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Barreras en la

Comunicación y en las
Relaciones Humanas
Existen multitud de factores que pueden provocar que la comunicación ne se lleve a
cabo de una forma efectivo asi como aquellos factores que la impiden, deformando
el mensaje, o obstaculizando el proceso general de ésta.
Los obstáculos más comunes para la comunicación y las relaciones humanas son los
siguientes:
No escuchar.
El engaño, la mentira.
El miedo.
El modo de comunicarnos.
El no empatizar.
El lenguaje.
Clasificación de las Barreras de la Comunicación
• Barreras Semánticas: El emisor puede emplear palabras con determinados
significados pero el receptor puede interpretarlas de manera distinta o no
entenderlas, lo cual influye en una deformación o deficiencia del mensaje.

Ejemplo
• Una persona que quiere platicar con otra persona pero no hablan el mismo
idioma, supongamos que una habla ingles y la otra persona Italiano entonces va
haber una barrera y no se van a poder comunicar y tener una platica.
Clasificación de las Barreras de la Comunicación
• Barreras físicas: son las circunstancias que se presentan no en las personas
sino en el medio ambiente y que impiden una buena comunicación como por
ejemplo ruidos, mala iluminación, distancia , falta o deficiencia en los medios que
se utilizan para transmitir un mensaje: teléfono, micrófono, grabadora,
televisión., etc..

Ejemplo:
• Esta barrera se presenta cuando los medios utilizados para transportar el mensaje
no permiten que éste llegue nítidamente al receptor y provoca incomunicación.
Clasificación de las Barreras de la Comunicación
• Barreras fisiológicas: son las deficiencias que se encuentran en las personas,
ya sea del emisor (voz débil, pronunciación defectuosa) o del receptor (sordera,
problemas visuales.)

Ejemplo
• Un persona en la calle, llega con otra persona a pedirle información y no la puede
dar bien porque tiene alguna incapacidad como el que no escuche o que no pueda
ver.
Clasificación de las Barreras de la Comunicación
• Barreras psicológicas: Representan la situación psicológica particular del
emisor o receptor, ocasionada a veces por agrado o rechazo hacia el receptor o
emisor. La deficiencia o deformación puede deberse también a estados
emocionales (temor, odio, tristeza, alegría) o a prejuicios para aprobar o
desaprobar lo que se dice, a que no lea lo que está escrito, no entienda o no lea lo
que oye o lee.

Ejemplo
• El tono de voz de un jefe, el uso que hace del vocabulario o su falta de tacto puede
hacer que un empleado se sienta subestimado, agredido o rechazado.
¿Cómo superar las barreras de la comunicación?
• Existen 3 formas para superarlas:

• Ambientales: Escoger un lugar propio para la decisión, hablar en un ambientes


sin distracción o interrupción
• Verbales: Tener muy claro lo que quiere comunicar, y expresarlo con claridad
escuchar atentamente lo que otra persona dice.
• Interpersonales: No tome en cuenta suposiciones y prejuicios esté alerta a las
posibles, diferencia en la percepción sea flexible y si no comprenden la idea hay
que expresarla de distintas formas hasta su entendimiento
Consejos para superar las barreras en la comunicación

1.- Escoge previamente el momento y el lugar apropiados para la


comunicación donde se pueda hablar en un ambiente sin distracción o interrupción. El
contexto en el cual se realiza la comunicación es de una gran importancia. Si queremos
comunicar un mensaje a un determinado grupo de personas y nos encontramos con
distracciones, es muy fácil que ellas pierdan una parte importante de los detalles del mismo
• 2.- Establece un buen rapport, es decir, genera sintonía, conexión, mediante
un clima de confianza, afecto o simpatía. Usa un buen tono de voz.
• 3.- Empatiza, ponte en el lugar del otro con el objeto de comprender mejor
cuáles son sus necesidades, preocupaciones y motivaciones y así adaptar mejor tu
mensaje.
• 4.- Mantén la sintonía entre tu comunicación verbal y no verbal, (es
aquella donde las personas revelan algo más que lo que dicen a través del
lenguaje corporal: expresiones faciales, posturas, contacto visual y el tono de voz).
• 5.- Proporciona y solicita feedback. El feedback es aquella información de
vuelta que nos llega del receptor y que nos ayuda a comprender si éste ha
entendido el mensaje correctamente.
• 6.- Practica la escucha activa. Para poder escuchar bien es necesario, además
de aplicar nuestros sentidos, vaciar y liberar nuestra mente. Si nuestra cabeza
está llena de prejuicios, sesgos, etc. no seremos capaces de escuchar lo que los
demás nos pueden aportar. Una escucha activa parte de hacer preguntas
apropiadas para que nuestro interlocutor se exprese. Escuchar con atención lo
que nos transmite, sin interrumpir y reformular los enunciados iniciales hasta
llegar a los objetivos marcados.
• 7.- Debes estar alerta a las posibles diferencias en la percepción, y si no
nos comprenden la idea hay que expresarla de distintas formas hasta su
entendimiento.
• 8.- Tómate el tiempo necesario, para conocer bien a la persona antes de
emitir un comentario o de catalogarla.
• 9.- Pregunta directamente a la persona implicada si tienes algún tipo de
dudas en relación a ciertas situaciones, no des por hecho algo basado en
suposiciones.
• 10 .- No te precipites. Procurar mantener en todo momento un estado de
relajación.
Comunicación defensiva

Una conducta o COMUNICACICION defensiva tiende a provocar una escucha defensiva, no


prestándose atención al mensaje y todo el proceso de COMUNICACION queda dislocado. El oyente
distorsiona el mensaje y tiende a proyectar en la otra persona sus propias ansiedades.

