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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PRIVADO Y PROCESAL

“la Ejecución dineraria, Ejecución de obligaciones de hacer, no hacer y dar


cosa determinada. Art. 604 al 699 CPCM.”

Dr. José Antonio Martínez

Estudiantes
Sandra Yessenia Interiano deVaquiz

Carnet:

IF15

Materia:

Derecho Procesal lll

Cuidad Universitaria 18 de Noviembre 2021, San Salvador


Contenido
Introducción............................................................................................................................1
Objetivo General:....................................................................................................................2
Específicos:...........................................................................................................................2
Ejecución por cantidad de dinero............................................................................................3
Funciones de la ejecución dineraria..................................................................................5
Procedimiento.......................................................................................................................6
Solicitud................................................................................................................................6
Fases de la ejecución dineraria................................................................................................6
Embargo de bienes............................................................................................................7
Características del embargo...........................................................................................8
Bienes inembargables......................................................................................................9
Bienes embargables..........................................................................................................9
Procedimiento de apremio....................................................................................................10
.Ejecución no Dineraria.........................................................................................................12
LA EJECUCION DE HACER, NO HACER Y DAR COSA DETERMINADA................13
Ejecución de condenas de hacer.....................................................................................14
Obligaciones de hacer no personalísimo..................................................................16
Obligaciones Personalísimas...........................................................................................18
Obligaciones de efectuar declaraciones de voluntad............................................19
Ejecución De Obligaciones de No Hacer...................................................................21
Ejecución De Obligaciones De Dar.............................................................................22
Ejecución de entregar alguna cosa.................................................................................23
Entrega de inmuebles........................................................................................................24
Obligación de entrega de cosas genéricas o indeterminadas....................................25
CONCLUSIONES................................................................................................................27
Introducción.

La presente investigación tiene como finalidad, esforzar de forma somera, algunas


implicaciones propias de la ejecución dineraria y las ejecuciones de las
obligaciones en nuestro orden jurídico

El proceso de ejecución, que es una actividad jurisdiccional destinada a hacer


efectivo el derecho reconocido o establecido en la sentencia firme, ante la
resistencia o el incumplimiento del obligado por la sentencia, surge, pues, la
ejecución forzada procesal, que consiste en realizar coactivamente la pretensión,
disponiendo el "cumplimiento" que permita efectivizar el derecho. Cuando este
tiene contenido patrimonial, en perjuicio del demandado para satisfacer al
acreedor.

1
Objetivo General:

Describir de manera sintetizada, pero de forma concreta, en que consiste la


ejecución dineraria como acto de iniciación del Proceso de Ejecución.

Específicos:

Comprender como se emplea el Proceso de Ejecución y su respectiva Solicitud.

Conocer los requisitos esenciales para que tenga lugar la ejecución dineraria

2
Ejecución por cantidad de dinero

“La ejecución dineraria es la actividad jurisdiccional de ejecución forzosa que tiene


como finalidad obtener del patrimonio del deudor una determinada cantidad de
dinero para entregarla al acreedor”.

De acuerdo al Art. 604 CPCM.- “Serán aplicables las disposiciones contenidas en


el presente título a todos los reclamos derivados de la existencia de un título de
ejecución cuando la obligación contenida en el mismo sea líquida.

Para ordenarla ejecución se considerará líquida toda cantidad de dinero


determinada, expresada en el título con letras, cifras o guarismos comprensibles,
prevaleciendo la que conste con letras si hubiera disconformidad.

Sin embargo, al efecto de ordenar la ejecución, la cantidad que el ejecutante


solicite por los intereses que se pudieran devengar durante la ejecución y por las
costas que ésta origine no tendrá que ser líquida.” 1

En el ámbito de las ejecuciones dinerarias se refiere exclusivamente a la ejecución


de títulos cuya prestación sea una cantidad de dinero líquida; de esta forma, las
disposiciones de la ejecución por cantidad de dinero, las prevé el CPCN en su
artículo 661, la cual establece que serán aplicables a todos los procesos derivados
de la existencia de un título de ejecución, siempre que la obligación contenida en
el mismo sea líquida y exigible. Ante este supuesto, podemos deducir fácilmente
que esta ejecución la pueden contener tanto títulos judiciales, como no judiciales.

También establece que, para ordenar la ejecución, se considerará líquida toda


cantidad de dinero determinada, expresada en el título en letras y cifras
comprensibles, prevaleciendo la que conste en letras si hubiera disconformidad,
todo lo anterior, de conformidad a lo establecido en el CPCN.

Cordón Moreno, F citado por Tórrez Peralta, (2015) el cual dice sobre ejecución
dineraria lo siguiente:
1
Codigo Procesal Civil y Mercantil, Legislación Salvadoreña

3
‘’La ejecución dineraria es, en términos generales, la actividad jurisdiccional de la
ejecución forzosa que tiene como finalidad obtener del patrimonio del deudor una
determinada cantidad de dinero para entregarla al acreedor’’.

En este supuesto cabe recalcar que se desglosan dos requisitos básicos, como lo
es primeramente que el título verse sobre un deber de entregar una determinada
cantidad de dinero, y que en caso de que esta cantidad de dinero que se reclame
provenga de un préstamo o crédito pactado en moneda extranjera, será preciso
ajustar dicha moneda a su equivalente en moneda de curso legal, sin perjuicio del
derecho que tienen las instituciones autorizadas por la Superintendencia de
Bancos que captan recursos del público, esto de conformidad al artículo 663 del
CPCN y contemplado también en los privilegios bancarios en el artículo 53
numeral 1 de la Ley No. 561 Ley General de Bancos, Instituciones financieras no
bancarias y Grupos financieros, donde establece la facultad de los bancos de
“otorgar créditos en general, sea en moneda nacional o extranjera y cobrarlos en
la misma moneda en que se otorgaron;” y el segundo requisito y no menos
importante que se considera que dicha cantidad de dinero sea líquida y exigible,
es decir que se deduce que dicha cantidad se considera líquida cuando
establecida en una cantidad concreta y para cuando determinarla solo hay que
realizar una sencilla operación matemática a tenor de lo dispuesto en el párrafo
segundo del artículo 661 CPCN.

