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RESUMEN ORDENAMIENTO TERRITORIAL

JOSE MANUEL FERNANDEZ

DANIELA MARTINEZ FRISNEDA

KAREM NOHELBA RIVAS GALARZA

MELANIE DAYANA RESTREPO

DANIEL FELIPE PAREDES

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACION PÚBLICA – CETAP CALI

ASIGNATURA: PROYECTO FUTURO II

SANTIAGO DE CALI

2022
RESUMEN ORDENAMIENTO TERRITORIAL

JOSE MANUEL FERNANDEZ

DANIELA MARTINEZ FRISNEDA

KAREM NOHELBA RIVAS GALARZA

MELANIE DAYANA RESTREPO

DANIEL FELIPE PAREDES

TUTORA:

MARY CANDELO

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACION PÚBLICA – CETAP CALI

ASIGNATURA: PROYECTO FUTURO II

SANTIAGO DE CALI

2022
Lectura:
Orlando Fals Borda y Miguel Borja. GUÍA PRÁCTICA DEL ORDENAMIENTO
TERRITORIAL EN COLOMBIA: CONTRIBUCIÓN PARA LA SOLUCIÓN DE
CONFLICTOS. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
(IEPRI), Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
Actividad No 3: Elaborar un resumen del texto del Fals Borda (resumen implica
centrarse en los aspectos fundamentales que presenta el autor). En el resumen
debe contemplar dos párrafos de conclusiones críticas sobre el texto y una
reflexión sobre la posibilidad de aplicar dicha propuesta práctica en los territorios
afectados por el conflicto.

GUÍA PRÁCTICA DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL EN COLOMBIA:


CONTRIBUCIÓN PARA LA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Uno de los problemas fundamentales en Colombia ha sido el Ordenamiento
Territorial, el cual carece de un tratamiento prioritario. En el transcurso de los años
se han expedido diferentes leyes ordinarias que se han referido al manejo
territorial permitiendo observar experiencias en temas del régimen municipal, las
áreas metropolitanas, el medio ambiente, entre otros. La ley ordinaria más reciente
que es la 388 de 1997 compromete a los municipios a tener para los siguientes
diez años planes parciales de ordenamiento territorial, sin embargo, no se tuvo en
cuenta planes para unir municipios a nivel de asociaciones, áreas metropolitanas o
provincias, siendo así un plan ambicioso en términos prácticos y económicos.
Consecuentemente, la organización territorial es un problema que afecta en mayor
medida las zonas rurales, por ejemplo, el acontecimiento del caserío de Bajirá en
el corredor del Pacífico, el cual ha sido disputado entre los paramilitares y la
guerrilla, donde ni siquiera se sabe a qué departamento es perteneciente sí a
Antioquia o Chocó; este suceso permite evidenciar un problema de
indeterminación de límites y de autoridades legales.
PARTE I
FUNDAMENTOS POLÍTICOS SOBRE EL PROBLEMA DEL TERRITORIO EN
COLOMBIA
1. Gobernabilidad y ordenamiento.
En este punto, es fundamental que los poderes públicos en función del territorio,
espacio o circunscripción que les corresponda, se encuentren bien organizados
para lograr ver reflejada la gobernabilidad en el uso del poder político y la gestión
de los recursos estatales que reciben los entes territoriales. El ordenamiento
territorial es necesario para dar cumplimiento a lo mencionado anteriormente, por
ello se debe efectuar simultáneamente con las políticas de descentralización fiscal.
Ahora bien, el Ordenamiento Territorial consiste en el manejo político-
administrativo de los colectivos humanos que ocupan espacios geográficos
concretos, donde las personas realizan funciones sociales en términos
económicos, culturales y medioambientales. Estos espacios en Colombia son
denominados veredas o caseríos, corregimientos, municipios, áreas
metropolitanas, distritos y departamentos, para conformar el ámbito unitario de la
nación. No obstante, la Constitución Política de 1991 denominó "entidades
territoriales" a los municipios, los departamentos y los distritos, y anexó las
provincias, las regiones y las entidades indígenas (ETIS).
Las entidades mencionadas presentan cinco propósitos:
● Gobernarse por autoridades propias
● Ejercer competencias
● Administrar recursos
● Establecer tributos
● Participar en las rentas nacionales
Por otro lado, el ordenamiento territorial en la zona rural se encuentra vinculado a
actividades agropecuarias, la producción de alimentos y la explotación de recursos
naturales y la biodiversidad, es por ello que es fundamental la gobernabilidad en
estas regiones. Además, este ordenamiento territorial se debe analizar teniendo
en cuenta el impacto nacional, regional y local que tiene el conflicto armado; y la
explicitación del punto de vista de la sociedad civil en la búsqueda de la paz y del
buen gobierno a través del ordenamiento del territorio; lo anterior sin dejar de lado
factores sociopolíticos, ambientales y administrativos.
No obstante, el ordenamiento territorial puede contribuir en la terminación del
conflicto armado de manera que indica la forma en que se pueden reconstruir los
espacios sociogeográficos y administrativos, por ejemplo, en la conversión de
corregimientos en municipios, donde se continúa expresando libremente la
voluntad de la sociedad civil como poder autónomo o gobierno popular. Por
consiguiente, los grupos en armas deben respetar la voluntad popular así
expresada.
2. Límites y desintegración nacional.
Una de las razones por las cuales se obstaculiza la expedición de la Ley Orgánica
de Ordenamiento Territorial es que se teme a que las políticas reordenadoras del
espacio sociogeográfico ocasionen una desintegración nacional o agudicen de
alguna manera los conflictos internos. Por otro lado, muchos terratenientes y
miembros de clases dominantes tradicionales no están de acuerdo con que se
ajusten límites entre municipios y departamentos ya que, ocasionaría una
disminución en sus zonas de poder.
Consecuentemente, no se estima que las diferentes problemáticas generen una
balcanización donde se cree que existen las “tres Colombias” (una paramilitar al
norte, otra guerrillera al sur y otra bipartidista al centro). Dicho planteamiento no es
posible por cuestiones económicas, culturales y sociales, pues lo que más se
promulga ahora en Colombia es la unidad. De acuerdo con lo anterior, se han
establecido Regiones Territoriales plenas (RET) que cuentan con límites y ajustes
en el poder local; y bases firmes de gobernabilidad y estabilidad.
Inicialmente, cuando se trazaron los límites departamentales y municipales se
realizaron con intereses de por medio y en algunas ocasiones de manera
autoritaria y violenta. De esta manera, surgieron los 19 conflictos
interdepartamentales y 89 intermunicipales existentes según cuentas del Instituto
Geográfico Agustín Codazzi en 1993. Por otro lado, en los últimos cinco años se
convirtieron 52 corregimientos en municipios, lo que permitió la descentralización
de recursos y el fomento de autonomías locales. Esta redistribución de poderes
políticos permitió observar que estas acciones se pueden llevar a cabo sin
conflictos cruentos o motines contra las autoridades.
Con base en lo anterior, es posible afirmar que el ordenamiento territorial bien
ejecutado que necesita el país, se puede llevar a cabo sin mayor problema y de
esta manera cumplir con el Artículo 290 de la Carta Magna donde consagra
revisiones periódicas de límites que siendo aplicados pueden contribuir en una
mejor distribución territorial para fomentar el buen gobierno y la paz.
3. Metodología y procedimientos.
El Ordenamiento Territorial en Colombia implica una reorganización en el poder
político local y nacional, ajustes en las circunscripciones electorales y una
redistribución de la riqueza producida a todo nivel. Por consiguiente, es
fundamental que se tengan en cuenta estos aspectos en la Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial.
Finalmente, para llevar a cabo el Ordenamiento Territorial de manera eficaz se
deben tener en cuenta dos aspectos:
1. Las sociogeográficas con el fin de determinar los límites reales de cada
unidad territorial y las formas de organización del espacio según sus
características mediante levantamientos cartográficos y encuestas.
2. Emplear técnicas participativas para incorporar a los diseños científicos y
técnicos del trabajo los aportes de los ciudadanos, e información cultural y
social.
4. Pivotes y actores del reordenamiento por la paz.
Los actores primarios de la unidad del país son las Provincias y las Regiones, al
establecerlas como entidades territoriales se contribuye a la paz y al progreso ya
que, generan una mejor versión, capaces de resolver problemas que inciden en
los conflictos, y que los Municipios y Departamentos solos no pueden resolver.
Ahora bien, los principales actores del proceso reordenador serán los nuevos
dirigentes cívicos e independientes que encabecen dicho ejercicio. Sin embargo,
se deben tener en cuenta los movimientos sociales y políticos regionales y locales
que se dirijan a estos objetivos, para lograr las metas propuestas. Para ello, se
deben conocer los principios de la democracia participativa para delegar poderes y
ensayar liderazgos representativos. Por otro lado, frente a los grupos armados,
ellos deberán respetar siempre el resultado de las decisiones de los pueblos, en
casos de violencia persistente se debe exigir la presencia coactiva externa,
expresada en mecanismos de veeduría, seguimiento, control y justicia con poder
suficiente para hacerse respetar y hacer respetar los acuerdos ciudadanos por
todos los grupos armados.
PARTE II
SOBRE LOS GOBIERNOS LOCALES
1. GUÍAS PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA GOBERNABILIDAD LOCAL.

