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COMENTARIOS PERSONALES DE LA BIBLIA

Fecha de Inicio: 21 de Noviembre del 2,012


Fecha de fin: 09 de Febrero del 2,017
(Por diversas razones, pruebas, luchas y situaciones, había dejado a un lado
estos comentarios, pero gracias a Dios los he retomado y llevado a su fin, por
esta razón es que la fecha es tan larga.)

Por: Juan Carlos Valdez Bautista

EPISTOLA A LOS ROMANOS

CAPITULO 1

Rom 1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de
Dios, Rom 1:2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
Rom 1:3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según
la carne, Rom 1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos, Rom 1:5 y por quien recibimos la
gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su
nombre; Rom 1:6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de
Jesucristo; Rom 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser
santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Pablo, como es su costumbre, inicia esta epístola con un saludo muy especial, al igual que
vimos en la epístola a los Efesios, él primeramente defiende, por decirlo así, su apostolado,
diciendo que fue llamado por Dios, apartado por Dios para esto; y segundo, se dirige a los santos,
pero es interesante ver como desde su saludo mismo él empieza a declarar el evangelio, ya que
dice que fue “apartado para el evangelio de Dios, que Él había prometido antes por sus profetas en
las Santas Escrituras…” y es que es maravilloso meditar en el hecho de que Jesucristo es el tema
central de toda la Biblia, desde el mismo principio, cuando todo fue creado allí estaba Cristo, la
Biblia dice en Juan 1:3 que “todas las cosas por Él (Jesucristo) fueron hechas y sin Él, nada de lo
que ha sido hecho fue hecho”, y desde allí en adelante, en la caída del hombre, en la destrucción
por el diluvio, en la concertación de los pactos, en la elección de Su Pueblo, en la liberación de Su
Pueblo, en los jueces, los reyes, los salmos, los proverbios, los profetas, el Antiguo Testamento, El
Nuevo Testamento, los evangelios, los hechos de los apóstoles, las epístolas y el Apocalipsis, allí
está Jesucristo, ése es el evangelio, la historia del Padre salvando a hombres pecadores a través
de Su Hijo Jesucristo por el poder del Espíritu Santo, y esto, dice Pablo, le fue encomendado a él
como Apóstol, darlo a conocer a todas las naciones, y luego dice algo en el vers. 6, que cada uno
de nosotros debe tomar para sí: “entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de
Jesucristo”, ¿Ha sido usted llamado a ser de Jesucristo?, si es así esta carta es para usted también
y para mí, para ser enseñados, corregidos, redargüidos e instruidos en toda justicia, para nuestro
crecimiento espiritual, porque hemos sido llamados a ser santos y a recibir Gracia y Paz de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Rom 1:8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos
vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. Rom 1:9 Porque testigo me es
Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago
mención de vosotros siempre en mis oraciones, Rom 1:10 rogando que de alguna
manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Rom 1:11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis
confirmados; Rom 1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es
común a vosotros y a mí. Rom 1:13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que
muchas veces me he propuesto ir a vosotros (A) (pero hasta ahora he sido estorbado),
para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles. Rom 1:14
A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Rom 1:15 Así que, en cuanto
a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Rom 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Rom 1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito:
Mas el justo por la fe vivirá. (B)

En los versículos del 8 al 15 Pablo manifiesta a los hermanos de Roma su deseo de verlos,
y los alaba por su fe, les recuerda que siempre están en sus oraciones, y es que un fiel Ministro de
Dios siempre estará orando por el pueblo de Dios, siempre estará ansioso de poder usar sus dones
(que Dios le ha dado) para ser de bendición al pueblo de Dios, ahora bien, recordemos que el
apostolado fue un Ministerio “especial” por decirlo así, que Dios usó para fundamentar Su Iglesia
del Nuevo Pacto, Pablo sabía que aunque los hermanos en Roma tenían fe, era necesario
instruirlos y como dice él en el versículo 11 “Porque deseo veros, para comunicaros algún don
espiritual, a fin de que seáis confirmados”, ¿No le ha pasado a usted que alguna vez leyendo la
Palabra de Dios, Él le enseña algo y lo pone en su corazón, pero luego alguna predicación de un
siervo de Dios le confirma esto mismo?, Dios sabe porque elige a hombres para dirigir a Su
Pueblo, por algo Él mismo constituyó a algunos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y
a otros pastores y maestros (Efesios 4:11), para la edificación del cuerpo de Cristo, son dones que
Cristo ha dado a Su Iglesia, luego Pablo dice en el vers. 12: “esto es, para ser mutuamente
confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí”, creo que un fiel ministro de Jesucristo,
será grandemente confortado en su fe, al ver al pueblo de Dios siendo edificado y creciendo por
medio de la predicación de la Palabra, es un ciclo maravilloso, en el cual todos reciben algo de
parte de Dios, es por esto que es tan importante la predicación de la Palabra en los cultos y que los
que predican sean hombres idóneos para enseñar y llenos del Espíritu Santo. Luego Pablo
manifiesta algo que todos deberíamos tener en mente cuando evangelizamos o servimos en la
iglesia, él dice en el vers. 14: “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios, soy deudor”, lo que
Pablo está diciendo aquí es que por causa del evangelio de Jesucristo, él se ha vuelto un siervo de
todos, y que al igual que Dios, él no hace acepción de personas, el evangelio es para todo aquel
que cree, no es solo para una raza en especial, ni para una élite especial de personas, es para
negros y para blancos, para ricos y para pobres, para personas que han estudiado y para los que
son ignorantes, y nosotros al ser siervos de Jesucristo y al tener la encomienda del evangelio,
automáticamente nos volvemos siervos, o sea deudores, de todas estas personas, y por
consiguiente no podemos hacer acepción de personas, ya que el evangelio es para todo el que
cree, y esto da paso a lo que Pablo continúa expresando en el versículo tan conocido de Romanos
1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree, al judío primeramente y también al griego”, cuántas veces hemos leído, cantado y
memorizado este versículo, y luego cuando tenemos que compartir el evangelio simplemente se
nos olvida, ¿Por qué pareciera que estamos avergonzados del evangelio?, juzgare mi vida, creo
que el evangelio es poder de Dios para salvación, porque veo cómo me salvo a mí, cómo en ese
instante de mi vida me fue dado un corazón nuevo y mis afectos fueron cambiados, mis deseos,
mis anhelos, mis pensamientos, mi vida entera fueron transformados, es algo que no puedo negar,
ni comprender a cabalidad, veo también que lo primero que quise hacer fue hablar de Cristo a
todos los demás, el problema es este: mi familia me rechazó, mis amigos se alejaron de mí, mi jefe
me despidió, me di cuenta que el evangelio no es agradable, y me di cuenta que hay un precio que
pagar, también me di cuenta de que voy contra la corriente en medio de un montón de ideas falsas
acerca del evangelio verdadero, aún en la iglesia misma hay tantas diferencia respecto a las
doctrinas básicas, algunas caen en herejía, entonces mi fe se ha debilitado y mi primer amor se ha
enfriado, he sido atacado fuertemente por el enemigo, y ahora no hablo de Cristo por temor a ser
rechazado, al que dirán de mí, que estoy loco, que soy fanático, creo que el enemigo de mi alma se
ha aprovechado de esta situación, sin embargo, aún en medio de todo esto, yo sé a quién he
creído, y sé que Dios está trabajando en mi vida, porque el evangelio de Dios es poder para
salvación, y la salvación no solo incluye la vida venidera, sino también esta vida, porque el vers. 17
continúa diciendo: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Más el justo por la fe vivirá”. Oh, como me llenan de esperanza estas palabras, el evangelio
se revela por fe, ya que somos salvos por la fe en Jesucristo, pero también para fe, porque
necesitamos fe para vivir, para caminar en este camino angosto, así que, yo sé que aún Dios no ha
terminado conmigo y que pronto saldré de este valle de sombras, y yo sé que esto que va
creciendo dentro de mí, pronto saldrá, porque esta obra no es de hombres sino de Dios, y Aquel
que comenzó la obra en nuestras vidas, ciertamente la perfeccionará hasta la venida de Cristo. El
hijo de Dios, puede que pase por una época de sequía, pero no permanecerá allí, ya que la justicia
de Dios se revela a través del evangelio por fe y para fe, de alguna forma Dios esta alimentado mi
fe a través de lo que permite en mi vida, y al igual que Moisés fue preparado en el desierto para lo
que Dios le apartó, así también nuestras vidas deben llevar una preparación para lo que hemos de
hacer, por cierto, esto no significa que no hemos de hacer nada en el ínterin, luchamos, nos
esforzamos, caemos, nos levantamos, pero seguimos, seguimos, seguimos, no sé cómo, solo sé
que si fuera por mí, ya no estaría en los caminos de Dios, así que tiene que ser algo más que no
soy yo, y eso alimenta mi fe, porque el justo por la fe vivirá.

Rom 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres que detienen con injusticia la verdad; Rom 1:19 porque lo que de Dios se
conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Rom 1:20 Porque las cosas
invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa. Rom 1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio
corazón fue entenebrecido. Rom 1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
Rom 1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de
hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Rom 1:24 Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de
modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, Rom 1:25 ya que cambiaron la
verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al
Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Rom 1:26 Por esto Dios los entregó a
pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es
contra naturaleza, Rom 1:27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso
natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a
su extravío. Rom 1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los
entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; Rom 1:29 estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; Rom 1:30 murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres, Rom 1:31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables,
sin misericordia; Rom 1:32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que
practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se
complacen con los que las practican.

Lo que continúa en los versículos 18 hasta el 32, es algo totalmente espeluznante, es


horroroso ver como el hombre se ha revelado abiertamente, flagrantemente contra Dios, nosotros,
los que en Su Misericordia hemos conocido la verdad, podemos dar fe de como Dios se revela a
través de Su Creación, pero no necesariamente nos dimos cuenta de esto al venir a Cristo, me
juzgo a mí mismo nuevamente, yo recuerdo que realmente creía que existía un ser diferente, una
fuerza suprema, algo que creó todas las cosas, inclusive llegue en un tiempo de mi vida a creer
que eran extraterrestres, porque el hombre creyendo ser sabio se hace necio, es por esto que
definitivamente creo que Dios elige a los hombres para salvación, porque de lo contrario nadie
seria salvo, los hombres prefieren razonar y decir: “sí, es posible que haya un ser superior que creo
las cosas, pero debe ser así, o de esta otra manera, no tiene que ser como lo dice la Biblia, eso
sería ser muy cerrado de mente, mi dios no es así –dicen ellos-“, y fabrican dioses a la imagen del
hombre, luego descienden un poco más y dicen: “oh este animal es tan fuerte, tan elegante, tan
maravilloso, tan útil, creo que así debería ser un dios, o, este astro me da su luz, ¿Cómo es posible
que lo alumbre todo? Creo que será mi dios” y nuevamente, creyendo ser sabios, se hacen necios,
¿No era acaso esta nuestra condición sin Cristo?, ¿No razonábamos acaso de esta manera?,
confiábamos en nuestra religión y creíamos en un dios falso, y muchas veces le llamábamos con el
nombre del Dios verdadero, tal como cuando Aarón hizo el becerro de oro y le levanto un altar y
dijo: “Mañana será fiesta para Jehová”, algunos dicen: “mi dios no puede ser como dice la Biblia,
que enviará a hombres al infierno”, pero Dios sí enviará a los hombres al infierno, “pues habiendo
conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en
sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido”, así que la consecuencia de su
desviación fue que Dios mismo los entregó a pasiones vergonzosas, y esto es lo que vemos a
nuestro alrededor, es más, de una vida así es de la que la mayoría de nosotros venimos, de una
vida de pasiones desordenadas, los versículos del 26 al 32 nos da una lista espantosa, que
describe exactamente lo que vemos en este mundo, homosexualidad, adulterio, fornicación,
maldad en todas sus expresiones, son descripciones que constantemente podemos ver en los
hombres y mujeres que nos rodean, amadores de sí mismos, el versículo 29 dice una palabra que
define la condición del hombre, estando atestados, esta palabra viene del verbo atestar que
según el diccionario de la RAE significa:

1. tr. Henchir alguna cosa hueca, apretando lo que se mete en ella. Atestar de lana un
costal.
2. tr. Meter o introducir algo en otra cosa.
3. tr. Meter o colocar excesivo número de personas o cosas en un lugar.
4. tr. Rellenar, rehenchir con mosto las cubas de vino para suplir la merma producida por
la fermentación.
5. tr. coloq. Atracar de comida. U. m. c. prnl.

Nos da la idea de estar totalmente lleno, hasta rebalsar, y esta es la condición del hombre
sin Cristo, está completamente lleno de pecado, y no solamente hacen todas estas cosas
abominables y vergonzosas, sino que también se complacen con los que las practican, es por esto
que el hombre no puede escapar de la ira de un Dios Justo y Santo, ya que aunque de alguna
forma su conciencia les dice que están deshonrando a Dios y que un día enfrentarán Su Justo
Juicio, aun así, prefieren acallar sus conciencias de mil y una maneras. Así que el punto de Pablo
ha quedado ampliamente comprobado, el hombre es culpable y merecedor del Justo Juicio de
Dios, que es lo que veremos en el capítulo 2.

CAPITULO 2

Rom 2:1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas;
pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; (A) porque tú que juzgas haces lo
mismo. Rom 2:2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales
cosas es según verdad. Rom 2:3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal
hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? Rom 2:4 ¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que
su benignidad te guía al arrepentimiento? Rom 2:5 Pero por tu dureza y por tu corazón
no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del
justo juicio de Dios, Rom 2:6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: (B)
Rom 2:7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e
inmortalidad, Rom 2:8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la
verdad, sino que obedecen a la injusticia; Rom 2:9 tribulación y angustia sobre todo
ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, Rom 2:10
pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también
al griego; Rom 2:11 porque no hay acepción de personas para con Dios. (C) Rom 2:12
Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que
bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; Rom 2:13 porque no son los oidores
de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Rom 2:14
Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley,
éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, Rom 2:15 mostrando la obra de la
ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos, Rom 2:16 en el día en que Dios juzgará por
Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Pablo inicia el capítulo 2 enfatizando que el hombre, cualquiera que sea, es inexcusable, tu
que juzgas a otro, dice Pablo, y es interesante esto de juzgar a otros porque es la tendencia de
todo ser humano, juzgar lo que los demás hacen y hasta desaprobarlo, sin embargo el que juzga a
otro está haciendo exactamente lo mismo que el que está siendo juzgado, y esto solo condena al
que juzga, vemos aquel hombre moralista menear la cabeza ante aquel asesino que ha dado
muerte violenta a otro ser humano, sin embargo él mismo guarda rencor y le dice fatuo a su
hermano, cayendo exactamente en el mismo pecado de asesinato, o vemos a aquel otro
desaprobar enérgicamente al que ha abandonado a su esposa por otra mujer, pero luego se llena
de lujuria viendo pornografía o deseando mujeres en su mente, los hombres se desaprueban unos
a otros, pero a la vez se están condenando con ello, ya que nadie puede juzgar a nadie porque
todos somos pecadores, sin embargo, hay uno que juzga con juicio verdadero y es Dios, solo Él
tiene la capacidad de juzgar a los hombres, por lo tanto, el argumento de Pablo continúa bajo esta
premisa, de que los hombres no tienen excusa y son merecedores del Justo Juicio de Dios, porque
aún menosprecian su paciencia y benignidad, por la dureza de sus corazones no arrepentidos y
atesoran ira para el día de la ira, porque viene pronto el día de la Ira de un Dios Santo, y algunos
se burlan y toman por tardanza la venida de ese día, pero vendrá, y las puertas serán cerradas, y
afuera será el lloro y el crujir de dientes, viene pronto el día en el cual Dios juzgará a todos los
hombres y pagará a cada uno según sus obras, vida eterna a los que han depositado su fe en
Jesucristo, pero “ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que
obedecen a la injusticia”, Dios manda a todos los hombres en todo tiempo que se arrepientan, pero
el hombre no obedece a la verdad sino que a la injusticia. Pablo utiliza una frase tanto para
describir a los que alcanzarán el bien como para los que recibirán castigo, dice: “al judío
primeramente y también al griego”, lo que Pablo está diciendo en otras palabras aquí es que a
mayor luz mayor condenación, y lo pasa a explicar en los versículos del 12 al 16, todo esto deja ver
que habrán grados de castigo para los que murieron sin el conocimiento de la Ley y para los que
conociendo la Ley decidieron desobedecerla, eso debería hacer que nos aseguremos si en verdad
hemos creído, si en verdad tenemos la fe salvadora, ya que hemos sido iluminados con la luz de
Jesús y ¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2:3),
es de suma importancia estar seguros, ¿está usted seguro?, hay un versículo de la Biblia que
realmente me pone a temblar y es Mateo 7: 21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” ¿estamos
haciendo la voluntad de Dios? ¿Está nuestra vida dando frutos?, ¿Estamos creciendo en gracia y
en el conocimiento de Dios, pero también en buenas obras?, realmente necesitamos examinarnos
a nosotros mismos y no quedarnos dormidos en el “valle de la falsa seguridad” porque allí han
muerto muchos peregrinos.

Rom 2:17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en


Dios, Rom 2:18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
Rom 2:19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
Rom 2:20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de
la ciencia y de la verdad. Rom 2:21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti
mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Rom 2:22 Tú que dices que
no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
Rom 2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
Rom 2:24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los
gentiles por causa de vosotros.(D) Rom 2:25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha,
si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser
incircuncisión. Rom 2:26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley,
¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? Rom 2:27 Y el que físicamente es
incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la
ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley. Rom 2:28 Pues no es judío el que lo
es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;
Rom 2:29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón,
en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

Los versículos del 17 al 29 tratan de algo muy interesante, Pablo les pega un golpe
directamente en la frente a todos aquellos judíos que están confiando en que van al cielo por el
simple hecho de ser judíos, o por estar circuncidados, pero lo que Pablo les dice es prácticamente
que lo que realmente importa es el corazón y el espíritu, ellos como judíos tenían la Ley de Dios y
tenían la circuncisión como señal del pacto, pero nunca pudieron guardar perfectamente la Ley y
esto invalidaba automáticamente el Pacto que Dios había hecho con ellos, ya que la premisa de
ese pacto era: “Haz esto y vivirás”, los judíos entendieron los ritos y los practicaban a cabalidad,
pero no entendieron el espíritu de la Ley, fue Jesucristo el que vino a mostrar el espíritu de la Ley y
a cumplirla a cabalidad, dando paso así a el Nuevo Pacto, es el Pacto de la Gracia, la Ley nunca
salvó a nadie, solo en Jesucristo hay salvación, la Ley nunca le dio vida a nadie, solo Jesucristo
trajo vida en abundancia, Cristo no vino a invalidar la Ley, Él vino a cumplirla, a mostrar el espíritu
de la Ley, Él mismo es el cumplimiento de la Ley, y todos los que ahora hemos sido salvos por
Gracia, estamos en Cristo, hemos cumplido la Ley en Cristo, por eso ya no estamos condenados,
por eso nuestras vidas anhelan agradar a Dios, porque no somos judíos en lo exterior sino en la
interior y no tenemos la circuncisión de la carne sino la del corazón, en espíritu no en letra; la
alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

CAPITULO 3

Rom 3:1 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión?
Rom 3:2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la
palabra de Dios. Rom 3:3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su
incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? Rom 3:4 De ninguna manera;
antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas
justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado. (A) Rom 3:5 Y si nuestra
injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da
castigo? (Hablo como hombre.) Rom 3:6 En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo
juzgaría Dios al mundo? Rom 3:7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó
para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? Rom 3:8 ¿Y por qué no decir
(como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que
nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?

¿Qué ventaja tiene, pues el judío?, ¿De qué sirvió que Dios haya elegido un Pueblo físico,
que haya hecho pactos con Abraham, Isaac, Jacob, que haya dado la Ley a Moisés? ¿No tiene
nada de provecho todo esto?, pues sí lo tiene, dice Pablo, porque ¿De dónde vino la Biblia? De los
judíos, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo fueron escritos por judíos, y ¿De dónde vino el
Mesías? ¿A caso no era judío Jesús?, debemos entender que todo en este mundo tiene que ver
con el Plan de Dios y no con nuestros planes personales o con nuestras decisiones, la historia de
la Biblia desde el principio hasta el final, tiene que ver con lo que Dios se había propuesto desde
antes de la fundación del mundo, el hecho de que los judíos hayan desechado a Cristo y hayan
sido endurecidos, tiene su propósito y parte en este Plan Perfecto de Dios, así que, no es sin
sentido que Dios haya elegido un Pueblo físico, y que al parecer lo haya desechado, nadie puede
decir que esto no tiene sentido, Pablo lo manifiesta en el versículo 4 cuando dice: “ sea Dios veraz y
todo hombre mentiroso”. Nadie puede acusar a Dios de injusticia, nadie puede decir a Dios ¿Por
qué haces esto, o por qué lo haces de esta manera?, y nadie puede decir tampoco: “entonces
hagamos males para vengan bienes”, porque no es así como funciona, no es el mal el que produce
el bien, sino que es Dios el que aun permitiendo el mal, hace el bien.

