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Variedad del discurso por medio de la que se atribuyen a los objetos cualidades y se crea una
representación verbal de sus rasgos. También llamada pintura con palabras, pretende recrear. La función
que predomina en ella es la referencial, pero en publicidad puede ser conativa; en lírica, expresiva o
poética.
Aspectos estructurales.
• Se sigue un proceso: se observa el objeto, se seleccionan sus rasgos significativos, se ordenan y se
redactan. Dependerá de la intención del emisor, de las convenciones del género.
Técnica
• descripción exhaustiva (ciencia) / descripción selectiva (literatura)
• descripción estática / descripción dinámica
• descripción realista (objetiva) / descripción idealizada / descripción caricaturesca
El orden es variado. Por ejemplo, en las descripciones técnicas (medicamentos, instrucciones de
aparatos, receta de cocina) se suele comenzar por la composición / uso / propiedades. En literatura
dependerá del momento. Puede seguir un criterio espacial, temporal, lógico. Todo tiene un significado.
• En la narración se incrusta la descripción, por medio de retratos, (prosopografía / etopeya) y sirve
para hacer más lento el tiempo narrativo.
Aspectos lingüísticos.
Formas verbales •Imperfectivas
• presente intemporal en las descripciones técnicas
• pretérito imperfecto en las descripciones que aparecen en la
narración
Tipo de verbos • Descripción estática: predicativos • Descripción dinámica : acción
o progreso
Adjetivación • Sustantivos y adjetivos
Estructuras • Yuxtaposición • Coordinación (dinamismo)
sintácticas
Recursos • Enumeración • Metáfora Comparación • Personificac.
literarios • Animalización
o cosificación
Es una variedad del discurso en la que el emisor recrea una serie de hechos de manera sucesiva. Aparece
en la conversación, en los medios de comunicación, en literatura.
I. Aspectos pragmáticos
El emisor quiere representar en la mente del receptor una serie de hechos. Predomina la función
representativa, pero el emisor no siempre quiere informar puede intentar convencer, entretener, poner un
ejemplo, crear un texto bello, etc. Recordemos que una narración consiste en una recreación de la
realidad por medios lingüísticos, no la realidad en sí.
ELEMENTOS
FACTORES DE LA COMUNICACIÓN
ESTRUCTURALES DE LA
NARRACIÓN
Emisor Narrador
Destinatario (Narratario)
• El emisor se proyecta en el texto en la figura del narrador; pero el emisor es el que pretende comunicar
y para hacerlo mediante una narración adopta un punto de vista desde el que contempla esos sucesos,
selecciona los que le interesan, los ordena según un criterio, presenta a los personajes y los describe,
sitúa la acción en un espacio y en un tiempo... Todas estas funciones son las que definen al narrador. En
las narraciones literarias autor y narrador no suelen coincidir: la historia aparece narrada por uno de los
protagonistas o por un personaje secundario, etc.
• El receptor hay veces que aparece reflejado en el texto por medio del narratario o destinatario de la
acción (Vuestra. Merced. en El Lazarillo).
• El que los hechos relatados sean reales o sean ficticios no afecta al carácter de la narración. Sí afecta,
sin embargo, el concepto de verosimilitud - aplicación de la adecuación y de la coherencia a los textos
narrativos.
• El canal condicionará las técnicas, no es lo mismo un cómic, que una narración oral, que una película...
• El código implicará que el autor se ciña o no se ciña a uno establecido: romance, chiste, película, relato
...o cree uno nuevo.
EL TIEMPO
Tiempo externo. Época histórica en la que suceden los hechos relatados
Tiempo interno: tiempo propio de la narración, hace referencia tanto al orden cronológico (Linealidad)
de la narración como a su duración.
2. Duración. Cuánto duran los hechos en la narración: ritmo o tempo. Relación entre TH /TR.
La relación entre el tiempo de la historia y el tiempo de la narración determina el ritmo o tempo del
relato, es decir, la mayor rapidez o lentitud con que se narra la acción.
EL ESPACIO
• Responde a la pregunta ¿dónde ocurren los acontecimientos? Por medio del espacio se crea el
ambiente de la obra literaria. Comprende lugares, ambientes, clima exterior...
• A lo largo de la historia de la literatura el espacio y el tiempo han aparecido íntimamente
unidos, incluso en determinadas obras han funcionado como organizadores de la materia narrativa; por
ejemplo, en los libros de caballerías el espacio es el mundo y el tiempo el de la aventura: el caballero es
acogido en cualquier lugar del mundo propio y especial de dichos libros (castillo, ermita, camino...) y el
tiempo no pasa por el caballero, no hay envejecimiento, el paso del tiempo no lo afecta.
