MONICION DEL DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO

MONICION DE ENTRADA
Queridos hermanos, nos preparamos para celebrar la Santa Misa en el Trigésimo segundo
domingo del Tiempo Ordinario. Sean todos bienvenidos.

Hoy esta celebración eucarística nos invita a la esperanza, y nos recuerda que un día seremos
llamados a la presencia del Señor, y participaremos con gozo de la plenitud de la vida eterna. De
pie entonemos el canto de entrada

MONICION PRIMERA (2 MACABEOS 7, 1-2 y 9-14)

El autor del libro de los Macabeos intenta con su relato de estos dolorosos acontecimientos,
animar a aquellos que le han opuesto resistencia al rey que intenta paganizar al pueblo. Con esta
finalidad nos relata las historias y las palabras de los mártires, de manera que nos sirvan de
ejemplo. Atentos escuchemos

MONICION SEGUNDA (2 TESALONICENSES 2, 15 - 3, 5)

En la misma línea de la lectura de la semana pasada, siguen los consejos y las palabras de ánimo
de Pablo a los de Tesalónica. Sin relación alguna con los otros textos. Atentos escuchemos

MONICION DEL EVANGELIO (Lucas 20, 27-38)

Nos acercamos al final de año litúrgico en el cual hemos seguido, cada domingo, el itinerario del
evangelio de Lucas. Vamos a fijar nuestros ojos en el cielo nuevo y en la tierra nueva que vendrán
al final de los tiempos, en el pleno y definitivo encuentro con Jesús. De pie entonemos el canto del
aleluya

MONICION DE OFERTORIO
Con las ofrendas de pan y vino llevamos al altar nuestros corazones que desean ser rectos y obrar
con justicia y verdad. Esta es una ofrenda agradable a Dios.

MONICION DE COMUNION
Necesitamos del alimento eucarístico para fortalecer nuestra alma y así poder cumplir con lo que
Dios nos pide. Acerquémonos a recibirle ordenadamente y con fe.

MONICION DE SALIDA
Hemos escuchado una gran promesa en esta celebración, vayamos a trabajar para recibirla y a
compartirla con todos nuestros hermanos, porque todos somos merecedores de ella.