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TRABAJEN EL TERCER OJO

El tercer ojo es la antena de los Iniciados que les permite entrar en


comunicación con el mundo divino.

Podemos ejercitamos cada día concentrándonos en este ojo. Es éste un


ejercicio que nos permite entrar en un plano extraordinariamente elevado en
el que tenemos otra visión de las cosas. Supongan que dos personas estén
situadas una en el interior y otra en el exterior de una esfera.

La que está en el interior dice que la esfera es cóncava, la que está en el


exterior dice que es convexa, y ambas discuten, manteniendo cada una su
punto de vista.

Estas dos personas son la ciencia y la religión: la ciencia, que mira las cosas
desde fuera, dice que el universo es convexo, y la religión, que las mira desde
dentro, sostiene que es cóncavo… Pero he ahí que llega una tercera persona
y dice: «Los dos tienen y no tienen razón: el universo no es ni cóncavo ni
convexo, es ambas cosas a la vez».
Y esta tercera persona, justamente, ve el mundo simultáneamente desde fuera
y desde dentro. El ojo interior mira los dos lados a la vez; es la intuición que
debemos desarrollar para saber mirar, al mismo tiempo, interior y
exteriormente.

PUNTOS DE VISTA

Nuestro intelecto no puede revelar toda la realidad.

El lado exterior es el ámbito del intelecto; el lado interior es el ámbito del


corazón, del sentimiento. Cuando observamos las cosas únicamente desde el
punto de vista intelectual, las clasificamos, las analizamos, pero no las
sentimos. Mientras que si las observamos desde el punto de vista de los
sentimientos, nos sentiremos afectados, conmovidos, pero no las
conoceremos en sus manifestaciones extremas. Ni la subconsciencia ni la
conciencia de sí pueden revelamos toda la verdad ; únicamente la supra
conciencia o conciencia cósmica es capaz de ello.

La subconsciencia extrae, en efecto, sus fuerzas y sus conocimientos de la


profundidad de la creación, en donde se encuentran las raíces, los instintos del
ser humano; mientras que la conciencia de sí extrae las suyas del contorno, de
la apariencia de las cosas. Sólo un tercer punto de vista, que reúne a los
dos primeros, da el conocimiento total de la realidad. Es necesario que los
seres humanos aprendan ahora a mirar desde este tercer punto de vista.

Todo el mundo tiene, en mayor o menor grado, prejuicios en sus opiniones, y


no es de extrañar que, en estas condiciones, se cometan tantos errores. Según
sus gustos y tendencias, cada uno ve sólo un aspecto de la realidad; por eso
es tan difícil comprenderse y vivir en armonía.

TÉCNICAS PARA DESARROLLAR LA ATENCIÓN

Cuando uno de los grandes filósofos griegos, Pitágoras, fue a Egipto con el
propósito de entrar en una escuela esotérica secreta de misticismo, su ingreso
fue rechazado. Y eso que Pitágoras ha sido una de las mejores mentes que
ha habido...

Reiteró su solicitud varias veces, pero le dijeron que a menos que pasara por
un determinado entrenamiento de dieta y de respiración, no podría ser
admitido. Pitágoras dijo: "Yo he venido aquí en busca de conocimiento, no
a someterme a una disciplina." Las autoridades escolares le
respondieron: "No podemos darte conocimiento a menos de que seas
diferente." Además, no estamos en absoluto interesados en el conocimiento,
sino en la experiencia actual. Ningún conocimiento es verdadero a menos de
que se viva y experimente. Por tanto, tendrás que ayunar durante 40 días y
respirar de cierto modo, con la atención puesta en determinados centros.

Después de 40 días de ayuno y de respiración consciente, atenta, se le permitió


a Pitágoras entrar en la Escuela. Se dice que Pitágoras comentó: "No estáis
permitiendo entrar a Pitágoras. Yo soy ahora un hombre diferente. He
renacido." Teníais razón y yo estaba equivocado porque todo mi punto de
vista era meramente intelectual. A través de esta purificación, el centro de mi
ser ha cambiado. Del intelecto ha bajado al corazón. Ahora puedo sentir las
cosas. Antes de este entreno, yo sólo podía entender a través de la cabeza.
Ahora puedo sentir. Ahora, la verdad no es un concepto para mí, es una
experiencia.

