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N° 3

Mi Amor por
ti me da la
autoridad
para
enseñarte

HOY NOS REUNIMOS PARA

 Descubrir que nosotros los padres podemos orientar a


nuestros hijos mejor que nadie.
 Ver la importancia del diálogo y de la comprensión
en la familia.

REFLEXIÓN
1. EDUCAR ES ENSEÑAR A VIVIR
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Educar es acompañar y fomentar el desarrollo
de las facultades propias de la persona para que
pueda hacer frente a la vida.

Así como en la escuela se enseña letras, matemáticas, computación,


ciencias, etc. en la vida hay cosas más profundas, valores que dan sentido a la
vida, como el amor, la fe, el respeto a los demás, la honradez, la solidaridad, el
compartir., etc. Estos valores los aprenderán a desarrollar nuestros hijos en casa,
con nuestro ejemplo de vida.

2. LA PALABRA DE DIOS ES FUENTE DE VIDA Y SABIDURÍA

La fe en Dios nos hará seguir sus enseñanzas y vivirlas. Pero, ¿cómo y quién
revelará a nuestros hijos el rostro de este Padre que tiene un corazón de familia y
que con su amor da sentido a toda nuestra vida?

3. LOS PADRES PRIMEROS Y VERDADEROS CATEQUISTAS DE


SUS HIJOS E HIJAS

Los papás somos los principales responsables de la educación de los hijos para la
vida. Esta tarea es intransferible. Los sacerdotes, religiosas o catequistas sólo
refuerzan la formación que los padres hemos dado en casa. La fe se transmite con
palabras, con el ejemplo de vida de los padres y sobre todo con amor.

Los hijos conocen y experimentan el amor de Dios a través del cariño,


amor, atención y perdón de sus padres. Es en la unión de la pareja, donde
proyectamos la mejor imagen de Dios a nuestros hijos (Gen 1, 27).

No tengan miedo. Muchos padres se atemorizan frente a sus limitaciones y


carencias para formar a sus hijos. Darse cuenta de eso, es un acto de valor y
sabiduría, no debe generar desánimo ni temor. Los valores que hay en tu vida, son
el mejor ejemplo que les das.

Ser padres es crecer con los hijos, es un proceso de cambio y renovación.


Dios nos ha confiado a nuestros hijos. No dejes a otros esta tarea de educarlos: es
tu oportunidad para ser padre o madre y ser feliz.

4. PARA FORMAR HAY QUE PREPARARSE

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Dios es amor, por eso, es familia y nos ha llamado a ser padres dándonos la misión
y la gracia de educar y formar a nuestros hijos: Educar no es tarea difícil si hay
amor

y respeto en la familia. Un arte que no se aprende


de libros, ni es producto de la técnica, sino
profesión de amor. Un arte que sale del corazón de
papá y mamá: los padres que aman lo conocen porque se educa amando.

La Catequesis Familiar es una escuela de fe para los padres, que son llama dos
a transmitir valores auténticamente humanos y cristianos a sus hijos. Cada uno de
los padres manifiesta distintos rasgos del rostro amoroso y misericordioso de Dios:
los dos son indispensables en esta formación.

Si te sientes solo o sola en la tarea educativa, no te desanimes. Dios te ama, y ama a


tus hijos. Si le abres tu corazón, te dará la fuerza de seguir amando como Jesús, si
es necesario hasta el don total. Él es el mejor padre, madre, esposo, amigo. En la
fidelidad a tus deberes descubrirás cercana la fuerza de su amor. Experimentarás
que Dios está en ti y actúa por ti.

5. UN DIALOGO FRANCO Y CARIÑOSO

Tenemos que acompañar a los hijos desde pequeños. En la práctica, los hijos no
escuchan a los padres si ven que están más preocupados de otras cosas que de ellos
y de su felicidad.

Los padres tienden a echarles la culpa a los hijos, porque no les hacen caso.
Sabemos mandar, prohibir, pero no sabemos motivar. Más ganaríamos
felicitándolos que amenazándolos.

Reaccionamos según lo que nos gusta. Nos molestamos con los hijos, pero no
buscamos su felicidad y su desarrollo espiritual. Muchos papás y mamás se
encuentran de repente con que su hija actúa como una desconocida. La hija deja de
ser una niña. Se da cuenta de lo duro que es la vida.
Empieza a cuestionar todo. Tiene sus propios problemas. Los padres deben darse
cuenta de lo que está pasando con ella. Pero a veces la condición de la vida no les
deja tiempo para conversar con su hija, los padres tienen que dedicar tiempo a la
formación de los hijos.

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Si la mamá o el papá se descuidan, otras personas, que podrían llevarlas por el mal
camino, empezarán a tener influencias en ellas. El primer gesto de amor será
escucharlas.

6. EN LA FAMILIA SE APRENDE A
VIVIR EN COMUNIDAD

En el marco de la familia la niña aprende a vivir y a relacionarse. Todo eso va


forjando su personalidad y le enseña a relacionarse con todos. No solo deben saber
recibir, sino que deben descubrir la alegría de dar; esto los hará felices.

7. HIJAS NUESTRAS, HIJAS DE DIOS

Tal vez nos cueste hablar de Dios y su amor a los hijos porque tenemos poca
costumbre. Pero ellas necesitan ver que le damos importancia a Dios. La
Catequesis Familiar no consiste en que le demos una clase semanal la niña.
Consiste en que todos los días y en cualquier momento, conversemos con él sobre
la manera de mostrar amor a Dios y a la gente.
La Catequesis Familiar es una gran oportunidad para nuestra familia, para aprender
a dialogar y a mejorar nuestra vivencia familiar con el esfuerzo de todos. Nuestras
hijas son también hijas de Dios: debemos enseñarles a conocer a Dios, nuestro
Padre, y a conversar con Él en la oración.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
1. Eclo. 30, 13 Educa a tu hijo.
2. Prov. 22, 6 Enseña el camino.
3. Lc. 10, 21-22 Enseña con franqueza y rectitud.
4. 1° Co. 13, 4-7 Himno al amor cristiano.
5. Col. 3, 12-17 El hombre nuevo.
6. Ef. 6, 1-4 No irrites a los hijos.
7. Documento de Puebla 582-589 Reflexión sobre la familia.
8. Catecismo de la Iglesia católica 2205- 2211 Familia Cristiana.
9. Catecismo de la Iglesia Católica 2221 -2230 Deberes de los padres.

-La verdadera educación es enseñar a valerse por sí misma.


-Los padres somos los primeros educadores y catequistas de nuestras hijas
-La principal manera de educar es el ejemplo: por eso lo más importante es
que los papás vivamos nuestra fe.
-Debemos dedicar tiempo para escuchar a los hijos conocerlos más y 4
orientarlos.
-En la familia los hijos aprenden a relacionarse, a compartir y colaborar.

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