• El espacio puede indicar al lector qué tipo de relato está leyendo. Dota al texto narrativo de
una determinada verosimilitud, no la de la vida cotidiana, sino la del subgénero narrativo del que se trate.
• En otras ocasiones el espacio acompaña al personaje en su alegría o en su desgracia. Se da, en
muchos casos, una correspondencia entre el personaje y el espacio que lo rodea. Las casas configuran un
espacio y además reflejan el carácter de quienes las habitan.
LOS PERSONAJES
Son esos seres ficticios que pueblan los textos narrativos y que interviene en la acción. Están sometidos a
las características del género, a los gustos de época y a los sistemas culturales en los que están inmersos.
Para conocerlos son fundamentales las descripciones.
• Los actantes se mueven por fuerzas temáticas: amor o amistad, envidia, ambición, celos, odio,
venganza, miedo, etc.
• Hay que distinguir entre actante y personaje: un actante puede desempeñar su función por medio de
varios personajes y un personaje puede desempeñar distintas funciones narrativas.
EL NARRADOR
El narrador es el supuesto emisor de la información narrativa, una «voz», más o menos explícita en el
texto, que cuenta la historia desde un determinado punto de vista, la sitúa en un tiempo y en un espacio,
presenta y describe a los personajes y, en ocasiones, introduce comentarios o digresiones dirigidas al
receptor o narratario, con lo que hace patente su presencia en la narración.
Es fundamental distinguir narrador de emisor o autor. Mientras el autor es un ser real, de carne y hueso,
el narrador no es más que una figura literaria, una mirada que ve los hechos desde una perspectiva
concreta y una voz que relata lo que ve. Para comprobar esta diferencia, pueden compararse los dos
textos siguientes. El segundo es una reelaboración, pero, para los efectos, supóngase que ha sido escrito
por el mismo autor:
Dos hombres caminaban por una vereda desierta, el uno hacia el otro, a unos cien metros de distancia. La vereda era
ancha, de modo que había sitio para que, al cruzarse, ambos pasaran sin llegar a tocarse. Pero a medida que se
acercaban, daba la impresión de que el especie de radar que todos llevamos dentro se les había descompuesto, porque los
dos hombres vacilaron, zigzagueron, trataron de evitarse, pero con tanta torpeza que no hacían sino precipitarse hacia
una inminente colisión. El encontronazo no llegó a producirse: faltando unos centímetros lograron frenar, cara con cara.
Y durante una, fracción de segundo, antes de proseguir cada uno su marcha, cruzaron una fulminante mirada de odio.
En ambos, la historia contada es la misma y hemos supuesto que también es el mismo el emisor. Sin
embargo, son dos narraciones diferentes: lo que cambia en ellas es el narrador, que en la primera se
identifica con uno de los personajes, cuenta la historia «desde dentro» y como si estuviera sucediendo en
el mismo momento de contarla, mientras que en la segunda parece más bien un espectador de los hechos
puesto que no se identifica como protagonista de la historia, la cual, además, sitúa en el pasado.
Entendido así, no como el creador y emisor real del texto narrativo, sino como «mirada» que contempla
los hechos desde una determinada perspectiva y «voz» que los cuenta de acuerdo con ella, el
NARRADOR es un elemento estructural más del relato. Su carácter y funcionamiento está definido por
varios factores como la participación del narrador en la historia, la perspectiva temporal que adopta,
su conocimiento o dominio de los hechos y su intervención en el relato. Todo ello constituye el punto
de vista de la narración. Detengámonos en dos de ellos.
Otros tipos de perspectivas del narrador constituyen limitaciones más o menos drásticas del
conocimiento de la historia que tiene el narrador omnisciente. Así, el narrador identificado es un
narrador interno o externo que mantiene cierta omnisciencia con respecto a un solo personaje: se
identifica con él y reduce sus explicaciones de la historia a lo que éste conoce: puede precisar sus
pensamientos y deseos, pero evita «penetrar» en los de otros personajes distintos, a los que sólo
conocemos a través de sus relaciones con el protagonista. También es frecuente que utilice varios puntos
de vista limitados a lo largo del relato: se identifica con un personaje en unos episodios y con otros
diferentes en episodios sucesivos, lo que produce un efecto similar a la omnisciencia narrativa. Además,
se utiliza a veces para narrar desde dos o más puntos de vista diferentes un mismo suceso de la historia:
es el llamado perspectivismo, una técnica que ya utilizaba magistralmente Cervantes en el Quijote.
