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El documento describe la construcción del templo interior como un proceso de autoconocimiento y perfeccionamiento mediante el cual el masón pulirá su personalidad para levantar un templo sólido. Explica que la logia representa el encuentro entre el cielo y la tierra y es un espacio sagrado para la meditación. Además, destaca que los símbolos del templo, como las tres columnas de la sabiduría, fuerza y belleza, guían al masón en la edificación de su templo interior.
El documento describe la construcción del templo interior como un proceso de autoconocimiento y perfeccionamiento mediante el cual el masón pulirá su personalidad para levantar un templo sólido. Explica que la logia representa el encuentro entre el cielo y la tierra y es un espacio sagrado para la meditación. Además, destaca que los símbolos del templo, como las tres columnas de la sabiduría, fuerza y belleza, guían al masón en la edificación de su templo interior.
El documento describe la construcción del templo interior como un proceso de autoconocimiento y perfeccionamiento mediante el cual el masón pulirá su personalidad para levantar un templo sólido. Explica que la logia representa el encuentro entre el cielo y la tierra y es un espacio sagrado para la meditación. Además, destaca que los símbolos del templo, como las tres columnas de la sabiduría, fuerza y belleza, guían al masón en la edificación de su templo interior.
El cosmos se refleja en el templo, el templo en la logia y el iniciado
masón en esta; la logia en definitiva es el lugar donde cielo y tierra se encuentran. Deviniendo un soporte para la meditación y un espacio sagrado, separado del mundo profano, tanto en tiempo como en el espacio.
La Masoneria es una institución que desde sus orígenes ha adoptado el
simbolismo como su método de enseñanza, logrando perpetuar la sabiduría más antigua y entregarla a los masones para que a través de su estudio y comprensión obtengan de ella sus beneficios más profundos, para bien de nosotros mismos y de la humanidad, es pues en este sentido un DEBER DE CADA MASON COMPRENDER LOS SINBOLOS QUE LA INSTITUCION ENCIERRA Y ENTRE ELLOS UNO DE GRAN IPORTANCIA PARA LA ORDEN QUE ES EL TEMPLO.
La Masoneria puede considerarse una puerta de acceso al templo
interior del mismo modo que hay varias puertas en una catedral. Hay varias vías para acceder al templo interno humano, son la acción, la contemplación y la devoción, podemos elegir como queremos adornar nuestro templo interior. Decidimos cual es la vía, el camino determinado a seguir para construir nuestro templo. El primer paso será el conocernos a nosotros mismos. Si uno hace un esfuerzo real por conocerse y comprenderse a sí mismo, sus motivaciones y sus comportamientos, la vida se encargara de proporcionar las experiencias que le ayudaran a su aprendizaje. Por medio de la conciencia y los sentidos percibimos el mundo, esta percepción permite tener la necesaria experiencia que van conformando el ALMA. El trabajo de edificar el templo interior puede contemplarse como una batalla o conflicto interior del alma en el trabajo de conocernos a uno mismo, la devoción es una emoción que nos permite aspirar a los más altos ideales. La contemplación es la visión, no por los sentidos, si no por el espíritu de la esencia de las cosas. Si estas son las tres vías para construir el templo, tres son los pilares que lo sostienen:
La FE, la ESPERANZA y la CARIDAD.
La FE es una certidumbre que no se comprende, el no buscar
respuestas racionales, al querer que la gracia de Dios sea efectiva.
La ESPERANZA es el aliento que te obliga a renovarte sin cesar.
La CARIDAD es compartir los progresos hechos en el camino. Esta
unión de ideas da sentido a la fraternidad. La fe da valor al ritual, la esperanza aviva el esfuerzo de la devoción, la caridad empuja a compartir los objetivos y resultados de la contemplación.
Cada masón haya en el templo la fraternidad el valor de su propia vida.
Este templo de la fraternidad se construye lentamente a través de los siglos, de manera que cada operario es una piedra viva del templo. A Dios se le rinde culto construyendo una sociedad con leyes humanas asumidas en conciencia. Esa sociedad se convierte entonces en templo del Gran Arquitecto del Universo. Partiendo del templo interior el Mason podrá colaborar en la construcción del templo exterior, social, buscando la armonía con el gran templo cósmico. La ilusión del proyecto da valor a la vida, los constructores van muriendo y mueren con gozo, aunque saben que han participado en el proyecto de un futuro del que no van a disfrutar.
La edificación del templo interior es precisamente la reconstitución del
hombre verdadero por medio de su perfeccionamiento, desapareciendo todos los velos que son obstáculos y que disimulan a sus ojos de la verdad real; el Egocentrismo del cuerpo se subordina al teocentrismo del espíritu; el hombre ha perdido su unidad original y se encuentra como descentrado; la iniciación lo torna a su sitio que le devuelve, elevándole según la vertical que une al hombre con el cielo.
