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El antiguo juego del Palo VOLADOR, tradición que aún subsiste, era la
dramatización de esta epopeya. El cielo se representaba por un bastidor de
madera de forma cuadrada en cuyo centro se ubicaba un actor que giraba a la
par que tocaba una flauta, y en cada uno de los ángulos, se instalaba un joven
disfrazado de guacamayo, objetivándose de tal forma el plano cósmico con sus
regentes y el dios central, deidad del verano. Cada uno de los actores daba
TRECE vueltas, simbolizando el ciclo de cincuenta y dos años con sus
articulaciones y vinculación cósmica.
- Un período de 9 días.
- Un período de 13 días formando un signo; 20 de
estos signos formaban un ciclo de 260 días.
- Un período de 20 días que origina el año solar.
- Un año “venusiano” de 584 días.
- Un ciclo de 8 años solares o 5 venusianos.
- Un período de 13 años solares relacionado con los
puntos cardinales.
- Un ciclo de 13 años venusianos.
- Un ciclo de 20 años solares o 7.200 días (Katun).
Por encima de éstos un grupo de ciclos mayores:
- Un período de 52 años.
- Un ciclo de 104 años.
- Un ciclo de 394 años o 144.000 días.
Es este último el que nos interesa directamente pues:
- 144.000 días = tun (año aritmético es el tun) = 13
bak tun = 13 x 400 tun
- 400 es el número de jóvenes convertidos en Las
Pléyades
- 13 es un número estrechamente relacionado con el
Planeta Venus
Los mayas, para conocer las horas nocturnas se guiaban por Venus y la
constelación de Las Pléyades. Debe tenerse en cuenta que hace 13.000 años, la
posición de las estrellas no era como en la actualidad. En esa época, Vega
(utilizada como Estrella Polar) se hallaba a sólo 6 grados del Polo norte y
Aldebaran, de Las Pléyades, a 56 grados. Estos datos se encuentran grabados
en un mapa celeste hallado en las cavernas de Bohistán al igual que una línea
punteada uniendo el Planeta Venus con la Tierra.
Los mayas, manejaron una larga serie de calendarios combinados entre el Sol y
los planetas; su conocimiento les permitió la orientación de sus monumentos;
cada centro ceremonial corresponde a la posición del Sol, la Luna, Las
Pléyades, la Estrella Polar del Norte (Vega) y a la Vía Láctea.
2do.) Existe, sin embargo, un punto que no coincide: son 400 los
jóvenes que forman este conjunto de estrellas pero son 7 según lo
que conocemos y que, además, concuerda con el mito griego;
según el cual Las Pléyades o Pelelai eran 7 hermanas que
divinizadas, fueron transformadas en las 7 estrellas de la
constelación de su nombre. Estas Pelelai eran hijas de Atlas y de
Pleione. Todas se unieron con dioses, salvo Merope, que se casó
con un mortal, Sesifós, a causa de lo cual, era la menos brillante.
Tal vez, podríamos atrevernos a pensar que esos 400 jóvenes procedían de ese
sistema y que luego de cumplir con una misión retornaron. Un viaje a Las
Pléyades, a la velocidad de la luz, llevaría 114 años. Claro que en el espacio el
tiempo es como si se detuviera, por lo que otros seres, que inclusive tendrían
mayor término de vida que nosotros, pudieron alguna vez, realizar esos viajes.
O tal vez, viajaban a mayor velocidad que la luz. O incluso, lo hicieron cuando
las estrellas se hallaban en otra posición, más cercana a nuestro planeta, hecho
que confirmaría con la teoría del universo en expansión. Por lo tanto, el tiempo
que empleaban para realizar sus “viajes” sería de 52 años, tal como queda
indicado en la ceremonia que recuerda esa epopeya: la del Plato Volador.
“Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas.....”
Nuestro Sol forma parte del sistema de las Pléyades y al Sol le toma 24.000
años completar una órbita alrededor de Alción.
La Tierra gira alrededor del Sol junto con otros planetas y lunas que a su vez
giran alrededor de ellos. El Sol es la octava estrella de la espiral pleyadiana.
Durante mucho tiempo el cielo y las estrellas han inspirado y guiado al ser
humano en su vida. ¿Pero, por qué empecinarse con el grupo de estrellas de las
Pléyades en particular?
La constelación de las Pléyades es un vestigio común en muchas civilizaciones
antiguas, incluso hoy día, también ha alcanzado su fama. ¿Por qué?