El punto de vista narrativo más alejado de la omnisciencia es el narrador objetivista: éste intenta
ocultarse, desaparecer casi de la narración, dando la impresión de que no conoce de la historia nada más
que lo que se puede ver de ella en el momento en que se produce. Registra, como una cámara
cinematográfica, solamente aquello que puede verse desde fuera -acciones, gestos, palabras de los
personajes-, pero no se hace referencia a la interioridad de éstos, que sólo se manifiesta a través de sus
reacciones y de los diálogos.
El heladero había puestoya tres helados, que estaban en las manos de Sebastián.
-Hasta once –le dijo Santos.
Un muchacho moreno levantaba los ojos hacia él y sacudía los dedos, diciendo:
-¡Hala ¡Once!
Luego asomó la cara al pocito de la heladera, como queriendo ver cuánto quedaba. Ya Sebas tenía las manos
ocupadas con cinco helados; dijo:
-Yo me voy yendo ya con esto, no se deshaga. Cógeme las perras.
Se señaló con la barbilla a la cintura del bañador, donde traía prendidos tre billetes de a duro, y Santos se los cogía.
Se estaban peleando dos cavales. Todos los otros miraban la pelea desde sus puestos.
[ R. Sánchez Ferlosio: El Jarama]
La narración, para lograr viveza, ha de realizarse con un cierto ahorro de elementos lógicos y con una
imprescindible variedad. Así, no conviene especificar elementos que fácilmente supone el lector
(después, a continuación...)
1. MORFOLOGÍA
VERBO. Abundancia. Variedad de tiempos:
• Los tiempos normales del relato son el pretérito perfecto y el pretérito perfecto simple. Para evitar la
fatiga que produce su reiteración se usa el presente histórico.
• El pretérito imperfecto aparece sólo en los pasajes descriptivos del relato, ya que éste no progresa con
aquélla forma verbal; cuando aparece el pretérito indefinido se reanuda la narración.
• El gerundio es muy utilizado en las narraciones: su aspecto imperfectivo con su carácter durativo tiene
la posibilidad de indicar simultaneidad de acciones, lo cual confiere gran dinamismo al relato. V. gr. “Y
en diciendo esto, encomendándose a...pidiéndole... arremetió...” la acumulación de acciones expresadas
por los gerundios, prácticamente simultáneas, produce un gran dinamismo y prepara al lector para la
acción principal (arremetió).
• Cambio de presente a pasado: salto temporal.
• Verba dicendi: cuantos menos de estos verbos sean necesarios y más variados, más ágil es el diálogo.
3. SEMÁNTICA
• Predominio de verbos predicativos y, dentro de estos, los que indican acción y movimiento.
• Entre los sintagmas nominales, los que indican acción y movimiento, así como cosas o animales
susceptibles de moverse.
• Verba dicendi. Se necesita una gran variedad: supuso, contestó, inquirión, ... para evitar repeticiones; o
simplemente se prescinde de ellos.
Es un tipo de discurso mediante el cual un emisor presenta un determinado tema a un receptor de forma
clara y ordenada, para darlo a conocer y hacer que lo comprenda. Requiere un conocimiento suficiente
de la cuestión tratada y exige un desarrollo progresivo y articulado de las ideas. Es un discurso esencial
en la transmisión del saber humano, y de hecho es el vehículo principal de la información científica,
técnica, humanística, etc. Su uso en la actividad académica es constante: un libro de texto, los apuntes,
los exámenes son claros ejemplos de textos expositivos.
I. ASPECTOS PRAGMÁTICOS
Cualificado CLARIDAD
Emisor Con intención
didáctica PRECISIÓN
Público en general CARÁCTER DIVULGATIVO
Destinatario
Especialistas CARÁCTER ESPECIALIZADO
en el tema
NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO:
• Vocabulario con significado rigurosamente denotativo (Sólo en la exposición literaria aparece
significación connotativa).
• Uso de «tecnicismos», incluso en la modalidad divulgativa (aunque en ésta, sólo los tecnicismos
imprescindibles y, además, definidos).
• Escasez de verbos de acción: los verbos más usados son los que indican «estado» o «proceso
intelectual».
• Ausencia de adjetivos epítetos y, en cambio, importancia especial de la adjetivación especificativa
de carácter descriptivo y valorativo.
• En cuanto a los sustantivos, proliferación de aquéllos de carácter abstracto: lo que se suele
«exponer» son ideas y conceptos.
