Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA CASA VERDE
Transponiendo los médanos montado en un asno, aparece un día en Piura un
misterioso forastero de oscuro origen. Nadie sabe quién es ni de dónde viene. Un
día, sorprende a los pobladores de la zona al comprar un terreno en pleno arenal,
donde piensa edificar una casa. Don Anselmo se llamó este forastero. El trabajo
se iniciaba en las mañanas, al cesar la lluvia seca, y terminaba al arreciar el
viento.
Al otro lado de la calle se encontraba la iglesia, donde se podía escuchar a la
Madre superiora García junto con el monaguillo Pérez:
- Madre García: -¡Ay hijo! Deberías confiar más en mí… Pero como ya dije,
esperemos, y gracias por ser tan atento hermano, ahora dormiré unas
horas.
Pasan las semanas, y se ven los progresos en la casa de Don Anselmo, después
de duro trabajo y criticas…
- Trabajador 1: -¿Está seguro jefe? ¿no quisiera otro color más llamativo?
–Entre risas –
- Don Anselmo: -Más que seguro diría yo (Dice con seriedad y sin una
pizca de gracia). Ah, también necesito esteras, lámparas de aceite,
cortinas de colores llamativos y muchas sillas. Así que vayan al almacén
del español Eusebio Romero.
- Don Anselmo: -Es un secreto, muy pronto lo sabrán -Dice con orgullo- ;
Volveré pronto, haré algo por mi cuenta, no me esperen.
- Monaguillo: -¡Ay madre superiora, por favor relájese! Solo son camas, y
espejos cosas de casas, ¿Qué es lo que temía? No ha pasado nada
Esa semana, ‘‘La casa verde’’ se hallaba sola… Pues Don Anselmo se encontraba
fuera de la ciudad… Nadie sabía qué hacía o cuando regresaba, algunas
personas decían que lo habían visto en bares, o en haciendas… Pero estos solo
eran rumores.
Finalmente cuando por fin vieron llegar a Don Anselmo, este se encontraba con 2
peculiares mujeres, sus nombres eran “Lalita” y “Antonia”
- Don Anselmo: - ¡Pasen niñas lindas! Esta ahora es su casa… Pídanme
lo que quieran, yo puedo darles todo lo que necesiten, pero, NO SE LES
OLVIDE QUE SON MIAS AHORA. –Sonríe maliciosamente-
- Don Anselmo: - Creo que no me habían puesto jamás una decisión más
difícil… Pero quiero pasar la tarde con mi niña más pequeña, vamos
Lalita necesito que me muestres algo ahí dentro.
- Antonia: Ah… Okey creo que mejor… me voy arriba a mi cuarto, los
dejaré solos. –Incomoda-
Pasaban las semanas y Antonia sentía rechazo de parte de don Anselmo y unos
celos letales hacia Lalita.
Pasan las horas y Antonia sentada tomando un vaso whiskey oye tocar la puerta,
extrañada la abre…
- Antonia: -Shhh, ¿Qué diablos dices niña? Pasa pasa, ¿acaso quieres que
nos linchen? ¿Quién te dijo eso?
- Bonifacia: -Han pasado tantas cosas, que no sé por dónde comenzar, pero
lo que sé es que esas malditas monjas no me encontrarán nunca aquí.
- Antonia: - ¿Monjas? ¿Qué monjas? Una niña de convento que viene hacia
un prostíbulo… ¿Quién lo diría? – ríe - esto no se ve todos los días
- Lalita:- ¿Nueva gatita? –Ríe- menos mal yo soy la tigresa de aquí, ¿cierto?
Aunque no me molestaría tener una nueva hermanita… ¿Cuántos años
tienes?
- Don Anselmo: - Gatita, gatita… ¿te portaste mal verdad? Menos mal aquí
tenemos mucho espacio para ti para consentirte, ¿quieres compartir cuarto
con mi Lalita?
- Don Anselmo: - ¿Cómo vas a decir eso gatita? Una niña como tú no puede
dormir incomoda… por eso esta noche dormirás conmigo, ¿te gusta la
idea?
- Don Anselmo: -Pero dejen los celos gatitas… Soy de todas… Hoy pueden
dormir las tres conmigo –Levanta las cejas-
- Madre Garcia: -Tiene razón, son los nervios, que me están afectando, pero
ver a mi pueblo cayendo en el pecado, y no poder salvarlo, me saca de mis
casillas… Mañana iremos a primera hora para allá.
- Don Anselmo: - Gatitas ¿Por qué han de pelear en la mañana? Lali, deja
pasar a la madre García, Quien sabe, capaz quiera ser parte de nuestra
familia
- Antonia: - ¿pero qué está pasando aquí? ¿Cuáles son los gritos? ¡Están
despertando a todo el pueblo! Cálmense de una vez
- Bonifacia: Chicas, les tengo que contar que ayer Don Anselmo fue todo un
caballero, me llevo a un restaurant y luego me llevo a un hotel carísimo
lejos del pueblo, él me dijo que con todas ustedes también hizo lo mismo.
- Antonia: - Chicas no me siento muy bien, tengo como ganas de… -Vomita-
- Don Anselmo: -Pero ¿Cómo si tú eres una prostituta? Podría ser cualquier
hombre –Alterado-
- Antonia: -Antes de esa noche, yo aún era virgen, y luego de ella, solo daba
placer con la boca a mis clientes
- Madre García: -Monaguillo, ¿Por qué estás tan sonriente, sabiendo que la
casa verde está en su mejor momento? ¿Me está ocultando algo?
- Monaguillo: Por supuesto que no madre superiora –Nervioso- No le estoy
ocultando nada
- Madre García: -Confiare en ti, monaguillo pero que no me falles
- Bonifacia: - Lali a veces extraño a Antonia, ¿Por qué no nos habrá contado
nada?
- Lalita: Yo no, solo era un estorbo, ahora míranos, somos las estrellas,
bueno, obvio yo más que tú… Pero vaya, vaya, ¿Quién es ese guapo
hombre, me parece conocido…?
- Bonifacia: - ¿Lo atenderás tú?
- Lalita: ¿Qué no es obvio? –ríe- voy por él. Hola gatito, ¿No te he visto
antes? Me pareces muy guapo
- Monaguillo: Ahm no no, -nervioso- No soy de por aquí
- Lalita: Bueno mi amor, ¿Quieres un bailecito, placer con la boca, o un
combo de todo?
- Monaguillo: - Creo que un combo de todo me gustaría
- Lalita: Uyyy, asi me gusta, ven, empecemos
*BAILE SENSUAL*
- Antonia: -Ayyy, Ayyy, Me duele, creo que daré a luz, -Empieza a pujar-
¡ayuda! ¡Ayúdenme! –Da a luz y ve al bebe- Es una… es una niña… Mi
amor… eres una niña… -Muere-
- Don Anselmo: ¡Pero que es este baño de sangre! No puede ser, -Agarra al
bebe- Lo siento mucho Antonia, y tu… te llamarás chunga, mi chunguita
Finalmente así acaba la historia de la casa verde, Bonifacia huye y nadie sabe que
sucedió con ella. La Chunga fue criada por las monjas, Don Anselmo después de
un tiempo fundo otra casa de prostitución lejos de Piura. El monaguillo se une a
esta nueva construcción y se convierte en socio de Don Anselmo.