FOCALIZA TU ATENCIÓN EL TERCER OJO

La técnica dada a Pitágoras es una de las más profundas.

Trata de entender esto: ATENCIÓN EN EL ENTRECEJO

Los modernos psicólogos dicen que entre las cejas hay una glándula que es la
parte más misteriosa del cuerpo. Esta glándula, llamada pineal, es el tercer
ojo, según los tibetanos, o el ojo de Shiva, de acuerdo con el Tantra. Entre
los dos ojos, hay un tercer ojo, pero no funciona. Está ahí, puede funcionar en
cualquier momento, pero de modo natural, no funciona. Debes hacer algo para
abrirlo. No está ciego, está simplemente cerrado. Esta técnica es para abrir el
tercer ojo.

ATENCIÓN ENTRE LAS CEJAS

Cierra tus ojos, después, focaliza tus dos ojos justamente en el entrecejo, como
si lo estuvieses mirando con tus dos ojos. Presta total atención al entrecejo.
Este es uno de los métodos más simples de estar atento. No puedes estar
atento a otra parte del cuerpo con tanta facilidad.

Esta glándula (pineal) absorbe la atención como ninguna otra cosa. Si le


prestas atención, tus dos ojos quedarán hipnotizados con el tercero. Así
¡quedarán fijos, no se podrán mover. El tercer ojo es como un imán para la
atención. Es el método más sencillo de entrenar tu atención, porque no
solamente estás tratando de estar atento, sino que la misma glándula te ayuda,
absorbe tu atención.
En los antiguos textos tántricos se dice que la atención es el alimento del
tercer ojo. Está hambriento, ha estado hambriento durante vidas y vidas. Si le
prestas atención, se torna vivo. Una vez sabes que la atención es su alimento,
una vez sientes que tu atención es magnéticamente atraída por la glándula
pineal, la atención deja de ser una cosa difícil. Uno tiene que saber solamente
el punto preciso. Por tanto, cierra tus ojos, déjalos ir hasta el entrecejo y siente
ese punto. Cuando estés cerca de ese punto, de repente tus ojos se quedarán
fijos. Cuando sientas que es difícil moverlos, es que has conseguido el
verdadero punto.

DEJA A LA MENTE

Con la atención en el entrecejo, deja a la mente.

CONTEMPLAR EL PENSAMIENTO

Si la atención está ahí, por primera vez experimentareis un extraño fenómeno,


veréis los pensamientos pasando ante vosotros. Tú te convertirás en el
TESTIGO: Una vez la atención está focalizada en el tercer ojo, te
conviertes inmediatamente en el testigo de tus pensamientos.

Normalmente, tú no eres el testigo, tú te identificas con tus pensamientos, te


conviertes en el pensamiento, tomas la forma del pensamiento: Cuando el sexo
aparece, te conviertes en sexo, cuando la ira aparece, te conviertes en ira,
cuando aparece la satisfacción, te conviertes en satisfacción. Cualquier
pensamiento que surja, se identifica contigo. No hay ningún lapso entre tú
y el pensamiento.

Pero focalízate en el tercer ojo y de repente te conviertes en un testigo. A


través del tercer ojo puedes ver los pensamientos pasando corno nubes en el
cielo o como la gente por la calle.

De esta forma os convertís en un observador. Si la ira está ahí, puedes


mirarla como un objeto. Ahora no sientes que estás airado, sientes que estás
rodeado por ira, una nube de ira está alrededor tuyo, pero tú, no eres la ira, y
si tú no eres la ira, la ira se torna impotente, no te puede afectar, vendrá y se
ira, y tú permanecerás centrado en ti mismo.

Esta técnica sirve pues, también, para buscar al testigo. Cuando la atención
está focalizada en el tercer ojo, en el entrecejo, pasan dos cosas:
A) Te conviertes en un testigo. De todo lo que ocurra, sé un testigo. Si estás
enfermo, si el cuerpo te duele, Si experimentas cualquier tipo de sufrimiento,
sé un testigo de ello. Sea lo que fuere que está ocurriendo, no te identifiques
con ello, sé un testigo, un observador.

B) Puedes sentir ahora la sutil, delicada vibración de la respiración, la


verdadera esencia de la respiración.