Rom 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya
hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Rom 3:10 Como está
escrito: No hay justo, ni aun uno; Rom 3:11 No hay quien entienda, No hay quien
busque a Dios. Rom 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay
quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (B) Rom 3:13 Sepulcro abierto es su
garganta; Con su lengua engañan. (C) Veneno de áspides hay debajo de sus labios; (D)
Rom 3:14 Su boca está llena de maldición y de amargura. (E) Rom 3:15 Sus pies se
apresuran para derramar sangre; Rom 3:16 Quebranto y desventura hay en sus
caminos; Rom 3:17 Y no conocieron camino de paz. (F) Rom 3:18 No hay temor de
Dios delante de sus ojos.(G) Rom 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a
los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el
juicio de Dios; Rom 3:20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él;(H) porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

En los versículos del 9 al 18, Pablo declara enfáticamente, usando para ello varios pasajes
de los Salmos, que ningún hombre es merecedor del cielo, que no hay justo ni siquiera uno, el
hombre natural no entiende las cosas espirituales y por naturaleza es enemigo de Dios, no busca a
Dios, el hombre es religioso, pero no busca verdaderamente a Dios, es religioso porque Dios lo
creo para Su Gloria, entonces el hombre siente un deseo de adorar, pero no adora al Dios
verdadero porque no le conoce, desde que Adán pecó, el hombre desconoce totalmente quién es
el Dios verdadero, si este Dios verdadero no se le revela al hombre, éste jamás podría conocerle,
si Dios no se le hubiera revelado a cada uno de los hombres que tuvieron que ver con Sus Planes,
ninguno de ellos hubiera podido conocerle, ya que no hay quien entienda, no hay quien busque a
Dios” (vers. 11), desde Adán, hasta nuestro tiempo, Dios se ha revelado al hombre, y la máxima
revelación de Dios, fue a través de Jesucristo, Dios mismo bajó a este mundo y habitó entre Sus
criaturas, sin embargo, ¿Qué fue lo que hicimos los hombres?, crucificamos al Hijo de Dios, como
dice la escritura: “a lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11), es por esto que Dios es
el que salva a los hombres, porque los hombres no buscan a Dios, si Dios estuviera a la puerta
tocando y esperando a que el hombre le abra su corazón, esto jamás sucedería, y Dios sería
frustrado, pero Dios nunca puede ser frustrado, Él hará todo lo que se ha propuesto, esta es la
promesa del nuevo pacto, Dios mismo quitará el corazón de piedra y pondrá un nuevo corazón, Él
no esperará a que el hombre cambie su propio corazón, porque no puede, porque “no hay temor de
Dios delante de sus ojos” (vers. 18), así que no hay esperanza para el hombre, la Ley no puede
salvarle, y todos los hombres están bajo la condenación de la Ley, ya que la Ley lo único que hace
es mostrarle al hombre su pecado y que está bajo la condenación de un Dios Santo y Justo. (vers.
19 y 20).

Rom 3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por
la ley y por los profetas; Rom 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, (I)
para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, Rom 3:23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, Rom 3:24 siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Rom 3:25 a
quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, Rom
3:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y
el que justifica al que es de la fe de Jesús. Rom 3:27 ¿Dónde, pues, está la jactancia?
Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Rom
3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Rom 3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles?
Ciertamente, también de los gentiles. Rom 3:30 Porque Dios es uno, y él justificará por
la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. Rom 3:31
¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

Pero ahora, dice Pablo, aparte de la Ley se ha manifestado la Justicia de Dios… por
medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en Él, y luego continúa uno de los versículos
más conocidos y usados para evangelizar Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios”, la Ley fue dada, y los hombres fueron condenados, solo faltaba
esperar la ejecución de esta condena castigando al culpable, la Justicia Divina debía ser
satisfecha, debía ser manifestada, nadie quedaba excluido de esta justa condenación, por cuanto
todos pecaron, pero esa Justicia Divina fue satisfecha en Jesucristo, viniendo Él a ser puesto como
propiciación por nuestros pecados, recibiendo Él el castigo de un Dios Santo y reconciliándonos
con este Dios que había sido ofendido constantemente por cada uno de los hombres desde Adán.
Jesús, a través de Su sacrificio ha vuelto a hacer propicio a Dios para con los hombres, a todo
aquel que cree; la palabra propicio significa que Dios ahora está inclinado a hacer el bien a los
hombres otorgándoles la vida eterna en Su presencia, no por algo que haya hecho el hombre, sino
porque Cristo satisfizo la Justicia de Dios, por eso continúa diciendo el vers. 27 ¿Dónde, pues, está
la jactancia?, ¿Quién puede decir que por su mérito a heredado el cielo?, la jactancia queda
excluida, y no por las obras de la Ley sino por la fe en Jesucristo. Conclusión: El hombre es
justificado por fe, sin las obras de la Ley. Sin embargo, la fe no invalida a la Ley, sino más bien la
confirma, lo cual analizaremos en el capítulo 4.

CAPITULO 4

Rom 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Rom 4:2
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para
con Dios. Rom 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue
contado por justicia.(A) Rom 4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como
gracia, sino como deuda; Rom 4:5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica
al impío, su fe le es contada por justicia. Rom 4:6 Como también David habla de la
bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, Rom 4:7
diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos. Rom 4:8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no
inculpa de pecado.(B) Rom 4:9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de
la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a
Abraham le fue contada la fe por justicia. Rom 4:10 ¿Cómo, pues, le fue contada?
¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la
incircuncisión. Rom 4:11 Y recibió la circuncisión (C) como señal, como sello de la
justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por
justicia; Rom 4:12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la
circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre
Abraham antes de ser circuncidado. Rom 4:13 Porque no por la ley fue dada a
Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, (D) sino por
la justicia de la fe. Rom 4:14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana
resulta la fe, y anulada la promesa. (E) Rom 4:15 Pues la ley produce ira; pero donde no
hay ley, tampoco hay transgresión. Rom 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por
gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para
la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de
todos nosotros(F) Rom 4:17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas
gentes(G)) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas
que no son, como si fuesen. Rom 4:18 El creyó en esperanza contra esperanza, para
llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu
descendencia.(H) Rom 4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba
ya como muerto (siendo de casi cien años(I)), o la esterilidad de la matriz de Sara. Rom
4:20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en
fe, dando gloria a Dios, Rom 4:21 plenamente convencido de que era también
poderoso para hacer todo lo que había prometido; Rom 4:22 por lo cual también su fe
le fue contada por justicia. Rom 4:23 Y no solamente con respecto a él se escribió que
le fue contada, Rom 4:24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser
contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor
nuestro, Rom 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para
nuestra justificación.

En todo este capítulo, Pablo se propone explicar cómo funciona esto de la justificación por
fe y no por obras, tomando como ejemplo a Abraham, el padre de la fe, y pretende mostrarnos
también, cómo es que la fe no invalida la Ley sino más bien la confirma, en los primeros versículos
comienza a explicar que Abraham es conocido como el padre de la fe, no por lo que hizo, sino por
creer al que le pidió que hiciera algo, Dios le dijo: “Vete de tu tierra y de tu parentela a un lugar que
yo te mostraré…” la Biblia no dice exactamente cómo fue que Dios le dijo esto, si fue una visión, o
una voz que el escuchó en su cabeza, o un ángel que se le apareció, pero de alguna manera
Abraham supo que esto era de Dios y le creyó, deposito su fe en Él, y en consecuencia obró, o sea
se puso en camino, por eso se dice “poner manos a la obra” cuando uno va a realizar un proyecto
o a emprender algo, como dijo un predicador la salvación es por la fe sola, pero esa fe nunca viene
sola, no tiene sentido una fe estancada, es como agua empozada, no tiene vida, mientras que el
agua que fluye, la que se mueve, esta sí que tiene vida, es por eso que al igual que Abraham fue
justificado por la fe y esa fe fue evidenciada con las obras, así también los que creemos en Jesús
somos salvos por la fe en Jesús, pero esa fe es evidenciada por una vida que obra, que obedece,
esta es la idea general de este capítulo, de esta manera es como la fe confirma a la Ley, porque
después de creer ya tiene sentido obrar, las obras que vienen después de la fe, ya no son obras
muertas, sino más bien son evidencia de vida. Termina en los versículos 24 y 25 diciendo
precisamente esto: “sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a
los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado
por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación”, a Jesucristo le fue imputado
nuestro pecado y a nosotros nos fue imputada Su justicia, ¿Cómo es posible esto? Porque como
dice el versículo 17 que “Dios llama las cosas que no son como si fuesen”, solamente Dios puede
hacer esto, y es algo real y verdadero, así que somos justificados por la fe en Jesucristo y
solamente por la fe, y esta fe nos hará obrar; pero, ¿Qué trae esta justificación, o de que sirve ser
justificados?

CAPITULO 5

Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo; Rom 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia
en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Rom 5:3
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; Rom 5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
Rom 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Versículo 1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo”, vemos que la justificación trae la paz con Dios, ¿Acaso el hombre no está en
paz con Dios? ¿Acaso no vemos como los hombres se han revelado una y otra vez contra Dios?,
cada uno de nosotros que hemos sido justificados por la fe en Jesucristo podemos dar fe de que
realmente no amábamos a Dios, quizás algunos de nosotros éramos religiosos y profesábamos
algún tipo de fe en un dios, pero no era el Dios verdadero, al saber algo del Dios verdadero lo
rechazábamos inmediatamente, y preferíamos seguir con nuestros ídolos hechos a nuestra
medida, el hombre fue echado fuera del Edén, perdió la comunión con Dios, fue condenado, y se
volvió enemigo de Dios, después de haber tenido esa comunión tan estrecha con Su Creador,
después de que Dios mismo bajaba y se paseaba con él en el huerto, ahora el hombre se esconde
de Dios y es cortada esta comunión porque el hombre se volvió pecador y Dios es Santo que no
tolera el pecado, Dios es luz y ningunas tinieblas hay en Él, el hombre amo más las tinieblas que la
luz y por lo tanto ¿Qué comunión hay entre la luz y las tinieblas?, así que esto es lo primero que la
justificación trae, la Paz con Dios por medio de Jesucristo, pero también trae esperanza a nuestras
vidas, esperanza de la Gloria de Dios, esperanza a tal punto que nos gloriamos aún en las
tribulaciones, porque las tribulaciones producen en nosotros paciencia, y la paciencia prueba, o sea
nos da un carácter aprobado al pasar la prueba, y la prueba nos da esperanza, y esta esperanza
no avergüenza, yo he escuchado a algunos jóvenes decir que tienen la esperanza de casarse
algún día, pero nunca sucede y son avergonzados, he escuchado a algunos adultos decir que
tienen la esperanza de formar un buen hogar y luego se divorcian, o de tener dinero y luego
fracasan y son avergonzados, aún más incluso hay quienes tienen esperanzas tontas o fantasiosas
como aquellos que tienen la esperanza de que vengan extra-terrestres y se los lleven, pero son
constantemente avergonzados, pero la esperanza que trae la Justificación no avergüenza, porque,
dice el vers. 5 “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
nos fue dado”

Rom 5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Rom 5:7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que
alguno osara morir por el bueno. Rom 5:8 Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Rom 5:9 Pues
mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Rom
5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su
Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Rom 5:11 Y no
sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por
quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Los versículos 6 al 11 nos muestran porque nuestra esperanza no avergüenza, un cristiano


no debería avergonzarse de la esperanza que tiene de una vida eterna en el cielo, porque es algo
cierto y seguro, Pablo plantea aquí unas declaraciones que nos confirman contundentemente la
razón de nuestra esperanza, primero dice que cuando aún éramos débiles, a su tiempo, Cristo
murió por los impíos, ¿Qué tan débil puede ser un hombre sin Cristo?, pues tiene la debilidad de un
muerto, el hombre no puede hacer nada para salvarse así mismo, pero continúa haciendo una
comparación que muestra cuán grande, maravillosa e incomprensible es esta salvación, dice el
vers. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara
morir por el bueno, podríamos comprender por ejemplo que un padre o una madre dieran la vida
por su hijo, o que alguien diera la vida por un ser muy amado, ahora, sería un poco más
complicado que alguien diera la vida por un conocido que no es tan cercano pero que sabemos
que es una buena persona, pero lo incomprensible es esto: Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros, ¿Qué significa esto? El pecado
coloca al hombre en una posición de enemistad contra Dios, porque Dios es el Ser más Puro y
Santo que existe y por lo tanto aborrece el pecado, así que Cristo murió por sus enemigos, por
personas que no son buenas, y que no le aman, sino que le aborrecen, he allí lo grande y
maravilloso de la muerte de Cristo, entonces, como conclusión de esto que se ha venido diciendo
podríamos decir algo así como: “Si Cristo hizo algo tan grande, o sea dar Su vida cuando aún
éramos sus enemigos, cuando aún éramos pecadores y amábamos el pecado, ahora estando ya
justificados en su sangre, por Él seremos salvos de la ira, todo esto tiene mucho sentido, si Dios
nos reconcilió cuando aún éramos sus enemigos a través de Jesucristo, ahora que ya no somos
sus enemigos Él nos dará la vida eterna en Su Presencia por toda la Eternidad, en esto nos
gloriamos, por eso tenemos una esperanza que no avergüenza, nos gloriamos en Cristo, nos
gloriamos en la Salvación , Cristo murió por nosotros y nos justificó, Cristo resucitó de los muertos
y por Su vida nos salvó. ¿Qué más podemos pedirle a Dios? ¡Oh! ¡Señor, gracias por esta
salvación tan grande!

Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte,(A) así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Rom 5:13
Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de
pecado. Rom 5:14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los
que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había
de venir. Rom 5:15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la
transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los
muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Rom 5:16 Y
con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el
juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de
muchas transgresiones para justificación. Rom 5:17 Pues si por la transgresión de uno
solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que
reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Rom 5:18 Así que, como por
la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera
por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Rom 5:19
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Rom 5:20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado
abundó, sobreabundó la gracia; Rom 5:21 para que así como el pecado reinó para
muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo,
Señor nuestro.

Los versículos del 12 al 21, hacen una comparación entre Cristo y Adán, inicia con el
conocido versículo usado para evangelizar: “Por tanto, como el pecado entro al mundo por un
hombre y por el pecado la muerte, así la muerte paso a todos los hombres por cuanto todos
pecaron”, la Biblia nos da claramente la verdad acerca de todas las cosas, ningún ser humano
podría dar una razón tan lógica acerca de porque los hombres morimos, es por eso que la Biblia no
puede ser un invento de hombres, porque el hombre jamás podría concebir la idea de un Dios
Trino, o el concepto de regeneración o justificación, y aquí vemos claramente la razón por la cual
los hombres morimos, al evangelizar me gusta preguntarle a la gente porque creen que morimos y
solamente algunos que han leído la Biblia pueden dar una respuesta razonable, la paga del pecado
es la muerte, Dios le dijo a Adán: “el día que de él comieres, ciertamente morirás”, la muerte entró
al mundo por la desobediencia de un hombre, pero en ese hombre estaba representada toda la
humanidad, por lo tanto, toda la humanidad pecó en Adán y Eva, tanto hombres como mujeres, y
por eso morimos, porque todos pecamos, el hombre no es pecador porque peca, sino que peca
porque es pecador. Desde Adán hasta Moisés, los hombres murieron, aun cuando no tenían un
conocimiento claro del pecado, ya que aún no había Ley, pero de todas formas murieron, porque la
muerte no vino por violar la Ley de Moisés, la Ley vino para que abundase el pecado, o sea, para
que el hombre estuviera consciente de su pecaminosidad, para que como dice Pablo “el pecado
llegara a ser sobremanera pecaminoso”, he aquí lo maravilloso de la obra de Cristo: Dios condenó
a los seres humanos por una sola transgresión a través de Adán, pero ahora Dios salva a los seres
humanos de una inmensidad de transgresiones a través de Jesucristo, el don es mayor que la
ofensa, porque solo se necesitó de una ofensa para la condenación, pero la salvación vino a causa
de muchas ofensas. Ahora bien, esto es una realidad que es difícil de entender, el hecho de que
por la transgresión de Adán toda la raza humana fue catapultada a la condenación, o sea, que
cada persona nace ya condenada, y cómo es que con el Sacrificio de Cristo, o sea después de Su
muerte y resurrección, ahora no todos los que nacen están ya sin pecado, Adán falló y toda la
humanidad se perdió, Jesucristo pago por esta falla de Adán y vino a salvar lo que se había
perdido, pero no todos se salvan ¿Cómo funciona esto?, lo que sucede es lo siguiente: Dios ha
elegido un Pueblo Suyo desde antes de la fundación del mundo, junto con la humanidad cayó
también Su Pueblo, y es a ellos a quienes Cristo vino a Salvar, a los suyos, a los elegidos, es en
este sentido en que ahora, todo aquel que nace de nuevo recibe esa vida espiritual que fue perdida
en la transgresión de Adán, y cada uno que nace ahora en Cristo tiene vida eterna, solo de esta
manera podría aplicarse el hecho de que Cristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, y
es algo efectivo, algo real, Cristo no solo vino a abrir una posibilidad de que los hombres se salven
por una decisión que tomen, es una salvación real y efectiva porque Cristo fue sustituto real y
efectivo de individuos, en otras palabras, Cristo no solo vino a abrir la puerta del redil para que
entren los que quieran, sino que Él nos llama a cada uno efectivamente por nombre, y sus ovejas
oyen Su voz y Le siguen, las que no son Sus ovejas, jamás Le seguirán y nunca entraran al redil,
esto es lo que se conoce dentro de las doctrinas de la gracia como la Expiación Limitada, pero no
es limitada en su poder y alcance, el sacrificio de Cristo es Suficiente para salvar a toda la
humanidad, si Dios así lo hubiera dispuesto, el sacrificio salvaría a todos y cada uno de los
habitantes que han existido, que existen y que existirán en este mundo; pero, no es lo que
observamos, la mayoría de los hombres mueren sin aceptar la oferta de salvación, y la oferta es
sincera, es decir que cuando Dios dice en Su Palabra que “el que quiera, tome del agua de la vida
gratuitamente” (Apoc.22:17) la invitación es para todos, el problema es que nadie quiere, es por
eso que Dios tiene que salvarlos, porque nadie quiere, como dice la escritura: No hay quien busque
a Dios…, no hay quien haga lo bueno…, no hay ni siquiera uno, así que para concluir diré que no
depende del que corre ni del que quiere sino de Dios que tiene misericordia, así que por la
desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la
obediencia de uno, los muchos son constituidos justos. La ley se introdujo para que abundara el
pecado, pero cuando sobreabundo el pecado, también sobreabundó la Gracia. El pecado reina
para muerte, pero la Gracia reina por la Justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor
Nuestro.

CAPITULO 6

Rom 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
Rom 6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él? Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados
en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Rom 6:4 Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo
resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva.(A) Rom 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su
muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; Rom 6:6 sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Rom 6:7 Porque el que ha
muerto, ha sido justificado del pecado. Rom 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que
también viviremos con él; Rom 6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los
muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Rom 6:10 Porque en
cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive.
Rom 6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro. Rom 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; Rom 6:13 ni tampoco
presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia. Rom 6:14 Porque el pecado no se
enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
¿Qué pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Qué
forma de argumentar de Pablo para adelantarse a los pensamientos humanos, he oído a muchos
que profesan ser cristianos decir que la gracia nos puede llevar a pecar, que el hecho de saber que
somos salvos siempre salvos, nos llevaría a una vida licenciosa, pero Pablo nos da un argumento
poderosísimo en esta sección acerca de lo que realmente sucede en la vida de un verdadero
cristiano, y usa una expresión bastante enfática: “en ninguna manera” que también puede tomarse
como “que nunca sea así”, o sea que no es posible que se pueda dar esta situación, pero luego en
el versículo 2 en resumen, nos dice por qué es que no es posible que un cristiano persevere en el
pecado y dice: “porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?, de la misma
manera que un inconverso está muerto espiritualmente y por lo tanto no puede perseverar en la
vida espiritual, así también un cristiano está muerto al pecado y no puede perseverar en una vida
de pecado, esto no significa que un cristiano nunca vaya a pecar, y esto lo veremos más adelante,
pero sí significa que no puede llevar una vida de pecado. De los versículos del 3 al 14, Pablo,
inspirado por el Espíritu Santo, nos muestra en qué consiste esto de estar muertos al pecado
haciendo una pregunta muy interesante dice: ¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte?, ahora, ¿Qué significa
“bautizados en Cristo Jesús”?, la palabra “bautizado” viene de “bautismo” y ésta viene del griego
baptzein que significa “sumergir” que a su vez viene de la raíz “bápto” que es un verbo primario que
significa: arrollar, inundar, cubrir completamente con un fluido, teñir, mojar, bañar. Creo que esto
nos da una idea clara de lo que Pablo está queriendo decir aquí, meditemos en esto, si Cristo tomó
mi lugar en la Cruz, esto significa que yo estaba allí en Él en esa cruz, al igual que yo estaba en
Adán cuando peco y por eso estaba condenado, así también estaba en Cristo cuando murió y
resucito, es por eso que no es posible que Cristo solo haya venido a dar a cualquier hombre la
posibilidad de ser salvado, sino que Él vino a salvar a los elegidos específicamente, porque allí en
esa Cruz, o estábamos siendo crucificados juntamente con Él o no lo estábamos, hemos sido
bautizados en Su muerte, es algo que no podemos comprender a cabalidad, pero es una realidad.
Ahora lo que continúa en el vers. 4 es algo un poco difícil de explicar, ya que habla del bautismo
que todo creyente debe realizar, sabemos muy bien que la salvación es por fe y no por obras, eso
está bastante claro a lo largo de todas las escrituras, pero entonces ¿Por qué debemos
bautizarnos? ¿Es una opción?, no, es un mandamiento, así lo deja claro la gran comisión, cuando
dice por ejemplo: Todo el que creyere y fuere bautizado…, o id y haced discípulos… bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…, etc.; el versículo 4 dice: Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Personalmente creo
que el bautismo es una obra que viene incluida en la salvación, es parte de todas aquellas “ buenas
obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”(efesios 2:10), no es una
obra para salvación, sino más bien es una obra que muestra que somos salvos, y que nos
identifica con Cristo, creo que una persona que dice haber aceptado a Cristo como Señor y
Salvador de su vida y no quiere bautizarse, en realidad no es salvo ya que está rechazando el ser
identificado con la muerte y resurrección de Jesucristo, en Su muerte morimos para este mundo y
en Su resurrección resucitamos para vida nueva. Pablo continúa con este hilo de pensamiento
hasta llegar al versículo 14, explicando cómo es que el verdadero hijo de Dios, ha muerto con
Cristo al pecado, cómo es que su vida va a dar evidencia de una regeneración, cómo es que esto
es algo real porque la obra de Cristo en la Cruz es algo real también y estábamos en Cristo allí en
esa Cruz, por lo tanto, como dice Pablo hay ciertas cosas que el verdadero cristiano va a hacer,
como que el pecado no debe reinar en nuestro cuerpo mortal de modo que le obedezcamos en sus
concupiscencias, ni tampoco debemos presentar nuestros miembros al pecado como instrumentos
de iniquidad, sino que debemos presentarnos nosotros mismos a Dios como vivos de entre los
muertos y nuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia, y esto es posible porque el
pecado y a no se enseñoreará más de nosotros porque ya no estamos bajo la Ley sino ahora
estamos bajo la Gracia.

