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ORIENTACIONES TÉCNICAS
ÁREA DE PREVENCIÓN
SENDA 2019
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INDICE
I Introducción 4
IV Componente 1: Sensibilización 40
2
VI Componente 3: Fortalecimiento de condiciones para la 53
parentalidad
IX Anexos 74
9.1 Escala de Padres Involucrados 74
9.2 Escala de Autopercepción del Involucramiento 75
Parental
9.3 Formato Plan de Prevención Componente N°3 79
9.4 Pautas de Monitoreo a la implementación 81
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I. INTRODUCCIÓN
Este manual tiene como objetivo principal entregar las orientaciones técnicas del programa de
Parentalidad, para que los distintos actores y actrices participantes de su implementación. Es decir
que Encargados Regionales de Prevención, Coordinaciones Comunales de SENDA Previene y
Profesionales de Parentalidad, conozcan las directrices principales del programa, así como sus roles
y funciones establecidos para el éxito de este. Contiene además el marco referencial que sustenta el
diseño, los hitos críticos, plazos y verificadores asociados a cada componente.
Así mismo, se definen los conceptos de Prevención, en sus distintos niveles, y de Promoción,
presentado como eje transversal a todas las acciones contenidas en esta propuesta. Posteriormente,
se define el Modelo Ecológico y el Modelo de Determinantes de la Salud, ambos considerados desde
el aporte al análisis de las condiciones en que los padres, madres y adultos cuidadores ejercen la
parentalidad, a partir de la importancia que le dan al contexto cómo influencia central en el
desarrollo de las personas y cómo fuente oportunidades y herramientas para la crianza. En tercer
lugar, se define el Enfoque de Factores Protectores y de Riesgo, desde una mirada sistémica que
aporta a entender las dinámicas, factores y condiciones que fomentarían o disminuirían las
posibilidades de consumo en niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Otra teoría relevante para el programa es la del Ecodesarrollo, que se nutre del modelo ecológico, la
teoría del desarrollo y las interacciones sociales. Estos tres elementos nos entregan información
relevante sobre el ciclo vital y nos permiten entenderlo desde una mirada biopsicosocial, con el
contexto como un factor determinante para su desarrollo.
En estrecha relación con la mirada sistémica que se propone y con la importancia que se le debe dar
al contexto en cuanto su influencia en el desarrollo de las personas, se trabaja el enfoque de
condiciones para la parentalidad, el cual permite entender por qué los padres, madres y adultos
cuidadores actúan de una manera determinada, las herramientas con las que cuentan para ejercer
parentalidad y finalmente, entregar un diagnóstico del problema planteando soluciones acordes a
las necesidades de cada cuidador/a.
Para este enfoque es relevante la diferenciación entre el carácter biológico y social de la maternidad
y la paternidad, haciendo posible hablar de cuidadores/as y no solo de padres y madres. Incorpora
la noción de competencias parentales y parentalidad positiva, centradas en las habilidades
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individuales de padres, madres y adultos cuidadores para ejercer parentalidad y releva la influencia
del contexto en la forma en que se adquieren y se implementan.
Finalmente, se presenta el concepto eje del programa, el de Involucramiento Parental, dado que
todas las acciones que contempla la implementación tienen como propósito trabajar por aumentar
el involucramiento de adultos cuidadores en la vida de sus hijos. En este marco, la evidencia científica
que es categórica en establecer una relación inversamente proporcional entre las variables
involucramiento parental y consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas, jóvenes y
adolescentes. Por lo tanto, dependiendo del nivel de presencia de esta variable, podrá ser
considerada como factor protector o de riesgo.
Dada la relevancia del marco conceptual y de la revisión de la literatura científica disponible para el
diseño de la implementación del programa, se incorpora un apartado relativo a los Programas
Basados en Evidencia (PBE). El programa de Parentalidad para su diseño e implementación incorpora
los lineamientos propuestos para este tipo de programas y debe considerarse un programa
informado en la evidencia. Se releva además la importancia de la fidelidad en su implementación, es
decir, que sea aplicado tal cual fue diseñado, así como de los perfiles y capacidades técnicas de los y
las profesionales que se encarguen de su implementación, entre otros aspectos.
Finalmente, para introducir los criterios de focalización, que serán abordados en el componente 1,
se presentarán aspectos a considerar para que una intervención preventiva sea considerada como
exitosa en su implementación en distintos tipos de espacios, desde la perspectiva de las buenas
prácticas.
Por otra parte, luego del marco conceptual, se presentan los tres componentes del programa;
introduciendo en cada apartado una propuesta general, que contiene la metodología de
implementación del componente, estructurada a partir de sus etapas, hitos críticos, plazos y
verificadores asociados.
Para el componente 1, se presentan además los criterios de focalización para la implementación del
programa, acorde a la transversalidad de la oferta preventiva de SENDA (dándose la posibilidad de
implementación del programa en escuelas, espacios laborales y comunitarios). Otro aspecto
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relevante, es que el componente de sensibilización puede implementarse en dos niveles. Una
instancia solo de sensibilización, es decir, que contempla la difusión del material audiovisual en
espacios de alta concurrencia y otra instancia, referida a la focalización del espacio para la
implementación de los tres componentes del programa.
Para el componente 2, posterior a la focalización, se presentan las características y roles que debería
tener un actor clave para la implementación del programa. De manera tal que el/la profesional de
parentalidad logre visualizar a quien formar como Gestor/a Preventivo/a al interior del espacio
focalizado, con miras a trabajar de forma conjunta para el logro de las metas y objetivos del
programa y de la organización en material de prevención.
Finalmente, encontraremos la bibliografía consultada para el diseño del programa y los anexos,
donde se detallan los instrumentos y verificadores asociados a las actividades de cada uno de los
componentes.
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II. PROPUESTA GENERAL DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA
El Programa Parentalidad tiene como fin Contribuir a la prevención del consumo de alcohol y drogas
en niños, niñas, adolescentes y jóvenes a través del aumento del involucramiento parental de padres,
madres y adultos cuidadores con sus hijos/as. Para ello, se enfocará en el fortalecimiento y desarrollo
de condiciones y habilidades para la parentalidad.
A modo de contextualizar el objetivo del programa, a continuación, se describen los conceptos
centrales de este:
• El término Condiciones para la Parentalidad, rescata las nociones anteriores, y les otorga a
los diversos contextos, un rol protagónico para su ejercicio. En este sentido, la parentalidad
se inscribiría en una determinada cultura, en un determinado contexto socio jurídico, socio
económico, y en determinadas intervenciones del medio institucional.
• Finalmente, el concepto Padres Involucrados designa la capacidad de los padres, madres y/o
adultos cuidadores para conocer, atender y monitorear el comportamiento de sus hijos de
una manera suficiente y continua.
La población objetivo del programa Parentalidad son padres, madres o adultos cuidadores, de al
menos un niño, niña y adolescente de 9 a 14 años, con bajo involucramiento parental;
pertenecientes a hogares de las 110 comunas que cuentan con SENDA Previene y programas
preventivos en sus niveles universal, selectivo e indicado.
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2.2 Metodología de la Implementación
Las intervenciones de este programa se concentran en tres niveles: (1) la prevención ambiental se
orientará a facilitar, en las organizaciones e instituciones involucradas, la creación de normativas
implícitas y/o explícitas para la promoción de la parentalidad y el cuidado de niños, niñas, jóvenes y
adolescentes; (2) la prevención universal buscará sensibilizar, educar e instalar el mensaje preventivo
en la comunidad, a través de estrategias promocionales; en tanto, el nivel de prevención selectiva se
enfocará en el desarrollo de capacidades y aprendizajes, desde un abordaje principalmente grupal,
dirigido a padres, madres y adultos cuidadores con bajo involucramiento parental.
En esta etapa el coordinador de SENDA Previene, con apoyo del encargado regional de prevención,
identifican establecimientos educacionales, empresas y/o organizaciones comunitarias que
concentren adultos que pertenezcan a hogares donde vivan personas de entre 9 y 14 años, mediante
la revisión de los diagnósticos locales y el análisis de la implementación de la oferta preventiva
vigente en la comuna. Así mismo, considerando que el objetivo del programa es la prevención del
consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas, jóvenes y adolescentes, será necesaria también
la identificación de espacios y/o grupos organizados que cuenten con la participación de estos, a fin
de focalizar el grupo de potenciales beneficiarios.
Tras la incorporación del profesional al equipo SENDA Previene, facilitada por su coordinador, se
inicia la etapa de difusión del Programa Parentalidad en diversos espacios de la comuna. Su objetivo
es involucrar la participación de los agentes clave (apoyos estratégicos) y/o representantes de las
distintas instituciones y organizaciones comunitarias, establecimientos educacionales, servicios de
salud o del contexto laboral, en la implementación de los 3 componentes del programa;
promoviendo una mirada comprensiva de los procesos que se vayan desarrollando.
Se busca entregar elementos que sitúen la prevención del consumo de sustancias en niños, niñas,
jóvenes y adolescentes como una acción colectiva y no solo de responsabilidad de los beneficiarios
y los profesionales de este programa, favoreciendo el desarrollo de una cultura preventiva en el
contexto en que este se implementa, basada en el compromiso y la colaboración entre todos los
actores involucrados.
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Se hace necesario también, desarrollar diversas estrategias de acercamiento tanto a niños, niñas,
jóvenes y adolescentes de entre 9 y 14 años como a los adultos encargados de su cuidado, a fin de
ser efectivos en dar a conocer a la población objetivo los factores de riesgo para el consumo de
alcohol y otras drogas y relevar la importancia de la familia como principal elemento protector
(mensaje preventivo), explicar el propósito del programa y su metodología (componentes de la
intervención) e identificar a aquellos padres, madres y adultos cuidadores con bajo involucramiento
parental que se verían beneficiados con su participación en los talleres formativos (componente 3).
Para este fin, se empleará material audiovisual educativo (videos), cuyo contenido hace
referencia a las características y consecuencias del consumo de alcohol y drogas a nivel
biopsicosocial para niños, niñas, jóvenes y adolescentes, la etapa de desarrollo, factores de
riesgo y protectores frente al consumo, condiciones parentales y al involucramiento
parental. Este material será entregado a organizaciones (formales e informales) e
instituciones (escuelas, centros de salud, empresa, entre otros) del territorio, para que sean
usados en espacios que resulten estratégicos para su difusión (por ejemplo, sala de espera
de un consultorio, reunión de apoderados, etc.). De igual forma, se hará entrega de
materiales educativos impresos (cartillas) a adultos cuidadores que participen de instancias
masivas.
Por otra parte, se realizarán jornadas de reflexión con actores clave institucionales para, a
través de la sensibilización, facilitar el establecimiento de normativas para la promoción de
la parentalidad y el cuidado de niños, niñas, jóvenes y adolescentes. De igual modo, en el
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trabajo con la comunidad, se trabajará con las organizaciones en promover la generación
de normativas implícitas de cuidado colectivo niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
Estos actores, quienes serán certificados por SENDA Previene como agentes clave, estarán
encargados de reforzar el relato de cuidado de niños, niñas, jóvenes y adolescentes, en los
contextos en los cuales se desenvuelven, contribuyendo a la sensibilización y participación
de los adultos en las distintas estrategias preventivas (ambientales, universales y/o
selectivas) y al reconocimiento y manejo de factores protección y de riesgo, para la
prevención del consumo de alcohol y otras drogas.
Así mismo, será fundamental reforzar en estos agentes clave herramientas para la gestión
de redes; lo que les permitirá fortalecer el soporte social a los beneficiarios del programa y
las condiciones para el involucramiento parental.
Finalmente, una tarea importante de estos será reforzar discursos, motivar y acompañar la
participación de los beneficiarios del programa en los componentes 1 y 3.
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Componente 3. Fortalecimiento y/o desarrollo de condiciones y habilidades para
aumentar el involucramiento parental.
Las temáticas que se desarrollarán en las 5 sesiones serán: 1) ciclo vital y prevención del
consumo de sustancias, 2) condiciones para la parentalidad e involucramiento parental, 3)
comunicación y vínculos al interior de la familia, 4) establecimiento de límites y 5)
supervisión y grupo de amigos. Para las 2 sesiones de profundización se abordarán los
tópicos: 1) identificación de señales de alerta de consumo y abordaje preventivo, y 2)
resolución de conflictos. Los contenidos de cada sesión serán complementados con
información y ejemplos atingentes a las características de desarrollo evolutivo de los niños,
niñas, jóvenes y adolescentes y de las necesidades de apoyo para lograr niveles adecuados
de involucramiento parental.
La implementación del programa está asociada a 2 metas, cuyo cumplimiento será medido al
término de la vigencia del convenio:
1. 53% de los padres, madres o adultos cuidadores, atendidos por el programa durante el año,
aumentan su involucramiento parental, luego de finalizar su participación en los talleres de
parentalidad.
2. 63% de los padres, madres o adultos cuidadores, atendidos por el programa durante el año,
perciben que aumenta su involucramiento parental, al finalizar su participación en los talleres
de parentalidad.