Según Garberí Llobregat, (2001) afirma que esta ejecución radica exclusivamente
a aquellos supuestos en el que el título ejecutivo implique el deber de entregar una
cantidad de dinero líquida.2

Es importante recalcar que es la más frecuentes de las ejecuciones y no solo


porque una mayoría de títulos lo que plasman es una deuda en una concreta
cantidad de dinero, sino también porque a esta modalidad puede revertir el otro
tipo de ejecución, la no dineraria en sus modalidades de dar, hacer o no hacer
cuando resulta imposible el cumplimiento de las mismas, además de que toda

2
Valentín Cortés Domínguez, Derecho Procesal Civil: Parte General, 4ª ed., (Valencia: Tirant Lo Blanch,
2010), 389.

4
deuda ilíquida, una vez realizado el proceso de liquidación, también encuentra por
los tramites de la ejecución dineraria, satisfacción. 3

Funciones de la ejecución dineraria

“Con gran diferencia sobre las restantes modalidades o formas de ejecución


forzosa, la ejecución por obligaciones de pago de dinero es la más frecuentemente
utilizada en la práctica y cumple una doble función”

a) Por una parte, “constituye un medio de satisfacción específica de


obligaciones, es decir, de satisfacción a través de los actos del proceso en
equivalente a lo adeudado: ocurre así en todos los casos en que la acción
ejecutiva nace del incumplimiento de una obligación de pago de cantidad de
dinero, líquida, vencida y exigible: el deudor está obligado a entregar al
acreedor una cantidad de dinero y el Estado, coactivamente, busca ese
dinero en el patrimonio del deudor para satisfacer al ejecutante” , a través
de una serie de actos jurídicamente regulados y con el respeto a
determinadas garantías.

b) b) La segunda función de la ejecución dineraria es la de actuar como medio


de satisfacción genérica, esto es, constituye una forma de ejecución forzosa
aplicable en todos aquellos supuestos en que no es posible obtener el
cumplimiento forzoso de lo adeudado en los términos pactados por las
partes o conforme al objeto de la prestación debida (obligaciones de dar,
hacer o de no hacer, no dinerarias308): el acreedor obtiene, al final, algo
diferente de lo debido, bien sea cuando busca a un tercero que realice la
prestación incumplida, bien sea como resarcimiento de daños y perjuicios
ante la imposibilidad del cumplimiento en especie.

3
Dr. Juan Carlos Caballas García et. al., Código Procesal Civil y Mercantil Comentado, 2ª ed., (El Salvador:
Consejo Nacional de la Judicatura, Escuela de Capacitación Judicial “Dr. Arturo Zeledón Castrillo”, 2011),
723

5
Procedimiento

El procedimiento de la ejecución dineraria podemos resumirla en los siguientes


apartados:

Solicitud

La ejecución dineraria se inicia como ya se dijo con una solicitud de parte


interesada (art. 570 CPCM), “para la que no se previene requisito especial alguno
en la ley, presentada ante el juez que conoció en primera instancia” 309 (si el título
fuera un acuerdo o transacción, será competente para su ejecución el juez de
primera instancia que conociera del proceso en el que se hubiera producido el
acuerdo o transacción; tratándose de un laudo arbitral, la competencia para su
ejecución corresponderá al juez de primera instancia que debió conocer de la
controversia si no hubiera habido arbitraje), “al objeto de que este ordene el
despacho de la ejecución y dicte el oportuno mandamiento de embargo,
realizando los demás actos conducentes a la satisfacción del derecho del
acreedor”.

Fases de la ejecución dineraria

Para Tórrez Peralta (2015), la ejecución dineraria se divide en dos momentos


procesales y se denominan de la siguiente manera:

“1) La fase de embargo; y 2) la fase del apremio, La primera consiste en traer y


afectar a la ejecución bienes suficientes del deudor. Y la segunda, por su parte
tiene como finalidad la satisfacción del derecho del acreedor, que pueda encontrar
variadas formas dependiendo de la naturaleza de los bienes embargados, pues
cabe desde la simple entrega de la cantidad de dinero cuando este sea el bien
embargado, hasta la necesidad de convertir otros bienes patrimoniales en dinero
para hacerse pago.

Estas estas dos fases rigurosamente complementarias. El embargo prepara y

6
hace posible el apremio; y a la vez, es presupuesto fáctico y jurídico para que las
actuaciones de la fase de realización sean jurídicamente eficaces.”

Esto quiere decir que posterior al embargo surge el apremio donde se desglosa en
diversas opciones para el ejecutante, donde pueda recuperar su dinero
satisfactoriamente, sustentado en el título no judicial objeto de ejecución. Por
tanto, el embargo como fase previa al apremio es fundamental y necesaria porque
si no existieran bienes qué embargar no puede darse la siguiente.

Embargo de bienes

Una vez realizado el requerimiento de pago al ejecutado, donde se le exige el


cumplimiento de la obligación que es el pago de la cantidad total objeto de
ejecución o si no se realizare algún acuerdo con el ejecutante y si éste no pagare,
el mismo auto que dicta la autoridad judicial competente donde despacha la
ejecución ordena en el libramiento del mandamiento o mandato que se proceda a
embargar bienes concretos y suficientes para cubrir lo adeudado más intereses y
costas contemplado en el escrito de la demanda interpuesta. Esto es aplicable a la
ejecución dineraria, contenida tanto en títulos judiciales como no judiciales, sin
embargo, también aplica en las especialidades de los títulos no judiciales a como
lo son las ejecuciones hipotecarias y pignoraticias, puesto que su naturaleza es el
pago de una cantidad de dinero líquida a pesar de que a falta del mismo se ordena
la entrega del bien dado en garantía estipulado en el título no judicial para su
posterior apremio.4

Fernández – Ballesteros López citado por Tórrez Peralta (2015), definen sobre
este criterio lo siguiente:

“El embargo de bienes es una actividad estrictamente jurisdiccional y ejecutiva


llevada a cabo en el proceso de ejecución, enderezada a elegir los bienes del
ejecutado que deben sujetarse a la ejecución y a afectarlos concretamente a ella,
con el fin de realizar posteriormente los que sean necesarios para pagar al
4
Karín Armando Batres Ángel, “Los Límites de la Ejecución Forzosa Regulada en el Código Procesal Civil y
Mercantil”, (Tesis de pregrado, Universidad de El Salvador, 2012), 208.

