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2020 Año del General Manuel Belgrano

CÁMARA DE APELACIONES EN LO CATyRC - SALA I SECRETARÍA UNICA


ASOCIACION DE TRABAJADORES DEL ESTADO (ATE) Y OTROS CONTRA GCBA Y OTROS SOBRE INCIDENTE
DE APELACION - MEDIDA CAUTELAR AUTONOMA
Número: INC 3817/2020-2
CUIJ: INC J-01-00024963-3/2020-2
Actuación Nro: 16210275/2020

En la Ciudad de Buenos Aires.

VISTOS:

Estos autos elevados al acuerdo para resolver el recurso de apelación


interpuesto y fundado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires –en adelante
GCBA– (actuación n° 15734042/2020 del expte. n° 3817/0), cuyo traslado fue
contestado por la parte actora (actuación n° 15851921/2020 del presente incidente),
contra la resolución que dispuso la ampliación de la medida cautelar (actuación n°
15709510/2020 del expte. ppal.).

CONSIDERANDO:

I. El 23 de julio de 2020, en el marco de los autos caratulados “Asociación


de Trabajadores del Estado (ATE) y otros c/ GCBA y otros s/ medida cautelar
autónoma” (expte. n° 3817/2020-0), Marisa Graham –en su carácter de “Defensora de
los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación”–, requirió la ampliación
de la medida cautelar que había sido dictada el 23 de mayo de 2020 “a la totalidad de
las instituciones que alojan niños/as y adolescentes derivadas por el CDNNYA sin
discriminar la dependencia administrativa de la institución” (actuación n°
15708188/2020, el destacado corresponde al original).
Sostuvo que había tomado conocimiento del aumento de la cantidad de
niñas, niños y adolescentes (NNyA) alojados en hogares dependientes del GCBA con
diagnóstico de covid-19 positivo y que, por esa razón, había cursado un pedido de
informes a los Ministerios de Salud y de Desarrollo Humano y Hábitat del GCBA a fin
de conocer las medidas adoptadas para resguardar la salud integral de las NNyA en el
ámbito de sus responsabilidades. Sin embargo, indicó que tal pedido no fue contestado
de manera satisfactoria.
Señaló que, además, convocó a diversos organismos locales a una reunión
virtual y que, en dicho ámbito –según comentó– las autoridades gubernamentales
informaron que había 37 instituciones conveniadas y 5 instituciones de alojamiento
propias, con un universo aproximado de 793 NNyA institucionalizados.
Dijo que el GCBA no había proporcionado datos concretos respecto de tales
lugares, que permitieran probar que la cantidad de elementos de protección personal
(EPP) fuesen suficientes y adecuados para evitar la propagación del virus, cómo se
garantizaban las medidas de prevención y cuidados, ni la existencia de un espacio extra
hospitalario específico para el alojamiento de NNyA con diagnóstico de covid-19
positivo asintomático.
Por ello, manifestó que “dado que la situación institucional se ha tornado
más grave y, evidenciando que el Gobierno de la Ciudad no ha tomado las medidas
necesarias para extremar los cuidados que eviten el contagio y la propagación del virus
en los/as niños que viven en instituciones, lo que claramente atenta contra su derecho a
la salud, vengo a solicitar se amplíe la protección tuitiva ordenada en el punto 1 de la
resolución cautelar a todos los dispositivos del GCBA donde se alojen niño/as bajo
disposición del CDNNyA” (el destacado corresponde al original).
En tal sentido, adujo que la medida cautelar dictada el 23 de mayo en el
expediente “Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros c/ GCBA y otros s/
medida cautelar autónoma” (expte. n° 3817/2020-0), se dirige específicamente a los
dispositivos que dependen del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
(CDNNyA), esto es, a los institutos penales y a los 3 Centros de Atención Transitoria.
Sin embargo, indicó que existen otros hogares y dispositivos que alojan NNyA
derivados por el CDNNyA y que resulta restrictivo circunscribir la protección cautelar
sólo a los 10 efectores antes mencionados.
Fundó la verosimilitud en el derecho en la normativa internacional, nacional
y local citada en su presentación y, en cuanto al peligro en la demora, aseveró que el
transcurso de los días sin la adopción de las medidas de protección adecuadas expone a
las NNyA alojados en los dispositivos en cuestión a contagiarse, amenazando su
integridad psicofísica.

II. El 24 de julio de 2020, la jueza de grado resolvió: “Ampliar la medida


cautelar dictada en autos mediante Actuación N° 14677985/2020 del pasado 23 de
mayo y por lo tanto, lo allí dispuesto o sea que el GCBA adopte las medidas de
protección apropiadas para garantizar el derecho a la salud y protección integral de
les niñes y adolescentes también se apliquen a la totalidad de las instituciones que
alojan niños/as y adolescentes derivadas por el CDNNYA sin discriminar la
dependencia administrativa de la institución” (v. punto 1 de la actuación n°
15709510/2020).
Para arribar a tal conclusión, luego de relatar lo peticionado por la señora
Defensora, manifestó que: “Con respecto de la verosimilitud del derecho y el peligro en
la demora, considero ambos requisitos de procedencia de la cautelar a dictar, se
encuentran plenamente cumplidos”.

