Está en la página 1de 5

Título: "El camino de la emprendeduría"

Personajes:

 Ana: Una joven emprendedora que ha fundado su propia empresa.


 Carlos: Un joven que trabaja en una empresa como empleado.
 Laura: La madre de Ana, quien tiene una mentalidad conservadora y no ve con
buenos ojos el emprendimiento.
 Juan: El mentor de Ana, un exitoso empresario que le ha brindado apoyo y guía en
su carrera.

Acto 1:

Escena 1: Ana está trabajando en su oficina cuando recibe una llamada de su madre.

Laura: Hola, hija. ¿Cómo te va con tu empresa?

Ana: Hola, mamá. Muy bien, gracias por preguntar. Estamos creciendo poco a poco.

Laura: Me alegra oír eso, pero no entiendo por qué no buscas un trabajo seguro en lugar
de arriesgarte con tu propio negocio.

Ana: Mamá, esto es lo que quiero hacer. Soy feliz con mi empresa y sé que puedo tener
éxito si sigo trabajando duro.

Laura: No estoy segura de que esa sea la mejor opción, pero bueno, es tu vida.

Ana: Gracias por tu apoyo, mamá. Te quiero.

Escena 2: Carlos está en su trabajo, realizando sus tareas diarias cuando su jefe entra en la
oficina.

Jefe: Carlos, tienes un buen desempeño en la empresa. ¿Has considerado ser un


emprendedor?

Carlos: No lo sé, jefe. Me siento cómodo trabajando aquí y no estoy seguro de tener las
habilidades necesarias para tener mi propia empresa.

Jefe: Entiendo, pero piénsalo. Ser emprendedor puede ser muy gratificante.

Acto 2:

Escena 1: Ana se reúne con Juan para discutir su empresa.

Juan: Ana, estás haciendo un gran trabajo con tu empresa. Me alegra ver cómo has crecido
desde que comenzaste.

Ana: Gracias, Juan. No habría llegado tan lejos sin tu apoyo y consejo.
Juan: Sabes, la emprendeduría no es para todos. No todo el mundo tiene lo que se necesita
para tener su propia empresa. Pero tú sí lo tienes.

Ana: ¿Qué habilidades crees que son necesarias para ser un buen emprendedor?

Juan: La capacidad de tomar riesgos, la creatividad, la perseverancia y la capacidad de


liderazgo son solo algunas de las habilidades importantes.

Escena 2: Carlos está en su casa, reflexionando sobre su futuro.

Carlos: ¿Debería tomar el riesgo y empezar mi propio negocio? ¿Tengo las habilidades
necesarias para tener éxito?

Entra Laura en la habitación.

Laura: Carlos, ¿cómo te va en el trabajo?

Carlos: Bien, gracias.

Laura: ¿Has considerado empezar tu propia empresa?

Carlos: Sí, lo he pensado. Pero no sé si tengo lo que se necesita.

Laura: Eso es comprensible. No todos están hechos para ser emprendedores.

Acto 3:

Escena 1: Ana está en su oficina, celebrando un nuevo contrato.

Ana: ¡Lo logramos! ¡Firmamos el contrato!

Sus empleados la felicitan.

Empleado 1: Eres una gran líder, Ana. Nos has guiado hacia el éxito.

Empleado 2: Gracias por darnos la oportunidad de trabajar contigo. Estamos felices de ser
parte detu empresa.

Ana: No puedo hacerlo sola. Ustedes también son parte de esto. ¡Celebremos juntos!

Escena 2: Carlos está hablando con su jefe en la oficina.

Jefe: Carlos, he estado observando tu trabajo y creo que tienes las habilidades necesarias
para ser un emprendedor exitoso.

Carlos: ¿En serio? ¿Crees que tengo lo que se necesita?


Jefe: Sí, lo creo. ¿Por qué no empiezas por crear un plan de negocios y ver hacia dónde te
lleva?

Carlos: Eso suena bien. Gracias por la sugerencia, jefe.

Acto 4:

Escena 1: Ana está en una conferencia sobre emprendeduría, compartiendo su experiencia


con otros empresarios.

Ana: Cuando comencé mi empresa, no sabía exactamente lo que estaba haciendo. Pero con
la ayuda de un mentor y un equipo dedicado, pude superar los desafíos y crecer mi
negocio. No todos son emprendedores, pero si tienes la pasión y las habilidades necesarias,
¡adelante!