Cuando un sujeto se sitúa a la defensiva, queda totalmente incapacitado para percibir y entender las
motivaciones, actitudes y valores de la otra persona. Lo opuesto también es verdad. A una menor
necesidad de defensa, las energías se dirigen a facilitar y mejorar el proceso de COMUNICACION
interpersonal.
Comprender y ser comprendido

• El secreto de la comunicación reside en la capacidad del receptor y emisor para


comprender, y ser comprendido respectivamente. Aunque el trabajo inicial parte
de quien emite el mensaje, que debe esforzarse por hacerse comprender (“No
hay malos entendedores, sino malos comunicadores”).
• El receptor tiene la obligación de escuchar con la intención de comprender y no
monopolizar la conversación desde su punto de vista. Sólo así se construye un
sistema de acción y reacción que da lugar a la comunicación personal eficaz.
• La comunicación es probablemente la habilidad más determinante en nuestras
vidas ya que es la semilla a partir de la cual germinan relaciones humanas, de
ellas beben habilidades como:
• - El liderazgo
• El don de gentes
• Trabajo en equipo
• Capacidad de persuasión o de negociación
Habilidad del emisor: ser comprendido

• Procurar ser comprendido exige coraje , “Los siete hábitos de la gente altamente
efectiva” de Stephen Covey.
• La principal habilidad que debe mostrar el emisor es la de ser comprendido. Para
ello debe expresar el mensaje con las palabras y las emociones adecuadas.
La elección de las palabras adecuadas
• Cuantas veces oímos o decimos aquello de: “¡Nadie me entiende!”. Elevamos
incluso la voz en un intento desesperado por ser comprendidos. Pero, por mucho
que grite en mi idioma a un extranjero que no lo habla, no me haré entender. Por
mucho que me esfuerce en mugir a una vaca, no me entenderá. Por mucho que
lea y relea una partitura, si no he estudiado música, no la entenderé.

• Está claro. Para que dos personas se comuniquen es imprescindible elegir un


código que resulte comprensible para los dos, es decir, un lenguaje o conjunto de
signos visuales, auditivos, gestos,… común al emisor y al receptor.
• Regla I: Aunque el refrán popular dice “a buen entendedor, pocas palabras
bastan”, que nos quede claro que como emisores es nuestra obligación
esforzarnos por ser comprendidos, para lo cual debemos emplear un lenguaje
conocido y asimilable para el otro, acorde al mensaje, al público al que va
dirigido, a mi personalidad, a la situación,… Y así, a partir de ahora diremos: “No
es que no me entiendas, es que no me he debido explicar correctamente”.
La identificación de las emociones
• Ahora bien, cuando nos comunicamos con otra persona, las palabras vienen a ser lo de menos.
De todo el proceso de comunicación, éstas sólo son el 7 por ciento del mensaje. El 93 por ciento
restante lo constituyen señales mucho más emocionales que, conscientes o no, están ahí e
integran el mensaje.
• Estas manifestaciones emocionales proceden de cinco sentimientos básicos: miedo (angustia,
preocupación, pánico); enfado (rabia, odio, frustración, resentimiento); tristeza (soledad,
melancolía y pena); alegría (gozo, paz, armonía) y amor; y hablan por sí solas.
• Comunicamos lo que sentimos y los demás perciben estos sentimientos por
nuestras palabras, pero básicamente por nuestra voz o por las señales que emite
nuestro cuerpo. Especialmente si con nuestras palabras estamos intentando
enmascarar ciertos sentimientos. Si mis palabras transmiten alegría, gozo,
armonía, pero muestro una voz apagada, un cuerpo pesado, lento, cabizbajo,… el
mensaje es sí o sí de tristeza, frustración, preocupación, angustia,… Ante una
incompatibilidad entre mis palabras y mi lenguaje corporal, el interlocutor creerá
lo que ve y no lo que escucha.
• Controlar la comunicación no verbal es prácticamente imposible. Según Daniel
Goleman, psicólogo estadounidense: “El cerebro es un órgano diseñado para la
sinceridad que, por tanto, encuentra siempre la manera de comunicar nuestras
emociones”. Ante esta situación, ¿qué puedes hacer?
• Regla II: Estar en todo momento en contacto con tus sentimientos y tus
emociones y, antes de comenzar la conversación, identificar cómo te sientes y qué
quieres transmitir.
• Si estas enfadada con otra persona y tienes empeño sincero en arreglar la
situación, te podrás esforzar por elegir las mejores palabras, las que menos daño
causen, te morderás la lengua para no herir sensibilidades,… pero si el
sentimiento de resentimiento está ahí, más tarde o más pronto saldrá a la luz y
solo con las palabras no convencerás. Antes de iniciar esa charla, será necesario
superar ese sentimiento. Si no sabes lo que sientes, no sabrás lo que de verdad
comunicas.

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