En las áreas de conflicto podemos observar la existencia de un vacío de poder


político o ingobernabilidad y esta se manifiesta de diferentes maneras como lo son
el desconocimiento del territorio y sus límites político administrativos (municipio,
distrito, departamento) que se presenta en todo el país en general, el rechazo y
sometimiento de las autoridades en el desempeño de sus labores; el
desconocimiento de las normas y leyes vigentes; y la creación de mandatos
alternos; el desplazamiento de las instituciones estatales por otras ad-hoc y las
extorsiones que ejercen los grupos armados como forma de financiación.

Este fenómeno se origina en los territorios donde el ejército nacional, o grupos


armados ilegales como lo son las guerrillas o paramilitares ejercen operaciones, el
vacío de poder se crea por la fuerza de las armas, estas acciones perturban y
desconocen a la sociedad civil.

En los territorios se necesita recuperar y reparar la gobernabilidad local como


fundamento de la regional y la nacional y para esto se debe reconocer al pueblo
como el origen primario del poder, respetar su organización y autonomía que se
expresa en movimientos sociales realizadas por la gente que habita este país.

Todos estos movimientos armados que afectan la tranquilidad de la sociedad civil


interfieren en la reconstrucción para una democracia auténtica ya que esta no se
puede realizar si la población se ve sometida e intimidada en gran parte del
territorio.
Los pueblos campesinos e indígenas se han visto afectados para suplir sus
necesidades e ir en busca de sus aspiraciones, es en estos casos donde hay que
tener mayor énfasis en la búsqueda de la gobernabilidad ya que es la población
que más ha padecido el conflicto armado injustamente, han tenido que afrontar la
barbarie que deja el paso de la violencia. Población que merece un mejor futuro y
no el de una sociedad sin esperanzas.

Es relevante mencionar, que a pesar de la violencia que han soportado los


pueblos mencionados anteriormente hayan conservado la tradición ancestral de
altruismo y ayuda mutua, prácticas de vital importancia para recuperar la
estabilidad, progreso y paz; son métodos para reconstruir de manera pacífica la
sociedad que ha adquirido matices violentos, son estas tradiciones que se
manifiestan en la ruralidad las que hay que apoyar para restablecer la
gobernabilidad en los niveles territoriales superiores.

Es necesario establecer zonas de paz reordenadas que cuenten con garantías del
mínimo vital y para ello se necesita crear las condiciones que permitan un territorio
de paz como lo sería primero que todo la implementación de una proscripción
bélica que se trata de abandonar las armas y toda práctica ilegal y que atenten
contra la dignidad humana, el respeto a la vida y a los derechos humanos, a ser
independientes, con autodeterminación y que se puedan expresar libremente en el
territorio. Que se garantice la reparación integral de las víctimas mediante
mecanismos para castigar y esclarecer los crímenes de lesa humanidad, así como
mecanismos de protección y veeduría sobre los procesos de reconstrucción por
medio de instituciones internacionales y organizaciones no gubernamentales.