Al parecer habría aquí una correlación entre estas dos razas, de hecho podrían
ser la misma. Sus diferencias son producto de las culturas por las cuales fueron
descriptas. En la literatura ocultista y esotérica, las Pléyades o Atlantes se
encuentran relacionados con el destino de las naciones, al igual que la estrella
Polar.
Las Pléyades celestes, conocidas como las Siete Hermanas, hay razones para
creer que la naturaleza cósmica de esta constelación es la esencia del mito
relacionado con estas mujeres.
Todo pareciera constituir una unión coincidente, todo encaja como piezas de
un rompecabezas disuelto en el tiempo.
Según un Mito Incaico, las estrellas están habitadas y los Dioses han
descendido de la constelación de las Pléyades.
Siguiendo con las coincidencias (¿o no son tales?), nos remontamos a las
conocidas piedras de Ica, en Perú (11.000 piedras aproximadamente); la
antigüedad estimada es en millones de años, aún no se sabe con precisión la
fecha exacta, lo cual es motivo de polémicas. En estas piedras se ven claros
avances en medicina, astronomía, tecnologías de distintos tipos, etc. (ver "Las
Piedras de Ica")
A nuestro entender, podría ser que hace muchísimo tiempo nuestro planeta fue
poblado por una humanidad similar a la nuestra, pero más evolucionada, una
de estas piedras "La Piedra de los Tres Astrónomos", denominación dada por
Javier Cabrera Darquea, quien ha dedicado años a su estudio, aparece
grabado tres hombres que observan el cielo con aparatos semejantes a nuestros
telescopios.
Estos miraban unas estrellas, cometas, nebulosas y toda una serie de signos
zodiacales. Eran 13 constelaciones, según Javier Cabrera, que ellos
antiguamente conocieron. Javier Darquea llegó a la increíble conclusión de que
esta antigua humanidad tenía conocimientos de vida en el espacio exterior, y
entre otras constelaciones Darquea señaló a las Pléyades.
Como podrán haber visto, la lista referida a las Pléyades es bastante extensa.
Llegando a nuestros días podemos hacer mención, de los famosos casos de EC
III y EC V (encuentros cercanos de las tercera y quinta fase) en donde hay
centenares de individuos de todo el mundo, que afirman mantener contactos
telepáticos o personales con tripulantes de supuestos Ovnis.
En el ambiente ufológico, hay un individuo que se destaca por sobre los demás,
quizá por haber aportado la mayor cantidad de pruebas, referidas a sus
contactos, incluidas: fotos, filmaciones, grabaciones, huellas, etc., de increíble
nitidez. Nos estamos refiriendo, por supuesto, al polémico y controvertido
Eduard Billy Meier.
Por último, según algunos estudios, en enero de 1998 entramos a lo que sería
El Cinturón Fotónico, anunciado en todo el mundo, principalmente en Estados
Unidos y Europa. El sistema Solar entró a ese anillo Fotónico (ver "El
Cinturón de Fotones") de la estrella Alción de las Pléyades, produciendo una
aceleración en el ritmo del ser humano, dando la ilusión a éste de que el tiempo
transcurre más velozmente.
¿Qué interés particular o colectivo motivó a que desde las Piedras de Ica, a los
Egipcios, de éstos a los Mayas y de aquellos a nuestros días, las Pléyades
constituyeran un nexo entre estas culturas?
¿Quizá su gran brillantez?
¿Su posible origen divino?
¿La posible existencia de vida inteligente?
¿Su modo de orientación geográfica?
Tal vez la respuesta a dicha incógnita sea tan simple como fantástica.
Estas 9 estrellas más brillantes son: Alcione, Atlas, Electra, Maia, Mérope,
Taygeta, Pleione, Celaeno y Astérope.
También es muy interesante anotar la aparente relación del referido ciclo con
el fenómeno de la “precesión equinoccial”, el cual da lugar a las llamadas
“eras” como la de Acuario, con una duración aproximada de 2.160 años cada
una.