NIVEL DE SINTAXIS DEL TEXTO:
• Presencia de marcadores discursivos, tanto pragmáticos como de relación textual: la exigencia de
claridad en la exposición hace necesario que el autor se preocupe especialmente de precisar, aclarar,
comentar y organizar adecuadamente la información que da en cada momento, para lo cual son
imprescindibles los marcadores.
• Ausencia de elementos de carácter deíctico, que ligan el texto con el contexto comunicativo.
Abundan, en cambio, las referencias anafóricas, que remiten a elementos o conceptos mencionados
en el texto.
NIVEL DE SINTAXIS ORACIONAL:
• Por el predominio de la función referencial, uso preferente de oraciones de modalidad enunciativa.
Ocasionalmente, modalidad dubitativa. Sólo en el ensayo literario, o en casos muy particulares,
modalidades exclamativas, interrogativas y exhortativas.
• Abundan las estructuras apositivas, con las que se introducen aclaraciones, reformulaciones o
matizaciones.
• Por la tendencia a la objetividad, uso de la tercera persona. Tendencia a eliminar la presencia en el
texto del sujeto hablante mediante la utilización de oraciones impersonales y pasivas reflejas.
• Predominio del orden lógico de la oración.
• En situaciones comunicativas muy formales, principalmente de carácter académico, plural de
modestia (Ya hemos señalado que...)
• En otras ocasiones, uso de la primera persona del plural para implicar al receptor en el propio
proceso expositivo -plural sociativo-: (Esto es como sabemos una de las prioridades...)
• Tipo de predicado: oraciones atributivas, sobre todo cuando se trata de definir conceptos o de
explicar hechos, procesos, etc. También son muy usadas las estructuras nominales: en lugar de
enunciar ideas mediante construcciones oracionales, se prefiere a veces un sintagma nominal
compuesto por un sustantivo abstracto como núcleo acompañado de los complementos necesarios:
¿Para qué sirve? (analítico); finalidad, utilidad de... (sintético).
• Aparición habitual de la coordinación y la yuxtaposición (para enumerar y agrupar ideas), y
abundancia de la subordinación adjetiva (especificativa y explicativa) y la adverbial que expresa
relación lógica de ideas (causal, final, consecutiva) e hipótesis (condicional).
NIVELES MORFOLÓGICO Y FONÉTICO: los propios de un uso correcto del lenguaje formal.
Dentro de la morfología verbal, es general el empleo del presente de indicativo, a menudo con valor
intemporal, y del pretérito imperfecto de indicativo, cuando se expone algo sometido a un proceso
temporal.
Verbos en 3ª persona -la primera resta objetividad-; frecuentemente, forma impersonal: objetividad.
1. INTRODUCCIÓN
La argumentación consiste en aportar razones para sustentar una opinión y así convencer al receptor
de que debe adherirse a su propia opinión.. Si ésta posee alguna consistencia intelectual, se denomina
TESIS. Los escritos argumentativos van dirigidos a confirmar una opinión o a refutarla (Dialéctica,
polémica). A menudo, exposición y argumentación se ofrecen solidariamente en un escrito: la
argumentación se apoya en una exposición objetiva y sólida.
Los argumentos son esenciales porque sirven, en primer lugar, para indagar qué conclusiones se
apoyan en buenas razones y cuáles no. En segundo lugar, porque presentan una posición sólida que,
además, puede convencer a otras personas. En definitiva, argumentar sirve para indagar, para
explicar y para defender las propias conclusiones.
Todos tenemos experiencia de argumentación, pero conocemos poco de su naturaleza, mecanismos,
condiciones de eficacia o ineficacia, poco de las intenciones y cálculos de quienes la utilizan para sus
propósitos (adhesión) sin desvelar los objetivos. Por eso, el conocimiento de estos elementos tienen
una función defensiva contra las trampas de la persuasión oculta.
Hay, sin embargo, determinados textos, también argumentativos, en los que la controversia parece
menos posible: las demostraciones científicas, por ejemplo, presuponen que la conclusión a la que se
llega tiene carácter indiscutible. Esto nos permite distinguir entre dos ámbitos: la
ARGUMENTACIÓN SOBRE HECHOS y la ARGUMENTACIÓN SOBRE OPINIONES. En la
primera, los hechos funcionan como «conclusión», puesto que se trata de demostrar que determinado
hecho se produce o se ha producido (demostraciones científicas, sumarios judiciales, etc.); en el
segundo, adquieren una importancia fundamental las convicciones personales y las creencias
colectivas (entendidas ambas como «opiniones muy arraigadas», no como verdades), los prejuicios (u
«opiniones desfavorables sin fundamento»), las «escalas de valores», etc., elementos todos ellos que
el emisor tiene en cuenta para hacer prevalecer su opinión sobre la contraria. Se apoya también en
hechos, pero éstos aquí funcionan, en cambio, no como conclusión, sino como argumento o prueba
para defender la propia opinión.