La tierra juega un papel importante en la construcción de zonas de paz ya que es


necesario impedir el crecimiento del latifundismo y generar condiciones de uso de
la tierra y de los recursos naturales más eficientes y vinculados al mercado, que
garanticen la sobrevivencia de los pueblos.

La declaratoria de zona de paz no es nueva, pero funcionó para enseñar que es


una vía para llegar a la reconciliación nacional.
Las autorizaciones otorgadas por el gobierno anterior a los gobernadores para
establecer comisiones de paz con el fin de dialogar y negociar parcialmente con
jefes guerrilleros en cada territorio tuvieron un resultado positivo. Sin embargo, se
debe tener en cuenta, que la paz va más allá del cese armado. Debe haber paz
con justicia; vivir en paz significa vivir sin temor a la violencia, con respeto a los
derechos fundamentales.
2. GUÍAS PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA GOBERNABILIDAD
MUNICIPAL:
1. Determine los límites reales de la comunidad: en la actualidad no
existen límites reales en ningún municipio, se han modificado por la
condición que enfrenta el campo desde hace medio siglo. El mismo
campesinado, ha roto el límite formal y originado nuevos asentamientos que
son desconocidos para los gobiernos y para el catastro. Por eso, se
buscará fusionar entidades territoriales o suprimir las que no sean viables.
Es necesario que las autoridades sepan dónde comienzan y dónde
terminan las comunidades reales, para gobernar con eficacia y seguridad,
estos límites no son difíciles de determinar si se busca apoyo en la memoria
histórica de los habitantes, ya que, los límites reales casi nunca coinciden
con los oficiales.
2. Reconozca que la falta de autoridades formales no significa anarquía:
En muchos de estos territorios, existe una falta completa de autoridades, lo
que no supone anarquía ni desorden. Existen estructuras propias de
liderazgo que es necesario acoger. Es más, en muchas poblaciones se ha
observado que cuando los representantes del Estado intervienen, generan
violencia.
3. Construya o reconstruya la estructura formal del municipio real: Una
vez se tenga conocimiento de los componentes reales del municipio, se
puede proceder a construir el Concejo municipal y a elegir las autoridades
administrativas. En este proceso, habrá unidades territoriales que salgan de
un municipio para adherirse a otro, si así lo quieren sus habitantes.
4. Emplee la juventud y nuevas fuerzas en la reconstrucción municipal:
Es conveniente que en las estructuras partidistas tradicionales, intervengan
las nuevas fuerzas de las comunidades, en especial los jóvenes. Lo ideal
sería formar con ellos una actitud renovada de servicio al pueblo, en
búsqueda del avance colectivo, fundando el orgullo por su comunidad.
5. Proclame al municipio como zona reordenada: Solo si se cumple con los
requisitos anteriores de respeto por parte de los grupos armados, se puede
declarar al municipio interesado como zona reordenada o de paz. En este
caso, se puede estudiar la posibilidad de que guerrilleros puedan postularse
como concejales, alcaldes y funcionarios o como miembros de grupos
sociales.
6. Ponga las bases para asociar municipios afines: Los problemas
actuales de servicios básicos, no pueden resolverse dentro del ámbito de
los municipios tomándolos por separado, ya que, sobrepasan sus límites.
7. Trabaje simultáneamente la descentralización y el ordenamiento: No
se debe separar estas dos políticas pues van unidas, ya que, los dineros
del Estado deben tener depósitos bien conformados, como los municipios
reconstruidos, para así evitar el despilfarro y la corrupción.
8. Organice Entidades Territoriales Indígenas (ETIS) y comunidades
afrocolombianas ribereñas: Según su tamaño, pueden organizarse ETIS
en el ámbito municipal, así se respeta su autonomía conocimiento e
identidad cultural.
De igual forma, se puede aplicar en las comunidades afrocolombianas
ribereñas, evitando de esta forma, enfrentamientos con grupos indígenas.
Esta forma de posesión colectiva de la tierra, es la mejor protección contra
el abuso de empresas mineras y de maderas, debería incluso fomentarse la
alianza con ETIS vecinas. Este fortalecimiento impedirá también las
invasiones por parte de grupos armados y permitirá defender a las
comunidades negras de los megaproyectos que buscan desplazarlas con la
finalidad de sobreexplotación de recursos, búsqueda del control político y
económico de la costa pacífica.