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Para medir el nivel de cumplimiento de la primera meta, los niños, niñas, jóvenes y adolescentes al
cuidado de los padres, madres y otros adultos participantes del programa, responderán la Escala de
Involucramiento Parental (Valenzuela, 2006) antes de la realización de los talleres (ciclo básico) y al
término de estos. De esta manera, a través de su opinión, se establecerá el nivel inicial de
involucramiento parental de los cuidadores y se podrá determinar si hubo o no un incremento en
esta capacidad, tras su participación en el programa.
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III. MARCO CONCEPTUAL:
Trabajar con familias requiere entender que se está frente a una diversidad de posibilidades,
características y composiciones, por lo tanto, toda intervención debe partir por tratar de entenderlas
desde sus particularidades, como una red de relaciones en las que los niños, niñas, jóvenes y
adolescentes adquieren el lenguaje, los esquemas básicos de interpretación de la realidad, la forma
de entenderse a sí mismos y las formas de ver la vida. En este contexto, SENDA propone una línea
de trabajo con foco en la familia, que viene a complementar la oferta programática enfocada en
niños, niñas, jóvenes y adolescentes y profundiza las estrategias ya existentes en torno a la
instalación de competencias y culturas preventivas en el grupo familiar.
El Programa Parentalidad tiene como fin Contribuir a la prevención del consumo de alcohol y drogas
en niños, niñas, adolescentes y jóvenes; a través del aumento del involucramiento parental de sus
padres, madres y adultos cuidadores. Para ello, se enfocará en el fortalecimiento y desarrollo de
condiciones y habilidades para la parentalidad. A partir de este objetivo, es necesario en primer
lugar, entender qué es la prevención, los tipos de prevención y el concepto de promoción.
En segundo lugar, va a ser relevante el contexto y las condiciones en que las familias ejercen
parentalidad. Por tanto, el programa se nutre de los lineamientos teóricos del modelo ecológico,
determinantes sociales de la salud y enfoque de condiciones para la parentalidad. Este último
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entendiendo la maternidad y la paternidad más allá de lo biológico, enfatizando en cómo influye el
contexto en la forma de ejercer parentalidad.
Finalmente, para aumentar el involucramiento parental y promoverlo como un factor protector para
la prevención del consumo de alcohol y otras drogas, es necesario incorporar los conceptos de ciclo
vital, comunicación asertiva, estilos parentales y teorías como la del desarrollo y ecodesarrollo, para
de esta manera dar un sustento teórico tanto al programa en general, así como también al
componente 3, donde el profesional trabajará con familias en el fortalecimiento de condiciones y
competencias para la parentalidad y la entrega de herramientas para ejercer de mejor manera su rol
de padres, madres y adultos cuidadores.
El concepto de Prevención se sustenta por un conjunto de acciones que apuntan a evitar, retardar,
reducir y/o suspender el consumo de alcohol y otras sustancias en la población. Implica desarrollar
intervenciones de corto, mediano y largo plazo, para fortalecer actitudes, habilidades y
conocimientos que favorezcan estilos de vida saludables, además de relaciones armónicas,
democráticas y colaborativas. Es un proceso continuo y sistemático, razón por la que debe considerar
a los individuos en una interrelación permanente con el entorno, promoviendo una actitud crítica
frente al consumo de alcohol y otras sustancias y la construcción de pautas culturales que valoren
los entornos saludables y libres de drogas.
Dado que en la problemática del consumo inciden muchos factores relacionados con el tipo de
sustancia consumida, las condiciones sociales y los procesos individuales de las personas; el
problema no puede abordarse de forma aislada, por tanto, es evidente la necesidad de entenderlo
como un fenómeno multicausal que requiere un análisis y abordaje interdisciplinario.
Así, la prevención puede categorizarse según la población a la cual estaría destinada y los niveles de
vulnerabilidad de ésta. A partir de ello, analizar una serie de elementos tales como la edad, el género,
el ambiente, la salud, la cultura y el nivel socioeconómico, nos va a permitir definir el tipo de
intervención a realizar. Definir con precisión los grupos destinatarios de las diferentes
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intervenciones, sobre la base de su nivel de riesgo, es un factor clave para determinar la eficacia de
estas (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2013; p.103). A partir de ello, se
establecen cuatro niveles de prevención: ambiental, universal, selectiva e indicada.
Burkhart (2011) la define como el tipo de prevención cuyo objetivo es alterar los ambientes
culturales, sociales, económicos y físicos inmediatos en los que las personas deciden o no consumir
drogas. Propone que los individuos no se involucran con las sustancias solamente a partir de sus
características personales y/o cognitivas, sino más bien estarían influenciados por un conjunto
complejo de factores en el ambiente, como, por ejemplo, lo que se considera como normal, esperado
o aceptado en las comunidades en la que se desenvuelven, las leyes, impuestos y la disponibilidad
de alcohol, tabaco y drogas licitas e ilícitas.
Las estrategias de prevención ambiental incluyen establecer una edad mínima legal para consumir
alcohol y adoptar leyes que prohíban la venta de tabaco a menores de edad. Las políticas destinadas
a modificar la cultura o el contexto de consumo pueden incluir el establecimiento de menores niveles
permitidos de concentración de alcohol en la sangre de los conductores o advertencias en las
cajetillas de tabaco. Las políticas destinadas a reducir las consecuencias perjudiciales pueden incluir
el designar zonas libres de humo de tabaco para reducir la exposición involuntaria de los no
fumadores (OEA, 2013; p.40).
Los programas de prevención universal tienen como objetivo principal factores protectores
asociados al consumo y reducir el comportamiento de riesgo relacionado con sustancias,
proporcionando a las comunidades y personas las competencias necesarias para evitar o retrasar la
iniciación en el consumo de sustancias (SENDA, 2019; p.28). Generalmente este tipo de prevención
se implementa mediante talleres para instalación de habilidades preventivas, actividades masivas,
entrega de información relativa a consumos, tipos de drogas, entre otros.
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se encuentran en importante riesgo de consumo, a través de metodología colectiva, y con grupos
específicos de mayor riesgo independiente del nivel individual de compromiso que presente cada
persona en ese contexto (Plan Regional sobre Drogas, 2010).
Es relevante mencionar que la evidencia científica considera el rol de la familia como una variable
que influye en el consumo de drogas en niños, niñas, jóvenes y adolescentes, inclusive puede
afirmarse que el bajo involucramiento parental es un factor de riesgo de consumo de alcohol y otras
drogas (Páramo, 2011; Peñafiel, 2009; Valenzuela, 2006), por lo tanto, mediante el tercer
componente del programa, se trabará para fortalecer las condiciones en que los padres, madres y
adultos cuidadores ejercen la parentalidad.
Los cuatro tipos de prevención presentados deben ser entendidos como un Continuo para abordar
la problemática del consumo de drogas. Esto nos va a entregar un abordaje integral del problema,
por lo tanto, nos permitirá plantear soluciones y desarrollar estrategias integrales acorde a las
necesidades del individuo, los grupos y/o la comunidad.
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Fuente: SENDA, 2019
En relación a la integración social, durante todo el tiempo se trabaja para que las personas
desarrollen habilidades y herramientas sostenibles que les permitan mejorar su calidad de vida y
desarrollo. SENDA (2019) define la integración social como un proceso de cambios mutuos tanto
por parte de la propia persona afectada, como de la sociedad. Supone la contribución de quienes se
ven afectados y afectadas y; de la comunidad para lograr una equiparación de oportunidades, que
permita la igualdad y plena participación de las personas vinculadas a un consumo problemático de
sustancias en la vida y el desarrollo social1.
1
http://www.senda.gob.cl/integracion-social/
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complementarias al desarrollo de acciones preventivas en los distintos ámbitos de intervención
[educacional, laboral y barrial] (SENDA, 2019; p.23).
En cuanto al modelo ecológico y el modelo de determinantes de la salud, ambos nos entregan una
mirada sistémica de abordaje del problema del consumo de alcohol y otras drogas, presentando la
relación persona – contexto como determinante en el bienestar y desarrollo de éstas.
- Mesosistema: ambientes, sitios e instituciones en los que la persona está inserta y frecuenta
regularmente, los cuáles serán sus nichos de desarrollo. Por ejemplo, su lugar de trabajo,
estudios y entretenimiento.
- Exosistema: Está formada por los entornos concretos que influyen sobre el desarrollo del
individuo pero que no le contienen directamente. Por ejemplo, para un niño/a el exosistema
sería el trabajo de sus padres. si bien la persona no está inserta en estos ambientes, éstos
van a generar un impacto directo e indirecto en su comportamiento.
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- Cronosistema: dimensión histórica en la que vive el individuo: adelantos tecnológicos,
guerras, crisis económicas, modas, entre otros.
- Globosistema: sistema global mundial en el que la persona no influye para que éste cambie.
Se refiere a cambios ambientales, climáticos, desastres naturales.
Al igual que el modelo ecológico, este modelo permite salir de la mirada individual y analizar si los
contextos entregan o no oportunidades de desarrollo a las personas. Mirar el problema de consumo
de alcohol y otras drogas desde este modelo, nos va a permitir entender cómo las condiciones del
entorno influyen en la salud de la población y de las comunidades con las que trabajamos; y entender
y conocer los lugares y condiciones en que las personas nacen, crecen, estudian, trabajan y
envejecen, permitirá abordar la prevención acorde a la realidad individual y local.
El programa de Parentalidad mediante sus tres componentes incorpora ambos enfoques y trabaja
principalmente en el micro, meso y exosistema, fortaleciendo las condiciones en que los padres,
madres y adultos cuidadores ejercen parentalidad.
En una línea similar de análisis propuesto anteriormente, nos encontramos con el Enfoque de
Factores Protectores y de Riesgo. Este enfoque permite contar con un diagnóstico sobre la realidad
en la que se está interviniendo, ya que entrega un panorama general del contexto, las condiciones y
los recursos sobre los cuales se debería emplazar la intervención.
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ejemplo, el consumo de drogas, ésta puede explicarse a partir de la interacción de múltiples causas
y condiciones dadas por lo biológico, psicológico y social.
Un factor de riesgo es una característica interna y/o externa al individuo cuya presencia aumenta la
probabilidad o la predisposición de que se produzca un determinado fenómeno (Clayton, 1992;
citado en Peñafiel, 2009: p.148). Si bien no existe una causalidad directa entre los factores de riesgo
y el consumo, ciertas características personales, sociales y familiares permitirían predecir el
desarrollo de la conducta de consumo de drogas y situarían a la persona en una posición de
vulnerabilidad hacia ese tipo de comportamiento (Peñafiel, 2009: p.148).
Para diversos autores, los factores de riesgo en la adolescencia constituyen un objeto de estudio
importante de abordar, dada la complejidad de este proceso y por lo determinante que podría llegar
a ser el contexto en que se desarrolla.
Existen factores comunes que derivan en conductas riesgosas en la juventud, tales como
expectativas y rendimiento escolar, influencia de pares, relación con los padres y la familia, y ciertas
variables psicológicas como depresión, estrés, baja autoestima, entre otros (Páramo, 2011). Donas
Burak (2001) hace una distinción entre factores de riesgo de “amplio espectro” y factores o
conductas de riesgo que son “específicos para un daño”. Entre los primeros encontramos: familia
con pobres vínculos entre sus miembros; violencia intrafamiliar; baja autoestima; pertenecer a un
grupo con conductas de riesgo; deserción escolar; proyecto de vida débil; locus de control externo;
bajo nivel de resiliencia. Los factores o conductas de riesgo específico serían: portar un arma blanca;
en la moto, no usar casco protector; tener hermana o amigas adolescentes embarazadas; consumir
alcohol (emborracharse); ingesta excesiva de calorías; depresión (Páramo, 2011; p.86).
Las adicciones son otras de las problemáticas asociadas a la adolescencia, donde influyen factores
de riesgo individuales, familiares y sociales: consumo de drogas y alcohol en el grupo familiar,
contexto vulnerable y de fácil disponibilidad de drogas, falta de normativas, entre otros. Todo esto
sumado a un contexto sociocultural de despenalización de ciertos tipos de consumo, como el de
marihuana, por ejemplo, con familias poco involucradas en el desarrollo de los niños, niñas, jóvenes
y adolescentes.
En función de lo anterior, es urgente generar políticas que impliquen a los padres, madres y adultos
cuidadores en los procesos preventivos, que contribuyan a promover vínculos al interior de la familia,
comunicación, normas y límites al interior de éstas, para así generar un entorno protector a niños,
niñas, jóvenes y adolescentes.
En cuanto a los factores protectores, éstos serían aquellos atributos individuales, condición
situacional, ambiente o contexto que reduce la probabilidad de ocurrencia de un comportamiento
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desviado (Clayton, 1992). Con respecto al consumo de drogas, los factores de protección reducen,
inhiben o atenúan la probabilidad del uso de sustancias (Peñafiel, 2009; p.148). Al igual que con los
factores de riesgo, Burak (2001) propone factores protectores específicos según el tipo de riesgo.