III. Contra la mencionada resolución, el GCBA interpuso recurso de


reposición y, en subsidio, de apelación y nulidad por defectos de la sentencia (actuación
n° 15734042/2020).
Se agravió por cuanto consideró que el cumplimiento de la medida cautelar
se encontraba acreditado. En tal sentido, sostuvo que los EPP y los kits de desinfección
e higienización de los establecimientos a su cargo habían sido entregados
oportunamente, sin necesidad de la orden cautelar del 23 de mayo de 2020 en el
expediente n° 3817/2020-0, ya que aquello respondía a los protocolos aprobados por la
autoridad sanitaria. Del mismo modo, manifestó que se encontraban acreditadas tanto
las medidas adoptadas en torno a la detección de casos sospechosos de covid-19 como
los seguimientos efectuados por el CDNNyA.
Por otra parte, señaló que la ampliación de la medida cautelar transgrede el
objeto de la causa. En efecto, luego de recordar los términos en los que fue requerida la
protección cautelar original, aseveró que, en el caso, el thema decidendum se encontraba
circunscripto tanto en relación a las partes como respecto del objeto y que, por lo tanto,
la resolución cautelar debería resultar accesoria y provisional a éste. Sin embargo,
expuso que lo requerido en esta oportunidad no se relaciona estrictamente con el objeto
de la causa e implica una ampliación impropia de la demanda fuera del momento
procesal oportuno, pues ya se encuentra trabada la litis. Por ello, consideró que lo
decidido afecta el carácter accesorio de las medidas cautelares y el principio de
congruencia.
También cuestionó el trámite que se otorgó al planteo, pues sostuvo que se
resolvió como una medida de carácter autosatisfactiva, sin que el GCBA haya tenido
oportunidad de manifestarse al respecto. En tal sentido indicó que, con carácter previo a
resolver, la a quo tendría que haber conferido el traslado previsto en la ley n° 2145.
A ello agregó que tampoco se encuentran reunidos los requisitos para la
procedencia de la ampliación de la medida cautelar, pues alegó que más allá de la
supuesta falta de respuesta o información incompleta a la que alude la señora Defensora
–lo cual no solo afirma que resulta inexacto sino que estima que asimilaría el planteo a
un amparo por mora–, no identifica una afectación puntual respecto a las NNyA que
representa y en función de cuya protección realiza su presentación. Es por ello que
considera que en el decisorio no se menciona documento alguno que compruebe la
negativa del GCBA a suministrar los elementos que se reclaman. A su vez, mencionó la
documentación de la cual surgiría la información proporcionada a la requirente.
Por todo lo expuesto, en el entendimiento que, además de lo reseñado hasta
aquí, la decisión también afecta las potestades de los poderes ejecutivo y judicial,
peticionó que se revoque la resolución ampliatoria dictada el 24 de julio de 2020.

IV. El recurso de reposición fue desestimado y la apelación concedida en


relación y con efecto no suspensivo (actuación n° 15767839/2020).

V. ATE contestó los agravios del GCBA (actuación n° 15851921/2020).


Afirmó que la presentación no constituye una crítica razonada y
debidamente circunstanciada de la resolución recurrida, sino una mera discrepancia con
el resultado de las actuaciones y, en consecuencia, solicitó que el recurso de apelación
interpuesto por el GCBA se declare desierto. Ello así, en tanto dijo que dicha pieza no
contiene un hilo argumentativo idóneo para desvirtuar las conclusiones de la magistrada
de grado, ya que –de acuerdo con su postura– no habría argumentos válidos para negar
la ampliación de la medida cautelar.
Señaló que tal ampliación resulta fundamental para el objeto de la litis ya
que abarca un número mayor de dispositivos en los cuales el GCBA alberga NNyA
derivados por el CDNNyA, por lo se trata de una decisión que tiende a aumentar la
protección dirigida a una población vulnerable que goza de una tutela especial. A partir
de lo anterior, cuestionó el agravio del GCBA referido al estado procesal de la causa ya
que, según postula, “cuando se trata de garantizar derechos de las poblaciones más
vulnerables, no puede anteponerse el estado procesal de un expediente mientras se
garantice el derecho de defensa a todas las partes”.
Rebatió que, en el caso, la presentación efectuada por la Defensora de los
Derechos de las NNyA de la Nación constituya un pedido de informes y dijo que tal
calificación denota la despreocupación del GCBA respecto de la situación en los
dispositivos que alojan NNyA, ya que no se trata de completar información sino de
acreditar el cumplimiento de las medidas necesarias para resguardar los derechos de sus
dependientes y de la población en situación de vulnerabilidad involucrada en el caso.
Sostuvo que no correspondía correr traslado del pedido de ampliación de la
medida cautelar pues se trata de una medida cautelar autónoma. Por lo demás, aseveró
que no se verifica la afectación de un servicio público esencial sino que, por el
contrario, lo que se busca es que pueda prestarse ese servicio en épocas de aislamiento,
con la protección que debe tener cada uno de los trabajadores.
Indicó que el GCBA acompañó documentación que ya había sido adjuntada
a la causa y que no corrobora el cumplimiento de la medida cautelar y, finalmente,
rechazó el argumento vinculado a la supuesta invasión de la zona de reserva de la
Administración.