Rom 6:15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera. Rom 6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea
de la obediencia para justicia? Rom 6:17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos
del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados; Rom 6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Rom
6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora
para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Rom 6:20
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. Rom 6:21
¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el
fin de ellas es muerte. Rom 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y
hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna. Rom 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

En los versículos del 15 al 23 Pablo continúa mostrando lo que un verdadero cristiano es


ahora en Cristo, inicia haciendo otra pregunta que él sabe que cualquier indocto podría hacer y
dice el vers. 15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la Gracia?, he
escuchado a varias personas hacer este comentario: “si la salvación no se pierde entonces
cualquiera podría pensar que es licencia para pecar”, pero Pablo nos dice: En ninguna manera. Si
el hombre se somete a alguien para obedecerle, en este caso al pecado, se vuelve esclavo de él,
así que el hombre o es esclavo del pecado, o es esclavo de la justicia, no puede ser esclavo del
pecado y de la justicia, no puede obedecer a Dios y también al diablo, o está muerto al mundo y
vivo para Dios, o está muerto espiritualmente y vivo para el pecado. Pero, gracias a Dios, dice
Pablo en los vers. 17 y 18, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a
aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado vinisteis a ser
siervos de la justicia. Las palabras usadas en estos versículos como esclavo y siervo es doúlos y
doulóo, que significa esclavo o esclavizado, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, bajo sujeción
o subordinación; así que el verdadero hijo de Dios, deja de ser esclavo del pecado y se vuelve
esclavo de la justicia, que es una mejor esclavitud; por lo tanto, dice Pablo, hablando
humanamente, así como presentamos nuestros cuerpos para servir a la inmundicia y a la iniquidad,
ahora para santificación debemos presentar nuestros miembros, para servir a la justicia. Es un
cambio de vida, eso es la regeneración, es crear de una masa corrupta algo incorrupto, es
incompatible por lo tanto, creer que un cristiano puede ser alguien mundano, ya que o estamos
muertos al pecado, o estamos muertos para Dios, no hay término medio, y cada uno de nosotros
que hemos nacido de nuevo por la Gracia de Dios, podemos dar testimonio de esto, podemos
darnos cuenta de que el fruto que teníamos de las cosas que hacíamos, y que ahora nos
avergüenzan, era la muerte, más ahora, que hemos sido libertados del pecado y hechos siervos de
Dios, tenemos como fruto la santificación, y como fin la vida eterna, porque la paga del pecado es
muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. ¡Gloria a Dios por Su
Misericordia!

CAPITULO 7
En este capítulo se tratan 2 temas principales, el primero es abordado por Pablo tomando
una analogía del matrimonio, sea dicho de paso, que muestra también lo serio e importante que es
el matrimonio, pero lo que Pablo nos quiere enseñar por inspiración del Espíritu Santo, es la
importancia de entender que ya no estamos sujetos a la Ley sino que estamos bajo la Gracia, el
segundo tema es acerca del pecado que aún mora en los creyentes, y es un tema bastante
complicado de entender (al menos para mí), pero es una realidad que ningún creyente puede
negar, en la salvación Dios nos libra primeramente de la condenación del pecado, luego en nuestra
vida práctica y cotidiana nos libra del poder del pecado, ya no se enseñorea de nosotros pero aún
permanece en nuestros miembros como uno de nuestros enemigos (recuerdan los 3 enemigos del
cristiano? El mundo, la carne y el diablo); pero, un día glorioso nos librará de la presencia del
pecado y esto es lo que anhelamos con todo nuestro corazón, ser librados de este cuerpo de
muerte.
Rom 7:1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Rom 7:2 Porque la mujer casada está
sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre
de la ley del marido. Rom 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será
llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se
uniere a otro marido, no será adúltera. Rom 7:4 Así también vosotros, hermanos míos,
habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que
resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Rom 7:5 Porque
mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban
en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Rom 7:6 Pero ahora estamos libres
de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que
sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

La primer parte de este capítulo inicia con una pregunta dirigida al parecer a conocedores de la
ley, Pablo inicia preguntando a sus lectores algo que ellos ya saben ¿A caso ignoráis, hermanos
(pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste
vive?, creo que esto es fácil de comprender, ningún muerto está en capacidad de obedecer
ninguna ley, simplemente no puede hacerlo, el hombre muerto ni tiene derechos, ni tiene
obligaciones; pero luego Pablo continúa su argumento tomando como ejemplo el matrimonio, y
específicamente tomando la idea de la sujeción de la mujer a su marido por ley, si una mujer se
une a otro hombre estando su marido vivo, será llamada adúltera, pero si su marido muere,
simplemente es libre de unirse a otro hombre, pero ojo, queda nuevamente sujeta a otro marido
para sujetarse a él (valga la redundancia). En el vers. 4 Pablo aplica estos ejemplos a la vida de los
creyentes, a la realidad que ha sucedido en la vida de todo aquel que ha muerto en Cristo, o sea
todo aquel que ha quedado libre de la ley anterior (del marido anterior que ha muerto), y concluye
en el versículo 6 con esta verdad: “De modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no
bajo el régimen viejo de la letra”, sería absurdo pensar que una mujer cuyo marido a muerto y
vuelva a casarse, espere una vida totalmente igual a la que tenía con su marido muerto,
simplemente no va a ser así, el nuevo marido, tendrá nuevas costumbres, nuevas ideas, nuevos
pensamientos y ella tendrá que sujetarse a todo esto; ahora bien, en el caso del cristiano
podríamos decir que el marido que ha muerto, era un mal marido (la ley del pecado) pero el nuevo
marido es un buen marido (Cristo), así que la nueva vida con este nuevo marido será, por mucho,
totalmente diferente a la anterior. El evangelio es verdad, es realidad, es vida, es una nueva vida,
es una verdadera vida, Cristo dijo que era vida en abundancia, no es una teoría que no se puede
llevar a la práctica, tampoco estoy diciendo que es fácil, ciertamente es un camino angosto,
estrecha es la puerta, es una lucha continua, pero es una obra de Dios, es algo que Él ha hecho en
nosotros a través de Jesucristo, es algo real, CONSUMADO ES.

Rom 7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el
pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No
codiciarás.(A) Rom 7:8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo
en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. Rom 7:9 Y yo sin la ley
vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Rom 7:10
Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;
Rom 7:11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él
me mató. Rom 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo,
justo y bueno. Rom 7:13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En
ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte
por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser
sobremanera pecaminoso. Rom 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo
soy carnal, vendido al pecado. Rom 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no
hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. (B) Rom 7:16 Y si lo que no quiero,
esto hago, apruebo que la ley es buena. Rom 7:17 De manera que ya no soy yo quien
hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en
mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Rom
7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Rom 7:20
Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Rom 7:21
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Rom 7:22
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; Rom 7:23 pero veo otra
ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros. Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte? Rom 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor
nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley
del pecado.

Ahora bien, en los versículos del 7 al 25 se nos muestra otra realidad que tampoco
podemos negar y que aunque hasta cierto punto la entiendo, me es difícil de explicar, y se trata del
pecado que aún mora en un creyente, Pablo nos abre aquí su corazón, Él nunca pretendió ser
perfecto, nunca tuvo de sí un concepto más alto del que debería y nos muestra en esta sección de
las escrituras, obviamente inspirado por el Espíritu Santo, una verdad que es dolorosa y difícil de
comprender, pero que al comprenderla cada uno de nosotros puede dar testimonio que es así.
Pablo inicia esta porción de la escritura haciendo otra pregunta interesante: ¿Qué diremos, pues?
¿La ley es pecado?, para luego dar otra contundente respuesta negativa,…En ninguna manera. La
ley no es pecado, simplemente muestra el pecado, yo quisiera hacer otra pregunta ¿Por qué los
hombres en general sabemos que mentir es malo? Pues porque la Ley dice NO MENTIRAS, así
que la Ley nos muestra el pecado, nos dice: Eres pecador, estás condenado, pero no es la que
produce en nosotros el pecado. El hombre por naturaleza es enemigo de Dios y en cuanto tiene
conciencia de esta Ley (porque Dios nos ha dado una conciencia y es la obra de su ley en nuestros
corazones), se siente incorregiblemente inclinado a desobedecerla.

Creo que Pablo, continúa haciendo una referencia a la vida desde que inicia, sabemos que
todos los hombres cuando nacemos, nacemos muertos espiritualmente, pero no tenemos
conciencia de ello; por eso, Pablo dice en el vers. 9: Y yo sin ley vivía en un tiempo…, creo que
todo niño pequeño no tiene conciencia de que es pecador, entonces es como “vivir sin ley”, y
cuando Pablo decía anteriormente en el vers. 8:…porque sin ley el pecado está muerto, podríamos
decir entonces que el pecado, aunque está presente desde que nacemos, es como que estuviera
muerto, es por eso que creo que los niños pequeños van al cielo, y esto es evidente también
cuando Cristo dijo: dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino
de los cielos (Mateo 19:14), creo que aunque por el pecado de Adán los hombres nacemos
pecadores, en Cristo la salvación alcanza a los niños pequeños, y en la Sangre Derramada de
Cristo hay esperanza de vida eterna para esta etapa de la vida.

Pero luego en nuestra vida llega la edad en la que dejamos de ser inconscientes y
comenzamos a tener conciencia del bien y el mal (no sé exactamente a qué edad es), entonces
sucede lo que Pablo continúa diciendo en el vers. 9: “… pero venido el mandamiento, el pecado
revivió y yo morí”. Es aquí cuando comenzamos a pecar voluntariamente, entonces es como que el
pecado revive y nos trae la muerte, es en donde intencionalmente tratamos por todos los medios
de acallar nuestra conciencia, entonces lo que es bueno, o sea, el mandamiento que es para vida,
nos resulta para muerte, o sea, la ley nos muestra nuestra condenación, y esto muestra que la ley
es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno, o como dice Pablo “la Ley es espiritual”, mientras
que el hombre es “carnal”, está condenado y los designios de su corazón son de continuo siempre
inclinados al mal, tal como dijo Pablo, “más yo soy carnal, vendido al pecado”, no es que lo bueno
(la ley), nos trae la muerte, sino que nos muestra que el pecado la ha causado y esto hace que el
pecado sea “sobremanera pecaminoso”.

Ahora bien, parece ser que en el versículo 15 ha habido un nuevo giro en la vida de Pablo,
y esta etapa inicia cuando una persona comienza a conocer acerca del evangelio, y es una etapa
en la cual nos damos cuenta de lo preciosa que es la Ley de Dios, que es Santa y Buena, cuando
Pablo explica que no entiende lo que hace porque hace lo que no quiere hacer, ¿No es acaso lo
que acontece con nuestras vidas cuando recibimos luz a través del evangelio, pero aún pecamos?,
específicamente cuando Pablo dice: “…sino lo que aborrezco, eso hago”, nos da una luz acerca de
su nueva condición, creo que nadie “aborrece” realmente el pecado, sino hasta que conoce
realmente a Dios, a través del evangelio de Jesucristo. Yo no entiendo cómo puedo fallarle a mi
Dios algunas veces todavía, pero lucho y me esfuerzo, trato, me esfuerzo, me muerdo la lengua,
me hablo a mí mismo, me propongo, pero aún fallo y me entristezco, pero como dice Pablo, ya no
lo hago yo, sino el pecado que mora en mí, esta carne jamás será santificada, es por eso que este
cuerpo será destruido, pero esta ley que está en nuestros miembros, siempre luchará con la ley de
nuestra mente, este hombre viejo que está agonizando aún es bastante fuerte como para luchar, y
es una lucha constante que muchas veces nos agobia, nos cansa, y muchas veces clamamos
como Pablo: “Miserable de mí, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?; pero al mismo tiempo
podemos decir: Gracias doy a Dios por Jesucristo. Yo no entiendo cómo es que puedo continuar en
este camino angosto, no podría, si no fuera por Jesucristo, una vez más digo, la victoria del
cristiano no depende de lo que hace, sino de lo que Cristo hizo en la Cruz, y verdaderamente
debemos dar gracias a Dios por esto, si “mantenernos salvos” dependiera de nosotros, nadie lo
lograría. Continuando con el último versículo del cap. 7 Pablo manifiesta algo que a muchos podría
confundir aduciendo que entonces podemos vivir en pecado porque dice: “Así que, yo mismo con
la mente sirvo a la Ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado”, sin embargo Pablo ya ha
dejado muy claro en el capítulo 6 que los que hemos muerto al pecado ¿Cómo podríamos vivir una
vida de pecado?, lo que Pablo está manifestando aquí es una realidad, el ser interior, el hombre
nuevo anhela agradar a Dios, anhela ser santificado, sin embargo esta carne en la cual aún
moramos, no anhela a Dios y se revela y no quiere ser santificada, por eso es una lucha, pero con
la salvedad de que el hombre nuevo va creciendo, mientras que el hombre viejo está agonizando,
es el proceso de la santificación, que Dios está llevando a cabo en nuestras vidas a través de Su
Santo Espíritu.

CAPITULO 8

Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Rom 8:2 Porque la ley
del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne; Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en
nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Rom 8:5
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. Rom 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte,
pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Rom 8:7 Por cuanto los designios de la
carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco
pueden; Rom 8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Rom 8:9
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Rom 8:10
Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado,
mas el espíritu vive a causa de la justicia. Rom 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó
de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Rom 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos
conforme a la carne; Rom 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si
por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Rom 8:14 Porque todos los
que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Rom 8:15 Pues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis
recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Parafraseando los versículos 1 y 2: Ahora pues…, es como decir “en conclusión” a todo
esto que se acaba de decir en el capítulo 7,…ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús… ¿Quiénes son los que están en Cristo Jesús?,…los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu. ¿Cómo es posible esto? Porque la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Personalmente no creo en tal cosa
como un “cristiano carnal”, aunque lo que acabamos de ver en el capítulo 7 es una realidad, el
verdadero cristiano, tarde o temprano va a vivir según el espíritu y no según la carne, alguien que
haya sido regenerado por el Espíritu que da vida, y que luego vuelva a estar como muerto no tiene
sentido, yo sé y veo en mi vida, momentos sombríos en los cuales pareciera que estoy a punto de
rendirme, pero aún esos momentos mi Señor los ha usado para mostrarme Su Poder, como dijo
Pablo: “cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Cor. 12:10), de tal manera que, conforme
avanzamos en nuestro caminar con Dios, El Espíritu Santo va trabajando en nuestras vidas,
mostrándonos nuestros pecados y dándonos la victoria sobre ellos, de tal forma que nuestros
malos hábitos van siendo sustituidos por buenos hábitos, de tal forma que nos volvemos “justos”
poco a poco, es decir, empezamos a actuar de tal forma que es nuestra cotidianidad hacer lo que
agrada a Dios, por ejemplo: buscar de Él en oración y leer Su Palabra, o también como dice la
Escritura: el que mentía comienza a no mentir más, el que robaba deja de robar y trabaja con sus
manos, el adúltero deja su adulterio, etc. etc. y aunque aún pecamos de vez en cuando, no es una
vida llena de pecado, no es practicar el pecado, y cuando sucede, ese pecado nos duele, no lo
queremos, lo aborrecemos y pedimos perdón, y Él es Fiel y Justo para perdonar nuestros pecados
y limpiarnos de todo mal. Todo este capítulo deja muy en claro que los que andan en el Espíritu
son los hijos de Dios, los elegidos para salvación, en especial el versículo 9 lo deja muy claro: Más
vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él. Así en esta tónica continúan los
argumentos de Pablo enseñando cómo es que nuestra vida ahora no depende de lo que nosotros
hacemos si no de la obra perfecta de Cristo, si Dios nos salvara y luego nos abandonara para que
viviéramos la vida cristiana con nuestras propias fuerzas, nadie lo lograría, pero la salvación es por
fe y para fe, y se nos fue dado un ayudador, a saber, el Santo Espíritu de Dios, el versículo 14 dice:
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios, yo pregunto
¿Estamos siendo guiados por el Espíritu Santo? Desde que El Señor me mostró mi salvación (18-
11-2007), Dios en Su Misericordia puso en mi corazón el deseo ferviente de conocer La Verdad,
pero como dijo Francis Schaeffer: “La Verdadera Verdad”, y esa fue mi ferviente oración y Dios me
ha guiado de una forma que me sorprende, sin embargo, ahora creo que necesito pedir de esa
misma manera ferviente que Dios me de fe y sabiduría para poder vivir de acuerdo a esas
verdades preciosas que Él me ha permitido conocer, porque de nada sirve tener el conocimiento de
la verdad si no vivimos esa verdad, y de eso se trata esta vida cristiana, de vivir de acuerdo a la
verdad que profesamos, ser congruentes, ser consistentes, ser íntegros, no decir una cosa y hacer
otra, ¡¡Oh Señor ayúdame a vivir para Ti!! ¡¡Abba Padre!!.

Rom 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Rom 8:17 Y si hijos, también herederos;(A) herederos de Dios y coherederos con Cristo,
si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados. Rom 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no
son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Rom 8:19
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de
Dios. Rom 8:20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad,
sino por causa del que la sujetó en esperanza; Rom 8:21 porque también la creación
misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos
de Dios. Rom 8:22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con
dolores de parto hasta ahora; Rom 8:23 y no sólo ella, sino que también nosotros
mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de
nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Rom 8:24
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza;
porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Rom 8:25 Pero si esperamos lo que no
vemos, con paciencia lo aguardamos. Rom 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Rom 8:27 Mas
el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a
la voluntad de Dios intercede por los santos.

Ahora pasemos a ver otra parte muy importante, aunque desagradable, por decirlo así, de
la vida cristiana y es: el sufrimiento, Pablo continúa diciendo en los versículos 16 y 17 en adelante:
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también
herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él,
para que juntamente con Él seamos glorificados. ¿Cómo da testimonio el Espíritu a nuestro espíritu
de que somos hijos de Dios?, creo que no es una voz interior, ni una falsa seguridad se salvación,
creo que el Espíritu nos redarguye de pecado, nos hace dar fruto, examina lo más profundo de
nuestro ser, nos enseña, nos lleva a toda la verdad, nos lleva constantemente a glorificar a Cristo,
produce en nosotros el querer como el hacer, con todas estas cosas (y pueden ser otras más), el
Espíritu nos da testimonio de que somos hijos de Dios, y lo que continúa es algo maravilloso,
somos herederos de Dios, coherederos con Cristo, es algo glorioso, ¿Qué vamos a heredar? ¿De
qué es heredero Jesucristo? ¿Qué significa coheredero? Veamos alguna definición:

Coheredero: Heredero en unión de otro u otros; o sea, el que es llamado junto con alguno más,
a la sucesión de una herencia.

