SEMINARIO

COLOMBIA: DEMOCRACIA Y PAZ

COINCIDENCIAS
EN MADRID
ALFONSO MoNSALVE S. • EouARDo DoMíNGUEZ G.
directores

Con el apoyo de ,,

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COMFAMA
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Todo po1 fa f!i.mfll:J

fENALCO
U flfEUJ. WfE U&'S
i!lrli!tiHHJ

©Universidad de Antioquia
©Universidad Pontificia Bolivariana
© Instituto de Filosofía del CSIC
©Cada uno de los autores por su contribución
Edición:
Alfonso Monsalve Solórzano
Eduardo Dorrúnguez Gómez
ISBN: 958-696-126-5
Diseño, diagramación e impresión:
Editorial Universidad Pontificia Bolivariana
E-mail: editupb@logos.upb.edu.co
Teléfono: 415 9141- A.A.: 56006
Medellín, Colombia - 2001
CONTENIDO
PROANTIOQUIA Y LA PAZ EN COLOMBIA
Luis Fernando Uribe R. ............ ........................ ...................... ....... 7
~LA PAZ EN PALABRAS SENCILLAS
Antonio Picón Amaya .................................................................. ; 9
COINCIDENCIAS EN MADRID
Alfonso Monsalve S., Eduardo Domínguez G. ............................. 15
-UNA HIPÓTESIS SOBRE LAS RAZONES DEL
CONFLICTO INTERNO EN COLOMBIA, Y UNA
VISIÓN COMPARTIDA DE ESCENARIOS FUTUROS
Francesco Vincenti .................... ........................ ..................... ... .... 21
COLOMBIA EN LA HORA DE LAS DECISIONES.
EL SILENCIO DE LA DIRIGENCIA
Juan Manuel Ospina ..................................:.. ································· 39
PENTAGRAMA FILOSÓFICO
Guillermo Hoyos............................................................................ 47
UNA NOTA SOBRE LA TRANSICIÓN A
UN ESTADO SOCIAL DE DERECHO
Luis Jorge Garay S......................................................................... 53
 Este documento contiene las reflexiones hechas en el
Paraninfo de la Universidad de Antioquia, el día 9 de marzo de
2001, como réplica de la IV versión del Seminario, realizada en
Madrid un mes antes.

Gracias al entusiasmo y los buenos oficios del PNUD y de su

representante entre nosotros, la Dra. Luz Eugenia Velásquez,
fue posible publicar este documento en tan corto lapso. De igual
modo, en la Universidad Pontificia Bolivariana, su programa
editorial y el Sr. Sigifredo Tabares hicieron todos los esfuerzos
necesarios para cumplir la meta.

A todos los autores, a las instituciones que nos respaldan, a

nuestros colegas por su solidaridad, a todos los colaboradores,
a las empresas que nos acompañaron en este empeño, mil gracias.
La democracia y la participación se tejen en estos pequeños
encuentros.

Los directores
 PROANTIOQUIA Y
LA PAZ EN COLOMBIA

Luis Fernando Uribe R.

Presidente de Proantioquia

Es imperativo que los colombianos encontremos, de común

acuerdo, una manera civilizada de resolver un doloroso y
prolongado conflicto, que ha cobrado ya un alto costo en vidas
humanas y riqueza material y que, de subsistir, amenazaría la
supervivencia misma de nuestra Nación. Entender las causas
que lo han originado, su evolución y sus diferentes
manifestaciones, así como evaluar los intentos fallidos por
resolverlo, hace parte de esa búsqueda inaplazable. Procurar
una solución política, que detenga el insensato derramamiento
de sangre y la destrucción de nuestras posibilidades de
desarrollo, es la tarea en que debemos concentrar todos nuestros
esfuerzos. En Proantioquia somos decididos partidarios de una
salida negociada a la confrontación armada. También, valoramos
y estimulamos todos los esfuerzos encaminados a proveer el
conocimiento necesario para adelantar tan compleja tarea.

El gobierno nacional adelanta un proceso de negociación con

los principales grupos subversivos. Albergamos optimismo
respecto de la posibilidad de que avancemos por esa razonable
vía. Sabemos, sin embargo, que el camino es tortuoso y que la
búsqueda de la paz no está exenta de dificultades. Es claro que
nuestra organización social y política adolece de muchas
deficiencias, que generan notorias inequidades y exclusiones.
Creemos, no obstante, que estas indeseables situaciones no
justifican la violencia que se ha instauraqo en nuestro país. Como
demócratas, estamos convencidos de que hay que realizar
profundas reformas a nuestras prácticas políticas y a nuestra~
instituciones, las cuales debemos emprender sin mayores
dilaciones y sin supeditarlas a lo que suceda en la actual mesa
de negociación. Igualmente, consideramos importante para el

1
futuro de la misma que se presenten, en el corto plazo, hechos
significativos de paz por parte de los grupos alzados en armas,
especialmente respecto de la población civil.
En un contexto como el anterior, en el que son fundamentales
el conocimiento de las razones que han animado el conflicto y
los intentos de encontrad~ solución, adquiere singular
importancia el esfuerzo que desde hace ya varios años han
venido realizando las Universidades Pontificia Bolivariana y de
Antioquia, conjuntamente con el Instituto de Filosofía del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España,
contando con el apoyo de otras entidades. El "Seminario
Colombia Democracia y Paz", que alcanza ya su cuarta
realización y ha dado lugar a la publicación de igual número de
interesantes libros, constituye sin duda alguna una notable
contribución a ambos propósitos, el del conocimiento y el de la
negociación. Este singular acontecimiento académico ha
permitido reunir a algunos de los mejores analistas de la realidad
colombiana, tanto nacionales como extranjeros, permitiendo un
debate abierto y plural, desde los más diversos puntos de vista
y enfoques teóricos.
Al sumarse a las entidades que apoyan e impulsan esta
importante iniciativa, Proantioquia quiere invitar a los lectores
de esta publicación, que recoge los materiales presentados en la
réplica del IV Seminario Internacional realizado en Madrid, en
el pasado mes de febrero, evento que se desarrolló en nuestra
ciudad el9 de marzo, a que se apropien de los contenidos de la
misma, a que incorporen en sus reflexiones sobre la compleja
problemática nacional los materiales contenidos en este folleto,
en la seguridad de que enriquecerán sus percepciones,
contribuirán a formar opiniones más estructuradas y, por esa
vía, ayudarán a encontrar progresivamente las salidas civilizadas
al conflicto que nos desangra y empobrece, como el país lo
requiere y la comunidad de las naciones lo demanda.
LA PAZ EN
PALABRAS SENCILLAS
Antonio Picón Amaya
Director Ejecutivo de Fenalco Antioquia
Cuando miramos nuestra historia nos puede asaltar un
pensamiento: ¿Es la violencia nuestro destino? Y peor aún: ¿Es
un destino sin salida?
y siempre le echamos la culpa a otros: al destino, a k herencia{
á. la formación, a los políticos, a los dirigentes, a los corruptos, a
los.bandidos;t.
Decir que somos violentos porque siempre l<:>_l:temos sicio~Sf
·ooaposiciónmuy simplisté,l~ Ersei humaiJ.o es bueno y hay que
darle ia posibilidad de que crezca y se ponga al servicio de la
'· comunidad, porque no está.....predeteiminado
... . .
á sufrir n:ia: S!=r
'?/
Violente;>~ En él se encuentran al mismo tiempo lo claro,lo oscuro,
Í¿ buerl.o, lo malo. Lo que hay que tratar de hacer es potenciar
todo lo positivo que tenemos. Yo no puedo recoger lo que no he
sembrado. Hoy disfrutamos de cosas que alguien sembró hace ....~
un tiempo: la ciudad, los árboles, los valores, etc. Yo ;_de};>ó
preo.CU:p~e para que las personas quE! :Vienen detrás_d~~IW
puedancosechá.r de lo que yo.sembré;/
N O ES ASUNTO MÍO
.Otra8 veces miramos él conflicto como si nada tuviera que v~r
.fppnosotrÓs. nusmbs~1'~s
. ... ' .: :: .
. asunto
-
del Gobierno, de los grupos
' " . "'.. • - 7
<irmados, de los violentos.;{" Y así acallamos nuestras concien9as,
porque no hemos sido capacés de construii:_un:.país:.difet.en~é.
Pero la yerdacf es simple: no :hemos sembrado con justi<::Í~;
'con equidad. Y si olvidamos valores tan básicos como el
respeto por la vida humana, qué se puede esperar de los otros
valores. ·
1

Y quienes nos decimos los buenos, deberíamos mirar
actuaciones cotidianas que no son hechos de paz:
• Corrupción en los diferentes frentes de la sociedad cuando
se requería inversión y desarrollo.
• Comportamiento inequitativo con empleados, trabajadores,
pues todavía hoy persisten sistemas feudales, evasión. en
pagos tanto a las personas como a las instituciones de
seguridad social, impuestos.
• Y qué decir del maltrato intrafamiliar} entre amigq~
]htraempresa~/
• Decir que el vivo vive del bobo no es motivo de vanagloria.
Debemos avergonzarnos de este dicho, que lo único que hace
es transmitir de generación en generación el afán de
aprovecharnos del otr9. Y al hacerlo generamos odio,
impotencia, baja autoestima, rencor, deseo de venganza,
violencia. Y eso es lo mismo que deja el maltrato, ya sea abuso
físico o sicólogico.
• El gusto d~.saltarnos el semáforo eniojo, de quitarle"~el
derecho a la vía al otro, de burlar una non:ría~ de respoil.d§..le
rrial al oficia!; que nos llama la atención porque usted no sabe
quién soy yo, de no pagar una prestación social.
• ·Los papás nos equivocamos mucho con _lo_sj!ij<:rs, por ejemplo
en negociaciones que hacemos con ellos. Si no haces esto, no
tienes aquello, y empezamos a condicionarlos. Nos enojamos
con los niños si tenemos problemas en el trabajo o con el
cónyuge, les gritamos, les mentimos, les enseñamos valores
y les damos mal ejemplo.
• En fin, los anteriores son actos de violencia que todos los
días cometemos los buenos.
La bósquéda de la. paz 11os e)_cige J;_~f1exi()n personal, ¡;máJ.Wis,
evalll.~c:ión_p¡u:a qes_cubrir cómo tod~s ge11e:rPlrios viól~ª~~sjn
damos.cuent~ cómo hemos construido y sembrado cultura
violenta. Es cierto que no decidimos las circunstancias de nuestro
nacimiento, de nuestra educación, pero pensemos en nuestr.?
r~sponsabilidad en la formación del presente y en consecuenci~,
del futurqt porque como hombres, tenemos voluntad y lib;e
albedrío.
Entonces, empecemos por cambiar a quienes podemos
cambiar: a nosotros mismos. Y busquemos primero nuestra propia
paz, para seguir con la convivencia.
fuy COSAS BUENAS
Miremos lo positivo porque también hemos sembrado muchas
cosas buenas que podemos empezar a recoger: mal que bien
tenemos un país, una democracia, unas empresas, unas
instituciones, unas familias. Miles de hombres se levantan cada
día para trabajar, otras tantas para estudiar y prepararse con el
fin de servir a los demás. Muchos de ellos van a serprofe~Íonales,
t~cnicos, trabajadores, pero siempre personas útiles y honradas.
H:ay millones de seres honestos en nuestra Colombia'. Entonces
vale la pena luchar porque eso quiere decir que '~ntre todos
podemos construir un futuro mejor.
_1\fecesitainos aprencl~r rn:ucho de los niñqs, ellos juegan, se
pelean y al momento están otra vez jugando juntos.
Infortunadamente los adultos peleamos y guardamos el rencor
y empezamos a incubar ese odio que termina en violencia.
Pero así como cuando enfermamos, buscamos las medicinas,
también como sociedad que padece una enfermedad, podemos
buscar y encontrar caminos de salida de la crisis. AÍ igual que
las personas, así también nosotros como Nación estamos en
C~~acidacl1e reconciliarnos,de pe~donarnos y de aSUIIo/
actitudes diferentes para crear otros' modelos de vida y ,de
ciesarr~llo, con derechos humanos inchridosl
No MAs MUERTE
Si logramos eVitaruna sola muerte, gan~os muchq(No creamos
que para solucionar el problema del país, dicen los violentos,
hay que llegar a 400 ó 500 mil muertes más. Eso significaría RESPONSABILIDAD DE TODOS
muchas viudas, muchos huérfanos, mucho dolor, ¿eso es lo que Ningún estamento de la sociedad d .
queremos? de la paz. Ni como indi 'd p.ue e ruslarse de la búsqueda
VI uos ru mucho m
sociales. Volvamos nuestros o'os a 1 ·- enos como seres
La guerra le cuesta al País aproximadamente 4% del PIB. Sfu sembramos hoy y quien d1 . os runos, para quienes
es nos an eJemplo de convivencia.
·elle\ .elitarían::tos mucho 1llejor en la economía, en desarro].lo.
Gl!~J:Í'él significa ciesemplf:!o, pobreza, falta de oportunidades. • La familia, como primera formador¡¿~..