PARTE lll: SOBRE LA ESTRUCTURA DEL NUEVO ESTADO


1 - Hacia las provincias:
Entender que la organización del territorio cuenta con diversos factores dentro de
una sociedad, es necesario para comprender que los avances hacia la solución de
los problemas dependen del conocimiento del mismo y del buen manejo de la
administración.
En este sentido, es de vital importancia conocer los diferentes factores para la
conformación y la unión de la dirección territorial de toda la nación, que permitan
llevar a cabo la unanimidad y desarrollo de proyectos que sean viables y generen
beneficios para el progreso, en aspectos ambientales, económicos, sociales,
entre otros.
La coordinación de los territorios nacionales tiene un papel fundamental para
cumplir con las funciones, compromisos y objetivos del Plan Nacional de
Desarrollo. Es por esto que se espera, que las divisiones intermunicipales y/o
provinciales se disipen, para que así se amplifique el impacto de las transiciones
de una gestión de descentralización y llegar a un equilibrio en el ordenamiento
administrativo, que se externalicen y se integren las diversas fortalezas de cada
territorio para un mejoramiento colectivo del espacio departamental; sin embargo,
esto demanda asimismo un mayor compromiso y una mayor atención a las
necesidades y problemas de quienes conforman estos mismos.
2 - La transición de Departamento a Región.
Para que se dé una transversalidad en la integración de estas poblaciones es
complejo, pero a su vez resulta necesario, ya que de esta manera el Estado
entraría en un proceso de reconstrucción social con unas visiones específicas y un
fin colectivo: el bienestar, tanto regional como nacional. Sin embargo es evidente
que hay factores que impiden cumplir con lo anteriormente expuesto, ya que el
origen de cada comunidad es distinto y aquí se encuentran una serie de
características que distinguen una población de otra, entre ellas están las
costumbres, debilidades, ideologías, necesidades, culturas, religiones, etc;
características que son de vital importancia para la incorporación de una
multiculturalidad que se vaya acomodando a las condiciones del nuevo Estado.
En la implementación de esta nueva etapa estatal es imprescindible adaptar unas
políticas que encaminen la realidad de las circunstancias sociales tanto de las
zonas urbanas como rurales, en proyectos que orienten y asimismo promuevan la
transición social. Como efecto de lo que ya se mencionó, se han ido manifestando
unos mecanismos legales e institucionales que coordinen y gestionen funciones
en las entidades administrativas que permitan solventar las crisis existentes y las
posibles problemáticas que se puedan dar debido a estos cambios en la sociedad
nacional.
Para que estos cambios sean posibles debe existir una concatenación entre los
actores y las instituciones que conforman el gobierno y el territorio promoviendo la
legitimidad del mismo, originando así una única sintonía nacional, departamental y
provincial asegurando el cumplimiento de los objetivos propuestos en el PND de
conformidad con la participación ciudadana.

LA REPÚBLICA REGIONAL

Se enfatiza en la importancia de la autonomía administrativa, en la definición y


reconstrucción de las entidades territoriales en Colombia, buscando contribuir en
la exploración de la paz y el progreso, donde básicamente se anhela que no se
llegue a los extremos opuestos políticos del pasado y adquieran aquella dinámica
de la primera violencia que se podría denominar como “republiquetas
independientes”, con la idea de no repetir lo vivido y poder enfocarse en las bases
populares que quisieran vivir una paz real, compartiendo recursos, conocimientos
y realidades, donde se vea a Colombia como una sola nación, que necesita del
apoyo colectivo para poder vivir bien y progresar de una manera exponencial, sin
perder esa identidad que nos caracteriza, como lo son nuestros sabores y
símbolos específicos, de nuestros territorios, como una idea de riqueza, de todos
para todos.

