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La bioluminiscencia es el proceso a través del cual los organismos vivos producen luz,

dando como resultado una reacción bioquímica en la que comúnmente interviene una enzima
llamada luciferasa. Se produce como resultado de una reacción bioquímica en que interviene
el oxígeno, el ATP (proteína llamada luciferina) y la enzima luciferasa, esta es la molécula que
hace que reaccione el oxígeno y la luciferina, que al reaccionar se emite energía produciendo
la luz, la cual sucede de la siguiente manera: el oxígeno oxida el sustrato luciferina; la
luciferasa acelera la reacción, y el ATP proporciona la energía para la reacción, produciéndose
agua y luz, la cual es muy notoria durante la noche.1 Se trata de una conversión directa de la
energía química en energía lumínica. Es un fenómeno muy extendido en todos los niveles
biológicos: bacterias, hongos, protistas unicelulares, celentéreos, gusanos, moluscos, cefalópo
dos, crustáceos, insectos, equinodermos, peces, medusas.2

En siglo XVII Robert Boyle descubrió que los hongos bioluminiscentes dejaban de producir luz
cuando eran introducidos en un recipiente sin oxígeno, el motivo de este fenómeno no se
conoció con detalle hasta las últimas décadas. Los hongos observados por Boyle empleaban
el mecanismo de iluminación extracelular a través de la molécula luciferina, activada con la
enzima luciferasa. Para que la reacción tenga lugar la luciferina necesita oxígeno, lo que
explica el proceso bioluminiscente.

Origen[editar]
De momento, el origen del fenómeno de la bioluminiscencia está sujeto a conjeturas.
William McElroy y Howard Seliger,4 de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos,
postulan la siguiente hipótesis sobre el origen de la luminiscencia bacteriana: durante los tres
primeros cuartos de la historia biológica terráquea las formas de vida dominantes eran
bacterias anaerobias. La llegada de las cianobacterias alteró el medio al generar estas, como
producto excretado por la acción de la fotosíntesis, cantidades masivas de oxígeno nocivo
para las bacterias. Con el fin de librarse de la toxicidad del gas, las bacterias podrían haber
sufrido con el tiempo adaptaciones metabólicas de entre los cuales los fenómenos de
bioluminiscencia de ciertas bacterias serían restos que se han mantenido hasta hoy.

Funciones[editar]
Escarabajo Elateroidea

En algunas especies sirve como referencias sexuales y ayuda en el emparejamiento (en el


caso de las luciérnagas); en otras funciona a modo de cebo (como en el caso de
algunos pejesapos) y en otras como defensas para confundir a los depredadores
(algunos cefalópodos y gusanos del género Phrixothrix). Resumiendo algunas posibles
funciones podemos citar:

 Camuflaje
En muchos animales de las profundidades marinas, entre ellas varias especies de calamar, la
bioluminiscencia bacteriana se utiliza para el camuflaje en el que el animal se confunde con la
luz ambiental. En estos animales los fotorreceptores controlan la iluminación según la
luminosidad del fondo del mar. Estos órganos luminosos están separados desde el tejido que
contiene las bacterias bioluminiscentes. Un ejemplo es la especie Euprymna scolopes en la
cual las bacterias mencionadas producen el fenómeno descrito.

 Cortejo y reproducción
La bioluminiscencia además de ser una señalización de advertencia o camuflaje también es
usada como técnica de cortejo, un ejemplo son las Luciérnagas las cuales llevan a cabo un
proceso en el que el macho emite una determinada secuencias de destellos de luz
característicos de cada especie, si le agrada a alguna hembra, esta responde replicándolo
para que el macho la encuentre, dando paso al apareamiento.