VI. Recibidas las actuaciones en esta instancia tomaron intervención los


representantes del Ministerio Público Tutelar y Fiscal ante la cámara (v. actuaciones n°
15963056 y 16019901/2020).
El primero indicó que los argumentos de la recurrente no importan una
crítica concreta y razonada del fallo conforme lo exige el artículo 236 del CCAyT,
mientras que la señora fiscal ante la cámara estimó que asiste razón al GCBA en lo que
refiere al traslado previo del pedido de ampliación cautelar y en cuanto a que lo
decidido excede el objeto de los autos principales.

VII. Dado que la parte actora y el señor asesor tutelar ante la cámara
afirmaron que el memorial carece de los fundamentos suficientes para sostener el
recurso, corresponde expedirse sobre esta cuestión en forma previa, pues de la
conclusión a la cual se arribe dependerá la pertinencia de examinar o no el resto de los
agravios.
Al respecto cabe señalar que la doctrina y la jurisprudencia han sido
unánimes al establecer que, ante la gravedad de la sanción impuesta por el artículo 237
del CCAyT, corresponde efectuar una interpretación razonablemente flexible y libre de
rigor formal con relación a la fundamentación del recurso, lo cual conduce a admitir su
validez en cuanto la presentación respectiva reúna al menos un mínimo de suficiencia
técnica (esta sala, in re “Fridman, Silvia Beatriz y otros c/ GCBA y otros s/ amparo”,
expte. nº 15, del 06/12/00 y “Fernández, Lucía Nélida c/ GCBA-Secretaría de
Educación s/ amparo”, expte. nº 163/00, del 27/03/01, entre muchos otros).
Pues bien, el GCBA se agravió por cuanto considera que lo decidido no se
relaciona con el objeto de la causa e implica una ampliación impropia de la demanda
fuera del momento procesal oportuno; también cuestionó que se haya tratado la petición
sin otorgarse el traslado previsto en la ley de amparo. Asimismo, adujo que no se
configuran en la especie los requisitos para hacer lugar a la ampliación de la medida
cautelar debido a que cumplió oportunamente con los deberes que la normativa vigente
le impone, que a través de dicha resolución la jueza excedió las facultades que
corresponden al poder judicial y que su decisión traduce una indebida intromisión en el
ámbito de actuación de la administración.
Ello así, la aplicación de las pautas mencionadas anteriormente al caso
examinado autorizan a considerar suficiente crítica los fundamentos esbozados en el
memorial, circunstancia que impone conocer sobre el thema decidendum propuesto.

VIII. Seguidamente, cabe recordar que, tal como lo ha establecido el más


alto tribunal federal, la cámara no se encuentra obligada a seguir al apelante en todas las
cuestiones propuestas a su consideración, sino tan sólo aquéllas que son conducentes
para decidir el caso y que bastan para dar sustento a un pronunciamiento válido (Fallos:
248:385; 272:225, 297:333, 300:1193, entre otros).