En esta lectura la palabra “Unidad Nacional”, cobra una importancia monumental,


porque nos permite gozar de la diversidad regional, cultural, histórica y ambiental
que nos diferencia de los demás países, pero realmente el secreto de esta
conquista se dará mientras se gane en todos los niveles territoriales, obviamente
abarcando fortalecer todo el ámbito nacional.
CONCLUSIÓN
El Ordenamiento Territorial es un tema de impacto nacional, regional y local donde
se plantea establecer los colectivos agrupados de acuerdo con sus aspectos
geográficos, sociales, culturales, ambientales y productivos. La zona rural es el
espacio mayormente afectado del país, pues es un sector gravemente permeado
por el conflicto armado. Sin embargo, el ordenamiento territorial puede disminuir
esta problemática reconstruyendo los espacios sociogeográficos y administrativos,
dando lugar a la libre expresión de la voluntad de la sociedad civil como poder
autónomo o gobierno popular. De esta manera los grupos alzados en armas
deben respetar la voluntad popular así expresada.
Por consiguiente, se puede decir que el proceso de ordenamiento territorial podría
ser llevado a cabo con un fin especial que es contribuir a una mejor distribución
territorial para fomentar el buen gobierno y fundamentalmente cimentar la paz que
tanto anhelan los sectores más vulnerables y olvidados del país al encontrarse
establecidos en las partes más recónditas del mismo.
REFLEXIÓN
Desde los años 90 en el país, se ha tratado mediante estatutos y reformas lograr
un ordenamiento territorial óptimo que permita organizar los límites político
administrativos de la nación. No es hasta la aprobación de la ley 9 de 1989
conocida como ley de reforma urbana que nace formalmente el derecho
urbanístico, sin embargo, 2 años más tarde con la reforma constitucional esta ley
tuvo que enfrentarse a los procesos de inconstitucionalidad pues los marcos
normativos eran diferentes, la llegada de la nueva constitución trajo consigo
grandes aportes para el reordenamiento territorial y colocó en la mesa 3 pilares,
los cuales son la función social y ecológica de la propiedad, la prevalencia del
interés general sobre el particular y la distribución equitativa de las cargas y
beneficios. Esto ha quedado plasmado en el papel pero lastimosamente la
realidad es diferente pues podemos evidenciar que algunos grupos político
económicos no han permitido que sean aplicados estos estatutos ya que
defienden intereses particulares impidiendo que prime el interés general de la
sociedad, pues la tenencia de la tierra en algunos campos económicos como lo
son la ganadería extensiva, ha influido en que se opte por prácticas bélicas para
adueñarse ilegalmente de ellas, afectando a la sociedad civil, sus costumbres y
sus derechos fundamentales como lo son sus expresiones culturales, la capacidad
de trabajar, producir y poseer un lugar donde establecer sus comunidades y
desarrollar una vida digna.
El Ordenamiento Territorial en Colombia promete ser una gran apuesta para la
consolidación y cimentación de la paz en el país, pues permitiría establecer
diferentes regiones que no son tenidas en cuenta en la esfera política colombiana,
este ejercicio permitiría fijar y robustecer los límites político administrativos para
cumplir con los fines de gobernanza.
Finalmente, concluimos que el ejercicio antes mencionado es positivo pues
permite sacar un mejor provecho a los territorios, asegurando la optimización de
recursos y el desarrollo de la comunidad, logrando no solo satisfacer las
necesidades propias de la colectividad, sino también, inspirando el sentido de
pertenencia por el territorio, consolidando así territorios de paz. Sin embargo,
consideramos que resulta un poco utópico si tenemos en cuenta, que si bien el
pueblo y los actores interesados en esta reestructuración unen esfuerzos para que
se cumpla, es la parte administrativa la que juega el papel más importante, pues
de este grupo no solo depende que se realicen las respectivas modificaciones a
nivel normativo, si no que sería quien se asegure de que dicha norma se cumpla.
Los territorios necesitan voluntad política y administrativa para llevarlo a la práctica
y que no se quede solo en el papel.

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