A

DICIEMBRE 1939

POBLACION ESCOLAR 7 2 0 .0 0 0

I N S C R IP C I O N

* ^ 9 2 4

INSCRIPCION PRIMARIA

ESCUELAS PRIMARIAS

O F IC IA L ES , 5
PA R TIC U LA R ES, 1 4

E S CUE L A S S E CU N D A R I A S - oficiales , 27

EDUCACION SUPERIOR Y ESFECIA LES- o fi c í a l e s , 17

L I T .Y T I P . D E L C O M E R C IO - C A R A C A S
CIRC ULAC IO N: 16.000 EJEMPLARES
En sus danzas, los guahibos evocan sus ha-
zañas de g u erra y sus dioses protectores.

Desde niños, los indios se

e je rcitan en su arm a p re ­
dilecta: la flecha.
P u b l i c a d a M e n s u a l m e n t e Po r L a standard Oil Co . of Venezuela y Lago Pe t r o l e u m C o r p .
= R e d a c c ió n : S o c ie d a d a T r apo so s N o. 4 - A partado N o . 889 .....................=

NUM. XV II CARACAS: OCTUBRE DE 1940. AÑO II.

ED ITO R IA L
UANDO se trabaja con fe, se vencen dente de la República: . .y confío en que
los más grandes inconvenientes y se el próximo año nos encontraremos más se­
salvan las más grandes dificultades. guros de nosotros mismos”. Esa es la fe en
Bien se ha dicho que la fe trasporta las mon­ el éxito. Confiar en que a cada día que pa­
tañas. Debemos tener fe en el presente pa­ sa, nos hallaremos más seguros de nosotros
ra vencer cuanto pueda presentarse a nues­ mismos, es decir, de nuestros propósitos, de
tro paso. Y debemos también tenerla en el nuestra personalidad. Pensemos como él,
porvenir. Estas son las bases más fuertes “confiemos” en nuestra potencialidad y Ve­
para que la humanidad logre su anhelo de nezuela avanzará en esa ola de progreso y
absoluta redención en todas las fases de su ocupará siempre el puesto que le corres­
constante evolución. ponde entre las naciones del orbe.
Las perspectivas del momento pueden La industria petrolera ha contribuido y
no ser halagüeñas, y las circunstancias ha­ continuará contribuyendo al progreso y
cen esperar tiempos difíciles; pero no de­ bienestar general del país, con la precisión
bemos olvidar que siempre existe mayor su­ requerida. Aunque ha sido víctima de in­
ma de bien que de mal en el mundo, y que, justos ataques, la verdad es que esta indus­
a la larga, el derecho triunfa sobre la fuer­ tria siempre ha cumplido no solamente sus
za. Ningún esfuerzo por el progreso uni­ obligaciones de la manera más cabal, sino
versal se pierde, ha dicho un alto pensa­ que en todo momento ha estado lista a pres­
dor, y por ello debemos contribuir a ese pro­ tar su concurso donde ha sido necesario, a
greso a la medida de nuestras posibilidades. contribuir gustosamente con sus esfuerzos
Creemos que no está lejano el día en a todo lo que signifique progreso y engran­
que las fuertes barreras comerciales entre decimiento para Venezuela.
unas naciones y otras sean echadas por tie­ Nuestras Compañías han procurado ex­
rra, y que nuevas relaciones, inspiradas en poner en esta Revista algunas de sus con­
el verdadero espíritu de humanidad y de la tribuciones reales hechas al adelanto nacio­
más absoluta justicia, prevalezcan con cla­ nal, al proveer en todos sus campos a la sa­
ra precisión en el intercambio comercial y nidad, al establecimiento de hospitales, es­
en las comunicaciones internacionales. Mu­ cuelas y facilidades para el recreo y el sano
cho es lo que debemos esperar, lo que tene­ esparcimiento, empleando para ello los más
mos derecho a esperar. Pero para ello nece­ modernos adelantos, y también han coope­
sitamos más valor, más resolución, mayor rado a la vez con el Gobierno en la cons­
empeño en el trabajo, mayor confianza en trucción de carreteras que se han necesitado
nuestro prójimo, más elevados ideales. Y y en varias otras obras públicas. Pero la ta­
sobre todo, más fe. rea a que hay que darle el frente no es tal
Claramente vemos que el mundo ha ve­ que pueda desempeñarla una sola persona o
nido progresando continuamente a través una determinada entidad: necesitamos unir­
de los años y continuará progresando a me­ nos y concentrar esfuerzos para lograr el
dida que adelante la civilización. Todo co­ fin que todos deseamos: la tranquilidad y el
mo obedeciendo a una ley inmutable y eter­ engrandecimiento de Venezuela.
na. En ocasión memorable, en la clausura Hagámoslo así, y con fe en el porvenir
de las últimas sesiones del Congreso, dijo marchemos hacia adelante, plenos de va­
el General Eleazar López Contreras, Presi­ lor y optimismo.
 E nuevo el cro n ista se in te r­
D na p o r la p ro v in cia en bus­
ca de la m ansión que deba ser his­
to ria d a en la sección fijada a tal
efecto. La m archa ha sido, en la
presen te ocasión, asaz larga. De
nuevo, n u estra cu rio sid ad se de­
tiene en el E stado T rujillo, donde
ya en o tra o p o rtu n id ad com enta­
mos el pasado de o tra de sus más
in teresan tes “casas”. La de hoy,
p o r su p arte, tien e tam bién relie­
ve especialisim o. Mas, antes, de­
bem os p re fija r el concepto. Mejor
dicho, situ arn o s en el m om ento
justo en que se d e sa rro lla ra el epi­
sodio tr a s c e n d e n ta l.. . !
Nos encontram os en el año de
1820. P a ra esa fecha B olivar ha­
bía realizado ya el p o rten to de
aquella gloriosa m arch a que cul­
m in a ra con los triu n fo s de P an ta­
no de Vargas y Boyacá en tie rra s
de Nueva G ranada. El año ante­
rio r (1819) h ab ía sido en extrem o
afo rtu n ad o p a ra las arm as de los
patrio tas. T anto en lo m ilita r co­
mo en lo p olítico dos grandes y
geniales acierto s lograro n conm o­
ver en los doce meses referidos, el
sentim iento de p ro p io s y extraños,
De sum a im p o rtan cia resultaba,
como hem os dicho, la feliz cam ­
pañ a que en un claro m om ento de
deslu m b ran te vid en cia realizara el
L ib e rta d o r a la Colom bia clásica
y asim ism o destaca con ru tilan te
brillo de estrellas el m agnífico ges­
Y en esta casa se forjó u n a nueva conciencia.
to del Congreso de Angostura.
Año ejem plar el de 1 8 1 9 ...! Ex­
ponente adm irable de las m uchas
facetas en una sola personalidad.
Al lado del hecho m ilitar cum pli­
do, la base o el cim iento de aque­
lla proeza, engarzada en la con­
cepción sin p a r del discurso de An­
gostura. Modelo ideológico, p re ­
cepto sublim e, guión político, sa­
piencia de legislador, solvencia de
estadista, cap acid ad a d m in istra ti­
va, ello, todo ello, y m ucho más,
e n c ie rra ese m agnífico legado que
B olívar p ro d ig a ra en el O riente
v en ezo lan o . . .!
El destino lo encarna la idea. La
triu n fa l cam paña de la Nueva Gra­
nada resulta entonces la inm ediata
consecuencia de la p auta que se
señalara en Angostura.
A su regreso de la fu tura R epú­
b lica de Colombia, B olívar en tra a
Venezuela por San Cristóbal. Poco
después, sin m ayores dificultades,
se adueña el L ib ertad o r de Méri-
da hasta entonces en p o d er de las
tro p as del Rey. Con esta firm e
base en los Andes, B olívar conti­
núa su tray ec to ria vital hasta
T rujillo.
P ara ese m om ento (1820) el Ge­
n eral Pablo Morillo ha fijado la re ­
sidencia en su Cuartel General en
C arache. El m om ento es propicio
p a ra conversaciones “am istosas” .
L ógicam ente éstas se in ician con
buen pie. El próxim o gran M aris­
cal de Ayacucho, el General Anto­
nio José de Sucre, Jefe del Estado
M ayor de las fuerzas que susten­
tan y sostienen la independencia,
conjuntam ente con P edro B riceño
Méndez y José G abriel Pérez, ac­
túan de in term ed iario s en los “hu­
m anitarios tra to s” que vienen p ro ­
yectándose. P o r fin, el 25 de No­
viem bre se firm a un a rm isticio :
las hostilidades se suspenderán por
seis meses y al m ism o tiem po que­
d arán dem arcados los territo rio s
que p a ra esa fecha ocuparen los
ejércitos en pugna. Poco tiem po
después un tra tad o de Regulariza-
ción de la Guerra es suscrito en la
m ism a ciudad de T r u jillo ...!
Y es suscrito en la casa que ilus­
tra hoy estas colum nas. El suceso
es hondo de esp íritu y tam bién lo
es de contenido. La trascen d en cia
del acto no puede ser m ayor. Es
la hum anización de la guerra. Es
la pied ad aplicada al hecho de ar­
mas doloroso siem pre. Y aquella
casa hum ilde en ap arien cia reco­
ge el más noble de todos los an­
helos: el am or p o r el prójim o. La
d o ctrin a sublim e de Dios hecho
hom bre, inunda, en aquel m om en­
to, con la fragancia de su espíritu
la am plitud de la vasta co rdillera
andina. Todo es epifan ía: h a na­
cido una conciencia nueva, una
conciencia de am or y paz, en una
hum ilde casa de T rujillo.
Antonio REYES.
 Substancia de la Resurrección
B iblioteca árabe.—M iniatura de un m a­
n uscrito árabe antiguo.
ONOZCO varias bibliotecas
C p riv ad as en Buenos Aires.
Algunas m agnificas p o r la can ti­
dad, calidad y v ariedad de sus li­
bros. O tras, m enores, desordena­
das y m odestas, pero que corres­
ponden al esp íritu y la profesión
de sus dueños.
Otras, m uy lujosas, con todos los
volúm enes encuadernados “artísti­
cam ente” (hay encuadernaciones
“artístic a s” horribles) y en las que
nadie toca los libros, que son tra ­
tados como “bibelots”. “Mírame y
no me leas”, p o d ría ser el rótulo
de estas bibliotecas.
Pero en ninguna de las que
conozco me hab ía sido dado hasta
ahora el p lacer “de a n d a r con los
lib ro s”, de llevarlos de una p arte
a otra, de clasificarlos p o r auto­
res, idiom as o m aterias en los es­
tantes. No hab ía podido, en su­
ma, “revolver” una biblioteca por
la razón muy sim ple •— y doloro-
sa p a ra mí — de que ninguna era
m ía . . . Pues no basta que le digan
a uno, como se lo dicen galante­
m ente, “están a la disposición de
usted”, p a ra e n tra r a saco en los
libros ajenos. N adie sufre tanto co­
mo el bibliófilo y el biblióm ano
cuando, en circunstancias excep­
cionales, “no tienen más rem edio”
que p re star un libro, o p erm itir
que alguien penetre en su “sancta
sanctorum ” p a ra tom ar apuntes.
E ntre todos los am antes, el más
celoso es el de los libros.
Cabe re c o rd ar aquí un caso ilus­
tre de prodigalidad o altruism o bi­
bliográfico: el de Angel Ganivet,
que nunca tuvo ni quiso ten er una
biblioteca. Com praba constante­
m ente libros, los hojeaba, los leía,
los “devoraba” en ocasiones y lue­
go se los regalaba al prim ero que
los quisiese.
Decía el autor del “Idearium Es­
pañol” que lo interesante — para
él — de cada libro era “lo que se
le quedaba en la m em oria”. Y su
m em oria debió de ser m uy profun­
da y sensible, pues pocos hom bres
de nuestra raza han sabido y dis­
cu rrid o tanto como él. Más próxi­
mo de nosotros es el caso de An-
dré Gide, que hace ya varios años
vendió la m ayor parte de su bi­
blioteca.
Pues bien, en uno de estos días
tristes y dolientes que estamos pa­
sando, ante el inm enso dram a de
nuestra época, cuando me pareció
que nada ni nadie po d ría m itigar
mi angustia, los libros, los hum a­
nos y divinos libros, vinieron a
distraerm e, a abstenerm e de mi do­
lor. H abía ido yo a v isitar a una
dam a, viuda de un famoso escritor
argentino, y me la encontré — no
es ya joven, pero sigue siendo
ágil — subida a una escalera y
junto a un alto anaquel de libros.
De todos colores y tam años, en su
traza exterior, los había en la habi­
tación : sobre las mesas, sobre las
sillas, sobre la alfo m b ra.. .
•— Estoy arreglando la bibliote­
ca de F ernando. He hecho, como
verá, una gran reform a. Las estan­
terías son nuevas. Y no he dejado
ningún volúmen en rústica ■—■ me
explicó la señora.
Yo todo lo com probaba, lo ce­
lebraba y . . . sentía envidia del
“ valet” que estaba ayudándola en
aquel trasiego y colocación de los
volúmenes. Solicité y obtuve el
perm iso de co n trib u ir a tarea tan
sim pática y noble. Y no fué una
hora, ni dos, sino varias y d istri­
buidas en tres jornadas las que pa­
sé en un luminoso aposento de
Buenos Aires, en la com pañía e
in tim idad dinám ica de los libros.
Sólo fugazmente podía reco rrer
algún párrafo, algunas líneas. De­
bía conform arm e con leer, sobre
los brillantes tejuelos, el título de
la obra y el nom bre del autor. Leí
títulos y nom bres inm ortales. Otros,
cuya fam a se m ustia. Algunos que
había olvidado. P asaron p o r m i
m ano filósofos y autores cómicos,
críticos y novelistas. P asaron to­
das las edades y todos los pueblos
del m undo: Asia, Africa, Europa
y América. El pasado más rem o­
to, “reviviendo” al conjuro de un
nom bre. Pasó la vida, la vida en­
tera de ayer, de hoy y de m añana,
resguardada, salvada y “eterniza­
d a” en los lib ro s. ..
Tomé uno de éstos — ignoro
cuál, -— lo puse sobre m i corazón
y después junto a m is labios y lo
b e s é ... Y me dije a mí mismo —
en una a modo de plegaria m uda:
“Esto no puede m o r i r ... Esto si­
g u e ... Esto es la substancia de la
resu rrecció n ”.
Alberto INSUA.
Nuestra Portada
D entro de las nuevas m odali­
dades pictóricas, la aspiración
a sugerir ha encontrado prosé­
litos entusiastas y fervientes. Se
tra ta de lograr con trazos de
factura original la im presión
del espíritu curioso que se acer­
que a analizarlos, y propender,
en consecuencia, a que la m ira­
da inquisitiva del público no se
detenga exclusivam ente ante lo
que exprese la p intura, sino que
al mismo tiem po ésta logre en la
sensibilidad de todo, una serie
de reacciones despertadas en
ese momento. Tal el caso de
muchos hom bres que han cau­
tivado p a ra sí el interés general.
Hoy, el distinguido p in to r ve­
nezolano Leopoldo La Madriz,
de modo fino y preciso logra
inusitados momentos de deleite
espiritual. A cierta igualm ente
en lo contrastado de la compo­
sición y en la debida captación
del am biente. Sus colores, para
com pletar la bondad artística
de la p in tu ra que hoy sirve de
po rtad a al presente núm ero de
esta Revista, ostentan el relieve
y la saturación necesaria e im ­
prescindible.
 El P u e b lo de Carip ito
V ista panorám ica del Pueblo de C aripito.
las rib e ra s del río del m is­
A mo nom bre, lin d an d o por
u n a p arte con el Cam pam ento ge­
n e ra l de la C om pañía y p o r o tra
con el cen tro de más intenso m ovi­
m iento de ésta, se reclin a a la fal­
da de los g randes cerros, el p ró s­
p ero y activo C aripito. U nido p o r
c a rre te ra especial con la Capital
del E stado y así con todo el resto
del p aís, lo m ism o que p o r su a r­
te ria fluvial con toda la región cos­
ta n e ra del O riente, que como lo
sabem os es ric a en pro d u cció n
agrícola, lia visto en sancharse con­
L a Casa de M aternidad.
de Banco, Aduana, Telégrafo, F a r­
m acias, L ibrerías, y todo otro mo­
tivo de los que constituyen vida,
salud y grandeza p a ra los pueblos
en form ación. F ren te a la Calle
P rin c ip a l se está construyendo un
edificio p ara asiento de los Pode­
res Oficiales, y hacia la p arte Sur
del pueblo, en una rá p id a p rolon­
gación se estiran “Los C erritos”,
plenos de gente y de m otivos labo­
riosos. Siguiendo la ca rretera que
conduce de la población hasta “La
Sabana”, que es en donde tienen
lugar las operaciones de re fin e ría
de la C om pañía en C aripito, fácil
es prejuzgar, p a ra quien trafique
p o r d icha c arretera, al m irar la
porción de casas, habitadas y en
construcción existente en todo el
trayecto, que tam bién “La Sabana”
v en d rá a ser en no lejano tiem po
otra prolongación de lo que es ya
hoy el extenso pueblo de C aripito.
H acia el puerto, o sea en la p a r­
te más baja de la población, tam ­
siderablem ente su com ercio y así bién viene iniciándose un ensan­
m ism o am pliarse de m anera efec­
tiv a su in d u stria y adelanto cultu­
che que lleva visos de ser en lo
futuro un ram al im portante del
ral. P ara el presente posée Cari- pueblo. E n la actualid ad son sólo
pito casas de com ercio de p rim e ­ pequeñas casas las que pueblan es­
ra, con la rep resen tació n y hono­ te ensanche, — cuya prolongación
ra b ilid ad pecu liar de las grandes se dilata hasta al otro lado del
casas sim ilares de la R epública; río, — pero que en lo sucesivo, se­
dos Teatros-C ines; Tem plo de la­ gún sus actividades y m ovim iento
d rillo; E dificio escolar, de cons­ com ercial, está llam ado a progre­
tru cción m oderna, en donde te n ­ sar notablem ente.
d rá cabida una buena parte de la P ara el viajero que apenas h a­
población escolar; D ispensario de ce tres lustros hubiese visto y vi­
reciente adquisición y tam bién de sitado C aripito y que ahora nue­
tipo m oderno; M ercado, Agencia vam ente m irara sus condiciones
El T eatro Ayacucho.
 su cooperación no falte nunca en
las iniciativas que rep o rtan para
las com unidades los dones de un
bienestar suprem o.
En el campo de los deportes, ya
sabemos, Caripito ha sido por dos
veces centro del desarrollo de
Olim píadas, las que tan intensas
repercusiones obtuvieron de toda
la P rensa venezolana.

