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MENSAJES YO Y MENSAJES TU
El expresar lo que se piensa y siente es un derecho natural y se es libre de hacerlo cuando se hace
de forma asertiva y no agresiva, de forma directa, clara y firme, tomando en cuenta y sin esperar
que el otro u otros la acepten o estén de acuerdo. La comunicación asertiva no solo fortalece las
relaciones interpersonales al reducir el conflicto que se genera durante una discusión fuera de tono;
sino, además permite respetar las necesidades y derechos de ambos. Tener una dinámica de
comunicación asertiva mantiene los límites interpersonales en el lugar que deben estar al permitir
expresar lo que se piensa y siente, mientras se mantiene el respeto.
MENSAJES TU
Muchas veces, tenemos dinámicas de comunicación hostiles y agresivas, poco asertivas, con las
que estamos acostumbrados a interactuar con nuestros seres queridos, amistades, compañeros de
trabajo, etc. En muchas ocasiones, estas dinámicas se dan de manera automática, en otras,
suceden de manera intencionada para hacer daño o para descargar el enojo que tenemos. Este tipo
de mensajes son los mensajes Tu, que tienen que ver con lo que el otro hace.
Mensajes Tu con los que emitimos juicios de valor hacia la persona: “No seas mentiroso”, “Qué
tonto eres”, “Eres un huevón”.
Mensajes Tu generalizadores: “Siempre quedas mal”, “Nunca me apoyas”, “Todo lo que haces está
mal”, “Siempre estás igual”, “Nunca me escuchas”.
Mensajes Tu con los que culpamos a otros: “Por tu culpa perdí el avión”, “Me has puesto enojada”.
Mensajes Tu que exigen o expresan expectativas: “Deberías haberme avisado antes, eres un
desgraciado”, “Deberías haber hecho esto…”, “No deberías haber hecho aquello…”
Mensajes Tu con ironías: “¿No tienes teléfono para llamar?”, “¿Acaso eres manco?”
Las consecuencias de este tipo de mensajes son actitudes defensivas, malestar, resistencia,
empeoramiento del enojo, más discusiones, aumento de la tensión, etc. Con estos mensajes
usualmente se libera una carga emocional acumulada y no ayudan a resolver el problema, por el
contrario, lo agravan.
COMUNICACIÓN ASERTIVA
El mensaje Yo es aquel que se envía en primera persona (pronombre yo). Al hablar desde el Yo,
estamos expresando a la otra persona que aquello que expresamos es nuestro: mi opinión, mis
sentimientos, mis deseos, mis preferencias. Con los mensajes Yo, dejamos claro al otro que no lo
estamos culpando por lo que pensamos, sentimos, necesitamos o deseamos, pero de una forma
honesta y respetuosa hacemos saber nuestro desacuerdo o diferencia. Por el contrario, con los
mensajes Tu, entregamos el empoderamiento de nuestra opinión, sentimiento, necesidad o derecho
al otro (“Tú me haces sentir”, “tu no dejas que yo…”, etc.). En los mensajes Yo, describo lo que
hace el otro, expreso lo que siento, explico porque me siento así, propongo lo que deseo o necesito
y por último (opcional) se agradece la atención o motivación por cambiar.
Se construyen guiones utilizando la fórmula de los mensajes Yo del sistema DEPPA.
1) D = Describir la conducta del otro. “Cuando veo que llegas a casa y te tiras en el sofá sin tener
en cuenta mi trabajo…” (describe lo que hace el otro)
2) E = Expresar lo que siente de forma serena y positiva. “…siento que no respetas mi esfuerzo y
me enoja…” (expresa lo que siente).
3) P = Explica el por qué no estás de acuerdo, te molesta, incomoda lo que hace. “…porque me he
pasado la mañana limpiando y estoy cansada…” (explica porque le molesta)
4) P = Pedir o solicitar un cambio. “Me gustaría (necesito, deseo, etc.) que antes de tirarte en el
sofá, me preguntases si necesito ayuda en algo”. (propone)
5) A = Agradecer la atención y la intención de cambiar. “Agradezco que puedas tomarlo en cuenta”.
(agradece)
EJEMPLOS:
Ella: “En cuanto llegas a casa, sólo sabes tirarte en el sillón y no hacer nada (acusa). Me paso el día
limpiando para que tú vengas a desordenar todo (acusa), no me entiendes y no se puede hablar
contigo”
Efecto: Que el otro se ponga a la defensiva, también acuse para defenderse y no se entiendan.
Él: “Yo estoy muy cansado y me paso el día trabajando para que tú puedas comer (acusa), necesito
descansar y parece que te molesta (acusa), te pasas el día histérica y contigo es imposible hablar”.
Mensajes Yo: Me centro en mí, en los efectos del comportamiento del otro. Describo sin
descalificar, expreso lo que siento y lo que me gustaría.
Ella: “Me he pasado la mañana limpiando y cuando veo que llegas a casa y te tiras en el sofá sin
tener en cuenta mi trabajo (describe lo que hace el otro), siento que no respetas mi esfuerzo y me
enoja (expresa lo que siente). Me gustaría que antes de tirarte al sillón me preguntases si necesito
ayuda en algo (propone), gracias por tomarlo en cuenta (agradece)”.
Efecto: El otro entiende, no se siente acusado y se puede iniciar una conversación para llegar a
acuerdos.
Él: “Entiendo que estés cansada, pero no creas que no valoro tu trabajo (describe). Yo también
estoy cansado y necesito descansar cuando llego a casa (expresa lo que siente). ¿Qué te parece si
descanso un rato y luego te ayudo con lo que necesites? (propone)”.
Esta interacción demuestra dos formas muy distintas de expresar lo mismo, pero con resultados
muy diferentes. Intenta seguir estas pautas y verás cómo eres capaz de expresar todo aquello que
necesites sin provocar una reacción agresiva o dolorosa en la otra persona.