EL PAPEL DE LA PRENSA • La escuela, el colegio

hombres del ..; ~· .' co_mo 1os. lugares que forman ·Ioi
ios medios de comunicación tienen que informar y comentar,lo manana. ¡Que gran responsabilidad!
que ~-@ sucediendo, pero deben ser muy cuidadosos!Cuando
se muestran ríos de violencia, el receptor del mensaje puede • El Estado en todos sus niveles.
llegar a creer que esa es la realidad, la única que hay, sin contexto.
Si no n10stramos las tantas otras realidádesque hay ennues.tro • ~as ig~esias, los de.rorte;s, todas las ocasiones de reunión de
p$, .estamos dando una visión equivocada de la realidacVLos c::.~~Ioesddad, de~en s~r momentos para encontrar nuevo;
periodistas no deben ser corres·ponsales de guerra sino· ......._LLl, e conVIvencr~. /
corresponsales de paz. ~~ primero busca él coñili.cto,. segunds> er
hiiscalos heehos que permiten construir la paz, generar aeuerdo~r • Los empre · ·· 1as Instituciones
, sanos, . . lo . . .· . .
debemos trabajar por construir co . ' .s gremws, todo~,
N EGO CIAR Y DIALOGAR
.e' ? B.. .
¿ omo. usquemos ayud d 1
nVIvencra y cultura de paz J
i
éuarido lino va a negociar, no puede tratar mal a la contraparte, modelos que la ciudad es~ e os expdertos, o apliquemos los
. generan o en tantas partes Pero
no Í~ puede insultar y luego bu5car respuestas positivas. Háy pnmero hay que ser justos y equitativos, .
que respetar para exigir respeto; De ahí_podemos partir para
buscar respuestas positivas que Üeven a la solución del conflicto. • La sociedad civil debe asumir s
Las cosas no son blancas o negras; hay tonalidades que valélá este proceso de construir un fu;::'a~l de protagonista en
• •• . •• . • . . . • .•. • .·• . . .• ¡t.
• • • • «•• ••.••. ·. .
derechos hum t o erente, en el que los
pena conocer.,; No hay una sola verdad ni tampoco podem9s
creemos!os poseedores de la única verdad. para que és,te s:o: ;r;:;;:o~ ilguug: que les c~rresponde,
todos. es oportunidades para
Las divergencias enriquecen y nos llenan de posibilidades
para crecer y ver algo que no estábamos viendo. Tenemos que • y cada uno es responsable de encontrar su propia paz.
apí:erider a solucionar los problemas en forma civilizada~
padflca¡y no imponer con la fuerza, los gritos, la manipulación, La paz no sólo es asunto de t d .
odr' h o os, smo el mejor negocio que
la ventaja, el temor o el irrespeto. P. . Iamos acer, pero tenemos que tener sueñ 1 ..
,trabajar en equipo y eso también deb '· o co ectivo y
· emos aprenderlo:
La inequidad há provocado un rompimiento del tejido socia.J. /

Es necesario reparar ese tejido mediante el respeto a los En conclusión, la paz requiere acción y empezar ya.
individuos y la apertura de espacios para que la gente pueda
desarrollarse en todo sentido. Nos hemos demorado demasiado y el costo ha sido muy alto.

1
 COINCIDENCIAS
EN MADRID

Alfonso Monsalve S., Profesor Titular,

Instituto de Filosofía, U. de A.

Eduardo Domínguez G. Director General de

Investigaciones, UPB y Profesor Asociado U.deA.
Directores.

(Documento presentado para la Réplica en Medellín, del IV

Seminario Internacional Colombia: Democracia y Paz, realizado en
Casa de América, Madrid 5-6 de febrero de 2001).

Apreciados señores:

El Seminario Colombia Democracia y Paz, deiS y 6 de febrero,

organizado por las Universidades de Antioquia y Pontificia
Bolivariana, el Instituto de Filosofía cÍ.el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas de España y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, de Colombia, fue
acogido en la Casa de América, anfitrión incomparable, y contó
con el apoyo económico de la Fundación Popular Iberoamericana
de España.

Algunos de los mejores analistas colombianos y europeos,

Luis Jorge Garay, Guillermo Hoyos, Alfredo Rangel, Marco
Palacios, Javier Sanín, Remando Valencia Villa, Tullo Clúnchilla,
Vanessa Peat, entre otros; así como el ministro del trabajo, señor
Angelino Garzón y el senador Juan Manuel Ospina, se hicieron
presentes e intervinieron. Recibimos, ~demás, un mensaje del
excelentísimo señor Francesco Vincenti, Director Residente del
PNUD Colombia.

Tratándose de un Seminario de orden académico, se discutió

el conflicto colombiano dentro de la más absoluta libertad de

1
opinión y los más encontrados puntos de vista y enfoques
teóricos. Queremos hoy, agradecer la presencia, de Luis Jorge
Garay, Guillermo Hoyos y el senador Juan Manuel Ospina,
quienes expondrán sus tesis en Medellin, como lo hicieron en
Madrid, acogiendo la iniciativa del excelenñsimo señor Vincenti,
de replicar la discusión de Madrid para permitir que el público
de Medellin se beneficie de este esfuerzo académico, en el intento
de contribuir a que los ciudadanos se informen, siguiendo la
estrategia de informar para educar y educar para participar
activamente en la solución de un conflicto que a todos nos
compromete.
1 servicios públicos, la igualdad ante la ley o el aparato de
Como directores, exponemos ante ustedes un conjunto de
afirmaciones que identificamos como coincidencias o puntos
comunes entre los ponentes de Madrid. No pueden considerarse
acuerdos ni conclusiones consensuales. Las divulgamos bajo
nuestra propia responsabilidad, como una ocasión más para
ponerlas en consideración y dispuestos a continuar la actividad
de la evaluación crítica. Lo hacemos también como otra expresión
del trabajo que los colombianos estamos haciendo para buscar
la paz y la solución del conflicto armado.
Estas son doce coincidencias:
l. En lo político, pudo verse en el conjunto de ponencias, el
anhelo de una democracia moderna que supone el Viraje efe
A.it~.Sh:él:::c~emocracia, que ha permitido niveles importantes
dt:!exclt1§ión, hacia. uná democracia quebusca mclusión~
paiticip~ción, eficiencia y respeto mufu<)f Que exa:m.iite !9s
. resl1l_hld()~ ()btenidos cgn las políticas de ajuste, de
globalizacióri y neoliberalismo pM sus consecuencias sociales;
i::j(~fóll,<)micas en eniiiméñto de la desigualdadyla pobr~~~
· eri í:mést:ros países y mejore ostensiblemente la. eqú.ida,d yla
jusÍida sodál. ~ue se prepcupe _todávía. más .porelfom~to
,de v~alóres culfurales democráticos que soporten 1~5
-~strtiéturas polÜic¡is. éort viitl.ldés:dv!ca.s~ eilid<id.artla·
:So}ifiariél'"sociec1él:d·c~vi17 r.·
1 1
2. Otro punto de encuentro fue en la afirmación de que en
Colombia la gobemabilidad está en franco deterioro. Dicho
en palabras del Padre Javier Sanín: "Sea que se entienda por
gobernabilidad la capacidad social para producir bienes
públicos; o la ausencia de bloqueo en el sistema político; o el
diseño y funcionamiento de las instituciones para minimizar
los costos de transacción; o el rodaje limpio de las
instituciones, como el conjunto formal e informal de normas
que las crean y mantienen y que permiten solucionar
problemas presentes y futuros, propiciando desarrollo
humano en sociedades libres (como la regulación del
mercado, el Estado de Derecho, la producción de bienes y
justicia), en Colombia la gobemabilidad es reducida" ... "estfi
poseída de un espíritu burlón; se ha convertido en l;;v
apropiación rentíStica deTo p'iiblico: patrimonialiSmo pai~·
los ricos, mercantilismo para la clase media y cl!~ntélismof
para los pobres".
3. Hubo concordancia acerca de la pobreza de nuestra cultura
dvica. En la vida cotidiana de los colombianos, aparecen con
frecuencia valores como lo público, el pluralismo, la solidaridad, el
consenso,la negociación o el control político pero no alcanzan a ser
fundamento de las instituciones políticas. Por fallas eit la}
educaciónfamiliar,enelsistemaeducativo,enlasréladoÍieé~dEi
\ieC:iil.aád.,~i{i>t.-ht;r~ncias·históricas y por irrupCiones de
cosf:i.imbresno asimiladas, esca8ean o desaparééen los' valores¡
fundameritales de toda democracia: los d.eredios humano~ y
polítigos, el respeto a la vida, a lo ajeno, el temor a la ley y a la
capacidad punitiva del Estado, el sentido de justicia, de equidad
y de responsabilidad individual y colectiva.
4. Preocupa el aumento de fortaleza e~ las estructuras de guerra
para negociar. Todos los actores han crecido, pero en especial
las AUC, (tanto en el campo militar como en el político, en el
que ha ganado el apoyo entre segmentos de la población). Se
coincide en que es al Estado al que compete combatir la
insurgencia y por lo tanto, es necesario que éste recupere el
monopolio legítimo de la fuerza.
5. f'reocúpa Jél:eS:caiad~deé1cQ.onesJ,_~l!<:élS_c!lntraJa po"!Jl¿¡~9n
civil ylaviºlacrón del PIHpoí.:paitedeJos acto~eifu-_e._~;:s
delconflictÓ.-La~~aciói1d_~lé!gt!erraesU1l!!!tPeratiVo
que debe convocar a la_p_o1Jlélsiói1_ colombián(l y a la sociedad
internaciona~; presionando el respeto al Derecho
Internacional Humanitario, mientras se negocie en medio del
conflicto. El Estado, por su parte, debe seguir mejorando su
desempeño en el campo de los derechos humanos, el DIH y
la lucha contra las autodefensas. Pero nº debe olvidarse qy.e-
la _h:umanizaciórt de la_gy~a _no f!S e! _objetivo final sfuoiliia
medida. que permita llegar. a un .cese del fuego y de las
hostilidades:
6. Hay coincidencia en que el narcotráfico es fuente de
financiamiento de las fuerzas irregulares, y aunq1,1e se
discrepa sobre la manera de combatirlo, todo mundo cofucide
en que la erradicación manual es preferible, dados los
aspectos sociales y medioambientales que confluyen en ese
problema. Sobre el componente militar del Plan Colombia,
no parece haber muchas cofucidencias. Pero sí las hay en que
el-Estado .tiene. la obligación y el derecho. de combatir la_s
fuerzas irregulares para proteger la vida y los otros derech6s
. fw:¡damentales de los colombianos;
7. Subyace en todas las consideraciones acerca del carácter del
problema de la producción, distribución y consumo de
narcóticos la convicción de que se trata, ante todo, de un
problema psicológico, social, económico y de salud pública cuya
solución no puede venir del tratamiento exclusivamente militar.
8. La violencia política, el conflicto armado, es apenas uno de
los graves problemas que azotan al país. La violencia social
(riñas causadas por el alcohol o el deterioro del respeto a las
normas de convivencia ciudadana; o la delincuencia común,
los accidentes de tránsito, la violencia familiar, etc.)_piod~ce
en -~1 paí15. más mue~tos, que la violencia. política~~I,,él;J?~Z
política nos()lueionai'íª por sí n:Usma estas Violencias~ por lo
<iúífes riéc~S.aric{i.Ta:b~Ia:r ~asivamente en la educacian~en
va}~rein.:Ú.ldadanotfala par que se rié&ocia_l¡;¡._paz po}ífjifa.
1 1
9. La negociación política debe implicar reformas de fondo para
el país en el campo de la distribución. No será_ una: paz
. . . ·: .. ···•· - '/
gratuita para nadie, ni barata para Ja élite dirigent~.. Es_ta
deberá _est(ll' cÍis¡mesta a ceder Privilegios· y contribuir .a)a?í
reforma de estr~ct~ras-básicas· queperÍ:nitan mej~res
condiciom~fs de equidad. . -
10. Hubo cofucidencias en cuanto a lo desacertado que es el hecho
de que el Estado no esté adelantando los estudios y las
reformas que necesita el pa.ís sin tener que esperar
definiciones de la mesa de negociación.
11.También se vio claro que no puede tratarse de una
negociación entre élites (el gobierno y la guerrilla}, sino
que la ciudadanía debe influir en el diseño de acuerdos,
sin reducir la participación colectiva a masivas y
pequeñas intervenciones de minutos en foros de desahogo
público.
12. Los ponentes y los asistentes al seminario de Madrid, notamos
la ausencia de orientaciones, opiniones, argumentos y f
propuestas por parte de los sectores dirigentes de Ui
sociedad, de la política y de la economía! Gremi~;>s,
empresarios de la in.dústria, el comercio, la banca y_ los
dirigentes de los partidos, apenas han escrito -aigillfos
artíclllos inconexos, pequeñas declaraciones de apoyo
voluntario o de protesta frente a los abusos de-látf
organizaciones insurgentes y contrainsurgenfes. Pero_!>l1f
propuestas estructurales_ y estratégicas están ausentes d,d
debate :Plíhlicó. Lá gran mayoría de Ías intervenciones, ha
sido en forma de declaración a título personal. Se nota?
demasiada. ocupación .~n los. asuntos rentísticos y poca
preo~p~dónpor elintet~s públicg:.
11
Más a:llá de estas coincidencias, queremos profundizar,
exponiendo nuestros puntos de vista en algunos tópicos que se
desprenden de ellas:

1. gara_encontrar:una solución_d~ (:()I1ºª1lict<!d.jm la posiciQri del
EstádóJr~~·alanegociaciólly ~vitar que cadagol:>i~~() tenga
su propia política de paz, es pertinente llegar:auitgranacuerdo
nacional básico entre los partidos y grupos políticos ysect()res
sociales, que amplíe el Frente Común contra la Violencia, con el
objeto de fijar una posición compartida y, por lo tanto, fuera de
a
consideraciones electorales, respecto la política de paz.; Que
permita presentar proyectos al Congreso en materias tales como
reforma agraria; reforma urbana; cobertura universal en
educación básica; política salarial y pensiona!; creación de
empleo y seguridad social, entre otras. Que establezca unos
parámetros de política de seguridad democrática y una política
coherente y compartida de relaciones internacionales, que
incluya la política ante el narcotráfico y el medio ambiente. En
general, serían acuerdos que mejorarían el manejo del Estado y
formularían mejoras en los derechos económicos y sociales de
los colombianos.
Las reformas podrían formularse y tramitarse independiente-
mente de la negociación porque el Estado no puede dejar de
cumplir con su deber de garantizar mejores condiciones de
vida a los ciudadanos. Pero no serían proyectos incompatibles
con la negociación, más bien, sería una manera expedita de
impulsar acuerdos con la insurgencia, ya que se trabajaría
sobre la base de proyectos elaborados.
2. Los datos de la crisis económica no mienten. Los reclamos
de los sectores más débiles de la sociedad no pueden dejar
de escucharse, mucho menos en una época de confrontación
como la que vive el país. Sería importante revisar la política
económica y social del actual Gobierno y sus compromisos
con entidades internacionales, especialmente con el FMI. El
país vive un momento crítico y excepcional y los acuerdos
internacionales deben acomodarse a esa situación. Creemos
que es posible explorar la idea de renegociar los acuerdos
con el FMI y acordar con los representantes del sector social
y empresarial un manejo de la crisis que todos puedan
compartir. Esa sería una manera de ganar mayor legitimidad
y representación social.
.,
UNA HIPOTESIS SOBRE LAS
RAZONES DEL CONFLICTO
INTERNO EN COLOMBIA, Y UNA
VISIÓN COMPARTIDA DE
ESCENARIOS FUTUROS
Intervención del Señor Francesco Vincenti
Coordinador Residente del Sistema de
Naciones Unidas en Colombia
Agradezco el honor de intervenir en esta Cátedra sobre el
tema del conflicto interno en Colombia.
Respetuoso como siempre de la sensibilidad nacional, quiero
sin embargo, utilizar el espacio de libertad propio de la academia
para sugerir una interpretación sobre el conflicto colombiano y
arriesgar algunas hipótesis sobre sus escenarios futuros.
El 29 de Septiembre de 1947 un gran novelista inglés de
apellido Isherwood llegó a Barranquilla. Venía de excursión por
Suramérica interesado en encontrar en uno de estos países un
líder.
Sentado en una mesa del Hotel El Prado, a la hora de la cena
observó a alguien a quien describió como una persona "fornido,
más bien de baja estatura, astutamente atento, amable, muy frío ... tan
impasible cuando está tranquilo como un cocodrilo. No es un hombre
del que se pueda uno hacer amigo, pero sí alguien en quien se puede
confiar para librarse de cualquier emergencia desagradable... tiene
muchos partidarios entre los trabajadores;, en sus discursos siempre se
refiere a su sangre indígena y pretende ser como ellos".
"La política es la cosa más importante en su vida". Ese hombre
era don Jorge Eliécer Gaitán.
1
 Para Isherwood, el viajero de 1947, tres cosas llamaron su
atención: En primer lugar la pasión por la política especialmente
de los indios y los negros liberales, personas permanentemente
excluidas.
En segundo lugar lo que él llama "la encantadora y pintoresca
deshonestidad suramericana" que se vive en las aduanas, en los
hoteles y en la cultura nacional. Al extremo que para Isherwood
"esa deshonestidad formaba parte del encanto nacional".
En tercer lugar la capacidad de imitar lo extranjero.
Caminando por Bogotá dice que "la ciudad le pareció
horriblemente falta de realismo. Los profesores todo.lo citari.
No hay op:iillones propias. El país es incapaz de u.n·plé).n
.económico propio y razonablf7· Si extendieran los impuestos para
financiarlo tendrían todo el capital extranjero que quisieran".
"Hay tal reverencia por la ley y el orden que nadie se atreve air
mucho más all&. En alguna ocasión, algunos oficiales del ejército fe
presentaron ante el Presidente y exigieron su renunciá. Tenían listo
el documento, pero el Presidente para ganar tiempo fingió haber
perdido el sello oficial. Los rebeldes estuvieron de acuerdo que sin él
la renuncia no sería legal, así que se pusieron a buscarlo por todo el
Palacio; estando en esto, llegaron tropas leales y la rebelión fracasó ...
En otra ocasión cuando parte del ejército intentó un golpe de estado,
los rebeldes quisieron concentrar sus tropas en la plaza de Bolívar.
Para esto necesitaban camiones. Los conductores de los camiones les
exigieron pago por adelantado y en efectivo. Un oficial corrió a un
Banco cercano para cambiar un cheque "lo siento mucho, le dijo el
cajero, pero no nos permiten cambiar cheques porque han declarado
un Estado de Emergencia". Asífue como también fracasó esta rebelión.
Ese es el valor de nuestras tradiciones. Si nos quitan nuestras
tradiciones, nos quedamos sin nada. Nos convertiríamos en otra
Bolivia".
Hasta aquí la larga cita de Isherwood. Debo recordar que en
algún momento el Presidente Reagan, se olvidó de estar
hablando sobre Colombia, y la confundió con Bolivia.
Observen ustedes tres cosas: La primera, que existe una ide;;i
general sobre Suramérica, por parte de ·¡a·:rrlir~d.~ europea q'
·n.ortéamericaná; la segunda, que para esa mirél.da este
continente es una caricatura; y la tercera, que las grand~s
tragedias de su democracia señores, son vistas por la miradg
rnternacional como expresiones del subdesarrollo, y rio CO:Il}~
sacudimientos profundos de naciones en busca de su dest:i:l1qt
Exactamente siete meses después de las frívolas e inteligeÍ:lte~
palabras del Señor Isherwood, ocurriría en Colombia el
asesinato de don Jorge Eliécer Gaitán y el comienzo de una
catástrofe política que no ha podido resolverse en más de
cincuenta años de conflicto en Colombia. En una interesante
biografía de Gaitán, el escritor Alberto Zalamea trae un discurso
premonitorio del Señor Gaitán:
"Señor Presidente: en esta ocasión no os reclamamos tesis económicas
o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite-por
caminos que nos avergüencen ante propios y extraiios. ¡¡Os pedimos
hechos de paz y de civilización!!
Os pedimos·que cese la persecución de las autoridades; así os lo pide
esta inmensa mucjzedumbre. Os pedimos una pequeiia y grande
cosa: que las luchas políticas se desarrollen por los causes de la
constitucionalidad. No creáis que nuestra serenidad, esta
impresionante serenidad, es cobardía. Nosotros seiior Presidente,
no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos· que
aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Somos capaces de
sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de
Colombia".
Son apartes de la oración por la paz pronunciada en Febrero
de 1948 por don Jorge Eliécer Gaitán en la famosa "manifestación
del silencio", que reunió a cien mil colombianos en la plaza de
Bolívar. Así dicen los historiadores. .,
Estas impresionap.tes palabras de don Jorge Eliécer Gaif:áh
no parecen pronunciadas hace más de medio siglo. Pare<:;en
pronttndada:s aquí y ahora por un apasionado d~ l?f
c!?!ivivencia.f