7
ejecutante; o bien, si se ha afectado dinero o la cosa especifica que se debe,
llevar a cabo el pago inmediato al acreedor.”

Características del embargo

 Para Garberí Llobregat et al. (2001) “el embargo constituye una actividad
jurisdiccional”, aun cuando este tipo de ejecución dineraria puedan ser
judiciales o no judiciales, solo la autoridad judicial tiene la potestad de
ordenarlo en el mandato o mandamiento, sin intervención o dependencia de
otra entidad para su decisión a pesar de que su realización lo efectúa una
persona distinta (Juez de ejecución y embargos) pero facultado por el auto
dictado que despacha la ejecución del título no judicial.

 Para Ortells Ramos citado por Tórrez Peralta (2015), “el embargo implica
una individualización de los bienes del deudor”, esto se materializa con las
limitaciones que existen con respecto al patrimonio de la parte ejecutada a
pesar de lo que dispone el artículo 2335 del Código Civil que enuncia que
“todos los bienes que constituyen el patrimonio de una persona responden
el pago de sus deudas”, sin embargo nuestra norma procesal enuncia
aquellos bienes que no pueden ser objeto de embargo en el artículo 345 del
CPCN.

A como mencionamos anteriormente, el embargo forma parte de una escalera


secuencial con respecto al apremio, puesto que esta es un requisito para llegar a
la fase procesal del apremio, donde se determina la forma en que se dará por
cumplida la obligación pactada en el título no judicial que estudiaremos más
adelante. En este mismo sentido la posibilidad de que se realicen los bienes del
ejecutado para cumplir dicha obligación de pagar la cantidad de dinero líquida
vencida y exigible al ejecutante, implica que previamente los bienes objetos de
embargo hayan sido declarados judicialmente.5

Bienes inembargables

5
Azula Camacho, Manual de Derecho Procesal, T. I., 2ª ed., (Bogotá, Colombia: ABC, 1982), 71.

8
El CPCN determina que antes de determinar los bienes para ser embargados,
debe hacerse una investigación previa del patrimonio del ejecutado, siendo uno de
los

supuesto novedoso que nos ofrece el Código Procesal Civil, debido a que en esta
etapa procesal se constituía una problemática en el ya derogado Código de
Procedimiento Civil de 1905, a causa de las grandes carencias: la primera,
referida a la defectuosa regulación sobre quien debía determinar los bienes a
embargar y la falta de obligación del ejecutado a designarlos; la segunda, la
dificultad por parte del órgano judicial de investigar el patrimonio el deudor.

Por lo cual el nuevo Código Procesal Civil ha dado un importante paso adelante en
este aspecto, pues contempla la posibilidad a petición del ejecutante, la
investigación del patrimonio del deudor por el órgano jurisdiccional, imponiendo la
obligación de todas las personas y entidades públicas y privadas a prestación con
el mismo a tenor de lo establecido en el artículo 667 del CPCN.

Bienes embargables

Ya mencionado el supuesto donde enuncia la lista de bienes que no pueden ser


objeto de ejecución para su embargo, el Código Procesal Civil en su artículo 346
también contempla una lista con respecto al orden de prioridad que tendrán los
bienes al momento del embargo, donde en este caso será cuando surja de una
ejecución dineraria y por el saldo insoluto que resultare en el caso de las
ejecuciones hipotecarias y pignoraticias si el valor del bien dado en garantía al
momento de su apremio no cubriere el pago total de la deuda objeto de ejecución.

Sin embargo, la autoridad judicial tendrá la facultad de decidir el orden atendiendo


a cuáles son los bienes más convenientes del ejecutado para su pronta
enajenación y menor onerosidad para el mismo. 6

6
Guillermo Alexander Parada Gámez, La Oralidad En El Proceso Civil, (San Salvador: Publicación del
Instituto de Investigación Jurídica UCA, 2008), 58.

9
Procedimiento de apremio

En la ejecución dineraria una vez realizada las formalidades del embargo y


háyanse o no adoptado medidas de garantía, la autoridad judicial está en
condición previa solicitud de parte, de pasar a la segunda y última fase que es la
de apremio o realización forzosa.

El apremio, denominado así por la doctrina española puesto que en el Código


Procesal Civil no se encuentra contemplado el término en específico, estipula cada
una de las modalidades dentro del capítulo VII que va del artículo 695 al 725
referida a la enajenación y subasta de los bienes embargados.

Podemos decir entonces que el apremio consiste en aquella fase procesal


posterior al embargo de bienes muebles e inmuebles donde va en dependencia
del contenido del título no judicial por cantidad de dinero en este caso, y además
de la voluntad del ejecutante de elegir la forma para hacer efectivo el pago de la
obligación objeto de ejecución.

En consecuencia, el apremio se considera como la fase sustancial donde se


materializa por completo la ejecución forzosa, puesto que a través de sus
modalidades se satisface el cumplimiento de la obligación pactada en el título.
Dichas modalidades que contempla el Procesal Civil en los artículos antes
mencionados, Alfaro Cortez las sintetiza de la siguiente manera:

• La entrega directa a la parte ejecutante.

Esto pasa cuando el ejecutado realiza el pago de la cantidad de dinero líquida


vencida y exigida. Dicho pago deberá atender a las limitantes establecidas en el
artículo 695 respectivamente a “el dinero, saldos de cuentas corrientes, bienes o
valores que sean aceptados por la parte ejecutante en su valor nominal y las
divisas convertibles”, esto con la intención de que se cumpla con la obligación de
la manera más inmediata y rápida posible.

