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Mejorar la comunicación en
la familia y en la escuela
UNIDAD DIDÁCTICA 4
Índice de la unidad:
Introducción
Los distintos factores no verbales que hay que tener en cuenta en la comunicación
son los siguientes:
1.1. En la persona
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Los gestos. Son muy importantes para resaltar el mensaje verbal, y los que
se hacen con las manos y la cara son los más importantes.
1.2. En el habla
1.3. En lo espacial
Ejemplo: Nuestro hijo llega del colegio y tira de mala manera la mochila en el
sofá, se sienta en él y se pone a ver la tele y le preguntamos, “¿Qué tal te fue en
el cole?” Y nos responde un cortante “Bien”.
Centrarnos en lo no verbal nos transmitirá que no le fue bien, pero sus palabras
dicen lo contrario, y eso es porque es más fácil mentir con las palabras que con
nuestro cuerpo. Probablemente este niño no tenga la intención de mentir, sólo que
no le apetece hablar o que está de tan mal humor que contarlo le remueve todavía
más. Ante estas situaciones, si como padres miramos su lenguaje no verbal,
estaremos en mejores condiciones de ayudarle y de obtener más información de la
que nos quieren dar.
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
Entonces, ¿para qué nos podría servir diferenciar entre el lenguaje verbal y no
verbal? Entre otras cosas:
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5. Cuando nos escuchan activamente y son capaces de entender cómo
nos sentimos.
Evidentemente los niveles de escucha que nos interesa saber utilizar son los dos
últimos, porque son los que sirven para mantener buenas relaciones con las
personas que nos interesan, que son significativas para nosotros y para las que
además es importante que se den cuenta de esto, que lo sepan, ya que esto
refuerza el vínculo.
Podemos analizar con un ejemplo cuál sería la respuesta dada al caso según cada
uno de los niveles de escucha:
Puede suceder en otras ocasiones que estemos interesados en escuchar, pero que
no lo hagamos bien o que cometamos una serie de errores que no favorecen la
confianza y la apertura del que está hablando. Esto es lo que ponen de manifiesto
las “doce típicas” que forman parte de los comentarios que se consideran “cierra-
ostras” o que no facilitan la comunicación.
Para hacer una buena escucha no hay que estar callados, ni someter a un
interrogatorio, ni hablar de nosotros mismos. Para escuchar activamente tendremos
que dejar de lado el propio punto de vista para sintonizar con el del otro. Una
buena escucha se utiliza, además, para obtener más información, corroborar datos,
cuestiones que se hacen preguntando, parafraseando, pidiendo aclaraciones,
reflejando sentimientos. También implica hacer un silencio interesado o expresiones
verbales o gestuales de aceptación y receptividad, mostrando interés.
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
Mandar, dirigir Decir al otro lo que debe hacer. "Tienes que..." "Debes... "
Decir al otro lo que le puede pasar "Como no hagas esto, entonces..." "Mejor
Amenazar
si no hace lo que le decimos. haces esto, de lo contrarío..."
Sermonear Aludir a una norma externa para "Los chicos no lloran" "Debes ser
decir lo que debe hacer el otro. responsable"
Aludir a tu experiencia para decir lo "Los chicos de ahora estáis muy mimados,
Dar lecciones
que es bueno o malo para el otro. en mi época esto no pasaba"
Decir al otro qué es lo mejor para "Deja el instituto" "No dejes el instituto"
Aconsejar
él/ella "Lo mejor que puedes hacer es..."
Desaprobar Quitar la razón al otro "Lo que estás diciendo es una tontería"
Ironizar Reírse del otro "Sí claro, deja el instituto, deja tu casa,
deja a tu novio y te vas a pedir limosna"
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2.3. ¿Qué tipo de preguntas son las que más favorecen el
diálogo, el desahogo, y escuchar activamente?
Ejemplo: Nuestro hijo/a nos cuenta que discutió con su mejor amigo, que el
pasado fin de semana hizo una fiesta en su casa y no le invitó y que, por
supuesto, no se lo va a perdonar.
2.3.1. Preguntas orientadas al pasado, a que nos cuenten qué y cómo fue
lo que ocurrió:
Preguntas abiertas:
Padre/Madre: ¿Por qué discutiste con él?
