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Libro: La Casa Verde

Autor: Mario Vargas Llosa


Año: 1966
Intérpretes:
Kelvin Díaz como “Don Aselmo”
Marien Peñalver como “Madre Superiora García”
María Seijas como “Antonia”
Stephanie Mora como “Lalita”
Jhon Duque como “Monaguillo Pérez”
María Pérez como “Bonifacia”

LA CASA VERDE
Transponiendo los médanos montado en un asno, aparece un día en Piura un
misterioso forastero de oscuro origen. Nadie sabe quién es ni de dónde viene. Un
día, sorprende a los pobladores de la zona al comprar un terreno en pleno arenal,
donde piensa edificar una casa. Don Anselmo se llamó este forastero. El trabajo
se iniciaba en las mañanas, al cesar la lluvia seca, y terminaba al arreciar el
viento.
Al otro lado de la calle se encontraba la iglesia, donde se podía escuchar a la
Madre superiora García junto con el monaguillo Pérez:

- Madre García: -¿Qué se traerá ese forastero? No tengo un buen


presentimiento sobre esto, y yo nunca me equivoco. Monaguillo ¿Qué
piensa usted sobre lo que estará haciendo tal hombre?

- Monaguillo: -Oh madre superiora, realmente yo tampoco pienso nada


bueno acerca de eso. Según su alta experiencia ¿Cuál es su
presentimiento que la tiene tan inquieta?

- Madre García: -En toda mi larga vida entregada a Dios, él me ha dado la


sabiduría en todo momento, que me hace pensar más allá de lo demás.
Ahora no quiero adelantarme a la catástrofe que pasa por mi cabeza, así
que esperemos que no sea nada de eso, y solo sea una simple casa…
- Monaguillo: -Por esa respuesta que me acaba de dar, me preocupa más,
aunque realmente con todo respeto no creo que sea algo tan malo, este
pueblo solo es de Dios, relájese un poco, ya verá que solo es paranoia,
tome, aquí tiene un té para que se recueste.

- Madre García: -¡Ay hijo! Deberías confiar más en mí… Pero como ya dije,
esperemos, y gracias por ser tan atento hermano, ahora dormiré unas
horas.

Pasan las semanas, y se ven los progresos en la casa de Don Anselmo, después
de duro trabajo y criticas…

- Don Anselmo: - ¡Píntenla totalmente de verde!

- Trabajador 1: -¿Está seguro jefe? ¿no quisiera otro color más llamativo?
–Entre risas –

- Don Anselmo: -Más que seguro diría yo (Dice con seriedad y sin una
pizca de gracia). Ah, también necesito esteras, lámparas de aceite,
cortinas de colores llamativos y muchas sillas. Así que vayan al almacén
del español Eusebio Romero.

- Trabajador 2: -¿Jefe que planea hacer exactamente? Con todo respeto


por supuesto

- Don Anselmo: -Es un secreto, muy pronto lo sabrán -Dice con orgullo- ;
Volveré pronto, haré algo por mi cuenta, no me esperen.

A la mañana siguiente, los trabajadores y vecinos observan cómo llegan dos


carros hasta el tope.

- Don Anselmo: -¡Buenos días! ¿Traen todo el pedido? –Entusiasmado-

- Trabajador 1: -¡Buenos días Don Anselmo! Claro, y que peculiares


cosas diría yo: un escritorio, un mostrador, media docena de camas,
seis lavadores, seis espejos, seis bacinicas.
- Don Anselmo: -Excelente servicio –Dice sonrientemente- Ahora
¿¡Quién quiere chicha?!

- Trabajadores 1 y 2: ¡Bueno jefe si usted insiste! –Sonriente los dos-

Mientras tanto en la iglesia, La madre superiora y el Monaguillo al ver llegar el


carro mantienen una alarmada conversación…

- Madre superiora: -¡Monaguillo, Monaguillo! ¿Has visto llegar esos carros


y todo lo que contenían? ¡¡Creo que me va a dar un soponcio!!! Santo
Dios, ¡¡está pasando lo que me temía!!

- Monaguillo: -¡Ay madre superiora, por favor relájese! Solo son camas, y
espejos cosas de casas, ¿Qué es lo que temía? No ha pasado nada

- Madre García: -¿¿Cómo me vas a decir que me calme?? ¿No le parece


ya obvio lo que está por venir? ¡¡ESA CASA ARRUINARÁ NUESTRA
INTEGRIDAD!! A familias, amigos….