Además de ello, el precepto también contempla el supuesto que “cuando se trate

10
de saldos favorables en cuenta, con vencimiento diferido, la autoridad judicial
adoptará las medidas oportunas para lograr su cobro”. Así mismo pasa con la

entrega directa e inmediata de los bienes del ejecutado cuando se trate del
incumplimiento de contratos de venta a plazos de bienes muebles y si el
ejecutante lo solicitare por el valor que resulta tras la depreciación establecida en
el título. Por último, se refiere a la enajenación directa e inmediata de las
“acciones, obligaciones y otras formas de participación societaria” a través del
mercado bursátil regulada por la Ley de Mercado de capitales, donde se definen
los términos de la misma.

• Realización de otros bienes o derechos

La parte ejecutante decidiendo no optar por la entrega directa e inmediata de los


bienes de la forma contemplada en el artículo 695 CPCN antes mencionado,
procederá de la forma convenida entre las partes e interesados con la debida
aprobación de la autoridad judicial, a tenor de lo dispuesto en el artículo 696
CPCN.

Si se diere el caso que no hubiere acuerdo entre las partes sobre la enajenación
de dichos bienes, se tendrá que llevar a cabo mediante cualquiera de los dos
siguientes procedimientos contemplados en el artículo 696 del Código Procesal:

 Enajenación por medio de entidad especializada o notario público.

 Subasta judicial

Estas nuevas modalidades para la enajenación de los bienes embargados y en su


caso de los bienes hipotecados y pignorados contempladas por el Código
Procesal Civil en su artículo 696 dan lugar a que la parte ejecutante no tenga
como vía obligatoria la subasta judicial, por tanto, ofrece vías alternativas a
preferencia del mismo mediando el acuerdo con la parte ejecutada, es decir que
ambas partes deben expresar la misma voluntad, pues no puede prevalecer
únicamente la voluntad de una de las partes, pues se estaría violentando el debido

11
proceso, o en su caso el principio de satisfacción de parte.

En este sentido el CPCN contempla el convenio de realización y la enajenación


por medio de persona o entidad especializada, las cual resulta por medio de un
acuerdo entre el ejecutante y ejecutado, donde también pueden intervenir otras
personas interesadas, para la venta o cualquier negocio jurídico que implique el
cumplimiento de la obligación con el ejecutante, sin perjuicio de terceros
interesados , en el segundo caso el acuerdo puede ser por otra persona ya sea
natural o jurídica especializada, siempre y cuando sea aprobada judicialmente de
la enajenación para que pueda ser válida.

Una de las ventajas de la subasta judicial es que en el caso de que concurrieran


varias personas interesadas (postores) en comprar el bien objeto de ejecución,
dentro de las ofertas que realicen los postores alcanzaría un precio mayor al valor
del precio de realización (justo precio) que cuando se adjudica el bien la parte
ejecutante o si este le enajenare con ese valor fijado para su pronta recuperación
de dinero. Sin embargo, no siempre es así, porque existe la posibilidad que no se
presentare ningún postor a la audiencia de subasta, previendo esto para no dilatar
más el proceso, la parte ejecutante puede actuar como postor y adjudicar el bien
objeto de subasta inmediatamente, sino puede tomar la decisión de hacerlo dentro
de los 20 días posteriores de la realización de la misma.

.Ejecución no Dineraria.

Al abordar a este tipo de ejecución, se debe de hacer una distinción entre


obligación dineraria y no dineraria; para lo cual se entiende que la obligación
dineraria es aquella en la que el deudor tiene la obligación de entregar una
cantidad de dinero liquida; en cambio la obligación no dineraria es aquella que
obliga al deudor a dar un objeto diferente al dinero; a hacer o dejar de hacer cierta
actividad a favor del acreedor. 7

Este tipo de ejecución busca realizar el cumplimiento de lo debido en sus propios

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términos, ya que si la responsabilidad de cumplimiento es de hacer, la pretensión
del ejecutante es precisamente que el ejecutado haga dicha acción; pero existen
situaciones en las que sería imposible realizar la prestación debida – dar, hacer, o
no hacer- por lo que existe la posibilidad que sean sustituidas por sus equivalentes
en dinero.

El procedimiento de este tipo de ejecución, no son aplicables las medidas


cautelares, como regla general, aunque existen casos en las que se aplican;
generalmente en esta ejecución se otorga al condenado a un plazo para realizar la
obligación398; sobre el procedimiento, SANTIAGO GARNEDERES que:
―resultan de aplicación las disposiciones generales sobre la ejecución forzosa, en
cuanto regulan el despacho de ejecución, la notificación al ejecutado, la eventual
oposición del ejecutado y la eventual suspensión de la ejecución, por lo que
aunque en los artículos 675 al 695 del CPCM, o haga referencia a la oposición de
la ejecución, no significa que no se apliquen las disposiciones generales de la
ejecución forzosa.8

LA EJECUCION DE HACER, NO HACER Y DAR COSA


DETERMINADA

“Hay diferentes razones para definir genéricamente bajo el nombre de condenas


no pecuniarias a estos distintos tipos de condena (de hacer, de no hacer, de
entregar cosa determinada), que obedecen más que a cuestiones de naturaleza
jurídica, a cuestiones de carácter práctico que se plantean a la hora de tratar de
ejecutarlas. Esto es debido a que presentan todas ellas unas peculiaridades y
problemáticas semejantes, y en todo caso bastante diferentes de las que se
pueden plantear a la hora de ejecutar sentencias que condenan a la entrega de
una cantidad de dinero”.

En primer lugar se trata de condenas cuyo contenido puede ser variado, muy
8
Lino E. Palacio, Derecho Procesal Civil; Nociones Generales. T. II, 2ª ed. (Buenos Aires, Argentina:
Abeledo-Perrot, 1990), 263.

13
diferente, y por ello, para su ejecución el juez debe gozar de más libertad, de un
poder discrecional más elevado que del que goza para la ejecución de las
sentencias condenatorias a la entrega de una cantidad de dinero. Algunos autores
reconocen las dificultades que encuentra una condena no pecuniaria para
ejecutarse in natura como otro argumento para agruparlas.