2. ASPECTOS PRAGMÁTICOS
INTENCIÓN COMUNICATIVA
Tomemos un ejemplo: Si quieres llegar a viejo, más vale que dejes de fumar. A pesar de ser un
ejemplo tan básico, encontramos ya que en él aparecen dos funciones comunicativas diferentes: una
función referencial (en la medida en que se transmite una determinada información: implícitamente,
que el tabaco es perjudicial) y una función conativa, que es la predominante (en la medida en la que
se pretende persuadir al receptor de que deje de fumar). Se intenta, por un lado, CONVENCER al
receptor del propio punto de vista, y para ello se dan argumentos, y, por otro lado, se intenta
PERSUADIRLO de que haga algo, confiando en la fuerza de los argumentos aportados. Ello explica
que apenas podamos encontrar textos argumentativos puros: lo normal es que se combinen
exposición y argumentación, puesto que, usualmente, se exponen ideas para después defenderlas.
Además, también es habitual que, para que la fuerza de persuasión sea mayor, se utilicen elementos
con función expresiva, mediante los cuales el hablante manifiesta su subjetividad.
EL EMISOR
En una argumentación, el EMISOR es el constructor del discurso con el que pretende persuadir al
receptor, influir en él para que modifique su pensamiento o para que actúe de un modo determinado.
Su actitud es subjetiva, puesto que trata de demostrar una opinión personal. Sin embargo, como
intenta convencer a los receptores de que su opinión es la acertada, lo usual es que pretenda que su
actitud tenga una aparente objetividad: cuanto más objetivo parezca el discurso, cuanto más oculte
que se trata de una mera opinión, más aceptable parecerá al receptor lo que se argumente.
EL RECEPTOR
El RECEPTOR o DESTINATARIO será asimismo tanto individual o personalizado como colectivo
o genérico, dependiendo de la situación y del propósito del texto.
El papel del destinatario en las argumentaciones es fundamental. Si quiere ser efectiva, la
argumentación habrá de tener en cuenta a quién va dirigida.
LA SITUACIÓN
Las situaciones comunicativas en las que se producen textos argumentativos son muy variadas. Se
utilizan argumentaciones tanto en la vida familiar o en las relaciones interpersonales, como en otros
ámbitos más formalizados: la vida académica, los medios de comunicación, los procedimientos
judiciales, la publicidad, etc. Argumentamos para defender o inculpar, vituperar o alabar, deliberar en
la toma de decisiones, etc.
Cada uno de estos contextos de comunicación impone características diferentes a los textos.
Tipos diferenciados de textos argumentativos:
Textos BILATERALES, dirigidos a un destinatario presente (actos de relación interpersonal
y también en debates, mesas redondas, tertulias, etc). En estos casos los participantes, además
de argumentar a favor de su propia opinión, han de rebatir la contraria y contraargumentar. El
discurso, por tanto, se caracteriza por ser ABIERTO: sólo parcialmente puede ser planificado
de antemano y, por el contrario, está sujeto a cambios constantes en respuesta a las
intervenciones del interlocutor.
Textos UNILATERALES, dirigidos a un destinatario que no puede responder o intervenir
a su vez como emisor (editoriales de periódicos, artículos de opinión, anuncios publicitarios,
ensayos de cualquier disciplina, etc). La imposibilidad de que el destinatario pueda responder
a sus afirmaciones obliga al autor de estos textos a planificar perfectamente la línea de su
argumentación buscando los argumentos más convincentes y adecuados a su intención, y
también a prever los posibles contraargumentos para rebatirlos.
3. ASPECTOS ESTRUCTURALES
La organización de las ideas, esto es, la estructura de los contenidos de un texto argumentativo ha de
explicarse siempre en relación con su intención comunicativa: convencer al receptor de una
determinada idea. Aún cuando existe una gran variedad de estructuraciones posibles, hay dos
elementos fundamentales que, de una u otra manera, han de aparecer necesariamente: la tesis y el
cuerpo argumentativo.
• La TESIS es la idea fundamental sobre la cual se reflexiona y se argumenta. No hay que
confundir tesis con asunto: el asunto de un texto puede ser, por ejemplo, la contaminación
medioambiental; la tesis, en cambio, será determinada «opinión» del autor sobre este tema, por
ejemplo: la contaminación medioambiental sólo puede combatirse con éxito si se cambia primero
el modelo socioeconómico.