Mi mente no puede imaginar qué es lo que voy a recibir, y sin yo merecer absolutamente
nada, toda la gloria es para Dios, Él quiso hacer todo esto que veo en mi vida, no tengo nada de
que jactarme, no merezco nada, ninguno lo merece, solo Dios es merecedor de todo. Escuché en
una ocasión a un predicador de la Prosperidad mencionar este texto, pero solo se quedó en la
primera parte, la de herederos y coherederos, pero la segunda parte no la mencionó, y es que para
el hombre no es agradable la idea de padecer juntamente con Cristo, sin embargo Pablo menciona
una y otra vez que es necesario que padezcamos, que suframos, la vida misma de Pablo es una
muestra viva del sufrimiento, pero nosotros, los cristianos de esta época, estamos tan cómodos,
tan quitados de pena, yo no sé muy bien si es porque Dios así lo permite, o realmente es porque
estamos siendo desobedientes, pero algo está pasando con la iglesia contemporánea, le tenemos
temor, es más, le tenemos pavor al sufrimiento, cuando la Biblia dice: “tened por sumo gozo,
cuando os halléis en diversas pruebas…”, nos ha tocado vivir una época en donde la generación
es en sumo grado hedonista, hoy más que nunca se habla de autoestima, se tiene como meta
máxima tener “Tu mejor vida ahora”, se habla de auto-realización, de que la persona más
importante debo ser “Yo”, y creo que la iglesia ha sido contaminada con este tipo de pensamiento,
aún nosotros que nos consideramos “conservadores” o que nos consideramos como un
remanente, aún nosotros hemos sido influidos por estas corrientes de pensamiento, definitivamente
Dios tiene que hacer algo con nuestras vidas, es necesario que nuestra mente sea renovada a
través de la Palabra de Dios, hasta que nuestro pensamiento llegue a ser el del versículo 18: “Pues
tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera
que en nosotros ha de manifestarse”, este pensamiento debe permear nuestras vidas, no solo
porque será algo maravilloso la manifestación de la gloria que Dios tiene preparada para nosotros,
sino porque es verdad, es algo que Dios ha prometido, y es algo que aún la creación misma está
esperando, gimiendo por la manifestación de los hijos de Dios, porque la tierra misma será
redimida, y si la misma creación está expectante y sufre por ser redimida de la maldición, cuanto
más nuestro ser interior gime, sufre y anhela esa gloriosa transformación en la cual recibiremos
cuerpos glorificados, donde no habrá más enfermedad, ni dolor, ni llanto, realmente analizando
esto fríamente, solo con nuestra mente, pareciera ser algo fantasioso, algo como salido de una
película de ciencia ficción, pero es una verdad, porque la Biblia lo dice así, y si la Biblia fallara en
algo, entonces no hay seguridad de nada, si la Biblia no es infalible e inerrante, entonces no hay
garantía de nada, pero gracias a Dios Él ha garantizado que ha puesto Su Palabra a la misma
altura que Su Santo Nombre y la ha engrandecido sobre todas las cosas (Salmo 138:2), así que si
la Biblia es verdad, todas las promesas de Dios son verdaderas y fieles y se cumplirán, y esa es
nuestra esperanza, como dicen los versículos 24 y 25: Porque en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve ¿a qué esperarlo? Pero si
esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Por eso la vida del cristiano debe ser
por fe, ya que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve; y aún el
Espíritu mismo nos ayuda en este espera, intercediendo por nosotros con gemidos indecibles,
porque realmente nosotros no sabemos muchas veces ni que pedir, ni como pedirlo, ya que en
nuestro caminar por este mundo, muchas veces nos enredamos en afanes y no pensamos
claramente ya que nuestras necesidades nos ofuscan y no sabemos muy bien que pedir ni como
pedirlo, muchas veces la lucha en la cual estamos nos cansa, o somos heridos, y no sabemos
cómo pedir correctamente, pero tenemos el Ayudador, el Paracletos que Cristo mismo envió y Él
no nos dejará solos jamás, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (vers.
27b) ¡Oh gracias Dios por Tu Fidelidad!.

Rom 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados. Rom 8:29 Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su
Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Rom 8:30 Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los
que justificó, a éstos también glorificó. Rom 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios
es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Rom 8:32 El que no escatimó ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas? Rom 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Rom 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por
nosotros. Rom 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia,
o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Rom 8:36 Como está
escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas
de matadero.(B) Rom 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó. Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni
la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, Rom
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Los versículos con los que finaliza este capítulo (del 28 al 39) están llenos de promesas
maravillosas, son garantías que deben llenar nuestra vida de esperanza y seguridad, de gozo y
paz, el versículo 28 inicia mostrando una verdad tan preciosa que a veces hasta nos cuesta
asimilarla, más, cuando las cosas no nos están yendo tan bien, sin embargo es una verdad que
todo creyente debe experimentar, pero entendiendo bien a que se refiere, dice Pablo: Y sabemos
que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su
propósito son llamados. Ahora bien, ¿Qué significa que todas las cosas les ayudan a bien a los que
aman a Dios? Yo he vivido en mi caminar cristiano, situaciones que parece que no tienen ningún
bien, que inician mal y terminan mal, he escuchado a algunas personas que usan este versículo
pensando en que de alguna manera alguna situación difícil en su vida terminará bien, o sea, que
por ejemplo si se les pincha una llanta en medio de alguna tormenta de alguna manera eso
terminará bien, pero todos podemos dar testimonio como algunas situaciones en nuestra vida en
lugar de terminar bien empeoran, ciertamente pasan, pero muchas veces no de la manera que
hubiésemos querido, entonces me pregunto ¿En qué sentido esta situación me ha ayudado a
bien?, sin embargo debemos entender cuál es ese bien, y el versículo 29 lo aclara, dice: Porque a
los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de
Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Este es el bien que Dios quiere
para nuestras vidas, y vaya que es un Gran Bien, que seamos conformados a la imagen de
Jesucristo, de alguna forma, en situaciones de sufrimiento, en pruebas, en tribulaciones, aunque
las cosas no salgan como nosotros hubiésemos querido o esperado, la imagen de Cristo está
siendo formada en nosotros, de alguna forma algo de nuestro carácter ha sido modificado, aunque
a veces creamos que no estamos avanzando, o que volvemos a lo mismo una y otra vez, al final
todas las cosas ayudan a bien, al final estamos siendo conformados a la imagen de Cristo, porque
el que comenzó la buena obra en nosotros, la perfeccionará hasta la venida de Jesucristo, es por
eso que cuando estemos en Su Presencia le veremos tal como Él es, porque seremos semejantes
a Él, y lo más maravilloso de todo es que Dios no se conformará con nada menos que esto, Él no
nos va a “dejar en paz”, por decirlo así, hasta que termine Su Obra en nosotros y la meta es tan
alta, y nosotros somos tan pequeños, que el proceso es muchas veces extremo y doloroso, pero
gracias a Dios, que Él nunca se da por vencido y como dice la escritura: todo lo que Él quiere lo
hace (Salmo 135:6, Eclesiastés 8:3). Lo que continúa en el versículo 30 es una alusión tan clara a
la predestinación, que no entiendo cómo es que muchos “cristianos” no puedan aceptar el hecho
de que Dios es el que elige y predestina todas las cosas, dice: Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a estos también
glorificó. El hilo comienza con el versículo 29 cuando dice que a los que antes conoció, también los
predestinó, ¿Qué significa que Dios nos conoció?, la palabra conocer, muchas veces es usada en
la Biblia como tener una relación íntima, dice la Biblia en Génesis 4:1 que “Adán conoció a su
mujer Eva la cual concibió…” obviamente está refiriéndose a una relación íntima con su mujer, una
relación sexual en la cual Eva concibió, también podemos ver en Mateo 1:25 la implicación de
conocer como tener una relación íntima, cuando dice que José no “conoció” a su mujer hasta que
ella dio a luz a Jesucristo, podríamos decir entonces que Dios nos amó desde antes de crearnos,
como comentó alguna vez Charles Spurgeon acerca de una señora anciana de su congregación,
cuando ella dijo que realmente Dios tuvo que amarla desde antes de la fundación del mundo,
porque ya después de ella estar en este mundo, no había ninguna razón por la cual Dios tuviera
que amarla, creo que cada uno de nosotros no entendemos porque Dios nos amó tanto que dio a
Su Hijo, Su Unigénito, Su Amado, para salvarnos, siendo nosotros pecadores que no amábamos a
Dios ni Le dábamos honra y gloria, definitivamente la salvación es algo que Dios se propuso desde
antes de la fundación de todas las cosas, no es algo que se le ocurrió cuando Adán y Eva pecaron,
no fue algo que Él tuvo que idear después de la caída, es algo que Él ya tenía en Su Corazón
desde antes de la fundación del mundo; y entonces después de esto sigue en orden lógico de lo
que Dios hizo: a los que predestinó o sea a los que Él en Su Soberana Voluntad eligió, también los
llamó, es un llamado efectivo, no es el llamado general a la Salvación, sino es un llamado efectivo,
un llamado que quebranta la voluntad del hombre elegido para salvación, es el llamado por el cual
todo aquel que ha sido predestinado obtiene el arrepentimiento y fe para creer; luego a los que
llamó, a estos también justificó, oh! que cosa tan gloriosa es la justificación, declarar justos a
pecadores, pero en base a la justicia del Justo, Cristo satisfizo la justicia de Dios, y entonces Dios
nos ha declarado justos, es por eso que si Cristo hubiera muerto por todo el mundo, entonces todo
el mundo sería justificado y cada persona de este mundo sería salva, pero Él, El Buen Pastor, su
vida dio por Sus ovejas, el sacrificio de Cristo es efectivo para Sus Elegidos, y es por eso que
efectivamente somos justificados; por último, y a los que justificó a estos también glorificó, quiero
que notemos que cada una de estas expresiones está en tiempo pasado, conoció, llamó, justificó,
glorificó, es algo que Dios ya hizo, es algo que esta consumado, es por esto que decimos que la
salvación no se pierde, porque a los que justificó a estos también glorificó, es algo que ya está
hecho, en la mente de Dios nosotros estamos ya en el cielo, Su Plan Perfecto esta consumado y
nada lo estorbará, es por eso que el Apocalipsis muestra el fin de todas las cosas, no hay un final
que aún se tenga que escribir, está totalmente consumado, es por eso que el versículo 31 dice:
¿Qué pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?, he escuchado
muchísimas veces decir y hablar, hasta predicar de este versículo diciendo: si Dios es “con”
nosotros, pero el texto dice: si Dios es “por” nosotros, Dios no solamente está con nosotros, sino
que Él nos cubre, nos envuelve, Él está por nosotros, la salvación es obra suya, Él no solamente la
ofrece para que nosotros tomemos una “decisión por Cristo”, no, Él mismo la ejecuta, Cristo no
vino solamente a crear una posibilidad de que los hombres se salven, no, el vino a salvar
efectivamente a aquellos que Su Padre le ha dado, es por eso que Él es por nosotros, y luego que
nos salva, Él nos defiende, intercede por nosotros, como dice la escritura: El ángel de Jehová
acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende ( Salmo 34:7). La salvación es algo tan
grande, tan maravilloso, Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de
Dios? Dios es el que justifica ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la Diestra de Dios, el que también intercede por nosotros
¿Quién nos separará del amor de Cristo?, el final de este capítulo es simplemente glorioso, Dios ha
elegido un pueblo para Él, para que Le adore y Le honre por toda la eternidad, y Él mismo
garantiza que nada ni nadie nos podrá alejar de Él, porque al final Él es la máxima recompensa del
creyente, poder estar por la eternidad en Su Presencia, simplemente es algo que no podemos
imaginar, es algo que nadie merece, es algo que Dios da, de Su Voluntad, y como Dios no puede
mentir, por lo tanto, la salvación es segura, nada, absolutamente nada, ni nadie, absolutamente
nadie, nos podrá alejar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro, definitivamente
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. ¡¡Alabado sea Su Santo Nombre!!

CAPITULO 9

Rom 9:1 Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu


Santo, Rom 9:2 que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Rom 9:3
Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos,
los que son mis parientes según la carne; Rom 9:4 que son israelitas, de los cuales son
la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; Rom
9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

Es interesante como inicia este capítulo, después de todo lo que dijo Pablo acerca de la
seguridad de la salvación, acerca de que nada ni nadie nos puede separar del amor de Dios en
Cristo, dice estas palabras de amor extraordinarias, pero muy difíciles de entender, ya que ¿Quién
de nosotros, sinceramente quisiera estar separado de Cristo después de haberle conocido?, pero
no podemos decir que Pablo estaba diciendo esto solo por decirlo, ya que desde el versículo 1
asegura que está diciendo la verdad y pone a Dios mismo como testigo de su veracidad, de su
tristeza, de su dolor y de su anhelo por salvación para sus parientes según la carne, para su
pueblo. ¿Cómo puede decir alguien como Pablo que muestra una gran y profundo amor por Cristo,
que desearía estar separado de Cristo por amor a sus hermanos?, creo que solamente alguien que
ha muerto a sí mismo puede decir algo como esto, alguien que se ha rendido completamente a
Dios, alguien que ya no tiene al egoísmo como centro de su existencia, sinceramente, no sé si yo
podría decir algo como esto que dice Pablo, espero poder decirlo de corazón alguna vez, creo que
mi “yo egoísta” aún me está dando mucha batalla para morir, que Dios me ayude. Así que,
debemos entender que Pablo es muy sincero respecto a sus emociones y deseos, pero también
debemos entender que como en otras partes de la escritura, se está hablando de un imposible (por
ejemplo cuando en Mateo 24:24 se habla del engaño que traerán los falsos cristos en los últimos
tiempos y que engañaría, si fuere posible, aún a los escogidos; aquí también se está hablando de
un imposible, ya que es imposible que uno de los elegidos caiga en un engaño tan extremo que se
pierda, por eso tiene ese “si fuere posible”, pero no lo es), se está hablando de algo que aunque
Pablo lo deseara con todas sus fuerzas, nunca podría ser posible, aunque él rechazara su fe,
aunque volviera atrás, aunque diera su vida por su pueblo de nada serviría, porque ellos
rechazaron al que murió y resucitó, al que con su muerte da vida, al Mesías prometido, y nada
humano se puede hacer respecto a esto, ciertamente ellos eran israelitas, recibieron los pactos, la
ley, el culto, las promesas de los cuales son los patriarcas y aún más, de los cuales vino Cristo,
pero aun así, rechazaron al Mesías y ninguno de los privilegios que recibieron puede hacer nada
en su favor, porque rechazaron la única cosa que era necesaria, a saber, la fe en Jesucristo,
rechazaron a Su Mesías, rechazaron a Su Dios que es bendito por los siglos. Amén. Así que, la
confesión de Pablo es sincera, ama a Cristo con todo su corazón y quisiera lo mismo para sus
hermanos, y si para eso tuviera que ser anatema, si fuera posible, lo haría de todo corazón.

Rom 9:6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de
Israel son israelitas, Rom 9:7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos;
sino: En Isaac te será llamada descendencia. (A) Rom 9:8 Esto es: No los que son hijos
según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son
contados como descendientes. Rom 9:9 Porque la palabra de la promesa es esta: Por
este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. (B) Rom 9:10 Y no sólo esto, sino también
cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre Rom 9:11 (pues no habían aún
nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la
elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), Rom 9:12 se le dijo: El
mayor servirá al menor.(C) Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú
aborrecí.(D) Rom 9:14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna
manera. Rom 9:15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. (E) Rom 9:16 Así que no
depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Rom 9:17
Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti
mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. (F) Rom 9:18 De
manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Rom 9:19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su
voluntad? Rom 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con
Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? (G) Rom 9:21
¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso
para honra y otro para deshonra? Rom 9:22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y
hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para
destrucción, Rom 9:23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para
con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, Rom 9:24 a los
cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de
los gentiles? Rom 9:25 Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no
era mi pueblo, Y a la no amada, amada. (H) Rom 9:26 Y en el lugar donde se les dijo:
Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente. (I) Rom 9:27
También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la
arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; Rom 9:28 porque el Señor ejecutará
su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. (J) Rom 9:29 Y como antes dijo
Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, Como Sodoma
habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes. (K)

Esta es la porción de la Biblia más contundente respecto a la Soberanía y Elección de


Dios, es tan contundente que no puedo entender como muchos estudiosos de la Biblia actualmente
no pueden ver este punto e insisten en decir que el hombre es el que decide salvarse, haciendo a
Dios un ser sujeto a la voluntad del ser humano. Pablo, después de dar a conocer su corazón y sus
sentimientos acerca de su pueblo, continúa mostrando claramente que el hecho de que su pueblo
haya rechazado al Mesías no es porque la Palabra de Dios haya fallado, sino más bien, porque
Dios en su Soberanía decidió que así debía ser, conforme a Su plan divino, y comienza a dar una
serie de detalles acerca de cómo Dios ha mostrado Su soberanía al elegir primeramente a Isaac y
su descendencia como portador de la promesa, desechando así a Ismael, que, aunque siendo
descendiente de Abraham, no fue elegido como portador de la promesa, y eso lo entendían muy
bien los judíos y lo aceptaban, porque ningún judío se atrevería a decir que los descendientes de
Ismael eran parte del pueblo de Dios solamente por ser descendientes de Abraham, y más aún, les
recordó también cómo eligió a Jacob desde el mismo vientre de su madre, antes que alguno de
ellos hiciera bien o mal, ¿Por qué? Pues el versículo 11 lo dice claramente: “…para que el
propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama”,
igualmente ningún judío se atrevería a decir que los edomitas (descendientes de Esaú) sean parte
del pueblo de Dios, o sea que para los judíos era evidente el hecho de que Dios es el que elige,
ahora bien, que diremos a esto ¿Hay injusticia en Dios por haber obrado de esta manera al elegir
al pueblo de Israel?, no verdad, entonces ¿Por qué muchos de los “cristianos” de hoy dicen que
Dios sería injusto en elegir a unos para vida Eterna y a otros dejarlos en sus pecados para que
sean justamente condenados? Porque al igual que lo que Dios le dijo a Moisés en ese tiempo era
verdad (Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me
compadezca), de esa misma manera es verdad para hoy en día, siempre ha sido así, debemos
entender que todo en esta vida tiene que ver con Dios, con lo que Él hace, con lo que Él decide,
con lo que Él se ha propuesto, pero nosotros los seres humanos, como egoístas por naturaleza
que somos, siempre queremos tener algo que ver en la ecuación, cuando en realidad el Único que
tiene que ver con todo es Dios, es más, si Él no hubiese decidido que así fuera, ni siquiera
existiéramos, así que no depende del que quiere ni del que corre sino de Dios que tiene
misericordia. Pero Pablo va aún más allá que solamente la elección de su pueblo (Israel físico), va
a un paso aún más contundente para mostrar que Dios es el que elige, que Dios es el que decide,
que Dios es el Soberano sobre todo y sobre todos, y menciona precisamente el hecho de cómo Él
decidió elegir a Faraón para mostrar Su poder, y ¿Cómo lo hizo”, pues endureciendo el corazón de
Faraón, he escuchado a muchos decir que Dios endureció el corazón de Faraón porque el Faraón
endureció primero su propio corazón, pero la Biblia dice en primer lugar, que Dios le dijo a Moisés
qué es lo que iba a hacer desde antes de que sucediera (Éxodo 4:21), y en segundo lugar, en
varios versículos se mencionan frases como: “el corazón de Faraón se endureció” o “endureció su
corazón” o “Más Faraón endureció aún esta vez su corazón”, pero cuando leemos en Éxodo 9:34
(…y endurecieron su corazón él y sus siervos) y luego lo comparamos con el capítulo 10:1 (…
porque Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos…) vemos claramente que todas
estas frases no hacen más que mostrar únicamente lo que Dios ha estado haciendo en el corazón
de Faraón; ahora bien, no quiero que mal entiendan esto, ya que no quiero decir que fue Dios el
que hizo pecar a Faraón, ya que Dios no tienta a nadie, ni Él es tentado por nadie, Dios no
endureció un corazón que era puro, y es que ningún hombre tiene un corazón puro, todos los
hombres nacemos pecadores, inclinados hacia el mal, y nuestro corazón es corrupto y perverso, es
por esto que la promesa del Nuevo Pacto era un cambio del corazón, lo que deja claro esta parte
de la historia de la Biblia, es precisamente resaltar el hecho de que: “…[Dios] de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”. Y es aquí donde muchos se pierden, y se
hacen preguntas tales como ¿Pero por qué Dios entonces culpa a los hombres si Él es el que
elige? o ¿Por qué Dios demandará de mi mano la sangre del impío si no le predico (Ezequiel 33), si
Él ya eligió?, pero cuál es la respuesta de la Biblia para estas preguntas, la vemos en el versículo
20: “Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios? , de verdad, hasta donde
ha llegado la arrogancia de los hombres, ya que se atreven a decirle a Dios ¿Por qué me has
hecho así? Y una vez más, creyendo ser sabios se hacen necios. Pablo continúa mostrando cómo
es que funciona todo esto de la soberanía de Dios, y hace una comparación entre un alfarero y el
barro, de cómo es que el alfarero tiene la potestad sobre la masa de hacer vasos para honra y
otros para deshonra, pero notemos bien lo que dice el texto: “de la misma masa”, y es que todos
somos pecadores, todos los seres humanos somos como una misma masa, todos nacemos por
naturaleza enemigos de Dios, así que, cuando Dios decide hacer de esa misma masa un vaso para
deshonra, lo hace de esa masa que somos los hombres, de hombres condenados, hombres
pecadores, con corazones duros, que están ya preparados para destrucción, pero, cuando Dios
decide hacer de esa misma masa un vaso para honra, entonces eso sí que es diferente, porque Él
cambia ese corazón corrupto, y forma de esa misma masa un vaso limpio para usarlo para Su
honra, para Su gloria, y notemos que dice que éstos vasos Él mismo los preparo de antemano para
gloria, así que los vasos de ira, están ya preparados para destrucción, pero los vasos de
misericordia Él los preparó de antemano para gloria. Dios no está enviando al infierno a personas
que quieren ir al cielo, no es así como funciona la predestinación, ningún hombre naturalmente
busca a Dios, ¿No dice acaso la escritura que todos los hombres se desviaron, que no hay quien
haga lo bueno, que no hay quien busque a Dios, que no hay ni siquiera uno? ¿No estábamos todos
muertos en delitos y pecados y éramos por naturaleza enemigos de Dios? Así que, Dios desde
antes de la fundación del mundo eligió para alabanza de Su Misericordia, salvar a algunos
pecadores para ser parte de Su Pueblo, que le alabará por toda la Eternidad, y para alabanza de
Su Justicia decidió dejar a otros en sus pecados y recibir el justo castigo que merece su rebelión,
¿En dónde está la injusticia de esto?, unos reciben Gracia de Dios, y otros reciben Justicia de Dios.
Así que al finalizar estos versículos Pablo ya no solamente está hablando a los Judíos acerca de la
Soberanía de Dios en la elección de Israel, sino que va más allá mostrando la Elección de Dios
sobre todos, porque dice que estos vasos de misericordia a los cuales Él preparó de antemano
para gloria, a éstos también los ha llamado, esto es, a nosotros (los creyentes), no solo de los
judíos, sino también de los gentiles, y es maravilloso ver que esto ya estaba profetizado en Oseas
y en Isaías, una vez más digo, no comprendo cómo muchos “maestros” de la Biblia de estos
tiempos niegan y se oponen a la Predestinación, cuando está clarísimo en la Biblia que es Dios el
que elige, aún por encima de la voluntad de los hombres, y es que si no fuera así, nadie sería
salvo. ¡Gracias Dios Soberano por Tu Misericordia! Así que: Del que quiere tiene Misericordia, y
al que quiere endurecer endurece.