Ello se basa en que la posibilidad de que no se cumpla la obligación no depende


sólo de la posible insolvencia del deudor, sino de otro tipo de condicionantes,
como la efectiva existencia de la cosa a entregar en poder del deudor, o que el
deudor tenga la real voluntad de efectuar o no efectuar la conducta requerida. “En
cambio, en el supuesto de las ejecuciones dinerarias, al constituir el dinero el bien
fungible por excelencia, es más fácil buscar bienes en el patrimonio del deudor
para realizar la obligación establecida por ese tipo de sentencias”.

“La ejecución de hacer, no hacer o dar cosa determinada, presenta los mismos
presupuestos y requisitos ya mencionados en el procedimiento de la ejecución
forzosa”, que se concretan en la existencia de un título de ejecución forzosa, de
aquellos previstos en el artículo 554 y 555 CPCM, y la iniciativa de la parte
ejecutante, sin la cual no podrá disponerse ninguna medida de ejecución.

En relación a la sentencia como título de ejecución, debe tratarse de una


sentencia de condena, o de una prestación de condena contenida en una
sentencia constitutiva o meramente declarativa. “Para proceder a su ejecución, la
sentencia debe estar firme, aunque como ya vimos podrá solicitarse la ejecución
provisional de la sentencia recurrida, también en el caso de que condene a hacer,
no hacer o dar cosa determinada”.

Ejecución de condenas de hacer

Según OSPINA FERNANDEZ “las obligaciones de hacer es una subclasificación


muy importante de las obligaciones positivas, puesto que tienen por objeto un acto
positivo del deudor, como la prestación de un servicio y a las que tienen por objeto

14
la entrega de una cosa, siempre y cuando que tal entrega no implique mutación de
la propiedad, como la que debe hacer el arrendador al arrendatario o el depositario
al depositante” .

El Dr. MIRANDA considera que las obligaciones de hacer “son aquellas que
suponen que la cosa debe ser hecha porque un hecho es objeto, de tal suerte que
el deudor por regla general debe intervenir personalmente haciendo alguna cosa,
motivo por el cual puede ser obligado cuando no quiera o no pueda hacerlo”

. Para CASTILLO FREYRE las obligaciones de hacer “consiste en ejecutar el


hecho a que se obliga el deudor en los términos del contrato para realizar
cumplidamente la prestación, las obligaciones de hacer se reducen, pues, a las
que tienen por objeto un acto positivo del deudor, como la prestación de un
servicio y las que tienen por objeto la entrega de una cosa, siempre y cuando que
tal entrega no implique mutación de la propiedad, como la que debe hacer el
arrendador al arrendatario o el depositario al depositante.”

No debemos perder de vista que “la condena contenida en el título puede consistir
en un hacer; esto es, en la realización de una actividad física o jurídica por parte
del obligado, en cuyo caso se precisa en principio su cooperación activad”. “La
ejecución forzosa cuando se trate de condenas de hacer se inicia, como toda
actividad ejecutiva, a instancia de parte, presentando una solicitud al órgano
jurisdiccional.

Admitida la petición, el juez ordena requerir al deudor sin previa audiencia para
que realice la actividad de que se trate, señalándole a tal fin el plazo que estime
necesario según la naturaleza de la obligación el cual no podrá exceder de quince
días” 354 . “Ante esta intimación judicial cabe, por una parte, que el obligado
cumpla lo ordenado en el requerimiento dentro del plazo concedido, con lo que
finaliza la ejecución sin haber precisado de una actividad judicial tendente a
sustituir la conducta del deudor, por cuanto éste realizó específicamente aquello a
que venía obligado. Por otra parte, puede haberse producido un cumplimiento sólo
parcial”, el cual quedara sujeto a criterio del juzgador una ampliación del plazo. “Si

15
acaso se le otorgase una ampliación del plazo o sin ella el deudor sólo haya
cumplido parcialmente, deberá proseguirse la ejecución por lo que reste por
realizar, del modo prevenido para el supuesto de incumplimiento total”.

Las obligaciones de hacer, se divide en tres secciones: la primera, destinada a


regular la ejecución de obligaciones de hacer no personalísimas, la segunda
referida a obligaciones de hacer personalísimas, y la tercera a las obligaciones de
efectuar declaraciones de voluntad.

Obligaciones de hacer no personalísimo

Según el procesalista CARRERAS MARAÑA “Las obligaciones de hacer no


personalísimas, son también denominadas fungibles, las cual doctrinalmente se
parte de considerar fungible aquellas obligaciones en las que el deudor ha de
realizar actos o hechos materiales, y no fungible las que conllevan realizar una
actividad artística o cualificada, o una declaración de voluntad”, además admiten
ser cumplidas por un tercero en caso de resistencia del obligado; se distinguen de
las obligaciones de hacer personalísimas, en las que la prestación sólo puede
realizarse por el obligado, teniendo en cuenta las características de esa
prestación.

Mientras que LEDESMA MARTINEZ manifiesta que las obligaciones de hacer no


personalísimo “son aquellas en que la determinación de la prestación se ha tenido
en cuenta la persona del deudor, en las obligaciones personalísimas la posición
deudora no puede modificarse (Ej. Se contrata a un cantante determinado para
hacer concierto).

RAMOS MENDEZ comparte la idea que “una de las posibilidades en el proceso es


que la condena obligue a la realización de un hacer de tipo personalísimo o
fungible. Esto implica que el objeto de la condena sea una conducta que puede
ser realizada por un sujeto distinto del condenado, sin que ello suponga una
exclusión de la identidad de resultado, o aun suponiendo ésta, el cumplimiento in

16
natura sea de interés del acreedor”. 9

La ejecución deberá solicitarse por la parte acreedora, siguiendo los términos


previstos en las disposiciones generales sobre la solicitud de la ejecución (arts.
570 y ss.). “Admitida la solicitud, si el obligado no cumple la prestación, se le
requerirá para que lo haga en sus propios términos con lo que el título establezca,
dentro del plazo que el juez estime necesario según la naturaleza de la obligación
y las circunstancias del caso”, que no podrá exceder de quince días (art. 675). La
admisión de la solicitud de ejecución, debe vincularse con lo previsto para el
despacho de ejecución en las disposiciones generales de la ejecución forzosa (art.
576 CPCM), y deberá notificarse al ejecutado a fin de posibilitar su defensa, en los
términos previstos en el artículo 579 CPCM.

