Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Exo_32:29
Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y
en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.
¿QUÉ NOS PIDE DIOS QUE HAGAMOS? Dios pide que nos consagremos a Él. Escuchemos lo que
Dios nos dice por medio de Su siervo Pablo:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12:1).
¿Qué es la consagración? La consagración es dar mi vida a Dios para que Él haga Su voluntad en vez
de la mía. Significa que presente mi cuerpo como un "sacrificio vivo" a Él. Los animales que se
ofrecían a Dios en el Antiguo Testamento eran matados. Eran sacrificios muertos. Dios no me pide
poner mi cuerpo sobre un altar para ser matado. En vez de eso, Él pide que me convierta en "sacrificio
vivo". Esto quiere decir que Él desea que yo viva para Él. Pero, veamos más acerca del significado de
la consagración.
LOS SACRIFICIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO eran símbolos del Señor Jesús. Por ejemplo,
cuando se ofrecía un cordero como expiación por el pecado, era un símbolo o figura del Señor Jesús
muriendo en la cruz por nuestros pecados.
Pero había otro sacrificio que no tenía nada que ver con el pecado. Este sacrificio se llamaba
"holocausto".
El Holocausto
Representaba al Señor Jesús ofreciendo Su vida al Padre para hacer Su voluntad
¿Qué representaba el holocausto? Representaba al Señor Jesús ofreciendo Su vida al Padre para hacer
Su voluntad. Este sacrificio era de gran valor para Dios, y de el podemos aprender muchas cosas acerca
de la consagración.
La consagración es voluntaria
En cuanto al holocausto, la Biblia dice:
Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová… de su voluntad lo ofrecerá… (Levítico 1:2-
3).
Esto nos dice que la consagración es "a Jehová", y que debe ser voluntaria. Dios no me obliga a que
consagre mi vida a Él; en vez de eso, dice: "Te ruego". Dios quiere que le dé mi vida, no porque tenga
que hacerlo, sino porque le amo y deseo servirle.
Consagración es al Señor
Cuando me consagro al Señor, ¿quiere eso decir que estoy dando mi vida para convertirme en
predicador o en misionero? No, no me consagro para ser ni predicador ni misionero. Me consagro al
Señor, para hacer Su voluntad dondequiera que esté, en la escuela, en el hogar, en el trabajo o a
cualquier parte que me envíe. Dios es quien decide lo que quiere que yo haga y dónde quiere que le
sirva, y lo que Él escoja para mí seguramente será lo mejor.
¿Qué nos dice esto acerca de la consagración? Nos dice que la consagración es ofrecer una vida entera
a Dios. No puedo dar a Dios una parte de mi vida y guardar una parte para mí mismo. Esto no
satisfacería a Dios, y tampoco a satisfacería mí. Todo el gozo y la bendición en la vida cristiana
dependen de que nosotros no retengamos nada de Dios.
La consagración es final
Una vez que un animal era colocado en el altar como un holocausto a Dios, ya no se quitaba. Era santo
a Dios. La Biblia dice:
Una vez que yo haya consagrado mi vida a Dios, ya no podré tomarla de nuevo. Dios espera que mi
consagración a Él sea una sola vez para siempre.
¿Qué pasa si caigo en pecado? ¿Quiere decir eso que debo "rededicar" mi vida a Dios? No, no quiere
decir eso. Si he pecado, debo confesar mis pecados a Dios para que pueda gozarme de Su comunión
otra vez, pero no es necesario "rededicar" a Dios algo que ya se le ha dado.
La consagración es continua
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame
El holocausto era ofrecido a Dios cada mañana y cada tarde, día a día, continuamente. ¿Qué nos dice
esto en cuanto a la consagración?
Esto nos dice que nuestra consagración debe ser continua. Mi consagración se inicia con el hecho de
entregarme al Señor, pero no termina ahí. Debo vivir continuamente mi consagración. Día a día me
ofrezco al Señor para hacer Su voluntad en lugar de la mía. Esto es lo que el Señor Jesús quiso decir
cuando dijo:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas
9:23).
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo… y que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio… (1 Corintios 6:19-20).
…que vivamos, o que muramos, del Señor somos (Romanos 14:8).
La Propiedad De Dios
Estos versículos me dicen claramente que yo no me pertenezco. Pertenezco al Señor. He sido comprado
por un precio.
¿CUÁL FUE EL PRECIO que el Señor Jesús pagó por mí? ¡Su propia sangre preciosa! La Biblia dice:
sabiendo que fuisteis rescatados… no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo… (1 Pedro 1:18-19).
La consagración es sencillamente reconocer que Cristo es mi dueño y decirle a Él: "Señor, soy tuyo
por derecho, y deseo ser tuyo porque así lo elijo".
La Biblia aclara que este es el "culto racional" de cada persona que ha nacido de nuevo.
El motivo de la consagración
Yo sé que debo entregarme al Señor, pero, ¿qué es lo que me hace desear hacerlo? Es el amor de
Cristo. La Biblia dice:
CUANDO EL AMOR DE CRISTO toca mi corazón, no puedo hacer más que postrarme ante Él y
ofrecerle toda mi vida.
Y el Dios de paz… os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en
vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo… (Hebreos 13:20-21).
Los Evangelios nos dicen cómo el Señor Jesús hizo la voluntad de Su Padre cuando Él vivió aquí en la
tierra. El libro de los Hechos nos cuenta cómo continuaba haciendo la voluntad del Padre por medio de
los apóstoles y discípulos de esa época. Ahora el Señor Jesucristo quiere obrar mediante nosotros para
hacer la voluntad de Dios. Para hacer eso, Él necesita que le ofrezcamos nuestros cuerpos como
sacrificio vivo.
EL SEÑOR JESÚS NO TIENE MANOS para hacer la obra de Dios aquí en la tierra, a excepción de
nuestras manos. Él no tiene pies para llevar el mensaje de Dios a los perdidos, excepto nuestros pies.
No tiene labios para hablar a los hombres de la salvación de Dios excepto nuestros labios. Esa es la
razón porque la Biblia dice:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12:1).
Cuando nos entreguemos completamente al Señor Jesús, Él obrará por medio de nosotros en la misma
forma como el Padre obró por medio de Él.
…presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos… (Romanos 6:13).
DIOS NO PUEDE USAR NADA de la vida vieja. Solamente los que son "vivos de los muertos"
pueden servirle. Es sólo cuando veo que he sido crucificado juntamente con Cristo, sepultado con Él y
resucitado con Él, que puedo verdaderamente consagrar mi vida a Dios.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús… (Filipenses 2:5).
No pienses que si consagras tu vida al Señor, llegarás a ser un predicador famoso o un evangelista
mundial. Nuestro Salvador fue despreciado y rechazado por los hombres. Somos Sus siervos, y la
Biblia dice:
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).
Piensa en el gozo de encontrar al Señor en la gloria y oírle decir: Bien, buen siervo y fiel
CUANDO YO CONSAGRE MI VIDA al Señor, Él me puede mostrar el trabajo que tiene para mí. Mi
mayor satisfacción llega cuando encuentro la voluntad de Dios para mi vida, y la hago. Piensa en el
gozo de encontrar al Señor en la gloria y oírle decir:
¿Entiendes lo que Dios te está pidiendo? ¿Has comprendido que perteneces a Él, todo lo que eres y
todo lo que tienes, para siempre? ¿Has considerado lo que Él ha hecho por ti? ¿Ha tocado tu corazón el
amor de Cristo tanto como para que tú quieras entregarte a Él? Si así es, estudia cuidadosamente la
siguiente declaración de consagración; luego, si ésta es tu decisión, fírmala.