- Monaguillo: -¿De qué habla? ¡Está perdiendo la cabeza! Discúlpeme por


hablarle así, pero no entiendo su actitud hacia una simple casa, ¡NO
PIERDA LA CORDURA! Y vaya a acostarse.

- Madre García: ¡Tu desconfianza es un insulto hacia mí! No puedo


creerlo… Y si, mejor me voy a acostar, ya es tarde.

Esa semana, ‘‘La casa verde’’ se hallaba sola… Pues Don Anselmo se encontraba
fuera de la ciudad… Nadie sabía qué hacía o cuando regresaba, algunas
personas decían que lo habían visto en bares, o en haciendas… Pero estos solo
eran rumores.

Finalmente cuando por fin vieron llegar a Don Anselmo, este se encontraba con 2
peculiares mujeres, sus nombres eran “Lalita” y “Antonia”
- Don Anselmo: - ¡Pasen niñas lindas! Esta ahora es su casa… Pídanme
lo que quieran, yo puedo darles todo lo que necesiten, pero, NO SE LES
OLVIDE QUE SON MIAS AHORA. –Sonríe maliciosamente-

- Lalita: - Uy papasito lindo, me gusta tu actitud, ¿Quieres divertirte un


poco para empezar con buen pie?

- Antonia: -Mmm jefe ¿tú y yo ya no habíamos planeado unos jueguitos


para cuándo llegáramos? ¿Ella o yo?

- Don Anselmo: - Creo que no me habían puesto jamás una decisión más
difícil… Pero quiero pasar la tarde con mi niña más pequeña, vamos
Lalita necesito que me muestres algo ahí dentro.

- Antonia: Ah… Okey creo que mejor… me voy arriba a mi cuarto, los
dejaré solos. –Incomoda-

- Lalita: Jajaj, Así me gusta mi domador, ven vamos a divertirnos, será


una gran semana de inauguración, pero aun así a pesar los días de
trabajo, y de lo cansados que estemos, quiero que tengas un ratito solo
para mi ¿ok?

- Don Anselmo:- Ay gatita linda… Por supuesto que si consentida, pero


OJO, no quiero que te enamores… y si lo haces debes entender que no
me gustan los compromisos. –Dice serio-

- Lalita: -Yo..Yo... Se… ¿Cómo me enamoraría de usted? Un trabajador,


ambicioso, buen mozo… Elegante… Y divertido hombre, No tendría
sentido. Es más ya no hablemos eso, venga, vamos a entrar acá en el
cuarto.

Pasaban las semanas y Antonia sentía rechazo de parte de don Anselmo y unos
celos letales hacia Lalita.

- Antonia: - Maldita sea, esto solo es el comienzo, y ya está pasándome otra


vez, el rechazo, no ser la favorita. Pero relájate Antonia, ya verás que todo
mejorará así sea “ocupándote” de Lalita… Además, la perra esa no es ni
tan la favorita, solo la cama y la luna son testigos de lo que hicimos juntos
don Aselmo y yo. Aunque, estoy algo preocupada ya que desde entonces,
no me ha venido la regla, pero seguro todo esta bien… No tengo nada de
que preocuparme…

Pasan las horas y Antonia sentada tomando un vaso whiskey oye tocar la puerta,
extrañada la abre…

- Antonia: -Hola… ¿Se te ofrece algo?

- Bonifacia: - Hola, me dijeron que me podían ayudar aquí –Dice


nerviosamente- … ¿Puedo pasar? ¡¡Por favor!!

- Antonia:- Ahm… Si creo que si puedes pasar, pero si aquí te ayudamos,


sería de una manera diferente a la que piensas –Levanta una ceja-

- Bonifacia:- Si si, solo déjeme pasar, ya sé que esto es una casa de


prostitución, ¿Quién no lo sabría? Todo el pueblo está hablando de eso

- Antonia: -Shhh, ¿Qué diablos dices niña? Pasa pasa, ¿acaso quieres que
nos linchen? ¿Quién te dijo eso?

- Bonifacia: - Disculpe por decirlo así, pero ¿ya no es obvio? Y no me he


presentado, soy Bonifacia… He estado escapando durante días de mi
antiguo hogar

- Antonia:- Estás equivocada, nadie sabe de la Casa Verde, ni se ha


inaugurado… Bueno en fin, Hola Bonifacia, mi nombre es Antonia ¿qué te
trae por aquí?