La tesis puede aparecer al principio o al final del texto, o incluso puede no hacerse explícita para
que sea el destinatario el que la deduzca (tesis implícita). Puede ser simple o compleja (si contiene
varias ideas que se van encadenando a lo largo del texto).
• El CUERPO ARGUMENTATIVO constituye la argumentación propiamente dicha: la
aportación de todo tipo de «razones» que permiten al autor convencer al destinatario. Estas
«razones» o ideas que el autor utiliza para confirmar su tesis se denominan argumentos. Son
muy variados y pueden tener distintas funciones:
- Argumentos de apoyo a la tesis propia.
- Concesiones o ideas de la tesis contraria que se admiten provisionalmente.
- Refutaciones o argumentos con los que se rebate total o parcialmente la tesis contraria.
Estos dos elementos básicos de una argumentación pueden aparecer en el texto realizados en
estructuras muy diversas y combinarse, como veremos, con otros componentes. Las dos estructuras
básicas como se vio en la exposición son la deductiva o analizante y la inductiva o sintetizante.
Hay otras, variantes de la anteriores: tesis enunciada al comienzo del texto, tesis como conclusión,
tesis al comienzo y al final («estructura encuadrada»), reiteración de la tesis a lo largo del texto
(«estructura repetitiva»), tesis diferentes que se van argumentando al mismo tiempo («estructura en
paralelo»)...
4. ASPECTOS LINGÜÍSTICOS
Para poder influir de modo eficaz sobre el destinatario y conseguir la persuasión, es fundamental el
uso adecuado los recursos que la lengua pone a su disposición. Varios son los objetivos a los que se
debe atender: la coherencia, la claridad y la capacidad de influencia afectiva son quizás los más
importantes.
La COHERENCIA es esencial en los textos argumentativos porque de ella depende en buena
medida la fuerza persuasiva de los argumentos que se utilicen: hacer ver que responden a la realidad
y que no caen en contradicciones. El orden en la presentación de ideas y la disposición adecuada de
los argumentos refuerzan su credibilidad.
CLARIDAD. Para convencer al destinatario es asimismo fundamental que no encuentre dificultades
en la comprensión de la tesis y del proceso argumentativo. No puede persuadir el texto que no se
entiende. En este sentido, la distribución del razonamiento en párrafos ayuda a asimilar mejor el
contenido, a la vez que favorece la organización de las ideas. también es importante el empleo de los
adecuados mecanismos de cohesión, en especial de los conectores supraoracionales, que hacen
explícitas las relaciones lógicas entre las distintas ideas que constituyen el texto.
ARGUMENTOS AFECTIVOS. Persuasión buscada mediante mecanismos de carácter emotivo o
afectivo: selección de determinadas palabras, imágenes, apelaciones al oyente, exclamaciones,
interrogaciones... El autor se dirige a los sentimientos del destinatario con el fin de conmoverlo. Los
textos publicitarios, entendidos como un tipo de argumentación, son pródigos en el uso de estos
recursos.
En cuanto a los rasgos MORFOSINTÁCTICOS y LÉXICOS existe una enorme variedad, difícil de
generalizar. En las argumentaciones escritas más usuales (ensayos de distinta temática, artículos de
opinión, editoriales, etc.), se suelen señalar los siguientes:
• Aparecen TECNICISMOS, en mayor o menor medida según el carácter menos o más divulgativo
del texto.
• Normalmente, se tiende a emplear la modalidad oracional enunciativa, con lo cual se quiere dar
impresión de objetividad. En textos donde se acentúa la actitud personal del autor, por el
contrario, son frecuentes las modalidades exclamativas, interrogativas o dubitativas.
• La sintaxis suele ser compleja, con aparición de largos períodos oracionales. Predomina la
subordinación, acorde con la expresión del razonamiento: comparativas, condicionales,
concesivas, consecutivas. Abundan los incisos explicativos.
• Es frecuente la utilización de ciertos recursos como la metáfora, la analogía o la imagen para
comparar o demostrar ideas.
• LA ARGUMENTACIÓN AFECTIVA
Se denominan ARGUMENTOS AFECTIVOS aquéllos que pretenden provocar en el destinatario
determinadas reacciones emocionales que condicionan su apreciación de la tesis: simpatía, pena,
admiración, horror, temor, etc.