Rom 9:30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han
alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; Rom 9:31 mas Israel, que iba
tras una ley de justicia, no la alcanzó. Rom 9:32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por
fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, Rom 9:33
como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que
creyere en él, no será avergonzado.(L)

Para finalizar este capítulo veamos lo que dice Pablo, ¿Qué diremos a todo esto que se
acaba de exponer?, pues que los gentiles que no estaban buscando lo que los judíos buscaban,
recibieron lo que los judíos no pudieron alcanzar, es decir la Justicia, ¿Por qué? Por la fe, el
hombre es justificado por fe, siempre es por fe, no por obras, la ley no justifica a nadie porque no
fue dada para salvar, solamente en Cristo hay salvación, Él es la roca de tropiezo en la cual
tropezaron los judíos y todo aquel que en Él cree no será avergonzado jamás.

CAPITULO 10

Rom 10:1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel,
es para salvación. Rom 10:2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios,
pero no conforme a ciencia. Rom 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procu-
rando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; Rom 10:4
porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

Al iniciar este capítulo, Pablo continúa hablando acerca de la justicia o sea de la


justificación, y vuelve a mencionar su sincero deseo de salvación para su pueblo, y es que
realmente nuestra actitud al evangelizar debe ser siempre un deseo sincero por la salvación del
pecador, nunca deberíamos ir predicando el evangelio y condenando a los hombres, es necesario
mostrar el amor de Cristo, pero sin rebajar tampoco el mensaje, como lamentablemente vemos hoy
en este evangelismo contemporáneo; así que, Pablo dice: yo quisiera que mi pueblo se salvara
porque yo sé que tienen celo por Dios, pero lamentablemente es un celo solamente religioso, no es
un celo porque conocen verdaderamente a Dios, sino que hacen lo que hacen todas las religiones
falsas, tratan de establecer su propia justicia en lugar de sujetarse a la justicia de Dios, esta es la
diferencia entre todas las religiones y el evangelio verdadero, todas las religiones quieren alcanzar
la vida eterna por sus propias obras y no por la Obra que hizo Dios en la Cruz, porque en esa Cruz
la justicia de Dios fue satisfecha y entonces ya no se necesita más, simplemente es suficiente, pero
esta es la condenación que la Luz vino al mundo pero los hombres amaron más las tinieblas que la
Luz porque sus obras eran malas (Juan 3:19). De eso se trata todo, el hombre quiere siempre algo
para él, quiere tener mérito, el orgullo humano es tan grande que dice: “Quiero que Dios me dé lo
que le pido, pero no quiero las cosas que Dios ofrece”, quiere hacer las cosas a su manera y no a
la manera de Dios, es algo que viene incorregiblemente en los hombres, porque es parte de ese
necio corazón duro, y es por eso que cuando Dios le da vida eterna a un hombre, lo primero que
cambia es ese corazón duro por uno que es capaz de sentir, uno de carne que es capaz de
doblegarse ante la voluntad de Dios y aceptar la justicia de Cristo, porque el fin de la ley es Cristo,
para justicia a todo aquel que cree.
Rom 10:5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga
estas cosas, vivirá por ellas.(A) Rom 10:6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No
digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); Rom
10:7 o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los
muertos). Rom 10:8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón.(B) Esta es la palabra de fe que predicamos: Rom 10:9 que si confesares con tu
boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. Rom 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación. Rom 10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él
creyere, no será avergonzado.(C) Rom 10:12 Porque no hay diferencia entre judío y
griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

En el versículo 5 Pablo continúa mostrando la diferencia que hay entre la Ley y la Gracia,
lo que significaría alcanzar la justificación por medio de las obras de la ley y lo que significa recibir
la justificación por medio de la fe, y dice: Moisés mismo escribió esto de la justicia que es por la
Ley: “El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Esa era la premisa de la Ley: “Haz esto y
vivirás”, es por eso que la Ley no salvó a nadie, porque el hombre no tiene la capacidad de
obedecerla, porque no simplemente es obedecer en un punto y en un momento, no, ¿qué dice
Santiago 2:10?: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos”, así que la ley exigía obediencia perfecta y el Antiguo Testamento nos muestra
una y otra y otra vez que nadie es capaz de hacer esto, es por eso que era necesario un Salvador,
un Redentor; a la luz de esto, no tiene sentido decir entonces que los hombres retuvieron su libre
albedrio para decidir voluntariamente acercarse a Dios, si eso fuera cierto, entonces ¿Qué
necesidad habría de un salvador?, simplemente sería algo absurdo, si el hombre pudiera decidir
voluntariamente acercarse a Dios, entonces la Ley era suficiente ya que el hombre tendría la
capacidad de libremente hacer lo que Dios le mandara, pero he aquí la gran verdad: El hombre es
esclavo y no libre, esclavo de sus deseos, esclavo del pecado, esclavo de Satanás, cómo puede
tener libertad un esclavo, ha! Solamente que alguien lo libere, Así que si el Hijo os libertare seréis
verdaderamente libres (Juan 8:36). Esta es la premisa de la justificación por fe: el hombre no
puede hacer nada para salvarse a sí mismo, ¿Qué hombre fue al cielo para decirle a Dios que
debía enviar a Cristo? O ¿Qué hombre descendió al abismo para resucitar a Cristo cuando murió
en la Cruz?, nadie más que sólo Dios pudo hacer eso, así que la Salvación es algo que Dios
decidió hacer y que sólo Él podía hacer, así que nosotros nada podemos hacer, en nada podemos
contribuir, sólo hay un requisito: creer; creer y confesar, creer en Cristo como Señor y Salvador,
creer en Su muerte y resurrección, creer que Él es el Camino, la Verdad y la Vida, pero ¿Qué
significa creer?, pues según el diccionario de la RAE dice:

Creer
(Del lat. credere).
1. tr. Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o
demostrado.
2. tr. Dar firme asenso a las verdades reveladas por Dios.
3. tr. Pensar, juzgar, sospechar algo o estar persuadido de ello.

Así que creer es dar por cierto algo, aunque no podamos verlo, y por lo tanto tiene todo
que ver con la fe, la palabra usada en griego para creer es pisteúo cuya raíz literalmente
significa: “tener fe”, así que para creer en algo necesitamos tener fe, nadie puede creer en Cristo si
no tiene fe, entonces ¿Qué es fe? Pues aquí no vamos a usar diccionarios, la Biblia dice en
Hebreos 11:1 “Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, y
aquí llegamos a otro punto controversial en el cristianismo, ¿Es la fe lo que yo pongo en la
salvación? O ¿Es Dios el que da la fe?, un pastor que admiro, pero que lamentablemente está
equivocado, me dijo que Dios nos pide algo para ser salvos y es la fe, es la contribución que el
hombre da a la Salvación, es algo así como el resultado de usar su libre albedrío, pero ¿es posible
tener fe si Dios no la da?, ¿es la fe un acto de la voluntad del hombre?, es decir ¿Puede un
hombre decidir tener fe?, veamos lo que dice la Biblia en Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios…” , está muy claro lo que dice la
escritura, no es de nosotros, es don de Dios, es algo que Dios da, nadie puede decidir tener fe,
como dice también en Filipenses 1:29 “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no
sólo que creáis en Él, sino también que padezcáis por Él,” podemos notar que dice que “nos es
concedido creer en Cristo, es algo que se nos da, ciertamente yo soy el que creo, el que usa la fe,
pero Dios nos da esa fe y la capacidad para creer, eso es la regeneración, es la obra del Espíritu
Santo dentro de nosotros al momento de la salvación, dándonos la capacidad de venir a Cristo en
arrepentimiento y fe. Ahora bien, es interesante que lo que dice el versículo 9 se enfoca en creer
que Cristo resucitó, y es que realmente esa es la parte más increíble (por decirlo así) acerca de
Jesús, de hecho, he visto algunos documentales donde se cuenta la vida de Cristo y se da certeza
de que existió históricamente, pero se cuestiona su resurrección, y es que realmente esa es la
característica que diferencia a Cristo de cualquier otro líder religioso, por ejemplo, Mahoma murió,
Buda murió, el Dalai Lama murió, José Smith murió, etc., pero sólo de Jesucristo se dice que murió
y resucitó y fue exaltado hasta la diestra de Dios y vive por los siglos de los siglos, amén; es por
eso que este versículo se enfoca en creer en la resurrección de Cristo, porque sin resurrección, no
habría salvación, y dice que debemos creer que Dios levantó a Cristo de entre los muertos, y es
que esa fue la prueba de que la Justicia de Dios fue satisfecha, que el Sacrificio fue aceptado y que
es suficiente para salvar a los pecadores, ese es el evangelio, debemos creer el evangelio, creer
en Cristo, que vivió y murió, pero que también resucitó y que vive y pronto regresará ¡Ven pronto
Señor Jesús!

Pero también debemos confesar, y creo que aunque el versículo 9 lo pone en primer lugar,
como que primero debemos confesar y luego creer, creo que son dos cosas que van de la mano,
que surgen simultáneamente, ya que el versículo 10 pone primero creer y luego confesar, y es que
la fe sin obras es muerta en sí misma, ahora bien que significa confesar, veamos algún significado
de esta palabra:

confesar
(De confeso).
1. tr. Dicho de una persona: Expresar voluntariamente sus actos, ideas o sentimientos
verdaderos. U. t. c. prnl.
2. tr. Dicho de una persona: Reconocer y declarar, obligada por la fuerza de la razón o por
otro motivo, lo que sin ello no reconocería ni declararía.

Es interesante ver que la definición incluye reconocer y declarar obligada por la fuerza de
la razón o por otro motivo, en este caso el motivo es el Espíritu de Dios obrando en el corazón de
las personas, es como cuando Pedro declaró: “Tu eres el Cristo el Hijo del Dios viviente” ¿Cuál fue
la respuesta de Cristo?, le dijo que eso le había sido revelado por Dios, de la misma manera, nadie
puede confesar a Cristo como Señor y Salvador si no le es revelado por el Espíritu Santo, vemos
también que confesar significa expresar voluntariamente los actos, ideas o sentimientos
verdaderos, no es un mero hablar por hablar, debe haber un entendimiento correcto de lo que
vamos a confesar, según la palabra griega utilizada aquí, la cual es jomologuéo, confesar significa
también “estar de acuerdo”, o “asentir” y lleva la implicación de “hacer un pacto”, es como cuando
una pareja decide sellar sus vidas a través del matrimonio y llegan a la parte en la cual dicen: “si,
acepto”, es estar de acuerdo y entrar en una relación de pacto, y aunque ciertamente el versículo
dice específicamente “confesar con la boca” ya hemos visto que ese confesar no solo se trata de
repetir como loro que Cristo es Señor, sino que implica el razonamiento, el entendimiento. Además,
debemos tomar en cuenta también el contexto histórico, qué significaba confesar a Cristo como
Señor en ésa época, en Roma (y veamos que esta declaración está dicha precisamente en la carta
dirigida a los romanos) en esa época en la cual regía Cesar, todo mundo debía confesar que César
era el Señor, cuentan que los soldados sacaban por las calles una estatua del César (una
procesión) y donde quiera que pasaban todos debían inclinarse y decir (confesar) que Cesar es
Señor, pero cuando un cristiano decía: “no Cesar, sino Cristo es Señor” eso significaba la muerte
instantáneamente, así que no era simplemente decir algo por decirlo, ya que confesar a Cristo
como Señor en ese entonces significaba, en la mayoría de los casos, la muerte. Lamentablemente
hoy en día, se ha tergiversado esta escritura y se ha creado toda una falsa enseñanza acerca de
“repetir una oración” para ser salvo, eso para nada es bíblico, y esa estrategia ha llenado las
iglesias de inconversos, es por eso que el cristianismo está como está, nadie puede ser salvo
solamente por repetir una oración, debe haber una obra del Espíritu Santo en la vida de una
persona, que lo lleva a Cristo en arrepentimiento y fe.

Ahora bien, no estoy diciendo que una persona que recibe arrepentimiento y fe no va a
clamar a Dios por salvación, ya que el versículo 13 habla de que “todo aquel que invocare el
nombre del Señor será salvo”, pero la palabra usada aquí es un poco diferente a la de confesar,
veamos su significado:

invocar
(Del lat. invocare).
1. tr. Demandar ayuda mediante una súplica vehemente.
2. tr. Acogerse a una ley, costumbre o razón.

Vemos que hay una gran diferencia entre confesar e invocar, aquí está hablando de una
súplica pidiendo por ayuda, y la palabra griega usada aquí es epikaléomai que significa apelar
a una ley superior, así que, ciertamente habrá una necesidad en la persona que recibe la obra del
Espíritu Santo de clamar por salvación, pero será algo que brota de su interior, y no algo que se le
dice que debe repetir, no es una fórmula mágica, recuerdo cuando Dios quebrantó mi corazón y en
Su Infinita Misericordia el Espíritu Santo me permitió ver mi condición, lo único que sentí fue el
deseo de clamar por ayuda, ni siquiera mencioné a Cristo y Su Sacrificio, no dije “yo creo en el
Sacrificio de Cristo”, solo gemí, solo clamé: “Si Tu existes Dios ayúdame por favor, sálvame te lo
suplico”, y entonces mis ojos fueron abiertos y pude ver, pude entender en ese instante de que se
trata todo, y mi corazón fue cambiado, y conocí a Mi Salvador, y comencé a confesar con mi boca
a Cristo como mi Señor y aunque este camino es angosto, aunque a veces tropiezo y caigo, mi
Señor nunca me deja y de alguna manera sigo adelante porque “Todo aquel que en Él creyere no
será avergonzado”.

Rom 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Rom 10:15 Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los
pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (E) Rom 10:16 Mas
no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro
anuncio?(F) Rom 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Rom
10:18 Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos,
Y hasta los fines de la tierra sus palabras. (G) Rom 10:19 También digo: ¿No ha
conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un
pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira. (H) Rom 10:20 E
Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los
que no preguntaban por mí.(I) Rom 10:21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día
extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. (J)

En esta porción de Romanos, Pablo va más al fondo de lo que acaba de decir, y nos
muestra cual es la razón principal de todo esto que se ha estado diciendo. En el versículo 14
vemos nuevamente que no es primero invocar y luego creer, sino parece lo contrario, y aunque
como dije, creo que son dos cosas simultáneas, al parecer una de las dos es causa y la otra efecto,
porque aquí la pregunta es ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? Aquí parece
ser que invocar es el efecto y creer es la causa, como ya vimos creer es tener fe, pero ¿Cómo
puede una persona tener fe?, pues Dios en Su infinita sabiduría, decretó que para tener fe hay que
oír Su Palabra, escuchar el mensaje del evangelio, como lo dice claramente el versículo 17: “Así
que la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios”, y esta es la razón principal de lo que se ha
venido diciendo, ¿Cómo creerán en aquél de quién no han oído? Y ¿Cómo oirán sin haber quién
les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Dios es Su infinita sabiduría, decidió que
nosotros, simples mortales, fuéramos Sus Voceros, nos dio el gran privilegio de ser parte de Su
Obra en la tierra, Él pudo enviar ángeles a proclamar Su Palabra por toda la tierra, o con voz de
trompeta proclamar desde el cielo Su Verdad, pero decidió que cada uno que ha recibido de Él la
fe para creer y confesar a Cristo como Señor, sea el que anuncie a los demás las nuevas de
salvación, así que, aparte de ser nuestro privilegio, también es nuestra misión, ¿Cómo predicaran
si no fueren enviados? Pero ¿Quién los envía? La escritura dice: Rogad pues al Señor de la mies
para que envíe obreros a Su mies, Dios es el que envía, y nos ha enviado, comisionado a todos
nosotros como creyentes a proclamar las buenas nuevas de salvación, es el deber de todo
cristiano, no solo de una parte de los creyentes, no solo de algunos, sino de todos,
lamentablemente hoy en día, es la mayoría de “cristianos” los que piensan que sólo algunos son
los que deben ir y proclamar, y que ellos (la mayoría) solo deben dar dinero para eso, y estar
cómodamente sentados los domingos en sus congregaciones y toda la semana dedicados a sus
negocios ya sus vidas personales, pero no fue así en el principio de la Iglesia.

Ahora bien, en los últimos versículos, del 18 al 21 Pablo hace una pregunta interesante,
luego de decir que la fe viene por el oír la Palabra de Dios (algunos traductores prefieren traducir
aquí como la Palabra de Cristo) él pregunta y dice: Pero digo ¿No han oído? Y es que es evidente
que no todo aquel que escucha el mensaje de salvación creerá para salvación, y es por eso que
Pablo hace esta pregunta, para aclarar que sigue siendo algo que depende de Dios y no de los
hombres, veámoslo con un silogismo:

Premisa A: La fe (creer) es por el oír la Palabra de Dios


Premisa B: Todo aquel que cree (tenga fe) será salvo
Conclusión: Por lo tanto, todo aquel que escuche la Palabra de Dios será salvo

Entonces ¿Por qué no todos los que escuchan el mensaje lo reciben y son salvos? ¿Por
qué algunos creen y otros no? Es aquí donde regresamos al debate, al dilema, ¿Dios elige? ¿El
hombre elige? ¿Dios decide quién se salva? ¿El hombre decide salvarse?, pero no debemos
equivocarnos en esto, Pablo vuelve a mostrarnos en el versículo 19 que todo lo que aconteció con
los Judíos es algo que Dios está haciendo, Él está provocando a celos a Israel, y luego dice en el
20 que fue hallado de los que no le buscaban, ¿Cómo podría alguien encontrar algo que no está
buscando?, por casualidad dirá alguien, pero resulta que en un mundo gobernado por un Dios
Soberano, no hay lugar para la casualidad, pero la escritura misma lo aclara, ya que continúa
diciendo: Me manifesté a los que no preguntaban por mí. Dios se mostró, Él se manifestó, es una
obra que Dios hace, el que tenga oídos para oír, oiga. Así que Dios de quien quiere tiene
misericordia y al que quiere endurecer endurece. El pueblo de Israel fue endurecido, para mostrar
misericordia a nosotros los gentiles, ¿Qué pues diremos a esto? Dios es Soberano, Justo, Santo y
Bueno.

CAPITULO 11

Rom 11:1 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque
también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Rom 11:2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis
qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Rom 11:3
Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he
quedado, y procuran matarme? Rom 11:4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he
reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Rom 11:5
Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Rom
11:6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si
por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Rom 11:7 ¿Qué pues?
Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los
demás fueron endurecidos; Rom 11:8 como está escrito: Dios les dio espíritu de
estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. Rom 11:9 Y
David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución;
Rom 11:10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para
siempre.(E)

En el capítulo 11, Pablo continúa con sus pensamientos profundos acerca de todo esto que
ha acontecido con Israel y los Gentiles, y es que realmente son cosas difíciles de asimilar, no hay
doctrina más difícil de aceptar para el hombre, creo yo, que la doctrina de la Soberanía de Dios,
creer que TODO en esta vida tiene que ver con Dios y no con nosotros, realmente nos humilla, y
no es agradable pensar que realmente no somos importantes. Pablo nos muestra aquí una vez
más en que consiste la Soberanía de Dios, la elección de Dios, cuando pregunta y también
responde diciendo: ¿Ha desechado Dios a Su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy
israelita… él mismo es una prueba de que Dios no desechó por completo a Su pueblo, de hecho la
Iglesia inició como una congregación de israelitas, y luego Pablo, para mostrar esta evidente
verdad, se refiere a la historia de Elías, cuando él pensó que ya solo él quedaba y era el último y
procuraban matarle, ¿Cuál fue la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombre que no han
doblado la rodilla delante de Baal, de esa misma manera, dice Pablo, ha quedado un remanente
escogido por gracia, y luego en el versículo 6 aclara, que la salvación es un don de Dios, no es
algo que podamos ganar o merecer, y aunque ciertamente la fe sin obras es muerta en si misma
(Santiago 2:17), en lo que se refiere a la salvación, la Biblia deja muy claro que la salvación es por
gracia, por medio de la fe… no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9); luego, en los
versículos del 7 al 10 Pablo muestra, nuevamente, de que se trata todo lo que pasa en esta vida,
entonces ¿Qué pues?, pregunta Pablo, y responde: Lo que buscaba Israel no lo ha alcanzado;
pero los escogidos si lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos, no entiendo cómo es
posible que la mayoría de “cristianos” estén en contra y le tengan aversión a la idea de que Dios es
Soberano y es el que elige, si la Biblia lo deja muy claro en muchos versículos, nuevamente repito,
TODO en esta vida tiene que ver con Dios, con Su plan, con Sus propósitos, con Su gloria, con Su
persona, Él es el Único ser en todo el universo que es Digno, y aunque para muchos la elección
soberana de Dios parece injusta, es la única manera en la que pecadores alcanzarán la vida
eterna, de lo contrario, nadie se salvaría y todos seríamos justamente condenados por nuestras
transgresiones, así como lo fue Israel, Pablo usa el Antiguo Testamento para mostrar que todo esto
ya estaba escrito y estaba sucediendo exactamente como Dios lo había establecido, fue Dios
mismo quien les dio espíritu de estupor y ojos que no ven y oídos que no oyen, así que, de quien
quiere tiene misericordia y al que quiere endurecer, endurece (Romanos 9:18).