Escena 2: Carlos está en su oficina en casa, trabajando en su plan de negocios.

Carlos: Tal vez tenga lo que se necesita para ser un emprendedor después de todo. Voy a
seguir adelante con esto y ver a dónde me lleva.

Laura entra en la habitación.

Laura: ¿Qué estás haciendo, Carlos?

Carlos: Estoy trabajando en mi plan de negocios. Quiero ver si puedo tener mi propia
empresa.

Laura: Me alegra oír eso. Sabes, a veces es mejor arriesgarse que no hacer nada en
absoluto.

Carlos: Gracias, mamá. Eso significa mucho para mí.

Epílogo: La emprendeduría no es para todos, pero si tienes la pasión y las habilidades


necesarias, puede ser una experiencia gratificante y enriquecedora. Ya sea como
emprendedor o como empleado, lo importante es seguir tus sueños y trabajar duro para
alcanzarlos.
Acto 1:

Escena 1: Dos vendedores, Juan y Pedro, están en una tienda de electrónica.


Juan está ayudando a un cliente a elegir una computadora portátil mientras
Pedro está hablando por teléfono en un rincón.

Cliente: ¿Esta computadora tiene suficiente memoria para mis necesidades?

Juan: Sí, esta es una excelente opción para lo que estás buscando. También
viene con un descuento del 20% si la compras hoy.

Pedro se acerca al cliente y Juan.

Pedro: Oye, ¿qué estás haciendo? No tienes que darle un descuento, él la


comprará de todos modos.

Juan: No se trata solo de vender, Pedro. Se trata de satisfacer las necesidades


del cliente y asegurarnos de que tenga una buena experiencia de compra.

Pedro: Bah, eso no importa. Lo que importa es ganar dinero.

Escena 2: Más tarde, un nuevo cliente entra a la tienda y Pedro lo atiende.

Pedro: ¿Qué quieres?

Cliente: Estoy buscando una televisión inteligente.

Pedro: ¿Por qué no lo buscas en otro lado? Aquí no tenemos las mejores
opciones.

El cliente se va de la tienda.

Juan: Pedro, ¿qué estás haciendo? Acabas de perder una venta.

Pedro: ¿Y qué? No tenía nada de especial.

Juan: Ese es el problema. Deberías tratar a cada cliente con respeto y hacer tu
mejor esfuerzo para ayudarlos.

Acto 2:

Escena 1: Un cliente molesto entra a la tienda y se acerca a Juan.


Cliente: ¿Eres tú el gerente aquí?

Juan: No, soy un vendedor. ¿En qué puedo ayudarte?

Cliente: Estoy muy molesto con Pedro. Me trató mal cuando le pregunté por
una televisión inteligente.

Juan: Lo siento mucho. Déjame hablar con él y veré si puedo ayudarte de alguna
manera.

Juan se acerca a Pedro.

Juan: Pedro, un cliente está muy molesto contigo. ¿Qué sucedió?

Pedro: No es gran cosa. Solo le dije la verdad.

Juan: No, eso no es suficiente. Necesitas ser más considerado con nuestros
clientes y asegurarte de que tengan una buena experiencia de compra.

Pedro: Lo intentaré.

Escena 2: Pedro está ayudando a un cliente a elegir un teléfono móvil.

Pedro: Este es el mejor teléfono que tenemos. Puedes comprarlo ahora o ir a


otro lado y encontrar uno peor.

El cliente se va de la tienda.

Juan: Pedro, lo siento, pero no puedes seguir trabajando aquí. No eres un buen
vendedor y no tratas a nuestros clientes con respeto.

Pedro: Lo entiendo. Gracias por la oportunidad.

Juan: Por supuesto. Si alguna vez cambias de opinión y quieres mejorar tus
habilidades de venta, ven y hablaremos de nuevo.

Epílogo: Vender no se trata solo de ganar dinero, sino de satisfacer las


necesidades del cliente y asegurarse de que tengan una buena experiencia de
compra. Tratar mal a los clientes no solo afecta las ventas, sino que también
daña la reputación de la tienda y los vendedores. La empatía y la consideración
son clave para tener éxito en el mundo de las ventas

También podría gustarte