Hijo/a: Porque le dije que el CD que le presté estaba estropeado y me dijo:
“Tú con tal de no prestar algo hasta me culpas de lo que no es”.
Como se puede observar en esta respuesta, esta explicación nos aclara
mucho más sobre la situación que los ha enfrentado. Son preguntas abiertas
por ejemplo: ¿Qué?, ¿Quién/es?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, etc.
Preguntas cerradas, que buscan reflejar los sentimientos: ¿Te has sentido
(triste, defraudado, solo, dolido, etc.)?
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
resumen
Los distintos tipos de preguntas que podemos hacer son:
La vida cotidiana en el seno de una familia a veces nos obliga a estar expuestos a
infinitas situaciones de regañinas y enfrentamientos al convivir con niños o
adolescentes que trasgreden los límites y las normas y nos devuelven una imagen
de nosotros mismos de ser unos pesados y gruñones. A veces, por agotamiento,
optamos por arrojar la toalla; otras veces por endurecer las medidas, pero en
ninguno de los casos nos sentimos satisfechos y además el problema sigue sin
estar resuelto.
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3.1. Estilos de comunicación al afrontar un conflicto1
ASERTIVO
AGRESIVO PASIVO
“Respeto tu opinión, pero
“...y tú más” “Vale, lo que tú digas”
YO pienso que...”
Cree que: Cree que: Cree que:
“La gente debería ser como No expresa su opinión. Se cree igual de valioso/a que
yo”. “Los demás tienen más derechos que los demás.
“No cometo errores”. yo”. Tiene derechos al igual que los
“Yo tengo derechos, pero tú demás, pero sabe que uno no
no”. siempre gana.
Estilo de comunicación Estilo de comunicación Estilo de comunicación
No escucha. Siempre de acuerdo. Sabe escuchar.
Nunca se pone en el lugar de No habla. Se expresa de manera directa
los demás, no los respeta. Se disculpa constantemente. sobre sus sentimientos y sobre
Interrumpe, no deja hablar. No confía en sí mismo. lo que quiere.
Considera y respeta los
sentimientos de los demás.
Conducta no verbal Conducta no verbal Conducta no verbal
Cara y gestos amenazadores. Poco contacto visual Postura relajada y firme.
Se mueve o se inclina Cabizbajo Voz fuerte, firme y que se oiga.
demasiado cerca, incluso Encoge el cuerpo, da pasos hacia Mirada directa a los ojos.
tocando. atrás.
Voz muy alta e interrupciones Voz débil o muy débil.
frecuentes.
Conducta verbal Conducta verbal Conducta verbal
Palabrotas y lenguaje Pide disculpas, da excusas o se calla. Lenguaje directo.
abusivo. Palabras de relleno: “vale”, “bueno”, Respeta al otro pero usando la
Términos sexistas o racistas. “sí, sí, lo que tú digas...”. palabra “yo” y “nosotros”.
Realiza amenazas directas. Quita importancia: “en realidad no es Propone alternativas.
tan importante”, “no estoy seguro”. Expresa sus deseos y lo que
piensa.
¿Cómo soluciona los ¿Cómo soluciona los problemas? ¿Cómo soluciona los
problemas? Los evita, los ignora o los deja para problemas?
Con amenazas y ataques. otro momento. Afronta el problema cuando
Yo siempre gano y tú pierdes. Tú siempre ganas y yo me aguanto. sucede.
Negocia para llegar a una
solución en la que las dos
partes ganen.
1
(Basado en Laura Trinidad Olivero: “Estilos de Comunicación”,
http://sju.albizu.edu/Correccion/Estilos%20de% 20Comunicacion/Estilos%
20de%20Comunicaci%C3%B3n.ppt).
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
Dentro de estos tres estilos, el asertivo es, de modo claro, el que más favorece
la solución positiva de conflictos y la comunicación abierta y sincera, pero
no nos limitaremos sólo a él, sino que lo enriqueceremos con una serie de recursos
y estrategias más pequeños y sencillos, pero que también contribuirán a mejorar y
diversificar nuestras respuestas ante las situaciones críticas que nos plantea la
educación de nuestros hijos. Los denominaremos “de expresión positiva” porque,
aun siendo de muy distinto tipo, todos comparten el hecho de no expresarnos
desde la crítica destructiva, desde lo negativo del otro, porque lo que se busca es
superar las situaciones que nos molestan sin hacer sentir mal al otro.