En cuanto a su contenido y su forma, no son en realidad diferentes de los que se utilizan en la
argumentación racional. La diferencia estriba, en el especial uso que en ellos se hace del lenguaje:
éste se carga de expresividad gracias al empleo de determinados recursos lingüísticos: figuras
estilísticas y tropos -como la hipérbole, el paralelismo, la antítesis, la anáfora, el símil, etc--, que en el
texto literario tienen una función expresiva y poética, son usados en los textos argumentativos con
una finalidad retórica. El léxico se selecciona atendiendo al efecto que las CONNOTACIONES de
las palabras empleadas puedan producir en el destinatario; la ADJETIVACIÓN adquiere también una
importancia fundamental, pues mediante el uso frecuente de adjetivos -y también adverbios
valorativos- el autor dirige en un determinado sentido la actitud del receptor ante los hechos o ideas
enunciados; etc.
Lógicamente este tipo de argumentación queda excluida de los discursos en los que se exige una
completa objetividad en la argumentación (la demostración científica, por ejemplo); puede aparecer,
más o menos sutilmente introducida, en ensayos de tema humanístico y en los géneros periodísticos
de opinión; en cambio, es fundamental en los textos propagandísticos, tanto doctrinales como
publicitarios.
FALACIAS ARGUMENTATIVAS
Son argumentos no válidos y que, por tanto, pueden ser rechszados con razón por el interlocutor.
Argumentos complejos que conllevan presuposiciones (¿Has dejado ya de molestar a tu
hermano?).
Argumento ad ignorantiam. Se basa en la pretensión de que un argumento es falso porque
nadie ha conseguido demostrar su verdad.
Argumento ad hominem. Pretende refutar la opinión ajena atacando a la persona que la
mantiene.
Argumento de autoridad (ad verecundiam). Se citan fuentes fiables y cualificadas
(Aristóteles en la E. Media).
Argumento ad baculum. Se utiliza la amenaza al oyente, el chantaje emocional.
Argumento ad populum. Se intenta provocar el entusiamo sin aportar pruebas. (Vamos a
bajar los impuestos).
Argumento ex populo. El autor se basa en algo en lo que todo el mundo está de acuerdo para
convencer al receptor.
NOTICIA
INFORMATIVOS REPORTAJE
ENTREVISTA
EDITORIAL
ARTICULO DE FONDO
OPINIÓN
COLUMNA
CARTA AL DIRECTOR
CRÓNICA
HÍBRIDOS
CRÍTICA
FUNCIÓN REFERENCIAL:
Oraciones enunciativas.
Uso de la 1ª persona,
Léxico denotativo.
Ausencia de adjetivación y de elementos retóricos.
OBJETIVIDAD
FORMA DE DISCURSO NARRATIVA:
Pretéritos perfectivos y presente histórico.
Estilo directo de cita
Oraciones simples.
CLARIDAD Sin alteraciones estilísticas
Largos SSNN.
CONCISIÓN Incisos explicativos.
Junto a estos rasgos generales, pueden señalarse otras características secundarias de la lengua periodística: la
PERMEABILIDAD y la TENDENCIA AL DESCUIDO GRAMATICAL.
Noticia
• Su estilo ha de ser conciso, claro, cautivador; reposado y objetivo, pero a la vez vigoroso.
Ágil: frases cortas, estilo nominal.
• Claridad: oraciones cortas que utilizan verbos dinámicos en forma activa.
• Cautivadora: comenzar por los datos de mayor relevancia:
LEAD: 6 W´s, condensan en un párrafo las claves de la noticia, todo lo que se desarrolla
más adelante
CUERPO
Reportaje
• Exposición de los hechos actuales que ya no son estrictamente noticia, aunque pueden serlo.
• Mayor extensión
• Estilo literario narrativo muy narrativo y creador
• Género típico de corresponsales, enviados especiales y de periodistas especializados
• Cuatro reglas de oro del reportaje:
Mostrar a las personas haciendo cosas, dejando que estas personas hablen.
Crónica
• Género híbrido entre la información y la opinión.
• Añade a un reportaje o a una noticia el enjuiciamiento subjetivo del redactor que la elabora.
• Constituye una narración directa de los hechos con elementos valorativos que siempre deben
mantenerse en un discreto segundo plano.
• Ciertos visos de continuidad (frente a noticia y reportaje), bien por la persona que la escribe o
bien por el tema de que se trata.
• Estilo literario y llano, pero debe plasmar la personalidad literaria del periodista. Una
personalidad que es casi tan importante como los hechos que relata
• Debe seguir la estructura del reportaje de acción.
• Dos tipos de crónicas:
Relacionadas con el lugar que cubren:crónicas de viajes, las de corresponsales y las de
guerra.