Denomina factores protectores de amplio espectro, por ejemplo, una familia contenedora, con
buena comunicación interpersonal; alta autoestima; proyecto de vida elaborado, fuertemente
internalizado; locus de control interno bien establecido; sentido de la vida elaborado; permanecer
en el sistema educativo formal y un alto nivel de resiliencia (Páramo, 2011; p.87) y factores
protectores específicos, que alude a la toma de decisiones o uso de recursos para el autocuidado.
Por ejemplo, uso de cinturón de seguridad, preservativos para prevenir contagio de enfermedades
de transmisión sexual y/o embarazos, entre otros.
En general, la mirada en torno a los factores de riesgo y protectores se basa en que la existencia de
uno va en desmedro del otro y en las intervenciones se trabaja por potenciar factores protectores
para disminuir los de riesgo. Si bien la existencia de un factor protector disminuye las condiciones
que hacen posible que la persona tenga un comportamiento riesgoso, el abordaje preventivo y las
iniciativas deben, además, plantear un abordaje multifactorial e integral, donde el trabajo
intersectorial debe tener un rol protagónico y el fin último debe ser el desarrollo humano de los
niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
En la línea del enfoque de los factores protectores y de riesgo, se encuentra la Teoría del Desarrollo.
Para el marco conceptual del programa, esta teoría viene a ser un aporte relevante, ya que entrega
nociones para entender los factores de riesgo y protectores propios de la adolescencia a partir del
entorno social donde se produce el desarrollo de niños, niñas, jóvenes y adolescentes, debido a que
los factores de riesgo pueden presentarse en múltiples niveles a lo largo del entorno social del
adolescente (Bronfenbrenner, 1987).
Esta teoría incorpora tres elementos primarios, integrados entre sí. En primer lugar, el modelo
ecológico, que ya se revisó con anterioridad, con el cual es posible inferir que el contexto y los
sistemas van a ser determinantes para el desarrollo del niño, niña, joven o adolescente.
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Finalmente, el tercer elemento se refiere a las interacciones sociales. Plantea que el riesgo y la
protección se expresan en los patrones y transacciones directas entre individuos, dentro y entre los
diferentes niveles contextuales. A modo de ejemplo, el apoyo social que reciben los padres de un
adolescente sería directamente predictivo de la dureza o el apoyo en el ejercicio de su parentalidad,
lo cual a su vez puede afectar la probabilidad de uso de sustancias en los adolescentes En este
ejemplo se puede apreciar cómo variables de fenómenos macro sistémicos (apoyo social recibido
por los padres) pueden ejercer una influencia significativa en fenómenos del meso y microsistema
(monitoreo parental y consumo de drogas del niño, niña, joven y adolescente).
Para cumplir con el objetivo que se propone el programa de Parentalidad, en relación al aumento
del involucramiento parental se propone entender el concepto de maternidad y paternidad más allá
de lo biológico, tomando en cuenta el contexto, el manejo de competencias y la forma como los
padres, madres y adultos cuidadores se vinculan con los niños, niñas, jóvenes y adolescentes en la
vida cotidiana.
A continuación, se presentan conceptos que podrían considerarse ejes del enfoque de condiciones
para la parentalidad y que permitirán entender qué espera SENDA al proponer una intervención
destinada a trabajar el involucramiento parental y desplegar parte de su oferta preventiva en esta
temática.
A partir de esto es que el foco se sitúa en las competencias parentales, concepto asociado a la
parentalidad y que constituyen las capacidades prácticas que tienen las madres y los padres para
cuidar, proteger y educar a sus hijos, y asegurarles un desarrollo suficientemente sano (Barudy &
Dantagnan, 2010; citado en Trinergia, 2017; p.13). La noción permite hacer una diferenciación entre
una parentalidad biológica y otra social, entendiendo la primera desde la procreación y la segunda a
los cuidados y la forma en que la persona se preocupa por el bienestar de los niños, niñas, jóvenes y
adolescentes a su cargo.
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El concepto de competencias parentales se asocia directamente con la parentalidad social, dando
importancia al contexto y su influencia en el desarrollo armónico de una familia. La competencia es
un concepto integrador que se refiere a la capacidad de las personas para generar y coordinar
respuestas (afecto, cognición, comunicación y comportamiento) flexibles y adaptativas a corto y a
largo plazo ante las demandas asociadas a la realización de sus tareas vitales y generar estrategias
para aprovechar las oportunidades que les brindan los contextos de desarrollo (Masten y Curtis,
2000; Waters y Sroufe, 1983; citado en Rodrigo & Martín, 2009; p.114).
Azar y Cote (2005), en el marco de una investigación relacionada con maltrato infantil, agrupan las
competencias parentales en cinco áreas: educativas, sociocognitivas, autocontrol, manejo del estrés
y sociales (Rodrigo & Martín, 2009). Entonces, la importancia de que los padres, madres y adultos
cuidadores posean competencias parentales para la crianza permitirá que estén preparados para
afrontar situaciones propias del ciclo vital de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de forma
positiva y según parámetros mínimos de acción centrados en la protección de los hijos/a y el
bienestar de éstos.
Desde esta mirada, se amplía el análisis el cual ya no se centra solo en las características personales
de los padres, madres y adultos cuidadores, pues al enfocarse en las características de la
parentalidad y en las relaciones y dinámicas de padres/madres/cuidadores y sus hijos/as, deja de
lado una mirada “esencialista” de los adultos, según la cual, el problema sería el adulto mismo, y no
las formas de ejercer determinados roles o de establecer determinadas relaciones. Esto significa
avanzar en la desestigmatización de las familias (Trinergia, 2017; p.17).
Con esto también, se comienza a dar mayor importancia al contexto y a las condiciones en que los
padres, madres y adultos cuidadores ejercen la parentalidad. Se comienza a hablar de parentalidad
positiva, concepto relacionado con todo aquello que hacen los padres, madres y adultos cuidadores
para el bienestar de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, poniendo límites, generando vínculos
y promoviendo su desarrollo pleno. Con esto se incorpora el enfoque de derecho, tanto en los niños
y en las familias, quienes también deben recibir apoyo para llevar a cabo su rol de la mejor manera
posible.
De esta manera, se hace necesario identificar qué aspectos se requieren fortalecer para ejercer de
mejor manera el rol parental. En concreto, la familia necesita comunidades sensibles y cohesionadas
que contribuyan a que pueda llevar a cabo su importante labor en una sociedad en permanente
cambio (Rodrigo, Maiquez & Martin, 2010). En este aspecto, adquiere relevancia el rol del
intersector, dada la necesidad de avanzar en generar una red de servicios que contribuyan a
fortalecer las capacidades de las familias y sus redes de apoyo institucional, fortaleciendo las
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capacidades de éstas mismas familias mediante distintos tipos de iniciativas acorde a sus
necesidades y problemáticas.
Entonces, las capacidades y competencias con que cuenten los padres, madres y adultos cuidadores
para ejercer la parentalidad, estarán permanentemente determinadas por el contexto en que la
familia se desenvuelve. Se pasa entonces de evaluar habilidades, a evaluar las condiciones en que
esas habilidades se adquieren e implementan. Es por ello que los programas que trabajan con
familias a partir de este enfoque deben poner especial atención en los factores que influyen en la
forma cómo los padres, madres y adultos cuidadores ejercen parentalidad. En concreto, conocer qué
factores del contexto dificultan y cuáles facilitan el ejercicio de la parentalidad permitirá
implementar estrategias acordes a las características y necesidades de las familias, organizaciones y
espacios en los que trabajará el programa.
Este enfoque es muy relevante para la intervención propuesta por el programa de Parentalidad.
Hablar de condiciones para la parentalidad, alude no solo a definir qué es ser mamá, papá y/o adulto
cuidador y qué herramientas deben tener éstos para criar a un niño, niña, joven o adolescente, este
enfoque agrega la perspectiva de analizar y entender en qué contexto y bajo qué condiciones los
padres, madres y adultos cuidadores llevan a cabo las tareas relacionadas con la crianza y desde ahí
comenzar a fortalecer las habilidades parentales.
El concepto de Involucramiento Parental permite entregar nociones de cómo los padres, madres y
adultos cuidadores deberían estar relacionándose con los niños, niñas, jóvenes y adolescentes a su
cargo, contribuyendo a establecer condiciones mínimas para garantizar un ambiente familiar
protector.
24
Dentro de los factores relacionados con el desarrollo de conductas de riesgo y protección en niños y
adolescentes se encuentra el rol de la familia, siendo el involucramiento de los padres un elemento
crucial en este proceso (Chilcoat, Dishion & Anthony, 1995; citado en SENDA, 2015; p.1). En
específico, es importante relacionar la problemática del consumo en niños, niñas, jóvenes y
adolescentes con la familia y la forma en que ésta se involucra con sus hijos e hijas.
SENDA incorpora en la aplicación de las encuestas nacionales de drogas en población escolar, que se
realizan cada dos años, una escala de padres involucrados que incluye distintos elementos de
atención, cuidado y control parental que se construye a partir de declaraciones que entregan los
propios alumnos acerca del comportamiento normal de sus padres. Muchos de los indicadores que
componen esta escala se usan corrientemente en la investigación acerca de la asociación entre
familia y drogas, especialmente los que se refieren a la supervisión parental de lo que se hace fuera
de la casa.
En este marco se hace alusión a la variable parental monitoring, para referirse a padres que siempre
saben dónde se encuentran sus hijos, preguntan o esperan que se les diga dónde van cuando salen,
están atentos a lo que hacen sus hijos en el colegio y conocen suficientemente a sus amigos
(Valenzuela, 2006; p.151).
El concepto Padres Involucrados designa la capacidad de los padres, madres y/o adultos cuidadores
para conocer, atender y monitorear el comportamiento de sus hijos de una manera suficiente y
continua (Valenzuela, 2006). Este es un concepto fundamental en el programa de Parentalidad, dado
que el objetivo es contribuir a la disminución del consumo de alcohol y otras drogas mediante el
involucramiento parental. Los tres componentes del programa apuntan a instalar la reflexión en
torno al rol de la familia y la comunidad en la prevención del consumo de alcohol y drogas en la
población y en específico, en niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
25
De todas las variables familiares que predicen conductas de riesgo se destacan especialmente el
impacto que tiene el control parental y la influencia de los amigos. La falta de involucramiento de los
padres, madres y adultos cuidadores en la vida del adolescente y en sus mundos de pares, hace que
aumente la probabilidad de problemas de conducta, incluyendo el uso de sustancias y el
comportamiento sexual de riesgo.
La familia, la escuela y los amigos son los ámbitos en los que el niño, niña, joven o adolescente
participa directamente, y donde su desarrollo se ve profundamente afectado por la calidad de las
relaciones dentro de cada uno de ellos. Los padres, madres y adultos cuidadores necesitan
comprender el papel fundamental que desempeñan los pares en el desarrollo de la vida de los
adolescentes y deben valorar la importancia de supervisar la asociación de sus hijos adolescentes
con sus amigos y familiarizarse con los padres de los amigos, para formar redes de supervisión.
La actitud convencional de control que incluye coerción parental tiende a asociarse con mayores
problemas conductuales entre los adolescentes. Pero la relación entre supervisión parental y
comportamiento adolescente se ha mostrado consistentemente lineal. Entre todas las dimensiones
de control que se miden habitualmente, el mejor y más consistente predictor del comportamiento
adolescente es la supervisión parental. Altos niveles de supervisión parental están siempre asociados
a menor uso de alcohol, drogas ilícitas, desviación y problemas de conducta en el colegio.
El contacto de adolescentes con baja autoestima y un fuerte deseo de aceptación social con grupos
de pares que aprueban y legitiman el comportamiento desviado suele ser el modelo convencional
de la influencia de los amigos, en la mentalidad común se habla de las “malas influencias” o los
“malos amigos”. Mucha de la actividad preventiva en esta materia consiste en dotar a los niños de
la capacidad de resistir a la presión de grupo a través del manejo de habilidades emocionales e
intelectuales pertinentes.
Los resultados confirman el papel central que juegan los padres involucrados en la prevención del
uso de alcohol y drogas. Existe relación estrecha entre el grado de involucramiento y prevalencias
de consumo en todas las sustancias y cualquiera sea la edad de los adolescentes. La fuerza de esta
relación se mantiene, en efecto, desde octavo básico hasta cuarto medio prácticamente intacta.
26
Tener padres involucrados, como supervisión parental, es la variable que prevalece por sobre
cualquier otro indicador de procesos familiares, incluso por encima del compromiso o cercanía filial.
No basta tener una buena relación con los padres: el desempeño parental en atención, supervisión
y control del comportamiento adolescente juega un rol estratégico. Ambas cosas están, por lo
demás, perfectamente asociadas como se ha mostrado: padres efectivamente involucrados mejoran
la relación con los hijos y ciertas disposiciones específicas del control adolescente no sólo no
menoscaban, sino que se asocian directamente con la calidad de la relación parental. La relación
padres-hijos no es sólo una relación de conversación, intimidad y confianza, sino también de
atención y monitoreo (Valenzuela, 2006).