Partiendo de que,
(1) según la Astrofísica contemporánea, todos los cuerpos
galácticos tienden conjuntamente a revolucionar en torno al
núcleo central de la Vía Láctea, ubicado a unos 50.000 Años Luz
del borde y
(2) la distancia aceptada entre Alcione y nuestro Sol, unos 410
Años Luz aproximadamente, es demasiado grande para asociarla
con un radio orbital, y
(3) sobre todo atendiendo que la masa total del cúmulo no
parece, según las leyes de la gravitación universal propuestas por
Newton, poder mantener tal vínculo gravitatorio, dadas las
relaciones entre distancia y masa, es, en principio, difícil
sostener la posibilidad de que el Sistema Solar gire u orbite
alrededor de las Pléyades.
Existe, sin embargo, la posibilidad más viable de que se dé un giro relativo
entre los dos sistemas, considerando su desplazamiento conjunto alrededor
del núcleo galáctico, lo cual permitiría hablar de ciclos semi-orbitales en
forma de tirabuzón o hélice.
1. Las Pléyades
"El grupo Pléyades son un cúmulo
abierto en la constelación de Tauro,
existiendo aproximadamente [400 a]
500 años luz de la Tierra. Hay 250-500
estrellas dentro del cúmulo, aunque
sólo nueve han sido nombradas. La
mayoría de las culturas antiguas
reclaman siete estrellas.
Las Pléyades
Alción
Del sitio Web Exopaedia
3. Mitología griega
(No estamos diciendo que Darwin estaba equivocado , o que no hay tal cosa
como 'la evolución'. Estamos diciendo que el Homo Sapiens apareció
demasiado pronto, y con demasiadas características distintivas para ser el
resultado de una 'evolución natural'. ¿Se has preguntado alguna vez por qué
los científicos no logran encontrar el menor rastro del "eslabón perdido" entre
el Homo sapiens y el neandertal? Ahora, usted sabe por qué).
Grupo CAEFA
Entre la gran cantidad e cúmulos estelares que posee nuestra Galaxia, sean
visibles a simple vista o no, merecen destacarse las Pléyades o las Siete
Cabras. Este último nombre proviene de que el cúmulo presente ante la visión
a ojo libre, a los siete componentes, los más luminosos, aunque en total
sobrepasan los 150, que alcanzan los más débiles a un brillo equivalente a la
magnitud 10ª.
La estrella principal conocida como Alcione, merece llevar una de las letras
griegas que corresponde a la Constelación, Theta Tauro, siendo éste el único
caso en el cual una estrella de cúmulo posee una denominación de este tipo.
La espectroscopia nos señala que las siete estrellas más importantes y visibles
a ojo libre, son de la clase espectral A y B, que tienen como cualidad principal
la coloración blanco-azulada, alta temperatura, y sobre todo, enorme velocidad
de rotación sobre su eje. Esta particularidad hace que la enorme fuerza
centrífuga generada, provoque la expulsión de materia de la estrella en su zona
ecuatorial, dispersándose luego la misma en el espacio.
Pleione
El escritor del libro de Job, que citamos, pone en boca de Dios este reproche a
nuestro querido y suficiente amigo Job. Nuestros viejos amigos bíblicos
conocían a las estrellas nombre por nombre. El profeta Amós incitando a su
pueblo a que busque al Señor que hizo a las Pléyades y a Orión, que convierte
la noche en día y el día en noche oscura. Quien hace que Tauro brille tras
Capricornio y que se meta después con Arturo. (AMOS 5: 8-9).
Un astronauta que estuvo en la Luna pensó ¿Qué hombre pudo viajar más alto?
Sin embargo, a su regreso a la Tierra siendo él un hombre que buscaba en toda
circunstancia importante de su vida tratar de comunicarse con el Creador,
recibió este mensaje: TU VUELA AUN MÁS ALTO. ¿Volar más alto? Acaso
no podía él estar orgulloso de ser uno de los pocos mortales que tuviera el
privilegio de realizar5 el vuelo más alto que aún haya podido realizar la raza
humana.
Sin embargo, la orden de parte de Dios para él era TU, VUELA AUN MÁS
ALTO; y este astronauta ha fundado un movimiento espiritual que va por todo
el mundo predicando USTEDES VUELEN MAS ALTO.
El Libro del Conocimiento: Las Claves de Enoc nos dice en la Clave 1-0-6:
9 Las Pléyades representan la clave para la protocreación física; representan
el comienzo galáctico de la familia Adámica física.
El Pasado
¿Cómo confirma esto lo que los antiguos sabían sobre las Pléyades?