 Atraer presas y defensa ante depredadores


La bioluminiscencia es utilizada como un señuelo para atraer presas por varios peces de
aguas profundas, como el rape. Estos poseen un apéndice colgante que se extiende desde la
cabeza del pez, atrayendo a los animales pequeños a corta distancia del depredador.
Ciertas especies de tiburones utilizan la bioluminiscencia para camuflar su parte inferior,
apareciendo una pequeña mancha cerca de sus aletas pectorales la cual permanece oscura.
Cuando los peces se acercan al señuelo, son capturados por el tiburón.
En el caso de las luciérnagas es usada para advertir a sus depredadores, los cuales suelen
ser los murciélagos, ya que el brillo indica toxicidad y riesgo de envenenamiento, evitando así
ser devoradas.
Los dinoflagelados pueden usar la bioluminiscencia para la defensa contra los depredadores.
Ellos brillan cuando detectan un depredador, posiblemente haciendo a este más vulnerable al
atraer la atención de los depredadores de los niveles tróficos superiores.

 Distracción. Ciertos calamares y pequeños crustáceos utilizan mezclas químicas


bioluminiscentes o suspensiones bacterianas de la misma forma en que algunos
calamares hacen uso de su propia tinta. Una nube de material luminiscente es expulsado,
con el propósito de distraer o repeler un posible depredador, mientras el animal escapa a
un lugar seguro.
 Comunicación. Esta función juega un papel relevante en la regulación de luminiscencia
en muchas especies de bacterias. Usando pequeñas moléculas secretadas
extracelularmente, se encienden los genes para la producción de luz solamente en altas
densidades de células.
 Iluminación. Mientras que la mayoría de bioluminiscencia marina es de color verde o
azul, el Dragonfish Negro produce un resplandor rojo. Esta adaptación permite a los peces
visualizar especies juveniles red-pigmentadas, que son normalmente invisibles en el fondo
de los océanos, donde la luz roja ha sido filtrada por la columna de agua.

Tipos de bioluminiscencia[editar]
Puede hablarse de tres tipos principales de bioluminiscencia: la intracelular, la extracelular y la
de bacterias simbióticas.

Bioluminiscencia intracelular[editar]
La bioluminiscencia intracelular es generada por células especializadas del propio cuerpo de
algunas especies pluricelulares o unicelulares (como dinoflagelados) y cuya luz se emite al
exterior a través de la piel o se intensifica mediante lentes y materiales reflectantes como
los cristales de urato de las luciérnagas o las placas de guanina de ciertos peces. Este tipo de
luminiscencia es propia de muchas especies de calamar y de dinoflagelados, en especial del
género Protoperidinium.

Bioluminiscencia extracelular[editar]
La bioluminiscencia extracelular se da a partir de la reacción entre la luciferina y
la luciferasa fuera del organismo. Una vez sintetizados, ambos componentes se almacenan
en glándulas diferentes en la piel o bajo esta. La expulsión y consecuente mezcla de ambos
reactivos en el exterior producen nubes luminosas. Este tipo de luminiscencia es común a
bastantes crustáceos y algunos cefalópodos abisales.

Simbiosis con bacterias luminiscentes[editar]


Este fenómeno se conoce solo en animales marinos tales como
los celentéreos, gusanos, moluscos, equinodermos y peces. Parece ser el fenómeno de
luminiscencia de origen biológico más extendido en el reino animal. En diversos lugares del
cuerpo los animales disponen de pequeñas vejigas, comúnmente llamadas fotóforos, donde
guardan bacterias luminiscentes. Algunas especies producen luz continua cuya intensidad
puede ser neutralizada o modulada mediante diversas estructuras especializadas.
Normalmente los órganos luminosos están conectados al sistema nervioso, lo que permite al
animal controlar la emisión lumínica a voluntad.
La relación entre la bacteria Vibrio fischeri y el calamar sepiólide Euprymna scolopes es un
sistema que sirve como modelo de simbiosis en el laboratorio. En su fase juvenil, el Euprymna
scolopes posee una serie de apéndices recubiertos de mucosidad alrededor de su órgano
luminoso con los que recoge bacterias Vibrio fischeri del entorno marino. Cuando la cantidad
es suficiente, los apéndices mueren al tiempo que el órgano luminoso madura en un proceso
fisiológico que se ha asociado con la aparición de la citotoxina traqueal.

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