E1 Templo Católico.

de avance y de p ro sp erid ad , fuer­

za es que se adm ire de este cam ­
bio radical, casi fantástico, que
en tan poco tiem po se ha operado
en la m encionada localidad.
Con razón la Asamblea Legis­
lativa del Estado Monagas optó re ­
cientem ente p o r elevar a la cate­
goría de D istrito esta floreciente
porció n del O riente venezolano.
El H onorable Cuerpo Legislativo
que tan sabia m edida resolviera en
pasadas reuniones supo así fijar,
dentro de austeras norm as, las ra ­
zones de un alto im perativo de
Patria.
El nom bre de “B olívar”, que es
el que m ejor cuadraba al nuevo
D istrito, completó el acierto en
esta ocasión, de la Cám ara Legis­
lativa de Monagas, al asum ir paso
de ta n ta trascendencia.
La nueva carretera que según
convenio con el Gobierno N acio­
nal está activando la Com pañía h a­
cia los “M orros de San Ju a n ”,
tiende a p ro p o rcio n ar al D istrito
Bolívar y así a todo el Estado me­
joras que el tiem po se encargará
de dejar ver. Cabe tanto optim is­
mo dentro de la acción de p rogre­
so que se desprende de esta vía
carretera, que un m ero suelto pe­
La Sociedad Bolivariana.
riodístico no es bastante a expre­
sarlo. Esta nueva salida, la que
facilitará ahora un intercam bio P or o tra parte existe la convic­ El m aterial gráfico que comple­
continuo de éstas con las demás ción y celo de las autoridades lo­ ta estas páginas, dará por lo
regiones p roductoras de cacao, ca­ cales y del Ejecutivo del Estado demás una idea más detallada y
fé, plátanos y verduras, d ará m ar­ porque C aripito siga adelante en más com pleta, al lector, del m ani­
gen de la m ism a m anera a que la su definitiva m archa de floreci­ fiesto progreso que en los últi­
in d u stria carip iteñ a adquiera re­ m iento, convicción y celo éstos mos años se ha venido operan­
lieves de hondo y firm e m anteni­ que en todo momento ha secunda­ do en el pueblo de Caripito, Capi­
miento. do la Compañía, en el deseo de que tal del D istrito Bolívar.

— 5—
 G rand es Caciques Aborígenes
A clasificación de las trib u s
L que integraban el te rrito rio
p atrio resulta tarea h arto difícil.
Este cam po, como es sabido, le es­
tá reservado p o r entero a los sa­
bios e investigadores. F actores d i­
versos, en todo caso, rigen la bue­
na orien tació n de estos estudios.
P ara a b o rd a r con éxito la re fe ri­
da “a v en tu ra” científica se nece­
sita ser a un m ism o tiem po filó­
logo, sociólogo y h asta arqueólo­
go. En síntesis debe poseerse con­
diciones de técnico o especialista.
Las trib u s que p oblaron la región
coriana, están convenientem ente
estudiadas p o r el doctor P. M. Ar-
caya. En cuanto al aborigen de los
Andes •— trib u s de la C ordillera —
los trab ajo s del d octor Alfredo
Jah n lograron una definición con­
vincente. En las trib u s aborígenes
andinas, p o r caso', hállase en lo
general antepuesta a su denom i­
nación la voz “m ucu” (M ucuchíes,
M ucurubá, etc.) Y es que la m en­
cionada voz “m ucu” resulta com ­
p lem en taria de “ ches” o lo que es
lo m ism o: espíritu a quien le ofre­
cieran su culto los aborígenes p o ­
bladores de M érida y Trujillo, en
un significado concreto y preciso.
Mas no en tra en nuestros cálcu­
los el detenernos en tan áridos,
aún cuanto im p o rtan tes estudios.
Solam ente querem os señalar el he­
cho de que los “aru aco s” y “ c a ri­
bes”, pobladores de la p a rte llana
y cen tral del pais, no eran adictos
a v iv ir en alturas. D ichas regio­
nes (los Andes) se las dejaban
u su fru ctu ar a los “tim otes” y “kiu-
kas” , entre otras razones, porque
el “ carib e” y con él el “ aruaco” , no
se caracterizab an p o r “p ropensión
alguna” a u sar vestidos o ad ita ­
m entos de ningún g é n e r o ...!
A hora bien, la digresión pseudo-
cien tífica an terio r, tiene un objeto
explicable: la clasificación de la si­
lueta aborigen que hoy debe ilus­
tr a r esta página. Desde luego, que
el ind io h isto riad o en la presente
o p o rtu n id ad no pertenece a ningu­
na de las trib u s m encionadas, o al
m enos, que se hace difícil el p o ­
derle asig n ar convenientem ente su
origen. En un p rin c ip io , pensa­
mos que quizá p o d ría tra ta rse de
un “caquetío” (ram a de los aru a­
cos) mas la etim ología de su nom ­
b re no engarzaba en los vocablos
de aquéllos: “ q u in ira m i” , “casca-
r i ”, “u rib a n te ” , etc. La “fonética”
de su nom bre no daba tam poco la
im presión de ser caribe, pues estas
trib u s generalm ente anteponían a
la “d enom inación” esencial la voz
“guai” y p o r últim o, p o r las razo­
nes expuestas en párrafo an terior,
tam poco podríam os asignarle la
pro ced encia de las “razas” an d i­
nas, llam adas “tim otes” o “kiu-
kas.” En fin, que nos quedam os
sin p o d er señalar objetivam ente, a
qué trib u pu d iera perten ecer “Ta-
m aré” . Tal el indio motivo de es­
ta crónica. Hay más to d av ía: al­
gunos histo riad o res han p re ten d i­
do v er en ta l nom bre la voz gené­
rica de un pequeño conglom erado
aborigen que h ab itara “las regio­
nes” cercanas al Apure, y otros la
sim ple designación de un caño o
río. ¡Pero cómo su b iría de punto
nuestra extrañeza, cuando en una
relación del P adre Suárez— acompa-
Y después de aquella ofrenda, de T am aré
no se supo n ada m á s ...
ñante de Garci-González en su se-
gunda expedición— existente en la
B iblioteca del Palacio de O riente
en M adrid, encontram os lo si­
guiente: “hoy debo fablar de Ta­
m aré, curioso tipo de aborigen,
más poeta y soñador que hom bre
de em presas g u e r r e r a s ...! ” Y pos­
terio rm en te el M isionero nos re­
fiere aventuras de ta l' i n d i o ...!
N uestra in terp retació n de tal rela­
to, podem os hoy sintetizarla en la
siguiente form a: T am aré no era
soldado, aún cuando m ilitara en
sus p rincipios, en las huestes que
acau d illara en las cercanías de Los
Teques el famoso guerrero Tere-
paim a. Mas p reciso : fué a la gue­
rr a pero sentía repugnancia por
ella. Cuando podía desertaba de
las filas y se iba lejos. . . se iba a
contem plar el m ar. . . y soñaba en­
tonces m uchas cosas bellas. Ta­
m aré ten ía un am or especial por
las flores y p o r los pájaros y el
ruido de la cascada espum ante
atraía tam bién sus sentim ientos. En
los m urm ullos de la selva encon­
tra b a acentos y ritm os insospe­
chados: T am aré era un poeta! Y
sucedió una vez que el indio— de
carácter siem pre sereno y pacífi­
co— comenzó a v isitar el cam pa­
m ento de los blancos. Nada le im ­
po rtab a el que sus herm anos de ra ­
za estuvieran em peñados en la du­
ra contienda de defender el te rri­
torio vernáculo. El era amigo de
todos. Sólo que jam ás prestaba
servicio m aterial alguno. E ra li­
bre como las nubes de la sie rra o
como la corriente cristalina de los
ríos. E n tre las preferencias de Ta­
m aré se contaba tam bién la devota
“am istad” que profesara por una
m ujer blanca, hija de un soldado
a las órdenes de Rodríguez Suárez.
Carolina se llam aba la m ujer y h a­
bía visto la luz del sol en la Sevi­
lla añorada. Pues bien, Tam aré
pasaba largas h o ras frente a ella....
la contem plaba sin decirle nada.
La presencia del indio no in sp ira­
ba desconfianza alguna. Se cono­
cía o se adivinaba su clara condi­
ción de inofensivo se n tim e n ta l...
Tam aré venia de la m ontaña c ar­
gado siem pre de las m ejores y más
frescas frutas tropicales p ara aque­
lla m ujer a quien llam aba, “su due­
ña”. Y cuando un día se tuvo la
noticia de que Carolina regresaba
a España acom pañada de su p a­
dre, el indio, el pobre Tam aré, de­
rram ó m uchas lá g rim a s ...
El velero estaba próxim o a p a r­
tir. En las pupilas negras de la
andaluza se asom aba, inconteni­
ble, un profundo hálito de m elan­
colía. La m ujer española espacia­
ba la m irada como tratan d o de pe­
n e tra r la m ontaña y la selva des­
de su m irador de la c o s ta ... De
pronto, del m isterio opulento de la
maleza, brotó el bronce de una fi­
gura hum ana. E ra Tam aré. Y Ta­
m aré venía cargado de las más
preciosas flores, rosas de m onta­
ña, recogidas en lo más abrupto de
las um brosas fila s . . . La ofrenda
quedó a los pies de la andaluza.
Y sin decir una palabra, con un ric ­
tus de dolor en el sem blante, T a­
m aré regresó a las encrucijadas de
los bosques. Y de aquel indio, de
Tam aré, el aborigen rom ántico, no
se supo nada m á s!. . .
Manuel PERFILES.
 El Día de la Raza
L 12 de octubre de 1492, a
E las dos de la m añana, salió
de la Carabela “La P in ta ” el gri­
to de ¡tierra! que hacía saber que
acababa de ser descubierto un nue­
vo m undo.
Rodrigo Sánchez de T riana es
el nom bre del m arinero afortuna­
do que había gritado ¡tierra! sin
saber la enorm e significación de
aquella p alab ra p ara el porv en ir
de la hum anidad, ni com prender
que p o r ella su nom­
bre q uedaría in scri­
to en las páginas de
la h istoria.
Aquel mismo día
Colón efectuó su des­
em barco. T rein ta y
dos días antes había
salido del Puerto de
Palos con tres cara­
belas y unos cien
hom bres, y después
de las m ayores vici­
situdes y el más ac­
cidentado viaje, p i­
saba la tie rra que
hacía años venía es­
tereo tip ad a en su
atorm entado cerebro.
Ni l a s averías de
sus buques, ni los
extraños fenóm enos
de alta m ar, ni el
descontento y casi
am otinam iento de
los m arineros, pu­
dieron h acer re tro ­
ceder al audaz des­
cu b rid o r en aquel
viaje que habia de
d ar un nuevo mundo
al progreso y a la
civilización. Colón,
lleno de alborozo,
regiam ente ataviado,
pisó la nueva tie rra
y con gran solem ni­
dad dió gracias al
cielo, y, desnudando
la espada, enarboló
la enseña de Castilla.
Hoy celebram os, en esa fecha
trascendental del 12 de octubre, el
Día de la Raza, que así se ha lla­
m ado al día feliz en que todo un
continente desconocido surgió de
la espum a de los m ares, lleno de
riquezas fabulosas, a vigorizar y a
revolucionar la caduca E uropa. Y
el ideal subsiste a través de los
tiem pos y de las distancias como
im perativo ineludible que sale de
los corazones y en ansias nobles
se expande cantando con legítimo
orgullo him nos de triunfo.
Raza de m agníficos atributos,
progenie de herencia gloriosísim a,
estirpe consagrada por los hechos
inm ortales, ésa la sangre que bulle
en nuestras venas y que nos lanza
siem pre hacia adelante en ím pe­
tus superadores. El descubrim ien­
to de A mérica es el suceso más
trascendental que se ha efectuado
en la h istoria de la hum anidad, y
Cristóbal Colón, descubridor del Nuevo Mundo.
de él se gloría la raza hispana, ce­
lebrándolo en su día 12 de octu­
bre, tanto en E uropa como en Amé­
rica, dondequiera que palpite un
corazón de esa raza que. no vió ni
ve pon er el sol!
El gran im perio espiritual, al
que m antiene más estrecham ente
unido una lengua tan noble y le-
ventada como la en que se dió el
grito de ¡tierra! se com penetró
más y más en com pleta fra te rn i­
dad, anulando las distancias geo­
gráficas y siendo el mismo a tra ­
vés del inm enso océano y en las
diversas latitudes del planeta. ¡Mi­
lagro de la raza, prodigio de un
orgullo legítimo, gigantesca pleni­
tud de la gloria!
Y pasan los días y pasan los si­
glos, y en la sucesión constante de
las fechas gloriosas sigue el 12 de
octubre renovando el recuerdo de
aquel dia trascendentalísim o del
descubrim iento d e
América. Y vienen
a nuestra im agina­
ción “La P in ta”, la
“Santa M aría” y “La
N iña” con su vela­
men hinchado por
los fuertes vientos,
las alarm as consi­
guientes en el m ar
ignoto, las averías
constantes de las na­
ves, la desviación de
la aguja m agnética,
los fenóm enos del
cielo tropical, la ge­
neralizada creencia
del abismo que al fi­
nal de los m ares de­
bía tragarse los bu­
ques, la desconfian­
za de los tripulantes
y los miles de au-
g u r i o s e inconve­
nientes. Pero ven­
ciendo todo esto se
sobreponía el espí­
ritu de la raza y co­
braba nuevos bríos
y se sostenía flotan­
do por sobre todo,
c o m o un símbolo
glorioso! ¡Adelante!
era la c o n s i g n a ,
s i e m p r e adelante,
hasta que el grito de
¡tierra! apresuró el
latido de los corazo­
nes y coronó la jor­
nada!
Desde ese momen­
to histórico quedó consagrado el
día del descubrim iento de Améri­
ca, y pasó a ser la prueba más pal­
pable de lo que valen la inteligen­
cia y el carácter del hombre.
Y el Día de la Raza va paulatina­
m ente trascribiendo a la hum ani­
dad la persistencia, firm e y fecun­
da, del espíritu em prendedor que a
través de las edades im pondrá en
el m undo la verdadera civilización.
Juan BESSON.
 Valores Maturineses
Intelectuales de A ye r y de Hoy
ARA m uchos la tie rra matu-
P rin esa no posee, ni ha po­
seído nunca, d en tro del silencio­
so en cierro de sus cinco siglos de
existencia, ninguna visión clara
hacia los aspectos del arte, o h a­
cia ciertos aspectos. P a ra la gene­
ralid ad , pasando p o r lo bajo lo
que unos cuantos llam arían anoni­
m ía, M aturín es la tie rra de la im ­
p ro d u ctiv id ad , así en lo literario
como en lo científico o en cual­
q u ier otro orden.
Estos o aquellos o cualesquiera
que sean, se olvidan absurdam ente
del M aturín de siem pre. Del que
no p asará nunca. Del que tam po­
co llegará a eclipsarse, pese a ésta
y a fu tu ras civilizaciones, toda vez
que lo que se levanta con grande­
za no puede te rm in a r bajo otro
im perativo. P or supuesto, no que­
rem os p o r esto que se nos vaya a
tild a r de estacionarios.
M aturín, acorde con la hora, lo
hem os visto siem pre a p artarse sa­
tisfecho cuando se ha tra ta d o de
dejarle el cam ino lib re al pro g re­
so. Lo m ism o que la ceiba del
“Casquillo” cayeron y h an ido ca­
yendo cuantos m otivos existiesen
y no fuesen dignos de p e rd u ra r,
m ientras las ideas y la conciencia
se form aban. Es decir, las ideas y
la conciencia nuevas.
Lo que p udiéram os llam ar, or-
gullosam ente, consecuencias am ­
bientales, o lo que es más recio
aún, trad icio n es, pasarán tam bién
y continúan declinando en m uda
com placencia a los dias.
Del m ism o m odo que el “Barrio
L atin o ” se silenció en sus pianos
Los m aturineses rinden su trib u to al L ibertador.
“ 19 de A bril de 1810”
“Hojas de L aurel”
B ajo el golpe del acero
del conquistador hispano,
ensueña el venezolano
la lib ertad de su fuero.
E xaltado, el pueblo entero
increpa al G obernador,
cuando Salias, al clam or
de la tu rb a que se agita,
pide al Je fe que dim ita
y se alej e con h o n o r!!...
Mudo, E m paran se p resenta
fren te a los sublim es locos;
se agigantan unos pocos
en p atriótica torm enta;
nada a la tu rb a am edrenta,
en situación tan aciaga;
y cuando E m paran instaba
al pueblo a que decidiera,
con su índice, M adariaga
trem o] aba la B a n d e ra !!!...
Domingo Plaz.
y canciones, la “m arin a” de “Palo
Negro” se enfundaba, como los sa­
bles pacifistas— o inútiles, que casi
dice lo mismo— en un ser y no ser
lento y grave. Sólo el “G uarapiche” ,
en una continua acción rem em ora-
dora ha seguido cantando los m is­
mos aires traviesos del 92. ¡Ha sido
ingénuo el “G uarapiche”, porque
sus cantos son de siglos!
La presente generación, la que
ah o ra llena las escuelas, será la
que m ás claram ente traduzca esta
verdad a que ahora nos concreta­
m os: “M aturín no es tie rra esta­
cionada; ha sido sólo tie rra de si­
lencio, que no es lo m ism o” .
Los antiguos m aturineses se en­
señorearon gallardam ente sobre
una gran mole trad icio n al, pero de
grandeza elocuente y bien senti­
da. Ellos en v erd ad vivieron esa
h ora de trad ició n aletargada o lo
que quiera llam arse, sinem bargo,
en la hora m aturinesa de hoy no
es otra la co rrien te ni otro el in ­
flujo que los que dejaron esos vie­
jos que h icieron aquí época como
otros venezolanos de más allá h i­
cieron la suya. Estam os viviendo,
pues, y continuarem os viviendo
esa grata hora de recuerdos que,
como hem os dicho, m ejor que nos-
.otros p u n tu alizará definitivam en­
te la generación que se levanta.
Volvamos ahora al punto de p a r­
tida. M aturín siente am or por la
belleza. El germ en está en pie
siem pre. La sem illa pasa a diario
a dar fruto. El proceso ni siquie­
ra se ha alargado; antes por lo
contrario, la etapa sigue enrum -
bando cauces nuevos. Aún nuestros
viejos cantores, rem ozando cam i­
nos y entonando m odalidades fi­
nas logran im poner him nos h e r­
mosos ante el altar del lirism o mo­
derno, ya que es de versos de lo
que ahora vamos a tra tar.
D arío Plaza, el autor de inol­
vidables poem as consagrados en su
to talidad a la beldad m aturinesa,
cede el puesto, acaso olvidado, (un
perdonable olvido de poeta) a Do­
mingo Plaz. Domingo Plaz teje
una corona de inm ortales, con ver­
sos recios, a la fecha genésica.
¡Digna corona p ara una fecha
m áxim a en nuestra H istoria! ¡El
19 de Abril de 1810!
Rosas del G uarapiche y “hojas
de laurel”, cortadas en nuestras
vírgenes m ontañas, m atizan de bé­
licas m odulaciones la canción de
patriotism o del poeta. Es un can­
to nuevo, un canto m aturinés, con
clásico sabor potentinesco.
A través del excelente poem a de
Domingo Plaz, sentim os los vene­
zolanos co rre r p o r las venas, con
los latidos acelerados de la san­
gre, toda la delicada intensidad de
aquella etapa republicana que im ­
pulsaron varones. ¡Tal el hilo que
en medio del desconcierto dejó
pendiente el índice del levita an­
te la obstinación del renuente!
Un pincelazo del m om ento es es­
te canto. Hélo aquí en esta página,
m agnífico como nuestras rosas del
G uarapiche y heroicam ente sim ­
bólico como nuestros laureles cen­
tenarios.
S. Chacín Sánchez.
Himno del Estado Tan sólo me dejó al p a sa r....
Monagas QUELLA m añana, el sol ful­