Respecto al vínculo y calidad afectiva, se entenderá como la formas que se relacionan dentro de la
familia, cómo se comunican y si es que se promueven las relaciones cariñosas y afectuosas hacia el
niño, niña, joven o adolescente y también entre los integrantes del grupo familiar. La comunicación
asertiva, será entendida como la expresión directa y oportuna de las ideas, sentimientos y
necesidades personales. Lo esencial radica en la honestidad, el respeto y la comprensión hacia el
otro.
Comunicar asertivamente favorece las relaciones entre los miembros de la familia, apoya el proceso
de autonomía, ayuda a interpretar efectivamente las intenciones, opiniones y emociones del otro y
permite fortalecer la capacidad para hacer frente a factores de riesgo y generar distintas iniciativas
de prevención del consumo de drogas y alcohol. En concreto, las habilidades relacionadas con la
asertividad se consideran un factor protector para evitar algunas conductas de riesgo en los niños,
niñas, jóvenes y adolescentes.
Es crucial tener en cuenta que escuchar y comprender no significa necesariamente estar de acuerdo
con lo que se escucha y con ceder ante algunas demandas que hagan los hijos que los padres y
madres consideren inapropiadas. Se trata de mostrar a los hijos que los padres y madres desean
escucharlos y comprenderles, aunque no lleguen a estar siempre de acuerdo con lo que les digan,
con lo que les pidan, o con su comportamiento. Cuando esto se produzca, los hijos irán aprendiendo
27
desde pequeños a desarrollar estrategias de tolerancia a la frustración y de autorregulación
emocional y del comportamiento.
Para que el proceso de escucha activa se lleve a cabo de manera efectiva es necesario también que
los padres y madres empleen adecuadamente las siguientes estrategias: (Programa Guía para el
Desarrollo de Competencias Emocionales, Educativas y Parentales, 2009)
• Dedicar un tiempo diario en exclusiva –aunque sea breve– a escuchar a sus hijos sin hacer
otras cosas a la vez, para que puedan mirar atentamente a sus hijos, mantener contacto
visual con ellos y mostrar una actitud real de interés hacia ellos, hacia estar con ellos, y hacia
lo que tengan que decirles;
• Dejar hablar a sus hijos sin interrumpirles hasta que hayan dicho lo que querían decirles; 3)
evitar dar inmediatamente a sus hijos su opinión sobre lo que acaban de escuchar si éstos
no se la han pedido, evitando criticar; y
• Utilizar el formato del lenguaje de la escucha activa reflejando los sentimientos que captan
en su hijo. Todo ello contribuirá a desarrollar un proceso de escucha de calidad y a que los
momentos de interacción entre PMC e hijos resulten motivadores y gratificantes para
ambos, propiciando que se repitan en momentos posteriores. Cuando los procesos de
escucha no se realizan de modo adecuado, es posible que los hijos prefieran no contar sus
cosas y evitar la comunicación con sus padres y madres, evadiendo posiblemente la
conversación.
28
• Hablar del futuro. Dedicar más tiempo y esfuerzo a hablar sobre qué les gustaría que pasara,
qué harían si pasara, cómo les gustaría que sucediera, etc. Dando por sentado que puede
pasar y que probablemente pase.
Cuando los hijos crecen, se espera de ellos que aumenten su responsabilidad, que colaboren en más
cosas, que lo hagan por iniciativa propia o que asuman las consecuencias de sus decisiones.
Simultáneamente, será más fácil para confiar en ellos, en sus recursos y capacidades para
organizarse y para cuidarse, incluso para cuidar a personas de su entorno, como, por ejemplo,
hermanos pequeños. La responsabilidad está íntimamente ligada a la libertad. Cuando los padres
sienten y comprueban que sus hijos son más responsables, tienen menos dificultades para ofrecerles
confianza y libertad para actuar y decidir según su criterio. Del mismo modo, con frecuencia se
muestran más responsables cuando disfrutan de mayor capacidad de decisión.
Otro aspecto relevante es la Empatía, entendida como la intención de comprender los sentimientos
y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. La
palabra es de origen griego y significa “emocionado”. La empatía hace que las personas se ayuden
entre sí, está estrechamente relacionada con el altruismo, el amor y preocupación por las demás, y
la capacidad de ayudar.
Generar y construir vínculos con los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, desde la empatía y
promoviendo la comunicación, debe estar mediado por la Afectividad. Para la implementación del
programa en general y en el componente 3 en particular, este concepto va a ser transversal a toda
la intervención selectiva con familias y se entenderá como la expresión de vinculación emocional
entre distintos miembros de la familia, de manera positiva, reflejando cercanía afectiva, apoyo
mutuo e involucramiento parental.
Las relaciones de apego son los vínculos afectivos que los niños establecen con sus padres y con otras
figuras que cumplen las funciones parentales. Estas relaciones son cruciales para su bienestar y su
desarrollo emocional y social. Cuando la afectividad en la relación parental es positiva, ésta se
transforma en un factor protector del consumo de drogas, del mismo modo, si la relación afectiva es
negativa, habrá mayor posibilidad que se involucren en conductas problemáticas y aumente la
posibilidad de consumo, constituyendo un factor de riesgo para el inicio del consumo de drogas
(Valenzuela, 2006)
Otro concepto para considerar en la construcción de vínculos es el de Ciclo Vital. Es relevante ya que
dependiendo de la etapa evolutiva y el estadio de desarrollo en el que se encuentren, un niño, niña,
joven y adolescente tendrá necesidades específicas acorde a cada etapa. El ciclo vital refiere al ciclo
29
de vida del ser humano y se divide en cuatro etapas básicas: nacimiento, juventud, adultez y vejez.
Éstas se caracterizan de la siguiente manera:
- Desde la juventud hasta la adultez: fase donde se cultivan y generan los aprendizajes
sociales y psicológicos, en preparación hacia la adultez;
- Desde la adultez hasta la vejez: período cuando se llega a una madurez en la capacidad de
reproducción y existen relaciones sociales y laborales;
- En la vejez, también llamada tercera o cuarta edad, las personas son físicamente más
frágiles y necesitan más cuidados en su salud y descanso.
Cada etapa contempla cuidados, estadios y niveles de desarrollo específicos. Los padres, madres y
adultos cuidadores van aprendiendo de estas necesidades en la medida que lo van viviendo,
escuchan de los otros o de sus propias experiencias. El desafío justamente es ir respondiendo según
las necesidades acordes a cada etapa.
SENDA (2014) define las siguientes necesidades relevantes de acuerdo a las distintas etapas de
desarrollo:
30
• Seguridad y protección
• Supervisión y acompañamiento en actividades lúdicas y de esparcimiento
• Salud integral
• Alimentación y vestuarios adecuados
11-17 años • Educación formal
• Seguridad y protección
• Supervisión de actividades y rutinas que se inician en esta etapa
• Facilitar autonomía e independencia
• Facilitar integración social
Cuadro N°2: Características del Desarrollo Evolutivo de niños, niñas, adolescentes entre 10 y 19
años. Fuente: SENDA, 2014.
Tal como se ha mencionado con anterioridad, la adolescencia es una etapa compleja, que se
caracteriza por cambios rápidos y no siempre estables en la forma en que el adolescente se
comunica con su entorno. En este momento es necesario fijar pautas de comportamiento que le
acompañarán en su vida. No se puede esperar que los niños, niñas, jóvenes y adolescentes estén de
acuerdo siempre con sus cuidadores/as, ya que los objetivos de un adolescente a menudo son muy
31
distintos de los objetivos de sus padres y cuidadores. Lo que sí podemos esperar, es que escuche las
propuestas y opiniones y las tenga en cuenta.
Es necesario recordar que esta etapa se caracteriza por un momento de cambios físicos,
intelectuales, morales, emocionales, lo que pone a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes en un
constante desafío de resolución de diversas temáticas.
Otro aspecto relevante que considerar es la capacidad de resolver conflictos, entendida como la
facultad de las personas de enfrentar problemas, analizándolos de diversas formas y buscando
nuevas soluciones e involucrando a la mayoría de los miembros de la familia. Esta capacidad,
permite a las personas conocer la importancia de afrontar eficazmente problemas o situaciones
propias del contexto familiar.
• Permite mostrar a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes del hogar distintos métodos para
enfrentar y solucionar los conflictos;
Cabe destacar que, existe mayor riesgo cuando hay una baja cohesión familiar y dificultades en la
toma de decisiones y resolución de conflictos, lo que se transforma en un factor de riesgo en la
medida que estas situaciones se cronifican. Por esto, es importante trabajar en el desarrollo de
habilidades y estrategias de resolución de conflictos de manera consensuada en la familia, abriendo
el espacio para la participación de todos los miembros, y de esta manera facilitar el desarrollo de
responsabilidad y participación de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, fomentando
progresivamente la adquisición de autonomía.
Algunas características de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes para considerar a la hora de
resolver conflictos con ellos:
32
• Presentan gran capacidad de comprensión y argumentación, tienen sus propios puntos de
vista que suelen ser considerados como “verdad absoluta”
• Requieren autonomía para explorar y construir la propia forma de ser, sin embargo, los
mecanismos para conseguirlo son rebeldía y oposición crítica a los referentes más cercanos.
Ese pensamiento crítico también lo ejercen hacia su propia persona, por lo que suelen sentir
inseguridad y vergüenza.
• Valorar nuestra postura ante el conflicto sin dejar de empatizar con el otro
El conflicto con adolescentes no debe ser nunca una competencia para ver quién gana o pierde,
aunque resulta necesario negociar y, en ocasiones, podemos mostrarle nuestras razones y
desacuerdo siendo tolerantes con su decisión.
Una de las principales razones de conflictos al interior del grupo familiar podría ser la necesidad de
poner límites. Las normas y límites son las pautas de comportamiento y convivencia al interior de la
familia, que se manifiestan a través de acuerdos tanto implícitos como explícitos en torno al
funcionamiento familiar. Es el marco dentro del cual los cuidadores solicitan a los niños, niñas,
jóvenes y adolescentes que se muevan, sin embargo, dada sus características, sobre todo en la
adolescencia, este suele ser un tema recurrente de problemas para las familias.
33
• Implica establecer qué y cómo se hacen las cosas al interior de la familia, evidenciando
niveles de jerarquía familiar.
• Deben considerarse opiniones y deseos de cada uno de los miembros y tener la flexibilidad
y permeabilidad necesaria según la etapa evolutiva de sus integrantes.
Los adolescentes necesitan tanto amor como límites, necesitan estar seguros del afecto de sus
cuidadores, pero también necesitan límites, reglas a seguir y sanciones cuando no cumplen las
reglas. En ocasiones, el término “disciplina”, genera incomodidad en los niños, niñas, jóvenes y
adolescentes y en los cuidadores, tiende a ser motivo de discusión en las familias, en ocasiones los
cuidadores terminan cediendo no por convicción, sino para evitar los problemas y surge una falta
de reconocimiento de la autoridad, que les hace cuestionarse todas las normas establecidas por los
adultos. La familia pierde protagonismo a favor del grupo de pares (amigos) y en muchas ocasiones
las decisiones y preferencias personales las sacrifican en función de lo que el grupo proponga.
Los estilos educativos parentales son un conjunto de actitudes hacia los hijos que les son
transmitidas y que en su totalidad crean un clima emocional en el cual se expresan las conductas de
los padres. Se proponen tres estilos educativos, en función del grado de control que los padres
ejercen sobre sus hijos: el estilo autoritario, el permisivo y el democrático.
Los padres que se manejan desde un estilo autoritario le dan una importancia mayor a la obediencia
de los hijos, limitan y circunscriben la autonomía. En cuanto a los hijos de padres con estilo educativo
autoritario, sus problemas se plantean a nivel emocional, escaso apoyo, consolidan en los chicos
una baja autoestima y una confianza en sí mismos deteriorada.
Los padres que funcionan desde el estilo permisivo se encuentran en el extremo opuesto al estilo
descripto anteriormente, no ejercen prácticamente ningún control y permiten el mayor grado de
autonomía. Los que ejercen el estilo democrático son padres que se encuentran a mitad de camino
34
entre los estilos mencionados anteriormente, intentan controlar el comportamiento de sus hijos,
funcionando desde la razón y el razonar con ellos y no desde la imposición o la fuerza.
Los padres que ejercen el estilo democrático tienen hijos con un mejor ajuste emocional y
comportamental. Son padres que estimulan la expresión de las necesidades de sus hijos, promueven
la responsabilidad y otorgan autonomía. El estilo democrático tiene un impacto muy positivo en el
desarrollo psicológico de los niños, manifiestan un estado emocional estable y alegre, una elevada
autoestima y autocontrol.
En la adolescencia estos niños tienden a mostrarse con una elevada autoestima y desarrollo moral
y social, además de un mejor rendimiento académico, menor conflictiva con sus padres y mayor
bienestar psicológico. Tienen un mayor interés por la educación, cuentan con un nivel de
satisfacción más alto, así como también mayor confianza para el afrontamiento de nuevas
situaciones y un mayor grado de independencia. Este estilo implica la combinación de tres
elementos: el afecto y la comunicación familiar; el fomento de la autonomía por parte de los
progenitores y el establecimiento de límites y la supervisión de la conducta.
