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Capitulo 4

LOS MUERTOS VEN SU ROSTRO

17 
Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado
gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

18 
El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. EXODO 33

MOISÉS fue el escogido de Dios para recibir el diseño del Tabernáculo lo que era la
sombra de lo que había de venir en alusión a Jesucristo y su redención.

En este capítulo nos habla el autor de como siendo la Iglesia nos conformamos con
solo observar la zarza, es decir un hecho sobrenatural, un milagro y ya nos
sentimos satisfechos y que hemos logrado algo grande; y nos olvidamos de buscar
la presencia de Dios, la zarza solo debe ser una motivación, solo una prube ade la
presencia manifiesta de Dios. Nos basta con recibir una bendición, es bueno, es
hermoso pero es mejor llegar a la presencia del autor de las bendiciones. La
afirmación de los muertos ven su rostro viene de la comparación co el altar del
sacrificio, no es lugar de bendición es el lugar donde muere un cordero. Nosotros
solo pedimos y pedimos bendición , milagros y esta bien, pero , DIOS es mas que
un milagro.

El propósito de Dios por su iglesia es mayor que solo bendición.

 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Romanos 12:1

Nosotros necesitamos morir, ser ese sacrificio agrdable a Dios, hemos dicho
muchas veces la gloria de Dios esta aquí, pero sabemos que si de verdad estuviera
no podríamos sobrevivir a su santidad. En el libro de Levitico el sumo sacerdote
tenia que hacer muchos ritos que incluían aparte del humo de incienso la sangre
del cordero, todo para poder estar ante la presencia de Dios, por ahora
contemplamos a Dios con esta carne pero vendrá el día cuando nuestros cuerpos
mortales se vistan de inmortalidad, y lo corruptible se vista de incorrupción.
Aunque muchas veces le hemos pedido al Señor se acerque a nosotros nuestra
carnalidad debe estar muerta para que esto sea posible. Es como si el olor del
sacrificio fuera una señal de que Dios puede acercarse más a su pueblo por un
momento sin destruirlo por sus pecados. Nos hace recordar a Ester que dijo si
perezco que perezca, con tal de entrar a hablar con el Rey.

El Apóstol Pablo dijo: "Ahora vemos por espejo, oscuramente; más entonces
veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como soy
conocido." (lª de Corintios 13:12) En ese momento conoceremos a Dios en su
plenitud.

En este mundo es muy común buscar vida y lo aquello que nos ayude a vivir mejor,
pero en realidad si queremos ver y contemplar la presencia de Dios debemos
pagar el precios, menguar para que el crezca no conformarnos con una bendición ,
no conformarnos con solo un milagro. Debemos estar dispuestos a morir en la
carne hasta que podamos mirarlo cara a cara y conocerlo tal y como es EL,
mientras seguimos en su búsqueda solo asi podemos encontrarlo

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