De modo que, sin perjuicio del plazo previsto en el despacho de ejecución para el
cumplimiento de la obligación, el ejecutado dispone de un plazo de un plazo de
cinco días siguientes al de la notificación, para formular oposición por los motivos
previstos en el artículo 579 CPCM.

El artículo 676 CPCM prevé la posibilidad de adoptar medidas de garantía a


solicitud del ejecutante, “cuando no pudiera tener inmediato cumplimiento la
obligación que se pretenda ejecutar y la demora pudiese poner en peligro su
efectividad”. La norma aclara que “si se acuerda el embargo, deberá recaer en
bienes suficientes para asegurar el cumplimiento de la obligación principal y el
pago de los intereses, indemnización por daños y perjuicios y costas de ejecución
que pudiera resultar”, y se alzará si el ejecutado presta caución suficiente.

“El embargo cumple en este caso, una función de coerción, a fin de obtener el
concurso del obligado para el cumplimiento de la prestación, y una función de
garantía para asegurar la eventual ejecución por equivalente” . La falta de
cumplimiento del obligado, dentro del plazo señalado, o la contravención inicial o
posterior al tenor de la obligación, faculta al ejecutante a optar entre la realización
por un tercero, a costa del ejecutado, o solicitar que el costo de lo ordenado se
9
Giuseppe Chiovenda, Instituciones de Derecho Procesal Civil, Vol. II, (Madrid, España: Revista de Derecho
Privado, 1954), 18.

17
abone como daños y perjuicios (art. 677 CPCM). Se establece, no obstante, que si
el título contiene una disposición expresa para el caso de incumplimiento del
deudor, se estará a lo dispuesto en él

. La opción por la realización por un tercero está regulada en el artículo 678


CPCM, que contempla la valoración del coste de la misma mediante el
presupuesto presentado por el ejecutante o por una pericia ordenada por el juez; y
el embargo y realización de bienes del ejecutado hasta obtener la cantidad que se
determine, lo que -agregamos- se efectuará a través del procedimiento previsto
para la ejecución dineraria, una vez liquidados los perjuicios. El ejecutante
designará a la persona que habrá de encargarse de la ejecución, la cual será
nombrada por el juez.

La opción por el resarcimiento de daños y perjuicios está regulada en el artículo


679 CPCM, que remite al procedimiento de liquidación de cantidades regulado en
el artículo 696.

Obligaciones Personalísimas.

Se denominan a este tipo de obligaciones como infungibles o no fungibles, ya que


no admiten que sean cumplidas por un tercero, ya sea por la naturaleza de la
prestación que se desprende de una capacidad o habilidad, que el deudor posee y
que no podría realizar un tercero; también son denominadas como obligaciones
intuito personae; el ejemplo típico por excelencia es en el caso que una persona
sea obligada a construir una escultura; en este ejemplo el deudor posee esa
habilidad que no cualquier persona posee por lo que esa obligación es
indelegable; en el mismo sentido puede ser que el titulo de ejecución, mencione
que el responsable tiene la obligación de realizar un segundo tomo de una serie
de cuentos, que por la misma fama de autor de la primera obra es quien debe de
realizar la segunda.

Con relación a su procedimiento; se mencionan las respectivas variaciones del


mismo, en este tipo de ejecución; dentro del término que el juez otorga para su

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cumplimiento, se puede dar las respectivas alegaciones, de las razones de su
negativa a cumplir dicha obligación, en esos términos lo regula el art. 682 del
CPCM.

En caso de determinarse que la obligación no es personalísima, se seguirá para


reparar los daños y perjuicios con forme a la liquidación de cantidades, esto esta
regulado en los arts. 682, 696 al 699 del CPCM; ahora bien por otra parte si no
existiera dicha alegación del carácter personalísimo de la ejecución, en caso de
cumplir el responsable, terminara la ejecución.

Pero en caso de incumplimiento, se tomaran las medidas de garantías, que puede


ser el embargo de bienes, regulado lo anterior al art. 615 al 63 y 681 CPCM; al
igual en este punto si existe un cumplimiento de la obligación se termina la
ejecución.

Si aun se incumple la obligación, el ejecutante tiene la opción de escoger entre el


pago del equivalente en dinero, o seguir la ejecución hasta conseguir su
cumplimiento; en este último caso se multara al obligado por la cantidad del 20%
de la contraprestación debida, hasta el límite de un año; en el cual una vez
transcurrido, se procederá a instancia de parte a la sustitución por su equivalente
en dinero, lo anterior está regulado en los arts. 683 y 685 del CPCM, lo anterior
estará limitado porque no puede concebirse una multa infinita, porque se
deformaría su finalidad.

Obligaciones de efectuar declaraciones de voluntad.

Este tipo de ejecución, se caracteriza por ser considerada con anterioridad, como
una ejecución de obligaciones personalísimas; pero observando la verdadera
finalidad de la ejecución de las obligaciones de efectuar una declaración de
voluntad, resulta evidente que el equivalente en dinero no es viable, en ellas, por
lo que no existe una sustitución de cumplimiento por equivalente, sino que existe
una sustitución entre la voluntad del responsable, por la actuación jurisdiccional

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del juez.

En las sentencias de condena, existe una tendencia a confundirlas con las


sentencias constitutivas; pero lo anterior no debe de ser así, ya que las primeras
requieren actos posteriores, que se concreticen con la declaración de voluntad se
manera voluntaria, y que a falta de la misma, se realiza mediante la ejecución
forzosa; en cambio las sentencias constitutivas, es la misma sentencias la que
crea esa situación jurídica.