Atlas y Pleione son las estrellas vecinas y muchos templos griegos estaban
orientados hacia el punto de salida y puesta de las Pléyades. Los Griegos
también se referían a las "Pléyades" (escrita con una "e" adicional) como las
"Palomas". La referencia más antigua registrada sobre las Pléyades, sin
embargo, corresponde a la literatura astronómica China fechada en 2357 AEC.
Para las tribus agrícolas del hemisferio norte el curso de las Pléyades indicaba
el comienzo y el final de la temporada de cultivo.
Se dice que la Pirámide del Sol, fuera de la Ciudad de México, está alineada
con las Pléyades, ya que su cara occidental y muchas de las calles aledañas
están alineadas directamente con el punto de la puesta de las Pléyades la
medianoche de la noche en que está en su punto más elevado.
Las Pléyades eran claramente reverenciadas también por los Mayas, quienes,
en el área de Chichén Itza, sabían que el sol producía una sombra tipo serpiente
del lado de la escalinata del norte de la pirámide de Kukulcan durante el
equinoccio de primavera. Algunos estudiosos han calculado que 60 días
después de la aparición de su sombra, cuando el sol alcanza su cenit sobre la
Pirámide a medio día (Mayo 20-Mayo 23), hay otra alineación directa con las
Pléyades.
Los antiguos Egipcios también señalaron a las Pléyades como una diosa,
probablemente más reconocida como Neith, la "madre divina", o Hathor, quien
tomó la forma de una vaca (que portaba las semillas de la vida).
Los piramidólogos que han trabajado en Egipto durante los últimos 12 años
han encontrado textos piramidales que sugieren que los Egipcios reverenciaban
a las Pléyades como un sistema estelar superior divino, especialmente a
Alcyone, su estrella más brillante.
El Presente
Messier 45 (M45)
Por tanto, cuando volvemos a visitar las mil columnas, los centros megalíticos
y los importantes textos que han sido preservados a lo largo de miles de años
de tradición en todo el mundo- vemos una profunda relación entre las historias
de las Pléyades y el origen de la humanidad.
El Futuro
¿Por qué estaban los antiguos tan impresionados con las Pléyades?
La Clave 106 nos dice también que las Pléyades son "la cuna y el trono de
nuestra conciencia" enfatizando que el programa de vida Adámica fue creado
en conexión con esta región del espacio. Dice que esta región del espacio es la
que también señalará el retorno de la inteligencia superior.
Las Pléyades son, por tanto, un marcador de extraordinaria precisión para los
eventos del contacto celestial-terrestre y el traslapo angelical-humano de los
encuentros registrados por las diferentes culturas del mundo.
Detrás de la leyenda
Está formado por 74 mayores que se hallan a una distancia de casi 500 años luz
del planeta Tierra. A simple vista, se perciben las siete estrellas principales
conocidas por la Siete Cabras. El grupo constituye un sistema físico dotado de
movimiento idéntico para todas las estrellas que lo integran. Hay en este grupo
estelar un detalle que no pasó desapercibido en la antigüedad; un número
esotérico, el 7, que sé emparenta estrechamente con el simbolismo bíblico de
tal número y que posee una significación de totalidad.
Cuando decíamos que el cazador Orión las perseguía, y entonces Las Pléyades
le solicitaron su auxilio a Júpiter, éste las transformó en PALOMAS.
Otra interpretación de esta leyenda de las Pléyades, nos dice que posee gran
similitud con el Apocalipsis de San Juan. En este caso, Orión equivaldría al
Espíritu Maligno, el Ángel Malo, Luzbel, que lucha contra las palomas, que
son los Ángeles Buenos, encabezados por Miguel. Júpiter sería el Dios Creador
que ampara a los buenos. Mérope con su matrimonio con Sísifo se asemejaría
a la Iglesia Militante que vaga por el desierto y por eso, no brilla tanto como
los ángeles amparados por el Dios Padre.
Bosquejos de un pasado
Por años, nos venimos preguntando por el valor y significado de las leyendas y
mitologías. Es evidente que un mito o una leyenda no se dan porque sí, nomás.
Hay que tener en cuenta que con el transcurso de los milenios es posible pensar
que algunos hechos auténticos han sido deformados en la transmisión oral y
finalmente, fueron plasmados como una ficción totalmente distorsionada.