A la belleza innegable de este

Himno anda unido el nom bre de
dos hom bres asaz m e rito rio s: el de
Don Ildefonso Núñez, que conci­
bió la letra y que supo a toda hora
h o n ra r la tie rra en que nació, y el
de Don Carlos Mohle, sabio ex tran ­
jero que p o r igual la honró, con­
tribuy en d o noblem ente, como quien
cum ple un ideal, porque la tierra
m aturinesa saliera avante en sus
prim eros pasos de progreso.
S. Ch. S.
C aripito, octubre de 1940.
CORO
P or la p a tria haya toques de diana;
por la p a tria resuene el clarín ;
y conserve la paz siem pre ufana
de su h istoria, la fiel M aturin.
I el hilo cristalino de
M aturin, tus llanuras y vegas,
altas cum bres y bosques um bríos,
tus herm osas palm eras y ríos
son de dicha tu gran porvenir.
Ignorada del m undo, tú eres,
lo que expresa orgulloso tu esc u d o :
“Haz de bienes y glorias que pudo
tu derecho a ser libre re u n ir” .
II
De Monagas el nom bre que llevas
M aturin, otros m il enaltece;
fué tu hijo preclaro y m erece
lo que Rivas, Bermúdez y Piar.
E ntre todos resaltan aquellos
que con Sanz, Paz Castillo y Zaraza,
por el tim bre debido a tu raza,
fueron héroes de ella a la par.
III
Cinco acciones cam pales lib ra ro n :
tres de gloria, las otras de duelo;
y en todas le cupo a tu suelo
el renom bre, la fam a, el honor.
Jam ás quiso ren d irse tu plaza
al feroz español, al canario,
ni al de A m érica vil m ercenario
que, sirviéndole al Rey, fué traid o r.
IV
De tus pro p ias cenizas alzada,
como el Fénix torn aste a la vida:
y ya puedes del lam po atraída,
a más altos destinos volar.
Alas tienes: las arm as guerreras
vuelve un hacha, un arado, una
(sierra,
y verás que a tus hijos la tie rra
pan les b rin d a, ventura y hogar.
A gía en el azul del cielo, y en
las hojas de los árboles salpica­
dos de rocío había destellos de
ricas pedrerías. H acía frío, el
viento sacudía las ram as de las
plantas, un antifaz de niebla cu­
b ría la cara rugosa de los cerros,
y los pájaros trin ab an en la espe­
sura del bosque entum ecido.
Colón, mudo e inm óvil sobre el
pedestal de m árm ol y en la proa
de su carabela, parecía absorto en
la contem plación del ancho pano­
ram a, a cuyo fondo las m ontañas
perfilábanse nim badas de brum a
y lejanía. La carretera resplande­
cía bajo el fulgor del sol de la ma­
ñana, y en curvas internábase en
la maleza de las plantaciones, se­
m ejando una gran sierpe de épo­
cas rem otas. En el
am biente d i á f a n o
palpitaba la vida en­
tonando una canción
de luz y alegría que
los riachuelos repe­
tía al deslizarse por
entre las breñas y
las piedras.
Una embriaguez
de luz inundaba mi
espíritu, cam inaba
despacio bajo el cla­
ro sol de la m añana
azul, sintiendo en el
ro stro la caricia su­
til de la brisa y m i­ La C arretera resplandecía bajo el fulgor del s o l...
rando la m agnifi­
cencia del paisaje caraqueño en­
cuadrado en cañuela de cerros. Los
pinos, susurrantes, como en cuchi­
cheos, m ovíanse rítm icos a im pul­
so del viento, como en reverencia
de salutaciones. Un poco de nie­
bla flotaba bajo la bóveda del bos­
que, sem ejando una catedral con
las naves llenas de humo de in­
cienso quem ado en la pom pa li­
túrgica de las m ísticas ofrendas.
Cam inaba despacio bajo la fron­
da rum orosa y húm eda surcada a
ratos p o r el vuelo parpadeante de
algunas m ariposas. Mi espíritu h a­
llábase abstraído en una suave sen­
sación de lejanía que era evoca­
ción de épocas p retéritas despren­
didas de m i vida. Cam inaba len­
to, aspirando el arom a salvaje de]
bosque, cuando de pronto, por una
de las avenidas irrum pió una mu­
jer joven y bella! Venía .co rrien ­
do, con los oscuros cabellos suel­
tos y flotando al viento, tra ía un
gran ram o de rosas en los brazos,
apretado contra el pecho y la boca
entre abierta p o r una sonrisa fe­
liz, su faz estaba arrebolada, la
nariz fina y recta, dilatada, los
ojos glaucos y grandes llenos de
luz y alegría, sobre la frente an­
cha y blanca agitábanse unos rizos
traviesos, un traje estrecho y ajus­
tado, de color azul pálido, m ode­
laba su cuerpo de curvas m agnífi­
cas, las piernas largas y torneadas
m ostrábanse perfectas bajo la m a­
lla fina de las m edias tran sp a ren ­
tes! Visión exquisita y sugerente
palpitante de vida y de belleza,
corriendo bajo la fronda en la m a­
ñana azul! Al p asar cerca de mi,
algunas rosas cayeron de su ram i­
llete! Se detuvo, me incliné y las
tomé entregándoselas luego. Mur­
m uró algunas frases y prosiguió
corriendo. Corría ágil y elástica,
repiqueteando rítm icam ente sus
tacones sobre el pavim ento con
m usicalidad de castañuelas. Visión
palpitante de vida y de belleza
tras de la cual mi m irada corrió
inútilm ente porque a lo lejos se
perdió tras de unos árboles des­
vaneciéndose como un fulgor en­
tre las nubes!
Aquella bella m ujer desconocida
que por segundos estuvo tan cer­
ca de mí, dejándom e asp irar su
aliento cálido, tan sólo me de­
jó al p asar la fragancia de sus
rosas y el perfum e de su juventud!...
La m añana azul tam bién se fué,
dejándom e una estela de luz en el
recuerdo! Aquélla y ésta, tal vez
eran una sola visión desvanecida
p ara siem pre, que ahora, al evo­
carlas, me hacen ex clam ar:—rMa-
ñaná azul lejana, si volvieras! Be­
lla m ujer desconocida, si de nuevo
te volviera a m irar cerca de mí!
B. Briceño Belisario.

— 9—
- f■
t ík
Exposición del Petróleo en Venezuela
Relieve de la zona petro lera de O ccidente con m odelos de hospitales y escuelas
L 22 de setiem bre próxim o
E pasado se inauguró en el P a­
bellón del H ipódrom o de esta Capi­
tal, la E xposición de la In d u stria
del Petróleo en Venezuela, p a tro c i­
nada p o r las C om pañías P ro d u cto ras salón, m uestra todo el te rrito rio
de Petróleo Shell, S tan d ard Oil
Com pany of Venezuela, Mene G ran­
de Oil C om pany y Lago Petroleum
C orporation, en colaboración con el
ciudadano M inistro de Fom ento.
Al acto inaugural asistió el Gene­
ra l E leazar López C ontreras, P re ­
sidente de la R epública, acom paña­
do de su cuerpo de E decanes y va­
rio s m iem bros de su Gabinete. Tam ­
bién hubo una notable con cu rren cia
de dam as y caballeros de nuestra
sociedad, y los Gerentes y em plea­
dos de las com pañías petroleras.
P recisam ente en el deseo de
p o n er de com pleto relieve ante el
público lo p ertin e n te a la indus­
tria del petróleo, se tuvo la idea
de esta E xposición p a ra que todo
ciudadano se com penetre con lo
que verdaderam ente constituye la
m ayor riqueza del país.
Un gran m apa m ural a todo el
ancho de la p ared del fondo del
venezolano, con la distinción de los
lugares donde el petróleo está en
explotación, desde la zona del La­
go de M aracaibo hasta la región
oriental. Y, en contraste horizontal,
los dos grandes centros petroleros,
O riente y Occidente, tienen sus
“m aquetas” respectivas, v erdadera
y m inuciosa reconstrucción de ciu­
dades, cam inos, pozos, cam pam en­
tos, etc., en cuyo relieve se distin ­
guen las típicas to rres que m ues­
tran los puntos p o r donde es ex­
tra íd o de las fecundas entrañas del
globo terráqueo, el aceite que hoy
mueve m illones de vehículos ta n ­
to sobre la tie rra como sobre los
m ares y en los aires. Además en
una sección ap arte hay una “m a­
queta” especial del cam pam ento de
“Puerto de la Cruz”, de la Mene
Grande Oil Company. El m apa y
los m agníficos trabajos en relieve,
ejecutados aquí en Caracas, son
obra de los artistas Julio y Mario
Díaz Taracido.
Una refin ería en pequeño, m on­
tada por el técnico señor George
W ebster, está en m ovim iento y
m uestra las diversas tran sfo rm a­
ciones del petróleo al extraer del
aceite crudo la gasolina y demás
sub-productos conocidos.
Los diversos tipos de casas y
edificios que se usan en los cam ­
pos petroleros, son m ostrados en
la E xposición en facsím iles de m a­
dera, donde pueden apreciarse bien
sus form as de construcción y sus
ventajas. Asimismo se pueden ver
m uestras de rocas del suelo venezo­
lano, restos fósiles y otras de las
sepultadas antigüedades que cuen­
tan sus años por millones.
Relieve de la zona petrolera de O riente con otros modelos de edificios.
D urante la inauguración se pasó
una película que pone de presente
lo relativo al petróleo venezolano,
desde la exploración p relim in ar de
los cam pos, hasta la obtención del
petróleo, pasando por la p erfo ra­
ción de los pozos, la construcción
de las carreteras, la erección de
los tanques y otros tantos in tere­
santes trabajos en la ind u stria pe­
trolífera. Esta película será exhibi­
da todos los días durante la Expo­
sición, que continuará abierta al pú­
blico durante varias semanas, de 10
a. m. a 10 p. m; y como obsequio de
las com pañías patrocinantes de la
Exposición, se rep arte un interesan­
te folleto titulado “El Petróleo” ,
que tra ta del origen de éste, su his­
to ria y desarrollo en Venezuela.
En esta E xposición del Petróleo,
se pueden ap reciar la técnica de la
explotación y elaboración de nues­ El ciudadano Presidente de la República, acom pañado del ciudadano M inistro de Fo­
tro aceite, y las perspectivas de m ento, de nuestro G erente el señor H enry E. Linam , de los G erentes de las Com­
esa riqueza del país. pañías Shell y Mene G rande Oil Company, de su Secretario Privado y del Jefe del
Cuerpo de Edecanes, en la Exposición de la Industria del Petróleo.
 Grandes Escritores de Todos los Tiempos
ON Rafael M aría Baralt na­
D ció en la ciudad de M ara­
caibo el año de 1810. T rasladóse
con su fam ilia a Santo Domingo,
donde p erm aneció h asta 1821, en
que regresó a M aracaibo. Pero
nom brado don Luis B aralt, tío su­
yo, S enador de Colombia, visitó
con él a Bogotá, cap ital de la Re­
pública, y concluyó sus estudios
literario s, con el grado de Bachi­
ller en Filosofía.
Vuelto a M aracaibo en 1830, des­
pués de la m uerte del L ibertador,
abrazó la causa de la separación de
Venezuela y acom pañó al general
M ariño en el T áchira, ganando en
esta cam paña las presillas de Te­
niente. Cursó luego en C aracas las
clases de M atemáticas, hasta que en
1835, em pleado del G obierno de
Vargas, tomó las arm as en su de­
fensa, que era la de la ju sticia, y
co rrió toda la cam paña de la épo­
ca, resultando de ella ascendido a
C apitán de artillería.
E n todo este tiem po no había
m ostrado B aralt p a rtic u la r afición
a las letras que tan to renom bre le
hab ían de gran jear después. Mas
ya p a ra el año he 1841, hizo viaje
a P a rís a p u b licar la “H istoria An­
tigua y M oderna de V enezuela” .
Regresó en 42 y a poco siguió a
L ondres como Agente C onfidencial
de la R epública y de A uxiliar del
M inistro F ortique, el cual tratab a
p o r entonces con la In g laterra so­
bre la posesión legal de las bocas
del O rinoco, u surp ad as p o r aquel
vecino.
E n busca de docum entos re la ti­
vos a este asunto pasó a E spaña en
43 y allí fijó su resid en cia. Tom a
cartas en la p o lítica española, y
obtiene en el G obierno de Sevilla
empleo que luego ren u n cia; va a
M adrid donde em pieza a fig u rar
en el cam po de las letras, y reci­
be al cabo los m ejores honores y
distinciones, entre otros el de ocu­
p a r la silla que h abia ilu strad o en
la Real A cadem ia el insigne Mar­
qués de Valdegamas. N om bróle el
G obierno de la R eina M inistro Re­
sidente h o n o rario , C om endador de
la Gran Cruz de Carlos III, D irec­
to r de la Im p ren ta N acional y Re­
d acto r de la Gaceta.
B aralt escribió adem ás de la
H isto ria m encionada y de algunos
artícu lo s ligeros, un D iccionario de
G alicism os, de grande estim a, y pu-
RAFAEL MARIA BARALT
blicó el prospecto de un D iccio­
n ario Matriz de la Lengua Caste­
llana. F undó y redactó el Siglo
XIX, de los m ejores periódicos de
la P en ínsula; y redactó tam bién la
Geografía de Venezuela del Gene­
ral Agustín Codazzi.
E n tre sus poesías, la Oda a Cris­
tóbal Colón, que fué p rem iada en
concurso literario p o r el Liceo de
M adrid, puede rep u tarse de supe­
rio r entre las m ejores odas que se
han escrito en nuestro siglo. Ba­
ra lt es el más puro, correcto y
grandilocuente de los poetas vene­
zolanos. E m papado en la ric a li­
te ra tu ra española, sus odas, sobre
todo, tienen aquel sabor deleita­
ble de los M aestros del Siglo de
Oro, con más perfección en el
plan, con form as excelentes, más
encum brado vuelo, más espléndi­
das im ágenes y una m agnificencia
de epítetos y ritm o que rivalizan
con los m ejores del P arnaso de
Castilla. P o r desgracia sus buenas
odas no pasan de cuatro : la de Co­
lón, ya citad a; la Anunciación, que
sup era con m ucho a la de M oratín
al mismo asunto, el Adiós a la Pa­
tria, y la Desesperación de Judas.
La Oda a España es tam bién de
gran m érito; pero debe observarse
que Baralt descollaba más en las
liras que en las silvas.
Como p rosador, se puede a fir­
m ar que Baralt no tiene quien le
aventaje en A m érica y que pocos
le igualaran en la m ism a E spaña.
Em pero si como poeta ostenta b ri­
llante im aginación y vuelos subli­
mes, en prosa es seco y llano aun-
— 12 —
1
que siem pre castizo, florido y a r­
m onioso. Resalta por el m ecanis­
mo de los períodos, p o r su estilo
afiligranado y la riqueza y nitidez
del lenguaje. A veces tiene sabor
a Meló o M oneada, cuales a Solís
y M ariana. Su H istoria de Vene­
zuela es un m onum ento literario ;
pero decae m ucho en su condición
de H istoria, tanto p o r el plan que
es más propio de unos anales, co­
mo p o r la friald ad de la narración,
la pálida p in tu ra de las batallas,
el poco relieve de los personajes;
y, más que todo, por la tibieza con
que pasa por sobre los grandes
crím enes y las excelsas virtudes
de aquella época ex trao rd in aria.
En concisión tal vez ray a a la al­
tu ra de T ácito; pero con rareza es
enérgico y nunca se entusiasm a,
ni cuando parece que resonarían
en su libro los estrepitosos cho­
ques de caballería en Carabobo,
el gran sonido de las trom petas y
las lanzas de Ju n ín y el fragor y
tum ulto y los m arciales vítores
en Ayacucho. ¿Quién adm ira en
B aralt la hom érica hazaña de las
Queseras del Medio, ni el asalto de
Puerto Cabello, ni aquellos bata­
llones que clavaban sobre los em­
pinados cerros las bayonetas para
escalar la altu ra coronada con el
fuego enemigo, y so rp ren d er la
tie rra con la victoria de Bomboná?
P or otra parte, la h isto ria está
dividida en capítulos, año p o r año,
y en los dos últim os volúm enes, ni
siquiera con un breve sum ario
que com pendie la m ateria y faci­
lite al estudio o la consulta; defec­
to fácil de co rregir en la segunda
edición de esta obra ya escasísi­
ma, y que debiera em prender des­
de luego el Gobierno, anotándola
en todos aquellos puntos que lo
hagan necesario las últim as inves­
tigaciones históricas. E xtraño pa­
rece que habiéndose publicado en
1841, no se haya hecho todavía la
segunda edición de una obra que
es la m ejor presea de la literatu ra
nacional. Tam poco se han copila-
do las poesías de Baralt, ni sus
demás piezas literarias. Este emi­
nente venezolano m urió en M adrid
el año 1860, dejando gran copia de
m ateriales p ara su D iccionario
Matriz de la Lengua Castellana.
Hoy con su nom bre se ufana la
República.
Felipe TEJERA.
 Historia de Venezuela
El Consejo de Indias.—La Casa de
Contratación.
L Consejo de Indias fué
E creado p o r F ernando el Ca­
tólico, en 1511, quien le dió por
residencia la ciudad de Sevilla, y
fué luego perfeccionado p o r el
Rey Carlos V.
Tenía este Consejo p o r m isión
resolver todos los asuntos civiles,
m ilitares, eclesiásticos y com ercia­
les y era el T ribunal Supremo de
apelación de las sentencias dicta­
das p o r todos los dem ás trib u n a ­
les de América. De su seno ema­
naban todas las leyes que goberna­
ban a la Colonia, p ro p o n ía al Rey
los nom bram ientos de em pleados
y, como consecuencia de todos es­
tos poderes, ejercía la dirección
total de la Colonia.
Este Cuerpo estaba integrado
por 24 funcionarios de los cuales
se requ ería h ab er desem peñado
altos cargos en el Gobierno Colo­
nial, con el obvio propósito de que
tuviesen intim o conocim iento de
los problem as relacionados con el
mismo, eran é sto s: un Presidente,
un Gran Canciller, ocho Conseje­
ros, un Fiscal, dos Secretarios, Un
Teniente de Canciller, un C ronista
Mayor, un P rofesor de Matemáti­
cas, Relatores, E scribanos, Conta­
dores y em pleados subalternos.
Los inform es presentados al Rey
Carlos V p o r varios padres dom i­
nicos, entre los cuales se encon­
traban F ray Antón Montesinos, no­
table orador, y F ra y Bartolom é de
las Casas, sobre el trato acordado
a los indios p o r los conquistadores
españoles, dió origen p ara que se
dictaran Leyes especiales p a ra el
gobierno de la Colonia, las cuales
fueron form uladas p o r el Consejo
de Indias en consulta con el Rey.
Estas leyes, contenidas en nue­
ve volúm enes, eran una recopila­
ción con valiosas adiciones de los
muchos decretos que persiguiendo
igual finalidad habian dictado los
Reyes Católicos, y com enzaron a
ponerse en p ráctica en América en
el año de 1545; sin em bargo, a pesar
de ese Código prom ulgado en E spa­
ña para m ejorar la condición de los
naturales, muy poco se logró en fa­
vor de los mismos, pues las contra­
dicciones a que estaban sujetas
esas m ism as leyes daban cabida a
toda clase de abusos
y a in terp retaciones
siem pre favorables a
los conquistadores.
N atural era que existiesen tales
contradicciones puesto que tan
pronto se alzaba una voz de p ro ­
testa em anada de alguno de los
muy pocos hom bres de bien que
p ara entonces habían llegado a
la Colonia, tales como los antes
m encionados padres dom inicos,
mil otras surgían pidiendo facili­
dades p ara la conquista y pacifi­
cación de los nuevos territorios,
excusas con las cuales se encu­
brían las más desm edidas am bi­
ciones de poder y de lucro.
Tam bién crearon los Reyes Ca­
tólicos, p ara regularizar el com er­
cio con la Colonia, una especie de
T ribunal de Aduana al cual se le
dió el nom bre de Casa de Contra­
tación. T enía este Tribunal a tri­
buciones sobre toda exportación
de productos destinados a la Colo­
nia y se ocupaba especialm ente
del cobro de los impuestos que co­
rresp o n d ían a la Corona.
Todo com erciante español dedica­
do a proveer al Nuevo Continente
de m ercancías europeas, estaba
obligado a hacer una m anifesta­
D ato s In t e r e s a n t e s
— Guanare fué fundada por
Juan Fernández de León en
1591.
—En el D istrito Federal hay
209.812 habitantes solteros, 55.918
casados, 16.236 viudos y 1.174
divorciados.
■—B orburata, fué fundada por
Pedro Alvarez, en 1549, de o r­
den del conquistador Juan de
Villegas.
—En el Golfo y Lago de Ma­
racaibo hay seis islas: Bajo Se­
co, Z apara, San Carlos, Pájaros,
Pescadero y Toas; dos islotes:
C apitán Chico y Aves, y adem ás
los situados en los desem boca­
deros del Barim bal y en las pun­
tas de Ologá y Boca de Laguneta.
— 13 —
ción de las m ism as ante la Casa
de C ontratación y a p restar faci­
lidades p ara que sus buques fue­
sen requisados, los productos exa­
m inados y los libros registrados,
luego de lo cual se le im ponía el
im puesto correspondiente al Rey.
Tam bién tenia este T ribunal au­
torización para exim ir de la re­
quisa y demás trám ites m enciona­
dos a buques surtos de puertos
donde la Casa no tuviese agentes,
previa la obtención de un perm iso
y el pago de los derechos im pues­
tos a juicio del m encionado T ri­
bunal.
Los poderes de este T ribunal se
extendían aún a las personas no
m ezcladas en com ercio alguno, sin
que pudiere nadie em barcar con
destino a la América sin antes h a­
ber obtenido perm iso de ese
Cuerpo.
E ran tam bién atribuciones de
esa Casa el extender licencias pa­
ra el pilotaje, llegando con este
motivo hasta a crear con sus pro­
pios recursos una Escuela de T i­
moneles a la cual se le debió la
form ación de excelentes m arinos.
—En el D istrito Federal, de
un total de 283.418, hay 186.648
que saben leer.
—La inscripción escolar en
Venezuela en 1939, montó a
295.462 alumnos.
-—De 65.000 kilóm etros cua­
drados que tiene el Estado Zu-
lia, 12.500 están cubiertos por
el Lago.
—Tocuyo, llam ado en su fun­
dación N uestra Señora de la
Concepción del Tocuyo, fué
fundado por Juan de Carbajal
en 1545.
-—El prom edio de habitantes
por cada casa en Venezuela, es
de 9.3,
M í