Los padres con estilo democrático trasmiten afecto, brindan apoyo, promueven la comunicación,
establecen reglas a nivel familiar, procuran su cumplimiento utilizando el razonamiento inductivo
como forma de establecer disciplina, logran autonomía y cooperación en sus hijos.
35
Cuadro 3: Dimensiones teóricas del Involucramiento Parental. Fuente: Elaboración propia
Variable Involucramiento Parental
Dimensiones Monitoreo y Supervisión Parental Vínculo / Calidad Afectiva Establecimiento de normas y límites
Prácticas cotidianas de los padres, madres y adultos cuidadores al Muestras de apoyo y afecto explícito, instancias de Proveer pautas de comportamiento al interior de la familias y definición de
interior del grupo familiar destinadas a saber qué están haciendo los comunicación que promueven relaciones cariñosas y consecuencias ante su no cumplimiento. Uso de incentivos para promover
niños, niñas, jóvenes y adolescentes, dónde están y con quién. de confianza con los niños, niñas, jóvenes y conductas deseadas.
adolescentes al interior del grupo familiar.
Sub Dimensiones Supervisión de actividades que Instancias de comunicación Prácticas que Existencia de normas y límites claros Definición de incentivos y
Supervisión de actividades que un al interior del grupo familiar
realizan los niños, niñas, entre integrantes del grupo promueven consecuencias como forma de
realizan los niños, niñas, jóvenes y familiar vínculo al interior del regulación conductual
jóvenes y adolescentes
adolescentes fuera del hogar grupo familiar
dentro del hogar
Indicadores Padres, madres y adultos Padres, madres y adultos Padres, madres y adultos El grupo familiar se Padres, madres y adultos cuidadores Padres, madres y adultos cuidadores
cuidadores saben que lugares cuidadores saben qué cuidadores generan espacios reúne a compartir son capaces de transmitir a niños, utilizan refuerzos positivos ante
frecuentan programas de televisión miran de conversación, en el alguna comida al niñas, jóvenes y adolescentes sus cumplimiento de normas y
cotidiano, con los niños, niñas, menos una vez a la expectativas de manera clara y de comportamiento esperado
Padres, madres y adultos Padres, madres y adultos jóvenes y adolescentes semana establecer normas de
cuidadores evalúan si lugares que cuidadores saben qué comportamiento Padres, madres y adultos cuidadores
frecuentan son seguros o de riesgo. contenidos de internet visitan Padres, madres y adultos Padres, madres y asignan tareas o aplican otras
cuidadores utilizan lenguaje adultos cuidadores Padres, madres y adultos cuidadores consecuencias ante incumplimiento de
Padres, madres y adultos Padres, madres y adultos positivo centrado en la comparte tiempo de realizan un seguimiento de normas
cuidadores saben qué actividades cuidadores saben en qué resolución de problemas y ocio con los niños, cumplimiento de acuerdos y normas
realizan momento del día realizan sus manejo de emociones en niñas, jóvenes y establecidas
tareas escolares niños, niñas, jóvenes y adolescentes
Padres, madres y adultos Padres, madres y adultos cuidadores
adolescentes.
cuidadores saben qué hacen en el Padres, madres y adultos Existen aplican normas límites de manera
colegio cuidadores saben en qué Padres, madres y adultos demostraciones de consistente (ante cada
momento del día ayudan con cuidadores controlan factores afecto y cariño hacia incumplimiento o cumplimiento de la
Padres, madres y adultos las tareas del hogar
que podrían ser distractores los niños, niñas, regla)
cuidadores sabe con quién se
para la comunicación con jóvenes y
juntan
niños, niñas, jóvenes y adolescentes y entre
padres, madres y adultos adolescentes (televisión, integrantes del grupo
cuidadores conoce al grupo de celulares) familiar
amigos
36
3.7 Programas basados en evidencia:
Además, se definen criterios exhaustivos no solo para el diseño, sino también para su
implementación y evaluación, con un marco de acción definido que permite no solo implementar
programas con resultados positivos, sino que también programas que pueden ser evaluados de
forma permanente.
En cuanto a cómo debe ser diseñado e implementado un PBE, Fixsen (2015), propone ocho ejes
agrupados a su vez, en tres áreas: Competencias (procesos de selección, capacitación y
entrenamiento, y evaluación de desempeño/fidelidad en la implementación del modelo),
Organizacional (intervención de redes/sistemas, facilitación administrativa, y datos para el soporte
administrativo) y Liderazgo (técnico y adaptativo).
En cuanto al área de competencias, el programa se pensó para ser ejecutado por profesionales con
un perfil y experiencia específica, aspecto que debe primar en el proceso de reclutamiento y
selección. Otro punto importante es que, además de la realización de una capacitación inicial para
comenzar la implementación, las asesorías y acompañamientos de los desarrolladores del programa,
en este caso, SENDA, tendrán un carácter de entrenamiento constante, con evaluaciones y
monitoreos permanentes al cómo se implementa el programa para asegurar su fidelidad, es decir,
que se aplique tal cual fue diseñado.
Respecto al área organizacional, es central el rol del intersector, ya que, en relación a esta alianza,
se tomarán decisiones, se utilizarán los recursos disponibles y se focalizarán las poblaciones y grupos
con los cuales trabajará el programa. Serán un respaldo permanente en todas las fases de
implementación del programa, por lo que deben conocerlo a cabalidad y hablar el mismo lenguaje.
Finalmente, respecto a los liderazgos, es necesario contar con personas que faciliten y sustenten la
implementación, garantizando todos los puntos detallados con anterioridad en cada área y eje
37
definido, todo con el fin de lograr el resultado propuesto. Se requiere de una administración
vigilante, cuyo fin último sea garantizar el éxito del programa.
El éxito de una política depende del grado en el que se sean asumidas por los diversos
interlocutores sociales (FEMP, 2003; p.13). Sobre todo, en el componente 1, donde se
difundirá la oferta de parentalidad y se trabajará con el intersector, buscando instalar un
relato preventivo en torno al consumo de drogas en niños, niñas, jóvenes y adolescentes,
desde el enfoque de condiciones para la parentalidad y el involucramiento parental.
4. Los programas de prevención deben ser diseñados en función del grupo de edad, la etapa
evolutiva y los factores culturales y sociales (FEMP, 2003; p.13). El programa de parentalidad
38
en su diseño incorpora la teoría del desarrollo humano y el modelo ecológico, además del
concepto de Parentalidad Positiva y el enfoque de Condiciones para la Parentalidad, cuyo
centro es el individuo y las herramientas que le provee el entorno para ejercer parentalidad.
Por lo tanto, es coherente con este criterio, ya que la noción de sistemas, común a todos los
enfoques y teorías incorporadas en el diseño, incorpora el ciclo vital y el contexto en que se
desarrollan las personas.
39
IV. COMPONENTE 1
Este componente contempla, a grandes rasgos, dos hitos fundamentales: primero en el ámbito
intersectorial, generar instancias de reflexión y sensibilización en torno a la problemática del
consumo de alcohol y otras drogas, con foco en los niños, niñas, jóvenes y adolescentes y segundo,
la implementación del programa Parentalidad y sus tres componentes en organizaciones
comunitarias, empresas o escuelas y liceos. Por lo tanto, la focalización debe realizarse según
criterios que aseguren una implementación exitosa y sostenible.
40
4.1.1 Intersector:
A partir del trabajo que realizan las oficinas SENDA Previene en las comunas y su participación en
distintas instancias intersectoriales, es importante presentar esta oferta de prevención ambiental,
selectiva y universal con foco en familias que propone el programa de Parentalidad a las distintas
redes que se articulan con la oferta preventiva del programa.
Los hitos asociados a la implementación del componente en el ámbito intersectorial son los
siguientes:
Se propone como primera actividad una presentación del programa en distintas instancias de
trabajo intersectorial, territorial y en entidades que trabajen la problemática a nivel comunal2. El
objetivo es instalar un discurso preventivo en torno a la problemática del consumo de alcohol y
otras drogas, con énfasis en niños, niñas, jóvenes y adolescentes y del involucramiento parental; en
función de cómo influye en el desarrollo y protección de éstos y cuán determinante podría llegar a
ser su presencia en la prevención del consumo de alcohol y otras drogas en dicho grupo.
Para esto se recomienda instalar la temática en todas aquellas instancias intersectoriales donde
participe el SENDA Previene, afines al trabajo y los objetivos que se proponen mediante esta nueva
oferta de prevención universal, ambiental y selectiva y con ello, generar distintas instancias de
sensibilización en torno a la temática del consumo y del involucramiento parental como factor
protector.
Para este fin, se empleará material audiovisual educativo (videos), cuyo contenido hace referencia
a las características y consecuencias del consumo de alcohol y drogas a nivel biopsicosocial para
niños, niñas, jóvenes y adolescentes, la etapa de desarrollo, factores de riesgo y protectores frente
al consumo, condiciones parentales y al involucramiento parental.
2
Mesas educativas, Red de Infancia, Red Chile Crece Contigo, Red SENAME, entre otros.
41
Planificación de instancias comunales de sensibilización y promoción:
Por otra parte, se realizarán jornadas de reflexión con actores clave institucionales para, a través de
la sensibilización, facilitar el establecimiento de normativas para la promoción de la parentalidad y
el cuidado de niños, niñas, jóvenes y adolescentes. De igual modo, en el trabajo con la comunidad,
se trabajará con las organizaciones en promover la generación de normativas implícitas de cuidado
colectivo de niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
La focalización además requiere la firma de una carta de compromiso, la que, con su contenido y
suscripción por parte de un representante, establezca las actividades que se realizarán durante junio
a diciembre de 2019 según lineamientos del programa.
Las actividades que contempla el componente 1 en este ámbito, son las siguientes:
Presentación del programa a representantes de las distintas entidades focalizadas y firma de carta
de compromiso:
Al igual que para el ámbito intersectorial, se propone la presentación del programa a representantes
de la institución, empresa, escuela u organización focalizada, con el fin de dar a conocer los
objetivos, metodología y actividades asociadas a cada componente del programa de Parentalidad.
Además, se deben establecer las tareas y roles de cada representante, reforzando el carácter
facilitador de cada uno de éstos, para así asegurar una correcta implementación de los lineamientos
del programa. Se deben visualizar además los liderazgos al interior del espacio, para así capacitar al
actor clave institucional, que va a liderar la implementación del programa junto al o la profesional
de Parentalidad.
42
Finalmente, se requiere la firma de una carta de compromiso, en la cual cada representante de la
institución u organización focalizada se compromete a implementar el programa y cada una de las
actividades requeridas. Designando además a un actor/actriz clave para que sea capacitado como
Gestor/a Preventivo, quien junto al o la profesional del programa, llevarán a cabo todas las
actividades contempladas en el plan de prevención.
Planificación de actividades:
En este hito, deben contemplarse actividades que promuevan culturas preventivas al interior de
cada espacio, con el fin de generar reflexión, aprendizajes y cambios dentro de cada uno de éstos a
partir de cada componente del programa, lo que debe ser consignado en la construcción de un Plan
de Prevención.
Este plan constituye además una meta del componente n°2 del programa, relacionada con la
identificación y formación de actores clave. Tal como se mencionó anteriormente, una vez realizada
la focalización de la institución/organización donde se implementará el programa, se debe
identificar a un actor/actriz clave, quién será preparado y capacitado para acompañar la
implementación del programa junto con el/la profesional SENDA en el espacio focalizado. Una de
las metas definidas para el componente es el diseño de un plan de prevención, que contemple la
planificación de actividades para la implementación de los componentes 1 y 3.
En cuanto a las actividades relativas al componente N°3, a grandes rasgos, el actor clave se
encargará de reforzar el compromiso y monitorear la asistencia de padres, madres y adultos
cuidadores que asistirán a talleres de fortalecimiento de condiciones para la parentalidad del
componente, entre otras tareas.
43
4.2 Hitos críticos, plazos y verificadores asociados:
Intersector
Difusión de videos e Junio a Acta de entrega de material, minuta con
información en espacios Noviembre fotografías subida a SISPREV
comunales de alta
concurrencia
Planificación de instancias Junio a Minuta/acta de reunión, planificación de
comunales de noviembre actividad, lista de asistencia, fotografías
sensibilización y promoción subida a SISPREV
Presentación del programa Junio a Agosto - Minuta/acta de reunión
a representantes de las - Carta de compromiso subida a SISPREV
distintas entidades
focalizadas y firma de carta
de compromiso
Instituciones y
Planificación de actividades Junio a Agosto Plan de Prevención subido en SISPREV
organizaciones
de prevención ambiental,
focalizadas
universal y selectiva
relacionadas con cada
componente del programa
Difusión de videos e Junio a Carta de compromiso subida a SISPREV
información Noviembre
44
4.3 Criterios de Focalización:
Para el aseguramiento de la calidad del programa, es necesario contar con criterios que permitan
desarrollar un trabajo sostenible y cumplir los objetivos que contempla el diseño del programa.