La muerte de Gaitán fue un grave error. De esos errores que
quizá no es posible evitar pero cuyas consecuencias es
imprescindible corregir.
Entre 1950 y el año 2000, Colombia realiza unenorm,..e
esfuerzo de modernización física, econóirrlca, ed1.lcafivaylabor4J::
·Pero mantiene terribles rezagos .políticos que provoc<}n
deseqtiilibrios sociales, culturales, e institucionales.?
Entre 1950 y 1970 un esfuerzo de transformar las condicipnes
semi-feudales de la propiedad rural, habría evitado q~~
.ger.fríiilaián]as violencias que produce la pobreza yla exclusión
en las zonaS rurales) o la margmalidad y el desamp<#() qu~
ViVieronlos desplazados y refugiados de los años 50-60, tah
parecidos a los de esta nueva huida en forma de refugiados
internos que sufre actualmente Colombia.
.·EÍlla década de los ochenta, la economía del narcotráfico y su
formato de enriquecimiento fácil e ilícitd no solamente. pro~oc~
el agrleta:Írriento de las relaciones social~s, el decaimiento de 1~
iitfraestructurafíSicay la interrupción de las relaciones labor~es
construidas por una industrialización urbana y rural incipien,te,
sino también un cambio vertiginoso de las costm:nbres éticaS y pe
la moralidad que erantradicionales y motivó de orgúllo para Jos
éolómbianos'. El narcotráfico debilita la base industrial, la base
agrícola, y la base educativa, sustituyendo el cemento articulador
de la política por una imitación ostentosa de la cultura mundial.
Millones de colombianos hicieron sus primerosintent~s de
illternacioria-lizaCión buscando nuevas oportunidades o sirViengo ·
como mulas del narcotráfico.
·El país nó interpr~fó acertadamente el desastre qu~ signific~pa
constrUir una bonanza artificial basada en la legalidad· de}os
Ill.afiosos. 'El país tampoco encontró en la C:omunfd,ád
Internacional un apoyo comprometido·,.que tuviera correlación
con las dimensiones del problema. .
Colombia empezó a ser excluida de la comunidad
internacional en los años 80, mucho antes de que los liderazgos
nacionales, las organizaciones sociales, captaran el lento pero
inexorable proceso de aislamiento.
La pintoresca capacidad de corrupcióÍt detectada por el
viajero inglés que les he mencionado, se convirtió en una drástica
imormálid~d tanto en la funci.ón públicé,i, como en la gestió!l
.~mpresarial.privadat
Los dólares del narcotráfico de la década de los 80-90 y los
dólares del ahorro nacional provocado por el honrado proceso
de industrialización de los años 40 a 70, sirvieron para financiar
una crisis que ya estaba latente.
El colapso de las finanzas nacionales de los años 9p, con la
quiebra de dos terceras partes de los municipios y departamentos
y el decaimiento de la producción nacional, hicieron imposible
seguir financiando la crisis. ·
No ha sido la comunidad internacional ajena a la tragedi<:J?
colombiar{a.
En primer lugar la impagable deuda externa, fomentada pp'r
una pésima asesoría internacional, ,hizo incongruentes todos los
escenarios macroeconómicos que se ensayaron para darle aliento
a la decaída economía latinoamericana. En segundo lugar 1~
apertura de las economías regionales que debió ser ~~dual y
con un gran acompañamiento del estado, se hizo de manef~
desbordada y sin activar IlÍil.gún mecanismo de defensa para;la.
mdustria nacional/
En tercer lugar, la terrible mezcla de neoliberalismos
cerramiento de la iniciativa política provocó el avance de ~a
mentalidad represiva para enfrentar los problemas sociales del
la
desempleo, de marginalidad y de la corícentií:u::ión defmgrel¡lb.
Estos, como decía el Sr. Gaitán, son hechos y no conjeturas;
La situación es tan dramática, y la encrucijada impone
desafíos tan tremendos, que ha llegado el momento de decir
1
 Los Estados no se colapsan por los conflictos internos; por: el
que para Colombia es tan difícil financiar la continuidad de la
contrario, Estados fuertes pueden sobrevivir a co:i:lflictos m~y
guerra, como financiar la construcción de la paz.
agudos. Los Estados se colapsan por mutaciones culturales ql!,e
provocan la ruptura de las reglas del juego democrático~
De esto, espero que su paciencia me permita hablar más
adelante.
Úna sociedad puede convivir con crisis periódicas de
legitimida(l, con estados de emergencia que supriman
En la relación de este diagnóstico yo quiero decir que
transitoriamente los derechos ciudadanos. Lo que no puede esa;
Colombia ha sido una población maltratada. Por motivos que
sociedad es convivir con ,~ereehos paralelos que poco a po¡;b
~o tengo tiempo de exponer, debo decirles que .Ía violenc~a
van socavando el dereCho nacional y destruyendo las bases del
intrafamiliar, contra las mujeres, los ancianos ylos niños, ha
Estado y de su soporte: la legalidad y· la legitimida&
. sido en este país una característica que viene desde la época
colonial.;
En Colombia, igual que las violencias cruzadas son frecuentes
los dereChos paralelos que se cruzan a medida que se incrementa
Ha sorprendido que un país tan acendrado para la obediencia,
la corrupción, la economía informal, el "sálvese quien pueda" y
arrastre desde hace siglos tanta capacidad de intolerancia.'
la feudalización del poder. El conflicto interno colombiano s'e
Un notable estudio sobre violencia cotidiana en la sociedad
alimenta de esos dereChos paralelos con los que resuelven stis
pleitos los narcotraficantes, los corruptos, los grupos marginai~s
rural tiene este proceloso subtitulo "En una mano el pan y en la
urbanos, los presos hacinados, los guerrilleros, las autodefensas
otra el rejo". . . .. 1

los desempleados, en fin, los millones de colombianos a quien,es

no les dice nada el estado social de dereCho, el Congr~so~ los
Existen dos formas de rebelión: una negativa y otra positiva.
periódicos, las academias, en general todos los líderes de oph:rióñ
o de decisión.
La rebelión positiva, permite formar ciudadanos libres, apfos
X con una alta responsabilidad social. La rebelión negati~a
produce resentidos, vengativos y cuadros sicológicos de una Finalmente, antes de ensayar unas hipótesis de escenarios
futuros, permítanme decirles que los medios de comunicación
aiñsima capacidad de disociación.
no han entendido, porque no les conviene entenderlo, o porque
están haciendo su propia guerra, que la paz en Colombia sería
Para1~lamente con la violencia provocada por la desigualqad,
el mejor negocio y la principal posibilidad de convertir una vieja
la exclusión y el maltrato, otro elemento que ha servido de.
crisis en nuevas oportunidades. Sin los medios de comunicación
combustible al conflicto es el hundimiento cultural cuya prin:rera
no es posible ganar la guen;a. Pero con lo medio~- dk
víctima es elEstado;
comunicaCión como funcionan. en Colombia, no es posible
construir la paz. ;
Ustedes pueden preguntarse: ¿Desde cuándo Colombia se
quedó sin Estado?
El segundo Roosevelt, sacó a los Estado.s Unidos de la gran
depresión de 1930, con el "new deal", es decir el "nuevo trato",
Si quieren, pueden decirlo de una manera menos contundente
es decir el nuevo dereCho cuyo objetivo fue recuperar la unidad
y preguntarse si la extrema debilidad del actual Estado
jurídica nacional eliminando los derechos paralelos y cuyo
colombiano puede servir de soporte a la prolongación de la
vehículo fueron los medios de comunicación, comprometidos
guerra.

1 1

con la salvación de los Estados Unidos antes que con el
monopolio de la primicia, o con la estructura c;ie alarma.
Ese nuevo derecho reformuló las relaciones entre la justicia
y la sociología, y entendió que la verdadera democracia es una
democracia en efectivo, in cash, al alcance de cada ciudadano,
para lo cual, la primera condición es el acceso a la información.
Nadie puede ser un demócrata verdadero, sino está
verdaderamente informado.
El segundo esfuerzo para recuperar la legitimidad es acabar
con la impunidad.
Pero ningún Estado por fuerte que sea puede impartir justicia
s,i el~ ciudadano común y corriente confunde el delito con la
viveza. Si hay tolerancia con el delito, por miedo o ppr
conveniencia no habrá solidaridad con la víctima y se establecerá
el reino de la delincuencia..'
La sociedad colombiana tiene que recuperar la confianza en
el Estado para iniciar el camino de la reconstrucción nacional.
La anécdota de Isherwood cuando cuenta que la falta de un
sello impidió un golpe de estado, seguramente tiene mucho de
caricatura y de exageración. Pero como toda caricatura tiene un
fondo de verdad inocultable. En el caso colombiano se
corresponde esa verdad con el pensamiento del General
Santander, uno de los libertadores: "las armas os han dado la
independencia, pero las leyes os darán la libertad". No sé si soy exacto
pero es como recuerdo la inteligente sentencia.
Recientemente he conocido un libro de los revolucionarios
zapatistas mexicanos. Se llama "Marcos, el señor de los
espejos".
En una larga entrevista, Marcos el líder guerrillero habla de
que su principal planteamiento tiene dos vertientes, una, construir
una nueva forma de hacer política, y dos, abrir el espacio en
México, para que sea posible hacer una revolución democrática.
1
Piensa que esa revolución, en primer lugar, es una cosa
cultural que los protegerá de ser "absorbidos por el Estado".
Piensa además que es una revolución fundamentalmente contra
la exclusión de la que han sido víctimas los indígenas mexicanos.
Como todo revolucionario romántico, Marcos es una figura
fascinante. Entiende que la raíz de su revolución es una raíz
cultural. Si se da espacio a la identidad cultural, la gente sabe
cómo ganarse la vida, cómo superar la pobreza y cómo avaTI.zar
en los rezagos técnicos y educativos.
El conflicto colombiano se ha alimentado de una horrible
tradición de exclusión. La deuda histórica de esta sociedad nb
es como creen algunos con los guerrilleros o con las autodefensas.
Es con los indios, con los negros, con los pobres, con las víctimas
del colapso del estado~ que se inicia con las consecuencias no
resueltas del asesinato de don Jorge Eliécer Gaitán.
Los ESCENARIOS FUTUROS
Paradójicamente, las fortalezas de Colombia de cara al fututo,
surgen de sus debilidades principales que hoy constituyen un
escándalo mundial.
En 1945 Europa, como Colombia, era una región devastada
por la guerra, a tal grado que para muchos escépticos el desafío
de la reconstrucción iba a significar un esfuerzo superior al
sostenimiento de la guerra.
En una gran película italiana llamada "Roma, ciudad abierta"
del gran director Roberto Rosellini, un personaje exclama "se
nos vino las post-guerra", mientra5 observa desfilar victoriosas
las tropas aliadas por la devastada ciudad. Este temor de
millones de europeos se superó con un proyecto que hizo
historia: "El Plan Marshall para la reconstrucción de Europa",
llamado así porque su gran impulsor fúe el secretario de estado
del Gobierno del Presidente Truman, el General George
Marshall, quien casualmente se encontraba en Colombia el9 de
Abril de 1948, representando a los Estados Unidos en la IX
Conferencia Panamericana, que sirvió de marco a la fundación
de la OEA.
 Esto que voy a transcribirles fue escrito por Adam B. Ulam
La reconstrucción física y política de la Europa de post-guerra
en su libro Los Bolcheviques, un clásico en la historiografía de
fue fundamentalmente una experiencia militar. Así será la
la guerra. Dice Ulam "Los frenos que Lenin aplicaba a Trotsky, no
reconstrucción de Colombia en la era post-corillicto.
dependían solamente de razones políticas. Se trataba también de dos
actitudes temperamentales diferentes. Lenin jamás abandonó su culpable
Decía atrás que las fortalezas futuras de este país dependen
entusiasmo por anarquistas, ingobernables y hasta criminales.
de sus actuales debilidades.
Trotsky nada tenía que ver con esto. Pensaba que la guerra necesitaba
La: financiación del Plan Marshall para Colombia, dirigido a
de un ejército disciplinado dirigido por oficiales profesionales. Le
reconstruir una nación de cuya tragedia· también son
molestaban las actividades guerrilleras y los indisciplinados
responsables las potencias mundiales, puede surgir de un cálculo
destacamentos privados que tan característicos eran de esa guerra civil.
de costo y beneficio que hagan esos países consumidores de
droga: Como por ejemplo, ¿cuánto ahorraría un país deciclldo a
Durante la guerra proliferaron muchas bandas armadas y ejércitos
apoyar nuevas estrategias contra la narcoproducción y el
particulares, grupos que políticamente no eran ni de los blancos ni de
narcotráficO internacional, en prevención, control de emigrantes,
los rojos.
recuperación de drogadictos, y atención de casos de delincuencia
provocados por el consumo, un país decidido a apoyar una
A veces los dirigían anarquistas y otras, soldados de fortuna, pero
alianza nacional para erradicar la narcoproducción y reprimir
el narcotráfico internacional?
en casi todos había gran mayoría de elementos criminales. El iií6sjamoso
de esos regimientos fue el que formó Nester Magno en Ucrania ...
organizóuna banda de guerrilleros que luchó intermitentemente contra
_--Los millares de jóvenes que hoy 4eambtilan en el desempleo,
todas las fuerzas armadas que pasaban por su desgraciada patria. Hasta
Y los miles de sicarios, de desplazados, y de jóvenes expulsados
la policía Bolchevique logró establecer cierta forma de colaboración con
por el sistema educativo que no pueden ser sostenidos por sus
Magno".
_familias, serían absorbidos por un gigáiltesco programa de obras
:p~~licas de infraestructura y de reactivación agropecuaria; de
VIgilancia de bosques y regiones naturales que sean santu~os Poco se sabe lo que voy a decir, citando al mismo Señor Ulam:
ecológicos para atraer el turismo mundial y de fomento de la : 1 "Trotsky fue el primero y entusiasta impulsor de la incorporación de
producción nacional que reactive el debilitado mercado interno.
los antiguos oficiales Zaristas al ejército rojo".