- Bonifacia: -Han pasado tantas cosas, que no sé por dónde comenzar, pero
lo que sé es que esas malditas monjas no me encontrarán nunca aquí.

- Antonia: - ¿Monjas? ¿Qué monjas? Una niña de convento que viene hacia
un prostíbulo… ¿Quién lo diría? – ríe - esto no se ve todos los días

- Bonifacia: - Yo en realidad, no formaba parte del convento… Yo soy nativa


de mi tribu Araguana, cuando era muy pequeña unos militares atacaron a
mi pueblo y me secuestraron. Luego uno de ellos, me llevo a un convento
de Monjas en Santa María de Nieva. Allí las monjas me acogieron, pero
esas viejas hipócritas dicen ser mensajeras de Dios y yo solo recibía
maltrato e insultos de su parte.
- Antonia: - Guao… Pensé que sólo querías dinero fácil y divertirte, pero ya
veo que no, ¿quieres un vaso de whiskey para que te relajes? Y así
esperamos a mi jefe para saber qué hará contigo…

- Don Anselmo: - No tienen que esperarme, porque ya llegué… y Hola, hola,


¿con que tú quieres ser una nueva gatita?

- Lalita:- ¿Nueva gatita? –Ríe- menos mal yo soy la tigresa de aquí, ¿cierto?
Aunque no me molestaría tener una nueva hermanita… ¿Cuántos años
tienes?

- Bonifacia: - Hola a todos, soy Bonifacia, tengo 19 años y como le decía a


Antonia, me gustaría trabajar aquí. Pertenecía a un convento de monjas, y
todos estos días he estado huyendo y no tengo donde vivir, ni de que
comer.

- Don Anselmo: - Gatita, gatita… ¿te portaste mal verdad? Menos mal aquí
tenemos mucho espacio para ti para consentirte, ¿quieres compartir cuarto
con mi Lalita?

- Lalita: - Muy gracioso, -rie- Yo no comparto y lo sabes… pero te podríamos


dar la otra que está al lado de la mía, no es tan grande, pero algo es algo,
no creo que tengas tantas cosas.

- Bonifacia: - No, no de hecho puedo dormir en el mueble, no tengo problema


con eso, es lo de menos.

- Don Anselmo: - ¿Cómo vas a decir eso gatita? Una niña como tú no puede
dormir incomoda… por eso esta noche dormirás conmigo, ¿te gusta la
idea?

- Lalita: ¡¿Cómo?! No me parece.

- Bonifacia: - Don Anselmo, muchas gracias, pero de verdad no quiero


causar molestias, y menos llegando.

- Antonia: -Ya lo dijo, ella no quiere, no hay porque obligarla


- Lalita: -Estoy de acuedo con Antonia, y con Bonifacia, mejor que duerma
con Antonia o yo le puedo dar un espacio en el piso.

- Don Anselmo: -Pero dejen los celos gatitas… Soy de todas… Hoy pueden
dormir las tres conmigo –Levanta las cejas-

Pasan los días, El aspecto de la ciudad cambió. Esas tranquilas calles


provincianas se poblaron de forasteros que, los fines de semana, viajaban a Piura
Pasaban la noche en ella, y paseaban su borrachera por las calles. Los vecinos
los odiaban y a veces surgían riñas, Las calles se volvieron inseguras.

- Madre Garcia: ¡¡MONAGUILLO, MONAGUILLO!! ¡¡Se lo dije!! NUESTRO


PUEBLO SE HA CONVERTIDO EN SODOMA Y GOMORRA.
- Monaguillo: - Ya veo lo que decía… Debí creerle y hacer algo para
detenerlo –Angustiado-
- Madre García: -Sé que lo que diré no es de Dios, pero tenemos que hacer
algo con esa casa… Así sea matarlos a cada uno de ellos. Y luego
quemarla.

- Monaguillo: ¿¿Quemarla?? ¿¿Matarlos?? Creo que esta exagerando un


poco, creo que yendo mañana para alla, a hablar con ellos podríamos llegar
a un acuerdo.

- Madre Garcia: -Tiene razón, son los nervios, que me están afectando, pero
ver a mi pueblo cayendo en el pecado, y no poder salvarlo, me saca de mis
casillas… Mañana iremos a primera hora para allá.

A la mañana siguiente, La madre García y el monaguillo se dirigieron hacia la


Casa verde… Tocando la puerta esperando que saliera alguien

- Madre García: - ¿Hola? ¿Hola? –Toc-toc-toc- ¿Hay alguien ahí?