Trata de entender qué es la esencia de la respiración. Mientras respiras, no


solamente respiras aire. La ciencia dice que sólo respiras aire, oxígeno,
hidrógeno, etc., pero el tantra dice que el aire es solamente el vehículo. Tú
respiras PRANA, vitalidad. El aire es la cosa material, y algo sutil se mueve
a través suyo.

Los efectos de esto pueden ser experimentados. Cuando estás con una
persona de mucha vitalidad, experimentas que de tu interior se levanta cierta
vitalidad también. Si estás con alguien gravemente enfermo, sentirás como si
te extrajeran tu energía. Ocurre lo mismo cuando te encuentras en medio de
una muchedumbre, te sientes sofocado. Por contra, si estás sólo, por la
mañana, bajo el cielo, rodeado de árboles, sentirás una nueva vitalidad
dentro de ti, el prana.

Focalizándote en el tercer ojo, de repente puedes observar la verdadera


esencia de la respiración, el prana. Ahora imagina que esta esencia está
llenando toda tu cabeza, especialmente la parte superior de la cabeza, el
SAHASRARA, el centro psíquico más alto. Cuando estas focalizado en el tercer
ojo, imagina, y entonces el hecho sucede. Ahora tu imaginación es
impotente, imaginas, pero no ocurre nada porque no imaginas centrado
en el tercer ojo.

Imagina pues, focalizado en el tercer ojo, que el prana llena tu cabeza, y en


ese momento, tu cabeza será llenada. Luego imagina que este prana brilla
como luz en el sahasrara y empieza a caer como si fuera una ducha, y bajo
esta ducha de luz, te sentirás refrescado, renacido, completamente nuevo. Es
lo que se llama renacimiento interno.

La focalización en el tercer ojo hace que la imaginación se torne potente,


poderosa. Esta es la razón por la que se insiste tanto en la pureza. Antes de
hacer estas prácticas, purifícate. La pureza, para el tantra, no es un concepto
moral. La pureza es muy importante porque si estás focalizado en el tercer
ojo y tu mente es impura, tu imaginación puede llegar a ser peligrosa,
para ti y para los demás. Si estás pensando en matar a alguien, si esta idea
está en la mente, la mera imaginación puede matar a esa persona. Por ello se
insiste tanto en la pureza.

En el tercer OJO la imaginación y la actualización o realización, no son dos


cosas diferentes. Imaginación es el hecho. Imagina, y ello sucede. No hay
separación entre sueño y realidad. Sueña, y se convertirá en
realidad. Esta es la razón por la que Shankaracharya dijo que este mundo no
es sino el sueño de la Divinidad, porque la Divinidad está centrada en el tercer
ojo, siempre, eternamente, así, que cualquier cosa que sueñe, se vuelve real.
Si tú también estás centrado en el tercer ojo, cualquier cosa que sueñes se
tornará real.

Sariputra fue a Buda. El meditaba profundamente, entonces, muchas cosas,


muchas visiones, empezaron a venir, tal como acontece cuando alguien entre
en meditación profunda. Empezó a ver cielos, infiernos, Ángeles, dioses,
demonios. Eran tan reales que fue corriendo hasta Buda para contarle que
había tenido tales y tales visiones. Pero Buda le dijo: "No es nada, son
sueños, sólo sueños." Pero Sariputra dijo: ¿Cómo puedo creer que son
sueños, si son tan reales? Buda respondió: "Ahora que estás centrado en el
tercer ojo, sueño y realidad son uno. Cualquier cosa que sueñes será real,
y vice-versa también."

Para el que está centrado en el tercer ojo, los sueños se tornan reales y la
realidad un sueño. Por eso, cuando Shankaracharya dice que este mundo no
es más que maya, un sueño de la divinidad, ello no es una mera proposición
teórica ni un razonamiento filosófico, es sobre todo, la experiencia interna de
uno que está focalizado en su tercer ojo.

Imagina pues, cuando estés centrado en el tercer ojo, que la esencia del prana
te cae desde la parte superior de tu cabeza, igual que si estuvieses sentado
bajo un árbol y sus flores cayeran sobre ti, o estás sentado por la mañana, y el
sol se levanta y sus rayos llueven sobre ti. Imagina, e inmediatamente surgirá
esa lluvia de prana, una lluvia de luz cayendo desde la parte alta de tu
cabeza. Esta lluvia te recrea, te da un nuevo nacimiento, serás renacido.

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