Este tipo de ejecución forzosa, está regulado en los arts. 686 y 687 del CPCM; se
considera en este tipo de ejecución, que el juez tiene la facultad de sustituir al
obligado de efectuar una declaración de voluntad, aun sin su consentimiento, ya
que en la ejecución forzosa de este tipo de obligaciones, el ejecutado pierde la
calidad de obligado por el título de ejecución, y se convierte en condenado; pero
no por lo anterior se podría alegar que adolece la declaración de voluntad, de un
vicio del consentimiento, que es un elemento esencial para la existencia y validez,
que se encuentra regulado en el art. 1316 del C.C. eso es por simple hecho que,
no existe una fuerza física sobre la persona obligada, sino que se sustituye su
voluntad, y sustitución no es sinónimo de coacción.

Para EDUARDO COUTURE; al estudia este tipo de ejecución; menciona que en


ella la voluntad requerida del sujeto a la ejecución, es prestada por el juez; con
relación a la procedencia, se exige que el título, tenga el carácter de firmeza, por
lo que no es susceptible de ejecución provisional y en esos términos lo regula el
art. 592 del CPCM, que establece que so podrán ser sujetas a una ejecución
provisional este tipo de obligaciones, por los efectos jurídicos que puede producir
los jurídicos que se pretenden obtener.

En cuanto a su procedimiento, una vez solicitada la ejecución forzosa, el juez


impondrá un tiempo prudencial para que el obligado la realice, pero al término de

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esta – sin olvidar que pudiese dar en este y en los casos anteriores una oposición
a la ejecución -si no la cumpliera, el juez tendrá como realizada, pero en el caso
que los elementos esenciales estén plenamente fijados, en cambio, si los
elementos esenciales de la declaración que se pretende efectuar, no se
encuentran plenamente fijados, en ese caso se considerara a la obligación como
infungible; por lo que se procedería a la sustitución como excepción a la
reparación de daños y perjuicios, regulado en el art. 687 CPCM, y se sustituye la
obligación principal en el pago en dinero por los daños y perjuicios causados.

Ejecución De Obligaciones de No Hacer.

Este tipo de ejecución se considera como siu generis, ya que en ella se parte de
un incumplimiento, cuyo caso es de una acción prohibida; este tipo de
obligaciones son consideradas como infungible; y tiene su razón de serlo ya que si
el título de ejecución condena a “X” persona de no realizar cierta acción, no se
puede pretender que “Y” persona deje de realizar una acción de la cual no está
obligado a privarse de realizar, de manera licita.

En esta ejecución cabe la posibilidad de que al ejecutante sea indemnizado, ya


que si existe algún tipo de imposibilidad en deshacer lo hecho, cabe el pago en
dinero por los daños causados, dicha posibilidad siempre está presente por lo que
en los arts. 688 inc 2º y 690 del CPCM regula dicha situación; ahora bien por el
contrario, si existe la posibilidad de deshacer lo hecho en contravención a lo
ordenado en el título de ejecución, en ese caso; si deshiciere lo hecho se
satisfacerla al ejecutante, pero si no deshace lo hecho aun al ser posible, el art.
689 del CPCM, establece que se impondrá una multa del 20% del valor que se le
agregue a la obligación, por cada mes de incumplimiento.

Este tipo de ejecución tiene ciertas particularidades; una de ellas es el hecho que,
ante la actitud del deudor de incumplir con lo ordenado de privarse o limitarse a
realizar ciertas acciones; en caso de existir una reiteración, contraviniendo lo
establecido en el titulo de ejecución, podrá convertirse en hecho constitutivo de
delito penal, el cual en el art. 688 y 691 del CPCM, establece claramente la

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facultad del juez de informar a la PGR sobre dicha situación, la cual se podría
configurar el delito de desobediencia de particulares, regulado en el art. 338 del
CPn vigente, el cual establece literalmente que: El que desobedeciere una orden
dictada conforme a la ley y emanada de un funcionario o autoridad pública en el
ejercicio de sus funciones, será sancionado con prisión de uno a tres años y multa
de cincuenta a cien días multa‖; este es el caso en que la responsabilidad deja de
ser patrimonial y se convierte en personal.

Sin embargo, esta transformación de responsabilidad, no es la que se busca con


la ejecución, lo que el proceso pretende es satisfacer el derecho del acreedor, y no
someter penalmente al ejecutado.

Ejecución De Obligaciones De Dar.

Este tipo de ejecución, no dineraria, está regulada en los art. 692 al 695 del
CPCM, consiste en poner en posesión o propiedad un objeto, diferente al dinero;
esta ejecución es especial es la que más se le asemeja a la ejecución dineraria y
el objeto de este tipo de ejecución es dar un objeto que no sea dinero; en este tipo
de ejecuciones se fundamenta en la expropiación del bien en poder del ejecutado,
para entregárselo al acreedor.

La obligación de dar cosas ciertas es aquella que tiene por objeto la entrega de
una cosa precisa y determinada; en esencia la finalidad es la entrega, posesión,
tenencia y dominio de un bien sea este determinado o genérico, lo anterior se
afirma con la forma en que están redactados los arts. 692 y 693 del CPCM, en los
cueles se hace referencia a la ejecución sobre cosas determinadas o
indeterminadas; en este tipo de ejecución, si la cosa, que se debe de entregar deja
de existir, en este caso se transforma la ejecución no dineraria en dineraria, ya
que se despachará la ejecución en su equivalente en dinero.

Para comprender este tipo de ejecución, se debe de partir de la distinción entre los
bienes muebles e inmuebles, ya que dependiendo de la naturaleza de bien, este

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quedara afecto a la ejecución, ya que el régimen de ejecución de las obligaciones
de dar, está comprendido los bienes muebles y los inmuebles, estén estos
ocupados o no. Los presupuestos y requisitos de esta ejecución son los previstos
en las disposiciones generales sobre ejecución forzosa, con la particularidad del
contenido de la obligación, en los términos ya expuestos.

Ejecución de entregar alguna cosa

El Dr. MIRANDA parafraseando a ALESSANDRI y SOMARRIVA sostiene que la


obligación de entregar alguna cosa “es aquella que tiene por objeto constituir un
derecho personal o real en una cosa del deudor a favor del acreedor, es decir la
entrega de un bien mueble o inmueble con el fin de transferir el uso o posesión del
bien y/o la restitución del bien a su dueño.”