El Campamento de Lagunillas
morosos y fatales, hoy se han re ­
ducido a una expresión m ínim a.
El drenaje y la petrolización de
las num erosas charcas, han logra­
do un triunfo sobre el tem ible
anofeles.
Lagunillas tiene la p a rtic u la ri­
dad de estar 2 m. 10 cm. más bajo
que el nivel del Lago. Las com pa­
ñías petroleras, p ara subsanar es­
te grave inconveniente, construye­
ron un m uro que tiene cerca de
ocho kilóm etros de largo y unos
tres m etros de alto, logrando así
contener la invasión natural de las
aguas por razón de la diferencia de
altura, y pudiendo fu n d ar varios
cam pam entos, donde oficinas y
habitaciones tienen su asiento de­
Viviendas p a ra em pleados y obreros. finitivo.
Los cam pam entos de las com pa­
ñías p etroleras están bien situados
N m ateria de p ro d u cció n de
E petróleo, Lagunillas es el
Campo N úm ero 1 del País. Baste
Un buen trabajo de sanidad se
ha venido efectuando sistem ática­
m ente hace años en este D istrito,
y se nota en ellos m ucha lim pieza,
pues las C uadrillas de Sanidad
efectúan diariam ente su reco rrid o
d ecir que su p ro d u cció n hasta di­ en eficaz colaboración de las com- en salvaguardia de cuantos allí
ciem bre d e l año trabajan. En el co­
pasado h a b í a si­ nocido Campo Ro­
do de 142.576.000 jo, de la Lago Pe­
m 3, más de la te r­ troleum C orpora­
cera p a rte del p ro ­ tion, se cuentan al­
ducto total de la red ed o r de 400 ca­
R epública. sas, para fam ilias
La Lago Petro- y trabajadores, to­
1 e u m C orporation das con el confort
tiene en Lagunillas necesario, cuyos te­
e x t e n s a p ro d u c ­ chos, pintados con
ción. Su petróleo es p i n t u r a especial
de grado pesado, am inoradora d e l
todo sacado de de­ calor, que reduce
bajo de las aguas consid erablem cnte
del Lago de Mara­ la tem peratura, las
caibo. hace perfectam en­
L agunillas parece te habitables.
un v erd ad ero bos­ En éste, como en
que de to rres, tán- todos los cam pa­
tos son los ta la ­ m entos, la Lago po­
P a rte de la m uralla de ocho kilóm etros de largo que pro teje a L agunillas.
dros que llenan sus ne especial cuida­
tie rra s y sus aguas, do en el agua que
éstas hasta una d istan cia de varios p añías petroleras, transform ando lo tom an sus trabajadores, la cual
kilóm etros de la orilla. P o r todas que antes de las explotaciones te­ proviene de taladros profundos, de
p artes se nota un trab ajo constan­ nía fam a de sem illero de paludis­ más de 400 m etros de profundidad,
te y lleno de optim ism o. mo, en un lugar bastante sano y y que, a pesar de su pureza natu­
con f o r ta b le . ral, recibe especial tratam ien to en
Los casos p ro ­ plantas apro p iad as y p o r peritos
ducidos p o r com petentes.
el hematozoa- En Campo Rojo existe un bello
rio de Lave- edificio p a ra escuela, digno de
rán , que an ­ cualquier ciudad capital, de gran­
tes eran nu- des proporciones, con am plios sa­
lones p ara clases, m odernísim o mo­
blaje, y se levanta en un sitio muy
adecuado p o r todos respectos, en
El Edificio Co­
cuya escogencia se previo todo,
m ercial. hasta los detalles de los cam pos de
recreo. A lrede­
dor de doscien­
tos cincuenta n i­
ños de los tra ­
bajadores de la
Com pañía, reci­
ben aquí esme­
rad a educación.
Esta Escuela ha
recibido el nom ­
bre de “Ayacu-
cho”, en recu er­
do y conm em o­
ració n de la me­
m orable acción
de la gesta liber-
t a d o r a y del
G r a n M ariscal
que tan alto p u ­
so el gentilicio
venezolano e n
toda la región de América. Asi­
mism o la Plaza o P arque ha reci­
bido el nom bre de “A yacucho”. La
C om pañía exalta siem pre el nom ­
bre de los fundadores de nuestra
P atria y de los sitios donde la san­
gre generosa de los héroes de nues­
tra epopeya hizo florecer los idea­
les de la L ib ertad ; y se com place
en ver vivo en sus trab ajad o res el
fervor bolivariano, como que sabe
bien que pueblo patrió tico es pue­
blo honrado, pueblo laborioso de­
dicado con am or a las faenas que
ennoblecen al hom bre. Esa Plaza
o P arque está siendo term inada
ya, y está al llegar un m agnifico
Busto de Sucre, encargado espe­
cialm ente p o r la C om pañía, p ara
ser colocado en su centro, en a r­
tístico pedestal. P ara com plem en­
to de estos loables propósitos ab­
solutam ente venezolanistas, el nom ­
bre de “Campo Rojo” será Cam­
biado p o r el glorioso de “ Campo
A yacucho” . Este cam po tiene 12 ave­
nidas y sus casas son hechas de
cem ento, cóm odas y de buena p re­
sencia, en cuyos frentes em pieza el
prodigio de las flores a pon er no­
ta de sugestiva belleza.
El lugar donde está ubicada la
Plaza, es m uy pintoresco, y cer­
canos están otros edificios im p o r­
tantes de la Com pañía, como el
Mercado y el R estaurant Popular.
En el Mercado, los precios son fi­
jos y el obrero encuentra alli todo
lo que desee, a m enor precio del
regular, controlado p o r la Compa­
ñía; y en el R estaurant Popular,
patrocinado por ella tam bién, el
m ódico valor de las com idas es
una de las grandes facilidades que
halla el trab ajad o r. Nuestros lec­
tores ya han tenido la oportunidad
de ver varias gráficas de estos
edificios en anteriores ediciones
de esta Revista.
Un edificio lla­
m ado “E dificio
Com ercial”, tam ­
bién en “Cam­
po Rojo,” llama
la atención. Ha
sido una buena
idea de la Com­
pañía, reu n ir en
este edificio la
Sastrería, la Bar-
b e r í a y servi-
c i o s sim ilares,
con el objeto de
que el obrero lle­
ne allí la m ayor
p arte de sus ne­
cesidades, fuera
de toda especu­
Buques tanques cargando petróleo en el muelle. lación, y así, en
en este estable­
En el H ospital que existe en es­ cim iento m últiple, los precios son
ta zona, creado por la unión de las más baratos y están siem pre vigi­
Com pañías que en esta área tienen lados por la Compañía, la que
intereses, pueden ser asistidos muy sólo ha buscado con ello el bien
cóm odam ente de 60 a 70 enfer­ del trabajador.
mos, con un servicio m édico muy A pesar de ten er viviendas con­
com petente, enferm eras y ayudan­ fortables, la Lago está construyen­
tes experim entados. do 25 casas más para cuatro fam i­
lias cada una, y 15 de 2 fam ilias.
La P lanta de D eshidratación del
petróleo, que la Lago Petroleum Un D ispensario, con 3 médicos,
C orporation ha construido sobre ayudantes y enferm eras, junto con
las aguas del Lago, es algo muy el H ospital, llena las funciones ne­
im portante, como que en ella son cesarias a enferm edades y acci­
tratados diariam ente unos diez mil dentes, a la más com pleta caba-
barriles de petróleo p o r electróli­ lidad.
sis, con el fin de elim inarle al Una línea férrea, angosta, cons­
com bustible el agua que contiene. tru id a por la Compañía, pone en
Asimismo, la Planta de Absor­ com unicación a Lagunillas con La
Salina, pasando por los cam pa­
ción, que tam bién está construida
m entos petroleros de Tía Juana y
sobre las aguas del Lago, desem­
P unta Gorda, y los pueblos de “Ta­
peña función vital en el aprove­ sajeras”, “Ciudad de Ojeda” y “Las
cham iento del gas natural que sa­
M orochas”.
le de los pozos. (Pasa a la pág. 23).
Una P lanta de Absorción.
— 15 —