IX. Establecido lo anterior, resulta oportuno mencionar que, con relación a


las medidas cautelares, la doctrina, la jurisprudencia y la legislación tradicionalmente
han exigido como recaudos de admisibilidad la verosimilitud del derecho, el peligro en
la demora y la no afectación del interés público, sin perjuicio de la complementaria
fijación de una contracautela. Estos recaudos coinciden con los que actualmente prevé
la ley nº 2145 (art. 14).
En lo que respecta al primero de los requisitos, corresponde señalar que el
dictado de las providencias precautorias no exige un examen de certeza sobre la
existencia del derecho pretendido; aun más, el juicio de verdad en esta materia se
encuentra en oposición a la finalidad del instituto, que supone atender a aquello que no
excede el marco de lo hipotético, dentro del cual agota su virtualidad (Fallos: 316:2060,
entre otros precedentes). En efecto, la verosimilitud del derecho sólo requiere la
comprobación de la apariencia del derecho invocado por el actor (esta sala, in re
“García Mira, José Francisco c/ Consejo de la Magistratura s/ impugnación de actos
administrativos”, expte. nº 8569/0, pronunciamiento del 03/03/04).
El peligro en la demora, por su parte, exige una apreciación atenta de la
realidad comprometida, con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que
pudieran llegar a producir los hechos que se pretenden evitar, pueden restar eficacia al
ulterior reconocimiento del derecho en juego, originado por la sentencia dictada como
acto final y extintivo del proceso (Fallos: 319:1277).
Estos requisitos se encuentran de tal modo relacionados que, a mayor
verosimilitud del derecho, es menor la exigencia del peligro del daño, e inversamente
cuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable el rigor del fumus se debe
atemperar (esta sala, in re "Ticketek Argentina SA c/ GCBA", expte. nº 1075, resolución
del 17/07/01 y sala II in re "Tecno Sudamericana SA c/ GCBA s/ impugnación de actos
administrativos", expte. nº 322/0, del 23/05/01, entre muchos otros precedentes).
Es pertinente destacar, por otra parte, que las medidas cautelares no causan
estado. Por el contrario, éstas pueden cesar, ser sustituidas por otras más prácticas y
menos gravosas, ampliadas o disminuidas. Es decir, tienen carácter provisional (confr.
Fenochietto, Carlos E., “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
anotado y concordado con los códigos provinciales”, Ed. Astrea, 1999, t. 1, pág. 700).
De allí que la firmeza de la resolución que concede una medida cautelar no impide
examinar su eventual prolongación, modificación o extinción a pedido de parte.

X. Dicho lo anterior, atañe analizar los términos en que se planteó el objeto


de la acción de amparo.
Tal como surge del escrito inicial obrante en los autos caratulados
“Catalano, Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ amparo - otros”, expediente n°
4023/2020-0 (actuación n° 14719169, del 08/06/20), el Secretario General del Consejo
Directivo de Capital Federal de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, promovieron dicha acción a fin de
que se ordene al GCBA y a Provincia ART que “1) Entregue los Elementos de
Protección Personal y kit de desinfección e higienización a los/as trabajadores y
trabajadoras que prestan servicios en el Consejo de Derechos de Niños, Niñas y
Adolescentes…2) Entregue los insumos adecuados y los Elementos de Protección
Personal para los/as niñas, niños y adolescentes que se alojan en los diferentes
dispositivos del CDNNYA; 3) Realice los exámenes correspondientes del COVID 19 a
todos/as los/as trabajadores/as dependientes del organismo, así como a todos/as
las/niñas, niños y adolescentes alojados en los dispositivos del CDNNYA; 4)…se
ordene a PROVINCIA ART proceda a realizar las inspecciones, controles y
capacitación correspondiente al COVID 19, así como realice los análisis periódicos
anuales a los/as trabajadores/as del Consejo de Niño, Niñas y Adolescentes incluyendo
en el mismo los análisis de detección del COVID 19 que corresponda” (el destacado
corresponde al original).
Mencionaron las características del CDNNyA que llevaron a declarar al
organismo de carácter esencial y, por lo tanto, a exceptuar a sus trabajadores/as del
aislamiento, quedando obligados a continuar prestando servicios en forma presencial.
Asimismo, recordaron las normas por medio de las cuales se dispuso la
transferencia a la Ciudad de los programas de asistencia directa, de los dispositivos
gubernamentales de intervención con adolescentes infractores de la ley penal y del
Cuerpo Especial de Seguridad y Vigilancia. Dijeron que estos servicios tienen a su
cargo la administración de los llamados dispositivos penales que alojan a adolescentes
que son privados de su libertad en virtud de disposiciones judiciales en el ámbito de la
Ciudad y que la ejecución de las medidas privativas de libertad se encuentra en cabeza
del CDNNyA. En dicho marco especificaron que durante el aislamiento social,
preventivo y obligatorio permanecían en funcionamiento los siguientes dispositivos
destinados al alojamiento de NNyA:
Entre los dependientes de la Dirección General de Responsabilidad Penal
Juvenil enumeraron:
1. Residencia Socioeducativa de Libertad Restringida “Simón Rodríguez”;
2. Residencia Socioeducativa de Libertad Restringida “Almafuerte”;
3. Residencia Socioeducativa de Libertad Restringida “Juana Azurduy”;
4. Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “San Martín”;
5. Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “Manuel Rocca/Dr. Luis
Agote”;
6. Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado “Manuel Belgrano”;
7. Centro de Admisión y Derivación “Úrsula Llona de Inchausti” (CAD).
A su vez, como dependientes de la Dirección General de Servicios de
Atención Permanente identificaron:
8. Centro de Atención Transitoria I
9. Centro de Atención Transitoria II
10. Centro de Atención Transitoria III.
Mencionaron que dichos dispositivos contaban, en total, con
aproximadamente 500 trabajadores/as distribuidos en diferentes turnos, que atendían a
más de 60 jóvenes en el régimen penal y alrededor de 50 NNyA en el área de servicios
de atención permanente. Asimismo, relataron diversos acontecimientos que habrían
tenido lugar en los dispositivos individualizados y adujeron que tanto los trabajadores
que prestaban servicios en aquellos, como los jóvenes residentes, carecían de EPP y kits
de higiene y limpieza. También se refirieron a la falta de testeos para la detección de
covid-19.
Comentaron que dicha situación motivó el inicio de los autos caratulados
“Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros c/ GCBA y otros s/ medida
cautelar autónoma” (expte. n° 3817/2020-0), en los que se dictó una medida cautelar el
23 de mayo de 2020 y manifestaron que “habiendo quedado notificada esta parte de tal
sentencia cautelar en fecha 23 de mayo de 2020 mediante cédula de notificación, en los
términos del art. 187 del CCAYT venimos a presentar la acción de fondo y en virtud de
los motivos expuestos debe hacerse lugar a la presente demanda en todas sus partes a
tenor de los fundamentos que se expondrán infra”.