Rom 11:11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna
manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a
celos. Rom 11:12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza
de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? Rom 11:13 Porque a vosotros
hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, Rom 11:14
por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a
algunos de ellos. Rom 11:15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué
será su admisión, sino vida de entre los muertos? Rom 11:16 Si las primicias son
santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Rom 11:17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre,
has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica
savia del olivo, Rom 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no
sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. Rom 11:19 Pues las ramas, dirás, fueron
desgajadas para que yo fuese injertado. Rom 11:20 Bien; por su incredulidad fueron
desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Rom 11:21
Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Rom 11:22
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que
cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra
manera tú también serás cortado. Rom 11:23 Y aun ellos, si no permanecieren en
incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Rom
11:24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra
naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas
naturales, serán injertados en su propio olivo? Rom 11:25 Porque no quiero,
hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a
vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; Rom 11:26 y luego todo Israel será salvo, como está
escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. (F) Rom
11:27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados. (G) Rom 11:28 Así
que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la
elección, son amados por causa de los padres. Rom 11:29 Porque irrevocables son los
dones y el llamamiento de Dios. Rom 11:30 Pues como vosotros también en otro
tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la
desobediencia de ellos, Rom 11:31 así también éstos ahora han sido desobedientes,
para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
Rom 11:32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de
todos.

En los versículos del 11 al 32 podemos ver nuevamente el corazón de Pablo, el celo que
tiene para con su pueblo, no debemos olvidar que él había sido un maestro, un principal en Israel,
y él sabía muy bien los privilegios que había recibido su nación como pueblo escogido por Dios, así
que, aunque sabía muy bien que había sido elegido por Cristo como apóstol a los gentiles, siempre
tenía la esperanza en su corazón de atraer a más de alguno de su pueblo hacia Cristo, aquí hace
alusión a una alegoría acerca del olivo natural y del olivo silvestre, habla de injertar de quitar, habla
de un trabajo que hace un experto viñador, una vez más, habla del trabajo de un Dios Soberano
que hace según Su voluntad tanto en los cielos como en la tierra, Dios endureció a Israel para traer
salvación a los gentiles, pero aun así, hay judíos que se han salvado, repito, la Iglesia se originó
principalmente por judíos, así que Dios no desechó por completo a Israel, Pablo también nos da
algunas advertencias acerca de no ensoberbecernos, personalmente creo que hay algunas
denominaciones que le dan demasiada importancia a Israel, y quieren parecerse a Israel, sus
cantos, su música, tocan el Shofar, danzan y ya casi celebran las fiestas judías, hablan de
primicias, etc. y hay otros que dicen que Israel como pueblo físico ya no está para nada dentro de
los planes de Dios, creo que Dios sigue salvando a algunos judíos, y lo que dice Pablo en el
versículo 26 parece indicar que llegará un tiempo en el que Dios salvara a todo el pueblo de Israel,
yo personalmente no tengo ningún problema con aceptar esa idea, pero he escuchado a algunos
estudiosos de la Biblia que dicen que lo que dice aquí no significa que todo el pueblo físico de
Israel será salvo, el Pr. Sugel Michellen enseña que aquí la traducción más adecuada debería
decir: “Y de esta manera, todo Israel será salvo”, o como lo traduce la Biblia de las Américas: “y
así, todo Israel será salvo”, y cuando Pablo hace alusión a las profecías del AT nos damos cuenta
que dice que vendrá de Sión el redentor, es decir está hablando de la primera venida de Cristo, no
de Su segunda venida como aseguran los dispensacionalistas. Así que, Dios eligió a un Israel
como su pueblo físico, no lo podemos negar, pero también eligió a un Israel espiritual formado por
todas las naciones, por toda lengua, tribu y nación, es decir, aún en el Israel físico había otro Israel,
el Israel verdadero formado por todos aquellos elegidos para salvación. Realmente todo esto es
bastante profundo, Dios eligió un pueblo físico, eso es una realidad, y una y otra vez el Antiguo
Testamento muestra el amor de Dios por Su Pueblo y también las promesas que les dio, el Mesías
vino a lo suyo, pero los suyos no le recibieron dice claramente la escritura, si Israel hubiese
reconocido a Jesucristo como su Mesías prometido, entonces ¿Qué hubiera pasado?, pero era
necesario que Cristo muriera, que los judíos le rechazaran y así que fueran benditas todas las
naciones de la tierra, porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de
todos.

Rom 11:33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Rom 11:34 Porque ¿quién
entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? (H) Rom 11:35 ¿O quién le dio a
él primero, para que le fuese recompensado? (I) Rom 11:36 Porque de él, y por él, y para
él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Después de revelar todo este misterio del endurecimiento de Israel y la salvación de los
gentiles, Pablo expresa lo que cada cristiano debería expresar, una exclamación de grande
asombro ante la Soberanía de un Dios que reina y gobierna sobre toda Su creación de acuerdo a
Su voluntad y para Su gloria, y es que realmente ¿Cómo podría nuestra mente tan pequeña y
limitada entender la mente del Señor? Es decir, nosotros con el tiempo vamos acumulando ciertas
experiencias que nos capacitan para dar algún consejo, a los más pequeños y jóvenes, pero
¿Quién puede aconsejar a un ser que no tiene principio ni fin, y por lo tanto, cuya sabiduría es
infinita? Sus juicios son insondables (hablando del mar significa que no se puede medir su fondo
con la sonda) y Sus caminos son inescrutables (significa que no se puede saber ni averiguar), por
más que lo intentemos no podremos llegar a comprender a cabalidad todas las cosas que
pertenecen solo a Dios, y Pablo termina diciendo algo que es bastante duro para nuestro egoísmo
humano, Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos.
Amén. ¿Qué se puede agregar a esto? Realmente no comprendo cómo es que la mayoría del
“cristianismo” de nuestra época niega la Soberanía de Dios, es decir, dicen que Dios es Soberano,
pero luego dicen que Él no puede hacer nada si el hombre no se lo permite, es algo tan absurdo, y
utilizan frases para disfrazarlo y que suene bonito, tales como: “Dios es un caballero” o “Dios
decidió limitarse a sí mismo”, pero estas frases no son más que manifestaciones del egoísmo y
orgullo del ser humano, el humanismo se ha infiltrado en las “iglesias cristianas”, y se ha puesto en
el centro del “evangelio” al hombre y no a Dios, de tal manera que se asegura y se defiende con
celo que es el hombre el que decide salvarse y no Dios el que salva a los hombres que Él ha
elegido desde antes de la fundación del mundo, pero, a pesar de esto, aún hay un remanente que
clamamos: ¡De Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén!

CAPITULO 12

Rom 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad
de Dios, agradable y perfecta.

Ahora, después de toda la enseñanza doctrinal que se ha venido dando, Pablo nos lleva a ver
cómo es que todo esto debería verse en la vida práctica de un creyente, y es que el evangelio,
aparte de ser verdad, es vida, es un camino que hay que transitar, no son filosofías ni huecas
sutilezas, no se trata de pensamientos idealistas que son una utopía, oh no, se trata de vida, una
vida abundante que Cristo ofrece, y Pablo, en este capítulo, comienza a pintarnos un cuadro de
cómo debería verse la vida de un cristiano, algunas Biblias cuentan con ciertos encabezados de
acuerdo a lo que los traductores consideraron, y a este capítulo le pusieron como encabezado
“Deberes cristianos”, y es que no podemos negar que hay una forma de vivir que caracteriza a un
verdadero hijo de Dios, sin embargo, tampoco debemos ver esto como solo una mera religiosidad,
no olvidemos que la característica de la religión es tratar de obtener el favor de Dios por medio de
nuestros esfuerzos, pero la salvación es una obra de Dios, es algo que Él está haciendo en
nuestras vidas, algunos dividen la experiencia cristiana en dos partes, la salvación y la
santificación, y definen la salvación como ese momento en el que Dios nos da arrepentimiento y fe
en Cristo y cambia nuestro corazón dándonos el nuevo nacimiento, dándonos nuevos afectos y
nuevos deseos de agradar a Dios, pero luego, después de ese punto en adelante, inicia el proceso
de la santificación, donde Él va cambiando nuestras actitudes, nuestros pensamientos, llevándonos
por un proceso que dura toda la vida, y pienso que es una forma de verlo y no está mal, pero yo
prefiero ver la salvación como algo que sucede en un instante y que sigue sucediendo en nuestras
vidas cada día, es una obra de Dios, Él sigue salvándonos cada día de nuestra vana manera de
vivir, transformando nuestras vidas y formando en nosotros el carácter de Cristo, y no se detendrá
hasta llevarnos a la estatura del varón perfecto, así que, la salvación es una obra que Dios lleva a
cabo de principio a fin, hay algunos “cristianos” que creen que Dios nos salva, pero que después
depende de nosotros mantenernos salvos haciendo las cosas que Dios nos manda, guardando los
mandamientos, que terrible sería si fuera de esa manera, si dependiera de nosotros mantener la
salvación, entonces todos la perderíamos, al igual que si dependiera de nosotros decidir salvarnos,
nadie sería salvo, pero gracias a Dios que la salvación es de Jehová. Dicho esto, veamos entonces
de que se tratan estos deberes cristianos, es decir, como se ve en la práctica la vida nueva que
Cristo vino a dar, y Pablo inicia haciendo una exhortación muy importante e interesante, él dice: les
ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios, que es vuestro culto racional, quiero resaltar el hecho de que Dios pide y merece que
nuestras vidas se rindan por completo a Él, hay algunos que están profesando ser cristianos pero
que sus vidas no muestran ningún o casi ningún cambio y se escudan diciendo: “Dios conoce mi
corazón” o “pero yo amo a Dios y lo alabo en mi interior”, no existen términos medios con Dios, o
somos de Él o no, no podemos alabar a Dios sólo con una parte de nuestro ser, y no puedo negar
que es una lucha constante, ya que esta carne, este cuerpo físico aún no ha sido regenerado, por
eso es que lo debemos presentar como un sacrificio, algo para ser quemado, algo que debe morir,
y cuando es así, entonces es algo vivo, santo y agradable a Dios, ya no debemos usar nuestros
cuerpos como instrumentos de maldad, sino como instrumentos de justicia y eso es algo que se ve,
y esto constituye entonces nuestro culto racional y es interesante que la palabra usada aquí en
griego es la palabra λογικός (logikós) que significa lógico o racional, la fe no está divorciada de
la razón, he escuchado a algunos predicadores decir que la fe no tiene que ser lógica, o que
predican una fe ciega, una fe que no hace cuestionamientos, y es curioso que hablan de que
debemos discernir, pero no se puede discernir sin tener que usar de alguna manera la lógica, la
capacidad de cuestionar, si simplemente creyéramos sin cuestionar nada, entonces creeríamos
cualquier cosa, pero Pablo alabó a los de Berea porque ellos no creyeron ciegamente, sino usaron
su razonamiento para comprobar en las escrituras que lo que se les estaba diciendo estaba de
acuerdo a ellas. ¿Cuál es el principal mandamiento? Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, Dios nos dio una mente, una razón,
hasta las Ciencias Naturales dicen que lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de
razonar, y Dios nos dice que debemos amarlo con toda nuestra mente, ahora bien, no estoy
diciendo que basta solo con la mente para creer, ya que la fe es sin duda un don de Dios, y la
Biblia dice claramente que el hombre natural no percibe lo espiritual porque se ha de discernir
espiritualmente, pero es muy peligroso creer que la fe está divorciada de la razón, y es que cuando
Dios nos da vida espiritualmente en el nuevo nacimiento, nuestros ojos son abiertos y entonces
comenzamos a pensar correctamente y como sigue diciendo Pablo debemos ser transformados
por medio de la renovación de nuestro entendimiento, una vez más, nuestro entendimiento tiene
que ver con la cosmovisión que tenemos de la vida, tiene que ver con lo que creemos, con lo que
pensamos, con lo que vivimos, tiene que ver con nuestra mente, no debemos conformarnos a este
siglo, o sea, al mundo y sus ideas y pensamientos, la vida del cristiano no es solo diferente a la del
mundo, sino totalmente contraria, ya que el pensamiento del mundo es opuesto al pensamiento de
Dios, y nosotros como creyentes debemos comprobar cuál sea la voluntad de Dios, agradable y
perfecta, ya no debemos vivir para hacer nuestra voluntad, es una vida de auto-negación y no
como enseña el mundo de auto-realización, lamentablemente hoy en día en mucho del
“cristianismo” se enseña que Dios se debe alinear a nuestras metas, y sueños, y visiones, y no
nosotros a Su voluntad, se habla de “tu mejor vida ahora” o de “debes ser un campeón” o “debes
tener visión” pero lo único que se está enseñando en muchas congregaciones es una vida de auto-
realización y no de auto-negación, se están alineando más con el mundo que con Dios, y esto
sucede porque la mayoría de los “cristianos” de hoy no está razonando, no está pensando
correctamente, tienen una fe ciega, cualquiera puede tener una fe ciega, hasta el ateo tiene una fe
ciega, las sectas tienen una fe ciega, pero una fe ciega no es la fe que salva, y esto si que es triste
y peligroso, porque entonces quiere decir que muchos de los que proclaman ser “cristianos” en
muchas de las congregaciones, no conocen a Dios, que Dios nos ayude a comprobar cuál sea Su
Voluntad.

Rom 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros,
que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Rom 12:4 Porque de
la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, Rom 12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en
Cristo,(A) y todos miembros los unos de los otros. Rom 12:6 De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia que nos es dada, (B) si el de profecía, úsese conforme a
la medida de la fe; Rom 12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la
enseñanza; Rom 12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad;
el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Luego en el versículo 3, Pablo nos da otra exhortación muy importante, y él aclara que dice
estas cosas por la Gracia que le ha sido dada, y es que toda buena dádiva y todo don
perfecto .viene de Dios, y Pablo sabía muy bien y entendía correctamente cual es la Voluntad de
Dios para nuestras vidas, y aquí nos dice otra cosa que está totalmente opuesta al pensamiento
del mundo, él dice, inspirado por el Espíritu Santo: “que ninguno tenga un concepto más alto de sí
mismo del que debe tener, sino que piense de sí con cordura…”(parafraseado) esto es un golpe
directo a lo que el mundo enseña acerca de la autoestima, ¿Quiénes somos nosotros los seres
humanos? ¿Qué mérito tenemos?, en el mundo se enseña que debemos pensar positivamente
acerca de nosotros, que debemos repetirnos a nosotros mismos que tenemos el potencial de hacer
cualquier cosa, que somos valiosos, que somos buenos, etc. pero aquí se nos dice que debemos
pensar con cordura acerca de nosotros mismos, debemos estar conscientes de nuestras
limitaciones y debemos reconocer que si hay alguna habilidad o talento, eso nos es dado por Dios,
no tenemos nada que no lo hayamos recibido, y si lo recibimos, no tenemos por qué jactarnos, la
alta autoestima es un invento de la psicología que viene de la misma mente de Satanás, ya que
mantiene al hombre alejado de la realidad, de tal manera, que hacen creer a los seres humanos
que son buenos, y así jamás vendrán a Jesucristo porque no sienten su necesidad de un Salvador,
tristemente hoy en día vemos a muchos predicadores (especialmente los de la prosperidad)
diciendo cosas como: Tú tienes el potencial…, tú eres un campeón…, piensa positivo… o cosas
como: valemos tanto para Dios…, somos tan especiales para Dios… incluso escuche una vez al
falso predicador Cash Luna decir que Dios preferiría dejar de existir que estar sin nosotros,
¡¡Absurdo!!, pero son las consecuencias de tener una concepto equivocado y de no pensar con
cordura acerca de nosotros mismos, necesitamos darnos cuenta de que somos pobres,
miserables, ciegos y desnudos, y acercarnos a Dios humillados en arrepentimiento y fe para
alcanzar Misericordia y Salvación, Dios decidió salvar a pecadores porque Él así lo quiso y no
porque seamos especiales. Ahora bien, Pablo dice que debemos pensar con cordura de nosotros
mismos conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno, y creo que esto tiene que ver
también con lo que continúa diciendo en los siguientes versículos, debemos estar conscientes de
nuestras limitaciones y de nuestros talentos para tomar nuestro lugar adecuado en el cuerpo de
Cristo, o sea al servir en la Iglesia, hay muchos que anhelan los puestos (por decirlo de algún
modo) más prominentes dentro de la Iglesia, pero Dios es el que reparte a cada uno el don de
acuerdo, nuevamente, a Su Voluntad, porque Él mismo nos ha dado las capacidades o dones para
servirle, y Pablo usa en esta porción una de sus ilustraciones favoritas, y es la de mostrar a la
Iglesia como un cuerpo vivo, cuya cabeza es Cristo, y él dice que así como en cuerpo no todos los
miembros cumplen la misma función, así también en la Iglesia cada uno debe funcionar de acuerdo
al don o gracia que se nos ha dado, el versículo 6 pareciera dejar inconclusa la idea que se está
dando, pero por lo que dicen los demás versículos podemos entender que la idea principal es que
teniendo diferentes dones debemos usarlos, ponerlos en práctica, ponerlos a servicio de la Iglesia
y de acuerdo a lo que se nos da, y viene entonces una lista de algunos dones y la forma como
deberían usarse, y aunque hay algunos dones que hoy en día son controversiales, en esta lista el
único que menciona es el de profecía y es interesante al revisar en el griego, que su significado
tiene dos acepciones, tanto el de predecir, como el de predicar (hablar hacia adelante), y creo que
aunque en la antigüedad se usó para predecir, ahora que ya todo está escrito, es decir, que la
Biblia está completa, solo se usa para predicar, ya no hay necesidad de revelación nueva, luego
vienen otros dones, el de servir, enseñar, exhortar, repartir, presidir, hacer misericordia, cada uno
debe usarse para lo que es, y aunque creo que todos somos llamados a tener misericordia, o a
servir, hay quienes tienen esa capacidad especial de hacerlo de una manera especial, es decir,
todos somos llamados a predicar el evangelio, pero no todos somos capaces de subirnos a un
púlpito a predicar, todos somos llamados a hacer discípulos y eso lleva cierto grado de enseñanza,
pero no todos podemos dar una clase magistral, etc, es decir hay quienes funcionan mejor para
esas cosas, pero debemos tener cuidado de no andar buscando los dones que son más vistosos,
sino pedirle a Dios que nos ayude a entender cuál es Su voluntad de acuerdo a los dones que nos
ha dado y a ponerla por obra usando esos dones para edificación; todo esto es parte de como
debería verse la vida de los cristianos.