Tem plo de M aturin, de­
voto santuario de la
fé católica.
Un detalle de M aturin.
La nueva Cárcel.
La “A venida M onagas”.
A h istó rica ciudad de Matu-
L rín , capital del Estado Mona-
gas, fué fundada el 7 de a b ril de 1770.
Fué su fu n d ad o r F ray Lucas de Zer-
pa, y su nom bre prim itivo el muy
original de “Loma de Viento” .
D urante la guerra de em ancipa­
ción, fué M aturin, como todos los
pueblos de O riente, h eroica hasta
la generosidad. Dió esta ciudad en­
tonces todo cuanto le era hum ana­
m ente posible d ar en desprendim ien­
to y en pujanza. Sin h acer recuento
de la singularísim a h ero icid ad con
que en repetidas ocasiones h iciera
frente a la invasión de los ejércitos
realistas, direm os que ya hubiera
aportad o m ucho a la form ación de
n uestra nacionalidad con sólo haber
dado a Venezuela los dos herm anos
José Tadeo y José Gregorio Monagas,
ambos esclarecidos en nuestros ana­
les patrios, y éste últim o, con el alto
lauro de la proclam ación de la lib er­
tad de los esclavos (23 de mayo de
1854).
A través de las páginas de nuestra
histo ria, encontram os escritos los
nom bres de más de un m eritorio
m atu rin és: allí está Andrés Rojas, el
amigo de confianza de Bolívar, que
en rep etid as ocasiones com partió con
éste su pan y su abrigo; está tam bién
C arm ona; y Juan a Ram írez, “La Avan-
zad o ra”, quien con actos de valentía
y p rofundo patriotism o ganó un pues­
to digno en el tem plo de los inm or­
tales; y está Infante, nacido en “El
F u rria l”, en ju risd icció n de M aturin,
cuya vida y cuya m uerte estuvieron
caracterizadas p o r inconfundibles ra s­
gos de arrojo.
O tros hom bres de recio tem ple y
de p ro funda sab id u ría sucedieron, en
M aturin, a aquellos luchadores por
la libertad. Así, floreció allí la cien­
cia con don José Antonio Núñez Rom-
berg; brilló p o r su genial inspiración
en el cam po del arte Eloy Palacios;
y el exquisito estro de don Ildefonso
Núñez produjo bellas y m uy senti­
das p o e sía s: a él debem os el Himno
del E stado Monagas.
Pero, dejemos atrás esta lum inosa
histo ria, digna de las más autoriza­
das plum as, y paseem os la m irada
p o r el M aturin de hoy. La ciudad se
extiende sobre la d ilatada llanura,
La “A venida B olívar” .
toda ella llena de belleza y de ances­
tra l encanto. P o r sus flancos, nuevas
y pintorescas callecitas, frescos reto­
ños, se dilatan cual si buscaran fun­
dirse con la pam pa. Nuevas edifi­
caciones, en el centro de la ciudad,
reem plazan poco a poco a m uchas
de las envejecidas casonas, y así la
ciudad va tom ando un aspecto juve­
nil y m oderno. Un álamo tras otro,
se enfilan a lo largo de la Avenida
Bolívar, diriase que con el aire de
arrogancia m arcial de un ejército de
jóvenes triu n fad o res—tal vez orgullo­
sos de te n er sus raíces clavadas en
una tie rra tántas veces santificada
por el sacrificio generoso. La tra d i­
cional b a rria d a de “Palo Negro” nos
trae recuerdos de acuarelas de algún
hábil p in cel; m ientras que las calles
Monagas y Bermúdez, en sus respec­
tivas prolongaciones hacia el Este,
tienen singulares encantos que ofre­
cer a la m irada del curioso tran seú n ­
te. Ni querem os dejar de h acer m en­
ción de los m odernos edificios que
engalanan la ciudad, a la vez que
prestan im portantísim os servicios a
la com unidad, tales como el Mercado
Público, el H ospital y el Cuartel Na­
cional (que están al term in arse) .
Y aquí y allá, en la Avenida Bolí­
v ar como en la Calle Bermúdez o en
Palo Negro, sonríe al caer de la ta r­
de, tras las rejas de las ventanas de
las m il trescientas cincuenta y una
casas que com ponen la ciudad, la ex­
cepcional gracia de las m ujeres ma-
turinesas.
Las vías de com unicación que m an­
tienen a M aturin en contacto con los
dem ás lugares im portantes del E sta­
do, m ejoran y aum entan cada día; y
así la vida en el cam po, a p a r de la
vida en la ciudad, recibe im pulso.
El E stado ha construido 30 kilóm e­
tro s de c arre tera p o r la vía del Oes­
te, hacia “El Corozo” ; 9 kilóm etros
(incluyendo tres puentes) hacia el río
Casa de M aternidad “Ju a n a Ram írez” .
Amana, p o r la vía del Sur; 16 kiló­
m etros hasta “La P ica ”, por el Este.
La S tandard Oil Company of Ve­
nezuela, que tanto ha contribuido por
su p arte a la ap ertu ra de vías de co­
m unicación en el Estado, incluyendo
el im portante sector de carretera que
une a C aripito con M aturin, se ocu­
pa ahora en la construcción de Utilí­
sim as obras públicas en v irtu d del
contrato especial celebrado hace al­
gunos meses con el Gobierno Nacio­
nal— obras que red u n d arán en bene­
ficio de todo el Estado, y por ende
con trib u irán indirectam ente pero de
modo eficaz a d ar m ayor vida a la
Ciudad Capital. E ntre estas obras,
de las cuales hicim os un relato en
detalle en nuestra edición del mes de
febrero próxim o pasado, se destaca la
construcción de 53 kilóm etros de ca­
rre te ra p a ra u n ir a Caripe con Ara-
gua de M aturin. Como es sabido, es­
ta últim a población está com unicada
con M aturin por carretera, de modo
que será factible tra n sp o rta r toda la
producción de las ricas tierra s de
Caripe, El Guácharo, San Antonio,
etc., no sólo a los centros de consu­
mo local como lo son M aturin, Ca­
rip ito y otros cam pos petroleros, sino
tam bién hasta los muelles que en Los
Morros de San Juan construye la
S tandard como parte de sus obliga­
ciones bajo el contrato m encionado,
para así dar salida adecuada a los
productos de exportación, a la vez
que facilitar el manejo de las im ­
portaciones.
Cuenta el Estado Monagas con sec­
tores de producción muy im portan­
tes. Y así tenem os que la zona del
N orte, (que com prende los D istritos
Caripe, Acosta y P iar, y los cuales go­
zan de una tem peratura relativam en­
te fría ), producen abundante café, ex­
celente tabaco y frutos m enores en
grandes cantidades.
La zona central, o sea la que com­
prende los D istritos Bolivar, Cedeño
y M aturin, es relativam ente seca, y
sus productos naturales principales
so n : petróleo, ganado de exporta­
ción, sarrapia, café y cacao. En los E statua del
M unicipios Aguasay y Santa Bárba­ L ibertador:
ra del D istrito M aturin, está bastante sem blanza de
B olívar T ri­
extendida una pequeña in d u stria del buno.
h ogar: la fabricación de chinchorros.
La zona del Sur, que com prende el
D istrito Sotillo, es tem plada, y sus
productos naturales s o n : petróleo,
ganado, queso; y la fabricación de
m antequilla, aunque en escala relati­
vam ente pequeña, en B arrancas.
En la prim era de las zonas m en­
cionadas, o sea la del Norte, vecina al
herm oso valle de Caripe, existe la fa­
mosa Cueva del Guácharo, de la cual
hicim os un recuento en nuestra edi­
ción de diciem bre del año pasado.
Sin duda, M aturin es una de las
ciudades venezolanas que están des­
tinadas a crecer y progresar más rá ­
pidam ente de hoy en adelante. Por
una parte, el auge com ercial de todo
el Estado, proveniente del continuo
desarrollo de las actividades petrole­
ras, debe in flu ir poderosam ente en el
progreso de la Ciudad Capital. A es­
to se agregará el im pulso provenien­
te del m ayor valor de la producción
agrícola que ha de resu ltar de la
ap ertura de vías de com unicación ade­
cuadas, las cuales, como ya lo ano-
támos, están en vía de ejecución en
la actualidad. Y, finalm ente, la p ro ­
tección a la cría que dispensa el Go­
bierno Nacional, p erm itirá sin duda
El nuevo Mercado.
el que los grandes fundos pecuarios
de otros tiem pos, resurjan en todo el
Estado y se repueblen conveniente­
mente. Será entonces M aturin centro
de atracción para el turism o nacional
y el extranjero que, desde allí inicia­
rán excursiones para visitar los cam ­
pos petroleros, el precioso valle de
Caripe, la Cueva del Guácharo, el la­
go de asfalto de Guanoco, (en el ve­
cino Estado Sucre), el m ayor de su
clase conocido en el m undo. Y quién
sabe cuántos turistas irán allá no por
conocer el valle de Caripe, ni la Cue­
va del Guácharo, sino atraídos por la
fama, la m erecida fama de las be­
llas y graciosas m ujeres de una he­
roica c iu d a d ...
Hospital Tovar. Casa Municipal.
 S e g u r id a d Prim ero
Dedicado a los señores Superintendentes y Jefes de Labor y Seguridad
de la Standard Oil Com pany of Venezu ela.
A experien cia junto al crite­
L rio en las faenas del trabajo
y el conocim iento del modo de ser
de los trab ajad o res u obreros ve­
nezolanos, es p recisam ente lo que
me ha im pulsa­
do a cooperar
escrib ien d o es­
ta exposición.
De seguidas
entrarem os a P o r las razo­
los detalles so­
bre la cuestión.
El o brero nues­
tro es em pren­
d ed o r y tiene
buena voluntad
p a ra el trabajo,
a p r e ndi e ndo
con facilid ad lo
que se le ense­
ñe; p ero es ne­
cesario en p r i­
m er lugar h a­
cerle en ten d er
sus obligacio­
nes y deberes
que tiene con-
t r a í d o s , y al
m i s m o tiem ­
po h acerle ob­
serv ar d iscip li­
na en el tra b a ­
jo, p a ra que así se haga acreed o r
a la confianza de sus patronos,
a la vez que ad q u iera el c a ri­
ño de sus com pañeros. Tam bién
debe cu m p lir con los reglam entos
de la em presa, llegando a la h o ra
que le corresponde tom ar el tra b a ­
jo, evitando asi la am onestación y
conservando p o r supuesto un re ­
cord lim pio a fin de h acerse nece­
sario en cu alquier p a rte que tra ­
baje, p o r las condiciones que posea.
De m odo, pues, que p a ra esto es
necesario en todo cam po ind u s­
tria l em plear The right m an in the
right place, o lo que es lo m is­
mo, E l hom bre en su propio pues­
to, p a ra que así m archen los tra ­
bajos con el ren d im ien to cabal y
equitativo a que se aspira.
M ientras no se observe en los
cam pos de trab ajo estos sistem as,
que son de ap rovecham iento p r i­
m ordial p a ra am bas p artes, siem ­
p re h ab rá los inconvenientes que
de hecho resu ltan p o r esas causas
y p o r la in co m p atib ilid ad de ca­
ra cteres in d iscip lin ad o s. Es evi­
dente en todo caso, ocupar para
d irig ir a los trabajadores, a perso­
nas de claro conocim iento y res­
p o nsabilidad, p a ra así evitar los
graves problem as que suelen p re­
sentarse en me­
noscabo tanto
de la em presa
como del tra ­
bajador.
nes ya expues­
tas, es p o r lo
que, asi las em­
presas como el
p ersonal tienen
q u e lam entar
inconvenientes
diarios p o r los
graves proble­
mas de los ac­
cidentes.
De modo,
pues, que el día
que las em pre­
sas pongan en
vigor estas ob­
servaciones só­
lo
didas p o r fuer"
za m ayor. P o r
consiguiente, es
m enester q u e
las com pañías en que regularm ente
la m ayoría de los trabajos sean pe­
ligrosos, tengan p o r resolución fir­
me em plear a elem entos que sean
buenos investigadores, a la vez que
dem uestren interés suficiente en el
trab ajo y que todos los núcleos de
obreros bajo su vigilancia re ci­
ban sus indicaciones, evitando de
este modo los accidentes que oca­
siona la falta de su observan­
cia, y estudiando todos los proble­
m as que sea necesario, a fin de
evitar futuras calam idades.
La m ayoría de los accidentes son
p o r falta de p ericia en el trabajo,
y esto puede evitarse con un em­
pleado que som eta a caporales y
obreros a las pruebas de p rá c ti­
ca que deben observarse en los
d istintos ram os del trabajo, todo
benévola pero firm em ente, sin ne­
cesidad de llegar a la violencia.
Siendo un deber m ío, como em-
plcr.do que soy desde hace más de
dos años en la S tandard Oil Com-
pany, el colaborar tanto en bien de
la com pañía como de los trab a ja ­
— 18 —
dores, he hecho esta Exposición,
a m anera de orientación y nada
más. Y antes de d ar térm ino a ella,
quiero expresar que si hay acciden­
tes que suceden no por descuido
sino por causas im posibles de evi­
tar, éstos son m uy raros, pues la
m ayoría son p o r negligencia, cos­
tando estas negligencias a las com ­
p añías exorbitantes sumas de di­
nero al año.
Hay que ten er siem pre en cuenta
que Spurgeon dijo: “Muchos hom ­
bres deben la grandeza de su vida
a los trem endos obstáculos que
v en cieron” . Y que Shakespeare
siem pre decía: “Los hom bres son
dueños de su destino”.
J. Sánchez López.
Campo Mata de Venado, setiem ­
bre de 1940.
P ara el Am a de Casa
Cuando las m anos se sequen
y se cuarteen, frótense con una
su frirán
m ezcla de pglicerina
ér­ y vaselina.
Apliqúese esta m ezcla p o r la no­
che, y duérm ase con guantes.
La salsa de m anteca rubia
puede hacerse con m anteca o
grasa de cerdo. En una de estas
sustancias se pone a fre ir h a ri­
na hasta que tom e un color ro ­
jizo, cuidando de m enearla bien
a fin de que no se pegue. Se
m odera el fuego, dejándola sola­
m ente al rescoldo, y la salsa se­
guirá haciéndose suavem ente,
sin tem or de que se quem e, te­
niendo la precaución de ta p a r­
la bien y de m enearla de vez en
cuando.
P ara p re p a ra r m acarrones con
jam ón, se cuecen los m acarro­
nes en agua salada, se pica ja­
món y se separan las claras de
las yem as de los huevos. Bien
cocidos ya los m acarrones, se
salan y se les echa pim ienta. Se
mezclan queso y jam ón, luego
las yemas, y p o r últim o las cla­
ras batidas a punto de nieve.
Se m anteca un molde, se vierte
la m ezcla y se hace cocer al ba­
ño m aría dos horas. Se desm ol­
dea y se sirve caliente, rodeado
de salsa de tom ate.
 Buenos Pies, Buena Salud
ACE algunos años nos hemos
H vuelto tan conscientes de la
necesidad de conservar la salud,
que con regularidad nos hacem os
exam inar el corazón, gastam os m u­
chas horas en las sillas del dentis­
ta y nos m artirizam os com iendo
solam ente pan tostado y platos es­
peciales p ara im pedir la acum ula­
ción del tejido adiposo donde no
debe estar. Pero ¿dam os alguna
atención a lo que puede llam arse
la v erd ad era “fu ndación” de nues­
tra salud corporal? ¿Pensam os si­
quiera en la condi­
ción de esos im por­
tantes m iem bros que
nos sostienen, que nos
llevan p ara acá y pa­
ra allá, haciendo po­
sible q u e ganemos
diariam ente nuestra
subsistencia y la de
nuestra fam ilia, y que
adem ás nos aguantan
el ru d o em bate de las
to rtu ra s físicas a que
los sometemos, to rtu ­
ras que dignificam os
llam ándolas recrea­
ciones? En otras p a­
labras, dam os siquie­
ra un pensam iento a
nuestros pies? No, ab­
solutam ente; sólo lo
hacem os cuando se
nos ha desarrollado
una can tid ad de ca­
llos o hem os em pe­
zado a sen tir esos
punzantes dolores con
que los arcos de nues­
tro s pies em piezan a
reclam ar. No damos
a nuestros pies más
cuidado que el que
reservam os p ara nues­
tros codos o cualquie­
ra o tra de las partes
m enores del cuerpo.
¡Pobres pies! Ha­
cen tan bien su tra ­
bajo, de una m anera tan efecti­
va, que los tenem os como si fue­
ra un privilegio eterno que se con­
serven en perfecta salud sin la me­
nor atención. Ni les damos opor­
tu n id ad p ara fu ncionar como la
naturaleza lo quiso. Los atam os y
los apretam os dentro de unos du­
ros zapatos que ra ra vez les sirven
bien, y que tienen unas suelas que
parecen planchas de caldera. Es­
tam os p arados sobre ellos con to ­
do nuestro peso todos los días, y
luego les damos una noche te rri­
ble bailando la rum ba o el valse.
Los metemos en el agua, en la nie­
ve, los dejamos que se hielen, los
cocemos con agua caliente, los m a­
gullamos, los desollamos. Y cuan­
do se les acum ulan callos, se ras­
pan o se am pollan, gruñim os, nos
disgustam os y esperam os que se
curen ellos solos. Les com prim i­
mos terriblem ente los dedos, que
fueron destinados para ag arrar y
p ara extenderse, m etiéndolos en
prisiones sin aire y en form a de
túneles. En realidad tratam os nues­
tros pies como si fueran camiones,
recargándolos con dem asiado peso,
haciéndolos pasar por cualquier
clase de terren o desigual, sin pen­
sar nunca en rep ararlo s y darles
descanso, hasta que llega el día en
que se quedan fríos para siem pre.
El pie no es un objeto para ser
tratad o como el viejo zapato en
que frecuentem ente se le encierra.
Al co ntrario, es una pieza de deli­
cado m ecanism o, una de las obras
m aestras de la naturaleza. D estina­
do p ara m uchas y variadas funcio­
nes, tiene un ajuste tan exquisito
como el de los más variados relojes.
— 19 —
Debemos ser particularm ente cui­
dadosos con nuestros pies por dos
razones, aparte del general deseo
de confort y tranquilidad. P rim e­
ro, el sistem a nervioso de todo el
cuerpo puede ser puesto fuera de
control por razones de continuo
m alestar en el área de la locom o­
ción; algunos especialistas están
convencidos de que m uchas de las
enferm edades nerviosas y m uscu­
lares han tenido su p rin cip io en
el trasto rn ad o r efecto de disloca­
ciones en la base del pie. C ierta­
m ente la buena salud
es im posible cuando
el sistem a está suje­
to a un perenne des­
gaste nervioso. La se­
gunda razón es que
la capacidad del hom ­
bre p a ra el satisfac­
torio desem peño en
los negocios, está en
razón directa de la
salud de sus p ies: se
debe m archar, no co­
jear, hacia el éxito.
Los inconvenientes
regularm ente surgen
de una de cuatro cau­
sas : uso de zapatos
no apropiados, posi­
ción im propia al ca­
m inar y al perm ane­
cer de pies, falta de
ejercicio y debilidad
en los músculos de
las piernas.
No hay excusa n in ­
guna que justifique el
uso de zapatos no
apropiados. L o s de
clase conveniente pue­
den ser tan a tra c ti­
vos como los malos.
Las mismas mujeres,
que prefieren sufrir
inenarrables to rtu ras
antes que ap arecer en
público con zapatos
feos, pueden conse­
guir unos que agraden a la vis­
ta a la vez que posean los req u eri­
m ientos necesarios a la salud. Y
si supieran lo dañino que es usar
tacones altos, sus inconvenientes
cesarían. Es aconsejable cam biar
de zapatos regularm ente, no usar
los mismos dos días seguidos. Hoy
existe la tendencia a proveer a los
zapatos femeninos de espacios
abiertos para los dedos y talones,
lo que es adm irable porque sum i­
nistra ventilación perfecta.
Dé a sus pies la oportunidad de
que funcionen con naturalidad.
 \
Tópicos de B e lle z a
L tiem po y las em ociones
E pro d u cen cam bios en la apa­
rien c ia de la boca. Una joven, fe­
liz y esp iritu al, que tiene u n a lin ­
da boca — finam ente cincelada —
la verá p ro n to cam biada si ella
cam bia de c a rá c ter y se vuelve cí­
nica, suspicaz o intoleran te. Ese
es uno de los m uchos castigos que
te n d rá p o r no co n tin u ar siendo
dulce y afable. Los m úsculos alre­
dedor de la boca, son finos y de­
licados y están sujetos a cam bios.
Lo que pasa en la im aginación los
afecta. Con la b a rra de colorete
usada con p ro d ig alid ad , es p a rti­
cularm ente im p o rtan te que la ex­
p resió n sea p lacen tera: el pigm en­
to llam a la atención a la p etu lan ­
cia, al desdén, así como hace que
la boca bonita luzca m ás bonita.
Uno debe p o n er atención a sus pe­
culiares “m aneras faciales” . Si us­
ted siente ra b ia o indignación, no
les dé rie n d a suelta; no ap riete sus
dientes como si fueran tram p a de
coger osos, pues eso lleva tensión
a los m úsculos. Si usted siente ga­
nas de llo rar, no ponga m al gesto
ni haga pucheros. N inguna dam a
debe ech ar a p e rd e r su sem blante,
y debe saber que las caras están
siem pre form ándose o tra n sfo r­
m ándose.
Cuando un experto facial está
trata n d o a un cliente cuya boca
necesita ser rem odelada, tiene sus
m aneras de tra b a ja r en las m enu­
das y delicadas fibras. El m aestro
le dará a usted una breve in stru c ­
ción sobre los m ovim ientos que
deben ejecutarse, y si usted los ne­
cesita puede incluirlos en su tr a ­
bajo de belleza en el hogar.
Use aceite p a ra m úsculos: p a re ­
ce que da m ejor resultado que la
crem a de masaje, la cual está bien
p a ra el resto de la cara. Use mo­
vim ientos ligeros y livianos. Las
fibras relajadas
a d q u irirá n vigor
p o r m edio de mo­
vim ientos rápidos
y delicados. No
espere resultados
inm ediatos.
gase esos m ovi­
m ientos todas las
noches y conti-
núelos durante un
mes o seis sem a­
nas, pues así co­
mo se t o m a n
tiem po los tejidos
para relajarse,
tam bién se tom a
t i e m p o recons
tru irlo s y v itali­
zarlos.
El tratam iento
se lleva unos 15
m inutos. Hágalos
por el reloj. Co­
loque los dos prim eros dedos bajo
el centro del labio su perior y en­
tonces de nuevo los m ovim ientos
deben ser ejecutados h asta el pu n ­
to de p a rtid a. El dedo derecho va
h acia el lado izquierdo y el iz­
quierd o va hacia el lado derecho.
Cuando usted llegue al final del
labio, haga dos o tre s círculos más.
Coloque el p rim e r dedo en el
centro del labio superior, el segun­
do en uno de sus finales y el pul­
gar en el otro final. M anténgase el
dedo del centro esta­
cionario, y hágase su­
b ir los labios en for­
ma de arco de Cupido,
a p retan d o suavem ente.
Si existen pequeñas
arrugas, esto las h a rá
desaparecer.
El próxim o y últi­
mo m ovim iento es un
m ovim iento como de
fru n c ir el labio. Em­
piécese en el centro del
labio in fe rio r y leván­
tese la piel con suaves
pellizcos; pero 110 tr a ­
baje en los mismos la­
bios sino en los teji­
dos del d erredor.
— 20 —
D urante el tratam iento, use li­
brem ente el aceite p ara músculos,
pasándolo sobre los labios m is­
mos, p ara m antenerlos suaves. El
m asaje les h a rá sa lir un vivido y
saludable color.
Pero es obvio que el cuidado de
la boca no sea com pleto ni efecti­
vo, ni rin d a el fin deseado, si no
se atiende de m anera constante y
eficiente al cuidado de los dientes.
Algunos m édicos em inentes creen
que el azúcar es la causa de mu­
chos males en los dientes. El azú­
Há­ car se vuelve ácido en la boca y
sus ácidos deben rem overse inm e­
diatam ente después de com er, pues
trabajan rápidam ente haciendo en
los dientes pequeños huecos que
luego tiene el dentista que rellenar.
El cepillarse los dientes día y
noche, no basta. Usted debe en­
tra r en acción después de cada co­
m ida. Hay m édicos que aseguran
que existen algunos individuos in ­
m unes a la “p icad a” de los dien­
tes, a causa de que su saliva actúa
sobre los ácidos y los hace im po­
tentes en su trabajo de destruc­
ción. Pero no se debe c o rre r ries­
gos. Hay que cepillar los dientes
vigorosam ente después de com er,
y en seguida lavarse bien la boca.
Hay un viejo adagio que dice:
“Cuando duelen las m uelas es
cuando se acude al dentista” . Pe­
ro, ¿Por qué no adelantarnos al
tiem po, ev itar inconvenientes to ­
m ando m edidas higiénicas, lim ­
piándonos bien los dientes, co­
m iendo con m étodo y cuidando
n uestra salud p o r todos los m edios
posibles?
Helen Jameson.
(Mme. qui vive).
 La Hora «Esso»
UEVAMENTE traem os a es­
N tas páginas algunos de los
Iriunfadores en la Hora “Esso”,
Con toda regularidad siguen las
audiciones a la hora fijada, y en
ellas se adjudican los prem ios en
esta vez junto con el m aestro gui­ metálico, según la decisión del Ju­
ta rrista de dicha Hora, que los rado. Las inscripciones deben h a­
acom paña en sus esfuerzos p o r me­ cerse en las oficinas de “El Fa­
re cer el aplauso del público. rol”, Sociedad a Traposos N9 4,
La H ora “Esso” se ve cada dia piso segundo, N? 231.
más co n cu rrid a, tanto p o r los ama- Sintonice la R adiodifusora Ve­
teurs que a ella acuden a exponer nezuela todos los sábados de 8 a 9
sus facultades artísticas, como por p. m. (1.200 y 4.870 Kc.), oiga la
el público asistente a los salones Hora “Esso” y envíenos sus re p o r­
de la radiodifusora. tajes sobre estas audiciones.

