 40 especies es bajo(19). Entre las endémicas se encuentran
especies como la Vernonia aristeguietae, Bourreria aristeguietana, Stilpnopappus pittieri, S.
apurensis, Hymenocallis venezuelensis, Eriocaulon rubescens, Limnosipanea ternifolia y la
Gustavia acuta(20).

Muchas plantas en los llanos están adaptadas para resistir incendios, entre ellas el chaparro
(Curatella americana), el manteco (Byrsonima crassifolia) y el alcornoque (Bowdichia
virgiloides), los cuales protegen al árbol con una corteza dura.

Fauna

La biorregión de los llanos es proporcionalmente pobre y con menos endemismo que otras
zonas adyacentes, la mayor diversidad centrándose en los bosques ribereños y su permanente
o temporal fuente de agua y comida(21)(22)(23)(24)(25). Por esto solo hay un pequeño
número de plantas y animales endémicos en la zona.

Las aves están representadas por unas 475 especies, incluyendo residentes y migratorias que
se reúnen en grandes números durante el verano para alimentarse de los disminuidos cuerpos
de agua. De estas las más importantes son las garzas y garzas reales, íbices, cigüeñas, patos y
numerosas aves de rapiña(26). El endemismo, sin embargo, es restringido al rabiblanco del
Orinoco (Thripophaga cherriei), aunque el carpinterito del Orinoco (Picumnus pumilus)
también puede considerarse endémico. En cualquier caso, ninguno de los dos esta restringido
a los llanos(27).

Los mamíferos están representados por 102 especies(28) o el 31% de la fauna terrestre de
Venezuela(29). Casi todas son murciélagos (59 especies)(30), de las que solo 3 son endémicas
junto a 17 Rodentia, 11 Carnivora, 5 Edentada, 4 Marsupialia, 2 Primates, 2 Artiodactyla, 1
Perissodactyla y 1 Lagomorpha. Como característica peculiar, la fauna de los llanos
venezolanos tiene una ausencia casi absoluta de animales ungulados, como el caballo o la
cabra, en estado natural.
Entre los animales terrestres, el más abundante es el chigüire o capibara (Hydrochaeris
hydrochaeris). Le sigue el venado de cola blanca, el oso hormiguero (Myrmecophaga
tridactyla), el oso mielero (Tamandua tetradactyla) y el armadillo (Dasypus sabanicola).
también hay zorros cangrejeros (Cerdocyon thous), ocelotes (Leopardus pardalis), pumas
(Puma concolor), jaguares (Panthera onca), y la nutria gigante (Pteronura brasiliensis). Solo hay
dos especies de mono en los llanos venezolanos, el mono araguato (Alouatta seniculus) y el
mono capuchino (Cebus olivaceus), y en cambio existen unas 75 de especies de reptiles.(31)

Algunos reptiles se encuentran en grandes números como la anaconda (Eunectes murinus), la


baba (Caiman crocodilus), el galápago llanero (Podocnemis vogli), la iguana (Iguana iguana) y el
mato real (Tupinambis teguixin). Otros reptiles son tortuga mata-mata (Chelus fimbriatus), la
tortuga pecho quebrado (Kinosternon scorpioides), la tortuga terecay (Podocnemis unifilis), la
tortuga arrau (Podocnemis expansa), y el babo morichalero (Paleosuchus palpebrosus). El
endemismo también es bajo entre los reptiles con una sola especie endémica, la cascabel
enana (Crotalus pifanorum), y dos casi endémicas como el galápago llanero y el cocodrilo del
Orinoco (Crocodylus intermedius). Tres reptiles merecen especial mención, la tortuga Arrau,
por ser la tortuga terrestre más grande de América y llegar a pesar sobre los 50 kilos. El
cocodrilo del Orinoco por la única especie restringida a una sola cuenca (la del Orinoco), y la
tortuga de patas rojas o morrocoy (Geochelone carbonaria) que es la especie más
frecuentemente usada como alimento por la población rural de los llanos(32).

Los anfibios son abundantes y durante la estación invernal prácticamente omnipresentes.


