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Elegí la pregunta: ¿En qué consistiría, para los cínicos, "morir felices"?

Para los cínicos es un estilo de vida que permite alcanzar la felicidad mediante la sabiduría como camino para
conseguir un estado de ánimo apropiado. Aspiraban a identificarse con la figura del perro por la sencillez y desfachatez
de la vida perruna. Consideraban los bienes materiales como algo innecesario para la vida ya que no hacen más que
producir insatisfacción. Y su regla de oro era: “No desear más de lo necesario para la vida”.

Despreciaban los placeres, los bienes, las normas sociales y los deseos. Veían la civilización como algo artificial
y antinatural. Apreciaban más bien una vida salvaje y sencilla que otra refinada.

Si bien podemos no estar de acuerdo con todo lo que proponían como: defecar en público, masturbarse, no
sepultar a los muertos, tener relaciones en la vida pública o despreocuparse de tapar sus partes íntimas. Si hay algo de
interesante en su filosofía y que ser felices es no frustrarnos, no preocuparnos por cosas materiales que solo llenan un
vacío impuesto social y culturalmente. Vivimos en un mundo consumista que nos hace pensar que tener el último modelo
de celular o las últimas zapatillas es ser felices y aquellas personas que no lo tienen quedan excluidas.

Realmente en tiempos de cuarentena esta filosofía cobra más sentido, nadie extraña comprarse un par de
zapatillas o un teléfono, sino extrañamos lo más sencillo y básico como una charla, un mate y estar rodeados de buena
compañía. Lo material pasa a segundo plano.Para concluir me pareció oportuno una de las frases de Aristóteles: “ La
virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, uno por
exceso y el otro por defecto”. Lo bueno es encontrarle un punto medio a todo.

Elegí la pregunta: ¿Por qué si uno puede “captar lo que sucede en el conjunto”, “todo le parecerá comportar un
encanto singular”?

Luego de leer los aportes de mis compañeros/as decidí elegir esta pregunta ya que muchas veces nos
cuestionamos: ¿Por qué nos pasan determinadas cosas? o ¿Por qué a nosotros? La mayoría (me incluyo), no
entendemos el porque de determinadas situaciones que muchas veces nos generan angustia, dolor y frustración. Para
los estoicos si algo inquieta nuestro espíritu es porque “no estamos apreciando correctamente el lugar que eso tiene en
la totalidad”. Tal vez hemos llegado a pensar que las circunstancias en las que nos encontramos son fruto de la
casualidad, del “destino” y nos limitamos a soportar la vida creyendo que es injusta o que por el contrario “todo es
cuestión de suerte”.

Nadie dijo que sea una tarea sencilla y cada uno tendrá sus propias creencias frente a determinadas
circunstancias. Quizás en Dios, en el destino, en el Karma. En lo personal sí creo en que todo lo sucede es por algo y
que siempre debemos de ver lo bueno de cada cosa y la enseñanza que nos deja en nuestras vidas.

Debemos aprender a cambiar nuestra perspectiva y dejar que todo fluya libremente.

“Algún día todo tendrá sentido. Así que por ahora, ríete ante la confusión, sonríe a través de las lágrimas y
síguete recordando que todo pasa por una razón” – Anónimo.

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