Pedro López Marín.

(“El Mangoré Criollo”), G uitarrista de la
Hora “ Esso”.

Josefina Carvallo. José Colina.

Luisa Martínez.

José Luis Ramírez.

“El N egrito G uadalupe” . N ora Rodríguez. Jesús Maestre.

— 21 —

M archa siem pre con cuidado,
pero tam poco nunca olvides que
el exceso de p revención es p eli­
groso.
-—Te será fácil d escu b rir al en­
vidioso si lo observas con aten­
ción: aquel sujeto—hom bre o m u­
je r— que desea poseerlo todo, tiene
algo o m ucho de ese pecado.
— Ténle m iedo a “la violencia”,
pero ténle p avor a “la h ip o c re c ía ” .
■— Sé p ru d e n te siem pre pero de­
fiende con tesón el “p rin c ip io ” o
derecho que te asiste.
— La m ejor de las d o ctrin as es
aquella que se in sp ira en la m utua
com prensión.
—Válete siem pre p o r ti mismo,
que si te acostum bras a que otro
te sclucione tus problem as, cuan­
do r. 7 uel te falte, entonces no po­
drás resolverlos tú y sin q u erer se­
rás un esclav o . . .
— Antes de to m ar un cam ino tó­
m ate el trab ajo de asegurarte que
aquel te llev ará a buen puerto.
—La p erso n alid ad otorga en to ­
do m om ento in d ep en d en cia, p o r­
que el que im ita depende siem pre
de otro.
— Lo único que m erece im itarse
es la bondad, p orque la bon d ad es
la fuente m ás p u ra de la vida.
— H abla con m oderación y abs­
tente de o p in a r en la m ateria que
no conoces.
— Cuando te encuentres p o r al­
guna c ircu n stan cia en el pantano
no te olvides de m ira r las estrellas.
— Si m ientes, la m entira te situ a­
rá siem pre en un plano in fe rio r al
que no m iente.
■
— Más conveniente resulta no
a p a re n ta r que a p a re n ta r falsa­
m ente.
— E studia siem pre algo, que ese
algo puede serte útil cuando me­
nos lo esperes.
— Más d esprestigia la riqueza
mal ad q u irid a que la pobreza ho­
norable.
Raimundo LULIO.
(V ersión del árabe).
Convierta en Dinero sus Id eas
IEN conocido es el hecho de
B que no hay nada más fácil
que a d q u irir un hábito cualquie­
ra, ni nada más dificil que qui­
társelo, una vez adquirido. Haced
algo, bueno o malo, y p o r m ucho
trabajo que os cueste hacerlo la
p rim era vez, la segunda os costa­
rá m enos trabajo, y en lo sucesi­
vo os seguirá siendo más y más fá­
cil, hasta llegar a hacerlo de un mo­
do enteram ente autom ático. Tal es
la ley del hábito, y va cobrando és­
te una fuerza casi invencible. Una
acción cualquiera, p o r insignifi­
cante que sea, de rep etírsela a me­
nudo se convierte en hábito.
Sí, todos los m ortales somos es­
clavos de tales o cuales hábitos,
y es p o r eso p o r lo que debem os
esforzarnos en a d q u irir hábitos
tantem ente en la m anera de m odi­
buenos, esto es, que resulten bené­
fica r con ventajas lo que existe en
ficos o p a ra nosotros m ism os o
nuestro rededor. No im porta cuán
p a ra nuestros sem ejantes, en un
perfecta nos parezca una cosa, un
sentido noble.
procedim iento, una m aquinaria,
Cosa bien sabida es que es más siem pre es susceptible de m odifi­
fácil co n tin u ar un m ovim iento ya cación favorable a nuestro propio
establecido, que el irlo refrenando bien y a las necesidades de la hu­
hasta p ararlo , p a ra volver a darle m anidad.
im pulso. De suerte que si adqui­
rim os el hábito de hacer determ i­ El p ensar constantem ente aguza
la inteligencia y desarrolla la in­
nadas cosas cada día hasta lograr
el noble propósito que busquemos, ventiva, capacitándolas p a ra las
más grandes concepciones. Las
no nos ofrece dificultad alguna el
c o n tin u ar el esfuerzo p a ra seguir evoluciones del pensam iento no
tienen lím ites.
obteniendo el mismo éxito. N ada
C om préndalo usted bien. U tili­
p erd eréis con h acer la prueba,
ce esa gran facultad cerebral que
pues, sea cual fuere el esfuerzo de
Dios le ha dado. Convierta ese
que se trate, se os irá facilitando
pensar, en ideas propiam ente tra n s­
más y más cuanto más cerca se h a­
lle de haberse convertido en un form adoras, y convierta esas ideas
hábito. en dinero.
T an fáciles son las buenas ac­
ciones como las m alas, en adqui­
rién d o se el hábito de hacer unas Consejos Hogareños
u otras. La única diferencia está
en que, ta rd e o tem prano, las ac­
ciones m alas resultan carísim as en
todos sentidos p a ra quienes las
ejecutan y p a ra la hum anidad en
general, en tanto que las buenas
p roducen siem pre satisfacción in­
finita.
Con los resultados obtenidos se­
gún las diversas m aneras de p ro ­
ceder, se han hecho las com para­
ciones necesarias y se han estudia­ Un pedazo de papel de lija,
do debidam ente sus consecuencias conservado a m ano en la des­
y sus posibilidades. N ada más p ro ­ pensa, es de gran ayuda para
vechoso que el hábito de pensar aflojar esas tapas de algunos ta ­
toien, que indefectiblem ente con­ rro s que se ponen tan duras que
duce a o b ra r bien. m uchas veces no se les puede
Así, nada más conveniente que m over con facilidad.
a d q u irir el hábito de p ensar cons­
— 22 —
El C am pam ento...
(Viene de la pág. 15)
Y a propósito de “Ciudad de
Ojeda”, que queda a pocos kilóm e­
tros de Lagunillas, ya sus casas es­
tán todas ocupadas, sus habitantes
siem bran jard in cito s frente a ellas,
y se están estableciendo bodegas
y otros pequeños lugares de ven­
tas. Todos reco rd arán en qué c ir­
cunstancias surgió Ciudad de Oje­
da, p a ra reem plazar a la antigua
población de Lagunillas. Las Com­
pañías p restaro n su im portante
colaboración p a ra su construcción
y acondicionam iento, p rin c ip a l­
m ente el acueducto, la instalación
de gas, la red de cloacas, el alum ­
brado y fuerza eléctrica y el pe­
tróleo crudo necesario p a ra la te r­
m inación de las vías públicas. Y
posteriorm ente, en diciem bre de
1939 cuando la antigua Lagunillas
de Agua fué b a rrid a p o r el fuego,
tam bién las Com pañías colabora­
ron haciendo rápidam ente y por
su p ro p ia cuenta las necesarias
conexiones de tuberías de agua y
cloacas p ara que pud ieran insta­
larse lo más rápidam ente posible
los dam nificados.
P ara alm acenar la form idable
producción de sus pozos en Lagu­
nillas, la Com pañía tiene tanques
suficientes p a ra 1.750.000 b a rri­
les, y cuenta p a ra toda su electri­
ficación con la energía que le lle­
ga de la P lan ta E léctrica de P un­
ta Gorda a que hem os hecho refe­
rencia en otros artículos publica­
dos en esta Revista, em barcando
el petróleo de Lagunillas p o r un
muelle de 368 m etros de largo, que
tiene acom odo hasta p ara 10 va­
pores tanqueros.
Y el bosque de to rres que cre­
cen y se m ultiplican como si dia­
riam ente recib ieran nueva savia y
nuevo vigor del subsuelo, hace que
el nom bre de Lagunillas p erd u re
como el del m ayor p ro d u cto r de
toda la región venezolana.
Caracas: Enrique Puig Corvé R., M. A. Antonetti. — M aracaibo: G. Rahn. — La Salina: Ramón Salazar,
Pedro Maninat. — Lagunillas: Abundio Montero. — C aripito: S. Chacín Sánchez, A. A. Fuenmayor.—
Q uiriquire: Alfredo Pereira,
nares.—Cumarebo: A. A. Martínez.—Güiria: Víctor Rubio. — Tem blador: Francisco Ferm ín.—
Una nota de agra­
decimiento
C aripito, 20 de agosto de 1940.
Señor D irector de ‘‘El Farol.
Caracas.
Muy señor nuestro:
Cum pliendo con un deber de
buenos ciudadanos, pasam os a re­
m itirle, adjunta a la presente, la
breve exposición que hemos re­
dactado con el fin de darle las más
sinceras gracias a la Compañía
Standard, por habernos dolado
de agua potable el caserío La Sa­
bana, donde desde hace algún tiem ­
po vivim os con nuestras fam ilias.
E sta m anifestación, que desde
luego entraña p a ra los suscritos un
alto deber de gratitud hacia dicha
Organización, esperam os verla pu­
blicada en ese im portante órgano
del pensam iento.
Soy su muy Atto.,
J. B. Viloria V.
Por la presente, querem os hacer
público los firm antes, y ex teriori­
zar asim ism o nuestro justo regoci­
jo, con motivo de la gentileza y
preocupación puesta de m anifies­
to p o r la Com pañía Standard, al
acceder gustosa a su plir a nuestro
caserío “La Sabana” de agua pota­
ble, elemento éste de que tanto ca­
recíam os.
Como es fácil com prenderlo, al
dicha Em presa corresponder en esta
form a con respecto a esta urgente
necesidad del citado caserío, ha
contribuido a allanar entre nos­
otros una de las más grandes ne­
cesidades que veníam os sufriendo.
Sirva esta nota, pues, de vehículo
de contacto entre la E m presa y nos­
otros p ara la espontánea m anifes­
tación de nuestra m ayor gratitud.
“La Sabana” de C aripito, 15 de
agosto de 1940.
J. B. Viloria V., G erardo Cortez, Félix
Meza, Pantaleón V illarroel, Rafael A.
Aranoz, G abriel Márquez, Am brosio Gon­
zález, Guillerm o F arrera, Francisco Fa-
rrera, Marcos Mata, M arcos A. Parodi,
Roberto Romero, Florencio Leiva, C lau­
dio Rodríguez, Francisco Rodríguez, J o ­
sé M. Pérez. G abriel Ugas, Ju a n G arcía,
Israel Rodríguez, Cruz Díaz, Pedro P.
Medina, Carm en Latouche, Ju a n C. Cortez.
Colaboradores de "El Faro l"
Marcos Márquez, Carlos Rodríguez.—Pedernales: José Marcano, Rafael Li­
San Joaquín: Cruz Barreto, Luis F.Cañas.
— 23 —
Las C o m p a ñ ía s
P e tro le ra s y la
Instrucción
Hemos tenido oportunidad de
leer el N? XVI de la Revista
“El F aro l”, que se edita en Ca­
racas, órgano de las Compañías
Standard Oil Cfi of Venezuela y
Lago Petroleum Corp. El nú­
m ero en referencia está dedi­
cado a la instrucción en gene­
ral y viene ilustrado con mu­
chas gráficas de diferentes ins­
titutos docentes que funcionan
en algunas ciudades del País,
creados unos p o r las nom bra­
das Com pañías y otros p o r el
Gobierno Nacional. Contiene
tam bién am plios detalles de las
actividades que se desarrollan
en las escuelas y cuyos resul­
tados h abrán de ser de positi­
vos beneficios para Venezuela
en un futuro cercano.
La labor de las Compañías
petroleras en lo que a in struc­
ción se refiere, se ha dejado
sentir siem pre entre nosotros,
por su preocupación en el sen­
tido de que la juventud que se
levanta pueda alcanzar m añana
el m ayor grado de superación
intelectual, como base del en­
grandecim iento m oral, cultural
y por ende m aterial de la Gran
P atria de Bolívar.
Tal actitud de la Standard
Oil C? y la Lago Petroleum me­
rece los m ejores elogios de los
hom bres que apreciam os las
buenas obras, sean im pulsadas
por nosotros mismos o por ma­
nos extrañas, ya que, el bienes­
ta r colectivo es el don suprem o
que siem pre hemos anhelado, en
justas reivindicaciones de las
oprobiosas situaciones en que
nos som etieran los regím enes
pasados. — Justicia, de Maracay,
setiem bre 8, 1940.
 El O bservatorio “Cagigal”, nues­
tra p rin c ip a l fuente m eteorológi­
ca, nos da en un im p o rtan te libro
que acaba de p u b licar el M iniste­
rio de G uerra y M arina, el resu­
men de las observaciones p ra c ti­
cadas d u ran te el año de 1939. Asi­
m ism o trae d icha publicación los
inform es efectuados en las E sta­
ciones que form an la red m eteo­
rológica nacional, todo lo cual es
de m ucho valer p a ra los estudios
com parativos del caso en toda la
R epública.
Agradecem os el envío.
La Revista de M edicina V eteri­
n aria y P arasitología, publicación
oficial del M inisterio de Agricul­
tu ra y Cría, nos ha v isitado con su
últim o núm ero. El sum ario es in ­
teresan tísim o y en él se destacan
varios trab ajo s originales de ex­
celente contribución, especialm en­
te sobre enferm edades de nuestros
anim ales y el eficaz tratam ien to de
ellas. La R evista m anifiesta am ­
pliam ente en todo su volum en su
alta u tilid a d y la eficiencia de sus
enseñanzas.
Damos las gracias p o r su aten­
ta rem isión.
E n n u estra m esa de red acció n se
en cu en tra el últim o núm ero pub li­
cado de “Venezuela O dontológica” ,
órgano oficial de la F ederació n
O dontológica Venezolana, cuyo P re ­
sid en te es hoy el señor R. Ríos
González, P ro feso r de P ró tesis y
D en tistería O perato ria en la E scue­
la D ental de la U n iversidad Cen­
tral.
En su im p o rtan te sum ario se
destacan : “Las influencias endo-
crinológicas en el desarrollo y fo r­
m ación de los d ien tes”, “La Qui­
m io terap ia de las infecciones b ac­
te ria n a s”, “El em pleo de la extip-
ticin a en la h em orragia consecu­
tiva a la extracción d e n ta ria ”, y
“A ccidentes inm ediatos a la ex­
tracció n d e n ta ria ”, todos de in d is­
cutible m érito.
Las C onferencias V enezolanistas
del Ateneo de C aracas, las que h as­
ta ah o ra h an sido sobre los E sta­
dos M érida, Carabobo, Guárico y
Zulia, han sido recogidas en un fo­
lleto p o r el m ism o Instituto, folle­
to del cual hem os recib id o un
ejem plar.
Las citadas conferencias son ex­
ponentes de las características de
cada E stado y llenan el fin p ro ­
puesto, de venezolanism o integral,
que se persigue con su divulga­
ción. Damos las gracias p o r el
envío.
El ejem plar correspondiente a
m ayo y junio de este año, de la Re­
vista del Colegio de Abogados del
Estado L ara, está en nuestra m esa
de redacción. Este ejem plar es de
especial interés, pues la Revista
cum ple su segundo año de vida y
trae extensa e im p o rtan te colabo­
ración.
Deseamos a la interesante Revis­
ta, m uchos más años de honrosa
vida periodística.
“El P resid en te”, p o r el doctor
Rafael F ernando Seijas, es el tí­
tulo de un opúsculo que hem os re­
cibido, y es la rep ro d u cció n de la
única edición hecha en M adrid en
1891 de aquél, im portante y dis­
cu tid a ob rita que tanto dió que
h ab lar en su época, especie de tra ­
tado político en el que se analizan
las diversas fases de nuestros p ro ­
blem as. Estim am os su rem isión.
“La Salud y la E scuela”, boletín
m ensual del Servicio de Higiene
E scolar, de la D irección de Salu­
b rid ad Pública, nos ha visitado con
su últim o núm ero. En su im por­
tan te sum ario se encuentra ú tilí­
sima divulgación sobre la viruela,
la d ifteria, la p a ro tid itis y otras
in form aciones necesarísim as para
el pueblo. R epresenta una labor
provechosa, que aplaudim os.
El núm ero correspondiente a Ju ­
nio y Julio del co rrien te año, de
“Progreso y C ultura”, revista m en­
sual ilu strad a de esta Capital, está
dedicado en hom enaje al L ibertador
y viene nutrido de excelente lectura
p atrió tica y grabados de actuali­
dad. T rae adem ás ilu strad a rese­
ña de los actos notables cele­
brados en las dos fiestas del 5 y
24 de Julio.
Avisamos con gusto el recibo del
im p o rtante núm ero.
— 24 —
Damos las gracias p o r el envío
del libro “Venezuela R epublicana”,
por el escrito r Avelino Sánchez,
que constituye una E xposición del
proceso político-social desde 1936
hasta 1940, donde se ponen de re ­
lieve los sucesos más salientes de
la evolución de estos últim os cua­
tro años.
En este libro se enfocan los di­
versos aspectos de la novísim a exis­
tencia republicana y la sana in ­
tención de servir a la P a tria ante
las m agníficas perspectivas que se
vislum bran en el horizonte. Asi­
mismo se exhiben con plum a ágil
los esfuerzos que se vienen hacien­
do en pro de los verdaderos inte­
reses nacionales.
“El Paludism o en la Región Pe­
tro lera de M onagas”, es un estudio
del doctor Delfín Arcila, que aca­
ba de pu b licar en esta Capital. Es­
ta obra es el trabajo prem iado con
M ención H onorífica en el certa­
m en prom ovido p o r la Sociedad
B olivariana de Venezuela p ara op­
ta r al prem io “A lejandro P róspero
R everend”. Constituye las obser­
vaciones personales sobre paludis­
mo, recogidas p o r el au to r d u ran ­
te un período de siete años de p e r­
m anencia en el Estado Monagas,
con un im portante análisis de los
resultados obtenidos con diferen­
tes antipalúdicos en una serie de
1.563 casos. N adie p o n d rá en du­
da la trascen d en cia de este tra b a ­
jo, ya que el paludism o es un azo­
te en las regiones m onaguenses.
Sobre “El M ejoram iento del Ga­
nado Vacuno en Venezuela”, h a pu­
blicado el doctor P iero Gallo un fo­
lleto en el que estudia asunto de
tan ta im p ortancia p a ra nuestro
País. Las características de la de­
generación se explican y se com­
baten p o r el autor, y se hacen las
deducciones correspondientes p ara
que el c ria d o r pueda lo grar el me­
joram iento deseado.
Gustosamente avisam os su recibo.
El escrito r Alberto S anabria ha
publicado un folleto titulado “Vi­
sitantes Ilustres de Cumaná. — Ge­
neral José Antonio Páez”, en el
cual recu erd a las dos veces en que
el Héroe de las Queseras estuvo en
aquella Capital, antes y después de
su ostracism o en los Estados Uni­
dos de N orte Am érica, épocas am ­
bas en que los cum aneses m anifes­
taron al ínclito pro cer su cariño
y adhesión.
Agradecem os el envío.
 POR LOS CAMPESINOS DE
MONAGAS
Nos parece muy interesante la
recien te iniciativ a de la Standard
Oil Com pany en los cam pos p etro ­
leros de Monagas. E sta Em presa
se prop o n e estim ular p o r todos los
m edios al agricultor de la región
y basar tal cam paña en el ofreci­
m iento form al de cederle plena­
m ente la p ro p ied ad de los te rre ­
nos de su p erten en cia que culti­
ven. P ara el caso, la Standard se
encargará en especial de h acer la
m ensura de los terren o s y el de­
partam ento ju ríd ico cum plirá to ­
das las diligencias restantes hasta
entreg ar al cam pesino el titulo de
p ro p ied ad cabal. Todas estas ges­
tiones serán hechas de m anera
absolutam ente gratuita.
Además, idéntico ofrecim iento
hace la S tandard p ara los cam pe­
sinos que trabajen en terren o s bal­
díos. Les serán hechas tam bién
las m ensuras y les serán cum pli­
dos todos los requisitos de Ley pa­
ra que ocupen en condición de
propietario s, es decir, p ara que
puedan a sp ira r a tal título al ven­
cerse los plazos reglam entarios
que, desgraciadam ente, entre nos­
otros parece que no están de acuer­
do con lo que sería una verdadera
política agraria.
Ojalá de esta iniciativ a se ob­
tengan los frutos m ejores y que el
ejemplo sea seguido p o r otras em­
presas, siem pre bajo la vigilancia
y la cooperación más activa por
p arte del Gobierno N acional y de
las au toridades estadales y m uni­
cipales^— E l Universal.
CONTRA LA MENDICIDAD
Mucho se ha ocupado la prensa
caraqueña, en estos últim os días
de la lucha con tra la m endicidad,
y es bien sabido que p ara colabo­
ra r en la solución de tan agudo p ro ­
blem a asistencial, se fundó recien ­
tem ente una “Liga con tra la m endi­
cidad ”, agrupación que se propone
estim ular la in iciativa hacia los fi­
nes antes m encionados.
Ahora bien, a raíz de dichas pu­
blicaciones perio d ísticas y de un
com entario editorial nuestro sobre
el mismo tem a, hem os obtenido de
fuente autorizada una m inuciosa
inform ación sobre lo que se ha re a ­
lizado hasta la fecha en este cam­
po de la asistencia social, todo lo
cual nos lleva, p o r un deber de jus­
ticia, a d ar “al César lo que es del
César”, esto es, a reconocer que lo
poco que entre nosotros se ha he­
cho hasta ahora como cam paña
contra la m endicidad, es obra úni­
ca y exclusiva de la acción ofi­
cial.— Crítica.
Reproducción sin comentarios de al­
gunos párrafos de recientes edicio­
nes de la Prensa del País.
HUELLAS DOCTRINARIAS DE LA
PRENSA
La p rensa que representa el es­
p íritu de Venezuela independien­
te y soberana, dem ocrática y libe­
ral, p a ra cum plir m ejor la m isión
que le compete, debe buscar las
huellas d o ctrinarias dejadas en el
país p o r el periodism o que en el
pasado libró las grandes cam pa­
ñas políticas, que consagró su en­
tusiasm o a la defensa de los p rin ­
cipios, que predicó constantem en­
te el acatam iento a la m ajestad de
la ley, que m ostró en todo tiem po
valor y dignidad, desprendim iento
y justicia. Ese am plio camino de
expansión periodística no se po­
d rá lograr sino cuando todos los
hom bres responsables unan sus es­
fuerzos y sus energías al propósito
de reco n stru ir los P artidos vene­
zolanos que tienen historia, tra d i­
ción y sacrificios. Sólo así la obra
de la p rensa ten d rá resonancia
eficaz y sana y definitiva influen­
cia en la conciencia pública y re­
percusión en los grupos sociales
que tienen como ideario la ascen­
sión de la República y la prospe­
rid a d colectiva.— La Esfera.
LA ASISTENCIA ESCOLAR
Es urgente que al iniciarse el
nuevo curso se lleve a la p ráctica
la Ley de E ducación obligatoria y
gratu ita; es urgente que todo ni­
ño apren da a leer y a escribir. Por
ello precisa obligar a los padres,
pues, no pocos, sea por especula­
ción, sea por pobreza, sea por des­
cuido, dejan de cum plir con tan
sagrado deber, sin p a ra r m ientes
en que al negarle a sus hijos la ins­
trucción necesaria, les crean gra­
ves problem as para el futuro y se
p rivan de no pequeños beneficios.
Im poner la asistencia escolar,
es de urgencia absoluta. Im po­
nerla, así como suena, porque
p o r el m edro y por el descuido de
los representantes, son m uchos
los que, m añana analfabetos, no
sabrán defenderse en la vida, y vie­
nen a ser p arias en la sociedad.—
La Religión.
— 25 —
EL CONTRABANDO ES FUNESTO
PARA LA ECONOMIA
Justam ente hoy, cuando mil ame­
nazas y peligros se ciernen sobre
la econom ía de la República, y
cuando el com ercio y las indus­
trias requieren singular protección
y am paro por parte de las au to ri­
dades y la colectividad, debe ex tir­
parse, sin contem placiones el con­
trabando — tradicional y pintores­
co en otras épocas — a fin de que
ese peso adicional no gravite tam ­
bién sobre la carga que ten d rá que
soportar el país, al acentuarse la
crisis p o r todos tem ida, dentro y
fuera de Venezuela.
En otro sentido, sería im perdo­
nable olvidar la obligación p atrió ­
tica que tenem os co ntraída con la
República. Velar p o r la seguridad
nacional, defender la integridad
venezolana, sacrificarnos en aras
de nuestra soberanía e indepen­
dencia, no son m eras palabras pa­
ra ser im presas únicam ente en pro­
clamas y alocuciones, sino concep­
tos que deben grabarse con carac­
teres firm es en el espíritu de todos
nuestros com patriotas, sin distin­
gos de clases ni de partidos o ban­
derías. Y m ientras perduren las
prácticas delictuosas del contra­
bando, allí estará una amenaza vi­
va y latente, proyectando su som­
bra siniestra sobre los cim ientos
básicos de la nacionalidad.— Ahora.
LA CASA BOLIVARIANA
Pensam os que pudiera trabajarse
de firm e para fundar, p rin c ip al­
mente en Caracas, pero tam bién
si fuere posible en las capitales de
Estado de todo el país, una insti­
tución de conveniencia indiscuti­
ble p ara los venezolanos que via­
jen por el territo rio nacional, sin
distingo del origen regional de ca­
da uno de ellos. De cierto modo
se tra ta ría de sustituir las Casas
que existen fundadas en esta ciu­
dad p ara uso exclusivo de las p e r­
sonas oriundas de determ inados
pueblos, con la Casa Bolivariana,
asignando a esta un radio de ac­
ción m ucho más amplio.
La Casa B olivariana serviría esen­
cialm ente para fom entar la con­
fraternidad venezolana, perm itiría
b rin d a r oportunidades, desde el
punto de vista com ercial, entre los
num erosos viajeros que vienen del
In terio r en viaje de negocios y sus
relacionados; facilitaria un in ter­
cambio constante de ideas sobre
los problem as nacionales y, final­
m ente en los aspectos cultural y
patriótico constituiría un centro
de difusión constante y ú til.— El
Heraldo.
 CARACAS
De izquierda a derecha, sentados: — Iván E. L. Caldwell, E. Palacios Viso, Geo. H.
W hite (G erente de la Com pañía de Petróleo Lago), M. A risteiguieta G u erra y C. F.
Sabourin (S ub-G erente). — De pié: W. H. Hovey, J. M ikkelsen, José I. del Corral,
F. U rbano Taylor, M. M osquera, B. L agrange y H. Boulw are.
Con m otivo de celeb rar la en tre­
ga de los botones de 20 años de ser­
vicio a los señores E. P alacios Vi­
so y Miguel A risteiguieta G uerra,
m erito rio s em pleados de la Com­
p a ñ ía de Petróleo Lago, se llevó a
efecto en el re sta u ra n t “P a rís ”, de
esta C apital, un alm uerzo al que
c o n cu rriero n las personas que
m uestra el grabado.
El señor Palacios Viso empezó
como V endedor y C obrador en Ca­
racas; hoy es Jefe del D epartam en­
to de C réditos de la C om pañía. El
señ o r A risteiguieta G uerra empezó
como Agente en Ciudad B olívar;
hoy es Jefe del D epartam ento de
Com pras. Ambos gozan de buena
fam a y aprecio en la C om pañía, y
fueron m uy agasajados en el al­
m uerzo con que se les obsequió.
“El F a ro l” se com place en u n ir
sus felicitaciones a las que tan co­
rrecto s em pleados h an recib id o con
so b rad a justicia.
De Cum arebo ha sido tran sferid o
a la O ficina de C oordinación en
esta C apital, el señor R aim undo
M olina. Deseárnosle com pleto éxi­
to en el desem peño de sus fun­
ciones.
Recientem ente contrajeron m a­
trim onio en esta Capital la bella
señorita D ham elis Pérez Briceño
y el culto caballero señor Ramón
Salazar Sanabria, em pleado de la
com pañía.
Viajan en luna de miel hacia la
vecina antilla de T rinidad.
“El F aro l” les desea una senda
llena de venturas.
Han celebrado m atrim onio en
Santa M aría de Ip ire la virtuosa
señ o rita A lsacia M artínez y el co­
rrecto caballero Lehm an Balza,
em pleado del D epartam ento de
C ontabilidad.
R eciban los recién casados nues­
tra s sinceras felicitaciones.
El señor Alberto de Veer, del
D epartam ento de C ontabilidad, ha
sido prem iado con el Botón de Oro
p o r diez años de servicios in in te­
rru m p idos con la S tan d ard Oil
Com pany.
Nos congratulam os con el señor
de Veer, a la vez que le deseamos
un continuo éxito en su trabajo.
— 26 —
El D octor A lejandro P ietri, Con­
sultor Ju ríd ico de nuestras Com­
pañías, ha cum plido el 30"? aniver­
sario de su D octorado en Ciencias
Políticas, y con este motivo la p re n ­
sa le ha tributado elogiosos com en­
tarios que enaltecen con justicia
su personalidad social y jurídica,
y la sociedad le ha agasajado cor­
dialm ente.
En efecto, el D octor P ietri en sus
tre in ta años de vida profesional ha
dado m últiples pruebas de una cla­
ra inteligencia, de una capacidad
muy destacada y de una honradez
a todas luces notoria p a ra prez y
honra del foro venezolano.
“El F aro l”, verdadero ap recia­
dor del D octor Pietri, suma sus sin­
ceras congratulaciones a las m uchas
que él ha recibido y le desea que
toda su vida tra n sc u rra como has­
ta ahora, siendo un paradigm a de
constancia, carácter y honradez.
SAN JOAQUIN
Recientem ente contrajo m atri­
m onio en la vecina población de
El T igre el señor Jesús V alderra-
ma, del D epartam ento de T rans­
portación, y la señorita Delia Sa­
lazar. Deseamos a los recién ca­
sados todo género de felicidades
en su nuevo estado.
 MARACAIBO CARACAS