Ese gigantesco proyecto debe involucrar no solamente a la
población civil sino a las fuerzas militares, pues se necesita
también de la fortaleza, del honor, de la disciplina, de la lealtad
Ydel valor que surgen de los ideales decantados en la vida de la
milicia y de quienes han puesto la mayor cuota de sacrificio
para asegurar la viabilidad de Colombia como nación y estado
soberano.
Yo he estudiado el papel de los ejércitos en un proceso de
reconstrucción. Tanto de naciones democráticas como de las
antiguas naciones socialistas.
El ejército rojo resolvió la anarquía de la post-guerra a través
de un despiadado autoritarismo, no exento de graves injusticias.
Un inmenso país con hambre, sin autoridad, sin producción,
azotado por uno de los peores inviernos, con sus tradiciones rotas
y su economía colapsada no podía encontrar en sus organismos
civiles el minimo liderazgo para reconsfruir la nación.
_Que ese autoritarismo y esas duras condiciones hubieran
producido un monstruo de dictadura como fue José Stalin, es
otra parte de esta historia.

1

Colombia 2001, no es la Rusia de 1917. Pero tanto los
colombianos como la comunidad internacional sabemos que:el
'país esfá padeciendo treinei19-()S~ df:!s.aj'llstes exPresadós enfodna
de UI\a terrible degradación huirÍaiútarla. Cada día la legalidad
está más desbordada:'
. Sr. Rufkin, gurú de la economía actual norteamericana,
El
vaticina para los vastos segmentos de desocupados que
producirá la revolución informática, un futuro no catastrófico.
El extenso tiempo libre generado por ese desempleo podrá
aplicarse a la recreación, el deporte, la milicia, la cultura, la
solidaridad y la ecología.

Elpais que surja de la terrible hoguera de violencia que hoy

La financiación de estos nuevos empleos, tan distintos al
?vive Colombia, tendrá que ser administrado y reconstruidó empleo tradicional e histórico corresponde a estados
basado~ la recuperación de un orden social, ééonóiÍlÍcó, jurídico~
democráticos y fuertes capaces de inducir enérgicas políticas
Y~ administrativo; S.é trata de la construcción de un proyecto-
tributarias. El conflicto interno en Colombia, se alimenta de
nacional el c~al tendrá que ejecutarse mediante unas régla.S de
enormes inequidades tributarias. Las ciases medias no ~sÓl~
juegQ ar:britaciaspor un estado de derecho fuerte qué no significa padecen el conflicto de la insurgencia y de las autodefens~·
dictadura~-que sig:n.ilica demócracia dé-derechos y deberes.
padecen la délincuencia común; y padecen la corrupción ~d~
algun()S políticos, adiÍlÍnistradores, de los délincuentes dE! cuellb
/Esa democracia/de dos cabezas tendrá que darse en _el
blanco que saquean los recursos públicos{
contexto del mayor desarrollo tecnológico, científico y humano
que ha conocido la civilización. ~ ,
Estas clases medias sostienen las instituciones déíñocréÍticas .
.Pero cuando sienten que esas instituciones no cumplen con sus::
Colombia debe pasar de ser una excepción en el nuevo orden
deberes, son las primeras en voltearles la espalda.
Dl_undia:I a convertirse pór sus ventajaS territoriales y geopolíticas
en un ejemplo regionái.
Cuando Hitler incendió el Parlamento Alemán, ese
incendio marcó el inicio del reinado nazi. Fueron las clases
Ese nuevo orden mundial arrastra brechas insostenibles de
medias alemanas, y de toda Europa las que más aplaudieron
desarrollo humano y de injusticia. No puede aceptarse ese nuevo
ese crimen contra la democracia. Era explicable, aunque no
orden, sin beneficio de inventario.
justificable. Estaban cansadas de la inoperancia de un modelo
político basado en el galimatías parlamentario, que no resolvía
El gran desafío de los colombianos en las próximas décadas
ninguna de las apremiantes necesidades del hombre corriente
será precisamente ese: el desafío de reconstruir una nación
alemán.
~tormentada por la tragédia., para convertirla en un escenano
de creatividad e identidad incorporada a la globalizaclón, pero
El gran desafío para los líderes civiles y militares del post-
protegida de los riesgos de la sociedad post-industrial.
conflicto en Colombia es frenar el deterioro casi imparable de la
clase media colombiana, Ese deterioro es nefasto, tanto para la~
Si Colombia convence al mundo de su capacidad de contribuir
élites como para los de abajo. En esas cláses medias está el soporte
con la democracia planetaria a través de ofrecer alternativas frente
de la legalidad, de la justicia, y de la intelectualidad;
al peligro ecológico mundial que es la narcoproducción; frente al
peligro para la libertad que es el terrorismo y frente al péligro
Miles de jóvenes aterrados por los monstruos de justicia
para la solidaridad que es la exclusión; seguramente la
privada están esperando encontrarle un sentido a su futuro
reconstrucción del paí~s interesará prioritariamente a la
destino.
Comunidad Internacional, sin vulnerar la soberanía patriótica.

1
 2. ¿Por qué no se han mencionado factores exógenos básicos
Quieren seguridad jurídica y seguridad democrática para sus para alimentar nuestro conflicto, como son los grandes
emprendimientos; exigen el derecho a conocersu país en vivo y conglomerados internacionales fabricantes de armas y de
en directo y no a través de los fríos mapas o solamente a través precursores químicos que son los directamente benefi-
de las historias de los abuelos. ciados con la globalización aquí demonizada?

La paz de Colombia debe ser, tiene que ser, un proyecto de 3. ¿Qué podemos hacer los jóvenes? ¿Cómo podemos ayudar
juventudes, porque son ellas las principales víctimas y los a la renovación de la dirigencia de este país para construir
principales victimarios de esta absurda matanza. una sociedad viable?

En un manual sobre negociación se escriben estas palabras, Respuestas:

con las cuales inicio la finalización de esta conferencia: "El proceso
de internacionalización de las economías, el tremendo desarrollo de las Empiezo por la úl~: los jóvenes son el presente y elfu.tuí:o.
armas estratégicas que impide llevar al terreno político el poderío Pueden descubrir valores no convencionales, como )a
alcanzado en el campo militar... reafirman la preponderancia de lo que solidaridad y la toleranch:t: Y en cuanto más los usen, más 15e
podría denominarse una verdadera cultura de negociación en la multiplicarán. Son valores que no están a la mano 7 Tal vez
resolución de las confrontaciones ... "
por sus desusos se están perdiendo, y deberían ser er:'~anza
para esta misma generación. Siento yo, que los jóvehestieneq
"Se habla de una cultura de negociación puesto que en estos procesos,
esa responsabilidad histórica de contribuir a la construcción
realizados en el nuevo contexto mundial, a partir de una realidad
de esta nueva Nación.
objetiva, se fundan unos códigos, unas normas, un lenguaje, un estilo
y hasta una ética que se enmarcan y se desarrollan en razón de unos
Paso a la segunda cuestión: Como decíamos antes, en. él
principios fundamentales de política, de acción y de relacionamiento".
vínculo internacional, se ve la doble moral: por un l~do,
predican la pacificación, pero por el otro, promueven e\
Señores:
n~gocio de las armas. Obviamente, los países de economías
Un personaje de "La conquista del reino de Maya", el libro
más fuertes que son miembros de Consejo de Seguridad de
de Ángel Ganivet, que tanto entusiasmo produjo al poeta
Naciones Unidas, son los principales fabricantes de armas
nicaragüense Rubén Daría, habla así: "Es admirable cómo se aguza
para la venta, en ese mismo consejo se discute cómo pacificar
el ingenio de una nación movida por el odio, y cómo se encuentra salida
una nación. También hay doble moral de quienes consumen
para las situaciones más complicadas". Ese mismo sentimiento de
droga porque no sólo degradan sus cuerpos, sino el sistema
odio, cuando es reemplazado por la solidaridad, la disciplina y
de vida de las sociedades supuestamente avanzadas ,(por lo
el honor, hace cosas más grandes, como por ejemplo asegurar
menos de desarrollo avanzado), lo que implica nuevo
que la patria sea una morada para todos, tanto para los que se
impulso al consumo: Entonces, si hay demanda para la
fueron, como para los que huyen y para los que regresan.
producción de los narcóticos, se necésitan los precursores que
son elaborados también en estas naciones, y no los pueden
controlar porque son de libre mercado.
DIÁLOGO CON EL PÚBLICO
1. ¿Cree usted que la situación actual del país se debe a la ·La doble morél.l es parte de la crisis que está viviendo todo.el
muerte del caudillo del pueblo Gaitán? En otros términos:
sistema c5~~id~nt81~ y es él.hí donde podemos entender
¿Si él viviera el país sería distinto?

1
 PI ¿Puede por favor ampliar el papel de las fuerzas militares
exactamente: el partido que se está jugando en CoJombié:Vlo
de Colombia en su posguerra y cuál debe ser su papel hoy?
'es una provincial, ni de un grupo de.persqnas margirlales
desatendidas. Es un problema de civilización Occidental. Por
R/ El punto está en invertir en los recursos humanos de estas
tal razón, el vínculo con la comunidad internacional- es de
fuerzas militares, invertir en un nuevo pensamiento; el
doble vía: Yo personalmente pienso, que ésta tiene mucho
pensamiento de convertir la doctrina de seguridad del estado en
que aprender del conflicto colombiano. Y si los colombianos
doctrina de seguridad democrática. Es un gran desafío cultural,
lo entendieran así, como una actitud de aprehender, de tomar
filosófico, político, para que la seguridad sea entendida, como
y de entender su conflicto en el contexto internacional, el
garantía de las reglas del juego democrático que puedan
primer paso sería efectivo hacia una forma de convivencia
funcionar. La seguridad democrática involucra todo el ámbito
que el mundo occidental necesita. Insisto: un gran proyecto
de las actividades humanas, incluyendo la seguridad humana
de la cultura, de educación, es fundamental para entender
como tal. Prepararse en el sentido de esta sociedad en
las causas del conflicto y sus soluciones.
transición en la posguerra donde hay actividades que tienen
que ver con la economía, con el territorio como tal. No
,Una nación sin memoria o con memoria fragmentada, una
solamente la defensa de las fronteras, sino un vinculo de
nación con territorio fragmentado y sin reconocimiento del
relacionamiento con la sociedad, en el sentido que haya un
mismo y sin un carácter propio que la haga diferente, pe~
reconocimiento mutuo, sabiendo que todos los sectores
en un mundo globalizado, es difícil que se pueda reconocer
sociales son parte del mundo democrático y que éste ~o es
como una nación viable: Ese es el desafío que tiene esta
para una clase como en un gueto.
generación como juventud o 'Como generación que está
viviendo esta parte de su historia.
Con el cambio de doctrina se haría también un cambio de los
objetivos. En este momento se habla de "enemigo del estado",
Con respecto a la primera pregunta, no sé responder.
y hay confusiones que se prestan también a estos problemas.
Considero que el elemento básico y fundamental es la
Por ello internacionalmente se están analizando los posibles
construcción de liderazgo. Liderazgo tran5formacional que
vínculos con las fuerzas de autodefensa, sobre todo en el uso
térigá · la capacidad de comprende.f., de tener un;·
de la inteligencia militar.
conocimiento, de tener una experiencia y ojalá Una
metodología para construir estas nuevas capacidades. Para
mí, es el paradigma del desarrollo humano, preguntarse el
para qué del desarrollo, del crecimiento, y seguir reglas de BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
convivencia pacífica, sabiendo y aceptando que la ISHERWOOD, Christopher. 1947. El cóndor y las vacas. 1994.
democracia es el espacio donde se pueden defender los Biblioteca V Centenario Colcultura. Viajeros por Colombia.
intereses. No es que todos tengamos que defender"los Editorial Banco dé la República.
mismos intereses, sino aefimder los propios intereses con
1mas mínimas reglas de convivencia, y no perder de vista ZALAMEA, Alberto. Gaitán, autobiografía de un pueblo. 1999.
qué, (por lo menos, en la constitución de Estados Unidos Zalamea, Fajardo Editores.
existe la declaración) se trata de ser felices, ae tener
autoestima y bienestar.' Debería ser el propósito ACKERMAN, Bruce. Del realismo al constructivismo jurídico.
fundamental de este paso por esta tierra. 1988. Ariel Derecho Ediciones.