SENDA (2019) propone cinco criterios de focalización para lograr una implementación exitosa y
sostenible de los programas preventivos:
- Evaluación de necesidades:
Se propone llevar a cabo un diagnóstico del territorio o espacio a intervenir, para así generar
propuestas acorde a sus necesidades y así priorizar y orientar el trabajo de forma objetiva,
optimizando recursos.
Otro aspecto importante para este primer diagnóstico es saber si existen estrategias preventivas
implementadas previamente: programas, protocolos, iniciativas, etc. Y finalmente, establecer las
características sociodemográficas de la comunidad.
45
Cuadro N°4: Preguntas que guían la evaluación de necesidades: (SENDA, 2019b; p.5)
46
- Evaluación de recursos: físicos, humanos, sociales
En cuanto a los recursos físicos, es necesario saber si cuentan con espacios para realizar las
actividades requeridas por cada componente del programa. Por ejemplo, sala de reuniones para la
realización de capacitaciones, charlas, encuentros, entre otros. Saber de antemano si existen o no
disponibilidad de espacios, permitirá tomar decisiones previas a la implementación para dar
solución a este tema en caso de que no existan los espacios adecuados para la implementación del
programa.
Cuadro N°5: Preguntas que guían la identificación de recursos (SENDA, 2019b; p.8):
47
- Evaluación de contexto
Evaluar el contexto nos permite conocer la cultura de quienes componen la organización, sus
características, costumbres, intereses, entre otros, lo que permitirá definir las mejores formas de
vinculación y relación al momento de desplegar iniciativas preventivas al interior de un grupo
determinado.
48
V. COMPONENTE 2
El/la profesional de parentalidad, junto a la coordinación comunal, en función del diagnóstico y del
conocimiento de la red y necesidades de la comuna, identificarán y formarán Gestores/as
Preventivos/as que faciliten la instalación y fortalezcan la prevención del consumo de alcohol y otras
drogas a nivel familiar. Para ello se necesita conformar una red de representantes del intersector,
quienes trabajarán en la promoción y difusión del programa y serán actores clave en el despliegue
de acciones que implica la instalación de éste mediante los componentes definidos para su
implementación.
En esta instancia, además, debe proyectarse el trabajo del Gestor/a Preventivo/a, con la
organización de actividades e iniciativas en la línea de la prevención universal, ambiental y selectiva
propuestas por el programa. Esto debe materializarse a partir de la conformación de un Plan
Preventivo, que debe contener lo descrito anteriormente.
49
Cuadro N°6: Propuesta de jornada de capacitación de actores/actrices clave
Marco teórico Programa Presentación de los distintos conceptos y enfoques que sustentan el programa. Los contenidos son los siguientes: 60 minutos
Parentalidad
-Modelos Ecológico y Modelo Determinantes de la Salud.
- Enfoque Condiciones de la Parentalidad, para entender cómo se configura el estilo parental y cuáles son los elementos
facilitadores y obstaculizadores de su práctica.
- Enfoque Involucramiento Parental para el fortalecimiento y desarrollo de habilidades y estrategias parentales efectivas
para la prevención del consumo.
Diseño Plan de Prevención En función de los contenidos entregados en los módulos anteriores, el objetivo es diseñar un plan de prevención que 90 minutos
contemple la planificación de actividades según componente, acorde a los niveles de prevención que se implementan en
el programa.
Se deben incluir además las reuniones de monitoreo (al menos dos) en las actividades planificadas para el componente
n°2.
Cierre Se propone dar un espacio para cerrar la jornada, en base a la forma en que ésta se desarrolló. Es decir, tomando en 30 minutos
cuenta los temas tratados, las consultas realizadas y reforzando la importancia y el rol del intersector en la
implementación y el éxito del programa.
50
5.1.3 Objetivos de la jornada:
El objetivo general es conformar una red de Gestores/as Preventivos/as, para que, por un lado,
instalen y fortalezcan un discurso preventivo en los espacios en los que se desenvuelven y, por otro,
sean facilitadores para la implementación de los componentes del programa.
Se espera que los roles sean definidos desde el grupo de gestores/as. El profesional del programa
debe liderar esta discusión y definición, velando por el cumplimiento de los objetivos del programa
y de cada componente.
Además, es importante que el actor/actriz clave sea profesional y/o funcionario/a de la institución
u organización focalizada.
51
En relación las bases teóricas del programa, se propone la presentación de evidencia en torno a
cómo influye el trabajo con la red intersectorial en el éxito de un programa, desde la mirada de
buenas prácticas.
Roles esperados:
Profesional de Parentalidad:
• A partir del diagnóstico de la problemática del consumo de alcohol y otras drogas en niños,
niñas, jóvenes y adolescentes y de los niveles de involucramiento parental a nivel comunal,
conformar grupo visualizando la implementación del componente 1 (Sensibilización y
entrega de información a padres, madres y adultos cuidadores) y componente 3
(Fortalecimiento de condiciones para la parentalidad)
• Entregar lineamientos y fundamentos teóricos del Programa de Parentalidad
• Generar un relato preventivo en el grupo
• Liderar proceso de definición de roles y responsabilidades de Gestores/as Preventivos/as
para la difusión de los lineamientos del programa
• Apoyar la construcción del Plan Preventivo
• Monitorear ejecución y compromisos del plan
Gestores/as Preventivos/as:
52
VI. COMPONENTE 3
El objetivo del componente es aumentar habilidades de los padres, madres y adultos cuidadores,
para la prevención del consumo de alcohol y otras drogas en Niños Niñas y Adolescentes de 9 a 14
años, a través del aumento del involucramiento parental.
La implementación del componente contempla distintas actividades, que deben ser estructuradas
de la siguiente manera:
Dado que la oferta del programa es transversal a los distintos espacios donde se implementa la
política pública de prevención del consumo de alcohol y otras drogas a nivel comunal, el/la
profesional de parentalidad en conjunto al actor/actriz clave, realizará la convocatoria a participar
de una actividad familiar de sensibilización, a padres, madres y adultos cuidadores con los niños,
niñas, jóvenes y adolescentes de 9 a 14 años a su cargo. Cabe destacar que las estrategias utilizadas
para promover la participación de la población objetivo deben estar a acorde a las características
del espacio focalizado (es decir, escuelas, liceos, territorios y espacios laborales).
En esta instancia se realizará una charla de sensibilización sobre el rol de los padres, madres y
adultos cuidadores en la prevención del consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas, jóvenes
y adolescentes y la importancia del involucramiento parental tanto para la prevención del consumo,
así como también en la construcción de vínculos, el fomento de la autoestima y el cuidado de los
niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
53
6.1.2 Aplicación instrumento de monitoreo y supervisión parental de Valenzuela (2006)3:
Posterior a la charla de sensibilización, se realizará una segunda invitación para participar y conocer
en mayor profundidad la temática de involucramiento parental. Para ello, previa autorización del
padres, madres y adultos cuidadores, se invitará a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes
asistentes a contestar la escala de monitoreo y supervisión parental de Valenzuela (2006) (Anexo
9.1).
Se debe explicitar que con esta aplicación se trabajará en la focalización de los padres, madres y
adultos cuidadores que, a partir de los resultados que arroje la escala, requieran fortalecer ciertos
aspectos del cuidado y crianza relacionados con la supervisión parental, la construcción de vínculos
y la instauración de normas y límites al interior del grupo familiar.
Además, se señalará que aquellos padres, madres y adultos cuidadores cuyos niños, niñas, jóvenes
y adolescentes adquieran resultados satisfactorios en la aplicación de la escala, seguirán siendo
parte de las distintas actividades de prevención del consumo de alcohol y otras drogas que se
realizarán en el espacio focalizado, en el marco de la implementación del programa.
Es crucial el rol del actor o actriz clave y del profesional de parentalidad en esta instancia, ya que lo
anterior debe comunicarse de forma positiva, propositiva y como una oportunidad tanto para
mejorar la relación con los niños, niñas, jóvenes y adolescentes a su cargo, así como también, para
fortalecer sus capacidades y adquirir herramientas para la crianza.
Para evaluar la implementación del programa y en específico, los contenidos entregados a los
padres, madres y adultos cuidadores focalizados en las actividades del componente 3, se trabajó en
la construcción de una escala de Autopercepción del nivel de involucramiento parental (Anexo 9.2),
la cual será aplicada a los padres, madres y adultos cuidadores focalizados.
Una vez conformado el o los grupos de padres, madres y adultos cuidadores, previo al comienzo de
la sesión 1 Ciclo Vital y Prevención del consumo de drogas, cada integrante del grupo responderá
esta escala, que contempla preguntas relacionadas con la comunicación y vínculos, supervisión,
normas y límites.
3
Dado que la aplicación será para niños, niñas, jóvenes y adolescentes entre 9 a 14 años, se recomienda que
el/la profesional de parentalidad asista junto a integrantes del equipo Previene, cuyo rol será de apoyo para
la instancia. Se recomienda no incidir en las respuestas de los y las participantes, pero si orientarles en caso
de que lo requieran.
54
6.1.4 Sesiones de Fortalecimiento de Condiciones para la Parentalidad:
En función de los resultados de la escala, se definirán los grupos de padres, madres y adultos
cuidadores con bajo involucramiento parental que asistirán, de forma voluntaria, al ciclo básico de
5 sesiones de talleres con foco en el fortalecimiento de condiciones para la parentalidad.
Cada sesión cuenta con una estructura, que contempla: presentación de la sesión, actividades
orientadas a la entrega de conocimientos y desarrollo de habilidades, elaboración y o trabajo para
el logro de un objetivo grupal y una entrega de una tarea para el entrenamiento de la habilidad en
casa. Además, el desempeño del profesional, en términos de mantenerse adherente al modelo de
intervención, será evaluado tanto por los asistentes, la coordinación comunal y el mismo
profesional. En otras instancias, el equipo regional de prevención y asesores/as nacionales del
programa también podrán llevar a cabo esta evaluación.
Por otra parte, tanto el profesional de parentalidad como el actor/actriz clave tendrán un rol
promotor de la participación y asistencia a los talleres, así como también del compromiso de los
padres, madres y adultos cuidadores, para el cumplimiento de los objetivos grupales e individuales
que se planteen en cada sesión.
Una vez finalizado el ciclo básico de talleres (5 sesiones), se convocará nuevamente a una actividad
familiar a la que deben asistir los padres, madres y adultos cuidadores focalizados junto a los niños,
niñas, jóvenes y adolescentes a su cargo. Se propone poner el foco en los contenidos trabajados
durante los talleres. Esta actividad deberá considerar en su planificación las características y
necesidades del o los grupos conformados al interior del espacio focalizado.
Por ejemplo, el facilitador puede invitar al grupo a referirse a lo que le llamó la atención, si han
hecho algún cambio en casa con sus niños, niñas, jóvenes y adolescentes, pueden en conjunto
revisar cada temática del taller y comentar sobre los aspectos que más les llamaron la atención. Se
sugiere también una actividad lúdica, de manera de entrar en confianza, por ejemplo, juego del
teléfono, con conceptos alusivos a las sesiones del taller.
55
El facilitador presentará en formato power point las conclusiones del taller por cada sesión. En la
medida que va presentando consultará a la audiencia qué recuerdan de esa sesión, con qué
conceptos están más familiarizados, los ayuda con algunos tipos, siempre propiciando la
participación de todos los participantes.
Otro objetivo central de la actividad será la aplicación post de la escala de Valenzuela y de la escala
de autopercepción del nivel de involucramiento parental, a fin de contar con indicadores que
permitan verificar el impacto de las sesiones en los participantes. Estas escalas deberán aplicarse
sólo a los padres, madres y adultos cuidadores que hayan asistido a la totalidad de las sesiones del
ciclo básico (5)
Con la segunda aplicación de la escala de Valenzuela (2006), aquellos niños, niñas, jóvenes y
adolescentes que no presenten cambios en los niveles de involucramiento definidos y esperados
según el diseño del programa (resultado igual o inferior a 4 puntos), requerirán que los padres,
madres y adultos cuidadores a su cargo continúen trabajando y fortaleciendo habilidades con el/la
profesional del programa.
El profesional de parentalidad junto al actor clave, al igual que en la primera focalización, deberán
trasmitir a todos los asistentes (no sólo a quienes no lograron aumentar su nivel de involucramiento
parental) que estas sesiones son una oportunidad de seguir fortaleciendo habilidades. Se requiere
convocar a todo el grupo, para así no hacer diferencias ni evidenciar los bajos resultados de algunos
padres, madres y adultos cuidadores. No obstante, se debe hacer énfasis en aquellos padres, madres
y adultos cuidadores cuyos hijos/a no aumentaron el puntaje en la aplicación de la escala de
monitoreo, promoviendo su asistencia a las dos sesiones de reforzamiento antes mencionadas.
56
• Aplicación de la Escala de Involucramiento Parental (Valenzuela, 2006) para definir quienes
participarán de los talleres formativos.
• Conformación de grupos de talleres, según características de desarrollo de los niños, niñas,
jóvenes y adolescentes y áreas de necesidad de los adultos cuidadores. Número de participantes
por taller será de 10 personas máximo y la meta por comuna son 40 padres, madres y adultos
cuidadores focalizados.