La finalidad última de la Masoneria, como orden iniciática, es espiritual;
aunque muchos de sus miembros actuales lo ignoren, el simbolismo masónico nos indica claramente que su objetivo sería la construcción de un templo en el interior de cada iniciado, tallando, o trasmutando esa piedra bruta que hay en el fondo del ser Humano. En otras palabras buscar su perfeccionamiento a través de un proceso de iniciación espiritual que conduciría al masón a cumplir su deber de buscar la transformadora palabra perdida, oculta en el fondo de nosotros mismos, valiéndose de métodos, rituales y símbolos. Es precisamente en el significado profundo de sus símbolos, signos y alegorías, que permitirían trascender nuestras limitaciones y condicionamientos mentales, donde reside el gran secreto de la Masoneria.
En nuestros trabajos de logia escuchamos constantemente la idea de la
constricción individual, pero sabiendo que el templo simbólico es el prototipo que debemos utilizar para la construcción individual, tomamos en cuenta el simbolismo de cada elemento del templo simbólico al construir nuestro templo interior, es pues el objetivo del presente trazado, examinar los símbolos encontrados en el templo y como estos pueden ayudar a construir nuestro templo interior.
Nuestro templo interior debe ser levantado sobre sólidos cimientos
como lo son en el caso del templo simbólico las tres columnas principales que lo sostienen: la SABIDURIA, la FUERZA y la BELLEZA. Estas columnas están representadas por el V:.M:. el P:.V:. y el S:.V:. Construir nuestro templo sobre estas columnas significa que debemos desarrollar la sabiduría a través del interés por el estudio y la búsqueda de la verdad, a fin de obtener un cumulo de conocimientos que nos permita liberar nuestro pensamiento y actuar con prudencia, sensatez y templanza; debemos utilizar la fuerza de la constancia y del espíritu para sostener esta obra recordando que la fuerza espiritual es capaz de lograr hazañas que ni las maquinas puede realizar. Finalmente todo Francmasón debe embellecer constantemente su templo no solo físicamente a través del cuidado y el estudio de su cuerpo sino que además debe desarrollar cualidades como la moralidad, la solidaridad, el amor a la justicia y la honradez que hacen que la belleza brote desde su interior.
Durante la ceremonia de iniciación, el V:.M:. le ordena realizar su primer
trabajo cobre la piedra bruta, al recién iniciado, es conducido entonces al pie de las gradas del oriente y un Hermano le hace poner la rodilla derecha sobre la primera grada, le da un martillo y un cincel y le enseña como golpear la piedra bruta por tres veces, todo el trabajo del primer grado esta condensado en este pasaje de la ceremonia de la iniciación, además del simbolismo que contiene es claro y rotundo el mensaje: HAY QUE CONCENTRAR TODA NUESTRA ATENCION A NUESTRA PIEDRA, DANDOLE A ESTE TRABAJO UNA PRIORIDAD ABSOLUTA; hay que usar el mazo y el cincel, la fuerza y la sutileza, la voluntad y la inteligencia, nuestra mano izquierda y nuestra mano derecha. Este es el trabajo básico del Mason, el acto primordial sin cuya ejecución ninguna otra promesa de realización puede hacerse efectiva. No puede ser sustituido por algún otro trabajo físico o intelectual y es la puesta en gesto y en escena de la máxima CONÓCETE A TI MISMO. Devastar la piedra bruta significa entonces eliminar la identificación con todo lo que ese personaje representa, para descubrir debajo cualidades, aptitudes, tendencias, sentimientos que no tenían cabida anteriormente en lo que creíamos ser. Esto tiene una resonancia épica o real por la cual tendemos a superarnos, a perfeccionarnos y ejerciendo un control sobre nuestras mentes y emociones, fruto del poder y de la libertad que da el auto conocimiento.
La materia prima fundamental con la que construiremos nuestro templo
es la piedra, en el templo la encontramos en su estado primitivo y también pulida. La piedra bruta representa nuestro estado de imperfección, nos es inútil para nuestro propósito de levantar un templo, debemos primero pulir con sabiduría la piedra de nuestra personalidad y de esta forma obtendremos el material adecuado para la construcción de un Templo sólido y perdurable.
La construcción de este templo demanda sacrificio, trabajo, constancia
y estudio incansable. Es una tarea dura ya que el cambio de actitud que la M:. nos exige, no se lo consigue de la noche a la mañana. Debo reconocer que la construcción de mi templo se encuentra apenas en sus inicios, pero he dado un paso importante al comprender que la Masoneria no escogió al templo de salomón por su historia, su aspecto o su solemnidad, sino que lo importante son las enseñanzas que su simbolismo encierra dentro de sus paredes de la cual obtenemos la sabiduría para la construcción del templo interior.
Los masones somos constructores por ello debemos asumir esta
actitud y aceptar que esta es una labor que requerirá de mucho tiempo, interminable tal vez, comprendiendo que la Masoneria no es una institución egoísta, que no pretende únicamente el perfeccionamiento de sus miembros sino que sean ellos quienes perfeccionen a la sociedad. Así, los hombres forman familias y las familias forman sociedades, es deber del masón buscar que perfeccionamiento individual y transmitirlo hacia su familia haciendo de su hogar un templo consagrado al amor, a la unión y a la moral.
Construyamos queridos hermanos este templo individual y este templo
familiar con entusiasmo y constancia pues son ellos las bases de una sociedad masónica con la que todos soñamos y por la que debemos luchar.
v. · .de Santa Cruz, 07 de Abril de 2014. e.· .v. · .