Lalita se asoma por la ventana y al ver a la Madre Garcia con el monaguillo se


paraliza:

- Lalita: -Hola, buenos días, ¿Qué se le ofrece? No creemos en Dios, y hay


más casas para que prediquen.
- Madre García: Buenos días, no, ya se que en esta sucia casa no creen en
Dios, y no es por eso que vinimos, ¿esta Don Anselmo o el dueño de esta
casa?

- Lalita:- No, no está y lo que le quiera decir a mi Don Anselmo, me lo puede


decir a mí, esta también es mi casa.

- Madre García:- Pues hablar con usted no me sirve. Y si está, porque lo


estoy viendo justo allí tomando whiskey. Así que hágase a un lado voy a
pasar.

- Don Anselmo: - Gatitas ¿Por qué han de pelear en la mañana? Lali, deja
pasar a la madre García, Quien sabe, capaz quiera ser parte de nuestra
familia

- Madre García: Pero ¡Como se atreve! Degenerado –Lo abofetea- ¡Jamás!


Usted ha arruinado mi pueblo, ¡quiero que se largue y clausure esta casa
maldita!

- Lalita: ¿PERO QUE LE PASA? ¿COMO SE ATREVE A TOCAR A MI


HOMBRE? –La empuja-

- Don Anselmo: - ¿Arruinado? ¡Esto es lo mejor que le ha pasado a este


pueblucho! Y solo gracias a mí, y tranquila lali, eso no me dolió –Ríe-

- Antonia: - ¿pero qué está pasando aquí? ¿Cuáles son los gritos? ¡Están
despertando a todo el pueblo! Cálmense de una vez

- Bonifacia: - Como ya ven chicos, todas las monjas son iguales,


¡degeneradas e ingratas! Váyase de una vez como se llame

- Monaguillo: - ¡¡No le hablen así, se van a ir al infierno!!

- Antonia: ¿Irnos al infierno? Pero si ya estamos en él –Ríe-

- Madre Garcia: - ¡¡Se arrepentirán!! Y siempre cumplo lo que digo

- Don Anselmo: Pasen gatitas, no sigan discutiendo con esta loca


Pasan un par de días y, Antonia y Lalita empiezan a enseñarle la rutina de la casa
verde en las noches, sus técnicas de negocios, y lo que tenía que hacer Bonifacia
en todo momento, como se debía vestir, y debía atender a los clientes

- Bonifacia: - Creo que esto va a ser divertido, ¿Hay chicos guapos?


- Antonia: -Claro que los hay, pero recuerda que todo esto son negocios, no
te enamores
- Lalita: - A mí solo me interesa un solo hombre, ya ni sé porque hago esto…
- Antonia: - ¿Qué hombre? –molesta-
- Lalita: - No hablemos de eso, tenemos que preparar a Bonifacia

- Bonifacia: Chicas, les tengo que contar que ayer Don Anselmo fue todo un
caballero, me llevo a un restaurant y luego me llevo a un hotel carísimo
lejos del pueblo, él me dijo que con todas ustedes también hizo lo mismo.

- Antonia: ¡¿En serio?! Y no, conmigo no hizo eso –Molesta-

- Lalita: ¿Cómo? Pe,pero ¿por qué?

- Bonifacia: ¿Acaso no lo hizo con ustedes? ¿Por qué me mentiría?

- Antonia: - Chicas no me siento muy bien, tengo como ganas de… -Vomita-

- Lalita: -¡Ay niña pero qué asco, que desagradable!

- Bonifacia: -Antonia, ¿te encuentras bien? ¿Quieres que te ayude?

- Antonia: -Tranquila, solo necesito unos minutos, ya regreso –Se va-

- Don Anselmo: -Gatita pero ¿Qué tienes? No te ves muy bien

- Antonia:- Don Anselmo, le tengo que confesar algo… He tenido un retraso


de 8 semanas… ¿Recuerda nuestra noche de pasión?

- Don Anselmo: -Pero ¿Cómo si tú eres una prostituta? Podría ser cualquier
hombre –Alterado-
- Antonia: -Antes de esa noche, yo aún era virgen, y luego de ella, solo daba
placer con la boca a mis clientes

- Don Anselmo: -¡No puede ser! No lo voy a permitir

Don Anselmo encierra a Antonia, en una habitación que nadie sabía de su


existencia en la casa verde, el solo la visitaba en las mañanas y en las noches
para alimentarla, pasan 6 meses. La casa verde seguía obteniendo fama, cada día
iban más personas.

