A partir de la lectura de la bibliografía cargada de HAUSSER, MUNFORD y BAYARD, en
relación a la Edad Media, reflexionaremos sobre las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo se organizaba la ciudad medieval? ¿De qué elementos estaba
compuesta?
Las ciudades medievales eran, en su mayoría,
pequeñas: pocas superaban los 10.000 habitantes. En las ciudades más pequeñas se concentraba y luego, se distribuía la producción agrícola de los alrededores. Las ciudades más grandes abarcaban un territorio mayor: servían a varias pequeñas, o a todo un país. A pesar de que cada ciudad medieval tenía rasgos propios, la mayoría compartía ciertas características. Eran recintos amurallados, lo que aseguraba su paz. Como los antiguos burgos también tenían murallas, fue muy frecuente que las ciudades tuvieran dos murallas: la antigua y la nueva. Sus puertas se cerraban en la noche y se abrían de nuevo en la mañana. En su interior, las casas casi siempre tenían tres pisos: el primero, construido de piedra, servía de taller y de tienda; el segundo y el tercero, en cambio, se usaban como vivienda y eran de madera. El uso de este material en las viviendas ocasionaba frecuentes incendios en las ciudades. Entre los edificios urbanos se destacaban las iglesias, el palacio episcopal, y luego, el palacio comunal, que fue la sede administrativa de la ciudad. En el centro de la ciudad o cerca de una de sus puertas de acceso solía encontrarse la plaza del mercado, donde se desarrollaba la actividad comercial. Las calles eran estrechas y por ello, oscuras. No había sistemas de alcantarillado por lo que las ciudades solían tener malos olores. La gente se abastecía de agua en pozos y canales. Las ciudades medievales ejercieron sobre los campesinos funa especie de liberación en el campo, a partir del siglo XII, cierta cantidad de mano de obra que trabajó en la industria urbana como imagen externa de la ciudad, con la representación monumental de sus puertas de ingreso, como límite entre lo rural y lo urbano como órdenes jurídico y social, puerta de acceso de salvoconducto y de peaje; La construcción de la muralla era tarea y carga comunitaria. Esta muralla, muchas veces enlazaba, incorporándose al castillo fortaleza, que de aquí en más integraba las defensas de la ciudad, y se sumaba al orden urbano. El mercado da origen a la ciudad, se manifestaba con diversas presencias. En principio la plaza de mercado, sus puestos y tenderetes, las casas circundantes, con sus locales abiertos a la calle, donde comerciantes y artesanos trabajaban y mercaban. En algunas tradiciones urbanas del Adriático, (como el caso de Dubrovnick), este rol de centro comercial lo ocupaba la “Placa”, o calle principal y comercial. Algunas actividades tenían sitios fijos y significativos, tales como las “Bancas”, literalmente bancos de piedra donde se sentaban y atendían sus negocios los banqueros de Florencia, en la Piazza de la Signoría, bajo la atenta mirada de los magistrados. Estos mismos ordenaban que los guardias rompieran públicamente el asiento, para indicar el estado de “bancarrota “ del prestamista. En la plaza se vendían mercaderías y servicios, las telas y el trabajo del sastre, los comestibles y las comidas, trabajaban el barbero y el sacamuelas, el saltimbanqui, el actor, el juglar y el circo ambulante. Era espacio de picota, de proclamas y de ceremonias públicas.