XI. Así encuadrada la cuestión, corresponde referirse a los agravios


expresados por el GCBA.
En primer lugar, se observa que algunos de los cuestionamientos efectuados
en esta oportunidad, fueron abordados en el pronunciamiento de esta sala emitido en el
marco de los autos caratulados “Catalano, Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ incidente
de apelación - amparo – otros”, expediente n° 4023/2020-1, el 7 de octubre pasado
(actuación n° 16016593/2020).
En efecto, el GCBA argumentó que la medida cautelar se encontraría
cumplida, pues considera que los EPP y los kits de desinfección e higienización de los
establecimientos a su cargo habrían sido entregados oportunamente, sin necesidad del
dictado de la medida cautelar dispuesta el 23 de mayo de 2020 en el expediente n°
3817/2020-0 (en referencia a la actuación n° 14677985/2020). Del mismo modo, reiteró
que se encontraban acreditadas tanto las medidas adoptadas en torno a la detección de
casos sospechosos de covid-19, como los seguimientos efectuados por el CDNNyA.
Sin embargo, tal como fuera oportunamente expuesto por esta sala en la
resolución previamente aludida, pese a la existencia de actuaciones que darían cuenta
del despliegue de acciones orientadas a prevenir el contagio y proteger al personal y a
las NNyA que residen en los dispositivos del CDNNyA, se trata de una situación
dinámica que no puede estimarse finalizada, “por cuanto la vigencia de la medida
cautelar se encuentra ligada a que se mantenga la situación de los grupos afectados y
en la medida en que las circunstancias perduren, extremos cuya superación no ha sido
acreditada” (cfr. considerando IX.3.i, de la sentencia del 07/10/20, dictada en el expte.
n° 4023/2020-1, actuación n° 16016593/2020).
Por lo tanto, toda vez que, como ha quedado dicho, el derecho reconocido
no se encuentra satisfecho y, por ende, tampoco ha sido agotado el objeto esgrimido en
la pretensión cautelar y en la demanda, atañe rechazar los agravios relacionados con el
cumplimiento de las obligaciones a cargo del GCBA.
A idéntica conclusión se arriba en lo que respecta a los agravios que
genéricamente refieren que la resolución apelada afecta las potestades de los poderes
ejecutivo y judicial, toda vez que tales cuestionamientos también fueron oportunamente
tratados en el pronunciamiento aludido (cfr. considerando XI), por lo que nada cabe
agregar en esta oportunidad.