- Madre García: -Monaguillo, ¿Por qué estás tan sonriente, sabiendo que la
casa verde está en su mejor momento? ¿Me está ocultando algo?
- Monaguillo: Por supuesto que no madre superiora –Nervioso- No le estoy
ocultando nada
- Madre García: -Confiare en ti, monaguillo pero que no me falles

Esa misma noche en la casa verde

- Bonifacia: - Lali a veces extraño a Antonia, ¿Por qué no nos habrá contado
nada?
- Lalita: Yo no, solo era un estorbo, ahora míranos, somos las estrellas,
bueno, obvio yo más que tú… Pero vaya, vaya, ¿Quién es ese guapo
hombre, me parece conocido…?
- Bonifacia: - ¿Lo atenderás tú?
- Lalita: ¿Qué no es obvio? –ríe- voy por él. Hola gatito, ¿No te he visto
antes? Me pareces muy guapo
- Monaguillo: Ahm no no, -nervioso- No soy de por aquí
- Lalita: Bueno mi amor, ¿Quieres un bailecito, placer con la boca, o un
combo de todo?
- Monaguillo: - Creo que un combo de todo me gustaría
- Lalita: Uyyy, asi me gusta, ven, empecemos

*BAILE SENSUAL*

La madre García había estado persiguiendo a el monaguillo, sin que nadie


supiera, al ver tal hecho, con lágrimas en los ojos

- Madre García: ¡Pero como pudiste! Me has traicionado a mi, y a Dios –


Llorando-
- Monaguillo: Madre superiora, ¿Qué hace aquí? Lo-Lo lamento, -se arrodilla-
- Madre Garcia: ¡Esta casa solo ha traido maldiciones! No puedo creerlo
- Lalita: ¿¡Pero cual es el show!? Dejelo vivir, y vayase
- Madre García: ¡Claro que me voy! –Llorando- Todos se arrepentirán

Arriba en el cuarto donde se encontraba Antonia

- Antonia: -Ayyy, Ayyy, Me duele, creo que daré a luz, -Empieza a pujar-
¡ayuda! ¡Ayúdenme! –Da a luz y ve al bebe- Es una… es una niña… Mi
amor… eres una niña… -Muere-
- Don Anselmo: ¡Pero que es este baño de sangre! No puede ser, -Agarra al
bebe- Lo siento mucho Antonia, y tu… te llamarás chunga, mi chunguita

En ese mismo momento al otro lado de la casa, se encontraba La madre García


quien se dirigía de vuelta a la casa verde, con un pote de gasolina, y unos fósforos
que empieza a regar alrededor de esta prendiéndola en llamas

- Bonifacia: -¡Se está quemando la casa! ¡¡Corran!! –huye-


- Lalita: ¿Dónde está don Anselmo? –Tose – No lo encuentro, no me puedo ir
-Muere-
- Don Anselmo: - ¿Qué huele así? ¿se está quemando mi casa? ¡Vamos
chunguita! – La abraza y sale de la habitación- Lalita ¿Qué te pasa?
¡Despierta! ¿Dónde está Bonifacia?
- Madre García: -¡Usted mismo causó todo esto! Trayendo al pecado a Piura.
Era mi deber eliminarlo!
- Don Aselmo: - ¿acaso está loca? ¿Matar gente le parece de Dios?
- Madre García: ¿Qué es eso que tiene ahí? ¿Es un bebé?
- Don Anselmo: Si, es mi hija, quien fuese muerto también si no la hubiese
salvado.
- Madre García: No puede ser! ¿Yo estoy quemando una casa donde hay
una bebe? Creo que no tengo perdón de Dios, he perdido la cabeza
- Don Anselmo: ¿Y es ahora que se va a dar cuenta?
- Madre García: Por favor, ¿Puedo compensar esto? Sé que el bebé no
tendrá donde vivir, y usted tampoco, por lo menos no en buenas
condiciones. Pueden vivir en mi convento por un tiempo hasta que se
estabilicen.
- Don Anselmo: Si. Creo que es lo menos que puede hacer, salgamos de
aquí rápido.

Finalmente así acaba la historia de la casa verde, Bonifacia huye y nadie sabe que
sucedió con ella. La Chunga fue criada por las monjas, Don Anselmo después de
un tiempo fundo otra casa de prostitución lejos de Piura. El monaguillo se une a
esta nueva construcción y se convierte en socio de Don Anselmo.

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