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¿CÓMO EXPRESAR DESEOS, OPINIONES, DECIR QUE NO, DEFENDER DERECHOS,

INCONFORMIDAD O DESAGRADO DE MANERA ASERTIVA?

MENSAJES YO Y MENSAJES TU

El expresar lo que se piensa y siente es un derecho natural y se es libre de hacerlo cuando se hace
de forma asertiva y no agresiva, de forma directa, clara y firme, tomando en cuenta y sin esperar
que el otro u otros la acepten o estén de acuerdo. La comunicación asertiva no solo fortalece las
relaciones interpersonales al reducir el conflicto que se genera durante una discusión fuera de tono;
sino, además permite respetar las necesidades y derechos de ambos. Tener una dinámica de
comunicación asertiva mantiene los límites interpersonales en el lugar que deben estar al permitir
expresar lo que se piensa y siente, mientras se mantiene el respeto.

MENSAJES TU

Muchas veces, tenemos dinámicas de comunicación hostiles y agresivas, poco asertivas, con las
que estamos acostumbrados a interactuar con nuestros seres queridos, amistades, compañeros de
trabajo, etc. En muchas ocasiones, estas dinámicas se dan de manera automática, en otras,
suceden de manera intencionada para hacer daño o para descargar el enojo que tenemos. Este tipo
de mensajes son los mensajes Tu, que tienen que ver con lo que el otro hace.

Mensajes Tu con los que emitimos juicios de valor hacia la persona: “No seas mentiroso”, “Qué
tonto eres”, “Eres un huevón”.

Mensajes Tu generalizadores: “Siempre quedas mal”, “Nunca me apoyas”, “Todo lo que haces está
mal”, “Siempre estás igual”, “Nunca me escuchas”.

Mensajes Tu con los que culpamos a otros: “Por tu culpa perdí el avión”, “Me has puesto enojada”.

Mensajes Tu que exigen o expresan expectativas: “Deberías haberme avisado antes, eres un
desgraciado”, “Deberías haber hecho esto…”, “No deberías haber hecho aquello…”

Mensajes Tu con ironías: “¿No tienes teléfono para llamar?”, “¿Acaso eres manco?”

Las consecuencias de este tipo de mensajes son actitudes defensivas, malestar, resistencia,
empeoramiento del enojo, más discusiones, aumento de la tensión, etc. Con estos mensajes
usualmente se libera una carga emocional acumulada y no ayudan a resolver el problema, por el
contrario, lo agravan.
COMUNICACIÓN ASERTIVA

¿Qué es la asertividad? La asertividad es un estilo de comunicación que requiere de una forma


directa, sincera y honesta de expresar derechos, necesidades, opiniones e ideas, al mismo tiempo
que se toma en cuenta los derechos, necesidades y deseos del otro. Cuando nos comunicamos de
forma asertiva nos sentimos seguros de sí mismos y empoderados, ya que nuestro punto de vista es
manifestado de manera empática, firme y justa.

Existen tres maneras de responder ante las situaciones:

o Respuesta pasiva: no hacer nada, agachar la cabeza y ceder, ya que no queremos


incomodar a la otra persona, no queremos causar conflicto o no queremos la crítica por parte
de otros; esto nos lleva a la evitación. Este tipo de respuesta invade nuestros límites, no
defendemos nuestros derechos o necesidades y usualmente conlleva a que los demás
decidan por uno mismo y pasen por alto la propia opinión.
o Respuesta agresiva: esta respuesta viene de la rabia y de la necesidad de ganar la lucha
de poder que se ha establecido de un modo agresivo, con malas palabras, malos gestos,
siendo irrespetuosos con la persona con la que nos estamos relacionando. Con este tipo de
respuesta estamos defendiendo nuestros límites, derechos y necesidades, pero desde el
enojo y desde un plano prepotente, lo que hace perder la perspectiva y toma en cuenta solo
lo que duele o interesa a uno mismo, pero irrespetando y no tomando en cuenta al otro, no
somos capaces de ser objetivos y no respetamos las ideas de los demás.
o Respuesta asertiva: se defienden derechos, ideas, opiniones respetando a los demás, con
empatía, pero al mismo tiempo haciendo valer los intereses y pensamientos propios. Es una
forma de expresión consciente, congruente y equilibrada, cuya finalidad es comunicar
nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros derechos legítimos sin la intención de
herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la
emocionalidad limitante típica de la ansiedad, culpa o rabia.

