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INTRODUCCIÓN: desde niña anhele ser maestra, pero nunca comprendí el concepto de
la ética en la maestra cristiana, solo hasta que crecí y me convertí en una de ellas. Comprendí
el concepto cuando me forme profesionalmente como una maestra y entendí que la ética es
la que por medio de normas o principios se le pone límites a la actuación de un profesional y
se le da la confianza a la sociedad. Si una profesión terrenal tiene límites, ¿Cuánto más debe
tener una profesión espiritual?
Ser maestra de escuela dominical es una profesión espiritual que exige una madures cristiana
y un compromiso real con Dios y su iglesia. Muchas mujeres deciden ser maestras sin
conocer lo que implica serlo.
I. Ser maestra de escuela dominical implica tener a cargo uno de los asuntos más
importantes para Dios dentro de su iglesia Marcos: 14-16 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
II. Implica conocer al verdadero maestro y ser llamado por Dios para la enseñanza Efesios
4:11-12 Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y
maestros, 12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo; Dios ha dotado de talentos a cada uno de los miembros de su iglesia para la
edificación del cuerpo de Cristo, cada una de ustedes se debe considerar apta para la
enseñanza y para la predicación del evangelio, ya que nuestro tema a enseñar es la palabra
de Dios, (no enseñaremos química, física, lengua castellana,) enseñaremos temas
espirituales, por eso es necesario conocer al gran maestro y a cada una de sus
enseñanzas.
1. Jesús es el gran maestro Juan 13:13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón,
porque lo soy. Juan 3:2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios
como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él.
4. Jesús amó a su prójimo y se entregó en cuerpo y alma para dar a conocer las
buenas nuevas de salvación.
✓ Amó su oficio: era un maestro sin aula y sin horario: enseñaba en cualquier lugar
y en cualquier momento.
✓ Amó a sus alumnos: sacrificó su comodidad, privilegios, hasta su propia vida.
✓ Amó a sus alumnos: se relacionaba individualmente con cada uno, sabía sus
necesidades, era un amor con obras.
✓ Enseñaba con claridad: usaba todos los recursos y métodos disponibles para darse
a entender.
✓ Conocía y vivía lo que enseñaba
✓ Enseñaba con alegría y era una influencia positiva para sus discípulos.
✓ Era manso y humilde.
✓ Transformaba vida con sus enseñanzas, preparaba para la vida eterna.
✓ Formó a otros maestros: compartió sus enseñanzas y nos entregó su legado.
CONCLUSIÓN: Ahora que ya sabes todo lo que implica ser maestra de niños, ¿estas
dispuesta a seguir adelante en este maravilloso ministerio? No es fácil imitar al maestro, es
un trabajo que requiere esfuerzo diario, el cual se debe de ir reflejando en nuestro diario vivir,
en la manera como veamos a los niños y en la forma como decidamos transmitirle su palabra.
Recuerda que los niños aprenden por lo que leen y oyen, por lo que ven y por lo que hacen.