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ORIGEN DE LAS RUNAS

El legado de Odín
Se cree que las Runas son el legado del dios Odín, quien, a través de su pasión, su sacrificio, obtuvo las Runas
que dejó a la humanidad.
La sabiduría de Odín es fruto del conocimiento, la magia y la poesía, como un todo. Es conocedor de los
misterios de los nueve mundos y de sus orígenes, pero también del destino de cada uno de los hombres, de
su propio destino y el del universo.
Odín, cuyo nombre significa viento y espíritu, es la divinidad principal en el panteón de los dioses nórdicos,
el cabeza de familia y líder de los demás dioses.
Él logró deshacer los planes del dios Loki de llevar a cabo el Ragnarok (ocaso de los dioses, del cual
hablaremos en la próxima entrega), por lo que consiguió el respeto de los demás dioses y un lugar similar al
de Zeus en el Olimpo Griego.
Era un anciano fuerte de barba blanca, llevaba dos cuervos sobre sus hombros (Hugin y Munin: pensamiento
y memoria) que vigilaban el mundo cada mañana para informarle de cuanto ocurría. El dios montaba en su
caballo de ocho patas Sleipnir, nombre que se traduce como resbaladizo. Este extraordinario animal
simbolizaba los vientos y era capaz de ir velozmente de un extremo al otro del horizonte. Además, Odín
llevaba consigo una poderosa lanza llamada Gungnir, que jamás fallaba, y, desde su trono, podía observar el
mundo entero.
Odín adquirió la sabiduría a cambio de uno de sus ojos y, de acuerdo a la leyenda, a través de su pasión, su
sacrificio transformador, obtuvo las Runas que dejó a la humanidad.
Llevó a cabo un ritual de autosacrificio, que nos recuerda el arquetipo del Colgado del Tarot. En este caso,
primero hirió su cuerpo con la punta de su propia lanza y acto seguido se ató de un pie a Yggdrasill, el fresno
sagrado. Durante nueve días y nueve noches permaneció colgado sin comer ni beber, contemplando las
inconmensurables profundidades de Niflheim, sumergido en profundos pensamientos. Concluido ese lapso,
fue capaz de adentrarse en las mismísimas entrañas del ser, donde vislumbró los caracteres rúnicos. Con un
grito desgarrador llegó hasta el fondo y se apoderó de ellos. Con el esfuerzo, Odín perdió el conocimiento,
pero logró atrapar las Runas y ellas fueron su legado para el mundo. Conocedor de estas verdades, talló runas
mágicas sobre su lanza Gungnir, sobre la dentadura de su caballo Sleipnir, y sobre otras incontables cosas
animadas e inanimadas. Su objetivo era dejar esta sabiduría a los mortales y a los demás dioses.

Significado de la palabra “Runa”


La palabra Runa proviene de la raíz protogermánica que en principio significaba "rugir", y luego a través de
otras lenguas, tomó distintos significados y evolucionó semánticamente primero, a través del nórdico antiguo
"run" (escritura secreta). También existe la antigua palabra inglesa roun que significa "misterio, consejo". El
vocablo gótico runa puede traducir el latino misterium "misterio, secreto" y se asocia con secreto o susurro.
Vemos la evolución del vocablo del inglés antiguo "roun" y "rowan" al Germánico "runen". Todas estas
palabras nos dan en común el sentido de "secreto susurrado al oído". Por último, probablemente la palabra
runa tenga la misma etimología que la palabra alemana raunen, que quiere decir "adivinar". En general, runa
se traduce como susurro o secreto. En nuestro idioma la palabra runrún es sinónimo de rumor, murmullo o
cuchicheo y bien puede originarse en ese vocablo.

El "alfabeto" rúnico o Futhark


Muchas personas creen que se denomina "runas" a las piedras con las inscripciones. Pero, en realidad, las
runas son los signos en sí mismos. Tampoco son un simple alfabeto. Las runas expresan ideas y conceptos
complejos. Ellas aluden a deidades e invocan sus poderes, cualidades y propiedades. Si bien es cierto que en
sus inicios tenían una finalidad puramente mágica, con el tiempo se convirtieron en un alfabeto en el sentido
estricto de la palabra.

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La estructura de un alfabeto como tal, conocido como Futhark Antiguo llamado así por la fonética de las
primeras seis letras que lo componen:
El Futhark Antiguo se divide en tres Aetir, que son grupos de 8 runas cada uno, que representan las fuerzas
más poderosas de manifestación:

Primer Aetir: corresponde a la diosa Freyja; lo femenino, la infancia. Runa inicial Fehu, está asociado a una
posición femenina y matriarcal.
Segundo Aetir: del dios Heimdall (la naturaleza y la adolescencia) inicia con la runa Hagalaz cuyo dios es
Heimdall por lo tanto es el puente entre los dioses y los hombres, su posición es neutral y más mundana.
Tercer Aetir: comienza con la runa Teiwaz asociada a Tyr, dios de la guerra, su valor es masculino y patriarcal
y corresponde a la edad adulta.

Así, el Futhark consta de 24 signos a los cuales se agregó posteriormente una "runa en blanco", sin inscripción
alguna, que se incluye al final. Hoy en día existen varias versiones de runas que responden a distintos períodos
históricos. El Futhark antiguo más la llamada runa en blanco, totaliza 25 runas. Cada signo posee un nombre
y representa un contenido simbólico cuyo significado iremos explicando.
Las Runas antiguas eran elaboradas en fragmentos de madera o en piedrecitas o cantos rodados, en los cuales
se inscribía (grabado o pintado) cada signo oracular. Actualmente se hacen de cerámica, hay cartas rúnicas
comerciales y se pueden ver grabadas sobre piedras de cuarzo e incluso en plástico.
No debe preocuparnos si los nombres de las runas son disímiles en las diversas fuentes que se consulte. Las
diferencias se producen de acuerdo a la etapa histórica a que pertenezca la referencia y de acuerdo al dialecto
de la región de origen.

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