• Aplicación de Escala de Autopercepción a padres, madres y adultos cuidadores (pre)
• Realización del ciclo básico de 5 sesiones.
• Sesión de Cierre: Aplicación de la Escala de Involucramiento Parental (post) y Escala de
Autopercepción (post)
• Realización de 2 sesiones de reforzamiento
57
- Elaborar una claras y enfáticas dentro de la
meta grupal en familia respecto a este tipo de
relación a temas conductas.
abordados en el
taller - Para la temática de ciclo vital,
las orientaciones y actividades
van dirigidas a que los padres,
madres y adultos cuidadores
logren reconocer que todos
los niños, niñas, jóvenes y
adolescentes requieren
distintos cuidados,
dependiendo de la etapa del
ciclo vital en la que se
encuentran.
58
3 Comunicación y -Entregar - Proyección de video respecto - Proyección de
vínculo al información a las emociones en niños, material
interior de la sobre los niñas, jóvenes y adolescentes audiovisual
aspectos - Trabajo en duplas
familia y su dificultad para
centrales en la - Reflexión personal
comunicación reconocerlas y expresarlas
(motivada por
afectiva y
preguntas que
desarrollo de - Importancia de que los
inviten a reflexionar
vínculos padres, madres y adultos
sobre el tema)
cuidadores tengan
-Promover el herramientas para reconocer
desarrollo de
y contener emociones de los
habilidades para
una positiva niños, niñas, jóvenes y
vinculación entre adolescentes.
padres, madres y
adultos - Comunicación asertiva: la
cuidadores y expresión directa y oportuna
niños, niñas, de las ideas, sentimientos y
jóvenes y
necesidades personales, que
adolescentes
facilita el que predominen las
- Que el grupo relaciones favorables entre los
logre definir los miembros de la familia
recursos
necesario para el - Relaciones parentales
logro de meta
afectivas al interior de la
grupal
familia
59
niñas, jóvenes y inicio del consumo de alcohol
adolescentes y otras drogas.
- Que el grupo
logre definir
responsables y
plazos para el
logro de la meta
grupal
60
Cuadro N°8: Implementación de sesiones de reforzamiento de talleres componente N°3:
Sesiones Reforzamiento
N° de Temática Objetivos Contenidos y Actividades Metodología
Sesión
61
conflictos de manera
consensuada en la familia.
Se definen dos tipos de egresos: Técnicos y Administrativos. Para el caso del primero, refiere a la
finalización del ciclo básico de sesiones. En cuanto al segundo, refiere a un retiro voluntario o
inasistencias al ciclo básico. En específico, ante inasistencia a dos sesiones consecutivas del ciclo
básico o inasistencia a tres sesiones alternadas.
Ante inasistencias, el Gestor Preventivo/a será el encargado/a de conocer las razones y deberá
comunicarlas al/la profesional del programa. Al padre, madre y adulto cuidador que no asista a la
sesión se le dará la posibilidad de recuperarla, en la modalidad que sea acordada entre éste y el/la
profesional y éste último deberá adecuar la metodología de la sesión siempre entregando los
contenidos contemplados en el diseño.
62
6.5 Hitos críticos, plazos y verificadores asociados:
Parental
Conformación grupos de junio – octubre
• Ingreso a SISPREV
talleres 2019
• Pauta evaluación de sesiones contestada por
junio – el usuario, subidas a SISPREV
Realización de talleres noviembre • Pauta evaluación de sesiones contestada por
2019 el profesional a cargo del desarrollo del
taller, subidas a SISPREV
Evaluación de la intervención
/ aplicación post Escala julio –
• Aplicación post de escala e ingreso en
Involucramiento Parental y diciembre
SISPREV
Autor reporte de Nivel de 2019
Involucramiento Parental
63
VII. MONITOREO Y EVALUACIÓN DE LA INTERVENCIÓN:
Dentro de este marco resulta relevante señalar que los PBE son definidos como aquellos que hacen
uso objetivo, equilibrado y responsable de la investigación actual y de los mejores datos disponibles
para orientar las decisiones de políticas y prácticas, a fin de maximizar los resultados para sus
beneficiarios (Crime and Justice Institute, 2009). Estos se centran en enfoques que demuestran su
efectividad a través de la investigación empírica, en lugar de la anécdota o la experiencia profesional
por sí sola. Así mismo, implican una continua y crítica revisión de la literatura de investigación para
determinar qué información es creíble y qué políticas y prácticas serían más efectivas dada la mejor
evidencia disponible; así como un riguroso control de calidad.
De esta manera, considerando que los PBE buscan producir efectivamente beneficios a nivel social
e individual; lo que conlleva el uso de mediciones confiables y válidas de los componentes, ejes y
etapas de su implementación, así como la planificación de soportes efectivos y la evaluación su
progreso; el Programa de Parentalidad en su implementación, buscará replicar los mecanismos
propios de este tipo de programas.
Las intervenciones por lo general no se implementan de manera perfecta, dado que los ejecutores
del programa pueden en ocasiones no desarrollar todos los aspectos de la intervención y/o porque
algunos de los usuarios pueden no completar todas las fases de esta. Así, resulta necesario
identificar los elementos clave de la intervención que deben desarrollarse de manera adherente al
modelo y por tanto monitorearse permanentemente.
• Selección y entrenamiento. Este es un aspecto clave para lograr una implementación adherente
y que, por ende, conlleve resultados positivos para el beneficiario.
64
b) Desarrollar un sistema de entrenamiento en la entrega del servicio/programa. Se debe
establecer cuántas capacitaciones se requieren, quién realiza el entrenamiento, cuál es el
setting del entrenamiento inicial y del entrenamiento continuo (llamados semanales
individuales, reuniones mensuales grupales, grupo de pares)
a) Definir el contenido de cada sesión. Por ejemplo, una sesión de 90 minutos, dividida en
segmentos de 30 minutos de exposición, actividades prácticas y lectura breve de manuales.
b) Seleccionar el material necesario para cada sesión (ej. Juegos, actividades, lecturas, etc.)
c) Evaluar la compatibilidad de la intervención con programas existentes. Es importante ver la
compatibilidad de la intervención con otros programas, lo que implica establecer
coordinaciones con otras instituciones, conocer las características de las otras
intervenciones, dar a conocer las características de propio modelo y definir criterios de
complementariedad o exclusión.
• Entrega del programa. Es necesario definir las condiciones para la entrega del programa.
Dentro de este mismo marco, para asegurar la calidad del servicio resulta fundamental implementar
un sistema que permita asegurar la adherencia cercana a los elementos clave de la intervención. Se
debe en todo momento “tomar el pulso de la implementación” a través de mecanismos simples (lo
más fáciles posibles de aplicar) que permitan registrar cómo se está implementando cada tarea
clave. Así mismo es valioso contar con retroalimentación de los mismos participantes en torno a si
el profesional cumple o no (y de qué manera) con los pasos clave de la intervención.
65
a) Monitoreo de la selección y el entrenamiento. Recolectar y mantener la siguiente
información: (1) calificación del equipo de intervención/ profesión, grado académico,
experiencia en la temática, (2) información acerca del entrenamiento/ porcentaje de
profesionales que completa las etapas de entrenamiento en un periodo de tiempo, y (3)
información respecto al monitoreo y supervisión del equipo que provee la intervención.
• Checklist completado por el equipo que entrega el servicio. Al final de cada sesión,
profesional lo completa, consignando áreas y actividades cubiertas, así como nivel de
cumplimiento (completamente, parcialmente, no realizado); registrando además si hubo
desviaciones de la actividad planeada o barreras para implementar algunos de los pasos).
Puede ser en papel o un formato digital
• Checklist completado por los participantes. Mismo contenido que el que completa el
profesional, dejando espacio para información adicional u observaciones.
• Observación directa de sesiones. Se realiza un checklist para consignar el uso del material y
las actividades realizadas, conocimiento del profesional de la materia, relación establecida
con los participantes y su nivel de entusiasmo.
• Videograbación de las sesiones. Se usa mismo checklist anterior.
• Definir métodos para corregir desviaciones de las características claves de la intervención que
pudieran surgir. Este sistema debe contener los siguientes componentes.
66
eje o componente de la implementación. Esto con el propósito de planificar y brindar a los
ejecutores un soporte efectivo a la implementación y de evaluar el progreso de la intervención; lo
que impactará en la producción efectiva de beneficios a nivel social e individual para la población
atendida.
El punto de partida es identificar en base a la revisión de evidencia científica cuáles son los
elementos centrales para generar un cambio o impacto positivo en la situación actual de la
población objetivo.
Así, existe evidencia basada en resultados de programas con foco en familias y/o en parentalidad,
como una manera efectiva de generar contextos protectores y de cuidado para niños, niñas, jóvenes
y adolescentes. De igual forma, la evidencia en torno a parentalidad/prevención del consumo,
sistematizada en el Estudio para Diseño de un Programa de Parentalidad para SENDA (Trinergia,
2017) se concentra en el entorno familiar, señalando que la intervención con familias resulta eficaz
para prevenir y/o retrasar la edad de inicio del consumo de alcohol y otras drogas.
Otros resultados de programas con evidencia en torno a familia y prevención señalan un aumento
de la disposición por parte de los adultos a dialogar con los niños, niñas y adolescentes en torno al
consumo, mejor manejo de información sobre las drogas y sus consecuencias, mejor
vinculación/comunicación con sus hijos o niños/as a cargo, mejor definición de reglas, entre otras.
Todos aquellos aspectos constituyen factores protectores que minimizarían las posibilidades de
consumo y/o que retrasarían la edad de inicio
Así también, un análisis basado en el Noveno Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar en
Chile (SENDA, 2013) confirma la importancia de la familia como factor protector de los niños y
adolescentes, donde se concluyó que aquellos niños que tienen padres más involucrados presentan
menores posibilidades de consumir alcohol y marihuana en la adolescencia.
Respecto de este último punto, un estudio desarrollado por el sociólogo Eduardo Valenzuela (2006)
a población escolar, concluye que los alumnos que declaran padres completamente involucrados
alcanzan prevalencias de consumo de marihuana de alrededor de 5% en el último año, mientras que
los que reconocen padres pobremente involucrados pueden alcanzar prevalencias que fluctúan en
alrededor del 40%. En este marco, la atención, supervisión y control que los padres ejercen sobre
sus hijos/as no aparece asociada a un menoscabo de la relación filial, sino que a un mejoramiento
ostensible. De esta manera, el grado de involucramiento parental se asociada firmemente con la
calidad de la relación, es decir, mientras más involucrados aparecen los padres, mejor es la relación
declarada por sus hijos.
67
Facilitador altamente
adherente al modelo de
intervención
Padres conocen,
PMAC mejoran la
atienden y supervisan las No se inicia o se retarda
capacidad de
actividades que los hijos el inicio de consumo de
involucramiento
hacen y las relaciones alcohol y otras drogas
parental
que establecen
Para ello es esencial contar con profesionales calificados, lo que requiere de brindarles apoyo
continuo; tener un sistema de soporte a la implementación (plataforma con capacitaciones,
documentación, sistema para el registro de datos, entre otros); establecer un flujo de información
que permita la retroalimentación entre la práctica y la política y viceversa (entre los equipos y la
institución, entre los resultados y el logro de las metas).
68
7.2.3 Rol de cada profesional del sistema en la implementación del programa
- Garantizar que el profesional a cargo de la implementación del programa cuenta con las
competencias técnicas para desempeñar el rol.
- Realizar el seguimiento de la implementación del programa, resguardando el adecuado
cumplimiento de los procesos asociados al desarrollo de la intervención preventiva.
- Acompañar y asesorar técnicamente al profesional del Programa Parentalidad y al
coordinador de SENDA Previene, de acuerdo a las orientaciones del programa; resolviendo
inquietudes sobre la implementación o reforzando temáticas que el equipo comunal
requiera para optimizar dicha implementación.
- Elaborar reportes de retroalimentación a la labor realizada por el profesional de
parentalidad, detectando a tiempo nudos críticos e implementar planes de contingencia.
69
- Liderar el trabajo con grupo de pares (profesionales parentalidad) orientado a la
identificación de fortalezas y necesidades, así como a la resolución de problemas, en una
instancia de confianza y aprendizaje.
70
VIII. REFERENCIAS:
- Burkhart, Gregor. (2011). Environmental drug prevention in the EU. Why is it so unpopular?
Adicciones, 2011. Vol. 23 Núm. 2. 87-100.
http://www.prevencionbasadaenlaevidencia.com/uploads/PDF/RP_Prevencion_ambiental
_drogas_Burkhart.pdf (visitado en abril de 2019).
- Cabriole, M., Sanhueza L., Vázquez, M., et al. (2016). Modelo de Evaluación de Condiciones
para la Parentalidad. Temuco. Chile.
- Consejería de Familia y Asuntos Sociales (2010): Cómo resolver los Conflictos Familiares.
Dirección General de Familia. España. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM007211.pdf
(visitado en Abril, 2019)
- Crime and Justice Institute (2009). Implementing Evidence-Based Policy and Practice in
Community Corrections, Second Edition. Washington D.C. National Institute of
Corrections.