1
PÉCAUT, Daniel. Crónica de dos décadas de política colombiana
1968-1988. Siglo 21 Editores.
J]MENO, Myriam. ROLDÁN, Ismael. Violencia cotidiana en la
sociedad rural, en una mano el pan y en la otra el rejo.
Universidad nacional de Colombia. Fondo de publicaciones
Universidad Sergio Arboleda. 1998.
VÁSQUEZ MONTALBÁN, Manuel. Marcos: El señor de los
espejos. Editorial Ananke. 1999.
DAHL, Robert. La_ Poliarquía, Participación y oposición.
Ediciones Rei México. 1996.
MICHAL, Bernard y otros. Los grandes enigmas de la paz
precaria. Colección Los Grandes enigmas históricos de
nuestro tiempo. Edición De Crémille-Geneve.
GARAY, Luis Jorge y otros. Cultura de negociación. Edición
Serec Fescol. 1994.
GANIVET, Ángel. La Conquista del Reino de Maya. 1897.
Editorial América lee, Buenos Aires. 1944.
COLOMBIA EN LA HORA
DE LAS DECISIONES.
EL SILENCIO DE LA DIRIGENCIA
Juan Manuel Ospina
Senador de la Repúbica
LA MALICIA YA NO NOS SALVA
Colombia está en la mitad de la crisis más severa, II'lás integral
que haya enfrentado desde que existe como república, una crisiS
que no empezó súbitamente, una crisis que es la expresión dé
problemas de fondo que arrastran una larga y complicada ;
historia. Una realidad, que a veces parecería que la dirigencia
de este paíS no comprendiera. Y cuando hablo de la dirigencia
me incluyo en ella, hablo desde una posición de dirigencia. No
solamente la dirigencia económica, también la dirigencia política,
la dirigencia social.
. Seguimos pensando que de esta crisis podremos salir con !a
malicia con que siempre hemos manejado nuestras situaciones
en Colombia. Que podremos salir atacando algunos síntomas
sin enfrentar con decisión las causas. Y eso ya no es posibl~.
No es posible por dos razones principales. La primera: porque
el coiíf:J.ictoii:lterno colombiano ha adquirido en los últimos años,
gracias al aporte maldito del narcotráfico, una contundencia,
una dinámica, unos niveles de violencia, una capacidad de
degradación, que nunca antes habíamos conocido; Es falsa la
idea de que siempre Colombia ha estado sumida en un conflicto
como el actual. Sí, llevamos medio siglo de conflicto, pero era
muy distinto hasta hace unos diez o doce años. El gran factor de
cambio fue la llegada del narcotráfico.
Este conflicto intensificado y crecientemente degradado hay
que superarlo rápidament7, -no nos podemos resignar a la idea
1
 otro y así sucesivamente-. Tienen que asumirse simultáneamet}te,
de que lograr el acuerdo de paz es cuestión de años, aún de dada la misma integralidad que tiene la crisis colombiana en el
muchos años-. Hay que superarlo con d~cisión y con momento presente. Si se quiere, los problemas tienen una
compromiso, porque atenta contra la viabilidad misma de importancia equiparable para el logro de un país viable en lo
Colombia como Nación; porque compromete seria y creciente- político, en lo económico, en lo social, en lo internacional, en lo
mente nuestras posibilidades de desarrollo socioeconómico. Hoy institucional, en lo ambiental.
la economía y la guerra se encontraron y juntas seguirán. Por
eso quiero reiterar que la mayor prioridad de la política
El primero es ponerle fin al conflicto arma'!o, que está sien<}o
económica en Colombia hoy, tiene que ser coadyuvar a la
sometido a un proceso de degradación tal, que podríamos ;én
superación del conflicto interno, al logro de la paz.
un momento dado encontrar que su misma dinámica se le escapa ..
a sus actores y se le escapa al Estadp. Al escenario que más le'
Hay una segunda razón por la cual no nos podemos segu!r
temo es al de la degradación definitiva de la guerrilla en
desentendiendo de los problemas del país, pensando que ~e
Colombia; como va el conflicto, ese es un horizonte cada vez
resolverán solos, que lo único que hay que cuidar es mi empresa;
más factible. Por eso es falsa, y sobre todo peligrosa, la idea de
seá mi empresa económica, en caso de los empresarios, sea ~ pensar que la superación de nuestro conflicto demorará años.
empresa política, para los políticos. La crisis nos enfrenta a la
realidad cruda: no tendremos un futUro personal si no le
Aquellos guerreristas de coctel que mientras agitan el hielo
aCláramos el futuro a la Nació!). Esa segunda razón que impulsa
del whisky dicen que ahora sí hay que hacer la guerra, parecen
a asumir con decisión y prontitud cambios fundamentales, es la
olvidar que estamos en guerra. Los que pregonan que la salida ·
realidad de la globalización. Un país con el nivel de desordep.
es profundizando el conflicto, no entienden que su propuesta
interno, de irracionalidad, de inequidad, de corrupció,n., de rmi1
nos llevaría de cabezas a la somalización del país. Entonces los
uso de los recursos, que presenta Colombia en la hora acl:~al,
grandes ganadores, serían los grupos de delincuencia que
siinplemente no es viable en el escenario internacional
pululan en el país; el principal ganador sería el narcotráfico.
cont~poráneo.
Sería el comienzo del fin de Colombia como una nación que
aspira a la civilización.
Con esto no presumo que nos vayan a invadir: el horizonte
no es vietnamita. Pero sí que nos pueden marginar al
Se trata entonces de enfrentar de inmediato, la realidad: del
convertirnos en una especie de Somalia latinoamericana, que
conflicto en sí. 1Jno de los puntos importantes del acuerdo que
sería el peor de los escenarios, aquel en donde imponen su ley
firmaron en días pasados el presidente de la República y Manuel
bandas armadas encabezadas por verdaderos señores de la
Marulanda como jefe histórico de las FARC, en Los Pozos,
guerra, parapetados en la actividad delincuencia} del
reconoce que no puede haber una negociación que merezca ese
narcotráfico. Un país y un conflicto sin norte ni futuro, una
·nombre, si deja por fuera el conflicto armado; que no podemos
anarquía violenta y criminalizada.
seguir con la ilusión de que avanzaremos indefinidamente en la
negociación, mientras que el conflicto 'continúa y se degrada.
¿ENFRENTAMOS LA CUADRATURA DEL CÍRCULO?
Que la negociación en medio del conflicto como estrategia ~'!e
Estamos enfrentados a un escenario increíblemente complejo,
agotó. Se trata de un asunto altamente especializado, que necesita:
porque no es uno el problema que tenemos que resolver.
un escenario propio en la negociación, una mesa de la gu<¡!!Ta, si
Tenemos que resolver y de manera simultánea y coor~ada,
se quiere, encargada de buscar desescalar el conflicto y enfrent~
cuatro grandes problem~, No podemos aplicarle a la situación
su degradación, que por momentos aparece como incontenible.
un ñi~efo'secueíi.Cia! -prímero resuelvo un problema, luego' el

