Está en la página 1de 2

El Cid es perdonado y

casa a sus dos hijas.


Alfonso VI, rey de León, perdona y
devuelve su favor al Cid.
Valencia. El pasado lunes, 3 de decisión del monarca. Como el
abril de 1070, el Cid Campeador Cid acababa de llegar esa
rindió acatamiento antes los misma noche, el Rey le ofreció
pies del monarca Alfonso VI. convertirse en su huésped. Sin
Con las rodillas hincadas, dudarlo aceptó.
arrodillado ante él, le imploró
para que le diera lo que más El Mío Cid ordenó que
deseaba, que le devolviese su preparasen comida para todos
amor. El rey, ante todos los que los que habían acudido. Los
estaban alrededor, le perdonó y invitados quedaron muy
devolvió su favor. El Cid satisfechos con el Cid. Muchos
prometió al rey ante todos los de ellos aseguraban que en
vasallos que honraría al pueblo años no se había preparado
y le protegería. Desde ese una comida mejor en el
momento el Cid volvió a ser castillo. Entre los invitados se
bien acogido en el reino entero. encontraban los infantes de
A todos los que estaban allí Carrión, que se acercaron a
presentes les alegró de corazón saludar: "Os saludamos ¡oh
la ran noticia. En cambio, el Cid, que en tan buena hora
conde Garci Ordóñez no nació! En todo lo que
pareció alegrarse mucho. Su podamos amigos somos los
cara decía todo lo contrario, la dos".
noticia le pesó mucho, parecía
no estar de acuerdo con la
Al día siguiente acudieron a la Finalmente aceptó, dado que
misa del obispo don Jerónimo. era cierto lo que el rey decía,
A la salida de la misa el Rey los los infantes podrían darles
juntó a todos para darles una una buena y mejor vida a sus
gran noticia. Le rogó al Mio hijas. El monarca le dio las
Cid que sus hijas doña Elvira y gracias al Cid por aceptar su
doña Sol se casaran con los propuesta. Los infantes de
infantes de Carrión. Al Carrión se acercaron al Cid y
comienzo el Cid no parecía cada uno le dio la mano
muy convencido, ya que como muestra de honra hacia
pensaba que sus hijas aún eran él. Posteriormente, se
demasiado jóvenes para intercambiaron las espadas,
casarse. Pero el rey le Colada y Tizona, como pacto
recomendó e insistió en que hacia el Cid y prometieron
aceptara, ya que sería muy cuidar de sus dos hijas doña
bueno para sus hijas y no se Elvira y doña Sol como a su
arrepentiría. vida misma. Por último, el
rey cogió a las hijas de la
mano, las llevó hacia los
infantes de Carrión y los
honró en sus matrimonios
para que Dios les
acompañase en la vida.

El Cid intercambiando las espadas


con los infantes de Carrión.

También podría gustarte