Para promover este tipo de comunicación hacen falta las condiciones adecuadas
que se pueden conseguir al:
Crear un clima para el acuerdo, en el que ambas partes deciden cómo
solucionarlo, delegándoles la responsabilidad y la autoridad para hacerlo. En una
negociación exitosa todos ganan, no se busca una victoria total que anule al
oponente. Para conseguirlo hay que pedir colaboración, no forzar a nadie y, por
supuesto, agradecer la participación.
No buscar culpables: no criticar, sólo se buscan soluciones consensuadas, ya
que es para planificar y cambiar el futuro, no para juzgar el pasado. Conviene
usar un lenguaje positivo evitando expresiones y connotaciones negativas y que
el interlocutor quede en mal lugar, criticarle o dudar de sus capacidades,
poniendo el énfasis en lo que es capaz.
Tener una red socio-afectiva fuerte y basada en el afecto y en el respeto
de todos y hacia todos: hablamos desde el amor.
Expresar firmeza en el mantenimiento de las propias posiciones y
objetivos que perseguimos pero delicadeza en el trato con el otro,
respetando y teniendo en cuenta sus derechos, necesidades, sentimientos y
objetivos.
Elegir el lugar y el momento adecuado y preparar la situación. Es
conveniente crear un entorno seguro, con un ambiente de confianza, sin temor
a represalias o a juegos de poder para lo que hay que elaborar acuerdos:
o Qué es mejor hacer (conducta deseada), cuándo y cómo,
o Qué no hacer (conducta que hay que modificar),
o Quién hace qué,
o Establecer pautas de seguimiento y evaluación de resultados y sus
posibles ajustes.
Ejemplo:
Qué es mejor
hacer , cuándo y Qué no hacer Quién hace qué Seguimiento
cómo
Mamá y papá controlarán
Recoger los diariamente que está todo recogido
juguetes. Dejar los Yo recojo. Mamá o
Al acabar de jugar. papá controlan y, si no lo está, habrá que recoger
juguetes tirados
Colocarlos en su que lo he hecho. quitándolo del tiempo de ver en la
sitio.
televisión mi programa favorito.
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3.2. Modelo para establecer una buena comunicación
¿Cuándo…o
Busca que explique la situación Cuando….
En qué situación…
que molesta o desagrada
…Te has sentido molesto o…?
Ejemplo:
Nuria ha engordado un poquito últimamente y Carlos, su marido, para ser gracioso en
la última reunión con amigos hizo un comentario sobre su aumento de peso y sus
esfuerzos por bajarlos para divertir a los demás. Nuria se sintió fatal y este es el
“Mensaje Yo” o primera persona que utiliza:
Nuria a Carlos. “Cuando haces chistes sobre mi peso me siento ridiculizada, porque
aprovechas una característica mía para hacer reír a los demás, y eso me desagrada.
Por eso me gustaría que yo no fuera objeto de tus chistes.”
Es evidente que ante el mismo hecho existen muchas respuestas posibles pero no
todas ellas favorecen la comunicación y la colaboración. El caso que vemos a
continuación será ilustrativo para tener en cuenta ciertas actitudes que se deben
evitar y, sobre todo, para potenciar formas de expresión más positivas:
Tratamos de inculcar a nuestros hijos/as el hábito de recoger y limpiar después de
la merienda las cosas de la mesa y la encimera de la cocina. Lo que ocurre
habitualmente es que dejan fuera de su lugar la botella de leche, restos de fruta,
migas de galletas, tazas, cubiertos y platos. Esto empezó a preocuparnos más a
partir de que aparecieran las hormigas y queremos acabar con el problema.
Entre las actitudes que hay que evitar podemos citar los comentarios agresivos
(“eres un desordenado, siempre dejas todo sucio y tirado”), los que hacemos
cuando ya estamos cansados de repetir las cosas (“me tienes harto, todos los días
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tengo que decir lo mismo pero te da igual”), los que prefiguran encasillamiento
(“eres un guarro y además pasas de todo”), o los pasivos (no decir nada o decir
“otra vez recojo yo la merienda”).