1 1

Su objetivo no debe ser lograr "una guerra limpia", sino acabar
con ella antes de que se vuelva una catástrofe inmanejable. Esá
mesa tendría que ver con el seéuestro, el cese al ~eg<?~_ª ataque··
a poblaciones indefensas, los intercambios· humanitarios... Es
una mesa especialiZada·.
El segundo probletn.ei también merecería una mesa aparte,
pues aunque hace parte de la negociación de manera integral,
tiene sinembargo unas características propias. Se trata del
narcotráfico y espeCíficamente de los narcocultivos. Un
escenario _muy complejo que, creo, empieza a modificarse.
Paradójicamente para algunos, al menos empieza a modificarse
e!ll()~ E~taci_os Unidos con la llegada del gobierno republicano.
Se oyen cuestionamientos de altos funcionarios al concepto de
que hay que hbrar "una guerra" contra las drogas. Empiezá a
entenderse que en el fondo del problema de los alucinógenos;
hay problemas de cultura, y que sólo con represión, acaba por
hacérsele el juego al narcotráfico. Que la demanda es el motor
de la situación. En este c~mienzo de replanteamiento la
comunidad europea ha sido muy tímida. Europa, hasta ahora,
ha utilizado el problema colombiano para librar una pequeña
guerra de escaramuzas contra los Estados Unidos, sin fijar una
posición clara que marque definitivamente una distancia frente
a esa política represiva manejada por los norteamericanos frente
al tema de las drogas. No han consolidado una propuesta que
necesariamente tiene que ver con el llamado desarrollo
alternativo, pues una política que no se reduzca a la sola
represión exige un componente de desarrollo socioeconómico.
Es lo que se ha llamado el componente de desarrollo
alternativd; y el desarrollo ~ternativo está haciendo agua en el
Perú, está haciendo agua en Bolivia, y como está planteado en
Colombia, va a empezar a hacer agua y muy pronto. El asunto
hay que mirarlo y asumirlo con seriedad~ hay que replanteare!
desarrollo alternativo para que no sea un simple paliativo, p~a
que no actúe como una limosna frente a esos campesinos
cocaleros, para que les abra realmente unasposibilidades ciertélS
de desarrollo, de una vida en la legalidad y con futt,úo. Y esto
supone que miremos el tema, no simplemente desde la
perspectiva de la ayuda internacional, que a ratos se me parece
sospechosamente a la caridad entre los particulares: se entrega
una plata, una palmadita en el hombro para que se tranquilicen
y no pongan más problemas. Lo que está en juego es la estructura
del comercio internacional, la posibilidad de que se le abran
espacios comerciales ciertos a producciones tropicales. Negocios
con el necesario componente tecnológico, de financiación y de
organización que permitan abastecer nichos de esos mercados
solventes. Se necesita abrirle espacios económicos ciertos a esos
productois y a esas regiones, hoy sumidas en el narcotiáfic~ y
la guerraJ Espacios que además permitan aprovechar
¡ racionalmente nuestra biodiversidad que la pobre:¡:a, l~s
narcocultivos y la guerra, están destruyendo a velo~Ídades
1
\ crecientes. ~·
!
1 El tema requiere una mesa especial, donde esté la comunidad
1
¡ internacional y estén los Estados Unidos (parecen percibirse
señales tírriidas de que quieren arrimarse al proceso). Tiene que
estar en esa mesa obviamente, el gobierno nacional, tiene que
1
!
estar la guerrilla, y tienen que estar las comunidades de
campesinos cocaleros. Es de alguna manera retomar el camino
,\¡
ínterrumpido el día en que las FARC, en un gigantesco error
político, asesinaron a los tres indigenistas norteamericanos.
l.
En lo interno, un desarrollo alternativo sostenible supone un
redireccionamiento y fortalecimiento del desarrollo n~.ral:
·nacional. Debe reconocerse que mientras no se le dé una solución
definitiva a la crisis rural colombiana, van a seguir actuan~o
factcíres para ali:m.entar esa reali~ad del narcocultivo.,cEsto
requiere en el interior de nuestro país una clara y efectiva política
de desarrollo rural y reforma agraria. Algo que el país hasta
,¡
ahora no ha sido capaz de entender.
1
El tercer asunto prioritario es el reordenamiento Cl.e
nuestra economía. En las circunstancias actuales del país; Ía
política económica no puede andar divorciada de la política
de pai. La prioridad fundamental para la economía
colombiana en las circimstancias presentes es que la J?ólítib?
.económica ayude a la superación del conflicto y no a su
11
 Más que la sola voz de los fusiles, urge la voz de la dirigencia
agravamiento. Me parece que el Fondo Monetario Interna- comprometida con el cámbio. Pero comprometida desde ya, sin
cional empieza a entender, a asomarse a esta realidad, al esperar firmar acuerdos de paz, con compromisos concretos. E~
aceptar que si se dan avances en el proceso de negociación,
-la única manera para pasar de una paz en abstracto, de discurso,
se podría reconsiderar el esquema de ajuste, obviamente para
a una paz en concreto con decisiones, realizaciones y
suavizarlo. Sobre esto podría hacerse un seminario completo;
compromisos. Eso para la guerrilla puede ser más contundente
simplemente quiero llamar la atención sobre su importancia
que una brigada móvil o que los black hawk. Pues si este p-ªÍS
y su incidencia directa en la negociación.
arranca un proceso de cambio,la guerrilla se monta en el cambio
o queda históridamente superada, es decir, derrotada.
Y el cuarto punto sobre el cual me quisiera detener, es el del
desafío de los cambios en Colombia. Debemos partir del
Hubo otra frase de las FARC, de esas de sabiduría campesina,
reconocimiento de una realidad. Para ello voy a utilizar palabras
cuando se armó el enredo con la revocatoria del Congreso, en
de César Vallejo Mejía: "En Colombia la tarea es de construcción
abril del 2000. Le preguntó la prensa a Raúl Reyes que cómo
de la Nación". Alberto Dangond aludía a la complejidad de la
veían el escenario político y contestó lacónicamente "como una
situación, que calificaría como de coyuntura nuñista. Dangond
pelea de comadres". Así nos ven. Los p~líticos cuidando ~us
dice que hoy nuevamente para Colombia, el futuro es de
empresas políticas y los empresarios cUidando sus negocros
regeneración o catástrofe.
particulares y ¿quién está cuidando -para robarle ~a expres~ón
al presidente Andrés Pastrana-la empresa Colombia? He ahí la
A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Y ahí es donde
gran pregunta, he ahí lo que alimenta el gran enredo en que
es terrible el silencio de la dirigencia. Seguimos pensando que .
estamos metidos.
es posible una paz barata, que de pronto pudo ser posible en el
gobierno del Presidente Betancur: hoy ya no es posible. Si no
Este último asunto es el tema ciudadano por excelencia. Con
entendemos que hay que hacer compromisos de fondo para
todo el repeto que me merecen los negociadores del gobierno,
cambiar radicalmente las circunstancias del país, la guerrilla va
con el respeto que hay que tenerle al adversario, en este caso
a seguir deshojando la margarita entre guerra y paz, sin decidirse
las FARC, no creo que los negociadores del Caguán sean
por ésta última.
capaces de decidir por 40 millones de colombianos sobre el
país que queremos y al qué estamos dispuestos a apostarle. Es
La guerrilla le hace caso a dos voces: las voces de los fusiles
ese el escenario para que actúe una ciudadanía responsable,
y las voces de una dirigencia en trance de liderar un cambio. Lo
una ciudadanía que no le entrega a terceros el diseño y
dijo Joaquín Gómez, uno de los miembros del secretariado de
co~promiso de su futuro, llámense estos negociadores del
las FARC, cuando estuvo en el Caguán un grupo grande de
gobierno, FARC, paramilitares o norteamericanos. ¿Cómo
empresarios presididos por Nicanor Restrepo y por don Hemán
organizar y hacer efectiva esa decisión ciudadana sobre el
Echavarría. Los periodistas le preguntaron cómo había visto la
futuro del país? Una pregunta que aún no encuentra su
reunión y Gómez dijo: "Espectacular, porque hasta ahora sólo
respuesta. Lo que sí debe estar claro es que dé esa tarea
habíamos hablado con los ángeles y hoy hablamos con dios".
ciudadana saldrá la verdadera agenda sobre el país fuÍlll"o -un
Siempre la repito porque me parece que es imposible ser más
país deseable pero posible- que los negociadores impulsarán·
contundente de lo que fue Joaquín Gómez con esa peculiar
en la mesa y ql!e muy probablemente terminará en una nueva
capacidad de verbalizar que tienen los costeños, y Gómez es
Constituyente.
guajiro.

,,
1
 Si no asumimos nosotros esa responsabilidad como PENTAGRAMA
ciudadanos, y los dirigentes adicionalmente COI;Il.o ciudadanos FILOSÓFICO
Y como dirigentes, la situación va a seguir deteriorándose,
degradándose hasta que el manejo y superaciónde la guerra sea
imposible, o a unos costos sencillamente inimaginables.
Guillenno Hoyos

Si quisiera ponerle un título a lo que voy a comentar acerca

de la exposición del Dr. Juan Manuel Ospina, diría que es un
pentagrama filosófico.

El Senador terminó con un manifiesto a la responsabilidad

ciudadana y había comenzado poniendo clara la crisis de la
dirigencia, y en mitad de su exposición hizo una alusióp. muy
fuerte al sentido: "Dignificar al enemigo", lo cual yo voy a
profundizar filosóficamente.

No hay que acudir, como lo hizo Juan Manuel, a Alberto

Dangond Uribe, quien a la vez recordó a Núñez, para hablar de
regeneración o catástrofe. Hay que ir un poco más atrás, al poeta
Holderlin, quien dijera: "Allí donde crece el peligro, está la
salvación". Por tanto, yo diría: ¡Bendita crisis de la así llamada
dirigencia colombiana!, porque es esa crisis la que en esté
momento nos pone a los ciudadanos, a asumir nuestro destinp,
que durante doscientos años de historia colombiana, parecía que
debería asumirlo una dirigencia cuya legitimidad parecía venir
de la alcurnia y algunas vec~s de la religión. O, si mucho, de la
moral, basada en la religión o en la alcurnia.

Opino que la situación es absolutamente favorable para

hablar de sociedad civil. De ciudadanos, como protagonistas en
medio de esta guerra que, entre tanto, se nos ha convertido en la
guerra de las toallas. Por eso cuando ,recuerdo las expresiones
de Marco Palacios en Madrid, y que fueron recogidas en su
prólogo al libro que salió en El Tiempo, y a lo que aludió también
muy acertadamente Franco Vincenti, el populismo que trataba
de implantar Gaitán de pronto fue una experiencia. Nosotros le
hicimos corto circuito, inclusive con el inicio de la violencia,

'.

precisamente. Y por eso Marco Palacio puede decir: " Somos un
pueblo sin ~ación", Franco Vincenti preguntab¡3.: "¿Cuándo se
nos perdió el Estado?". Yo respondería: "Nunca lo tuvimos".
Tuvimos la retórica del Estado, tuvimos una filosofía del Estado
que inicia, inclusive, con esas palabras de Santander. Pero es un
Estado sin Nación, a la vez, un pueblo sin Nación. Por eso quiero
profundizar en esta idea, en medio de la guerra.
En primer lugar hay que ser conscientes de que la "opinión
pública" es la que expresamos nosotros en nuestra sensibil!dad
moral. Somos nosotros como opinión pública, los pacientes. de
la guerra, los que sufrimos la guerra; y cuando lo decimos
vulgam:lente: "Estamos mamados de esta guerra", no vale que
Raúl Reyes diga que los medios de comunicación no conocen la
sociedad civil. ¡Como si las FARC tuvieran la bola de vidrio en
la cual se tuviera la ciudadanía colombiana!
En segundo lugar, ¿Cuál sociedad civil? Es la sociedad civil
concreta, somos nosotros, somos los ciudadanos que podemos
expresarnos libremente, que ojalá lo hiciéramos con mucha más
fortaleza. Esta sociedad civil es la que le puede dar algún tipo
de legitimidad a la dirigencia, en la cuál pensaba Juan Manuel.
Yéndome al punto más fundamental de mi intervención,
quiero recoger esa figura filosófica importante que Juan Manuel
ya aludió al decir "dignificar al enemigo". La voy a tomar desde
el punto de vista de la responsabilidad. Si quieren la llaman
política, si quieren la llaman social, si quieren la llaman ética.
Yo prefiero llamarla en su sentido fundamental Kantiano, la.'
responsabilidad moral de la sociedad civil; y esta es: dignificar al
enemigo. Por ejemplo: las tragedias ambientales,la criminalidad,
las masacres, el terrorismo nacional e internacional, el holocausto,
los holocaustos. Ya hoy en día, los ciudadanos no nos comemes
el cuento de que esos acontecimientos vengan determinados por
el destino, que las tragedias ambientales sean sólo deJa
naturaleza, que no haya agente~, que no haya responsables. No
creemos que los dioses y demonios sean los que gobiernan e~ta
gúerta, que sea el destino, o que sea un determinante que lleva
doscientos años.
1 1
Este es uno de los resultados de la crítica de la modernidad.
Como sociedad civil no aceptamos metarrelatos, detrás de los
cuales puedan refugiarse los responsables. Y esta guerra atrae
actos donde la sociedad civil es la paciente. Nuestra sensibilidad
moral reclama que, efectivamente, se reconozca la responsa-
bilidad moral, no sólo de clase, no sólo de grupo; también
personal, de los protagonistas de la guerra, Por eso es qu~ .gay:
crisis de dirigencias; porque las dirigencias normalmente se·
legitimaban en metarrelatos, en la alcurnia, en la religión, etc.;·
Pero ya no existe esa dirigencia, sino una dirigencia legitimada:
por nosotros mismos.
Eso es dignificar al enemigo. Eso es hacer del enemigo, (o si
quieren de los tres enemigos, en la guerra a tres bandas),
interlocutores a quienes nosotros como sociedad civil les
digamos: "Señores, qué pena, pero esa guerra no es de ustedes;
a esa guerra hay que meterle sensibilidad moral de la población
civil, a esa guerra hay que meterle pueblo, a esa guerra hay que
meterle sociedad civil".
Es sólo en el momento en que yo considero a alguien
responsable, el momento en que lo considero conciudadano. J~an
Manuel insistía en esa dirigencia como ciudadanos, muy bien,
pero esa dirigencia, no está compuesta por los que están de este
lado de las instituciones constitucionales. También son esa
dirlgencia el señor Castaño y el señor Marulanda, y de ahí para
abajo. Son, igualmente,los que pretenden otra vez solucionar el
país en sus campañas políticas en este momento: los uno15,
metiéndole más guerra a la guerra y, los otros, tal vez con la
ingenuidad que ellos pueden solucionar esto sin pueblo.
Tal es la tesis de Palacios. Seguramente la he interpretado
muy abstractamente, filosóficamente pero estoy seguro de que
Luis Jorge Garay, quien hablará a continuación, profundizará
en este tema. Quiero terminar preguntando: ¿Qué es lo que está
en juego?
Recientemente en su libro, Rafael Pardo decía que lo que
estaba en juego era el poder político y elogiaba el proceso de
 paz de su jefe político el expresidente Gaviria, un poco tratando
de demeritar el proceso de paz de Betail.cur, que lo llamaba "un
proceso de paz ingenuo". ·
Yo estuve en ese proceso y se pensaba que lo único que
Betancur había ofrecido eran compensaciones. Juan Manuel lo
dijo muy certeramente: "En ese momento la paz nos hubiera
salido más real".
Pienso que cuando Rafael Pardo pone el problema entre
poder político y compensaciones misericordiosas, se encuentra
en el lugar equivocado; como un buen Gavirista, se encuentra
en el lugar de quien habla de la guerra como dirigencia ajena y
se le olvida que de la guerra tenemos que hablar co~o
ciudadanos.
Lo que está en juego no es ni el poder político ni las
co~pensa~iones, desde un Estado el cual pretendemos que ya
esta orgamzado. Lo que está en juego es la Nación la sociedad
civil, es reconstituir el origen del poder político. Y ~se origen es
la inclusión.
Vincenti aludía al libro del excomandante Marcos donde
para él, la tesis fundamental es: "Hagamos un paí; donde
qu~pamos todos, no sólo los zapatistas, sino todos aquellos que
qUieran hacer país". Esa tiene que ser, en este momento la
conclusión para Colombia. ' muchacho para que aprenda a entenderse, a relacionarse con
Estamos en la mayor crisis, que Juan Manuel en algún
m~mento. dijo que nos está quedando grande. Ahí soy un poco
mas fatalista: estamos compitiendo con el holocausto en esta
degradación de la guerra.
. Me atrevería a sugerir algo de un colega filósofo, cuando
piensa en el holocausto. Me inspira mucho la expresión del
norteameric~o Richard Rorty que dice: "No hay nación que
haya cometid~ los mayores errores posibles". Y yo creo que
vam~s para alla. Una democracia participativa nos puede ayudar
a salir de esta situación. La democracia participativa no se
organiza; la democracia participativa no se dirige; hay que
construirla y la construimos los ciudadanos como protagonistas.
¿Cómo educar para la construcción de lo público, si la
institución educativa hace crisis con todo el sistema por la
inexistencia del Estado? ¿Cómo hace~r ciudadanos?
Yo creo que la pregunta tiene un presupuesto fundamental,
y es _que efectivamente para el proceso de construcción de
ciudadanía tenemos que apostarle a los procesos educativos.
Y algo que parece obvio: yo creo que se nos ha perdido ese
principio. Yo pienso que la educación en Colombia desde los
primeros años se desvincula mucho de lo fundamental de. la
educación que es formar ciudadanos. Creo que desde sus
primeros años el sistema educativo colombiano ha llegado a tal
fragmentación que aquello para lo que se inventó la educación,
que es en gran parte para incluir ciudadanos, para iguálar de
alguna manera, o por lo menos para revolver ciudadanos~ la
educación colombiana desde los primeros años se ha
estratificado de tal manera, que casi uno diría que es para
discriminar, para establecer los seis estratos en que vivimos, y
por otro lado, la educación desde los primeros años se especializa
demasiado, es una educación muy memorista. Nosotros sacamos
las clases de cívica porque nos pareció que era el himno a la
bandera, y es mucho más. Es educar desde los primeros años al
los demás, para que aprenda a ser ciudadanq. Todo esto qJ.le
llamamos una ética civil, una ética ciudadana. ·
Si por otro lado examinamos la debilidad creciente del
sistema público de educación en Colombia, tanto en la parte
inicial como en la educación superior, encontramos otra crisis.
Por eso pensaría que apostarle a la educación, aunque se~~·
apostarle en el mediano plazo y casi apostarle a largo plazo a la
resolución de los conflictos y a la recreación de ciudadanía, tiene
mucho sentido.
1
 Hace pocos días en un foro con Antanas Mockus UNA NOTA SOBRE LA
precisamente le preguntaba qué tenía que ver toda su propues~ TRANSICIÓN A UN ESTADO
de educación ciudadana con el proceso de paz, y éÍ. me respondía
que su proceso de educación ciudadana era para la posguerra. SOCIAL DE DERECHO
O sea qu~ habría que ir enumerando modelos que de alguna A propósito de la búsqueda de la Paz en Colombia
maner~ p~dieran ser atractivos dentro de la negociación, pero
que as1 ::usmo nos den la posibilidad de preparar la próxima
gene~acwn para que, o sea una generación que crea que todo se Luis Jorge Garay S.
solucrona ~bala, o que de pronto sea una generación que sí crea
que es meJor apostarle al respeto mutuo.
Crecientemente en el país se ha venido discutiendo sobre el
concepto y el alcance político de la denominada paz.
Infortunadamente en amplios círculos de opinión en Colombia
la concepción de la paz ha venido siendo seriamente limitada al
punto de entenderse simplemente como la resolución de un
conflicto social específico.