XII. Luego, el GCBA se agravió de la supuesta vulneración del principio de


congruencia y argumentó en torno a la transgresión del carácter accesorio de las
medidas cautelares, pues consideró que lo decidido a través de la resolución aquí
apelada no se relacionaría con el objeto de la causa e implicaría una ampliación
impropia de la demanda fuera del momento procesal oportuno.
Ahora bien, el análisis del contexto fáctico que rodea la pretensión del frente
actor y de las decisiones adoptadas en el caso, impide apartarse de lo definido en la
instancia de grado por medio de la resolución apelada. Ello así, en tanto se advierte que
el objeto originalmente expresado por la parte actora en su demanda y el tenor de las
resoluciones vinculadas a la pretensión esgrimida, permiten una interpretación acerca
del objeto de la litis que abarca a todos los dispositivos que se vinculan con el
CDNNyA.
En efecto, de la lectura de la demanda surge que la parte actora no sólo
enumeró la normativa que –según plantea– contemplaría el derecho de los trabajadores
a contar con EPP, las obligaciones del empleador y de la ART en torno al covid-19, sino
que, además, hizo especial hincapié en los derechos de las NNyA (v. capítulo VIII de la
demanda, especialmente, el apartado VIII,1,b). Nótese, al respecto, que en su escrito
inicial se transcribieron algunos de los estándares y recomendaciones a los Estados parte
en el marco de actuación frente a la pandemia de covid-19 que surgirían de la resolución
n° 1/2020 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre los que cabe
destacar: “63). Reforzar la protección de niños, niñas y adolescentes (NNA) –
incluyendo muy especialmente aquellos que no cuentan con cuidados familiares y que
se encuentran en instituciones de cuidado–, y prevenir el contagio por el COVID-19,
implementando medidas que consideren sus particularidades como personas en etapa
de desarrollo y que atiendan de manera más amplia posible su interés superior. La
protección debe, en la medida de lo posible, garantizar los vínculos familiares y
comunitarios. (…) 66). Respecto de las instituciones de cuidado residenciales, los
Estados deben revisar las medidas especiales de protección vigentes promoviendo la
revinculación familiar de los niños, niñas y adolescentes cuando sea posible y siempre
que esta medida no sea contraria a su interés superior. Además, se debe asegurar
acciones de prevención del contagio en estas unidades, además de establecer
protocolos de emergencia orientadores para los equipos y personas que tengan niños a
su cargo” (cfr. págs. 74/75 de la demanda, el destacado es propio). En dicha
oportunidad, la actora también mencionó la intervención de la Defensora Nacional de
NNyA quien –según adujo– había manifestado “preocupación por la ausencia de EPP,
de condiciones laborales y de encierro de los niños/as y adolescentes, insumos de
limpieza y particularmente por la falta de testeos COVID 19 tanto en trabajadores/as
como en los/as adolescentes residentes” (v. fs. 24/25 de la demanda).
Así, en mérito a las razones esgrimidas en su presentación, la parte actora
concluyó que se encontraba en riesgo la salud y la vida de personas vulnerables –en el
caso, NNyA– respecto de quienes el Estado debe velar y la integridad de los
trabajadores encargados de su cuidado. Por lo tanto, cabe considerar que la actividad
procesal desplegada por la actora revela su intención –desde el inicio de la causa– de
incluir a todas aquellas instituciones de cuidado, espacios, hogares o dispositivos
dependientes del CDNNyA en los que se alojan NNyA. Por ello, no puede atribuirse a la
enumeración efectuada en los escritos mencionados un sentido que vaya mas allá de lo
meramente enunciativo.
A su vez no puede soslayarse que, al momento de emitir la resolución
cautelar, la magistrada de grado no diferenció ni enumeró de modo taxativo cuales eran
los centros de alojamiento a los cuales se dirigía la protección otorgada. En efecto, para
lo que ahora importa, atañe recordar que en la decisión adoptada el 23 de mayo en el
expediente “Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros c/ GCBA y otros s/
medida cautelar autónoma”, n° 3817/2020-0, se dispuso: “3. Hacer lugar a la medida
cautelar solicitada por la parte actora y, en consecuencia: a) ordenar al Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires que, de manera inmediata, proporcione a los trabajadores del
Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, como también a los niños que se
alojan en los dispositivos de dicho organismo, los elementos de protección personal
(EPP) necesarios para evitar el contagio del covid-19, los correspondientes kits de
desinfección e higienización y, asimismo, adopte las demás medidas necesarias para
prevenir el contagio de dicha enfermedad; b) ordenar a las demandadas que realicen
los exámenes correspondientes de detección del covid- 19 a todos los trabajadores
dependientes del CDNNyA así como a todos los niños, niñas y adolescentes alojados en
los dispositivos del CDNNyA que hayan tenido un contacto estrecho con un caso
sospechoso de padecer covid-19. En el supuesto de que por las características de los
dispositivos del CNNyA no se pueda determinar qué personas tuvieron contacto
estrecho con el caso sospechoso de covid -19, se deberá proceder a testear a todos los
trabajadores, niños, niñas y adolescentes del dispositivo en cuestión” (v. actuación n°
14677985/2020, el destacado es propio).
Sumado a lo anterior, cabe recordar que, en relación con aquella resolución,
esta sala entendió que: “la decisión posee un alcance general que contempla a todos los
trabajadores dependientes del CDNNyA y a los niños, niñas y adolescentes que se
alojan en sus dispositivos” (v. sentencia del 07/10/20, dictada en los autos “Catalano,
Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ incidente de apelación - amparo – otros” 4023/2020-
1, actuación n° 16016593/2020, el destacado no se encuentra en el original).
De tal modo, es dable considerar que, por una parte, el objeto del amparo y,
por ende, de la medida cautelar requerida en dicho ámbito, no se encontraba
circunscripto a los dispositivos enumerados de manera ilustrativa en la demanda; a la
vez, de las transcripciones de las resoluciones adoptadas en la causa se desprende que la
protección cautelar tampoco fue concedida de manera limitada sino que en todo
momento, en función de los derechos involucrados, fue extendida a todos los NNyA que
se alojan en hogares y dispositivos que dependen del CDNNyA.