Tenem os especial gusto en salu­

d ar al doctor Alfonso Bortone y
fam ilia, quienes regresaron a ésta
después de varios meses de perm a­
nencia en los Estados U nidos de
N orte Am érica, utilizando el doc­
to r Bortone algunos meses obser­
vando y estudiando la técnica y
adm inistración m édica de los hos­
pitales de ese Pais p ara el m ejor
perfeccionam iento de su profesión
y para p re sta r m ejor servicio a los
em pleados de esta Em presa.

R ecientem ente co ntrajeron m a­

trim onio en ésta el doctor Agustin
La Corte y la gentil señorita P etra
Romero. Van nuestras felicitaciones
a los recién casados, a los que al
mism o tiem po despedim os p ara
C aripito, cam po a donde fué tra n s­
ferido el doctor La Corte.

El Comité de Damas norteam ericanas residentes en esta Capital, por espontánea de­
cisión, resolvió sum arse a la Cruz Roja Venezolana para cooperar en los fines be­
néficos de esta alta entidad. La foto m uestra al Comité de Damas en com pañía de
la Ju n ta D irectiva de la Cruz Roja Venezolana. Deseamos que esa cooperación sea
en todo m om ento beneficiosa y responda a los loables deseos de dichas dam as y a los
hum anitarios fines que todos persiguen.

HILDORFO CHIRINO,
quien recibió el botón de oro co­
rresp o n d ien te a sus diez años de
servicios satisfactorios con la Com­
pañía.
Nació en M aracaibo el 18 de
agosto de 1902, y el 16 de julio de
1928 empezó a tra b a ja r en las ofi­
cinas de La Salina de la Lago P e­
troleum C orporation, de donde fué
tran sferid o a Lagunillas y de allí
a M aracaibo. La firm eza en el
cum plim iento de sus deberes le ha
hecho acreedor al aprecio de sus
superiores y de sus com pañeros.
LAGUNILLAS
Ha entrado a form ar parte del
personal del D ispensario de la La­
go en este Campo, como farm a­
céutico titular, el señor Luis Feli­
pe Castillo. Deseárnosle acierto en
sus delicadas funciones.
En la ciudad de M aracaibo con­
trajero n m atrim onio recientem en­
te el señor J. J. Pino Ochoa, quien
po r varios años ha venido actuan­
do como Comisario Mayor de Cam­
po Rojo, y la señorita Olga Lagu­
na, M aestra perteneciente al p er­
sonal docente de la Escuela “Aya-
cucho” de dicho campo. Hacemos
votos muy fervientes por la per­
durable dicha conyugal del nue­
vo hogar.
Tam bién hacem os los mismos
votos de perdurable dicha p ara el
señor Adilio Marval, antiguo tra ­
bajador de la Lago Petroleum Cor­
poration en el D epartam ento de
R igbuilding, y la señorita Angeli­
na A ristim uño, quienes han uni­
do sus vidas con el lazo de Hi­
meneo.
El nacim iento de la prim ogéni­
ta ha llenado de alegría el hogar
de los esposos señor Francisco R.
Aguilera y señora Federica Pérez
de Aguilera. Tam bién el prim ogé­
nito, que llevará el nom bre de El-
pidio, colma de venturas el hogar
del señor Julio Madriz y su seño­
ra esposa. Asimismo un nuevo
vástago alegra el hogar del señor
Rafael Alfonzo y señora Carmen
de Alfonzo.
A todos esos felices padres en­
viam os nuestras congratulaciones,
haciendo al mismo tiem po nues­
tros m ejores votos por la vida fe­
liz de los recién nacidos.
El señor E. F. Blakesley, em­
pleado de la com pañía, recibió
mom entos antes de p a rtir para sus
vacaciones, las credenciales que
la D irectiva del Campo Rojo Sports
Club le entregó nom brándolo su
Presidente H onorario, en agrade­
cim iento de sus m últiples servicios
prestados en todas las actividades
deportivas de este centro. Deseá­
rnosle feliz travesía.