- Fixsen, D., Naoom, S., Blase, K., Friedman, R., y Wallace, F. (2005). Implementation
Research: A Synthesis of the Literature. Tampa, FL: University of South Florida, Louis de la
Parte Florida Mental Health Institute.
71
- Ministerio de Sanidad y Política Nacional (2009: Programa Guía para el Desarrollo de
Competencias Emocionales, Educativas y Parentales. Madrid. https://familiasenred.es/wp-
content/uploads/2018/03/Programa-guia-para-el-desarrollo-de-competencias-
emocionales-educativas-y-parentales.pdf (visitado en mayo de 2019)
- Organización de los Estados Americanos. (2013). El problema de las drogas en las Américas:
Capítulo 2: Drogas y salud pública. Washington.
http://www.cicad.oas.org/drogas/elinforme/informeDrogas2013/drugsPublicHealth_ESP.
pdf (visitado en abril de 2019).
- Plan Regional sobre Drogas. (2010). Guía de buenas prácticas y calidad en la Prevención de
Drogodependencias en la comunidad autónoma de la Región de Murcia. Capítulo 1:
Prevención de drogodependencias y de los problemas asociados al uso de drogas:
conceptos básicos y base en la evidencia de efectividad (27-58). España.
http://www.prevencionbasadaenlaevidencia.net/uploads/PDF/EG_Buenaspracticaspreven
cion_Murcia.pdf
- Rodrigo, M.J., Cabrera, E., Martin, J., & Máiquez, M. (2009). Las Competencias Parentales
en Contextos de Riesgo Psicosocial. Intervención Psicosocial, vol. 18, N°2. 113-120.
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592009000200003
(visitado en abril de 2019).
72
- Rodrigo, M., Maiquez, M., & Martin, J. (2010). Parentalidad Positiva y Políticas Locales de
Apoyo a las Familias. Madrid, España. Federación Española de Municipios y Provincias.
https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/docs/folletoParentalidad.pdf (visitado en
abril de 2019).
Sitios Web:
73
IX. ANEXOS
1 Después de que sales del colegio o Nunca o casi nunca A veces no saben Siempre o casi
durante los fines de semana saben dónde estoy siempre saben
¿cuántas veces ocurre que tu dónde estoy
madre, padre o apoderado no
saben dónde estás? Ya sea por un
período de una hora o más
2 En general ¿Alguno de tus padres o Si No
apoderados/as se fija o conoce los
programas que ves en televisión o
las páginas de internet que visitas?
3 ¿Cuán atentos están tus padres o Mucho Bastante Poco Nada
apoderados (o alguno de ellos)
respecto de lo que haces en el
colegio?
4 En una semana normal ¿Cuántos Ningún 1 2 3 4 5 6 días Todos
días se sientan a comer juntos, tú y día día días días días días los días
tus padres o apoderados/as (o
algunos de ellos), en la misma
mesa?, ya sea para desayunar,
almorzar, tomar once o cenar.
(MARCA SOLO UNA OPCIÓN)
5 Durante los fines de semana ¿tus Si No
padres o apoderados (o alguno de
ellos) controlan a qué hora llegas a
tu casa en la noche?
6 Cuando sales de la casa en las Si No
tardes o en los fines de semana,
¿tus padres o apoderados (o
alguno de ellos) te preguntan y/o
esperan que tú les digas a dónde
vas?
7 En general, ¿cuánto crees que tus Bastante Más o menos Poco
padres o apoderados/as (¿o
algunos de ellos conocen a tus
amigos más cercanos?
74
9.2 Escala de Autopercepción del Involucramiento Parental
Instrumento para Padres, Madres y Adultos Cuidadores del Programa de Parentalidad de SENDA
El Servicio Nacional para la Prevención está implementando una nueva línea de trabajo con foco en las familias,
con el fin de conocer las habilidades y herramientas con las cuales las madres, padres y/o adultos/as
cuidadores/as se relacionan con los niños, niñas y adolescentes en la vida diaria.
A continuación, vas a leer algunas frases, agrupadas en distintas categorías (u ordenadas en distintos grupos).
Marca con una cruz (X) la casilla que más se acerca a lo que verdaderamente piensas sobre la relación con el
niño, niña o adolescente que tienes a cargo. No hay respuestas buenas ni malas.
La encuesta es autoaplicada y la contesta el cuidador o cuidadora del niño, niña y/o adolescente.
En caso de dudas, consultarlas con el/la Profesional que esté dirigiendo la aplicación de la encuesta.
75
Humanidades (Sistema Antiguo)
Educación Media Científico Humanista
Técnica Comercial, Industrial o Normalista (Sistema Antiguo)
Educación Media Técnico Profesional
Técnico de Nivel Superior
Profesional
Postítulo
Magister
Doctorado
No sabe
6. La semana pasada
¿trabajó al menos una
hora, sin considerar los Si
quehaceres del hogar? No
Algunas veces
Pocas veces
A menudo
Siempre
Nunca
76
14. Dedico tiempo a hablar con mi hijo/a
15. Aprovecho cualquier oportunidad para criticar a mi hijo/a
16. Estoy contento de tenerlo/a como hijo/a
17. Me gustaría que mi hijo/a fuera diferente
18. Le manifiesto mi afecto con detalles que le gustan
19. Puede contar conmigo cuando me necesita
20. Le entrego confianza para que me cuente sus cosas
9.
Algunas veces
Pocas veces
A menudo
Siempre
Nunca
1. Tengo en cuenta las circunstancias antes de castigarlo/a
2. Intento controlar su vida en todo momento
3. Le digo sí a todo lo que me pide
4. Le digo que en casa mando yo
5. Si me desobedece, no pasa nada
6. Antes de castigar a mi hijo/a, escucho sus razones
7. Le doy libertad total para que haga lo que quiera
8. Le explico lo importante que son las normas para la convivencia
9. Le impongo castigos muy duros para que no vuelva a desobedecer
10. Llorando y enojándose, consigue siempre lo que quiere
11. Le explico las razones por las que debe cumplir las normas
12. Le exijo que cumpla las normas, aunque no las entienda
13. Con tal de no discutir, no hago nada si no cumple las normas
14. Le explico muy claro lo que se debe y no se debe hacer
15. Por encima de todo mi hijo/a tiene que hacer lo que yo digo, pase lo que
pase
16. Me da igual que obedezca o desobedezca
17. Razono y acuerdo las normas con mi hijo/a
18. Le exijo respeto absoluto a la autoridad
19. Le explico las consecuencias de no cumplir las normas
20. Le digo que los padres siempre tenemos la razón
21. Dejo que haga lo que le gusta en todo momento
22. Si alguna vez me equivoco con mi hijo/a, lo reconozco
23. Le trato como si fuera un/una niño/a pequeño/a
24. Con tal que sea feliz, le dejo hacer lo que quiera
25. No me gusta que salga a la calle por temor a que le pase algo
26. Lo animo a que haga las cosas por sí mismo/a
27. Lo agobio porque siempre estoy pendiente de él/ella
28. A medida que se hace mayor, le doy más responsabilidades.
77
10.
Sabe mucho
No lo sabe
Sabe poco
Sabe todo
1. Sabes con quién se junta tu hijo/a
2. Sabe qué hace tu hijo/a en su tiempo libre
3. Sabes cómo tu hijo/a gasta su dinero
4. Sabes dónde va tu hijo/a después del colegio
5. Sabes dónde está tu hijo/a cuando sale el fin de semana
6. Sabes si tu hijo/a tiene problemas en el colegio
Algunas veces
A menudo
Siempre
Nunca
7. ¿Le dices a tu hijo/a a qué hora tiene que estar en casa en las noches
cuando tiene que ir al colegio al día siguiente?
8. Le dices a tu hijo/a a qué hora tiene que volver a la casa en las noches de
fin de semana
9. Si tu hijo/a no regresara a casa a la hora establecida, ¿lo sabrías?
10. Si no estás en casa y tu hijo/a sale de la casa, ¿te avisa de alguna manera
dónde va?
11. Cuando no está en casa, ¿sabe tu hijo/a cómo ponerse en contacto
contigo?
11. A continuación, le preguntamos por la cercanía que usted percibe tiene con el niño, niña o adolescente.
Por cercanía se entiende al involucramiento que tiene el padre, madre o adulto cuidador con el niño, niña o
adolescente, el cual se expresa a través del monitoreo, instrucción, apoyo, afecto y comunicación.
a. En una escala de 1 a 10, donde 1 es nada cercano y 10 es muy cercano, dónde se percibe usted
que se ubica respecto a su relación con su hijo o hija.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
78
9.3 Formato Plan de Prevención componente N°3.
INTEGRANTES
79
PLAN DE PREVENCIÓN GESTORES PREVENTIVOS
PROGRAMA PARENTALIDAD
SENDA 2019
COMPONENTE 1: SENSIBILIZACIÓN
PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES
Resultado
Actividad Público objetivo Fecha planificada Responsables Recursos Supuestos
Esperado
80
9.4 Pautas de Monitoreo a la Implementación
TALLER PARENTALIDAD
Fecha de sesión
Profesional a cargo del taller
Evaluador
Número y nombre de la sesión
Grabación de la sesión Sí No
Evaluación presencial Sí No
Instrucciones: Registre en los siguientes recuadros la información requerida para la evaluación el desempeño
del facilitador durante la sesión. Por favor chequee si el profesional logró desarrollas las condiciones,
habilidades o competencias señaladas a continuación. Marque “L” para logrado, “P/L” para parcialmente
logrado o “N/L” para no logrado.
81
Habilidad / Competencia Esperada L P/L N/L Observaciones
6. El profesional fue asertivo al plantear sus ideas,
puntos de vista y recomendaciones
7. El profesional solicitó la opinión de los participantes
durante el desarrollo de la sesión
8. El profesional empleó la escucha activa con cada uno
de los asistentes a la sesión
82
18. El profesional reforzó interacciones de empatía y
comprensión entre los miembros del grupo
19. El profesional animó a los participantes a apoyarse
unos a otros, relevando la cooperación como un
recurso del grupo para conseguir sus objetivos
20. El profesional destacó experiencias similares o
comunes entre los participantes del taller
83
9.4.2 Formulario de Autoevaluación Profesional:
FORMULARIO DE AUTOEVALUACIÓN
TALLER PARENTALIDAD
Fecha de sesión
Profesional a cargo del taller
Evaluador
Número y nombre de la sesión
Instrucciones: El profesional a cargo de la realización del taller registrará en los siguientes recuadros
la información requerida para la autoevaluación de la sesión. Por favor chequee si las siguientes
acciones se cumplieron.
84
9.4.2 Formulario de evaluación asistentes:
TALLER PARENTALIDAD
Fecha de sesión
Profesional a cargo del taller
Número y nombre de la sesión
Instrucciones: El/la adulto/a participante del taller registrará en los siguientes recuadros la información que
se requiere para monitorear que la sesión se aplicó como fue diseñada. Por favor chequee si las siguientes
condiciones se lograron (L), se lograron parcialmente(P/L) o no se lograron (N/L).
85
9.4.1 Formato de acta de reunión:
FECHA: _____/_____/_____
Realizada de manera:
Presencial ☐
Telefónica ☐
Video Conferencia ☐
ASISTENTES A LA REUNIÓN (Reunión debiese ser liderada por profesional de parentalidad nacional
o profesional de prevención regional, y contar con la participación de coordinador SENDA Previene
y del profesional de parentalidad)
1.
2.
3.
4.
PRINCIPALES TEMAS TRATADOS (En este apartado se deben analizar avances en la implementación,
barreras y/o nudos críticos)
86
PRINCIPALES ACUERDOS (Consignar medidas a tomar, responsables de las tareas comprometidas,
plazos y formas de verificación)
87
9.4.5 Pauta de trabajo grupo de pares:
Causas de la situación problema. En este apartado el profesional señala las que a su juicio serían
las causas del problemas o elementos que estarían incidiendo (ej. poca experiencia del facilitador
en trabajo con grupos de adultos, las sesiones son interrumpidas constantemente por personas
que transitan por el lugar en donde se realiza el taller, etc.)
Recursos del profesional y del sistema para resolver el problema. Se debe consignar los recursos
con los que cuenta el profesional a nivel individual (ya sean capacidades, habilidades y
experiencia) y a nivel del sistema (apoyo de otros profesionales de previene, apoyos de actores
clave de la red, recursos financieros, etc.) para abordar la situación problema.
88
Soluciones intentadas. Se debe detallar qué medidas o acciones se han tomado para resolver el
problema, consignando su nivel de impacto (ej. Se solicitó apoyo al director de la Escuela N°1 para
conseguir una sala para hacer el taller, no obstante, no había ninguna disponible en el horario en
que habitualmente se realizan las sesiones).
Solicitud de ayuda al grupo. El profesional debe esforzarse por ser lo más específico en la solicitud
al grupo de compañeros (ej. Necesito conocer algunas estrategias para aumentar la motivación y
participación de los cuidadores en los talleres).
Orientaciones por parte del grupo. Este apartado se llena en el momento de la actividad grupo de
pares.
89