COUTURE manifiesta que esta modalidad consiste “en una prestación de entregar
algo distinto del dinero, es decir consiste en poner en posesión o propiedad un
objeto, diferente al dinero; esta ejecución es especial es la que más se asemeja a
la ejecución dineraria y el objeto de este tipo de ejecución es dar un objeto que no
sea dinero; en este tipo de ejecuciones se fundamenta en la expropiación del bien
en poder del ejecutado, para entregárselo al acreedor, en esencia la finalidad es la
entrega, posesión, tenencia y dominio de un bien sea este determinado o
genérico”.

Los presupuestos y requisitos de esta ejecución son los previstos en las


disposiciones generales sobre ejecución forzosa, con la particularidad del
contenido de la obligación, en los términos ya expuestos. El procedimiento podrá
presentar particularidades en relación al bien que deba ser entregado en
cumplimiento de la obligación contenida en el título; en ese sentido, se regula la
obligación de entrega de cosas genéricas o indeterminadas (art. 692 CPCM), la
obligación de entrega de cosas muebles determinadas (art. 693 CPCM), y la
obligación de entrega de inmuebles (arts. 694 y 695 CPCM).

“El despacho de ejecución contendrá en este caso, la orden de entrega del bien

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debido, si el ejecutante no opta por la ejecución dineraria por equivalente; y será
notificada al deudor, que -aunque la norma no lo aclarepodrá formular oposición
dentro del plazo de cinco días” 383, de acuerdo con lo previsto en el artículo 579
CPCM, aplicable a todas las especies de ejecución.

El régimen de ejecución de las obligaciones de dar viene determinada por lo


siguiente:

Entrega de inmuebles

CORTEZ DOMINGUEZ señala que “cuando en virtud de la sentencia deba


entregarse al que ganó el litigio alguna cosa inmueble, se procederá
inmediatamente a ponerlo en posesión de la misma, practicando con este fin las
diligencias conducentes que solicite el interesado”

. Si el título dispone la transmisión o entrega de un bien inmueble, el Tribunal


ordenará de inmediato lo que proceda conforme al contenido de la condena y, en
su caso, ordenará lo necesario para adecuar el Registro al título ejecutivo (694 inc.
1° CPCM). Los problemas principales se presentan en la toma de posesión del
ejecutante, pues las diligencias de la ejecución forzosa pueden consistir en la
simple entrega de inmueble desocupado, la simple acreditación del nuevo
poseedor ante quien corresponda, etc., pero también puede ser necesario lanzar a
quienes se encontraran ocupando el inmueble. Si hay que lanzar al ejecutado que
usa el inmueble como vivienda habitual, se le da un plazo para desalojarlo,
prorrogable por otro mes si hay motivo fundado.

Transcurrido, se procede de inmediato al lanzamiento, fijándose la fecha de éste


en la resolución inicial o en la que acuerde la prórroga. Si el inmueble está
ocupado por terceros, se les notifica de inmediato el despacho de ejecución para
que en diez días presenten los títulos que justifiquen su situación. Si se trata de
ocupantes de mero hecho o sin título suficiente, podrán ser desalojados a petición
del ejecutante inmediatamente. De esa resolución, se prevé que el Tribunal les
envíe traslado, citándoles a una audiencia especial, en la que podrán alegar y

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probar lo que estimen sobre su situación, sin embargo nuestra legislación no se
refiere a ello.

En el lanzamiento pueden surgir varios problemas:

 Que haya cosas que no sean objeto del título, en cuyo caso se requerirá al
ejecutado para que las retire en un plazo que se fije, y de no hacerlo, se
considerarán bienes abandonados a todos efectos.

 Que el poseedor reivindique la titularidad de cosas no separables, que


consistan en plantaciones o instalaciones y que sean necesarias para la
utilización ordinaria del inmueble.

En ese caso se resolverá en la propia ejecución sobre la obligación de pagar su


valor, si lo instan los interesados. Si las cosas son separables, pero no necesarias,
deberá ejercer la acción que corresponda en el juicio correspondiente.

Si en las diligencias de lanzamiento se hace constar desperfectos en el inmueble


causados por el ejecutado/ocupantes, se podrá acordar retener y depositar los
bienes suficientes del posible responsable, para afrontar los daños y perjuicios
causados. Si el inmueble hubiera perecido, y no pudiera entregarse, habría que
acudir al resarcimiento de daños y perjuicios, sin perjuicio de la responsabilidad en
que hubiese incurrido.

Obligación de entrega de cosas genéricas o indeterminadas

Para SOMARRIVA “cosa genérica es la cosa indeterminada, pero de un género


determinado. Está determinada sólo por los caracteres comunes a todos los
individuos de su género o especie. Las cosas genéricas admiten una menor o
mayor determinación, hasta que llega al momento que traspasamos la línea que
las separa de las cosas específicas; se trata pues de las cosas fungibles, que
pueden ser sustituidas por otras de la misma especie y calidad” .

Para RAMOS PAZOS la cosa genérica o indeterminada “serán las que se


expresan por su peso, número o medida, es decir que no pueden ser identificadas
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individualmente”.389 El incumplimiento de la entrega de cosa genérica dentro del
plazo señalado al efecto en el requerimiento, fundado en el título de ejecución
presentado, faculta al ejecutante para instar la posesión a través del Juzgado.

“En el supuesto de que se dé la adquisición tardía con insatisfacción del


ejecutante, el Juzgado, previa solicitud, determina, mediante providencia, el
equivalente pecuniario, más los daños y perjuicios ocasionados, diferenciando
claramente el precepto los dos conceptos a resarcir, que se liquidarán de acuerdo
con el art. 696 CPCM; como constituye norma general”.

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CONCLUSIONES.

El proceso de ejecución dineraria, solo puede tener lugar en el supuesto en que el


sujeto que resulte obligado no cumpla voluntariamente la obligación contenido en
el título de ejecución, en el plazo concedido por el juzgador para el cumplimiento
voluntario.

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