Pero supongamos, por un instante, que no sea tan así, sino que, de alguna
manera, “Alguien” desde Las Pléyades llegó a nuestro planeta y luego volvió a
su punto de origen. Las posibilidades están dadas, en la medida que la
interpretación de la leyenda o mito se ajuste perfectamente a algún hecho real.
un hecho real. En ese aspecto, nuestro mundo presenta tantas incógnitas
referentes a su origen, que realmente abruman. ¿Acaso alguien puede decir con
exactitud cómo surgieron los sumerios o de dónde emanó el conocimiento
asombroso que denotan los vestigios de la Antigüedad?
El seguimiento minucioso
PLEYADIANOS
Escondida debajo de capas de tierra y piedras, la Tierra, al igual que una joya
de incalculable valor, irradia su brillante belleza hacia los confines del espacio
y del tiempo, esperando pacientemente a ser coronada por su gente. Ella os
crea y os sustenta y sin ella, como ya sabéis vosotros mismos, no podríais
existir. Nosotros os rogamos, como buscadores de historias, que proclaméis
una alianza con la Tierra.
Estrellas que reflejan e irradian luz a otros mundos que están buscando
soluciones para sus propias creaciones. Vuestra tarea en este momento es
activar la Biblioteca Viviente de la Tierra y restaurar la Tierra y la versión
humana de la vida para que recuperen el primer lugar en la creación. Este es
vuestro viaje en este momento.
Existen muchas versiones de la realidad – viable cada una con su propia razón
y su propia intención –. El tiempo, el espacio y la existencia de otros mundos
son amorfos y son sólo reales según la atención que les prestáis. Hay muchas
Tierras donde elegir: hilos del tiempo conducen a cuentos que han sido
olvidados o han sido desviados de vuestro conocimiento y desarrollo,
deliberadamente.
Os pedimos que hagáis una nueva evaluación de vuestra razón de ser, que
aclaréis las fuerzas que os rigen y que hagáis resurgir los códigos de la
conciencia almacenados en vuestro ser. Ha llegado el momento de reclamar el
conocimiento que creáis mediante el pensamiento, de recordar el propósito de
la Biblioteca Viviente de la Tierra, de reinstaurar la belleza dando valor a la
vida, y de recordar quiénes sois. Os invitamos a viajar ahora con nosotros a
través de los misterios de vuestro mundo.
Igual que los doce meses del calendario, los doce movimientos de los doce
signos zodiacales, las doce horas de un reloj y, luego, añadid a estos símbolos
vuestra vía personal del «doce». Imaginad que vuestro ADN se compone de
doce hebras y que estas activan y se conectan con vuestros doce chakras, que
son los portales energéticos a través de los cuales podéis acceder a vuestra
herencia espiritual.
Nosotros estamos aquí para enseñaros el juego, daros los Códigos y los
Números Maestros. Parte de vuestro karma consiste en tratar con la Tierra en
este momento, pues todo aquello que ponemos en movimiento es con lo que
debemos bailar. Nuestros antepasados crearon hechos que actualmente ahogan
nuestro desarrollo en las Pléyades y como Pleyadianos estamos intentando
descubrir las soluciones para este enorme dilema, el cual vosotros compartís
con nosotros.
Cuando ellos nos enseñaron a viajar por los diferentes sectores del tiempo, nos
tentó la posibilidad de viajar al pasado para descubrir dónde estaban
almacenados y guardados los eventos. Averiguamos dónde se habían creado
las tormentas que afectaron a nuestro pasado tal como lo vimos desde el futuro
para nuestro futuro y, tal como lo estamos viendo ahora desde vuestro
momento de la realidad.
Vinieron a las Pléyades pues sabían que este sistema estelar podía ayudaros en
un tiempo extraordinariamente desafiante, un tiempo en el que vosotros
estaríais preparados para reconectaros con el Creador Original. Nuestros
antepasados pertenecieron al grupo de planificadores originales de la Tierra,
orquestadores que sembraron mundos y civilizaciones con luz e información
mediante la creatividad y el amor. Nuestros antepasados también son vuestros
antepasados. Ellos dieron su ADN a los Planificadores Originales y este ADN
se convirtió en parte del ADN de la especie humana.
Hubo mucho ir y venir para que hubiera una representación individual de cada
galaxia en la Tierra, pues todos querían tener a sus semejantes en este planeta.
Algunos de los que se encargaban de todo esto, los llamados Dioses
Creadores, eran maestros de la genética. Eran capaces de crear, descubrir y
juntar moléculas dotándolas de una identidad, de una frecuencia y con cargas
eléctricas para crear vida.