Rom 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Rom 12:10
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los
unos a los otros. Rom 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor; Rom 12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la
tribulación; constantes en la oración; Rom 12:13 compartiendo para las necesidades de
los santos; practicando la hospitalidad. Rom 12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad
con los que lloran. Rom 12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos
con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. (D

Pablo continúa mostrando ese cuadro de cómo debería verse la vida de un verdadero cristiano,
y aquí en esta porción del capítulo 12 se mencionan varias cosas que están muy de acuerdo con
las enseñanzas que Cristo dio durante Su ministerio, son cosas duras, difíciles, que sólo pueden
lograrse en la medida que el Espíritu Santo gobierne nuestras vidas, no podemos hacerlo por
nosotros mismos. En el versículo 9 nos habla acerca de que el amor debe ser sincero, el mundo
tiene un concepto del amor que es totalmente opuesto al amor verdadero, o sea, puede existir un
falso amor, uno que es fingido, que aparenta ser amor, pero no lo es, pero todo creyente que ha
recibido en su vida el amor de Dios, puede experimentarlo en su vida de tal manera que brotará de
su interior, personalmente creo que la prueba más visible de un verdadero cristiano es el amor, y
es un amor que sin lugar a dudas nos llevará a aborrecer lo malo y a seguir lo bueno, a un
verdadero cristiano, no solo le parece feo el pecado, sino realmente lo aborrece, no se puede
aborrecer algo y a la vez quererlo, sin embargo aún pecamos pero ya no nos deleitamos en eso,
sino que nos causa repulsión y arrepentimiento, el cristiano anhela el bien, seguir lo bueno, y lo
bueno siempre tiene que ver con el carácter de Cristo. Luego sigue hablando acerca de cómo
debería verse el amor entre cristianos, debe ser un amor de hermanos, es por eso que en las
congregaciones cristianas se acostumbra llamarnos hermanos, lamentablemente, en muchos
lugares, solo es un cliché, una forma de adoptar el hablar cristiano, y nada más, pero el trato, entre
cristianos debería ser algo muy diferente, y se enfatiza más este hecho, cuando dice que en cuanto
a honra, prefiriéndoos los unos a los otros, realmente esto parece muy utópico, y es que en las
congregaciones de ahora, muchos miembros casi ni se conocen, y es triste, por ejemplo, que
dentro de una congregación existan miembros que tienen mucho dinero y posesiones mientras hay
otros que están padeciendo mucha necesidad, y se recogen ofrendas, y se tratan de hacer obras
de caridad, cuando lo primero que tendría que hacerse, es ayudar a los propios miembros de la
iglesia que están en necesidad, preferirlos, ponerlos antes que a los demás, en la iglesia primitiva,
habían algunos miembros que tenían la capacidad de vender algunas de sus posesiones y traer el
dinero para cubrir las necesidades de los hermanos de tal manera que no había necesitados entre
ellos, pero hoy, ni siquiera se conocen entre sí los miembros de una congregación, y para saber
quién está en necesidad hay que tener cercanía, una cercanía tal como los hermanos la tienen en
una familia, otra cosa es que muchos cristianos ni siquiera son capaces de reconocer que están en
necesidad, hay una “doctrina” que enseña que debemos pensar y hablar “positivamente” que
debemos estar “en victoria”, se necesita ser humilde para reconocer cuando estamos en
necesidad, pertenecemos a una nueva familia, de tal manera que deberíamos llegar a ser aún más
unidos a ellos que a nuestra familia natural, pero todo esto se hace cada vez más difícil en esta
época que nos ha tocado vivir, de tal manera que a veces me pregunto si en verdad existe el
cristianismo real, hay tantas denominaciones que reclaman ser “iglesias cristianas” pero muchas de
ellas lo que hacen es pelear por doctrinas, pelear por quien tiene la verdad, incluso algunas pelean
por ver cual tiene el edificio más grande, algunas se vuelven como sectas, aislando a sus
miembros por completo de los demás y no precisamente de los del mundo, sino de otros que
también dicen ser cristianos, realmente estamos viviendo tiempos de apostasía, de tal manera que,
al igual que cuando el cristianismo se corrompió y surgió el catolicismo, ahora vemos como,
después de la reforma protestante, el cristianismo nuevamente se ha corrompido y ha surgido el
evangelicalismo, afortunadamente, Dios siempre se reserva para sí mismo un remanente fiel, pero
siempre es un grupo pequeño, comparado con la gran mayoría que sigue un falso evangelio, Oh
que Dios nos permita ser parte de este remanente fiel. Pero sigamos viendo el cuadro que Pablo
nos pinta de la vida cristiana, un cristiano debe servir con fervor, siendo diligente, no hay lugar para
la pereza en la vida de un creyente, gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación y
constantes en la oración; la vida de un cristiano, no es una vida donde se busca la felicidad, sino
una vida donde se tiene gozo, pero es un gozo que se basa no en nuestras circunstancias, sino en
la esperanza de la vida venidera, no estamos aquí para vivir nuestra mejor vida ahora, ni para ser
campeones, porque también dice que debemos ser sufridos en la tribulación, es decir soportar con
paciencia las pruebas y dificultades de esta vida, y es que Cristo nunca prometió que en esta vida
íbamos a tener grandezas y prosperidad material, pero sí que prometió que en este mundo
tendremos aflicción, pero que debemos descansar en Él, porque Él es nuestra victoria, Él es el
Victorioso, y por medio de la Victoria que Él nos da, somos más que vencedores, pero esto no
significa que todo nos irá de maravillas en esta vida, sino que tendremos gozo en la esperanza y
paciencia en el sufrimiento, siendo constantes en la oración, la vida de un creyente que no ora, es
una contradicción, Cristo mismo fue el ejemplo más grande de una vida de constante oración, creo
que en la medida que nos demos cuenta de nuestra necesidad de Dios dedicaremos más tiempo a
la oración, pero lamentablemente, la mayoría de cristianos de hoy creen que ser fervientes en la
oración es dar gracias rápidamente por la mañana, y luego dar gracias cada vez que va a comer, y
luego pedir a Dios que nos guarde al dormir y ya, cuanta necesidad hay de que tomemos más en
serio las enseñanzas, los mandamientos de Jesús, Él mostró cómo debería ser una vida de
oración, Él oraba constantemente, fervientemente, intensamente, debo confesar que esto me
golpea, y realmente debería golpearnos, debemos arrepentirnos y clamar a Dios para que nos dé
mayor fervor y que nos muestre nuestra necesidad de ser constantes en la oración. Luego, en el
versículo 13, nuevamente refuerza la idea de estar atentos a las necesidades de los santos, de
tener cuidado de las necesidades de los hermanos y practicando la hospitalidad, que difícil es para
nosotros, como seres egoístas por naturaleza, abrir las puertas de nuestro hogar a otras personas,
pero entre hermanos no debería ser así, entre verdaderos hijos de Dios debería ser donde el dicho:
“Mi casa es tu casa” debería ser una realidad, y es que el temor es que alguno pueda
aprovecharse, pero si todos tenemos el Espíritu de Cristo, nadie intentaría aprovecharse de nadie,
y aunque quizás no sería perfecto, pero si sería posible. A continuación y a propósito, me saltearé
el versículo 14 ya que considero que está más relacionado con lo que se dice con los vers. Del 17
al 21, pero sigamos con los versículos 15 y 16, aquí se nos manda a gozarnos con los que se
gozan y a llorar con los que lloran, podríamos decir que es el principio real de la solidaridad, pero
esto solo se puede hacer si el amor es sincero, si hay unanimidad entre nosotros como creyentes,
es decir, somos un cuerpo, el cuerpo de Cristo, somos una unidad, no somos varios cuerpos,
varios miembros sí, pero todos del mismo cuerpo, no hay lugar para la altivez o la jactancia, no hay
lugar para la preferencia, o el racismo, y todo esto solo se logra si obedecemos lo que Cristo nos
manda, lo que Dios nos dice en Su Palabra y no siendo sabios en nuestra propia opinión, para no
caer en lo que ya mencionó Pablo al inicio de su carta a los Romanos: “Profesando ser sabios, se
hicieron necios”.
Rom 12:14 Bendecid a los que os persiguen; (C) bendecid, y no maldigáis. Rom 12:17 No
paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Rom
12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres. Rom 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a
la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. (E) Rom
12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de
beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. (F) Rom 12:21
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

A continuación retomaremos el versículo 14, ya que como dije, creo que se relaciona más
con los últimos versículos de este capítulo 12, y es que esto tiene más que ver con nuestro trato
con los inconversos y no tanto con nuestro trato entre hermanos, y a mi parecer, creo que es la
parte más difícil, ya que aunque ciertamente se necesita del Espíritu de Dios para tratarnos como
debemos como hermanos, cuanto más para nuestro trato con personas a las cuales no les
agradamos en lo absoluto, y es que siempre es más fácil amar a los que nos aman, pero como dijo
Cristo, ¿Qué mérito tiene esto, acaso no hacen eso también los pecadores?, así que esta parte es
dura y difícil, no lo podemos negar, dice: Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no
maldigáis. Wow! ¿Quién es suficiente para esto? Y sigue diciendo, No paguéis a nadie mal por
mal;(sino más bien) procurad lo bueno delante de todos los hombres, (paréntesis mío)
¿Naturalmente quién quiere hacerle bien o bendecir a alguien que le ha tratado mal? A veces he
escuchado a algunas personas decirle a otras que las han tratado mal: “Que Dios te bendiga” pero
lo dicen de una manera que más bien están pensando dentro de sí todo lo contrario. Oh! Cuan
necesitados estamos de la ayuda de nuestro Buen Dios, sólo Él puede doblegar nuestra voluntad
para poder hacer esto, solo si el Espíritu Santo controla nuestras vidas seremos capaces de
semejantes actitudes, ahora bien, el versículo 18 trae una pequeña nota de sobriedad, ya que dice
que si es posible, en cuanto dependa de nosotros, debemos estar en paz con todos los hombres, y
es que hay cosas que ya no dependen de nosotros, por ejemplo, si yo ofendo a alguien y me
arrepiento de corazón, depende de mí pedir perdón, pero no depende de mí que me perdonen, y
esto tiene mucho que ver con lo que dice el versículo 20 ya que cuando menciona allí que si mi
enemigo tiene hambre o sed, debo alimentarlo y darle agua, no precisamente se refiere a que es
mi enemigo porque yo lo aborrezco, sino que es mi enemigo porque él me aborrece, no es una
enemistad de mi parte hacia él, sino de él hacia mí, no significa que está bien que yo considere
algunos hombres como mis enemigos, sino que ellos me consideran a mi como su enemigo, y
lógicamente de todo esto se desprende el hecho de que no debemos vengarnos, hay un dicho que
dice que: La venganza es dulce, pero realmente es dulce solo un momento, luego produce una
sensación amarga, de odio, de rencor, de vacío, de muerte; realmente vengarnos nosotros mismos
del mal que se nos hace, solo acarrea más odio, rencor, violencia y más venganza, ya que si nos
vengamos de una persona por el mal que nos ha hecho, luego esa persona también querrá
vengarse de nosotros, y así es como este mundo gira, en un círculo vicioso de odio, rencor y
violencia. Hay otro refrán que dice: “La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”, no
se quien lo dijo, pero tiene mucha sabiduría, la venganza es dulce, pero es un veneno, y terminará
destruyendo y causando mucho daño a mucha gente; ahora bien, si la venganza es tan mala ¿Por
qué Dios si puede vengarse y dice que le dejemos la venganza a Él? La diferencia radica en el
hecho de que nosotros somos imperfectos pero Dios es Perfecto, por lo tanto nuestras razones
para vengarnos siempre serán pecaminosas, ya que somos seres imperfectos, mientras que Dios
es el único que puede aplicar una venganza que sea totalmente justa y Él es el Único que tiene el
derecho de hacerlo ya que todo pecado es una ofensa primeramente hacia Él como dador de la
vida y dador de la Ley, pero repito, cuán difícil es para nosotros vivir de esta manera, solo puede
lograrse si Dios controla nuestras vidas, ¿Cuantas veces no hemos maquinado y hasta disfrutado
una venganza en nuestra mente? Pero como finaliza diciendo este capítulo 12: No seas vencido de
lo malo, sino vence con el bien el mal.

CAPITULO 13

Rom 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. Rom 13:2 De modo
que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten,
acarrean condenación para sí mismos. Rom 13:3 Porque los magistrados no están para
infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad?
Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; Rom 13:4 porque es servidor de Dios para tu
bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor
de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Rom 13:5 Por lo cual es necesario
estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la
conciencia. Rom 13:6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores
de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Rom 13:7 Pagad a todos lo que
debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al
que honra, honra.(A)

En este capítulo Pablo nos sigue mostrando ese cuadro de la vida de un cristiano, y es
interesante que la Biblia tiene cuidado de cada aspecto de nuestras vidas, es nuestra regla de
conducta, pero no solo es eso, sino que es la Palabra de Dios y por lo tanto, haremos muy bien en
obedecerla. En el verso 1 se nos dice algo que parece muy desconcertante, porque al ver a
nuestros gobernantes parecería muy difícil pensar que han sido establecidos por Dios, pero creo
que la idea principal que debemos tomar en cuenta es que aunque ha habido cambios en cuanto a
la forma de establecer gobernantes, Dios es el único que tiene la Autoridad Total, Él es la Fuente
de todo, y por lo tanto es el Único que puede conferir cierto grado de Autoridad a algunos seres, ya
sea hombres o ángeles, de acuerdo a Sus Propósitos y para llevar a cabo Sus planes eternos, pero
veamos que significa Autoridad de acuerdo al diccionario:

Autoridad
(Del lat. auctoritas, -atis).
1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. f. Potestad, facultad, legitimidad.
3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por
su calidad y competencia en alguna materia.

Es el poder para ejercer mando, ahora bien este poder puede ser de hecho o de derecho,
creo que la Autoridad de Dios es la única que es de derecho, es decir Él tiene todo el derecho de
ejercer mando sobre todo, porque Él lo creo todo, y como ya vimos un poco antes en esta misma
carta, de Él, por Él y para Él son todas las cosas… Así que Dios tiene todo el derecho de gobernar,
Él es la fuente de Autoridad, o como dice aquí Pablo Porque no hay autoridad sino de parte de
Dios… entonces, de aquí se desprende que las demás autoridades que hay en esta tierra sólo son
de hecho, es decir porque han sido comisionados para tener autoridad, no la tienen por derecho,
aun así, la exhortación de Pablo es de someternos a estas autoridades, siempre y cuando no
entren en conflicto con la Autoridad Superior, o sea la Autoridad que es de derecho, la Autoridad
Total. La Biblia nunca llama a los cristianos a ser rebeldes o subversivos, sino a ser humildes y
obedientes, aunque lamentablemente nuestras autoridades son corruptas, el principio establecido
es correcto porque está establecido por Dios mismo, ya que como lo explica Pablo en esta porción,
las Autoridades han sido establecidas para proteger al bueno y castigar al malo, es decir, para
hacer valer los derechos y hacer cumplir las obligaciones, y aunque repito, tristemente la mayoría
de nuestros gobernantes son corruptos y lo que menos parece florecer es la justicia, aun así, como
cristianos debemos obedecer las leyes de nuestro país y pagar los impuestos, nunca se nos
permite ser defraudadores, Cristo mismo dijo: “Dad a Cesar lo que es del Cesar” y Él mismo pago
el impuesto cuando se lo cobraron. La vida de un creyente debe ser una vida de humildad,
obediencia y honestidad, ahora bien, sabemos que debido al pecado este mundo está de cabeza y
es por eso que nuestras autoridades no cumplen correctamente con sus funciones, entonces, si
alguna ley humana entrara en conflicto con la Ley de Dios, es en ese caso donde no estamos
obligados a obedecer a los hombres antes que a Dios. Así que, como cristianos debemos pagar
nuestros impuestos y obedecer a nuestros gobernantes, haciendo esto estamos obedeciendo a
Dios.

Rom 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al
prójimo, ha cumplido la ley. Rom 13:9 Porque: No adulterarás, (B) no matarás,(C) no
hurtarás,(D) no dirás falso testimonio,(E) no codiciarás,(F) y cualquier otro mandamiento,
en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (G) Rom 13:10 El
amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Rom 13:11 Y
esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está
más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. Rom 13:12 La noche está
avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos
las armas de la luz. Rom 13:13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías
y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, Rom 13:14 sino
vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

En el versículo 7 Pablo dice: Pagad a todos lo que debéis… parecería repetitivo que ahora en
el 8 diga: No debáis a nadie nada, pero al parecer en el verso 7 continua hablando de lo que ha
venido diciendo acerca de las autoridades y los impuestos, pero aquí en el 8, de acuerdo al
contexto, está hablando de nuestras deudas personales, y es evidente porque habla de amar a
nuestro prójimo, un cristiano es una criatura extraña, es alguien que cuando da prestado su
intención es darlo sin esperar que se lo paguen, pero si pide prestado debe pagar sin falta sus
deudas, preferiblemente la Biblia aconseja no pedir prestado, porque el que es deudor se hace en
cierto grado esclavo del acreedor, las deudas traen siempre incomodidad y no dan paz, así que,
haremos muy bien si nos abstenemos de ellas. A continuación, es muy interesante la habilidad de
Pablo para pasar de un tema a otro, y aquí en el mismo versículo 8 se introduce a la deuda que sí
debemos tener unos con otros, y es la deuda del Amor, no recuerdo si ya lo mencione con
anterioridad, pero personalmente creo que la única prueba real y visible de un verdadero cristiano
es el Amor, es espeluznante las cosas que se pueden hacer, que son visibles, pero que sin amor
no sirven de nada (1 Corintios 13:1-3) y lamentablemente dentro del cristianismo contemporáneo
son esas otras cosas visibles las que más se buscan y en las que se confía, en lugar del amor, los
dones, las manifestaciones espirituales, las obras de caridad, la fe súper-poderosa, la erudición y
conocimiento bíblico, etc. pero todo eso de nada sirve si no se tiene amor, el fruto del Espíritu es
amor, por lo tanto el cumplimiento de la ley es el amor, una de las características del amor que se
menciona en 1 Corintios 13, es que el amor no hace nada indebido, el verdadero amor nunca nos
va a llevar a pecar, el mundo enseña un amor que no es verdadero, todo lo que el mundo enseña
está al revés, el amor que enseña el mundo es tan extraño que se puede acabar, puede dañar al
objeto de su amor y se puede transformar en odio, mientras que el verdadero amor, permanece
para siempre, nunca haría daño al objeto de su amor, y jamás podría transformarse en odio, de
aquí se desprende entonces que guardar los mandamientos (Pablo menciona 5) en esta sentencia
se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo y como sigue diciendo el versículo 10: El amor no
hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Es conveniente recordar en este
punto que este es el segundo gran mandamiento, y se desprende necesariamente del primero que
es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas
tus fuerzas”, no podemos amar a nuestro prójimo si no conocemos y amamos a Dios, Dios es
Amor, y el que no ama no conoce a Dios, así de simple.
En el versículo 11 Pablo nos da la razón por la cual deberíamos tomar muy en cuenta estas
exhortaciones, y dice que debemos hacerlo conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos
del sueño… la Biblia fue escrita de tal manera que es relevante para todo cristiano, de toda cultura
y en toda época, desde el momento en que Cristo ascendió a los cielos, cada uno de los cristianos
estamos en una espera, que según nuestra perspectiva, ya se hizo una espera muy larga, sin
embargo, no olvidemos que Dios no está acuciado por el tiempo, si tomáramos literalmente la
escritura que dice que para Dios mil años son como un día y un día como mil años, entonces
podríamos decir que para Dios estamos en el amanecer del tercer día desde que Cristo ascendió a
los cielos, así que, aunque muchos se burlen de nuestra esperanza, nosotros sabemos que Dios
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento (2 Pedro 3:9), así que esta es la urgencia: el tiempo es corto, Cristo viene pronto,
ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos, es tiempo de despertar,
a veces pienso que los cristianos estamos durmiendo, somos como esas vírgenes que estaban
esperando al esposo, pero es tiempo ya de despertar y ojalá que tengamos el aceite en nuestras
lámparas. La noche está avanzada, este mundo está sumido en las tinieblas, cada vez la maldad,
la depravación es más latente a nuestro alrededor, pero como cristianos nos ha alumbrado la luz
de Jesús, así que ya no andamos en tinieblas, por lo tanto, aunque el mundo está sumido en una
noche obscura, Pablo nos insta a vivir como de día, a desechar las obras de las tinieblas y a
vestirnos con las armas de luz, la vida del cristiano es totalmente contraria y extraña a la vida de
este mundo, es una vida honesta, y Pablo menciona en el versículo 14 algunas de las obras de las
tinieblas que ya no deben ser parte de la vida de un creyente, las glotonerías, las borracheras, la
lujuria, la lascivia, las contiendas, la envidia, y ¿No es acaso todo esto lo que permea en este
mundo? Pero el cristiano desecha esa manera de vivir y se reviste de Cristo, dejando así de
proveer para los deseos de la carne. Nótese el imperativo en el que está escrito: “No proveáis para
los deseos de vuestra carne” es un mandamiento que hay que obedecer al igual que el revestirnos
de Cristo, es algo que debemos hacer, que Dios nos ayude para poder hacerlo.

CAPITULO 14

Rom 14:1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Rom 14:2
Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. Rom
14:3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que
come; porque Dios le ha recibido. Rom 14:4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno?
Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor
para hacerle estar firme.