XIII. Ahora bien –aun en este estado inicial del proceso– no puede pasarse
por alto que la demandada informó situaciones de contagio y acontecimientos
vinculados con la propagación del virus covid-19 en diferentes espacios de alojamiento
(v. NO-2020-17983245-GCABA-DGNYA, adjunta a esta apelación, actuación n°
15734042/2020, en la que se mencionan episodios en los Hogares Curapaligue, Avelino,
Amaranta, Cunumí, Nuestra Señora del Valle, Casa de Coca, Vallecito y Pronats
Mujeres, Parador Apapachar, CEDI Ferreyra y en Centro de día y noche Caina).
Del contexto normativo que rodea la cuestión bajo análisis, que ya fuera
reseñado en el marco de la causa “Catalano, Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ incidente
de apelación - amparo – otros”, expediente n° 4023/2020-1 (sentencia del 07/10/20,
actuación n° 16016593/2020), en particular de la resolución conjunta n°
1/CDNNYA/SSPSGER/SSFPFC/20 que aprobó el “Protocolo de actuación ante
sospecha de COVID-19 –Coronavirus en un Hogar o Centro de Día y Noche de
Niños, Niñas y Adolescentes” (BOCBA n° 5909, del 14/07/20,
https://documentosboletinoficial.buenosaires.gob.ar/publico/PE-RES-MSGC-
MDHYHGC-SSPSGER-1-20-ANX.pdf), se desprende que tal documento fue elaborado
específicamente como protocolo de actuación del Ministerio de Desarrollo Humano y
Hábitat del GCBA ante la detección de síntomas y/o situaciones sospechosas de covid-
19 en hogares y centros de día y noche, propios y conveniados, para NNyA sin
cuidados parentales en la CABA, con el fin de reforzar las medidas que deben ser
tomadas por los equipos responsables ante la situación de un NNyA con síntomas en
cualquier unidad convivencial o transitoria, dependiente de la Dirección General de
Niñez y Adolescencia del ministerio anteriormente mencionado. Dicho protocolo, según
surge de su texto, opera como un manual procedimental para detectar y atender una
situación sospechosa de covid-19 que requiera ser aislada y/o derivada a un
establecimiento hospitalario y no pueda garantizarse por sus propios medios por tratarse
de NNyA al cuidado responsable del Estado.
Asimismo, cabe señalar que este documento establece que toma en cuenta lo
estipulado por el CDNNyA mediante resolución nº 380/GCABA-CDNNyA/20
(BOCBA nº 5841, del 03/04/20,
https://boletinoficial.buenosaires.gob.ar/normativaba/norma/513675), que adhirió a los
términos de la resolución nacional nº 134/APN-MDS/20 y, en consecuencia aprobó la
“Guía de Recomendaciones para la prevención de transmisión en dispositivos
institucionales de cuidado de modalidad residencial o familiar alternativo para niñas,
niños y adolescentes” y la “Guía de Recomendaciones para la prevención de
transmisión en Centros de Régimen Cerrado del Sistema Penal Juvenil”.
Los mencionados protocolos dan cuenta que la responsabilidad de llevar
adelante las distintas acciones allí estipuladas requieren de la participación, articulada y
coordinada, de los distintos actores involucrados. Así, se observa que los documentos
referidos ponen en cabeza de los dispositivos institucionales de cuidado, de modalidad
residencial o familiar, en donde se encuentren alojados NNyA alcanzados por medidas
de protección excepcional, la obligación de implementar acciones para prevenir y
detectar la propagación del covid-19. El GCBA, por su parte, es quien debería ejercer el
control sobre el fiel cumplimiento de los protocolos y las demás acciones tendientes a
preservar adecuadamente la salud de los NNyA que se alojan en hogares y centros de
día y noche, propios y conveniados de la Ciudad. En tal sentido, en uno de los
documentos mencionados se prevé que: “Las instituciones conveniadas deberán
cumplir con todas estas recomendaciones y los organismos de aplicación de las
Medidas de Protección de Derechos serán los responsables de supervisar que se
cumplan dichas medidas en forma regular y según las actualizaciones que se vayan
estableciendo desde el Ministerio de Salud” (cfr. “Guía de Recomendaciones para la
prevención de transmisión en dispositivos institucionales de cuidado de modalidad
residencial o familiar alternativo para niñas, niños y adolescentes”).

XIV. En ese marco, es preciso recordar que “la preservación de la salud


integra el derecho a la vida, por lo que existe una obligación impostergable de las
autoridades públicas de garantizarla mediante la realización de acciones positivas –
conf. arts. 42 y 75, inc. 22, de la Constitución Nacional y Fallos: 321:1684; 323:1339 y
3229; 331:2135 y 337:222, entre otros”–(v. CSJN en “Institutos Médicos Antártida s/
quiebra s/ inc. de verificación (R.A.F. y L.R.H. de F)”, sentencia del 26/03/19, Fallos:
342:459). Asimismo, la Corte Suprema destacó que “de los mencionados tratados
internacionales que cuentan con jerarquía constitucional se desprende la existencia
tanto de los derechos de toda persona a gozar de un nivel adecuado de vida y al
disfrute del más alto nivel posible de salud, como de la correspondiente obligación de
los Estados Partes de adoptar las medidas que resulten pertinentes de modo de hacer
efectivos tales derechos” (en Fallos 342:459, ya citado).
A su vez, no puede dejar de observarse que las medidas cautelares tienen por
finalidad garantizar los efectos prácticos del pleito respecto del cual se piden que, en la
especie, no es otra cosa que la protección de la vida, la salud y la integridad de los
NNyA que se encuentran a alojados en espacios, hogares o dispositivos dependientes
del CDNNyA y de los trabajadores encargados de su cuidado, durante la pandemia
generada por el virus covid-19.