El diseño de la Tierra era algo realmente grande. Dado que para estos Dioses
Creadores no existía el tiempo tal como lo conocéis vosotros, unos cientos de
miles de años o un millón de años no significaban nada para ellos.
Han existido otras especies humanas, parecidas a vosotros y cuyo ADN estaba
en perfecto estado en aquel tiempo, que desarrollaron civilizaciones altamente
evolucionadas.
Existieron hace mucho tiempo, hace más de medio millón de años. No estamos
hablando de aquellas civilizaciones que vosotros llamáis Lemuria o la
Atlántida. Estas épocas pertenecen a un tiempo que nosotros llamamos
«moderno». Nosotros nos referimos aquí a civilizaciones que son realmente
antiguas, tan antiguas como las que están enterradas bajo los hielos de vuestro
continente mas sureño, la Antártica, o bajo el desierto de Gobi en Mongolia.
Unas energías, que vosotros llamáis dioses, crearon todo lo existente sobre este
planeta utilizando para ello su inteligencia. Hay conciencia en todo lo que
existe en la Tierra, incluso en las moléculas de vuestras yemas de los dedos, y
todo se ha creado para que trabaje al unísono. La conciencia se comunica
continuamente mediante vibraciones de frecuencias electromagnéticas. Estas
frecuencias se conectan y funcionan como una corporación de inversiones.
Tenéis que crear un sistema de creencias que os permita hacerlo, puesto que
vuestra mente está estructurada para evolucionar y formar vuestras
experiencias según lo que vosotros solicitáis, sin tener en cuenta desde qué
plataforma de paradigmas partís.
Las dudas sobre si podéis hacerlo o no, son vuestra libre elección. El proceso
de iniciación, ocurrido en las escuelas de misterios que hay en la Tierra desde
hace miles de años, ejemplifica lo que estamos diciendo. Hay miembros de la
Familia de Luz que, al descubrir la codificación en su interior, han ido más allá
de las leyes de la realidad tridimensional – a través de otras dimensiones, por
así decirlo.
Habéis perdido la memoria de esto porque habéis venido aquí para trabajar
bajo las mismas leyes que todos los demás. Por eso habéis venido aquí en
forma humana y con vuestra memoria completamente borrada. Supisteis, antes
de llegar aquí, que perder la memoria formaba parte del proceso y habéis
elegido este momento específico y estos padres para que os proporcionasen la
mejor conexión energética y genética para cumplir vuestro propósito.
Estos poderes y talentos hacen que construyáis vuestras vidas y permitáis que
el «momentum» os conduzca hacia algo diferente que al resto de los humanos.
Mientras está ocurriendo esta extensa mutación en los humanos, estimulada
también desde fuera por aquellos que os asisten en esta elevación genética,
tenéis que vivir e integrar todo aquello que está despertando dentro de
vosotros.
Estáis ahora en una clase y un maestro os está explicando los puntos álgidos
sobre vuestra tarea cuando vayáis a regresar a la Tierra, formando parte del
sistema para poder cambiarlo. Sois expertos en vuestra profesión, sabéis que
sois perfectos como destructores de sistemas. En esta clase os estáis divirtiendo
mucho porque el profesor os está explicando:
«Cuando bajéis a la Tierra, lo creáis o no, será necesario que nosotros
vengamos para daros instrucciones, puesto que no vais a recordar nada de lo
que os estamos diciendo aquí».
Y todos vosotros, destructores de sistemas, os reís a carcajadas por-que sabéis
que una vez os sumerjáis en la Tierra, no recordaréis nada de lo ocurrido en
esta clase. Y el profesor sigue:
«¡Observad esto! Os mostraremos una película. Mirad, ahí llegamos nosotros
en un vehículo y allá estáis vosotros en vuestro disfraz humano, actuando
como si no supierais lo que está pasando. Esto forma parte de vuestra misión».
¿Entendéis ahora que habéis sido informados con anterioridad?
En esta clase habéis sido codificados para que nos respondierais, a los
Pleyadianos, y a otros muchos. Cuando os abráis a vuestra mayor identidad,
sed receptivos y estad dispuestos a ir más allá de vuestras fronteras pues es por
esto por lo que estamos luchando. Deseamos implantar nuevas imágenes en
vuestra mente, imágenes que os lleven más allá. No importa cómo lo hacemos.