Pablo continúa en el capítulo 14 mostrando como debe verse la vida de un cristiano, pero
ahora pasa a un ámbito más íntimo, es decir, al trato entre los miembros de la iglesia, y es que no
debemos olvidar que dentro de una congregación, habrán personas que están en diferentes
“niveles” de crecimiento espiritual, Pablo aquí define específicamente a dos grupos: Los débiles (o
inmaduros) en la fe y los maduros ( fuertes en la fe), y aunque Pablo está refiriéndose solamente a
dos casos en particular (comer carne y guardar días) todo lo que aquí se dice nos da luz acerca de
cómo debemos solucionar nuestras diferencias en asuntos que no están totalmente definidos y
claros en las Escrituras, y es que el evangelio nos da libertad, pero para alguien que ha estado
prisionero durante toda su vida, hay situaciones de esta nueva libertad que aún no entiende y le
parecen, hasta cierto punto, extrañas. La primera exhortación va dirigida a los maduros en la fe, y
es a recibir a los débiles, algunas otras versiones usan expresiones como: Aceptad, apoyad,
acoged, es decir no rechazarlos, y pienso que es dada a los maduros ya que son ellos los que
deberían tener la capacidad (madurez) como para aceptar a los más débiles en la fe, sin embargo,
aunque es dada a los maduros, aun así, se les da con una advertencia, y dice que hay que recibir a
los débiles pero no para contender sobre opiniones, nótese bien que dice: “contender sobre
opiniones” y es que respecto a asuntos que no están totalmente claros en la escritura pueden
surgir muchas y diferentes opiniones al respecto, pero en estos casos Dios nos da una solución
perfectamente correcta y es esta: Nadie debería actuar en contra de su Conciencia. No niego
que me cuesta trabajo entender esta enseñanza, ya que pareciera ser que apoya la idea del
relativismo, es decir que todo depende del punto de vista de cada persona, pero no es así, porque
hay cosas que no son malas en sí mismas, aquí no se está creando una contradicción, diciendo
que hay cosas que son y no son malas a la vez, sino que se está estableciendo el hecho de que lo
que no es bueno es actuar en contra de la propia conciencia. Hay verdades que están totalmente
claras en las escrituras y que se llegan a considerar como DOCTRINAS BÁSICAS y sobre estas
verdades no debería haber desacuerdo entre creyentes (aunque los hay), pero lo que se trata aquí
son casos en los cuales, por diversas circunstancias, dos creyentes pueden discrepar, sin
embargo, esta discrepancia se debe principalmente a el grado de madurez que se tiene en la fe, es
decir, se espera que con el tiempo todos estén en un mismo sentir, pero mientras eso pasa,
debemos soportarnos unos a otros (Efesios 4:2, Colosenses 3:13). Veamos pues cuales son los
dos casos específicos que Pablo trata en esta ocasión, y que al parecer estaban afectando a los
hermanos en Roma, dice: Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come
legumbres. La primera situación es la de si se debe (o puede) comer de todo, algunos hermanos
que ya habían comprendido de que se trata la libertad que Cristo nos da, estaban totalmente
convencidos que se podía comer de todo, pero habían otros que aún se sentían atados a sus
costumbres acerca de las comidas o que por el contrario, venían de un trasfondo tan pagano que
aborrecían algunas cosas que les recordaran su pasado, así que, la recomendación de Pablo es
que el que come no menosprecie al que no come, y el que no come que no juzgue al que come,
hay una exhortación para cada grupo, y es que nuestra naturaleza orgullosa fácilmente nos puede
llevar a caer en cualquiera de estas dos actitudes, es muy fácil ver a los débiles como legalistas,
cerrados, cuadrados y menospreciarlos por eso, y para un débil es muy fácil ver a los maduros
como libertinos, carnales o mundanos y esto es lo que Pablo nos exhorta a evitar y es muy
interesante la analogía que usa Pablo a continuación cuando dice: ¿Tú quién eres que juzgas al
criado ajeno? Recordemos la enseñanza de Cristo acerca de no juzgar, sin embargo, también
recordemos que esa misma enseñanza habla de juzgar con justo juicio, hay una manera de juzgar
que no nos corresponde y es la de constituirnos en jueces y condenar a los demás, pero hay una
manera en la cual sí debemos juzgar y debe ser para discernir evitando así el error y la falsedad y
aun denunciándola y también para exhortar y ser de bendición a otros. Aquí se nos exhorta a no
juzgar de la manera pecaminosa, queriendo tomar el lugar del Amo y Señor, sólo Dios conoce los
corazones y las intenciones perfectamente, por lo tanto solo Él tiene el derecho de juzgar y sólo Él
sabe si alguien come y le da gloria a Él y si alguien se abstiene de comer y realmente lo hace para
darle a Él la gloria, nosotros no estamos sobre nadie y tampoco debemos hacer las cosas para
agradar a los hombres, y eso lo dice muy claro cuando dice: Para su propio Señor esta en pie, o
cae;… sin embargo como termina este versículo es bastante consolador: pero estará firme, porque
poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Que maravilloso saber que la salvación es una obra
perfecta y completa de Dios, de tal manera que estamos seguros en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Rom 14:5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno
esté plenamente convencido en su propia mente. Rom 14:6 El que hace caso del día, lo
hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come,
para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come,
y da gracias a Dios.(A) Rom 14:7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno
muere para sí. Rom 14:8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el
Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Rom
14:9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los
muertos como de los que viven. Rom 14:10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O
tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante
el tribunal de Cristo.(B) Rom 14:11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante
mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. (C) Rom 14:12 De manera
que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

Ahora veamos la segunda situación que Pablo trata en este capítulo, ya sabemos que el
tema principal es el de soportarnos unos a otros como creyentes, ya sea que seamos maduros o
débiles en la fe, pero habían dos situaciones específicas que dieron paso a tratar este tema, la
primera era la comida, si se podía o debía comer o no de todo, y la segunda es acerca de guardar
o no guardar días especiales, y aunque en alguna medida podemos ver alguna controversia
respecto a la comida en nuestra época, sí que podemos ver controversia respecto a guardar o no
algunos días o celebrar algunas fiestas, y el primer día y que es más complicado, por decirlo así,
es el llamado “día de reposo” o “día del Señor”, no vamos a tomar en cuenta la controversia entre
sabáticos y dominicales, sino más bien si se debe o no guardar un día especial, mucho del
cristianismo guarda el día domingo como día especial, pero hay otros (en los cuales me incluyo)
que creemos que todos los días son especiales; ahora, Pablo no dice aquí si alguno de los dos
tiene la razón, sino más bien insta a que cada uno esté convencido en su propia mente, una vez
más, la exhortación es a no ir en contra de nuestra conciencia, hoy en día hay mucha controversia
acerca de fiestas como celebrar la Navidad, cumpleaños, semana santa, día del cariño, etc., etc., y
una vez más la respuesta es, no se menosprecien ni se juzguen entre ustedes, el que hace caso
del día (o celebra una fiesta), para el Señor lo hace y el que no para el Señor no lo hace, al igual
que el que come algo o no lo come, lo importante aquí es la sinceridad, es hacer realmente para El
Señor, lo importante es la unidad y el amor entre los creyentes, ya que todos pertenecemos a
Cristo, nadie es dueño de su propia vida, nadie vive para sí y nadie muere para sí, ya sea que
vivamos o muramos del Señor somos, para esto murió Cristo, para ser Señor de todos, tanto de los
que mueren como de los que viven, pronto vendrá nuestro Señor y todos compareceremos ante Él,
y es allí donde Él juzgara nuestras intenciones y cada uno dará cuenta de sí mismo.

Rom 14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid
no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Rom 14:14 Yo sé, y confío en el Señor
Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo,
para él lo es. Rom 14:15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya
no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien
Cristo murió. Rom 14:16 No sea, pues, vituperado vuestro bien; Rom 14:17 porque el
reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Rom 14:18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los
hombres. Rom 14:19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua
edificación. Rom 14:20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las
cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo
que come. Rom 14:21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu
hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. Rom 14:22 ¿Tienes tú fe? Tenla para
contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que
aprueba. Rom 14:23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo
hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

Para terminar este capítulo, Pablo nos lleva a la solución perfecta para todo esto, y nos
lleva a un estándar más elevado y es a el estándar del amor, pero creo que esta última exhortación
va dirigida a los maduros, ya que habla de no poner tropiezo a los débiles, habla de la auto
negación y esto involucra cierta madurez en la fe, Pablo mismo se incluye en el grupo de los
maduros cuando dice: Yo sé y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo;… y la
exhortación es a abstenerse por amor, es decir, si alguien piensa que algo es inmundo, para él lo
es, estaría pecando si participa de algo en contra de su conciencia, mientras que alguien que
piensa que nada es inmundo en sí mismo, no estaría pecando si se abstiene de participar en algo
si lo hace por amor, y no estaría yendo en contra de su conciencia, es decir, si yo creo que nada es
inmundo en sí mismo, da igual comerlo o no comerlo, participar o no participar, pero si estoy
convencido que hay algunas cosas inmundas, entonces ya no da igual participar o no participar; así
que es por esta razón que creo que esta es una exhortación dirigida a los maduros, cuando dice
cosas como: Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado… No hagas que por la
comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió, obviamente aquí no está diciendo que un
cristiano puede perder su salvación, pero sí puede causársele mucho daño en su crecimiento
espiritual, puede extraviarse (perderse) y detener así su crecimiento espiritual, y eso para nada es
algo bueno. Pablo nos recuerda que el reino de Dios no consiste en comida o bebida, si no en
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo, por lo tanto, debemos seguir lo que contribuye a la paz
mutua y a la edificación, recordemos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, por lo tanto, la unidad es
básica en la Iglesia, no debe haber lugar para la disensión. Pablo finaliza diciendo dos cosas
importantes: Primero: lo ideal es que un cristiano alcance la madurez suficiente en su fe de tal
manera que no se condene a sí mismo en lo que aprueba, y segundo: No debemos ir en contra de
nuestra conciencia nunca, porque al hacerlo estaríamos haciendo algo sin fe, y todo lo que no
proviene de fe, es pecado.

CAPITULO 15

Rom 15:1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y
no agradarnos a nosotros mismos. Rom 15:2 Cada uno de nosotros agrade a su
prójimo en lo que es bueno, para edificación. Rom 15:3 Porque ni aun Cristo se agradó
a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban,
cayeron sobre mí.(A) Rom 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las
Escrituras, tengamos esperanza. Rom 15:5 Pero el Dios de la paciencia y de la
consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, Rom 15:6 para
que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

No sé muy bien cómo es que la Biblia fue dividida en capítulos, pero definitivamente esa
división no fue inspirada por el Espíritu Santo, aunque si es de mucha utilidad para estudiarla y
memorizarla, pero creo que no estoy siendo irrespetuoso al decir que esta primera parte del
capítulo 15 más bien debería ser la última parte del 14 ya que tiene aún relación con lo que se ha
estado diciendo. Dicho esto, podemos observar que aquí claramente Pablo se incluye entre los que
son fuertes o maduros en la fe y llama nuevamente a la auto-negación, y pone como ejemplo al
más grande de todos los ejemplos, a nuestro Señor Jesucristo, ¿Quién mejor que Él como ejemplo
de no agradarse así mismo? Y con esto cierra con broche de oro lo que se ha estado enseñando,
para luego recordarnos que debemos siempre buscar en las escrituras la enseñanza adecuada
acerca de todas las cosas que necesitamos para vivir esta vida cristiana, porque las cosas que se
han escrito, para nuestra enseñanza se han escrito (2 Timoteo 3:16) y por último, como es
costumbre de Pablo, eleva una súplica a nuestro Señor para que sea Él quien nos de la capacidad
de aplicar y obedecer estas enseñanzas en nuestra vida, y la súplica es que Dios, el Dios de la
paciencia y consolación, nos dé un mismo sentir según Cristo Jesús, (como dije antes, la meta
debe ser que los débiles maduren en su fe) para que todos unánimes, a una voz, glorifiquemos al
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Rom 15:7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para
gloria de Dios. Rom 15:8 Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la
circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los
padres, Rom 15:9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como
está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre. (B)
Rom 15:10 Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. (C) Rom 15:11 Y otra vez:
Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. (D) Rom 15:12 Y
otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles;
Los gentiles esperarán en él. (E) Rom 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo
y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Aquí Pablo nos muestra cual es la razón de todo lo que se ha venido diciendo, y es la de
recibirnos los unos a los otros, y es que la Iglesia estaba en sus primeros años de formación, aún
necesitaba entender que los judíos y los gentiles ahora eran un solo pueblo y Pablo como el
Apóstol a los gentiles, siempre honró su ministerio. Muchas de las diferencias entre cristianos se
daban, en esta época, principalmente entre judíos y gentiles, pero Pablo, inspirado por el Espíritu
Santo, tenía la instrucción necesaria para la Iglesia, recordándoles a través de las escrituras, que
todas estas cosas ya habían sido profetizadas y que eran el cumplimiento de las promesas hechas
a Abraham de parte de Dios, ahora bien, en nuestro tiempo y contexto, es muy difícil que nosotros
experimentemos esta clase de conflictos entre judíos y gentiles, pero si que vamos a experimentar
diferencias debido a la madurez o inmadurez espiritual, así que todo esto que se ha venido
diciendo tiene plena aplicación para nuestras vidas, nos llama a no hace acepción de personas, ya
que si Cristo nos ha recibido, no debemos nosotros menospreciar a otros solo de acuerdo a
nuestros prejuicios, sino que nuestra meta debe ser predicar el evangelio a toda criatura, teniendo
esperanza en Cristo, y que la súplica de Pablo sea contestada en nuestras vidas, para que el Dios
de esperanza, nos llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundemos en esperanza por el
poder del Espíritu Santo.

Rom 15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis
llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros
los unos a los otros. Rom 15:15 Mas os he escrito, hermanos, en parte con
atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada Rom
15:16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios,
para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. Rom
15:17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. Rom
15:18 Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la
obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, Rom 15:19 con potencia de
señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y
por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Rom 15:20
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido
nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, Rom 15:21 sino, como está
escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que
nunca han oído de él, entenderán.(F)

En el versículo 14 podemos ver como Pablo no se gloría en él mismo, sino más bien
confiaba en la obra que Dios estaba haciendo en la vida de cada creyente, él sabía y estaba
seguro que no les estaba hablando a hombres necios y cerrados, sino a pecadores arrepentidos
que estaban siendo transformados por el poder del Espíritu Santo, cuando Pablo dice que está
seguro de que los hermanos de Roma están llenos de bondad y de todo conocimiento, sabe muy
bien que no es una bondad propia ni un conocimiento mundano, sino que es algo que les ha sido
dado de parte de Dios, Pablo no se sentía imprescindible, él sabía que Dios mismo estaba obrando
en los corazones de los creyentes de Roma, de tal manera que ellos muy bien podían exhortarse
unos a otros, pero Pablo también estaba totalmente seguro de cuál era su llamado y ministerio y se
esforzaba con gozo en cumplirlo a cabalidad, él estaba consciente de que era necesario
recordarles a los creyentes las verdades del evangelio, y aunque inconscientemente, él al escribir
esto, estaba escribiendo la Biblia misma que serviría para instrucción a todas las siguientes
generaciones de cristianos en todo el mundo, y de esa manera cumplir con su ministerio hacia los
gentiles de todas las épocas, para que los gentiles le seamos ofrenda agradable a Dios santificada
en el Espíritu Santo. Para terminar este capítulo Pablo dice claramente que no se gloría en sí
mismo sino de lo que Cristo ha hecho por medio de él y menciona su trabajo arduo por el
evangelio, con la palabra y con las obras, y es que, que vacías son las palabras sin las obras, es la
decadencia del cristianismo de hoy en día, vemos a miles de miles de personas diciendo con sus
bocas seguir a Cristo, aun predicando el evangelio de Jesucristo, pero con sus vidas envían un
mensaje muy diferente, viven como si amaran este mundo, como si realmente no creyeran lo que
predican, esto no debe ser así, si decimos creer en Jesucristo, nuestra vida misma lo mostrara y
nuestros labios lo confesarán, como dijo alguien: “Predica todo el tiempo, y cuando sea necesario
abre tu boca”, el evangelio es vida, es algo que se ve, es acción y movimiento, pero también son
creencias, son convicciones, y la vida misma es el reflejo de esas convicciones. Pablo también
predicaba con la autoridad apostólica que Cristo le había dado, así que su predicación era
respaldada con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, y aunque
personalmente creo que las señales y milagros ya no están vigentes de esa manera hoy en día, sí
creo que la predicación del evangelio es en el poder del Espíritu de Dios, sin el respaldo del
Espíritu, nuestras palabras son vacías y sin poder, ya la Biblia está completa, y es suficiente para
la predicación del evangelio, ya no hay apóstoles, pero la Biblia es nuestra fuente de autoridad
para proclamar el evangelio. Para finalizar esta parte, Pablo nos dice algo muy interesante y a la
vez creo, importante, él dice que se esforzó por predicar el evangelio: “no donde Cristo ya hubiese
sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno”, el anhelo de Pablo era llenar al mundo
entero con el evangelio de Cristo, ése era su llamado, ése era su privilegio y él se gozaba y se
gloriaba en ello, él no había sido llamado a ser pastor o anciano, él era un Apóstol de Jesucristo, ya
no existe tal llamado en la actualidad, el llamado más similar podría ser el de evangelista o
misionero, pero no es con la misma autoridad de la que fueron investidos los Apóstoles que Cristo
personalmente eligió, los que son llamados a ser misioneros llevan el evangelio a lugares donde
Cristo aún no ha sido nombrado, ¿Qué de nosotros que nos quedamos? Creo que nuestro anhelo
debe ser predicar el evangelio a aquellos que no conocen a Cristo, es muy difícil que en nuestro
entorno la gente aún no haya escuchado de Cristo, pero la condición en la que se encuentra lo que
se ve como “cristianismo” hoy en día es tal, que muchas veces se está llevando un mensaje
distorsionado del evangelio de Jesucristo a los inconversos, incluso se hace necesario aún, que se
les predique el evangelio a aquellos mismos que se dicen “cristianos” pero que es evidente que no
conocen a Cristo, sin embargo, no se trata de convencer a un cristiano de una denominación a
venir a mi denominación, lamentablemente estos casos no faltan en esta época tan confusa que
nos ha tocado vivir, aun así, nuestro anhelo debe ser dar a conocer a Cristo a todo aquel que aún
no le conoce, que Dios nos ayude.

Rom 15:22 Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. (G) Rom
15:23 Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace
muchos años ir a vosotros, Rom 15:24 cuando vaya a España, iré a vosotros; porque
espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con
vosotros. Rom 15:25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Rom 15:26
Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay
entre los santos que están en Jerusalén. (H) Rom 15:27 Pues les pareció bueno, y son
deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes
espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. (I) Rom 15:28 Así que,
cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros
rumbo a España. Rom 15:29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia
de la bendición del evangelio de Cristo. Rom 15:30 Pero os ruego, hermanos, por
nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a
Dios, Rom 15:31 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la
ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; Rom 15:32 para que con
gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con
vosotros. Rom 15:33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.

Pablo es muy sincero, y para terminar este capítulo, les cuenta a los hermanos en Roma,
su intención de visitarlos, pero que su misión de llevar el evangelio a donde aún no es conocido, es
de tal importancia, que le ha impedido ir a verlos, pero tiene la esperanza de hacerlo. Es bello ver a
la iglesia viva y en acción, Pablo ministraba a la iglesia naciente, y les servía con humildad, a él
como Apóstol no le pesaba servirles, y aquí vemos que sus planes eran llevar a los hermanos de
Jerusalén una ofrenda que les enviaban los hermanos de Macedonia y Acaya, aunque Pablo
estaba muy consciente de cuál era su misión principal, no descuidaba para nada su deber como
cimiento de la iglesia que se estaba formando y les servía con dedicación y amor, y ese mismo
amor, se veía entre los miembros de las iglesias, es muy difícil hoy en día ver a una iglesia
enviando ayuda para otra iglesia en necesidad, al menos en el tiempo que me he congregado no lo
he visto, hoy cada quien ve por sus propios intereses, realmente no entiendo cómo funciona la
iglesia hoy en día, hay tanta confusión, tantas denominaciones, que Dios nos ayude a mantenernos
firme es estos últimos tiempos y como finaliza Pablo este capítulo que ese Dios de paz sea con
nosotros. Amén.

CAPITULO 16

Rom 16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia
en Cencrea; Rom 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la
ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a
muchos, y a mí mismo. Rom 16:3 Saludad a Priscila y a Aquila, (A) mis colaboradores en
Cristo Jesús, Rom 16:4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy
gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. Rom 16:5 Saludad también a la
iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para
Cristo. Rom 16:6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. Rom
16:7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los
cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en
Cristo. Rom 16:8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. Rom 16:9 Saludad a
Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. Rom 16:10
Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. Rom 16:11
Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están
en el Señor. Rom 16:12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor.
Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor. Rom 16:13
Saludad a Rufo,(B) escogido en el Señor, y a su madre y mía. Rom 16:14 Saludad a
Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con
ellos. Rom 16:15 Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a
todos los santos que están con ellos. Rom 16:16 Saludaos los unos a los otros con
ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.

Saludos, saludos y más saludos, Pablo realmente llevaba en su corazón a los hermanos,
les conocía y les amaba, se nota en sus palabras, ¡oh! que pudiéramos lograr ese amor fraternal
entre hermanos, esta es la parte que extraño mucho de congregarme, espero que el Señor me
permita hacerlo pronto, Pablo era un hombre de Dios, un Apóstol de Jesucristo, un elegido del
Señor, y por lo tanto, amaba a el Pueblo de Dios.

Rom 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos
en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Rom
16:18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios
vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. Rom
16:19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de
vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. Rom 16:20
Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con vosotros. Rom 16:21 Os saludan Timoteo(C) mi colaborador, y
Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes. Rom 16:22 Yo Tercio, que escribí la epístola,
os saludo en el Señor. Rom 16:23 Os saluda Gayo, (D) hospedador mío y de toda la
iglesia. Os saluda Erasto,(E) tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. Rom 16:24 La
gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

En medio de toda esta muestra efusiva de cariño, Pablo hace una pausa para hacer una
exhortación, y es la de apartarse de los que causan división, hay una verdad que se enfatiza tanto
como otra en la Biblia, y es la de separación tanto como la de unidad, estar unidos en un mismo
sentir, automáticamente hará que nos separemos de aquellos que no están en el mismo sentir,
dice la escritura: ¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3) Cristo mismo dijo
que Su presencia causaría división aún en la familia misma, es necesaria la unidad, pero esta
unidad es en Cristo, no fuera de Él, de hecho la palabra “santo” significa apartado, y los cristianos
somos llamados “los santos” es decir: “los apartados”, es interesante que Pablo muestra
claramente estas verdades, al decir que debemos apartarnos de los que causan división, él mismo
está haciendo una división, pero debemos entender que hay divisiones que son dañinas, mientras
que hay divisiones que son beneficiosas, por ejemplo: si yo divido un pan entre varios hambrientos,
esa división es beneficiosa, pero si yo divido un veneno entre varios, esa división ya no es tan
beneficiosa, debe haber unidad entre los cristianos, pero debe haber una división entre los
cristianos y los que no siguen a Cristo. Luego de esto Pablo continúa con los saludos y finaliza con
una bendición, es decir una pequeña oración para que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con todos los creyentes.

Rom 16:25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo,


según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,
Rom 16:26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los
profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las
gentes para que obedezcan a la fe, Rom 16:27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante
Jesucristo para siempre. Amén.

Llega el final de esta maravillosa carta de Pablo a los Romanos, llena de verdades
extraordinarias que Dios mismo inspiró a través de Su Santo Espíritu para que fuera parte de la
Biblia, que es la única y suficiente regla de vida y conducta de todos los creyentes, a la vez que es
la misma fuente de esa vida, desde esa época en la que fue escrita hasta nuestros tiempos, y que
mejor que terminarla con esta preciosa doxología, se le da la debida gloria al único y sabio Dios, a
aquel que puede confirmar a los santos de que todo esto es verdad, así que a este único y sabio
Dios, damos la gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.

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