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7. Permitir al niño que experimente las consecuencias de sus faltas:
mostrarle al niño el sendero de hormigas o que al día siguiente no tenga
leche fresca para merendar.
8. Enseñar cómo rectificar: explicarle cómo corregir o reparar lo que ha
hecho (“Se ha estropeado la leche, tienes que ir por una botella nueva,
limpiar las migas y echar el insecticida”).
9. Usar el humor: aunque el tratamiento de conflictos es cosa seria, no hay
que hacer un voto de seriedad. Muchos conflictos surgen o no se resuelven
por tomárselos demasiado en serio, y el humor ayuda a verlos con un cierto
distanciamiento. La risa puede constituir un eficaz medio para bajar la
tensión y poner de nuevo la comunicación en marcha.
10. El uso del sentido del humor ejerce muchos efectos sutiles sobre los vínculos
personales, ya que facilita el acercamiento, atenúa la hostilidad y la
agresividad, escuda de los ataques y sirve también para demostrar
desaprobación. Trata de quitar hierro al problema, o de bajar el nivel de
tensión promoviendo una actitud menos dramática o rígida. Al visualizar una
perspectiva cómica cambia la percepción de las situaciones tensas y otorga
un ángulo imprevisto para enfocar las cosas. En cualquier caso, debe
utilizarse con mucha cautela porque puede entenderse como una falta de
sensibilidad. No es cuestión de ser gracioso, pero es importante que su
utilización sea pertinente, correcta, oportuna, y exquisitamente respetuosa
(nota encontrada: “¡Gracias por la merienda! Estaba muy rica. Mañana
vendremos más y nos comeremos además de la merienda, la comida y la
cena. Firmado: Las hormigas”).
11. Dar alternativas: consiste en presentar varias posibilidades y dejarles
decidir qué hacer. Es apropiado cuando hay varias opciones, cuando se
dispone de tiempo para decidir y cuando la persona, según su edad, tiene
capacidad para decidir (“Yo tengo que hacer la colada, si yo recojo tu
merienda, ¿tú te encargas de mi colada?”, “O recoges lo de la merienda o te
quedas sin jugar”).
12. Tomar medidas o pensar en consecuencias: en este caso, como en el
anterior, se va subiendo el tono, no el de voz, sino de autoridad. Se utiliza
cuando los padres tienen que empezar a ser más duros porque con señalarlo
sólo no es suficiente y, por lo tanto, se tiene que hacer ver que los actos no
son gratuitos, que el incumplimiento de las normas o de las
responsabilidades de cada uno genera unas consecuencias (“Por cada día
que no recojas, dos días sin jugar”, “Como se ha estropeado la leche, la
nueva la pagarás con tu dinero”). También se puede actuar de modo más
dialogante: “¿De qué manera se te ocurre que lo puedes compensar?”.
13. Ignorar: consiste en no responder a la situación conflictiva. Es apropiada
cuando el hijo/a se comporta mal simplemente para llamar la atención.
Puede ser adecuada ocasionalmente pero no como respuesta habitual
porque conduciría al descontrol. No llamar la atención un día en el caso
anterior.
14. Elogiar: reconocemos méritos. Sirve para incentivar y motivar y se utiliza
para reforzar la conducta el día que se han hecho las cosas de modo
adecuado. Se pueden halagar las características o actitudes personales
(“¡Pero qué responsable y ordenado eres!”), las acciones (“¡Has limpiado y
recogido muy bien!”) o los resultados (“Ay, qué bien todo limpio y ordenado.
¡Qué suerte, que tengo quien me ayude!”).
15. Negociar: puede ser un intercambio o promesa (“Cuanto antes recojas,
antes te vas a jugar” o “Si recoges lo de la merienda hoy por la noche
podrás escoger la programación de la televisión”). La negociación también
puede utilizarse para decidir sobre cuestiones más complejas. Aunque es
útil a todas las edades, es especialmente valiosa cuando los niños
crecen y es más difícil imponerles las cosas. Es resolver conjuntamente
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
resumen
LA EXPRESIÓN POSITIVA
Mensajes Yo
Estilo asertivo: describir problema, comentar sentimientos, información
útil, expectativas.