Algunos habitantes del cosmos consideran a los humanos como algo muy
valioso a pesar de que ni vosotros mismos conocéis en este momento el tesoro
que está guardado dentro del cuerpo humano. Vuestro cuerpo humano es lo
más valioso que vais a poseer y encontrar jamás. ¡No tenéis precio! Se han
librado batallas por poseer la Tierra y, como resultado, las fuerzas que os
controlan u os limitan os han inducido, con malas artes, a no descubrir el valor
que está almacenado dentro de vosotros.
Vuestro lenguaje está codificado y los sonidos crean imágenes que se reflejan,
que estimulan y estructuran vuestra conciencia. Las palabras habladas llevan
una vibración diferente de las escritas. Nos encanta jugar con ambas formas de
lenguaje. Cuando hablamos, la entonación es nuestra propia rúbrica, y
utilizamos variaciones y ponemos énfasis de forma sutil en determinados
sonidos. Seleccionamos cuidadosamente lo que intentamos expresar y tenemos
ciertas maneras de utilizar las palabras.
Sabemos que vosotros oís una cosa pero que el sonido que producimos lleva un
significado muy diferente a vuestro cuerpo. En el momento en que vosotros
penetráis en nuestra vibración, recibís muchísimas instrucciones y se disparan
capas y capas de conocimientos. Por un lado están los espacios existentes entre
todas las palabras. Estos espacios suponen por sí mismos un aprendizaje. Por
otra parte, están los sonidos que producimos y que resuenan en vuestras células
y os cuentan una historia pleyadiana. El trabajo interno y externo se une para
acelerar vuestra evolución.
Las palabras estamos aquí se pueden descodificar a otro lenguaje que anuncia
básicamente una identidad más grande de quienes somos. La palabra recordar
tiene que ver con la aclamación de la fuente de quien os creó, igual que las
palabras estamos aquí. Las palabras identifican la fuente de vuestro creador y
cuando nosotros hablamos con vosotros, las palabras que utilizamos revelan, a
través de su sonido, que nosotros procedemos de la fuente de vuestro creador
en las Pléyades. Vuestras células oyen esto y avisan a vuestro cuerpo para que,
en su momento, recuerde.
La Tierra fue creada hace billones de años con un propósito. Ella iba a ser un
centro intergaláctico de intercambio de información, parte de un enorme
sistema bibliotecario, don-de se almacenarían los datos de muchísimas galaxias
– una Biblioteca Viviente, para ser exactos.
Ra, el ser que siempre me habla en calidad de instructor y filósofo, forma parte
de lo que se llaman las Tribus Pleyadianas Arcangélicas de la Luz. Estos
arcángeles son los custodios de la Tierra y de nuestro sistema solar. Existen
cuatro Tribus Arcangélicas definidas por el color que irradian: el amarillo
dorado, el rojo escarlata, el azul claro cielo y el verde suave esmeralda.
Existen numerosos seres de cada color y los seres del mismo color comparten
el mismo nombre.
Todos los miembros de la Tribu Pleyadiana Arcangélica de color dorado
se llaman Ra y son los
guardianes de la sabiduría divina, que es el producto de toda
experiencia.
Los seres azules se llaman Ptah 18 y son protectores y cuidadores de la
naturaleza eterna de la vida.
Ma-at es el título concedido a los seres rojos, constituidos en guerreros
espirituales; encierran en sí la energía de la valentía divina, que no
conoce el miedo. Existen más seres Ma-at encarnados en la Tierra que
de cualquier otro de los tres grupos arcangélicos.
A los seres verdes se les denomina An-Ra y encierran la energía de la
comprensión y compasión divinas.
A veces organizan sueños especiales de sanación con los que nos liberamos del
pasado y continuamos creciendo, o encontramos nuevas maneras de
expresarnos que son más acordes con el estado que vamos a alcanzar. Ahora
empiezan a facilitarnos el recuerdo y la enseñanza de modalidades ancestrales
de sanación, tales como los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que son el tema de
los capítulos 5 al 14.
Otro tipo de comunicación con los humanos terrestres fue el que se dio en el
invierno de 1992. Los Emisarios Pleyadianos hicieron posible para nosotros,
los que nos encontramos viviendo vidas humanas, el viaje espacial casi
instantáneo fuera del cuerpo entre la Tierra y la constelación pleyadiana. Hubo
entonces una gran celebración, a la que tuve el privilegio de asistir, donde se
reunieron los alumnos humanos de los Ejercicios de Luz con los miembros de
la Federación Galáctica, incluyendo a los Emisarios Pleyadianos de Luz.
