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Yo estuve aquella noche como bombero, llegamos a la zona del accidente pasadas las

9 y media de la noche si mal no recuerdo, pero lo que si tengo clarísimo en el


recuerdo es el caos en la vía que conducía a la zona del impacto, autos, camiones
del ejercito, de la Fuerza Aérea, de la policía, curiosos, periodistas y otros
equipos de respuesta, nosotros tuvimos que descargar todo el material de rescate y
llevarlo a cuestas por mas de dos kilómetros hasta el lugar donde todo ardía.
no pudimos hacer mucho aquella noche pues no había forma de apagar el fuego,
nuestros camiones contra incendios y el camión de Corpac tampoco pudieron llegar y
no se pudo apagar las llamas, pasamos la noche en espera de la llegada del nuevo
día y poder recuperar los cadáveres.
Al día siguiente el panorama fue desolador y por demás desgarrador, recuerdo mucho
que mientras esperábamos a que amanezca, ypenas aclaraba el día, un señor ingreso
gritando y llorando a la zona acordonada por la policía y los miembros de la FAP,
no lo dejaban pasar y forcejeando con los efectivos, un oficial les pidió que lo
dejaran, lo abrazó y le permitió cercarse un poco mas no bajar hasta la hondonada,
ese señor se sentó en una piedra y lloraba y gritaba el nombre de Manuel.. me
partió el corazón esa escena. Luego de una hora más o menos, empezamos a organizar
el trabajo y formar los equipos de trabajo para recuperar los cuerpos, fue una
tarea terrible por todo aquello que ví... por razones obvias no voy a ahondar en
esos detalles pues me los guardaré por respeto a los familiares y amigos de los
fallecidos. Pero tengan por seguro que fue desgarrador para todos los que estuvimos
aquella vez en esa emergencia. Al finalizar la tarea de recuperación de cuerpos y
restos mortales, los juntamos a todos en la hondonada y alguien pidió que bajara un
sacerdote, pero no había sino dos monjitas que bajaron y mientras dirigían un
responso breve, a muchos de los que estábamos allí orando por el alma de los que
partieron, se nos hizo un nudo en la garganta y mas de uno derramamos lágrimas por
lo que teníamos delante. Este accidente ha sido una de las emergencias a las que
fui que más me marcaron en mi carrera de bombero.
Algunas semanas después volvimos al lugar y mientras nuestro camión avanzaba por el
camino de trocha, vimos a una chica joven que llevaba un ramo de flores (rosas creo
que eran) como faltaba aun tramo mas o menos largo y ella estaba sola decidimos
subirla al camión y trasladarla, en el camino nos contó que iba a dejar flores por
el recuerdo de su novio que llegaba para pedir su mano en matrimonio... fue una de
las tantas historias personales que se escribieron detrás de tamaña tragedia que
espero nunca más vuelva a ocurrir,

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