Están representados por unas 36 especies(33), siendo las más comunes el sapo de caña (Bufo
marinus), la rana platanera (Hyla crepitans), la rana cabeza pequeña (Hyla microcephala), la
rana pequeña de Rivero (Hyla minuscula) y la rana paradoja (Pseudis paradoxa).

También existe una gran diversidad de peces en los llanos con 300 especies reportadas(34). La
fauna acuática aumenta considerablemente en abundancia y numero de especies durante el
invierno, cuando hay una substancial expansión del área cubierta por agua y el cambio en los
niveles de los ríos, con algunos llegando a tener hasta 8 metros de profundidad. En contraste,
durante el verano, solo los peces adaptados para respirar oxigeno atmosférico pueden
sobrevivir debido a las temperaturas (30-40° C) y la pobre circulación del agua, que causa una
drástica reducción en sus niveles de oxigeno(35).

El nivel de endemismo no está claro aun, pero de estima que esta alrededor de las 20 especies,
aunque algunas pueden hallarse al sur en el Orinoco(36). Los más notables incluyen varias
especies de bagre (Brachyplatystoma filamentosum, Pseudopimelodus apurensi,
Phractocephalus hemiliopterus), la anguila eléctrica (Electrophorus electricus), manta rayas de
agua dulce (Paratrygon aireba, Potamotrygon orbignyi) y pirañas (Serrasalmus altuvei,
Serrasalmus elongatus, Pygocentrus notatus). Cuando los ríos inundan la sabana, los peces
invaden las nuevas áreas para comer y reproducirse y después vuelven al río. Algunos, sin
embargo, se quedan atrapados en lagunas temporales donde aumentan su densidad de
población a medida que la estación seca avanza(37).
Población

A pesar de su extensión, la población de los llanos es solo de 4.025.552 habitantes, lo que


representa el 16,6% de la población nacional, y una densidad de 15 habitantes por Km2 en
comparación con 26 habitantes por km2 de la media nacional.

El 78% de esta población habita las ciudades más importantes como San Juan de los Morros,
Calabozo, Zaraza, San Fernando de Apure, Guasdualito, Elorza, Barinas, Guanare, Acarigua, San
Carlos, El Baúl, Valle de la Pascua, El Tigre, Píritu, Caripito y Maturín.

Según proyecciones de la OCEI en 2000, la población rural de los Llanos es de 714,691, con una
densidad de 2.6 personas por kilómetro cuadrado.

Los estados con una tasa de crecimiento superior al promedio de la región e incluso al nacional
son Apure, Portuguesa y Cojedes, los que constituyen en las zonas de mayor dinamismo
demográfico. Guárico, Monagas y Anzoátegui presentan una tasa de crecimiento inferior al
promedio regional, sin embargo, en comparación con las tasas de décadas anteriores todas las
entidades registran un aumento en el ritmo de crecimiento.

Según el censo de 2000, 15,719 indígenas de diversos grupos étnicos viven en los Llanos,
estando distribuidos de la siguiente manera:

Kariña - 7,253

Pumé (o Yaruro) - 5,321

Warao - 2,485

Guahibo – 333
Kuiva (o Cuiba) – 325

Wayuu - 2

Los Pumé, Guahibo y Kuiva ocupan el suroeste alrededor del Capanaparo y el Cinaruco, y se
mantiene a ellos mismos mediante la caza, pesca y la agricultura. Algunos Pumé hablan
español y ocasionalmente viajan a las poblaciones cercanas para trabajar la agricultura, pero
en general todavía viven de forma tradicional. Los Kariña y los Warao ocupan el Este de los
llanos altos, siendo los últimos el grupo étnico predominante en el Delta del Orinoco, y ambos
mostrando diferentes grados de asimilación cultural.

Cultura

Llaneros tratan de tumbar un toro por la cola en una manga de coleo en Barinas.

La cultura de los llanos ha marcado profundamente la identidad de Venezuela. Los llaneros,


con su imagen romantizada de hombres a caballo viviendo de y luchando contra la naturaleza,
ha representado por décadas al ideal de lo verdaderamente venezolano. Por ende, la cultura
llanera, a pesar de su generalidad debido al gran número de estados que representa, se basa
principalmente sobre el llanero y sus costumbres.