LOS MENSAJES YO:

El mensaje Yo es aquel que se envía en primera persona (pronombre yo). Al hablar desde el Yo,
estamos expresando a la otra persona que aquello que expresamos es nuestro: mi opinión, mis
sentimientos, mis deseos, mis preferencias. Con los mensajes Yo, dejamos claro al otro que no lo
estamos culpando por lo que pensamos, sentimos, necesitamos o deseamos, pero de una forma
honesta y respetuosa hacemos saber nuestro desacuerdo o diferencia. Por el contrario, con los
mensajes Tu, entregamos el empoderamiento de nuestra opinión, sentimiento, necesidad o derecho
al otro (“Tú me haces sentir”, “tu no dejas que yo…”, etc.). En los mensajes Yo, describo lo que
hace el otro, expreso lo que siento, explico porque me siento así, propongo lo que deseo o necesito
y por último (opcional) se agradece la atención o motivación por cambiar.
Se construyen guiones utilizando la fórmula de los mensajes Yo del sistema DEPPA.

1) D = Describir la conducta del otro. “Cuando veo que llegas a casa y te tiras en el sofá sin tener
en cuenta mi trabajo…” (describe lo que hace el otro)
2) E = Expresar lo que siente de forma serena y positiva. “…siento que no respetas mi esfuerzo y
me enoja…” (expresa lo que siente).
3) P = Explica el por qué no estás de acuerdo, te molesta, incomoda lo que hace. “…porque me he
pasado la mañana limpiando y estoy cansada…” (explica porque le molesta)
4) P = Pedir o solicitar un cambio. “Me gustaría (necesito, deseo, etc.) que antes de tirarte en el
sofá, me preguntases si necesito ayuda en algo”. (propone)
5) A = Agradecer la atención y la intención de cambiar. “Agradezco que puedas tomarlo en cuenta”.
(agradece)

EJEMPLOS:

Mensajes Tú: Me centro en lo que hace el otro. Lo acuso, lo juzgo.

Ella: “En cuanto llegas a casa, sólo sabes tirarte en el sillón y no hacer nada (acusa). Me paso el día
limpiando para que tú vengas a desordenar todo (acusa), no me entiendes y no se puede hablar
contigo”

Efecto: Que el otro se ponga a la defensiva, también acuse para defenderse y no se entiendan.

Él: “Yo estoy muy cansado y me paso el día trabajando para que tú puedas comer (acusa), necesito
descansar y parece que te molesta (acusa), te pasas el día histérica y contigo es imposible hablar”.

Mensajes Yo: Me centro en mí, en los efectos del comportamiento del otro. Describo sin
descalificar, expreso lo que siento y lo que me gustaría.

Ella: “Me he pasado la mañana limpiando y cuando veo que llegas a casa y te tiras en el sofá sin
tener en cuenta mi trabajo (describe lo que hace el otro), siento que no respetas mi esfuerzo y me
enoja (expresa lo que siente). Me gustaría que antes de tirarte al sillón me preguntases si necesito
ayuda en algo (propone), gracias por tomarlo en cuenta (agradece)”.

Efecto: El otro entiende, no se siente acusado y se puede iniciar una conversación para llegar a
acuerdos.

Él: “Entiendo que estés cansada, pero no creas que no valoro tu trabajo (describe). Yo también
estoy cansado y necesito descansar cuando llego a casa (expresa lo que siente). ¿Qué te parece si
descanso un rato y luego te ayudo con lo que necesites? (propone)”.

Esta interacción demuestra dos formas muy distintas de expresar lo mismo, pero con resultados
muy diferentes. Intenta seguir estas pautas y verás cómo eres capaz de expresar todo aquello que
necesites sin provocar una reacción agresiva o dolorosa en la otra persona.

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