Dirigir
Cambiar la situación
Escribir una nota
Manera de ser útil
Acuerdo parcial
Censura rotunda
Consecuencias de las faltas
Enseñar a rectificar
Sentido del humor
Dar alternativas
Tomar medidas
Ignorar
Elogiar
Negociar
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El siguiente cuadro presenta los pasos convenientes que se deben seguir cuando las
negociaciones se hacen más complejas:
Fases de la
Qué hacer Qué decir
negociación
Invitación a negociar.
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
para recordar
Establecer unas rutinas comunicativas mínimas en el entorno
familiar y en las que todos sus miembros participen.
Hacer, mostrar y demostrar que todos los hijos se sientan
escuchados independientemente de su edad y situación.
Crear el ambiente adecuado para que pueden expresar sus
inquietudes, sentimientos y opiniones sin temor a sentirse mal, a
ser infravalorados o ridiculizados.
Mostrar interés por lo que les interesa o les preocupa a nuestros hijos nos permite
compartir su mundo y nos ayuda a su vez a que podamos comentarles lo que nos
preocupa a nosotros (a ellos les interesa tanto lo nuestro como a nosotros lo suyo).
En ocasiones hablarán de cosas superficiales (música, juguetes, ropa), en otras de
temas más profundos (amistades, sexo, etc.), pero siempre hay que abstenerse de
hacer comentarios que sean críticos o peyorativos sobre lo que nos cuentan, puesto
que eso crea, cuanto menos, distanciamiento. La sinceridad puede hacernos
escuchar cosas que no nos gustan, pero puede ayudarnos a prevenir problemas
más serios.
Es fundamental que para cuidar la comunicación en la familia no permitamos que
las diferencias se vuelvan discusiones y éstas, peleas. Además es bueno tener
presentes estas frases muy sencillas pero muy necesarias para mantener buenas
relaciones en la familia.
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Siete frases para mejorar la comunicación y la convivencia en la familia:
1. Te amo.
2. ¡Te admiro!
3. ¡Gracias!
4. Perdóname, me equivoqué.
5. Ayúdame, te necesito.
6. ¡Te escucho…háblame de ti!
7. ¡Eres especial!
¿Qué otras cuestiones son también relevantes de cara a tener en cuenta para
mejorar la comunicación?
4.2.1. La empatía
Para promover empatía hay que crear sintonía. Existe sintonía en las palabras, en
los tonos, que se puede buscar con la igualdad de tono en la voz, adecuando
velocidad, volumen y ritmo del habla, lo que despierta una cierta confianza en el
interlocutor, ya que ambos se armonizan. Es decir, para crear sintonía hay que
hacer concordar la manera de expresar las cosas con la de las otras personas. Hay
que ponerse a hablar en su lenguaje y presentar las ideas de la misma forma en
que ellos piensan sobre ella. Otro aspecto fundamental en la empatía es ponerse en
el lugar del otro: se expresa en tratar de ver las cosas desde la misma óptica o
perspectiva del que nos está hablando.
2
CIARAMICOLI y KETCHAM, 2000: 198.
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
5. La comunicación familia-escuela
Es casi un axioma afirmar que es importante que las familias establezcan buenas
relaciones con el centro educativo por muchos motivos, pero por uno primordial:
tienen una misma preocupación, que es la educación de sus alumnos, nuestros
hijos. Eso hace que sean imprescindibles una buena coordinación y unos cauces de
comunicación fluidos.
En ocasiones padres y educadores pueden diferir en cómo educar, pero están de
acuerdo en que quieren educar, por lo que en tanto en cuanto exista mayor
colaboración, mejores serán los resultados.
El primer interlocutor es el tutor/a, que es quien a lo largo del curso mejor podrá
informarnos de su evolución general y de todos los aspectos que se comentan a
continuación:
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Objetivos del curso y de las distintas áreas, materias, profesores, etc.
Estilo educativo del centro, valores que le hacen diferente de otros.
Gestión de la convivencia, de cara a garantizar las buenas relaciones, la
organización del trabajo en el aula y el respeto a las normas, bienes y
personas.
Recursos para facilitar la comunicación y la participación de las familias y
de los alumnos.
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Unidad 4: Mejorar la comunicación en la familia y en la escuela
para recordar
EL PAPEL DE LAS FAMILIAS EN LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA
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