La música llanera es el represéntate máximo de la cultura popular venezolana y es


comúnmente utilizada como sinónimo de música venezolana. Esta música se distingue por el
uso del arpa, las maracas y el cuatro. El baile de la región es el joropo, que también es el baile
nacional de Venezuela, así como el liquiliqui o liquilique, indumentaria típica de los llanos, es el
traje tradicional del país.

La música de los llanos es popular en toda Venezuela y entre los músicos más destacados se
encuentran Reynaldo Armas, Teo Galíndez, Rummy Olivo, Cristóbal Jiménez, Ignacio Figueredo
y Juan Vicente Torrealba. Otros ritmos de la región son los golpes, los pasajes, las tonadas y los
contrapunteos.

El deporte de la región es el coleo, competencia similar al rodeo norteamericano, que consiste


en derribar reses desde un caballo en estadios llamados mangas construidos especialmente
para esta actividad.

Las artesanías llaneras son otra expresión importante de la zona, y son hechas mayormente
por indígenas con técnicas heredadas de antepasados. Para estas se utilizan materiales como
el cogollo de palma sabanera, el cogollo de moriche, la arcilla, semillas, madera, cuero,
guaruras, azabache, entre otros y así se fabrican tinajas, chinchorros, sombreros, alpargatas y
artesanías de cuero. Los indígenas de la etnia Yaruro elaboran artículos de arcilla como jarras,
floreros y tazas. Los indígenas ubicados en el municipio Pedro Camejo fabrican mapires, cestas,
esteras y demás objetos tejidos en palma sabanera o llanera.

Un tipo de artesanía más especializada pero igualmente autóctona se encuentra en la


elaboración de los instrumentos típicos de la región, como el cuatro, arpa y maracas.

La cocina llanera se basa en peces de río, carne, arroz, yuca y maíz, los cuales se utilizan en una
variada gama de platos criollos. Con la yuca se prepara casabe, o se come frito o sancochado, y
con el maíz se preparan arepas. Platos autóctonos de la gastronomía local son el pisillo de
chigüire, el pastel de morrocoy, el paloapique llanero, el currito apureño, el guiso de galápago,
y la carne en vara. Con el pisillo de chigüire se prepara el pabellón veguero, compuesto por el
pisillo, arroz, tajada de plátano frito maduro y queso.

Turismo

En los últimos anos se ha desarrollado una inmensa actividad turística en los Llanos,
especialmente dirigido al área ecológica. Así, varias haciendas se han transformado en reservas
para observadores de vida silvestre, particularmente aves. Estas y otras instalaciones además
ofrecen servicios para pasear en vehículo o caballo por la sabana, en cuyos ríos y represas
existen balnearios y se practican algunos deportes acuáticos, incluyendo el rafting. Los turistas
también visitan para presenciar y hasta participar en las faenas llaneras como el ordeño y la
fabricación del queso y las vaquerías.

Entre las haciendas ofreciendo estos servicios se encuentran:

Hato Piñero

Hato cedral

Hato el frío

Una de los aspectos más ricos de los llanos es su historia, debido al protagonismo que tuvo
durante la guerra de independencia. Así, muchas ciudades guardan edificios o parques de
importancia que pueden ser visitados durante el año como Mucuritas, Campo de la Miel, El
Yagual, Las Queseras del Medio y el Paso de Diamante, los cuales fueron centro de
operaciones del General José Antonio Páez, durante la guerra.

En los llanos es posible observar dos competencias de navegación anuales que se realizan por
los ríos: Las 400 Millas del Orinoco y Nuestros Ríos son Navegables, la primera en agosto y la
segunda en septiembre. Las 400 Millas del Orinoco es una competencia internacional de
velocidad que inicia su recorrido en San Fernando de Apure y llega al malecón de San Félix, en
Ciudad Guayana.
Para visitar los llanos se puede viajar por autobús desde las ciudades en el centro del país o por
avión hasta los siguientes aeropuertos:

Aeropuerto Nacional Las Flecheras, estado Apure.

Aeropuerto Internacional José Tadeo Monagas, estado Monagas.