XV. En tales circunstancias, cabe concluir que lo decidido el 24 de julio de


2020 en el expediente n° 3817/2020-0 (actuación n° 15709510/2020) a partir de lo
solicitado por la señora Defensora de los Derechos de las NNyA, no vulnera el principio
de congruencia ni afecta el carácter accesorio de las medidas cautelares; por el
contrario, se inscribe en el espíritu de lo solicitado por la actora en sus presentaciones
(v. escrito adjunto de la actuación n° 14677985/202 del expte. n° 3817/2020-0 –medida
cautelar– y actuación n° 14719169/2020 del expte. n° 4023/2020-0 –demanda–) y de lo
dispuesto en las resoluciones dictadas en las causas “Asociación de Trabajadores del
Estado (ATE) y otros c/ GCBA y otros s/ medida cautelar autónoma”, expediente n°
3817/2020-0, el 23 de mayo de 2020 (actuación n° 14677985/2020) y “Catalano,
Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ amparo - otros”, expediente n° 4023/2020-0, el 7 de
octubre pasado (actuación n° 16016593/2020).
Por lo tanto, toda vez que lo decidido el 24 de julio de 2020 como una
ampliación de medida cautelar no modificó el objeto debatido en los autos principales
fuera del momento procesal oportuno ni implicó un apartamiento de los términos en los
que quedó trabada la relación procesal en el expediente principal, corresponde
confirmarlo.

XVI. Finalmente, en lo que respecta al trámite asignado a la petición de la


señora Defensora, es preciso recordar que la actora dedujo una medida cautelar
autónoma “en forma provisoria y hasta tanto se dicte una sentencia definitiva en el
proceso de fondo que oportunamente se iniciará” (sic fs. 4 del expte. digital) y,
posteriormente, dedujo la acción principal por medio de los autos caratulados
“Catalano, Daniel y otros c/ GCBA y otros s/ amparo - otros”, expediente n°
4023/2020-0).
Por ello, cabe destacar que antes de la promoción de los autos principales el
trámite de la medida cautelar se encontraba regido por lo previsto en el CCAyT.
De allí que no habiendo sido enmarcada la cautelar autónoma en un proceso
de amparo ab initio, el traslado reclamado con sustento en el artículo 15 de la ley n°
2145 no era exigible a la a quo. A su vez, toda vez que, tal como ha quedado dicho, la
cuestión abordada en la sentencia dictada el 24 de julio de 2020 se encontraba
comprendida en la petición inicial, la ausencia del traslado pretendido no habilita a que
esta alzada revoque el decisorio apelado con sustento en ese agravio.

XVII. En razón de lo precedentemente expuesto, corresponde rechazar el


recurso de apelación interpuesto por el GCBA y, en consecuencia, confirmar la
resolución apelada (actuación n° 15709510/2020 del expte. ppal.).
Las costas se imponen a la vencida (cfr. arts. 14 CCABA, 28 de la ley n°
2145, 62 y 63 del CCAyT).

Por todo lo expuesto y habiendo tomado intervención el Ministerio Público


Tutelar y Fiscal, el tribunal RESUELVE: 1) rechazar el recurso de apelación deducido
por el GCBA y, por ende, confirmar la resolución de grado dictada el 24 de julio de
2020 (actuación n° 15709510/2020); 2) imponer las costas a la vencida (cfr. arts. 14
CCABA, 28 de la ley n° 2145, 62 y 63 del CCAyT).
Se deja constancia que la presente causa se encuentra completamente
digitalizada y que se resuelve en los términos del art. 6 de la resolución CM n° 65/2020.
Oportunamente, regístrese. Notifíquese a la partes en sus domicilios
electrónicos y a los representantes del Ministerio Público Fiscal y Tutelar por la misma
via. Firme que se encuentre la presente, devuélvase.
El juez Pablo C. Mantaras (res. CM n° 214/2020) no suscribe la presente por
hallarse en uso de licencia.
JUZGADO N°4|EXP:3817/2020-2 CUIJ J-01-00024963-3/2020-2|ACT 16210275/2020

FIRMADO DIGITALMENTE 29/12/2020 12:52

Fabiana Haydee Schafrik Carlos Francisco Balbin


JUEZ/A DE CAMARA JUEZ/A DE CAMARA
CÁMARA DE CÁMARA DE
APELACIONES EN LO APELACIONES EN LO
CATyRC - SALA I CATyRC - SALA I

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