Relacionadas con el tema que tratan: crónicas de sucesos, judicial, deportiva taurina,
musical, social, local. (Muy variada)
Artículo de opinión
• Tienen también su propio esquema, ajeno al estilo personal de cada pluma. Es preciso que se
ubique al lector con unos datos mínimos sobre el asunto que van a tratar, para establecer un
razonamiento con sus ideas y juicios valorativos suscitados por un determinado acontecimiento
de plena actualidad.
• El estilo tiene que ser, por definición, libre y creativo. Pueden ser informativos o
costumbristas. La finalidad de estos últimos no es la de ofrecer un análisis pormenorizado de un
hecho de la más rabiosa actualidad, sino la de exponer el punto de vista del autor sobre un asunto
de su elección personal.
• En la mancheta de cada periódico se especifica que éste no siempre tiene por qué identificarse
plenamente con la opinión que expresan sus columnistas en sus espacios. No obstante, la mayoría
de ellos suelen adaptarse a las pautas establecidas por el diario en el que publican habitualmente
sus escritos.
• El articulista suele ser un colaborador ocasional que firma su artículo y se responsabiliza del
contenido del mismo.
Tribunas libres
También existe, ocasionalmente, un espacio destinado a la opinión de un especialista en cada
materia informativa de actualidad. Éstos no disponen de un espacio fijo, sino que se solicita su
opinión siempre y cuando se produce un suceso relacionado directamente con su especialidad
profesional. Son las tribunas libres.
Suelto o glosa
Es un editorial en miniatura, un apunte breve que va sin firmar; a veces aparece la firma del
autor o seudónimo.
Entrevista
La entrevista es la trascripción de un diálogo entre el periodista y un personaje de relevancia
social por diferentes motivos. Se trata de un género periodístico que debe cuidarse con mimo
para capturar la atención del lector. Por este motivo los periodistas suelen introducir aspectos
más literarios, como la descripción del personaje y de su ambiente.
Con un criterio periodístico se puede asegurar que la entrevista está justificada cuando el
verdadero interés de la noticia radica en cómo es la persona que ha protagonizado un
acontecimiento noticiable y en la información que puede aportar sobre él. Se pueden distinguir
tres modelos de entrevista principales: de declaraciones, de personalidad y la realizada con
fórmulas preestablecidas o cuestionarios.
1. Declaraciones: Lo verdaderamente noticioso en este caso son las declaraciones que realiza
un personaje acerca de un tema de interés. En este tipo de entrevistas no interesa reflejar la
personalidad del entrevistado.
2. Personalidad: Lo que interesa sobre todo es la personalidad del entrevistado. Se puede decir
que éstas son las verdaderas entrevistas. Las declaraciones constituyen meros pretextos para
profundizar en la forma de ser de dicha persona. En la entrevista de personalidad se combina el
diálogo con la narración explicativa del ambiente que rodea la entrevista.
3. Cuestionarios: Normalmente se trata de un test de tipo psicológico con unas preguntas
preestablecidas que se formulan, cada vez, a un personaje diferente. Con él tratamos de revelar
los distintos aspectos de la personalidad de quien contesta. Tiene que tratarse de un cuestionario
dinámico y atractivo, con preguntas originales y respuestas escuetas.
Critica
La crítica responde al análisis de un evento por parte de una personalidad con criterio. Debe
ser fielmente informativa como primera condición. Ha de resaltar los valores positivos y
negativos, además de ejercerse con ecuanimidad y en absoluto tono de respeto. Asimismo,
debe desarrollarse con estilo preciso, ágil y creativo.
Hay que reconocer, sin embargo, que lo anteriormente expuesto no es más que un breve
resumen de la brillante teoría.
La persona encargada de escribir una crítica en un diario puede ser un periodista profesional,
pero su tarea le imprime una mayor libertad estilística, a diferencia del resto de los géneros
que han sido repasados, que tienen que atenerse a unas normas más estrictas.
En todos los casos es exigible que el crítico tenga un exhaustivo conocimiento de la parcela
de la actividad cultural sobre la que versan sus escritos, ya que una de las funciones de éstos es
orientar adecuadamente al lector.
Las críticas se suelen ubicar en la sección cultural de los diarios: hay críticas de cine, teatro,
conciertos, discos, libros, corridas de toros, etcétera. Sin embargo, se trata de un género que
cada vez se admite en otras secciones del periódico. Por ejemplo, están cada vez más presentes
en la sección de Deportes, una de las que han experimentado más cambios.