Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los metales pesados son un grupo de elementos químicos que presentan una densidad alta. Son en general tóxicos para
los seres humanos y entre los más susceptibles de presentarse en el agua destacamos mercurio, níquel, cobre, plomo y
cromo.
El incremento de concentración en las aguas de estos compuestos se debe principalmente a contaminación puntual de
origen industrial o minero. Los lixiviados de vertederos o vertidos de aguas residuales pueden ser asimismo una fuente
de contaminación.
Ahora bien, no todas las aguas contaminadas con metales pesados presentan coloración, y en ocasiones, si las hay, no
conseguimos detectarlas. Por ello, se recomienda una vigilancia de las aguas de consumo humano, analizándolas para
comprobar que los valores de metales pesados registrados se encuentran por debajo del valor límite legal.
Ingerir alimentos o tomar agua con niveles de cadmio muy altos produce irritación grave del estómago, lo que produce
vómitos y diarrea y en ciertas ocasiones la muerte. Ingerir niveles de cadmio más bajos durante un período prolongado
puede producir acumulación de cadmio en los riñones.
En general, las hojas de hortalizas tales como lechuga y espinaca, patatas y cereales, cacahuetes, soja, y semillas de
girasol contienen niveles de cadmio más elevados, aproximadamente 0.05–0.12 mg/cadmio/kg. Las hojas de tabaco
acumulan niveles altos de cadmio desde el suelo.
El arsénico es un elemento químico de la tabla periódica que pertenece al grupo de los metaloides, también llamados
semimetales; se puede encontrar de diversas formas aunque, raramente, se encuentra en estado sólido.
La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y
lesiones cutáneas. También se ha asociado a enfermedades cardiovasculares y diabetes.
El arsénico puede encontrarse en alimentos como: La comida de mar (especialmente en bivalvos [almejas, ostras,
ostiones, mejillones], crustáceos [cangrejos, langostas], y en ciertos peces de aguas frías que se alimentan en el fondo
marino, así como en algas marinas
cobre
Elemento químico de número atómico 29, masa atómica 63,54 y símbolo Cu ; es un metal de color pardo rojizo,
brillante, dúctil, muy maleable, resistente a la corrosión y buen conductor de la electricidad y el calor; es el metal de más
usos y se utiliza para la fabricación de cables, líneas de alta tensión, maquinaria eléctrica y en aleaciones, siendo las dos
más importantes el latón, una aleación con cinc, y el bronce, una aleación con estaño.
¿Puede el cobre ser perjudicial? Sí, el cobre puede ser nocivo si se ingiere demasiado. Obtener demasiado cobre de
forma regular puede causar lesión hepática, dolor abdominal, calambres, náuseas, diarrea y vómito. La intoxicación por
cobre es poco común en las personas sanas.
Fuentes alimenticias. Las ostras y otros mariscos, los granos enteros, las legumbres, las nueces, las papas (patatas) y las
vísceras (riñones, hígado) son buenas fuentes de cobre en la dieta, al igual que las verduras de hoja oscura, las frutas
deshidratadas como ciruelas, el cacao, la pimienta negra y la levadura.
¿CONOCEN LA FAMOSA ENTREVISTA QUE JAMES CREELMAN HIZO A PORFIRIO DÍAZ?
3 DE MARZO DE 1908
Gerardo Díaz
Sin proponérselo, el periodista estadounidense James Creelman contribuyó a la caída del régimen de Porfirio Díaz luego
de entrevistarlo.
Porfirio Díaz ya no requería justificación alguna para continuar en el poder. Años de probada estabilidad política e
inversión nacional y extranjera consolidaban a México como una nación moderna y respetada por las potencias
económicas de la época que veían en la figura presidencial al arquitecto de dicho milagro. Internamente el país estaba
en paz gracias a la mano dura del gobierno que censuraba publicaciones y encarcelaba a sus críticos más reacios. Sin
embargo, los años pasaban, los planes para el retiro se postergaban indefinidamente y era innegable que Porfirio se
hacía viejo. Su último periodo presidencial terminaría en 1910 y la cuestión de su sucesión se convirtió en un tema de
primer orden.
Es en este contexto que el periodista estadounidense James Creelman realizó a Díaz una entrevista que, sin saberlo,
contribuiría al derrumbamiento del régimen. Publicada originalmente en inglés en Pearson’s Magazine, esta fue
traducida al español a partir del 3 de marzo de 1908 en el periódico El Imparcial. En principio es un documento
apologético sobre el presidente que posteriormente permite escuchar de su propia voz diversas opiniones de lo público,
lo privado y el inherente futuro.
Es en esta frase en la que Díaz soltó la bomba: “No importa lo que al respecto digan mis amigos y partidarios; me
retiraré cuando termine el presente periodo y no volveré a gobernar otra vez”. Ambición, esperanza, oportunismo. Todo
germinó entre aliados y opositores a partir de leer ese pequeño párrafo que finalmente era simple, contundente. Tanto
como lo fue su negación y su respectiva participación política en las siguientes elecciones.
¿Traición o el último favor a la patria? Lo cierto es que las condiciones cambiaron. El pueblo fue sumamente crítico esta
vez y el descontento popular, ese que el estadista escondía debajo del tapete de la modernidad, se reflejó en
manifestaciones por diversas regiones del país que terminaron por articular un movimiento armado encabezado por
Francisco I. Madero. El régimen se derrumbó en buena parte por una promesa incumplida.
En febrero de 1911, Creelman publicaría Díaz master of México, un extenso libro dedicado al régimen y que termina con
un Díaz, orgulloso en su vejez, dejando asegurado el futuro de México. De imprimirse unos meses más tarde, el propio
Creelman hubiese cambiado hasta el colofón.
El artículo breve "Se publica la famosa entrevista Díaz-Creelman el 3 de marzo de 1908" del autor Gerardo Díaz se
publicó en Relatos e Historias en México número 127. Cómprala aquí.
Las lesiones del hígado son anormalidades celulares dentro del hígado. Frecuentemente son benignas, pero algunas
pueden ser cancerosas. Las lesiones del hígado pueden ser causadas por diferentes motivos. La mayoría de las lesiones
no causan ningún síntoma hasta que se desarrollan y forman grandes masas.
La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario poco frecuente que causa una acumulación de cobre en el hígado,
el cerebro y otros órganos vitales. A la mayoría de las personas se les diagnostica la enfermedad de Wilson entre los 5 y
los 35 años, pero también puede afectar a personas más grandes o más jóvenes.
El cobre juega un papel fundamental en el desarrollo de nervios saludables, huesos, colágeno y melanina, los pigmentos
de la piel. Normalmente, el cobre se absorbe de los alimentos y el exceso se excreta a través de una sustancia producida
en el hígado (bilis).
Sin embargo, en las personas que tienen la enfermedad de Wilson, el cobre no se elimina correctamente y, en su lugar,
se acumula, posiblemente hasta alcanzar un nivel que supone un riesgo para la vida. Cuando se diagnostica pronto, la
enfermedad de Wilson es tratable, y muchas personas que padecen este trastorno llevan una vida normal.
Si piensa que usted o alguien está sufriendo un ataque cerebral, llame al 911 de inmediato. El tratamiento oportuno
puede salvar una vida y aumentar la posibilidad de una rehabilitación y recuperación exitosa.