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Sensacionalismo
Sensacionalismo
Para empezar es necesario manejar algunas definiciones acerca de este tema en cuestión.
En primer lugar, se entiende a la "sensación" en general como la "impresión que las cosas
producen en el alma por medio de los sentidos" y en particular como la "emoción producida en
el ánimo por un suceso o noticia de importancia"; por tanto, se define lo sensacional como
aquello que causa tal sensación.
Los titulares de escándalo que se destacan por su color, por el tamaño o por el contenido
excitante, las fotografías que estimulan la curiosidad o el morbo por sobre cualquiera reacción
inteligente, son recursos del medio sensacionalista.
Este propósito de llamar la atención con estos recursos, frecuentemente tiene un objetivo
comercial: aumentar la circulación o la sintonía, de modo que en vez del servicio del lector o
televidente, se impone el interés del medio o del periodista.
Esta desfiguración del periodismo se contrarresta con la aplicación de técnicas para entregar a
los lectores una versión integral de los hechos. Se trata de reunir, hasta donde es posible,
todos los elementos que hacen comprensible un hecho y de entregarlos al receptor de modo
que se destaquen los aspectos más importantes para su interés; al contrario de lo que sucede
en el medio sensacionalista en donde se destaca lo llamativo y excitante para responder a la
curiosidad. El buen periodismo no responde a la curiosidad de la gente sino a sus intereses.
Finalmente, se puede decir que los “medios sensacionalistas” creen que atienden a los
sectores populares, pero en realidad los utilizan para el éxito de su negocio. Mientras los
dueños aumentan sus ganancias los involucrados en las noticias quedan destrozados y
condenados a una muerte civil, a una muerte en vida después de haber sido expuestos,
prejuzgados, acusados, calumniados, difamados, ofendidos e injuriados. El público lector
queda anegado, tal vez sin darse cuenta, en un mundo imaginario de miedo, que lleva a la
desensibilización frente a la violencia, así como a la insolidaridad y al fatalismo.