También tuve la buena suerte de experimentar este viaje «fuera del espacio y
del tiempo» cuando me llevaron a un planeta de uno de los sistemas solares de
las Pléyades. La ida y la vuelta fueron cuestión de segundos.
Los cirujanos psíquicos y los sanadores son los otros miembros de los
Emisarios Pleyadianos de Luz con los que he tenido el privilegio de trabajar.
No son arcángeles pleyadianos (mi abreviatura de las Tribus Angélicas de
Luz), pero su colaboración es muy estrecha. En términos generales, los
arcángeles pleyadianos son los instructores que asignan las tareas a realizar.
Así como nosotros en la Tierra tenemos el Consejo Superior de los Doce que
supervisa la totalidad de nuestro sistema solar, las Tribus Arcangélicas
Pleyadianas de la Luz cumplen esa función en las Pléyades.
Puede que los nombres de las Tribus Arcangélicas os resulten familiares Ra,
An-ra, Ma-at y Path, ya que se usaban frecuentemente en el Antiguo Egipto,
sobre todo en la realeza. Los egipcios estaban en aquellos tiempos más
avanzados espiritualmente que ahora. Los pleyadianos, incluyendo a las Tribus
Arcangélicas, estaban en comunicación cotidiana con los antiguos egipcios,
capaces de responderles durante la cima de su progreso espiritual.
Por supuesto, Egipto no fue la única civilización que recibió estos dones.
Las Pléyades son un puñado de estrellas muy jóvenes las cuales se sitúan a una
distancia aproximada de 450 años luz de la Tierra y están contenidas en un
espacio de treinta años luz.
Las estrellas más grandes y brillantes del cúmulo son de color blanco-azulado
y cerca de cinco veces más grandes que el Sol.
Pléyades
Datos de observación
(Época)
Tipo Cúmulo abierto
Ascensión recta 03h 47,10m
declinación +24° 07′ 32
Distancia 440 al
Magnitud aparente (V) +1,6
Tamaño aparente (V) 110.0 minutos de arco
Constelación Taurus
Características físicas
Radio 6 al
Número de estrellas 500
Magnitud absoluta (V) -
Otras características -
Otras designaciones M45, NGC 7089
Distancia
Composición
Está dominada por estrellas azules jóvenes, de las cuales 8 pueden ser
observadas a simple vista dependiendo de las condiciones atmosféricas (cielos
muy limpios y ausencia de Luna): Taygeta, Pleione, Merope, Maia, Electra,
Celaeno, Atlas y Alcyone
El cúmulo está compuesto en una buena parte por enanas marrones —objetos
con menos del 8% de la masa solar, los cuales son demasiado livianos para ser
estrellas. Puede que estos objetos constituyan aproximadamente el 25% de la
población total del cúmulo, a pesar de que sólo contribuyan al 2% su masa
total. También, presentes en el cúmulo están las enanas blancas, las cuales
contradicen la posible edad del cúmulo.
Debido a la corta edad del cúmulo, no se espera que las estrellas normales
puedan haber evolucionado para convertirse en enanas blancas. Se cree que en
vez de ser estrellas individuales de poca o mediana masa, los progenitores de
estas estrellas eran masivas y orbitaban en sistemas binarios. Durante su rápida
evolución, la transferencia de masa de la estrella más masiva a su
acompañante, pudo haber acelerado su evolución hacia una enana blanca.
Otros
Las Pléyades son una prominente vista invernal del hemisferio norte, y
conocidas desde la antigüedad.
Se piensa a menudo que este polvo fue lo que sobró de la formación del
cúmulo, pero con una edad cerca a los 100 millones de años, la cuál es
generalmente la más aceptada para este cúmulo, casi todo el polvo
originalmente presente habría sido dispersado por la presión de la radiación. Al
parecer, el cúmulo está pasando por una región particularmente polvorienta del
medio interestelar.
Los Mayas
X-ray
images of the Pleiades reveal the stars with the hottest atmospheres.
Green squares indicate the seven optically brightest stars.
A Spitzer image of the
Pleiades in infrared light, showing the associated dust.
Credit: NASA/JPL-Caltech
A shorter exposure
shows less nebulosity.