Si se parte de la base que el conflicto armado en Colombia es

apenas una de las expresiones y no la única ni la más determinante
de la crisis de la sociedad colombiana, es necesario repensar
seriamente cómo se va a transformar la sociedad hacia una que
pueda conducir a la paz~ s11acepción estricta. Esto es, la pai
como la creación de un entorno. social, político, cultural"y
econ':')mico que promueva la institución efectiva de una civilidap.
ciudadana moderna y democrática, con la convivencia entre
ciudadanos protagonistas y la resolución de conflictos a trav~s
del diálogo, de la celebración de acuerdos y el cumplimiento de
compromisos, y del respeto de las diferencias; que fundamente a ·
la justicia como sistema ordenador de relaciones entre ciudadanos
y ciudadanos-Estado y Íegitimador de la implantaCión de un
~uevo ordenamiento de derechos y deberes de los ciudadanos
bajo condiciones básicas de inclusión social: en términos de acceso
crecientemente igualitario a oportunidades para el desarrollo y
potencialización de las capacidades de los ciudadanos como
constructores del proceso de desarrollo de la sociedad.

En este contexto, una negociación entre élites excluyentes

alrededor de un conflicto, por más degradado, violento e

inexplicable que sea, no puede conducir por sí sólo a una
sociedad en paz. La sociedad en paz es .un proceso ~e
transformación social con la participación comprometida de
amplios grupos representativos de la población.
Recientemente se ha venido suscitando un debate en Colombia
sobre el alcance que ha de tener la negociación del conflicto
armado. Algunos observadores critican con razón que se le asigne
nocivamente a la negociación el propósito de construir un nuevo
país con la reforma de la sociedad, como pareciera ser la posición
de diversos voceros de la opinión pública. No obstante, conviene
hacer algunas precisiones sobre ~1 tema.
Cuando se argumenta que la paz no es la mera resolución de
un conflicto, se rechaza claramente que la paz pueda ser fruto
por sí misma de la negociación del conflicto armado y, por ende,
se aduce que su negociación no es el único reducto posible para
poder transformar la sociedad colombiana. Es errado esperar
que éon la mera negociación excluyente pueda conducirse el
país hacia una sociedad moderna, incluyente y democrática;
aunque sí debe reconocerse que la solución política del conflicto
armado constituye una condición necesaria -no suficiente-para
avanzar en la creación de condiciones propicias para la
transformación social.
El tema central es más bien cómo a través de la resolución
negociada políticamente en la situación actual, la sociedad
colombiana puede apalancarse para transitar hacia una
sociedad en paz. Esto lleva a un tema fundamental que por la
misma profundidad de su crisis, no se ha abordado
debidamente.
Si bien la Constitución del 91 instituye al Estado colombiano
como un Estado Social de Derecho, la realidad económica,
política, social y cultural dista sustancialmente de las condiciones
objetivas requeridas, al punto de que Colombia no ha logrado
siquiera haber transitado todavía por un verdadero Estado de
Derecho.
1 1
La búsqueda, como panacea colectiva, de un Estado Social
de Derecho impone la construcción social de una agenda
programática de transición en la que se estipulen propósitos
colectivos, acuerdos, responsabilidades, compromisos, deberes
y derechos entre ciudadanos, grupos sociales, entes
representativos y el Estado -a nivel individual, colectivo y
público-- mediante un proceso de participación cada vez más
incluyente sobre cómo ir configurando las condiciones objetivas
en los planos económico, político y social para la legitimación
democrática y la configuración de un Estado Social de Derecho
y, en últimas, hacia una sociedad en paz.
Dentro de esa agenda de transición que posibilite alcanzar
la paz, se debe tener claro cuál es la instancia determinante del
conflicto armado y su resolución política y, algo fundamental,
¿cuál es el tratamiento que la sociedad le ha de dar a un tema
delicado para alcanzar la reconciliación: el castigo, el perdón,
el olvido, la incorporación social? Por supuesto, este es un tema
no meramente legalista, es un tema profundamente político y
social. Pero,la resolución social de esta problemática, constituye
apenas una instancia, aunque muy importante, del proceso de
transición.
En esta agenda de construcción de un Estado Social de
Derecho, sobresalen algunos pilares básicos, que podrán ser
facilitados con el mejoramiento de la convivencia ciudadana, la
resolución del conflicto armado y el combate efectivo al crimen
organizado en el país (incluida obviamente la corrupción).
El proceso de configuración de un nuevo ambiente para la
democratización de las relaciones sociales, en torno del
tratamiento de las diferencias y conflictos bajo principios de
tolerancia, del respeto por el otro en condiciones de igualdad Y
de solidaridad, de la tramitación de intereses individuales y la
especificación de intereses colectivos diferenciales y en
competencia a través del acatamiento de las reglas para la
identificación de los intereses predominates 1mayoritarios en la
colectividad -y no de los intereses de los grupos poderosos
excluyentes- y, en fin, de la preeminencia de la participación

globalización-. Por más exigente que sea, ha de tomarse como
pauta de acción colectiva el propósito de alcanzar un círculo
virtuoso entre el desarrollo productivo,la generación de riqueza
colectiva y la inclusión social.
Mientras la sociedad colombiana no logre romper
definitivamente con el proceso de desactivación productiva y
relativo empobrecimiento, de concentración de riqueza y de
exclusión social, no será posible construir una sociedad
democrática moderna e incluyente. Por lo tanto, hay que valorar
la necesidad de construir un nuevo contrato social para la
generación de riqueza colectiva y la inclusión social. Este contrato
ha de estar enmarcado en una visión de futuro y en un proyecto
pr.oductivo de referencia para el mediano y largo plazo,
elaborados colectivamente entre los agentes económicos y el
Estado, en el propósito de aprovechar ventajas comparativas,
crear ventajas competitivas y potencializar los recursos
disponibles en el país bajo una competencia cada vez más
globalizada.
Un contrato social de esta naturaleza tiene que partir de la
convicción por parte de los actores productivos en que hay que
actuar con una responsabilidad social, con el compromiso
indeclinable de avanzar en la compatibilización de la
rentabilidad social y la rentabilidad individual. Ardua tarea en
un mundo de globalización; pero sin la creación de riqueza
colectiva será inviable avanzar hacia una verdadera inclusión
social.
Al Estado le corresponde una función decisiva para contribuir
al entorno adecuado (especialmente a nivel macroeconómico y,
en asocio y estricta coordinación con el sector privado, en los
niveles mesoeconómico y sectorial) para la realización de
negocios (p. ej., con la garanña del cumplimiento de contratos
y respeto de los derechos de propiedad), el desarrollo
empresarial (p. ej., a través de la inversión: innovación, a_:>:U:ción
· de riesgos y la productividad) y, en fin, la competitividad
sistémica y la inclusión social.
Sin haber pretendido sino una ilustración simple de algunas
de la múltiples exigencias para la construcción de un Estado
Social de Derecho, resulta evidente que se trata de una tarea de
todos, especialmente demandante en una sociedad com~ la
colombiana en medio del proceso de la globalización económica,
política, social y cultural del mundo de hoy. La tarea es ardua
pero es de todos; la gran ventaja de vivir en una socieda.~ como
la colombiana es que a todos nos compete la responsabilidad y
el compromiso de superar exitosamente el desafío, pero también
el inigualable privilegio que en manos n~estras está ~ gran
medida el futuro de todos y de las generacrones por verur como
colectividad.

Y a ese propósito le compete a los agentes económicos una

serie de responsabilidades y compromisos como ciudadanos,
en primer lugar. Y en segundo lugar su responsabilidad propia
tanto a los empresarios como a los trabajadores, la academia y
otros actores directa o indirectamente involucrados en lo
productivo, para aportar decididamente en la generación de
riqueza colectiva, la productividad y la competitividad
sistémica, como requisito para aprovechar en lo posible
oportunidades y minimizar riesgos y sacrificios reproducidos
con la globalización.

1
 Este documento se terminó de
imprimir en los talleres de la Editorial de la
Universidad Pontificia Bolivariana,
en el mes de marzo de 2001.
.sistema impresión digital.