Aeropuerto Nacional La Coromoto de Guanare, estado Portuguesa.

Aeropuerto Nacional de Barinas, estado Barinas.

Aeropuerto Nacional Valle La Pascua, estado Guárico.

Economía

Llanero cruzando un río con reses

La actividad económica más común en los llanos es la cría de ganado. La mayoría de la región
se encuentra en manos de pocos ganaderos que poseen grandes haciendas de 10.000 a más de
100.000 ha. Sin embargo, la cría del ganado es de baja densidad, usualmente 0.2-1 animal por
hectárea, y los animales se encuentran libres y comen pasto natural en los prácticamente
vírgenes panoramas. De su cuenta, los animales se mueven de bancos a bajíos a esteros a
medida que la estación seca avanza, y de vuelta cuando la sabana se inunda otra vez. Como
resultado positivo, el impacto de la ganadería en el ecosistema es bajo.

De las 28 millones de hectáreas que cubren los llanos, la ganadería de este tipo usa alrededor
de 6 millones de hectáreas, mientras que la producción vegetal utiliza alrededor de un millón
de hectáreas.

Cosechar en los llanos no es fácil. Sus suelos son duros, ácidos y con poca capacidad para el
intercambio cationico. Esto se traduce en suelos pobres con potencial prácticamente nulo para
la agricultura. El único lugar donde esta actividad es posible es en los alrededores de presas,
donde la fuente de agua es confiable y aun en estos casos requiere gran cantidad de
fertilizantes y pesticidas que la hacen onerosa. En las riberas de los ríos la agricultura se realiza
a menor escala, ya que las inundaciones regulares aumentan la fertilidad con los sedimentos
que deposita, pero la explotación industrial se hace todavía más difícil debido a la falta de un
sistema de carreteras que cubra esta zona.

Esto a pesar que en los últimos 50 años los llanos han desarrollado una industria petrolera de
importancia, sobre todo los estados Anzoátegui y Monagas.
La explotación forestal también es una importante actividad económica de la región llanera.
Sobre todo en las reservas de Turén, Ticoporo, San Camilo y Caparo, en los estados Barinas y
Apure. Esta industria es mayormente irregulada y en vez de resembrar las zonas deforestadas,
los bosques están siendo reemplazados por pasto o y áreas de ganadería.

Conservación

Existen 5 parques nacionales en los llanos de Venezuela, y estos cubren 1.257.618 hectáreas.
Además, existen varias áreas protegidas, incluyendo reservas forestales y refugios de fauna,
que en conjunto suman 6.099.274 hectáreas(38). Estas áreas son poco mantenidas por el
gobierno pero debido a la escasa población de la región de mantienen virtualmente vírgenes.

Así, la región de los llanos está de lejos de ser amenazada ecológicamente pos sus habitantes.
Sin embargo, existen varias especies en peligro de extinción debido a su explotación.

Una de ellas es el chigüire, el cual fue consumido por más de cuarenta años de forma
sostenible después del edicto papal que permitía su consumo en vez de pescado durante la
Cuaresma católica con el gobierno de Venezuela permitiendo su explotación comercial en esta
época del año(39). Pero en los últimos años el número de chigüires declinó considerablemente
de entre 30.000 y 45,000 animales a unos 4000 en 1986(40). Esta disminución redujo el
número de animales que existen hoy en día, haciendo casi imposible la explotación del animal.

Otro animal en peligro es el cocodrilo del Orinoco, el cual fue cazado por sus huevos, carne y
piel hasta casi exterminarlo en los años 1930, 1940 y 1970. Tras ser puesto en estado de
protección, el animal ha mantenido sus niveles, y su explotación ha sido sustituida por la de la
baba, cuya población aumento durante la misma época(41). Este animal ha sido explotado
comercialmente por años de forma sostenida(42), pero al igual que el chigüire, su población
actual no es suficiente como para mantener una gran industria.

Un problema relacionado con la actividad agropecuaria es la mezcla de animales salvajes con


domésticos. El ganado vacuno ha transmitido fiebre aftosa a otros animales ungulados nativos
extirpando poblaciones enteras de venados y jabalís.

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