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SENTENCIA C- 552 DE 2014

DESHEREDAMIENTO POR MATRIMONIO SIN CONSENTIMIENTO

Al realizar el estudio respectivo de la sentencia en mención, se puede decir que el


tema principal radica en analizar el articulo 124 y 1266 del Código Civil
Colombiano y determinar si la expresión “Si alguno de estos muriere sin hacer
testamento, no tendrá el descendiente más que la mitad de la porción de bienes
que le hubiere correspondido en la sucesión del difunto” repercute y restringe
injustificadamente el derecho al libre desarrollo de la personalidad del
descendiente que al momento de contraer matrimonio requiere autorización por
ser menor de edad.

Entendiendo el desheredamiento como una disposición testamentaria en la que se


ordena que un legitimario sea privado de todo o parte de su herencia siempre y
cuando este incurra en alguna de las causales descritas en la ley; donde se puede
evidenciar que las mismas afectan directamente el ámbito o núcleo familiar.

La norma le otorga la posibilidad al ascendiente ofendido de hacer uso de lo


anteriormente descrito, ya que, faculta a este de disponer de sus bienes
atendiendo al principio de la autonomía de la voluntad y con la posibilidad de
ceder el derecho a familiares o ascendientes en general partiendo de la autoridad
que ejercen los padres o familiares sobre los menores dentro del ámbito familiar,
con el objetivo de orientar racionalmente sus decisiones.

Considero que la norma transgrede los derechos del menor que decide casarse
sin autorización, al facultar al legislador de privar de lo heredado en caso de que el
testador fallezca y en el supuesto de que no hubiese testamento, dado que, el
vínculo matrimonial contraído por el menor de edad es un asunto que afecta solo
el ámbito familiar, y que, la falta de consentimiento como causal de
desheredamiento no constituye como tal un agravio que repercuta en la sociedad,
en ese sentido estoy de acuerdo con la decisión tomada por la corte de limitar las
atribuciones que antes se le otorgaban al legislador.

Mas aún, teniendo en cuenta que, si el menor decide casarse bajo la autonomía
de su voluntad, sabiendo que puede ser objeto de una posible sanción civil por
parte de su ascendiente, no tendría sentido que, a falta de este, la ley remplace
dicha calidad o figura para imponer una sanción pecuniaria sobre algo que no
transgrede la naturaleza de la causal, es decir, que el menor ofenda directamente
al ascendiente o en su defecto a la familia de este.

Aunado a lo anterior se quebranta en cierta medida lo ya estudiado o definido por


la corte en la sentencia C – 394 de 1993, pues al declarar la constitucionalidad del
desheredamiento, se definió su naturaleza testamentaria situación que la separa
claramente de la indignidad para heredar, ya que, en esta figura si se afecta a la
sociedad en el entendido de que en su mayoría son delitos.

De tal manera, que esa parte del articulo vulnera el libre desarrollo de la
personalidad del menor, dado que, constitucionalmente es una garantía para
decidir sobre su estado civil sin injerencia del Estado o de la ley y, al fallecer quien
podía sancionar; tal como lo manifiesta la Corte Constitucional en las conclusiones
de la sentencia objeto de estudio:

“resulta arbitrario que la ley sustituya la voluntad del testador y castigue la


celebración del acto jurídico del matrimonio”.

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