ANÁLISIS DEL SPOT PUBLICITARIO DE LA MARCA OLD SPICE

En el presente trabajo se realizará un análisis del spot publicitario de la marca Old

Spice. Old Spice es una marca estadounidense de productos de aseo masculino. A
principios del siglo XX, la demanda de fragancias para hombres era muy baja, ya que el
olor corporal se consideraba un signo de masculinidad, sin embargo, justo al final de la
década la gran depresión se produjo en EE.UU, y muchos hombres perdieron su trabajo,
su orgullo y su sentido de la masculinidad. Fue entonces cuando compañías como la
mencionada, vieron una oportunidad para traerles esta masculinidad de vuelta. Durante
décadas, Old Spice descubrió una nueva fórmula para llegar a más hombres, el sentido de
masculinidad era algo que se podía explotar, pero supieron atacar a otra necesidad mucho
más profunda, como el uso de aquellos productos atraían a más mujeres, cosa que
muchos hombres deseaban.

Para esta nueva imagen, la marca colocó como figura a Isaiah Mustafa, un actor y
ex jugador de baloncesto; en la cual promocionaba a un hombre masculino, atractivo y
seguro de sí mismo. El spot publicitario se llamó: “El hombre como el que tu hombre
podría oler”. Dicho spot mostraba en una serie de monólogo rápido, los beneficios de
utilizar el producto; lo más resaltante era que ninguno de los beneficios tenía sentido,
pero era imposible apartar la vista del actor. Es decir, lo visual es lo que ayuda al receptor
a entender mejor el mensaje que se quiere transmitir en esta propuesta publicitaria.

Dicha campaña tenía como objetivo incrementar el nivel emocional, ya que según
la pirámide de Maslow sobre el impulso de la conducta humana, los hombres buscan
tener un sentido de poder, y es a lo que apuntaba la compañía con dicho spot.

En mi opinión, dicha campaña tiene el estereotipo de colocar al modelo de hombre

que se muestra es el de un personaje atractivo físicamente e inteligente que cualquier
mujer desearía tener. Vemos que una estrategia recurrente consiste en mantener el
estereotipo del hombre perfecto para, en primera instancia, incitar a los otros hombres a
adquirir el desodorante con el fin de tener la misma imagen del sujeto presentado y, en
segunda instancia, ubicar a la mujer como seguidora e idolatra de este prototipo de
hombre.