— 27 —

C aracas In fan til B. B. C. que derrotó a sus com unes rivales “Los A guiluchos”.
R ecientem ente tuvo lugar en los
terren o s del “Stadium Boyacá” de
C aripito, ilum inados a gran p ro ­
fusión y p o r p rim e ra vez en la his­
to ria del deporte vernáculo, un ex­
tra o rd in a rio acontecim iento boxís-
tico, a beneficio de la Delegación
D eportiva que rep resen ta a Vene­
zuela en el C am peonato M undial de
Base-Ball A m ateur que se ha estado
jugando en La H abana, Cuba. Este
excelente festival fué organizado
p o r el “Centro D eportivo S.O.V.
C arip ito ” , p a ra lo cual dicho o r­
ganism o contó con la eficaz cola­
Al W illiam y Víctor Pérez, se e n fre n tan en el Ring
CARIPITO
boración de la C om pañía Standard
y el desinteresado aporte de algu­
nos entusiastas deportistas locales.
A las 9 p. m. se le dió comienzo
ante la expectativa de un crecido
público, al gran festival boxístico,
el que durante las seis peleas efec­
tuadas m antuvo de pie a la m u­
chedum bre congregada esa noche
en el Stadium “Boyacá” .
T am bién, un no m enos in tere­
sante espectáculo se verificó en
el ya p o pular “ Stadium Boyacá”.
Este fué a base de un gran cho­
que de Base-Ball de G randes Li­
gas a cargo de los potentes com ­
y pa rte de la concurrencia al espectáculo.
binados, Selección C aripito vs. Se­
lección Q uiriquire - Jusepín. El
“chief um pire” dió la voz de “play
b all” y el encuentro comenzó des­
arrollándose com pletam ente pleno
de em ociones, siendo su resulta­
do por dem ás excelente si se tom a
en cuenta las grandes jugadas des­
plazadas p o r am bos bandos en el
transcurso del evento, finalizando
este espectacular encuentro con la
ap retada anotación de 9 x 8 ca rre ­
ras a favor del equipo Q uiriquire-
Jusepín.
El tercer núm ero del festival lo
constituyó, en horas de la tard e
del mismo dom ingo, el juego pre­
parado entre los com unes rivales
del gran deporte de las cuatro es­
quinas, “Aguiluchos Infantiles B.
B. C.” de Q uiriquire y “Caracas
Infantil B. B. C.” de C aripito. Aquí
le cupo un triu n fo fácil a los ch i­
cos del “C aracas”, señalándose un
resultado de originales cifras en
una victoria de 18 x 2 carreras.
Una am ena y sim pática nota de
cultura constituyó ha poco la ce­
lebración del p rim e r encuentro in-
ter-clubs, celebrado p o r los equi­
pos de M aturín y Caripito.
T ras la visita p o r dem ás cordial
conque los jugadores m aturineses
obsequiaron a los pollos caripite-
ños, se inició el torneo, el que has­
ta el final de este p rim e r encuen­
tro se m antuvo en el más alto gra­
do de em oción y cultura.
 CARACAS LAGUNILLAS
Ha finalizado con verdadero éxi­ El team de soft-ball femenino Ya se ha dado comienzo a un
to el Cam peonato N acional de del Campo Rojo Sport Club, sufrió Torneo de Volley-ball entre los
Bowling que se llevó a efecto en su p rim era derrota en un emocio­ clubs dependientes de la L. P. C.
esta Capital en las canchas del nante encuentro que tuvieron re­ en el D istrito B olívar: La Salina,
“Avila Bowling Club”. cientem ente con las ágiles m ucha­ Standard de Tía Ju ana y Campo
El Team “O ptim ism o” term inó chas del M iraflores Sport Club de Rojo, siendo organizado por el ac­
Campeón con 47 puntos; de Sub- Cabimas. Pero éste su prim er re ­ tivo y dinám ico In stru cto r de De­
Campeón llegó el “S tan d ard ”, con vés no ha am ilanado a las entu­ portes de la L. P. C., señor Paul
38 puntos, luego en orden sucesi­ siastas nenitas cam porrojistas, y W ingayer.
vo “L ib ertad o r” con 34 puntos, ahora las vemos con más optim is­ En este p rim e r encuentro, los
“M artillito”, con 24 puntos y mo que nunca practicando ardua­ siem pre agresivos m uchachos del
“U nión”, con 17 puntos. m ente p ara enfrentarse de nue­ Standard de Tia Juana se im pusie­
vo a las m irafloristas, a las que ron al fuerte sexteto de La Salina,
Nuestros m uchachos lucharon
creen poder vencer en su próxim o por la anotación de 18 x 16, 2 x 15
bravam ente hasta el final, titu lán ­
encuentro. y 15 x 12.
dose Sub-Campeones, con las si­
guientes puntuaciones:
CARIPITO
Average.
M. A. A n to n e tti...................176 C aripito, 10 de septiem bre de do con magníficos encuentros a la
1940.— Con indiscutible éxito y so­ concurrencia que tarde a tard e
Elio T o r r e s .........................161 brado entusiasm o se está efectuan­ ocupa las trib u n as del Boyacá con
J. G. C h a c i n ........................161 do en los terrenos del “Stadium los naturales deseos de ver salir
R einhard R a h n .................161 Boyacá”, de C aripito, el “Campeo­ victorioso al conjunto de su sim­
H. D o n n e lly ........................ 155 nato de Soft Ball Inter-D eparta­ patía.
Jaim e M a n z a n e d a .............. 154 m ental - 1940”, que anualm ente or­ De los cuarenticinco (45) jue­
Ramón P é r e z .......................144 ganiza el “Centro D eportivo S.O.V. gos que señala el calendario oficial,
C aripito”, bajo el patrocinio de la veinte y cinco (25) han sido ya
Standard Oil Company of Vene­ realizados con estupendo resulta­
LAGUNILLAS zuela, y donde en los actuales mo­ do y bajo la m ayor cordialidad y
m entos los seis poderosos equipos disciplina puesta de m anifiesto en
Después de tres p érd id as con­
que orgullosam ente defienden el todo momento, tanto por los juga­
secutivas ante el fuerte conjunto
prestigio deportivo de los d ep ar­ dores como por los espectadores.
“V encedor” de Valencia, los agre­
sivos m uchachos del Campo Rojo tam entos Laboratorio Geológico, El estado del torneo hasta la fe­
se im pusieron am pliam ente por 7 Material, Iro-üivision Office, In ­ cha en que escribim os estas líneas,
geniería de Petróleo, Ingeniería acusa los records que gustosam en­
a 1 carreras en el p artid o de base­
General y Term inal, están deleitan­ te presentam os a co n tin u ació n :
ball efectuado en el Estadio Cam­
po Rojo en la reciente jira de la
Em bajada D eportiva Carabobo a STANDING DE LOS CLUBS
estas cálidas tierras petrolíferas.
Nombre. JJ. JG. JP. JE. Pts.
Tam bién ese mismo día por la
noche, el quinteto de basket-ball 1. —M a te r ia l............................ . 7 6 1 0 857
del Campo Rojo se enfrentó a la 2. —L aboratorio Geológico . . 7 6 1 0 857
Selección Valenciana, saliendo és­ 3. —-Ingeniería de Petróleo . . 9 5 4 0 555
tos últim os con la palm a del triu n ­ 4. —Iro-Division Office . . . 9 5 4 0 555
fo p o r la anotación de 35 a 21 5.—Ingeniería General . . . 8 2 6 0 250
puntos. 0 000
6.—T e r m i n a l ......................... . 8 0 8
Y p ara term in ar con este m agní­ •
fico, interesante y em ocionante AVERAGE BATTING DE LOS CLUBS
festival deportivo, las fém inas del N om bre. JJ. AB. C. H. E. Ave.
“La Salina Sport Club” se enfren­ 1.—L aboratorio Geológico . . 7 227 60 78 13 344
taron a las bien disciplinadas y
excelentes basketbolistas valencia­ 2.—M a te r ia l............................ . 7 211 58 67 13 317
nas, obteniendo las salineras un 3.—Ingeniería de Petróleo . . 9 288 60 89 28 309
resonante y sorpresivo triunfo 4.—Iro-Division Office . . . 9 254 53 78 33 307
al im ponérseles faltando sólo un 5.—Ingeniería General . . . . 8 181 42 49 24 270
m inuto p a ra finalizar el p artid o 6.— T e r m in a l........................... . 8 193 29 47 25 243
con la anotación de 20 a 17 puntos.

— 29 —

F ábrica. — Donde se hace algo con
in g red ien tes heterogéneos. La
fá b ric a m ás peligrosa es la de
m onedas falsas.
Fabricio. — Nombre propio y fo r­
m a so co rrid a p a ra designar
ciertos inv en to res de bulos y
noticias exageradas.
F arándula. —■ C uadrilla de payasos,
saltim banquis y títe re s que
con u n a C arpa, p o r todo cap i­
tal, re c o rre n villas, ciudades y
aldeas ante la expectativa de
pequeños y grandes. La fa­
rá n d u la pasa, dicen p o r ahí.
T am bién farán d u la en sentido
figurado es sinónim o de far­
sa, m en tira o sim ulación. De
allí que m ucha gente se pase
la v ida en p lena y constante
“fa rá n d u la ” .
Fam élico. — Aquel que tiene m u­
cha ham bre. Se dice tam bién
“fam élica” de aquella que
sueña con un novio y no logra
atrap arlo .
Fenom enal. — Inm enso; fan tásti­
co; abrum ador. A veces el éxi­
to es fenom enal pero tam bién
el fracaso se puede m edir con
ese mismo adjetivo. Sin em­
bargo en esto de fenom enal se
exagera siem pre m u ch o . . .
F értil. — P ropiedad prolífica de la
tie rra . P rin c ip io agrario inuy
tom ado en cuenta p o r los hom ­
b res que cultivan la tie rra .
Tam bién se dice cuando las
m ujeres h allan al sujeto ade­
cuado que sin en am orarlas las
lleva, al cine, a las carreras,
y a los paseos.
Frágil. — Débil, quebradizo, dem a­
siado fino. La fragilidad de las
m ujeres es p ro v e rb ia l...
E n la esc u ela:
— Oye, chico, tú qué vas a ser
cuando llegues a grande?
— ¿Yo?, pues quiero ser de esos
que hacen los alm an aq u es. ..
—¿Y p a ra qué?
•— Pues p a ra po n er tres dom in­
gos en cada semana.
El m édico. — El año pasado tu­
ve cien clientes más que este año,
¿qué se h a b rá n hecho que no los
he vuelto a ver?
El colega: Muy probablem ente
estarán en el cem enterio.
Regrésate a casa, Ju an ! ¿No ves que es­
tás dando u n espectáculo a los vecinos?
— Oye, dorm ilón, te levantas m uy
tarde. ¿Es qué no te encuentras
bien?
—N ada de eso. P recisam ente no
me levanto p o r lo bien que me en­
cuentro en la cama.
En M adrid:
— ¿Me hace osté el favor de icir-
me si ésta es la P u erta del Sol?
— Sí, hom bre, s í . . . Aquí en Ma­
d rid hasta los bu rro s la conocen.
— Pues mi osté, po eso se lo he
preguntao.
En un Club de señoras se anun­
ció una fiesta y se exigió a cada
socia que llevara algo que no ne­
cesitara. Todas se ap areciero n con
sus m aridos.
— 30 —
En la b a rb e ría :
—¿Cómo quiere que le corte el
pelo?
— Córtemelo bastante.
Al te rm in a r su faena, el barbe­
ro le presenta un espejo y le dice
al cliente:
— ¿E stá bien así?
—No, hom bre, no, déjemelo un
poco más la rg o . ..
Rufo.—Dicen que cada vez que
disparan un gran cañón en E uro­
pa, se van novecientos dollars en
humo.
Tito.—Y entonces, ¿ p o r qué no
usan pólvora sin hum o?
En una pensión b arata :
Un huésped rechaza un plato de
sardinas,
—Las conozco — dice — hace
cuatro días las rechacé porque es­
taban viejas, y ahora me las vuel­
ven a servir.
—Es usted m uy descontentadi­
zo, le dice la criada. La otra vez
se las dió fritas m i señora y ahora
se las h a puesto en salsa. ¡Pobre-
cita! Si no sabe cómo adivinarle a
usted el g u sto . . . Ya le diré que se
las guarde y que otro día se las
ponga en escabeche.
¡Por algo me decía el corazón que debia
yo seguirla!
 PAGINA PARA LOS N IÑ O S
Solución del problem a “La Gallina Orgullosa
de su O bra”.
LA MUSICA ALEGRA TODOS LOS
CORAZONES
Solución en el próxim o núm ero junto con
nuevos pasatiem pos.
Entretenimiento
El objeto de este entreten i­
m iento es que A capture a B en
los m enos m ovim ientos posibles.
A efectúa el p rim er m ovim ien­
to a lo largo de una línea recta
de círculo a círculo con el ob­
jeto de ca p tu ra r a B llegando al
m ism o círculo que éste ocupa.
B ejecuta sus m ovim ientos p ara
im ped ir que A lo capture. Ha­
cen sus m ovim ientos alternados
y sólo se perm ite un m ovim ien­
to a la vez. Si A juega bien,
puede ca p tu ra r a B al cuarto
m ovim iento. ¿Cómo lo h aría
usted?
El Angel de los
H o y u e lo s
Un ángel había sido enviado al
m undo con un mensaje celeste; en
el momento de desplegar sus h er­
mosas alas p ara regresar al p ara í­
so, divisó en un punto de la tie rra
a un niño que tranquilam ente dor­
mía sobre la verde yerba, a la som­
bra de unos arbustos.
— ¡Qué herm oso niño!— exclamó
el ángel.—Parece robado del cielo.
Y p ara cerciorarse de que la
tiern a y gentil criatu ra pertenecía
a este m undo y su delicado cuer-
pecito estaba form ado de la m is­
ma hum ilde m ateria que los cuer­
pos de los hum anos, voló hacia él.
Con los dedos de sus celestiales
manos, sonrosadas como nítido ce­
laje, tocó las m ejillas del niño ju n ­ nas lo vió el asno, púsose a tem ­
to a sus dim inutos labios. Después,
y ya convencido, se dijo ¡— Efecti­
vamente, este niño es hijo de la
tie rra .—Y alejándose de él, se vol­
vió al cielo.
Q uedaron las huellas de los de­
dos del ángel im presas en las me­
jillas del niño. P or eso, hijos míos,
alegran vuestra sonrisa dos gra­
ciosos hoyuelos—los hoyuelos del
ángel,—y sólo por recrearm e con
su vista os hacía son reír cuando
erais pequeñitos.
— 31 —
El Asno y el Perro
Caminaba un m astín en com pa­
ñía de un asno, cargado de pan. La
larga m archa despertóles el ham bre,
por lo que el asno se detuvo a co­
m er los yerbajos que crecían al
borde del cam ino. Esto aum entó
el apetito del m astin que le contem ­
plaba envidioso y que no pudiendo
aguantar más, le pidió un pedazo
de pan de los que llevaba sobre la
albarda.
R espondióle el asno que si tenia
ham bre, se buscase como él la co­
m ida por el cam ino, pues no ha­
bía pan de d esp erd iciar y él no
estaba para com partir con nadie
lo que tenía y necesitaba.
En esto divisaron a lo lejos un
lobo que avanzaba hacia ellos. Ape­
blar y suplicó al m astín que no se
separase de su lado y le defendie­
se del lobo.
—No por cierto,—le respondió
el p e r r o :—los que comen solos de­
ben luchar solos. Y diciendo y ha­
ciendo dejó a su cam arada de ca­
m ino a m erced del lobo.
MORALEJA:
Si deseamos tener amigos debe­
mos mostrarnos serviciales.
 ó*
y

C R U C IG R A M A S
HORIZONTALES PROBLEMA N? 17
1 — El estado de los E stados U nidos en que
se perfo ró el p rim e r pozo de petróleo.
8 — Calle de pueblo, o cam ino carretero .
9 — N om bre con que en lo antiguo se desig­
naba a la osa.
10 — N om bre de la te rc e ra tú n ica del ojo.
11 — P ronom bre dem ostrativo del género fe­
m enino.
12 — Dios del am or en la m itología griega.
14 — N om bre de varios reyes escandinavos.
17 — H erm ana, en tre las monjas.
18 — Apócope de santo.
20 — P rep o sició n latin a que sirve de prefijo
a m uchas p alab ras castellanas.
2 1 — F orm a reflexiva del p ronom bre perso­
nal de te rc e ra persona.
22 — P erten ecien te al crim en.
24 — C ontracción de p rep o sició n y artículo.
25 — Dioses dom ésticos.
27 — Anim al salvaje m uy p arecid o al bisonte.
28 — P rim e ra y te rc e ra p ersona del im p era­
tivo del m ás im p o rtan te de los verbos
en las relaciones hum anas.
30 — A rtículo definido.
31 — Fuerza m isteriosa a que se atrib u ían los
fenóm enos del m esm erism o.
33 — E n tid ad federativa de los E stados U ni­
dos.
VERTICALES
1— Favor, provecho.
SOLUCION DEL PROBLEMA N? 16 2— Rey de Pilos, que figura en la Ilíada.
3— Verbo que denota m ovim iento.

0s
4— E n tid ad federativa de los Estados U ni­

L L I
0 R1
A T
DOLO dos.
5 — T ercera persona del presente de in d ica ­
: R
tivo de un verbo que significa m archa.
6 — Obra literaria.
7 — P lanta m uy venenosa de N um idia.
E S B 12 — N om bre genérico de famosos productos

G
S
0 0s N A
derivados del petróleo.
13 — Form a de un verbo que hace p en sar en
p erro s y huesos.
n J I a T 1 5 — Sobrenom bre del rey Samuel de H un­
U gría.
R A R U 16 — Capital de uno de los reinos escandi­
navos.
R E D U R R A 18 — Concavidad.
19 — Crema.
E fm [ e N 22 — Concreción nacarad a que se form a en
lo in te rio r de la concha de algunos mo­
luscos.
R E [ X D R A A 23 — Nom bre de un valle de Galicia.
25 — C onjunción causal.
D A Y M E A L 26 — Capital de una diócesis.
29 — Iniciales relacionadas con las horas de
0 B M la p rim era m itad del día natural.

NUDO R o ORLA 32 •— Dativo y acusativo del pronom bre p e r­

sonal de la segunda persona.

— 32 —
 Indias guahibas pe*
lando yuca, su a li­
m ento p rin cip al...

...m ientras los hom ­

bres construyen un
nuevo rancho.